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"THEY SAY YOU'RE BASIC, THEY SAY YOU'RE EASY. YOU'RE ALWAYS RIDING IN THE BACK SEAT. NOW I'M SMILING FROM THE STAGE WHILE. YOU WERE CLAPPING IN THE NOSE BLEEDS. THUNDER, THUNDER, THUN-, THUNDER"

NARRA PETER

Moví mi pie por enésima vez en el lugar donde estoy parado sin parar de pensar. La cuestión es que estoy esperando a Alaia, que está dentro de la universidad. Le he contado sobre la solución de la beca con todos los detalles y ella simplemente agregó un "okey, iré a averiguar bien", ¿acaso no quiere hacerlo? es decir, sé que quiere ir al instituto tecnológico de Massachusetts pero también quiere quedarse aquí en Nueva York. No lo sé, quizás estoy cometiendo un error y haciéndola hacer algo que en realidad no quiere. Estoy siendo un pésimo novio ahora que lo veo. Debí preguntarle antes de decirle.

Alcé mi vista una vez que oí el sonido de la puerta, donde salió mi novia comenzando a caminar hacia mí y la verdad es que no puedo descifrar la expresión en su rostro, si es seria o angustiada, solamente sé que no es la que espero.

—¿Y? ¿qué te dijeron? —pregunté cuando se colocó a mi frente. Admito que una parte mía se sentía asustada.

—Dijeron que sí, pueden cambiar la beca de Massachusetts a aquí a Columbia, pero tendría que viajar hacia allá para solucionar los papeles y eso, dicen que durará dos o tres días porque es algo que demora un poco... — respondió.

—¿Estás bien? te noto un poco decaída... — digo. Bajé mi mirada — ¿acaso no quieres hacerlo?

—¿Qué? ¡no, claro que quiero hacerlo! es decir... Es como si me dieran una beca para Columbia. Pienso que es muy bueno. Además de que por un momento pensé que nunca se podría, contando el hecho de que siempre las becas son un gran problema para las universidades hoy en día pero sí fue posible. Gracias a tí. Estoy sorprendida por eso. — me da una sonrisa cálida

—Solo quiero que te quedes, me sentiría muy solo si te vas... Y también porque te extrañaría mucho a tí y tu... Lado atrevido que me gusta mucho— murmuré sintiendo el sonrojo en mis mejillas

Ríe. Me da un beso muy suave en uno de mis cachetes y me mira— ¿Sabes? me gustas mucho, más que cualquier otra cosa, Peter. Y si sigues así creo que explotaré de que seas tan lindo.

Sonreí. No pude evitarlo y le dí un abrazo muy cariñoso, escondí mi rostro en el hueco de su cuello cerrando mis ojos. Ahora tendré menos peso encima con eso de la beca.

Al poco tiempo ambos nos fuimos a tomar su auto, ya que iríamos a visitar a May a FESTÍN porque nos pidió unas cajas y hay que llevárselas. Aunque Alaia me insistió en que fuéramos. Condujo por las calles de Nueva York, ví que en las pantallas grandes habían noticias positivas de la chica a mi lado, creo que aquí la quieren mucho. También hay algunas de Spiderman y ¿adivinen qué? están vendiendo juguetes de nosotros. Qué locura.

Me bajé del coche una vez que aparcó al frente del edificio donde cada uno tomó una caja y empezamos a caminar al interior. Alaia saludaba a las personas muy contenta cuando ellos lo hacían, supongo que la noticia de la beca la tiene muy feliz. Pasamos por el gran salón donde habían personas recogidas de la calle y niños abandonados jugando parqués, ajedrez, viendo periódicos o solamente corriendo felices. Y ellos también saludan a mi novia. Me alegra que esté sea un lugar bueno para ellos.

Llegamos a la mini oficina de May, donde mi tía estaba hablando por teléfono y nos hizo una seña de que dejáramos las cajas en el suelo. Lo hicimos. Fuí rápido y me senté en su escritorio empezando a dar vueltas en la silla, Alaia se quedó parada mirándola.

—Ahg, era el tipo que desde hace días está queriendo comprar el lugar, creo que es porque últimamente está mejorando mucho FESTÍN y quiere dinero para su negocio—nos contó al colgar el teléfono — muchas gracias por traer los encargos, sé que tienen muchas cosas por hacer.

—No es nada, venimos de la universidad e iríamos a casa a hacer nada con Harley — responde la chica sentándose en el escritorio a mi frente

—¿Y solucionaron lo de la beca? no puedo creer que te vayas a Massachusetts...

—En realidad, no me iré. Solamente tengo que viajar allá para hacer una traslación, voy a tener la beca para Columbia porque pedí que la cambiara. —le cuenta

— Es una noticia muy buena, me alegra que te quedes porque no seria lo mismo sin tí, además de que la ciudad necesita de tu ayuda con todo lo que está pasando de supuestos asesinatos y eso.

— Lo sé, también es una parte que me hace quedarme...

El teléfono de May sonó nuevamente, lo vió un poco y hace una mueca para después irse de la oficina. Pasaron varios minutos y no regresó, supongo que se fue para seguir ayudando en cosas del lugar porque la verdad es que sí hay mucho qué hacer. Dí más vueltas en la silla giratoria sin saber qué hacer, mirando el techo. Ahora que lo pienso, no había prestado atención a los múltiples asesinatos y homicidios que están sucediendo últimamente, aunque tampoco quiero darle mucho asunto porque no quiero comerme la cabeza.

— ¿Este es tu tío Ben? — escuché. Paré de girar viendo a mi novia en el estante de la pared con un marco en sus manos viéndolo con mucha atención. Me levanté y fuí a su lado.

— Sí... Ahí fue cuando me gradué de primaria a los once años... — respondí viendo la foto. Ahí estábamos May, mi tío y yo que tenía puesta con una bata color mostaza de graduación

— Lo siento, sé que no te gusta hablar del tema pero es que no puedo evitarlo... — murmuró dejando el cuadro en su lugar, me miró — se veía un buen hombre.

— Sí, lo era. Me daba muchos consejos para conquistar chicas cuando tenía trece años, me animaba mucho a invitar a salir a alguna pero nunca lo logré.

Ríe levemente.

— Era un galán como tú entonces, ¿no?

Sonreí. — Sé que si te hubiera conocido, te hubiera adorado.

Volteó al estante tomando otra foto, donde esta vez era una de nosotros dos jugando béisbol y May la había tomado en ese momento. Segundos después la dejó en su lugar.

—  Siempre pensó que llegaría muy lejos, y cada vez que le hablaba sobre mis problemas aleatorios de mi vida, él me decía; "un gran poder conlleva una gran responsabilidad". Creo que eso fue lo que me impulsó a ser superhéroe, ayudar a las personas cuando lo necesiten. Gracias a él es que soy lo que soy ahora. Fue mi figura paterna cuando no la tuve desde pequeño.

Alaia sonrió de lado un poco, tomó mi mano levemente acariciando el dorso con su pulgar.

— Pues no se equivocó en criarte así.

Repetí su acción, después la abracé un poco descansando mi mentón en su cabeza muy relajado. Estoy más que seguro que si tío Ben me viera hoy en día, estaría orgulloso de mí, de cómo estoy llevando mi vida, de que la persona que tengo a mi lado es la más maravillosa del mundo y sobre todo que sigo siendo yo. El mismo Peter Parker que crió con mucho cariño.

Me separé de un golpe de Alaia al escuchar gritos de afuera de la oficina. Los dos salimos rápido para ver lo que pasaba y nos apoyamos en el barandal encontrando el gran salón siendo destruido por la misma cosa negra con ojos blancos y colmillos que nos atacó en las calles hace unas pocas semanas. Pero ¿ahora qué hace aquí?

—May, ¿estás bien? — pregunté a mi tía al verla acercándose a nosotros asustada

— Sí, estoy bien. Tengo que evacuar a las personas, esa cosa está matando sin piedad y no creo que sea bueno quedarnos. — responde, mira a Alaia — ¿podrás con él?

— He peleado con cosas peores — responde llamando a su traje por su reloj

— Peter, debemos irnos.

— ¡No, yo tengo que quedarme! es decir... Tú sigue, yo iré a que las personas salgan rápido, ¿sí?

Asintió y se fue para seguir ayudando con la evacuación. Miré a Alaia y ella a mí, ambos asentimos al mismo tiempo pensando lo mismo. Me devolví a la oficina y me coloqué mi traje lo más veloz posible, al terminar me puse mi máscara y salí encontrando a mi novia dándole una paliza a esa cosa. Me lancé hacia él y le dí una patada en la cara aterrizando en el otro lado. Alaia se puso a mi lado.

— Vaya, vaya, por fin puedo pelear con ustedes de una forma digna. — habló. Su voz se me hacía conocida. — ¿cómo te va, Peter?

— ¿Cómo sabe...? — preguntó mi novia mirándome con el ceño fruncido, yo solamente me encogí de hombros bastante confundido

Su cara negra se expandió un poco dejando ver a un chico de mi edad, con cabello rubio y ojos azules mirándonos con mucha maldad.

— ¿Eddie? — murmuré. Volteé hacia Alaia que estaba más que confusa — es Eddie Brock. Digamos que le quité el trabajo con el Doctor Octavius porque quería lograr algo como Spiderman y me odia por eso. Larga historia.

— Aveces odio que seas tan bueno en todo, ¿sabes?

Hice una mueca volteando hacia el chico que estaba a nuestro frente. Pero eso no explica cómo sabe mi identidad.

— Es un gusto muy grande poder conocer al fin a la famosa Alaia Stark de la que todo el mundo habla, lamento que sean en estas circunstancias pero es que no tengo muchas opciones que digamos. Es tan hermosa y su traje es increíble como lo describen — sigue hablando Eddie

— ¿Qué quieres? — preguntó evasiva y seria

— Guau, cálmate, mi reina. Solamente vengo por órdenes.

— No le digas así — digo a regañadientes tratando de no enojarme. Sé que es el momento menos indicado pero es que me hace imposible ponerme celoso.

— Oh, cierto, se me había olvidado que están saliendo. Pero ¿quién podría olvidarlo? son la pareja más envidiable por el momento.

Alaia le lanza un rayo de un momento a otro sin esperar nada, él lo esquiva. Después se pone de nuevo su cara negra con ojos blancos y nos saca esa lengua toda fea que tiene. Se lanza hacia nosotros pero lo pego al techo como puedo, después se libera y cae encima mío. Empiezo a darle golpes en el rostro y ambos peleamos en el piso. Hasta me pasó su maldita lengua por la máscara y les juro que casi vomito.

Mi novia me lo quitó de encima y empezó a darle con los rayos y láseres que tiene, pero siempre los esquiva o si no, si le da alguno, su piel vuelve a reconstruirse como una especie de tela. Y se parece a mí mucho ahora que lo veo. Lo hago caer al suelo pero su piel negra se adhiere a mi pie, trato de quitármelo pero se sigue pegando como un chicle. Alaia me lo quite y le dispara muchas veces hasta que se desintegra, Eddie empujó muy lejos dándome contra la pared. Miré al techo al igual que la chica viendo cómo Eddie se escapaba.

— A propósito, me puedes llamar Venom, mi reina. —dice sonriendo con malicia. Después se va por la ventana sin dejar ningún rastro.

Alaia se acerco rápido a mí y empezó a quitarme los escombros de pared de encima. Me sacudí la arena que tenía en mi traje.

— ¿Estás bien? — preguntó. Asentí.

Oí las bocinas de la policía y algunas ambulancias también para ayudar a la gente que lo necesitaba. Yo me quedé pensando. "Venom". Con qué ese era su nombre.































































































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