07

"SI NO JUEGAS CON FUEGO TE MORIRÁS DE FRÍO"

NARRA ALAIA

- ¡Alaia, si estás dormida, despierta ahora mismo!

Me removí en la cama sin prestar mucha atención, pero los golpes en mi puerta y los gritos no me dejaban dormir. Todavía recuerdo lo que pasó anoche con Peter, fue increíble como siempre, me encanta estar así con él pero debemos conversar sobre la beca por ahora. Abrí mis ojos lentamente y alcé un poco mi vista confundida.

- ¡Alaia, soy yo! tienes una junta con la empresa en diez minutos y estás realmente atrasada - escuché la voz de Betty al otro lado

Fruncí mi ceño unos segundos pero después caí en cuenta ¡son las malditas siete de la mañana!, volteé hacia mi novio y moví su hombro con rapidez.

- Peter, despierta, por favor. - susurré asustada, él se quejó y abrió sus ojos adormilado - necesito que te vayas, tengo que irme.

- ¿Ummm? ¿ahora? - preguntó tallando sus ojos, se sentó en la cama y me dí cuenta que estaba totalmente desnudo.

Iba a decirle algo más cuando la puerta se abrió, entró mi madrastra y mi mejor amiga. Mierda. Menos mal y estoy con el camisón de ayer. Peter enseguida se tapó por completo con el edredón de algodón.

- ¿La dejas que traiga a Peter a su habitación un día antes de una conferencia? - le preguntó mi amiga entrando en pánico, básicamente ella es mi secretaria ya que le tengo mucha confianza.

- ¿Qué? ¡no! Alaia, estás en muy serios problemas, vamos a hablar sobre esto.

- Ahora debes vestirte, tienes cinco minutos, si bajas después te juro que vendré y te bajaré del cabello de muñeca que tienes. - me amenazó Betty

Ambas se fueron dela habitación muy furiosas, suspiré y volteé hacia ni novio que estaba un poco asomado en la sábana con miedo de las mujeres. Me levanté corriendo hacia mi guardarropa y saqué lo primero que encontré que fuera adecuado, me vestí mientras Peter también lo hacía.

- ¿Hablamos después? te alcanzaré en la empresa - preguntó mirándome desde la ventana, asentí - y sobre anoche... Realmente no sé qué decirte, enserio me gustó.

Me sonrió levemente y se fue. Sonreí poniéndome la ropa que usaría sin parar de pensar en casa momento de la noche anterior. Si no me apuraba, lo más probable es tener un severo regaño de Pepper por la demora o por encontrarme semidesnuda con mi novio.

[...]

- Estaremos en contacto si le interesa seguir con los negocios - me habló el hombre de la otra empresa que llevaba el contrato, me dió la mano - fue un gusto.

- Igualmente - sonreí amistosa

Él hizo un movimiento de cabeza y comenzó a caminar para irse junto con los demás. Suspiré e hice lo mismo. La junta ha acabado, había estado bien, hice varios acuerdos con las demás empresas. Son prácticas para cuando obtenga mi diploma de empresaria de la empresa pero aún así se siente como si no. Betty me dió un regaño sobre encontrar a Peter en mi habitación, me dijo que está bien que esté conmigo pero no antes de una junta importante. Piensa que es una leve distracción. Pepper solamente me advirtió que tuviese cuidado con eso de protección sexual y creo que ya le dijo a May.

Pasé a mi oficina, tomé varios papeles organizando todo para entregarlos a mi mejor amiga secretaria. Supongo que estoy ensayando para cuando sea la verdadera dueña de este edificio. Me senté en la silla giratoria con aburrimiento, miré un poco en el gigante ventanal detrás mío viendo la ciudad. Volteé rápidamente al escuchar que alguien abrió la puerta, ví a mi novio entrando y se sentó en las sillas a mi frente.

- Tenemos que hablar. - exclamó mirándome, yo asentí sabiendo por dónde iban los hilos - ¿enserio quieres irte a otra ciudad?

- No, pero debo si enserio quiero aprovechar esta oportunidad. Y por lo que me enteré hace un rato, me dieron los resultados y ambos pasamos en Columbia - contesté

- Sí, supongo que tu examen no servirá para nada de todas maneras... - murmuró - pero quizás haya una manera de que tengas esa beca, sin irte, podrías quedarte.

- Me hace muy feliz que hayas pasado en la universidad con lo que quieres pero para mí, no es mi camino. Me dieron una oportunidad con la beca en Massachusetts.

- Debe haber una forma, sé que la hay y por eso voy a averiguar bien. No voy a dejar que te vayas como si nada. - dijo decidido

- Peter, entiendo que quieras que esté contigo pero no puedo. Créeme.

- Pues trataré de que se pueda porque durante cinco años no voy a soportar verte solo una vez cuando tengas vacaciones, tampoco que hablemos por videollamada a millas de distancia, que cuando quiera besarte o tocarte no pueda y mucho menos dormir solo sabiendo que tengo a mi novia en otra ciudad completamente sola. Te quiero demasiado y es por eso que no voy a dejar que eso pase.

Me miró con tristeza y bajó su mirada mordiendo su labio. Me levanté de mi silla y le dí vuelta al escritorio llegando donde él, me senté en sus piernas un poco de lado y lo abracé fuertemente correspondiéndome enseguida. Cerró sus ojos escondiendo su rostro en mi cuello.

- No quiero que te vayas... - susurró con su voz apagada

Separé su rostro y lo miré a los ojos, besé sus labios muy suavemente. Me sostuvo fuerte contra su cuerpo. Hasta que se acabó el aire y tuvimos la obligación de separarnos, iba a besarlo otra vez pero me detuve al ver algo extraño detrás de él, me incorporé frunciendo mi ceño y me levanté de sus piernas, salí de la oficina quedándome parada en la entrada.

- ¿Qué pasa? - preguntó llegando a mi lado confundido, señalé al frente del pasillo donde un hombre de uniforme llevaba un cargamento de entrega en una caja

- Aquí hacemos el almuerzo pero no servimos calamar, nunca permitimos que los supermercados envíen y mucho menos yo estando aquí - respondí

- Por tu alergia, ¿no? - preguntó, asentí. Miró a mi misma dirección con el ceño fruncido.

Tomé su mano empezando a caminar detrás de aquél hombre de forma discreta por la empresa. Esto es muy raro, siempre reviso la lista de entregas por si algo está mal y en ningún momento mencionaron calamar. Bajamos hasta el sótano, donde guardan las cajas de comida y todo eso. Abrí la puerta pasando junto con Peter y nos escondimos entre los estantes para que nadie nos viese, me detuve y me asomé un poco viendo al hombre dejando la caja encima de otra.

- ¿Qué crees que haya ahí? - preguntó el chico en un susurro, hice una mueca pensando.

- No lo sé pero quizás no sea nada bueno si viene de una entrega que yo no autoricé nunca - murmuré

El hombre se fue por la puerta, atravesé las cajas y me acerqué a la indicada. Rompí la cinta para abrirla y así lo hice, encontrando cosas metálicas que no eran para nada mi tecnología.

- ¿Qué...? - musité confundida, saqué una parte que tenía un logo muy extraño

- Es tecnología del doctor Octavius - dijo Peter a mi lado, lo miré confundida - lo sé porque está haciendo unos brazos robóticos que se conectan con la médula espinal y permiten controlarlos con la mente. Lo ví cuando hizo una prueba.

- ¿Por qué enviaría su invento aquí? - pregunté

- ¿Y si intenta terminar su proyecto con tu tecnología? es decir... Todos sabemos que la tuya es mucho más estable que las otras que hay en el mundo.

- No tiene sentido, ¿por qué quiere terminarla con la mía? además, si entra a la empresa, ya lo hubiéramos sabido. Pero también es muy extraño que haya infiltrado esto sin que seguridad lo detuviera.

Hizo una mueca. Estoy confundida, ¿qué quiere el doctor Octavius con lo mío?

- Eso no es todo - exclamó buscando en la caja, sacó una flecha y un arco muy bien mejorados, junto con un dron que tenía el logo Stark - tú y yo sabemos de quiénes son estas cosas.

Lo miré sin creerlo, esto debe ser una broma. Su piel se erizó indicando que venía alguien, tomé su mano rápidamente y nos escondimos de nuevo. Entró otro hombre robusto de unos cuarenta pero se veía joven, tomó la caja y se fue con ella. Salí de mi escondite y me agaché tomando algo del suelo.

- Es arena... - susurré extrañada ya que había salido de su pantalón, me levanté mirando a Peter

- Bueno, hasta ahora sabemos que el doctor Octavius está mejorando su invento y también flechas que pertenecen a Kraven y drones que son de Quentin. Y ahora mismo acabamos de ver a un hombre que literalmente sacó arena de su cuerpo.

- No puede ser posible; mataste a Quentin en Europa, no puede estar vivo.

- Quién sabe, aquí son una caja de sorpresas - rueda los ojos

Regresamos arriba al primer piso donde estaba el lobby, todo parecía bastante normal, no se veía nada raro. Miré a la televisión donde se mostraba una noticia del día, anunciando que habían asesinado a tres personas esta mañana ahogados en arena.

Definitivamente nada de esto estaba bien.































































































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