09
"BABY YOU'ARE A FIREWORK, COME ON LET YOUR COLORS BURST. MAKE 'EM GO "OH, OH, OH" YOU'ARE GONNA LEAVE 'EM FALLIN' DOWN DOWN DOWN"
Dos días después
No puedo aguantar más aquí, es una locura, me estoy volviendo loca, me siento como en un manicomio. Freya, la chica de la celda de adelante, me explicó todo lo que hacen aquí: me tengo que levantar a las ocho de la mañana para darme un baño (el único del día), a las doce es el almuerzo, a las seis es la cena y a las nueve tienes que estar dormido o si no te dan un castigo. Esto no parece una cárcel de menores para nada. Estos días he intentado planear un plan para salir, ya lo tengo en mi mente y estoy dispuesta a hacerlo hoy sea como sea. Tengo que llegar a Peter.
Me paré de la cama una vez que escuché que la puerta del final del pasillo se abrió, pronto apareció un guardia que abrió una parte de la reja y metió mi plato de cena ahí. Después se fue. Me acerqué viendo la comida, era lo normal que servían, pero ni loca iba a comerla.
- Más te vale que la comas. - habló Freya en su reja como si hubiese leído mis pensamientos, ella estaba comiendo su almuerzo - no creas que aquí te van a servir un plato muy elegante
- No comeré, no porque me de asco, si no porque no me confío de nada. - respondí, me aproximé al metal y la miré - ¿cuánto tiempo llevas aquí metida?
- Dos meses, cuento los días como puedo - señaló con su cabeza una pared pintada con tiza - tú apenas llevas dos o tres días aquí y ya te veo que te quieres matar
- No estoy estresada por el lugar, simplemente quiero ver a Peter para saber si está bien - murmuré
- Ah, me tienes aburrida con el tema de tu príncipe azul. Tengo que escucharte por obligación. ¿Acaso tus papis nunca te enseñaron que los chicos son crueles y despiadados que no les interesa lastimar a una chica al meterse con otra? - preguntó con repulsión
- Peter no es así, nunca haría eso. - negué
- ¿Cómo estás tan segura? - preguntó con una ceja alzada. Dejó su plato de comida en la cama y se acercó a los barrotes - explícame, realmente no entiendo por qué confías tanto en ese chico y no en un plato comida asegurado
- Él es diferente, si lo conocieras bien, te darías cuenta- contesté con el ceño fruncido - pero al parecer nunca sentiste lo que es querer tanto a alguien
Se quedó callada mirándome sin expresión. Las dos volteamos al final del pasillo al escuchar que alguien entraba, un hombre se acercó a nosotras.
- Denme los platos si ya acabaron - nos pidió. Freya le entregó el suyo, después se acercó a mí celda - ¿acaso no escuchaste, perra? pásame el maldito plato.
No lo hice, tenía una idea, y ya iba a salir de aquí. El hombre suspiró, abrió la reja y entró tomando el plato que había a mi lado. Antes de que se pusiera recto, se lo eché en la cara, aproveché que empezó a limpiarse y le dí una patada muy fuerte en el estómago, se tiró al suelo retorciéndose. Quise salir corriendo de la celda pero me tomó del pie, solo le dí un pisotón en la cara dejándolo inconsciente. Cogí las llaves de su bolsillo y la tarjeta de acceso junto con su arma, salí y cerré la reja dejándolo encerrado.
- Buena pelea - opinó Freya mirando lo que había hecho - nunca pensé que pelearías así, princesita.
Rodé los ojos, empecé a caminar por el pasillo dejándola pero paré en seco. Freya me ayudó aunque sea un poco pero a la vez me pone muy enojada, suspiré. Volví por mis pies mirándola. Tomé la llave de la parte de estas celdas y se la tiré.
- Espero sepas hacer algo bien con ella. - murmuré
Seguí mi camino, abrí la puerta de metal llegando a una parte diferente de la cárcel. Era otro pasillo, al final había una oficina, me agaché para que ninguna persona me viese. Llegué a una puerta que tenía el nombre de "pertenencias de presos", ahí debe estar mi traje. Pasé la tarjeta de acceso y la puerta se abrió, pasé cerrándola detrás mío con rapidez. Era un lugar bastante grande, lleno de estantes ordenados en orden alfabético, suspiré y pasé por cada estantería buscando la letra P.
- Jeffrey Piterson... Franklin Pollins... - susurré leyendo los nombres de cada caja que había, paré en seco - Peter Parker.
Cogí la caja y la abrí viendo el traje de mi novio doblado junto con su máscara, dejé la caja en su lugar. Después fuí por la letra S para buscar mis cosas, repetí el mismo proceso, terminé el lugar donde guardaban las pertenencias de las personas de apellido con S pero mis cosas no estaban, fruncí mi ceño, ¿dónde las habían metido?
Miré detrás mío viendo a lo lejos algo brillando, fui casi corriendo allá y abrí una cortina viendo todos mis trajes junto con el mío original, tomé mi reloj que me habían quitado y lo presioné, enseguida todos las armaduras de encendieron. El mío se ajustó en mi cuerpo. Se sentía bien utilizarlo otra vez.
- Bienvenida de nuevo, Alaia. - me saludó Karen - ¿qué puedo hacer por tí esta vez?
- Pon los trajes en modo automático y desactiva las cámaras de toda la cárcel. - le ordené, los otros trajes de encendieron y dieron un paso hacia adelante - guíame a donde tienen a Peter.
- Enseguida.
Comencé a caminar para salir de la habitación junto con los demás trajes detrás mío, abrí la puerta, varios guardias aparecieron al frente mío pero mis trajes los noquearon enseguida. Caminé por los pasillos oyendo lo que me indicaba Karen para llegar hasta el lugar que quería, una gran puerta apareció al frente, la abrí con ayuda de las llaves y pasé. Era un pasillo lleno de grandes celdas llenas de unos ocho hombres, solo quedaba buscar a mi novio en alguna de ellas.
Caminé mirando hacia mis lados, todos los hombres que habían se me quedaban mirando con confusión o desprecio, había mucho ruido por los gritos varoniles de algunos y hasta unos otros me insultaban. Pero realmente no me interesa.
- La segunda celda a tu izquierda, Alaia. - me avisó Karen una vez que detectó todo el lugar
Llegué hasta dónde me dijo, me acerqué a la reja. Ví que todos los que ocupaban la celda estaban gritándole a Peter, él estaba montado en el techo ya que trataban de golpearlo. Oh, no, eso no. Le disparé al pestillo y abrí la reja entrando, pasé entre todos, enseguida se callaron al verme.
- ¡Alaia! - exclamó mi novio.
- Quítate del medio niña. - musitó un hombre, le disparé antes de que me tocara, haciendo que chocara contra la reja y quedara con un golpe en la cabeza
- Vayanse de aquí o no tendré piedad de matarlos a todos por querer golpear a mi novio - hablé molesta, les tiré las llaves al piso
Todos se miraron entre sí y se fueron corriendo, empezaron a abrir las demás celdas para irse. Peter se bajó del techo y me abrazó enseguida, le correspondí pasando mis brazos por su torso.
- Qué bueno que estás bien - murmuró acariciando mi cabello, se separó y me miró - ¿cómo escapaste de los guardias?
- Noqueé al guardia de mi celda y tuve un poco de ayuda - respondí señalando con mis ojos a mis trajes que cuidaban la entrada - vine por tí.
Me sonrió sin mostrar sus dientes, me besó, yo le seguí. Sé que es el momento menos oportuno para besarnos sabiendo que todos los guaridas nos están buscando por el edificio pero no nos interesa. Se separó de mis labios, tomé su traje que tenía guardado y se lo entregué. Se lo puso con la mayor rapidez que podía mientras mis trajes aguantaban la puerta para que los policías no entrasen.
- ¿Vamos a llevarnos a May, Happy y Pepper? - preguntó tomando su máscara del suelo una vez que se puso su traje
- Sí. Vamos a buscarlos, después iremos a otro lugar, creo que papá no construyó solo un escondite para nosotros - respondí. - saldremos por el techo, o al menos intentaré hacer un hueco que vaya directamente al cielo para salir más rápido
Asintió. Ambos salimos de la celda para ir por lo que quedaba de nuestra familia.
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