"LO MÁS DIFÍCIL ES CONSEGUIR QUE SE VAYA DEL TODO, TODO AQUELLO QUE YA SE FUE"

NARRA PETER

¡Mierda, soy un completo imbécil! ¿cómo pude hacerle eso a la única persona que ha estado conmigo y me ha aguantado por completo desde hace demasiado tiempo? les juro que tengo ganas de suicidarme por la mierda de persona que soy con ella... ¿Cómo pude hacerle esto?... Nunca quise hacerlo. Anoche me acosté casi a las tres de la mañana sin dejar de lamentarme, golpeando las paredes hasta que mis nudillos sangrasen y llorando en silencio por estar durmiendo solo. Y lo admito, tengo miedo, mucho miedo. Miedo de perderla para siempre, miedo de no poder explicarle lo que en verdad pasó. Conozco a la perfección a Alaia, ella no es una mujer fácil, es terca, decidida y obstinada. Cuando dice que no, es NO.

Antes de ir a mi trabajo, fuí al edificio con la esperanza de buscarla ahí, pero ni siquiera apareció al igual que Betty. Le pregunté a la recepcionista general del primer piso y me dijo que ninguna vendría a trabajar hoy por razones que ni sabe. Me fuí al trabajo con el corazón roto. Ahora estoy en mi oficina sin parar de lamentarme, enojado, furioso, triste, desanimado. Ni ganas tengo de trabajar. Juego una vez más con el bolígrafo en mis manos sin nada qué hacer. De un momento a otro la puerta se abre viendo a mis dos mejores amigos.

— Gordo, ¿qué pasó? Nos enteramos que Alaia faltó al trabajo y vinimos aquí corriendo — pregunta Ned

— Se enteró de lo que pasó... Lo sabe todo.

— Oh, carajo. — maldice Harry pasando sus manos por su cabello — ¿cómo se enteró?

— Alguien le envió un video de esa noche.

— ¿Dónde está?

— Está con Betty en su apartamento desde ayer... Si hubieran visto la cara que tenía, no me hubieran perdonado lo que hice...

— No pudiste hacer eso, mucho menos a ella, sabemos lo mucho que la quieres. Por eso te ayudaremos. ¿Qué planeas hacer?

— No sé quién le envió ese video pero eso es lo que voy a averiguar y voy a matarlo por hacerlo. Le iba a decir esa misma noche lo que pasó pero no se pudo. Pero hay algo... Me dí cuenta que omitieron la última parte donde hay una prueba de que no la engañé.

— Es cierto.

— Ned, ¿crees que puedas rastrear la señal desde dónde se envió?

— Podría pero necesito el teléfono.

— ¿Cómo rayos lo conseguiremos?

— No lo sé, es tu esposa, tú debes tener trucos bajo la manga ¿no?

— Es inútil, chicos. No creo que esa sea una buena opción hurtar su celular. Hay que ser inteligentes más allá de la tecnología, pensar en quiénes podrían haberlo hecho que quieran arruinar su relación. — dice Harry.

Los tres nos miramos entre sí y hablamos al mismo tiempo — Olivia.

Me levanto rápido de mi escritorio y salgo de mi oficina caminando decidido a buscar a la chica, bajo el ascensor llegando hasta las bodegas y la busco por todo el lugar. Me detengo al verla andando unas cosas. Me acerco, la tomo del brazo y la jalo un poco alejados de las personas. La suelto y la miro con seriedad.

— ¿Por qué le enviaste el video de lo que pasó anoche entre nosotros a Alaia? — pregunto cruzándome de brazos

— ¿Qué? Peter, no sé de qué estás hablando.

— Oh, créeme, claro que sí lo sabes... Hiciste un montaje y cortaste el video antes del final para que pensaran que en verdad tuvimos sexo en tu auto ¿o me equivoco?

— Te lo juro que no sé de qué me hablas, yo no le he enviado ningún video a nadie. Además, si lo hubiera hecho, ¿cómo lo habría grabado? estabas muy ocupado besándome y tocándome.

— No me cambies de tema.

— No interesa... De todas formas, lo siento, no sabía que estás casado con Alaia. Después de todo, Nick Fury solamente me dijo que son compañeros de misiones, nada más. Además de que nunca los veía besarse al frente de otros. Perdóname.

— Lo que acabas de hacer a mi relación no tiene perdón, ¿escuchaste? literalmente, anoche, echaste ocho años de noviazgo a la basura.

— No quería hacerlo.

— Si no hubieras querido, no me hubieras incitado anoche.

— Y tú no me hubieras seguido.

— Estaba ebrio, con casi siete botellas de alcohol y cinco tragos en mis venas. Además, los chicos me engañaron, dijeron que era para celebrar mi matrimonio cuando en realidad era una fiesta donde estuvieron todos los de este maldito edificio... Si me entero que tuviste algo que ver con ese video, te juro que las pagarás, Olivia.

Me doy vuelta yéndome del lugar completamente molesto. No soy idiota, si ella lo hubiera hecho, me lo hubiese dicho enseguida para evitar problemas. La primera persona que pensé que sería, no fue. Vuelvo a mi oficina donde todavía están mis amigos esperándome, les explico lo que pasó. Ahora que lo veo, me metí con una menor de edad...

— Bueno, estoy seguro que ella no fue. Olivia es una chica muy sincera. — me dice el rubio  — aún así debemos seguir la investigación.

— ¿Y si fue alguna persona cualquiera que lo grabó o un paparazzi? después de todo, te volviste famoso después de que te casaste con ella.

— No lo creo, ya estuviera en todas las redes sociales que soy un mal esposo a apenas dos semana de casarnos y no se lo hubieran mandado directamente a ella.

— No podemos hacer mucho por tí pero si necesitas algo, amigo, no dudes en pedirlo.

Asiento. Me da una palmada en el hombro en señal de apoyo y ambos se van para seguir con sus labores. Me tiro en la silla giratoria completamente cansado sin saber qué más hacer para tratar de averiguar algo, aunque sea una pequeña pista. Tomo el cuadro que hay en el escritorio viendo una foto mía y de mi esposa.

Lucharé por tí, cariño, lo prometo.

[...]

Son las seis de la tarde y me encuentro totalmente solo en el apartamento viendo películas. Me siento más triste que nunca, como cuando las mujeres se ponen nostálgicas pero en versión de chico. La película no está para nada interesante, simplemente me la he pasado comiendo chucherías y refrescos, muy aburrido. Era más divertido con Alaia. Esta tarde hice una lista de las posibles personas que quieren arruinar mi relación con Alaia, no la hice tan larga, simplemente las que son confirmadas (hasta el momento solamente está Olivia), pero sé que en algún momento encontraré algo que me sirva.

Tocan el timbre del apartamento, frunzo mi ceño, ¿quién buscará? detengo la película y me levanto descalzo con una pijama acercándome a la puerta, la cual abro, encontrando a Betty.

— Hola... Alaia me mandó por sus cosas.

La dejo pasar sin ninguna otra opción, si Alaia quiere espacio, se lo daré. Ella entra yendo directamente a la habitación, la sigo para ver lo que hace. Toma unas dos maletas y las abre en la cama, saca una hoja, una lista al parecer, y no tarda mucho en comenzar a meter de todo en las maletas.

— Y... ¿Cómo está ella?

— ¿Quieres que te sea sincera o te diga mentiras? — pregunta a la defensiva, suspira. — no para de llorar todo el tiempo, creo que mucho más que de lo que haz llorado tú... Le han dado como tres ataques de pánico.

Bajo mi mirada lamentado. Sé que los ataques de pánico para ella son un problema, no sabe controlarlos perfectamente por lo que se descontrola por completo. ¿Tanto así la lastimé?

— ¿Puedo...?

— No, Peter, no puedes verla. Ella realmente no quiere verte para nada, ni siquiera quiere escuchar tu nombre ahora mismo. Perdón que suene grosera pero fuiste demasiado cruel.

— Betty, lo que pasó, no es así...

— No debes darme explicaciones a mí,  debes dárselas a ella. ¿Sabes lo mucho que te ama? Es débil, está luchando para no colapsarse a ella misma, intenta estar bien pero no lo está. Y te recomendaré algo, si no quieres verla mal, ni te le acerques.

Sigue metiendo más y más cosas. Betty tiene por completa razón, Alaia es una persona fuerte pero cuando la lastimas, se vuelve débil e insegura sin saber qué hacer. No le digo más nada y sigo viendo mi película. Media hora después termina de empacar todo, toma las dos maletas y camina a la salida para irse.

— Espera — la llamo, deteniendola justo en el marco de la puerta, me mira esperando una respuesta — ¿p-puedes abrazarla de mi parte?

Asiente lentamente. Sigue su camino y se va dejándome solo nuevamente en el apartamento. Suspiro tirándome en el sofá viendo al techo donde varias lágrimas salen de mis ojos al imaginar el infierno que debe estar viviendo.

NARRA ALAIA

Estoy esperando que Betty regrese de buscar mis cosas en el apartamento de Peter viendo televisión en la sala, acurrucada por completo en una sabana con pañuelos y helado. Anoche no pude dormir por estar llorando, mi amiga estuvo al pendiente de mí a cada rato. Me estoy quedando en su habitación de invitados. Anoche medio comí un sándwich de atún y eso que son mis favoritos. Toco mi cuello sintiendo el collar de ambos y una lágrima de resbala por mi ojo sin poder evitarlo, la limpió rápidamente. Me prometí que no iba a llorar más por él. Es una estupidez.

Mi mejor amiga aparece por la puerta con dos maletas y un bolso, me levanto a ayudarla tomando unas cosas y las dejo en el sofá.

— Gracias, Betty, enserio.

— No es nada, después de todo, no fue tan difícil. — me da una sonrisa tranquila, yo trato igual. — voy a pedir el almuerzo, ¿quieres arroz chino? oh, casi lo olvido, esto te lo mandó Peter.

Se acerca a mí y me da un abrazo muy fuerte para después separarse e irse a la cocina para hacer la llamada del almuerzo. Me acerco a las maletas para organizar pero me detengo al ver una pequeña nota encima de una, la tomo y la leo. "Te amo y es por eso que no dejaré que nadie dañe lo que tenemos, te juro que nunca te lastimé -P." Arrugo la hoja un poco triste y la tiro a la basura de la cocina. Intentaré olvidarme de Peter Parker sea como sea.