21

"ISN'T LOVELY, ALL ALONE?
HEART MADE OF GLASS, MY MIND OF STONE. TEAR ME TO PIECES, SKIN TO BONE. HELLO, WELCOME HOME."

NARRA ALAIA

No se cuánto tiempo había pasado de estar encerrada aquí sin ver a más nadie que no sea la maldita cara de Venom convertido en mi novio o los demás villanos que me desprecian. Mis ojos pesan del sueño y no he dormido durante días con el miedo de que me pueda pasar algo en medio de la noche. Mi estómago ruge del hambre. Me dan desayuno, almuerzo y cena pero ni siquiera la toco porque puede tener algo que pueda dañarme. Mi ropa de pijama ya está sucia, estoy segurísima que mi cabello igual y ni hablar de mis energías.

Recosté mi cabeza en la pared tratando de no dormirme pero no lo puedo evitar, me abracé a mi misma por el frío horrible que entraba por la pequeña ventana horizontal que había casi pegada al techo. Es época invernal, supongo que ya casi navidad o quién sabe si ya pasó. Ni siquiera sé qué día es. Miré mis manos encadenadas y estaban temblando como todo mi cuerpo, les soplé y las junté para tomar calor pero no servía.

Me sobresalté un poco cuando la puerta de metal se abrió, entró Venom (o la copia de Peter). Se acercó a mí y se agachó, miró a la ventana.

— Ayer fue navidad, ¿sabes? — habla sin importancia, yo le miro con atención. Entonces sí fue navidad ayer. — estuvimos vigilando a tu chico y no se veía muy animado que digamos.

— ¿Q-ué? ¿l-lo vieron? — murmuré.

— Sí... Al parecer estaba abriendo un regalo, era un suéter, qué aburrido. — opina rodando los ojos

No pude evitar sonreír levemente calentando mis manos. Había encontrado el regalo de navidad que le quería dar, me alegra que lo haya hecho y estoy segura que al menos solo eso lo alegró un poco. Venom me miró frunciendo el ceño y me tomó de la muñeca fuertemente, lo miré con miedo cambiando mi expresión enseguida.

—¿Sabes por qué te digo esto? porque quiero verte mal. No deberías sonreír sabiendo que fue navidad y no estuviste con tu familia o con él, qué pena, ¿enserio crees que por un simple regalo va a estar de lo mejor de la vida? pues déjame y te cuento, lo echó a la basura como algo que no sirve, ¿sigues creyendo que tiene buen corazón?

Me soltó de un empujón y me alejé de él temerosa.

—P-Peter no haría eso... Él no es así.

—Entonces malas noticias, sí, lo hizo. Quizás no lo conoces del todo.

Me miró con el mayor odio que sus ojos podían darme y sin más, se va dejándome sola nuevamente. Cerré mis ojos fuertemente sintiendo que mis ojos se estaban cristalizando. No. Peter jamás en la vida haría eso y estoy segura de ello, mucho menos con un regalo que le quería dar desde hace mucho. Él lo conservó y lo apreció. Eso lo sé.

Mi vista se dirigió a la ventana y me levanté, caminé con ayuda de la pared para acercarme a ella y me asomé un poco poniéndome de puntillas. No se veía nada, solamente una calle y había nieve por doquier. Eché mi cabeza para abajo para ver el cielo que está lleno de estrellas, tal vez la ventana era muy pequeña pero me daba la vista suficiente que necesitaba.

— F-feliz navidad, Peter... — susurré sintiendo una sonrisa saliendo de mis labios

Me quedé unos segundos ahí para distraerme un rato, pronto decidí volver a mi posición pero me dí cuenta de algo que había en una esquina, me acerqué pero la cadena no alcanzó así que tuve que jalar lo que sea que era con mi mano y lo logré. Era una manta marrón más o menos grande. Agradecí mentalmente, me recosté en el piso y me cubrí con la manta para no tener tanto frío. Al menos así aguantaría un poco. No tardó tanto cuando mis ojos se cerraron hasta caer en el sueño.

[...]

Intenté bajar las mangas de la camisa que tenía puesta para tener menos frio. Es la primera vez que maldigo no tener algo más abrigado. Era de día pero aún así se sentía la horrible sensación de la nieve en el aire. Los demás no me prestan mucha atención que digamos pero sé que Venom sí lo hace, pero ¿por qué? se podría decir que estoy más que segura que quiere lo mismo que el Kraven de la otra línea de tiempo, hacerme daño y no de una forma bonita.

Miré el plato de comida que me había traído el nombrado de mi cabeza, era el desayuno, más específicamente café caliente y un pan. La verdad es que la bebida se me incitaba mucho de tomarla con este frío pero como soy tan desconfiada, ni siquiera le daré un sorbo.

Seguí tratando de mantener calor cuando pensé en el desayuno. Extraño los intentos de panqueques que hacia Peter, quizás no eran tan buenos pero eran aceptables. También en los chistes demasiado malos que me contaba para hacerme reír a primera hora de la mañana. Solo lo extraño a él. Su sonrisa, sus ojitos de cachorro, su pelito de rulos con olor a vainilla, sus muecas extrañas cuando le pregunto cualquier cosa sobre algo que no le gusta pero lo que más extraño es la forma en que me mira. Con confianza, con ternura, con amor, aunque otras veces con picardía.

Reí levemente al acordarme de sus intentos de coqueteo o tratar de cortejarme que lo hacían ver demasiado dulce. Definitivamente no puedo olvidarlo. Toqué mi cuello pero no sentí nada, el collar no estaba y era lo único que me recordaba a él. Venom entró de un momento a otro y se agachó a mi lado empezando a quitar las cadenas del tornillo.

— El jefe quiere hablarte— dice, me levanto enseguida como puedo al ser jalada por él y me coloca la venda en los ojos

Le sigo siendo guiada ya que no puedo ver nada, pasaron segundos donde Venom me hizo sentarme en el suelo y me quitó la venda. Estábamos otra vez en la habitación llena de planos en la pared, computadoras y otros aparatos tecnológicos. Todos los villanos estaban aquí. El Doctor Octavius se paró a mi frente.

— Un gusto verte de nuevo, Alaia. Espero tu estancia aquí esté siendo de tu agrado, es lo poco que tenemos. — habla sacando una sonrisa muy mala.

— ¿Qué quiere ahora? — pregunté evasiva

— Solamente estás aquí para que veas un pequeño espectáculo de lo que va a pasar.

Fruncí mi ceño confundida sin saber a lo que se refería. Le hizo una señal a Venom el cual se fue casi corriendo en su forma no humanoide. Al frente mío, a unos cuantos metros, había una computadora que al parecer era una cámara que daba directamente a las calles de Nueva York. Venom apareció por ahí y en un segundo lo ví peleando contra... ¿Peter?, pero obviamente con su traje. Al parecer se había encontrado con él.

— Vamos a jugar a un juego, mi niña. — me informa — dime la contraseña del búnker que tiene tu papá fallecido. El Buitre trató de conseguirla hace dos años pero no pudo.

— No lo haré. — murmuré negándome por completo. No iba a darle acceso a un búnker donde está toda la tecnología inteligente de mi padre.

— ¿Ah no? — me mira con una ceja alzada

Voltea a la pantalla de la computadora y yo igual, donde sigue la pelea de mi novio contra el simbionte. De pronto, el último toma del cuello al arácnido tumbándolo al suelo y toma un pedazo de metal gigante que lo pone muy cerca de su abdomen.

— No, no... Dile que pare, por favor. — rogué hacia el científico asustándome

— Dame la contraseña, ¡solo hazlo! — repite alzando la voz. Cierro mis ojos fuertemente sintiendo las lágrimas regresando por la agresividad que había en su mirada y en su forma de actuar

Venom empieza a rasgar su traje con la punta filosa del metal, Peter intenta apartarlo pero no puede. Mordí mi labio.

— Es el cumpleaños de Pepper...

— ¡Eso ya lo sé! ¡dime la contraseña completa o te juro que le digo que lo mate en frente tuyo y que le saque la cabeza! — me grita molesto

— E-es el diecisiete de diciembre, solo eso... Pero por favor, ya basta, por favor, déjalo... — susurré llorando

Suspira y se da la vuelta escribiendo algo en una libreta — Venom. — llama al hombre a través de un micrófono

El simbionte deja a Peter y se va dejándolo tirado en el suelo obviamente herido. Segundos después gira hacia mí y me mira con una sonrisa malévola.

— Gracias por colaborar. — agradece tranquilo— si sigues siendo buena niña te prometo que te haremos sufrir menos. 

Venom llega nuevamente y me tapa los ojos, supongo que empieza a regresarme a mi habitación oscura. Escucho el sonido de una puerta y enseguida la venda se quita de mi rostro, me tira al suelo bruscamente y se va. Yo me quedo ahí, sollozando, aterrada, sin saber qué había pasado. Las lágrimas salen.

No podía dejar que matara a Peter, si lo hacía, no me lo perdonaría jamás en la vida.
























































































Guau, qué intenso.
PREGUNTA: ¿creen que Alaia hizo lo correcto?

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