09
"ME ENCANTA LA FUERZA CON LA QUE AFRONTAS MI VIDA Y LA DELICADEZA CON LA QUE ME HACES EL AMOR"
Habitación de Alaia y Peter en multimedia.
Una semana después
NARRA ALAIA
— ¡Auh, Peter! — me quejé al sentir que algo golpeó mi dedo pequeño del pie e hice una mueca con mucho dolor
— Lo siento, no ví esa esquina. Ya falta poco no te preocupes— se disculpó detrás mío, cerca de mi oído
Seguí andando por donde sea que esté, mis zapatos solo podían percibir un suelo duro y plano. Hoy es el día de la mudanza, traemos un montón de cosas en mi auto, pero a mi querido novio se le ocurrió llevarme al apartamento con mis ojos tapados por sus manos. En el camino fue difícil ya que me choqué con lo que es el ascensor y ahora me he golpeado. Vaya bienvenida. Sé que ya vi nuestro hogar pero quiero que sea una sorpresa verlo en persona.
Escuché que sacó unas llaves, después un sonido, dí tres pasos para delante y una puerta se cerró. — ¿Lista? — preguntó. Asentí.
Quitó sus manos de mis ojos y aclaré mi vista viendo a mi frente, era un gran apartamento, primero estaba la sala que tenía sus muebles, había una abertura a la izquierda donde estaba la gran cocina y después al fondo un pasillo donde habían cuatro habitaciones. Dejé a Brais en el suelo para que se fuera familiarizando con el lugar.
— Quise pedirla amueblada ya que pensé que sería mucho más caro comprar los muebles, además de que no sé de esas cosas. — explicó mi novio, reí por lo último— si quieres podemos cambiar algo que no te guste.
Tomó mi mano y me llevó a la cocina. A decir verdad, todo era muy moderno, nuevo y bonito. Se puso a mi frente.
— La cocina es grande y tiene una mesa de seis puestos ya que sabes que tal vez puede venir la familia a visitar un día. Está todo equipado para que puedas cocinar si así lo deseas, si no, para eso existe el domicilio.
Sonrió. Me jala nuevamente y esta vez al pasillo, donde están todas las puertas abiertas, eran muy lindos los cuartos, tenían de todo. Entramos al primero que era grande con una cama matrimonial y una ventana gigante.
— Esta será nuestra habitación, decidí esta porque sé que te gusta mucho ver la ciudad cuando es de noche. Pero le pedí a la señora de los muebles que añadiera unas cortinas por si quieres más privacidad, nunca se sabe. También tiene un baño privado. Las otras puertas del lado son un baño y una habitación para visitas.
Salió y yo le seguí, llegamos a una habitación vacía que está a un costado de la nuestra. Esta, en cambio a las demás, no tenía absolutamente nada, solamente una ventana. Miré al chico con el ceño fruncido confundida.
— Este es el cuarto de cuando lleguen los bebés algún día, le dije a la inmobiliaria que lo dejara vacío porque quiero que tú lo decores, bueno, ambos lo hagamos. Y si nunca llegan entonces tendremos una habitación más de sobra. No quiero presionarte, eso es lo que menos quiero, solamente... Me gustaría tener hijos que sean tuyos porque sé que serías una gran madre. Además de que los querría tanto como te quiero yo a tí.
Rascó su nuca nervioso con una sonrisa igual. Sonreí, me acerqué a él y lo abracé fuertemente, él me correspondió. Sé que están ocurriendo muchas cosas en estos momentos, pero quiero tener un tiempo a solas con Peter, disfrutar con él o al menos pensar en lo que haremos en el futuro sin problemas de villanos en medio. Miré a mi novio.
— Te juro que llegarán algún día, solo hay que ser pacientes. Pero por ahora podemos seguir con nuestra rutina de siempre y veremos si podemos hacer excepciones con respecto a eso ¿sí? — murmuré con una sonrisa, él asintió.
Después de unos minutos bajamos al estacionamiento para buscar nuestro equipaje, eran muchas maletas y cajas. Nuestras cosas personales las dejamos en nuestra habitación y lo demás en la sala para acomodarlo. Ordené mi ropa en mi lado del armario mientras Peter lo hacía en la suya. Me cambié para estar más tranquila. Al terminar nos fuimos a la sala donde guardamos algunas cosas, no tantas.
Pasó una hora y nos encontrábamos organizando más, estaba en el pasillo colocando unos cuadros en la pared. Me quedé viendo uno que fue de cuando fuimos al parque de diversiones hace un año, tenemos rato sin ir, tengo ganas de volver. Escuché un pequeño sonido por lo que me asomé un poco a la habitación vacía, donde estaba Peter pintando en una pared un elefante en un globo aerostático muy animado, tenía un delantal para no mancharse y una gorra. Sonreí levemente. Si sigue así, creo que le daré esos hijos muy pronto, pero obviamente cuando termine la universidad ya que todavía estoy muy joven para eso.
Acabé de acomodar en los estantes junto con varios libros míos. Pet no tardó tanto pintando ya que solamente estaba haciendo el contorno de color negro que me sorprendí porque le quedó muy bonito. Se dirigió a la cocina y le seguí, me subí al mesón sentándome ahí. El chico se quitó toda la vestimenta de trabajo quedando en su ropa normal.
— Ya van a ser las siete... ¿Qué vamos a cenar? — pregunté sintiendo mi estómago rugiendo un poco ya que no como nada desde el almuerzo
— ¿Quieres lasaña de pollo? sé que te gusta, puedo pedirla en un restaurante que está a la vuelta. Además de que estamos cansados y estoy seguro de que no quieres cocinar — preguntó, asentí feliz. ¡Amo la lasaña!
Tomó el teléfono fijo que estaba en la pared colgando, esperó unos segundos y después comenzó a hablar. Les dió el número del apartamento para que la trajeran. Pasaron unos segundos y me miró después de colgar.
— Dijeron que la traerán en una media hora o quizás menos porque hay muchos clientes. — me contó, me encojo de hombros sin importancia.
— ¿Cómo crees que estén? — pregunté refiriéndome a nuestra familia. Aún recuerdo cuando mi hermana me pidió que no me olvidara de ella — extraño a Morgan...
— Sí, yo también... Pero podríamos traerla algún día para que venga a jugar o a visitarnos, también a los demás para que conozcan el lugar.
Bajé mi vista al escuchar un maullido de mi gato, quien jugaba muy alegremente con mi pie colgando en el aire, al darse cuenta que lo veía se fue corriendo hacia la sala donde había una casa grande para gatos. Peter me dijo que lo había mandado a poner él.
— Creo que a Brais le gustó mucho esta mudanza y también tu regalo — opiné sonriendo
Él se acercó metiéndose un poco entre mis piernas, tomó mis manos.
— Lo más importante, es que te haya gustado a tí ¿qué piensas? — pregunta. Miro sus ojos marrones que también me miran a mí, y por un momento, siento un escalofrío en el cuerpo.
— Bueno... No sé qué decir, es un apartamento realmente hermoso y no puedo creer que hayas estado ahorrando solo para esto. Aunque aún sigo un poco enojada de que no me hayas contado o pedido ayuda para el pago.
— Sabes que si lo hubiera hecho, no me hubieras dejado pagar ni un centavo. — rodé mis ojos — pero aún así, quería que fuera un regalo, más bien el de aniversario de dos años que nunca te dí. Y te dije que sería una sorpresa.
Sonreí — si es así, entonces, me parece un estupendo regalo.
Una sonrisa dulce sale de sus labios para después besarme con ternura, le sigo pasando mis brazos por su cuello disfrutándolo. Podría quedarme todo el día así. Se acerca a mí mucho más sin parar de besarme, pero lo tomo de los hombros obligándolo a que se separe de mis labios.
— ¿Qué te parece si mientras viene la lasaña me enseñas un poco de tus trucos de Spidey que tanto amo? — murmuré con una sonrisa atrevida mirándolo
— Sería un placer — acepta con la misma expresión en su rostro
Le beso nuevamente. De pronto me aleja de la encimera y empieza a caminar hacia la habitación conmigo, no me separo de su boca para nada. Al llegar cierra la puerta detrás suya, se acerca a la cama y me tumba con él. Seguimos basándonos sin parar, solamente tocando un poco. Su camisa despareció en un segundo para después volver a mí.
Besó mi cuello mientras cerraba mis ojos sintiendo sus labios, los cuales bajaron por mi pecho besando mi cuerpo por encima de la ropa, llegando a mis caderas donde se detuvo en seco. Alzó un poco mi blusa y comenzó a besar mi abdomen. Era muy tierno y delicado. Jadeé. Sus dedos bajaron la cremallera de mi short lentamente, sin parar los besos o "picos" que me daba. Quitó el pantalón y lo tiró al suelo al igual que mis bragas e iba a acercar su boca a mi entrepierna cuando paró.
El timbre sonó por todo el lugar, frunció el ceño confundido alzando su cabeza hacia mí. No habían pasado ni diez minutos desde que pedimos la lasaña. Se separó y se incorporó poniendo sus manos en sus caderas, yo cerré mis piernas y me senté en la cama.
— Qué raro, se supone que vendría la cena más tarde.. — murmuró para sí mismo — iré a abrir, ya vuelvo.
Asentí, cogió su camisa y salió del cuarto cerrando la puerta, pero aún así me levanté y me acerqué abriéndola de nuevo, me asomé un poco viendo a mi novio y a mi familia entrando al apartamento. Me encerré enseguida y me apresuré en ponerme mi ropa, me arreglé un poco rápido y salí de la habitación.
— ¡Hey, no pensé que vendrían hoy mismo! — exclamé sacando una sonrisa para disimular, me puse al lado del chico
— Decidimos venir para conocer un poco donde estarán ustedes dos y a decir verdad, es muy lindo. — opinó Pepper sonriendo
Morgan vino y me abrazó, yo también lo hice. Después fue con el arácnido.
— Los extrañamos, no es lo mismo en casa sin ustedes y pensamos que sería buena idea venir a cenar. — comentó May
— Han estado organizando un poco, ¿no? se ve bien, muy limpio — preguntó Happy mirando a su alrededor con curiosidad
— Sí, apenas llegamos Peter me explicó un poco todo y me organicé más o menos. — respondí — él y yo ya pedimos comida pero para ustedes ¿qué quieren?
— Una pizza está bien. — respondió mi "suegra" sin mucha importancia caminando por todo el lugar
Asentí. Fuí a la cocina y tomé el consultorio de llamadas para ver el número del lugar para pedir la pizza. Peter le estaba dando jugo a mi hermana de la nevera que estaba a mi lado. Busqué un poco más en el libro de números. Mi hermana se fue. Peter se acercó a mi lado.
— Después terminaremos lo pendiente — susurró malicioso, deposita un beso en mi mejilla y antes de alejarse me da una nalgada.
Le lanzo una mirada fulminadora y él ríe para después irse a la sala con mi familia. Creo que ni lejos nos pueden dejar solos, pero bueno, de todas maneras extrañaba a mi familia.
Veo que no están comentando tanto últimamente, ¿están bien? ¿siguen ahí? :c
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top