09
"TIENES ESA PAZ PREVIA A LA GUERRA, QUE PONE NERVIOSOS A LOS VALIENTES, QUE CONVIERTE EN SALVAJES A LOS COBARDES."
NARRA ALAIA
Terminé de peinar mi cabello una vez que lo ví estable, dejé el cepillo en el escritorio y me levanté. Cogí mi mochila poniéndola en mi hombro y salí de mi cuarto despidiéndome de Brais. Era hora de ir a la escuela. Bajé las escaleras, doblé un poco y entré a la cocina donde estaban todos desayunando, esta vez, Happy cocinaba. Siempre me gusta cuando lo hace, hace muy ricas comidas y a Morgan y a mí nos encanta. A decir verdad, mi guardaespaldas se ha convertido como en un segundo padre para nosotras, aunque aveces peleemos por cosas absurdas y sin importancia.
Dejé mi mochila en la espalda de la silla y me senté al lado de mi hermana. Happy me dió un plato de panqueques con miel y comencé a comer. Volteé hacia el televisor al ver que estaban dando las noticias, sonreí un poco al ver al chico arácnido que estaban presentando, donde decían que había salvado a un autobús de caer del puente.
- Alaia - me llamó Pepper, la miré ya que estaba al frente mío, del otro lado de la barra - ¿hoy sales temprano de clases?
- Ah, sí, se me había olvidado decirte. Van a preparar las cosas para los proyectos de ciencia del viernes - respondí tomando un poco de fresas de un plato - si quieres que no vaya para cuidar a Morgan, solo dime.
- Descuida, tengo días libres. Además, necesitas divertirte. ¿Regresarás a las doce del instituto? estaba planeando ir a pasear un rato las tres - sonrió
- ¿Iremos al parque de diversiones? - preguntó mi hermanita con entusiasmo, su madre asintió. - ¡sí!
- Bueno, ya he terminado. - avisé, me bajé de la silla y le dí un beso en la mejilla a mi hermana. Tomé mi mochila. Dí la vuelta a la barra y abracé a los mayores - volveré temprano, no se preocupen. Adiós.
Caminé por el pequeño pasillo, abrí la puerta y salí al mismo tiempo que la cerraba detrás mío. Comencé a emprender mi caminata hacia la escuela, pasé por los inmensos árboles de la carretera. Mi teléfono vibró en mi pantalón y lo tomé viendo el mensaje que me había llegado. "¿Vas a la escuela, bonita?"
"Sí, ya voy en camino, ¿Por qué?"
"Nada, solo para saber que estás bien. Iré a visitarte en la noche."
Apagué mi celular y lo guardé otra vez en mi bolsillo, entré a la ciudad y caminé por las calles con tranquilidad. Mi relación con Spidey va muy bien, no hemos tenido problemas por ahora y espero que siga así, soy feliz con él. Pasé por el times square, alzé mi vista viendo las grandes pantallas donde seguían pasando noticias del chico, sonreí. Seguí moviendo mis pies.
Llegué al callejón para tomar un atajo, entré en el, en mitad de camino sentí algo tropezar con mi pie por lo que paré, mi zapatilla no estaba amarrada. Me agaché y comencé a hacerle el nudo como siempre, al terminar me levanté y miré mis ambos pies viendo que estaba bien. Sentí que algo me tomó del pie y me alzó hacia el cielo.
[...]
Tres horas después
NARRA PETER
Eran las once de la mañana y me dirigía hacia mi clase de química que compartía con Alaia, la cual no he visto en todo el día desde que llegué a la escuela, quizás anda por ahí, pero de todas maneras le pregunté esta mañana si venía y me respondió que sí. Quizás está ocupada. Llegué a mi clase y me senté en mi silla correspondiente, ella no ha llegado, miré hacia atrás encontrando a Betty que hablaba con su compañero de mesa.
- Hey, Betty, ¿has visto a Alaia hoy? no la veo en todo el día - le pregunté, me miró
- No, no me la he encontrado. - respondió - pero también se me hace raro, faltó a clase de historia y ella nunca falta por nada. Le escribiré.
Asentí, me acomodé en mi puesto. El maestro entró, acomodó sus cosas y comenzó con su deber. Yo miré hacia la puerta en todas las dos horas de química tratando de concentrarme y pensar algo concreto. Alaia nunca falta a clases a menos que esté enferma, tenga problemas familiares o no tenga ganas de venir, debería ir a su casa después para sacarme de dudas y ver si está bien.
Pasó la hora, la más aburrida del mundo, la mayoría de las veces me la paso hablando con mi chica. Salí lo más rápido del salón en cuanto tocó el timbre de las dos de la tarde, llegué a la puerta y salí, me metí por el callejón de al lado para ponerme mi traje. Guardé todo en mi mochila, la pegué a la pared y pronto ya estaba columpiándome por los edificios. Iba lo más deprisa posible porque solo quería que ella estuviese bien. Entré por el bosque, donde me agarré por los árboles hasta la casa, aterricé en el techo.
Me asomé un poco por la ventana pero no había nadie, solamente estaba la puerta abierta. La abrí con ayuda de mi super fuerza, pasé con cuidado, y me paré en medio de la habitación. ¿Dónde está? escuché sonidos abajo por lo que caminé lentamente hacia afuera, me asomé un poco por las escaleras viendo a Pepper hablando por teléfono con angustia mientras Happy intentaba calmar a Morgan que estaba llorando. ¿Qué está pasando?
- ¡Solo necesito que la ayuden, por favor! es la vida de mi hija que está en juego por esa chica - habló la rubia asustada. No comprendía lo que pasaba.
Dirigí mi vista hacia la televisión pantalla plana, donde estaban las noticias, empecé a escuchar a la presentadora.
- Y repetimos las noticias. Al parecer hay una emergencia en el Empire State, un hombre con alas gigantes está subiendo por el edificio con nada más y nada menos que la hija del fallecido Iron Man, Alaia Stark. La policía está haciendo todo lo posible por ayudar pero al parecer no se dará por vencido
La cámara apuntó hacia el edificio, donde estaba Adrian Toomes (alias el Buitre) subiendo con ayuda de sus alas, Alaia estaba gritando de miedo.
- ¿Quieres a la chica, Spidey? - gritó hacia la cámara sonriendo, no estaba tan lejos por lo que se podía oír - ¡pues ven por ella!
Siguió subiendo. Regresé a la habitación y me fuí corriendo hacia el Empire State. No dejaría que le hiciera nada. En el camino ví a un montón de autos de policías yendo hacia mí misma dirección, saben que si no rescatan a la hija del señor Stark, seguro los despedirán. Dí la vuelta a la esquina viendo a muchas personas que presenciaban la escena, policías y hasta bomberos.
Comencé a subir por el edificio con ayuda de mis manos y pies, me impulsé con mis telarañas viendo cómo, con rapidez, el Buitre volaba hasta la punta del monumento. Llegué hasta la mitad, miré un poco hacia abajo viendo que estaba a gran distancia del suelo, hice una mueca y me dí la vuelta quedando con mi espalda pegada a los ladrillos.
- Peter, no mires abajo, no mires abajo - murmuré un poco asustado. Miré a mi lado donde habían unas gaviotas mirándome, les hice un movimiento de manos - ¡váyanse de aquí! ¿acaso no ven que estoy intentando salvar a mi novia como puedo?
Se fueron no sin antes hacerme un extraño sonido. Bufé y seguí subiendo. Llegué hasta un poco más abajo de la punta del edificio, el Buitre se subió justo en el final. Me miró. Él tenía a Alaia tomada del cuello muy fuerte.
- Un gusto volver a vernos otra vez, Spidey - habló con una sonrisa cínica - todavía recuerdo cuando me venciste al tratar de robar la mercancía de Tony Stark... Qué pena.
- Suéltala, ella no tiene nada que ver con esto, solo somos usted y yo - le dije mirándolo - ¿qué es lo que quiere?
- Quiero muchas cosas, en realidad, como que volver a ver a mi familia que está en otro continente, seguir construyendo mi tecnología, pero lo que más quiero es vengarme de los Stark y de tí. Arruinaron mi vida. Por completo.
Un helicóptero se acercó, enseguida el señor Toomes lo derribó con ayuda de sus alas. Antes de que cayera al suelo lo amarré con mis telarañas con el otro edificio de al lado. Me acerqué un poco más a él Buitre.
- Solo déjala, podremos arreglar esto de otra forma que no sea poniéndola en peligro - musité
- No, no será tan fácil- dijo Felicia entrando a la escena, con su traje de cuero negro, antifaz y orejas de gato - venga, solo una peleita, como en los viejos tiempos
Se tiró hacia mí pero la esquivé, trató de rasguñarme con sus garras, le tiré una teleraña en la cara y dí la vuelta por todo el edificio, le pegué en la espalda. Sacó su cuchillo y antes de que quisiera hacer algo la tomé de la muñeca.
- Ay, ¿recuerdas cuando estábamos así de cerca? - preguntó burlona con una sonrisa, se acercó un poco más - creo que no le has dicho nada a tu novia de nosotros, Pet.
La empujé pero se mantuvo de pie, le dí con muchas de mis telarañas y la envolví en una gigante haciendo un ovillo. La dejé dando vueltas y la amarré para que se quedase colgando. Iba a hablar pero le tiré una en la boca. Fuí hacia donde el Buitre.
- Dámela. - ordené, extendí mi mano hacia ellos- por favor, no le hagas daño
- De acuerdo - aceptó, fruncí el ceño. Empezó a acercarla hacia mí, ella extendió su mano para tomar la mía - pero no viva.
La soltó, ella gritó, pero antes de que fuera más lejos lancé una telaraña a su muñeca cogiéndola. La tomé con todas mis fuerzas. Me agarré con mi mano libre del barandal para tener más cuidado.
- Oye, no mires abajo. - le hablé, dejó de ver hacia esa dirección para verme a mí - estarás bien, solo mírame, no te dejaré caer, ¿sí?
Asintió. Empecé a subirla con lentitud, alargué mis dedos hacia ella una vez que estaba cerca. De pronto, Felicia se acercó y rompió la telaraña con sus garras, haciendo que Alaia cayera, gritó en el proceso.
- Ups - murmuró con una sonrisa cínica
Salté al aire enseguida, me impulsé con rapidez para llegar más rápido hacia ella. Caigo en picada para tener más velocidad. Estaba a pocos metros de ella mientras sentía el suelo cada vez más cerca, lancé una telaraña hacia arriba y otra hacia ella, la tomé de la cintura y la otra me agarré del edificio. Quedó a casi un metro del suelo, yo a casi la mitad del edificio.
La atraje hacia mí y la tomé en mis brazos inconsciente, aterricé en una pequeña terraza que había a nuestro lado. Me senté en el suelo y la miré, recostando su cabeza en mis piernas. (Imaginen la escena de cuando murió Gwen Stacy :c)
- ¿Alaia? - la llamé, no dijo nada, ni siquiera se movió. Moví su hombro un poco. - ¿A-Alaia?
El pánico empezó a apoderarse de mí, no escuchaba su respiración para nada, su cuerpo estaba frío. No, no puedo perderla, ya lo hice una vez, no lo volveré a hacer por nada del mundo. Me quité mi máscara tirándola a un lado, miré a mi novia.
- Alaia, despierta, por favor- rogué sintiendo mis ojos picar, la moví nuevamente - ¡Alaia!
De su nariz salió un leve hilo de sangre aún con sus ojos cerrados, la acerqué a mí y la abracé llorando en su hombro. Ella debe despertar, si no lo hace, definitivamente esto será mi culpa.
- Por favor, vuelve, no puedes dejarme, por favor - murmuré cerrando mis ojos, pasé mis brazos por su cuerpo - te amo, por favor, eres el amor de mi vida, n-no puedo perderte otra vez.
Y en ese momento no sabía qué hacer. Solo la tenía ahí, sin respuesta, sin una pizca de felicidad en mi cuerpo. Con el temor de perder a la persona que amo. Con el temor de perder a una quinta persona importante en mi vida.
Si se preguntan quiénes son las personas que Peter perdió (por orden) son: sus padres, su tío Ben y Tony :')
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