27
"¿Y SI ESTE MUNDO ES EL INFIERNO DE OTRO PLANETA?"
Una semana después
NARRA ALAIA
—Creo que ya es hora de quitarte el yeso, pero es no significa que estés del todo curada, ¿okey? — me pregunta el doctor, yo asiento con una sonrisa y Peter me dedica una también pero más pequeña
El doctor se acerca a mi pierna y comienza a hacer todo ese procedimiento para quitar el yeso. Esta semana ha sido un poco tranquila pero también algo atareada. Harley no ha regresado, no quiero decirle nada o hablarle después de lo que pasó, pero lo más extraño es que mi madrastra me ha contado que no está con ella, así que probablemente esté en un hotel o algo por el estilo. Por otro lado, Peter y yo hemos mantenido la relación en tranquilidad, decidí que nos tomáramos un tiempo con todo esto que está pasando, ya que son demasiadas cosas. Y si no me entienden, prácticamente estaremos más relajados, sin tantos besos o encuentros amorosos. Él dice que lo acepta sin problemas.
— Ya está... ¿Puedes levantarte y caminar un poco para probar?
Me paré de la cama y me coloqué de pie (obviamente sin ayuda de las muletas), me tambaleé un poco, Peter quiso acercarse preocupado pero lo detuve dándole un movimiento de cabeza. Ya me había acostumbrado a las muletas. Me moví un poco por el cuarto.
— Bueno, al parecer se ve muy bien, te mandaré algunas pastillas por si te dan dolores repentinos. Los medicamentos que te había mandado para tu recuperación de fatiga y eso ya no los necesitarás. — afirma el doctor anotando en una libreta
— ¿No le harán más nada? — pregunta Peter mirándome, se veía muy nervioso, creo que es porque tiene miedo de que me vaya a caer o algo así.
— No, ya está bien. Pero te daré unas cuantas anotaciones para que estés pendiente. Primero, no debes hacer tanto esfuerzo ya que eso retrasará el buen tratamiento de tu pierna. Segundo, no puedes utilizar tu traje ni pelear.
— Pero... Mi traje tiene un modo automático, puedo hacer que solo la pierna no tenga funcionamiento manual y listo, estaré bien — informé
El doctor miró a Peter y él simplemente hizo una mueca no estando de acuerdo conmigo. Suspiré. Debo hacerles caso. El doctor se fue no sin antes dejarme los medicamentos necesarios, por si me da dolor o quizás hay otros efectos secundarios por el tratamiento como dolores de cabeza o cosas así. Peter se despidió del hombre cerrando la puerta principal, volví mi vista a la película que estaba viendo en el sofá, él se acercó sentándose a mi lado.
— Ya me había acostumbrado a las muletas y al yeso... — digo mirando mi pierna sin expresión
— Al menos ya no tendrás que usar nada de eso nunca más si sigues los cuidados del doctor.
Asiento y me como varias palomitas del bol que tengo en mis manos con lentitud. Tengo que decirlo, me siento extraña. Recuerdo que antes veíamos películas chistosas y nos reíamos, también nos dábamos besos cuando los protagonistas lo hacían y lo mejor de todo es que éramos solo nosotros mismos. Pero ahora ni siquiera sé si lo somos.
— ¿P-puedo ser sincero contigo? — pregunta sacándome de mi burbuja mental. Lo miro asintiendo — esto no me gusta, sé que dije que sería más relajado con el tema de nuestra relación, solamente acepté porque quería hacerte sentir bien pero veo que fue muy mala idea.
— Lo sé, también estoy pensando lo mismo... Fuí una tonta dando esa idea... — dije lo ultimo para mí misma
Los dos nos quedamos callados sin saber qué más decir, esto se está convirtiendo en algo raro, incómodo y sin diversión.
— Solamente pensé que si nos tomábamos un tiempo un poco alejados el uno del otro, repondríamos la confianza que teníamos antes, pero veo que no fue así — murmuro
— Al principio pensaba lo mismo, trataba de olvidarme de que no querías ir tan rápido pero me dí cuenta que no funcionamos así
— ¿Así cómo? — pregunté volteando a verlo.
— Distanciados — susurra, bajo mi mirada, él también lo hace — nunca funcionamos distanciados y eso lo sabemos desde lo que pasó hace tres años en Titán cuando te quedaste sola.
— Sí, tienes razón, casi enloquezco... No debí proponerte tal cosa sin antes saber tu opinión, soy la peor.
Tapé mi rostro estresada sin saber qué pensar. Peter suspira.
— Puede que lo que haya pasado nos haya separado, pero enserio no quiero que nada cambie. — lo miro — nosotros estábamos muy bien juntos besándonos cada cinco segundos en la cocina haciendo galletas que quizás se quemaban un poco en el horno.
Reí un poco por lo último, sigue hablando.
— Pero lo cierto es que te amo mucho, ya me acostumbré a la forma en la que hacemos las cosas y... No quiero estar así contigo.
Le sonrío sin mostrar mis dientes, me moví en el sofá un poco quedando más cerca suyo dejando el bol de palomitas a un lado. Acaricié su mejilla con el roce de mi pulgar.
— A la mierda la tranquilidad — susurré mirándolo a los ojos sonriendo un poco, él también lo hace
— A la mierda la tranquilidad.
Me besa sin esperar nada de una forma un poco intrépida, le sigo sin negarme a nada. Enredo su cabello en mis dedos sintiendo el contacto suave en mi mano. Me separo un poco para recuperar respiración.
— Tengo que ir al supermercado porque literalmente todavía hay comida podrida en el refrigerador desde hace un mes... — murmura, río por su expresión — ¿me esperas?
— Estaré esperándote.
Asiente y se separa rápidamente de mí yéndose por el pasillo, regresa del cuarto ya con su chaqueta lista, toma sus llaves con la cartera. Le doy un beso corto en los labios como despedida y él se va al súper. Regreso con mi película la cual ya pasaron diez minutos y ni siquiera sé qué ha pasado por andar distraída con Peter como en los viejos tiempos. Sigo comiendo mi bol de palomitas con mi refresco mientras me tapo con una sábana por el frío de la sala.
El timbre de la casa resonó en todo el apartamento después de media hora, ¡Peter no se demoró nada! me levanto del mueble rápido y abro la puerta viendo a nadie. Asomo mi cabeza un poco viendo a los lados pero no hay nadie en el pasillo de bienvenida, me encogí de hombros. Quizás se equivocaron de lugar. Cierro la puerta para volver a mi película pero paro en seco al ver que estoy en otro lugar que conozco a la perfección, mi antigua casa en Londres.
Tragué en seco con miedo, ¿cómo mierda llegué aquí? ¿esto es real? quise retroceder pero escuché gritos que venían de la segunda planta, ¿debería ir? bueno, es mi casa pero tengo miedo de que pase algo malo. Dí varios pasos, subo las escaleras lentamente mientras las voces se intensifican. Paso por un cuarto que es el mío y me veo a mí misma de tres años, durmiendo muy tranquila en mi cama rosa pastel. Ví que mis juguetes de princesas estaban en el suelo y había un plato con una hamburguesa de queso en mi mesón. Recuerdo este día. Fue el día que papá se fue.
Decido seguir con mi caminata y sigo siguiendo los gritos llegando hasta la habitación de mis padres, donde la puerta estaba entreabierta por lo que me asomé un poco ahí. Mamá y papá peleaban, se gritaban todo tipo de cosas pero mi madre se veía mucho más molesta. Mi padre simplemente le gritaba cosas sobre mi bienestar, mi cuidado y así. Me aparté cuando se dirigió hacia acá y salió, bajando las escaleras. Mi yo de pequeña se despertó y lo siguió, también decidí hacerlo. Recuerdo que le pregunté a dónde iría y me respondió que a vacaciones de trabajo muy importantes para después darme un beso diciéndome que me extrañaría, y simplemente, salió de casa yéndose durante siete años. Mamá me mandó a dormir de nuevo.
Parpadeé varias veces al ver que estaba en otro lugar, esta vez era en la escuela, me asomé a mi lado en una ventana que era del aula de biología y estaba sentada con el que era mi "novio" en ese tiempo. Tenía unos 13 años. Me acuerdo que después de esa clase todos se burlaron de mí diciéndome que era una huérfana porque se enteraron que mi padre me abandonó. (Siempre que me preguntaban por papá les decía que estaba en vacaciones) él había hablado de mí esa mañana en una entrevista que le hicieron en Nueva York y confesó que tenía una hija la cual abandonó. Llamaron a mamá por el incidente pero solo fue peor, me gritó que era una idiota por ponerme mal por esa "mierda", como lo describió ella. Todo eso ocurrió ya que el chico difundió la noticia a toda la escuela como una venganza por no haberme acostado con él ya que puse la excusa de que era demasiado pequeña todavía. No fuí a la escuela en dos semanas.
Me asusté un poco viéndome en otra parte muy diferente a la anterior, era... Titán. Miré a mi derecha al escuchar una oración que me resultó de lo más familiar, era yo con Peter que poco a poco se desvanecía en el polvo mientras mi padre y Nébula nos miraban. Pronto ya no lo ví más y se fue. Lo único que hice fue refugiarme en los brazos de mi padre a llorar pero no sirvió de nada ya que yo también me fuí. Papá lloró con dolor.
Miré detrás mío viendo otra escena que era el lugar que menos quería ver en el mundo, los escombros de Stark Industries cuando el ejército de Thanos y él mismo nos atacaron. Y ahí estábamos todos reunidos, mi familia y yo llorando por mi padre que se moría poco a poco a causa del uso de las gemas del infinito para salvar el universo. Mordí mi labio al ver que su centro se apagó y me dí la vuelta para no ver la escena.
— Vaya vida, ¿no? — oí. Me giré rápido encontrando a Quentin, fruncí mi ceño, él había hecho todo esto. Todo estaba negro a nuestro alrededor — las cosas no han sido fáciles para tí
— ¿Por qué lo hiciste? — pregunté seca.
— Tu escape hace una semana dejó al jefe muy enojado y casi mata a Eddie por dejarte escapar si no hubiera sido por la fuerte mordida en tu pierna que lo tomó como un chance y decidió esperar un poco. Pero veo que te mejoras.
Me giré rápidamente al ver que se movió a otro lugar, ahora tenía puesto su traje.
— Ser una Stark no te quita los problemas de encima, te los aumenta. Y sería una lástima que las personas que quisieras salieran heridas. — dice. Toma la burbuja en su cabeza, la cual tiene a Peter siendo Spiderman con humo verde a su alrededor y se la quita enseñándomela — tal como tu padre.
Fruncí mi ceño mirándolo. — no voy a dejar que lo hagas.
— ¿Y quién lo impedirá? ¿tú? ¿con tu cuerpo débil y una pierna rota en recuperación? — pregunta, no digo nada, se coloca su burbuja otra vez — eso pensé.
El suelo tembló debajo mío y caí de un momento a otro fuertemente al suelo, me quejo acariciando mi brazo y me levanto rápido. Veo a mi frente y estoy en la esquina de un restaurante un poco elegante. Mi vista se dirige a una mesa, donde está Peter con otra mujer de cabello rubio, se reían muy felices y ¿adivinen qué? él la miraba de la misma forma en que mira a mí.
— ¿Y qué pasaría si... La persona que más quieres te deja por tu debilidad tan ingenua? — murmura Quentin a mi lado.
— Esto no es real... — susurré empezando a sentir mi respiración agitada
— Todas las personas dicen eso cuando no creen que algo pasó.
Todo el lugar se hace polvo y volví al vacío negro, de pronto una roca grande aparece a mi frente, donde veo a toda mi familia y a mí (excepto mi novio) muertos, con sangre y cortadas mientras a lo lejos los villanos festejan su victoria.
— Puedes evitar todo esto solamente haciendo una cosa... Dar la vida de Peter por la de todos ustedes, fácil, ¿no?
Cierro mis ojos cuando se cristalizan y los abro nuevamente viendo que aparecí en el apartamento, parada en medio de la sala. ¿Esto sigue siendo falso? iba a decir algo más cuando la puerta se abrió y entró Peter con dos bolsas en su mano, se giró hacia mí y me miró confundido.
— ¿Alaia, estás bien? ¿qué te pasó? — preguntó dejando la compra en el sillón
Me acerco a él y le doy un abrazo fuerte con mucho miedo. Él me corresponde. Pronto siento un dolor en mi pecho sabiendo que nada estaría bien.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top