06
"SI NADA NOS SALVA DE LA MUERTE, AL MENOS QUE EL AMOR NOS SALVE DE LA VIDA"
NARRA ALAIA
Caminé por las calles de Nueva York a las siete y media de la mañana, era día de escuela, hoy tenía examen de matemáticas, pero era lo que menos me importaba desde ayer. Mordí mi labio con una sonrisa al recordar a Spiderman. Se fue muy tarde de casa, casi a las once de la noche cuando llegó Pepper a casa, Morgan llegó a las ocho y treinta. Literalmente nos la pasamos dándonos besos a cada rato. Sí, me gusta mucho más Spiderman que Peter y creo que ya he tomado mi decisión. Solo tengo que explicarle a mi amigo que realmente lo siento por casi querer besarlo y todo seguirá como siempre, aunque no quiero lastimarlo así que trataré de ser muy suave con él.
Entré a la escuela una vez que llegué, me quité los audífonos guardándolos en el bolsillo de mi pantalón. Llegué a mi casillero el cual abrí enseguida y saqué mis libros de inglés para meterlos en mi casillero. Fruncí el ceño al ver un pequeño papel en el suelo del metal, lo tomé y lo abrí. "Llegaré a tu casa a las ocho, te tengo una sorpresa, hermosa - Spidey" sonreí y lo guardé en el bolsillo de mi pantalón. Oí que tocaron el timbre por lo que inmediatamente me fuí a mi clase.
Accedí a mi salón correspondiente de costumbre, ví a Peter sentado y con su cabeza gacha en su libreta, mordí mi lengua al ver un puesto a su lado libre. ¿Debería hablar con él ahora? si no lo hago, podría ser peor. Pero estoy muy nerviosa, por alguna razón extraña, él me hace sentir así. Alaia, tú no eres así, eres una Stark, te le tiras a todo. Opté por mi decisión, fuí hacia él dejando mis libros en la silla y me senté, él me miró.
- Hola Peter - lo saludé con una sonrisa un poco nerviosa, él me sonrió amplio en forma de saludo - ¿no tuviste problemas con tu tía ayer por encontrarme en tu casa?
- No, no, para nada. En realidad, le gusta que lleve personas ya que no convivo con casi nadie, pero si se puso loca porque eres la primera chica que llevé a casa así que... - se encogió de hombros - enserio le agradaste.
- Qué bien... - murmuré, hice una mueca - oye, yo... Quería hablar de lo que casi pasa ayer. Lo del beso. En serio lo siento, fue mi culpa, nosotros...
- Descuida, fue tonto, ni siquiera sé por qué quería hacerlo - me interrumpió relajado, fruncí mi ceño mirándolo - ¿qué? ¿crees que me gustas? pues no. Alaia, solo te veo como una amiga, si quise besarte perdóname. Nunca lo volveré a hacer. Sigamos siendo amigos.
Auch, sentí como si me hubieran dado una paliza, y eso que me gusta menos que Spiderman.
- Uh, emmm... De acuerdo. - susurré algo insegura, sin saber muy bien qué hacíamos. Es decir, yo tenía que hablar y él lo hizo sin dejarme. Aunque admito que hizo las cosas más fáciles. - entonces será un asunto olvidado
- Y sé que me ibas a decir que te gusta otra persona si mi respuesta era la que esperabas- siguió, abrí mis ojos un poco - ¿me puedes contar de esa persona?
¿Debería contarle? ¿por qué no? después de todo, no le gusto. No le importará. - bueno... Es lindo conmigo, en mi cumpleaños me llevó un ramo gigante de flores, ¿sabes?. Creo que estamos empezando algo más que una relación de amigos.
- Debe ser muy especial - murmuró mirándome con una sonrisa, ¿por qué me sonríe de esa manera?
- Sí, lo es - le sonreí - solo espero que algún día podamos estar juntos sin nada que se interponga, sin secretos, nunca me gustaron. ¿Entiendes?
Asintió. En ese momento la maestra de inglés entró al aula interrumpiendo nuestro contacto visual, quité mi mirada de la suya empezando a sacar mi libreta para empezas las clases de costumbre.
[...]
La última campana del día sonó en toda la escuela. Recogí mis cosas con calma y puse mi mochila en mi hombro para salir del salón, caminé por los pasillos llenos de gente con tranquilidad. No tengo prisa, solamente he estado pensando en qué sorpresa me tiene Spidey, me mata la curiosidad. Quizás solo sea algo pequeño que quiere darme. Aunque ya ha hecho suficiente, me basta con el hermoso ramo de margaritas que me regaló.
Abrí las puertas del edificio, fruncí mi ceño al ver el auto de Happy apartado a la orilla de la calle. Sé que es el de él por la matrícula y lo conozco a la perfección, pero ¿por qué vendría por mí?, ni siquiera me avisó. Caminé hacia el auto, abrí la puerta y me subí en la parte trasera. Viendo a mi guardaespaldas en el piloto sin mirarme.
- ¿Happy? - lo llamé confundida, me dí cuenta que había alguien a mi lado. Una chica de traje negro de cuero y un antifaz del mismo material, quise gritar pero tapó mi boca fuerte.
- Más te vale no gritar princesita, no quiero matarte todavía. - me amenazó, sacó un cuchillo y lo puso en mi abdomen - conduce
Mi guardaespaldas le hizo caso y comenzó a manejar pro Nueva York, la chica quitó su mano y esta vez no quise gritar. Quitó su antifaz.
-¿Felicia? - pregunté confusa por verla, comenzó a retocar su labial rojo con mucho cuidado - ¿qué quieres de mí?
Rió falsamente y me miró de arriba a abajo- tú sabes exactamente lo que quiero.
Hice una mueca sin saber, no sé lo que quiere y no deseo meterme en sus asuntos. Quité mi mochila de mi hombro y la dejé en mis piernas con alerta al ver el cuchillo que tenía, era grande y bastante filoso. Le hizo una seña a Happy y la pequeña ventanilla del frente se cerró, haciendo que quedemos solas en la parte trasera.
- Resulta que fuí novia de Peter, pero obviamente soy demasiado linda como para meterme con solo un chico- guardó su labial en su bolsillo y me miró - ví que te estás llevando muy bien con Spidey
- ¿Y eso en qué te incumbe a tí? - pregunté
- Bueno, salimos durante un tiempo y te puedo decir que en serio sabíamos divertirnos - mordió su labio - me dijo su identidad, ¿a tí no te la ha dicho? oh, qué pena. Supongo que no eres mucho para él.
- Confío en él, y si no me dice su identidad, es porque no está listo para hacerlo - murmuré
- Dios, eres tan ingenua, ya sé por qué le gustas - rodó los ojos - solo vine para hacerte una pequeña recomendación, cariño. Aléjate de Spidey o lo único rojo que verás será tu sangre en mis manos. Yo soy Black Cat, nadie puede contra mí.
- No puedes amenazarme.
- Oh, claro que puedo - sonrió - y puedes decirle si quieres, lo más obvio que te diga es "yo te protegeré, no dejaré que ella haga nada", cuando en realidad te secuestraré en medio de la noche, nadie se dará cuenta de ello, soy una gata muy sigilosa
- No te tengo miedo - negué mirándola a los ojos, ella entrecerró sus ojos viéndome - no dejaré que hagas nada de lo que dices que harás, y si lo intentas, no eres la única que tiene con qué defenderse.
El coche se detuvo en frente de mi hogar, ví su rostro bastante serio, se colocó su antifaz. Salió del coche dejando la puerta abierta y le seguí con rapidez, me quedé parada viendo cómo iba por los aires con agilidad. Apreté mi mandíbula. Black Cat sería un problema desde ahora.
[...]
Bostecé nuevamente con flojera moviendo mi lapicera encima de las hojas del papel. Llevaba haciendo un trabajo desde las cinco de la tarde, era para el viernes, por lo que lo estaba adelantando para tener tiempo libre. Esto me aburre demasiado. El tema con Felicia (o Black Cat, como quieran llamarle) me tiene bastante tranquila, si quiere hacerme daño, para eso tengo mi traje para utilizarlo. Aunque no lo he hecho desde que mi padre me lo dió, así que soy una principiante en sus controles.
Morgan está en clase de ballet y Pepper está haciendo la cena, en pocos minutos llegará mi hermana junto con mi guardaespaldas para la comida. Volteé a la ventana al oír un pequeño sonido, me levanté del escritorio y caminé hacia allá, donde alzé el cristal. Spidey entró rápidamente.
- Hola - saludé, pasé mis brazos por su cuello, él alzó su máscara y me besó. Me separé de sus labios un poco - creí que llegarías a las ocho, son las siete
- Preferí venir más temprano porque mi sorpresa se adelantó un poco - respondió bajando su máscara, fue a la ventana y salió, asomó su cabeza mirándome - ¿estás lista?
- ¿Debería estarlo? - pregunté con una sonrisa
- Confía en mí - extendió su mano para que la tomase, mordí mi labio y la tomé, caminé hacia él
Salí de la habitación con su ayuda, pasé mis piernas por su cadera y mis brazos por su cuello rápidamente para no caer, cerré mis ojos con miedo al ver la altura en la que estábamos. Subió con ayuda de una telaraña hacia el techo, donde llegamos a una parte plana y me bajé con cuidado. Mis pies tocaron el suelo y me quedé ahí, parada a su lado, sin decir nada. El cielo se veía muy bonito de noche.
- ¿Qué hacemos aquí? - pregunté confundida volteando a verlo y notando que en realidad no estaba pasando absolutamente nada.
- Solo espera - fue lo único que respondió, hice una mueca y volví mi vista al cielo
Estaba lleno de estrellas y se veía muy bonito con las luces de la ciudad. Pronto, ví una luz pasando por toda la superficie, después otra y otra. Sonreí por inercia al ver el montón de luces en el cielo que iban cayendo hacia abajo y desaparecían misteriosamente. Una lluvia de meteoritos.
Volví mi vista hacia el chico con la misma expresión en mi rostro, me senté en el techo para explorar mejor la vista. Él lo hizo a mi lado, recosté mi cabeza en su hombro mirando hacia arriba. Nos quedamos unos minutos así, sin ninguno diciendo nada, solamente sintiendo la presencia del uno al otro en medio de la hermosa lluvia de meteoritos que estábamos presenciando.
- ¿Te gustaría ser la chica de Spidey? - preguntó en un leve susurro, alzé mi cabeza y lo miré confundida - es decir... Quiero que estés conmigo, sentimentalmente, románticamente, como sea.
Reí con gracia, después paré y puse un mechón de mi pelo que se había cruzado por mi frente detrás de mí oreja - claro que quiero
Me acerqué a él, subí su máscara viendo sus labios delgados y lo besé lentamente. Él me siguió poniendo sus manos en mi cintura. Acarició mis brazos con lentitud y suavidad, me dió un escalofrío en el cuerpo cuando dió una caricia en mi espalda. Escuché la voz de Pepper llamándome desde la casa indicando que la cena estaba lista, me separé de los labios del arácnido.
- Creo que debo ir, Morgan ya llegó de su clase e iré a comer... Podríamos seguir con esto después - murmuré, asintió.
Nos levantamos del techo y me ayudó a bajar nuevamente a la ventana, donde entré a mi habitación y él se quedó afuera. Lo miré.
- Aquí tienes mi número por si quieres escribirme- ofreció extendiendo un papel hacia mí, lo tomé y miré el número para recordarlo.
- Okey. - acepté guardándolo en el bolsillo de mi pantalón - te veo mañana Spidey- sonreí
Me dió un beso en la mejilla dulce, pronto lo ví yéndose en sus telarañas por la ciudad. Suspiré y cerré la ventana. Me volteé hacia la puerta para ir a cenar con mi familia.
Cabe aclarar que el número que Spidey le dió a Alaia es un número diferente del de Peter, solo que los tiene ambos en su teléfono :v
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