11
"NO LIE. FEEL YOUR EYES, THEY ALL OVER ME. DON'T BE SHAY, TAKE CONTROL ON ME. GET THE VIBE, IT'S GONNA BE LIT TONIGHT"
NARRA PETER
Me removí en el colchón una vez que la horrible alarma estalló mis oídos, la apagué enseguida y me senté en la cama tallando mis ojos. Me levanté e iba a ir al baño pero inmediatamente mi cabeza chocó con algo muy duro, abrí mis ojos viendo un armario. Mierda, se me había olvidado mi nueva casa. Hice una mueca acariciando la parte que me dolía, dí giré dándole la vuelta a la cama, me agaché cuando llegué al otro lado viendo a mi novia durmiendo.
— Alaia... Despierta. Son las nueve de la mañana y voy a hacer el desayuno — le empecé a mover el hombro, ella solamente se movió
— ¿Vas a hacer panqueques con tocino? — preguntó abriendo sus ojos mirándome, asentí. Se sienta estirándose y al terminar me mira con una sonrisa — buenos días
— Buenos días, mientras yo cocino ¿por qué no te vas bañando?
Asintió. Me fuí de la habitación cerrando la puerta detrás mío, encendí las luces y entré a la cocina donde abrí la nevera tomando el jugo de naranja ya preparado.
Hice lo que dije, hice la masa de los panqueques. Sé que no soy un gran experto cocinando pero al menos intento lo básico, además de que no quiero que Alaia cocine porque sentiría como si la estuviera mandando. He estado pensando que hoy voy a ir a Columbia a averiguar muy bien lo de la beca de Alaia, no me voy a rendir hasta conseguir que se quede. Y por otra parte, ya se está acercando nuestro aniversario de tres años, pienso hacerle una sorpresa o todavía no sé, quiero darle algo especial. Tengo varias cosas pensadas.
Serví en un plato el tocino e iba a echarle el maple cuando en ese momento sonó el timbre, volteé al reloj indicando las nueve y media. No estamos esperando visitas a esta hora. Salí de la cocina y caminé a la entrada, abrí la puerta. Había un chico de cabello casi rubio con ojos azul claro, se veía de mi edad pero era un poco más alto que yo.
— ¿Está Alaia aquí? — preguntó pasando por mi lado entrando al apartamento, cerré la puerta volteando hacia él. ¿Quién diablos es y qué hace aquí?
— Sí claro, entra, es tu casa — le digo sarcástico con mi ceño fruncido
— Estoy hablando enserio, no pienso irme de aquí hasta verla, es importante que hable con ella — insistió mirándome
Alaia salió de nuestra habitación ya vestida con su ropa de siempre, el chico también la vió, empezó a caminar hacia nosotros con una expresión confundida. Él se le quedó mirando en el proceso, entrecerré mis ojos viéndolo a él, qué extraño, ni siquiera está parpadeando. Mi novia se puso a su frente y me echó una mirada sin entender, me encogí de hombros.
— Disculpa... ¿Te conocemos? — preguntó alzando una ceja, también se cruzó de brazos. Conozco esa típica mirada que no transmite nada de confianza.
— No, en realidad no. Soy Harley Kenner, era amigo de tu padre, hace diez años cuando lo ayudé con unos problemas de gente mala que tenía. Me habló de tí en ese tiempo. — respondió. Le extendió su mano, la chica la tomó con un poco de lentitud. — pude hablarte en el funeral pero me pareció que no era el momento indicado.
— Bien... ¿Y qué haces aquí? — siguió preguntando un poco intrigada
— Pepper me llamó, me dijo que tienes varios problemas, también que tienes ayuda— volteó hacia mí, mirándome de arriba a abajo — pero no pensé que sería de este tipo. A propósito ¿quién es él?
Miró a Alaia nuevamente — él es Peter, mi novio. Trabajó con papá. Oye, pero espera, ¿cómo sé que lo que me estás diciendo es verdad y no eres un estafador?
— Tu padre me contó que te abandonó a las tres años con tu madre que él pensaba que era una perra, también mostró una foto tuya de bebé donde me dijo que era de cuando aprendiste a caminar, ¿es suficiente?.
Alaia abrió los ojos viendo al chico y yo por mi parte hice una mueca. Esto es tan raro. Me siento invisible aquí. El tal Harley metió sus manos dentro de los bolsillos de su chaqueta.
— Papá nunca me contó sobre ti, no sé por qué... — murmuró la chica para sí misma, lo miró — está bien, tienes agallas. Te creo.
— ¿Qué? — exclamé atónito interrumpiendo la conversación
Fuí hacia ella y la tomé del brazo alejándola de Harley, él se quedó parado viendo el apartamento como si fuese lo más interesante. Se veía muy confiado.
— ¿Cómo que "te creo"? Alaia, ese chico acaba de entrar a la casa hace menos de diez minutos ¿cómo puedes confiar en él? — le reclamé
— Lo sé porque nadie sabe que papá abandonó a mamá, todos piensan que fue al revés. Además, míralo, se ve amigable. No se ve malo.
— ¿Te estás oyendo? es la primera vez en tu vida que te dejas confiar por la apariencia, ¿acaso recuerdas cuando conociste a Thor? casi le vuelas la cabeza
— Peter, tranquilo, ¿de acuerdo? tengo muchas razones para confiar en Harley. Primero; conoce a papá. Segundo; Pepper lo mandó conmigo y tercero; ya me dió suficientes pruebas para hacerlo. Así que, tenemos que aceptar su ayuda para poder vencer a lo que sea que está amenazando Nueva York porque no es normal, es diferente a todo lo que hemos luchado antes. Y si no confías en él pues yo sí lo hago.
Me quedé callado, no me gusta pelear con ella pero tampoco quiero que pase algo de lo que se pueda arrepentir después. Regresó con Harley para seguir hablando con él, suspiré. Pasaron una media hora. Me fuí a la cocina para ignorarlo pero es que no podía, simplemente el chico no me da buena espina. Me asomé un poco por la pared viendo a mi novia riéndose con él. Ya hasta parecen amigos de toda la vida. Regresé a la mesa y me senté ahí comiendo mi desayuno solo. Apoyé mi mejilla con mi mano.
— ¿Peter? — me llamó entrando a la cocina, hice un sonido con mi boca — iré con Harley a visitar a Pepper, dice que quiere visitarla. ¿Me esperas aquí?
— Sí, claro... — respondí con simpleza jugando con el tenedor y mirando mi plato de comida.
Ella hizo una mueca bajando su mirada, se acercó para después darme un beso dulce y amoroso en la mejilla.
— Lo siento, no me gusta que peleemos. Pero entiende, ¿sí? quizás después pueda pasar más tiempo contigo. — me sonríe cálidamente al terminar hablar, yo lo hago igual pero de forma diminuta
Revolvió mi cabello levemente para después salir de la cocina, dos segundos después escuché la puerta principal cerrarse sin más. Tiré el tenedor en la mesa aburrido y tomé mi teléfono enseguida. Busqué al chico en internet, no iba a dejar esto así como así. No apareció casi nada pero lo poco que pude leer es que el señor Stark hablaba de él en una entrevista diciendo que fue de gran ayuda y que enserio le debe mucho. Bueno, quizás si hay razones para confiar en él después de todo.
[...]
Eran las nueve de la noche y Alaia no ha llegado, solamente me envió un mensaje en la tarde diciendo que se quedaría a cenar ya que estuvo todo el día en casa de Pepper con Harley. Al parecer se están divirtiendo bastante. Volteé una vez más a mi lado en la cama viendo el puesto vacío, hice una mueca sin oír absolutamente nada en el apartamento. Me crucé de brazos viendo el techo con demasiado aburrimiento ¿dónde está? me siento muy triste estando aquí solo sin ella.
Me giré en la cama poniéndome de lado para tratar de dormir. Peter, ella está a salvo con ese chico, el señor Stark lo conocía. ¿Y si es un asesino en cubierto? o peor, se hace pasar por alguien que no es. ¡Ni mierda me voy a dormir sin que ella llegue! Escuché una puerta abrirse por lo que sabía que eran ellos, escuché voces para después de unos minutos mi novia entró al cuarto con una sonrisa en el rostro.
— Hola, lamento llegar tan tarde. Es que Pepper se emocionó mucho y hablamos todo el día. Harley me pidió si se podía quedar aquí, le dije que en la habitación de invitados — me contó quitándose los zapatos
Rodé mis ojos sin mirarle. Ahora Harley se está quedando aquí, qué fastidio. Hasta Pepper se emociona porque él esté aquí. Se puso su pijama, cepilló sus dientes y se acostó a mi lado en la cama cubriéndose con las sábanas. Me volteé en la cama mirándola.
— Me hiciste mucha falta, me sentía muy solo... — murmuré un poco triste
— Peter, enserio lo siento, quise llegar más temprano pero no pude. Prometo que no volverá a pasar. Mañana estaré todo el día para tí. — susurró
Asentí, ella cerró sus ojos para dormir. Me removí un poco acercándome un poco más, cerca de su rostro.
— No me has besado en todo el día... — abrió sus ojos y me miró — ¿podrías darme un beso de buenas noches?
Sonrió levemente y se inclinó hacia mí, dándome un beso en los labios lento. Le seguí gustoso. Acarició mi cabello y yo pasé mis manos por su cuerpo delineando su figura, alzando solo un poco su blusa. La tomé de la cintura y la acerqué más a mí. Se subió encima de mi regazo y me siguió besando metiendo sus manos en mi camisa.
Pero esta vez, no lo sentía igual, como si algo me incomodara o me angustiaba. Traté de relajarme pero no pude, lo único que se me venía a la cabeza era Harley.
— Oye... — susurré, ella se separó de mis labios y me miró — hoy no me siento muy bien, ¿podríamos dejarlo para otro día?
Pasó una mano por su cabello y me respondió confundida — mmm, sí, no hay problema...
Se bajó de mi regazo volviendo a su sitio, apagó la lámpara del techo y se volteó para dormir. Yo lo hice igual dándole la espalda, viendo hacia la ventana de la ciudad. No sé qué me está pasando, pero sé que no estoy seguro de lo que estoy haciendo.
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