"TURN IT UP, IT'S YOUR FAVORITE SONG. DANCE, DANCE, DANCE TO THE DISTORTION. TURN IT UP, KEEP IT ON REPEAT. STUMBLIN' AROUND LIKE A WASTED ZOMBIE. YEAH, WE THINK WE'RE FREE. DRINK, THIS ONE'S ON ME. WE'RE ALL CHAINED TO THE RHYTHM, TO THE RHYTHM, TO THE RHYTHM."

NARRA ALAIA

Abrí mis ojos lentamente viendo la luz de la luna entrando por la pequeña ventana que había, toqué a mi lado y no sentí nada, volteé y el puesto estaba vacío. Me senté en la cama adormilada mirando la habitación de mi novio buscándolo, pero parecía no estar aquí. Me he quedado a dormir con él porque May trabaja hasta tarde y me dijo que se aburre solo, por lo que yo hago su compañía.

Me levanté y me acomodé el camisón que tenía puesto, salí descalza del cuarto llegando a la sala donde me acerqué al sofá donde estaba el chico con su portátil. Giré hacia la cocina viendo el reloj.

- ¿Peter? - lo llamé mirándolo como pude, él volteó y me miró - ¿qué estás haciendo a las dos de la madrugada? ¿al menos pudiste avisarme?

- No quise despertarte, solamente estoy averiguando algo que puede servirnos después y no podía esperar hasta mañana porque enserio me emociona- respondió

Fuí y me senté a su lado para ver lo que hacía. - ¿Un apartamento? - murmuré con una ceja alzada, él asintió, lo miré

- Estaba pensando que tenemos dos años y medio siendo pareja, por lo general las parejas se mudan juntos cuando ya tienen cuatro o más años, pero pensando bien, contando con el tiempo de la otra línea de tiempo entonces llevaríamos tres años y un poco más, por lo que sería bastante tiempo juntos - me sonríe entusiasmado - en conclusión, quiero que te mudes conmigo

Me quedé un rato mirándolo sin saber qué decir, es decir, obviamente quiero hacerlo pero pienso que quizás es un poco apresurado. Pero no tanto al saber que estamos destinados a estar juntos.

- Mmm, bueno...- miré la pantalla del portátil, viendo las imágenes del hermoso apartamento que estaba viendo el arácnido, miré un poco abajo y aparecía la palabra "comprado" - ¿cómo conseguiste el dinero?

- Estuve ahorrando desde que nos graduamos con el dinero que May me daba para el día a día, aveces lo que me regalan las personas por ayudarlas siendo Spidey, la ayuda que les doy a varios bioquímicos de la ciudad. Ah, y también el dinero que me regalas para tener guardado.

-Peter... ¿Por qué no me pediste ayuda? sabes muy bien que no me gusta que acabes tus ahorros, pude haberlo pagado yo que es muchísimo más fácil

- Es que siempre haces cosas increíbles por mí, y ahora yo quiero darte un regalo para ambos, si es que lo aceptas, obviamente. Y mira el lado bueno, podríamos escuchar música muy alta todos los días, jugar más con Brais y no tendrías que preocuparte por mí de cuando llegue tarde a casa patrullando la ciudad ¡será divertido!

- Pero... Tenemos que cuidar de nuestra familia, no podemos dejarlos solos. - murmuré

- Por eso es que compré el apartamento muy cerca del bosque y de este, por si pasa algo, llegar en un santiamén. Y tengo una razón muy buena para irme de aquí y es que no soporto ver a May y a Happy muy acaramelados frente a mi cara, y sé que tú quieres mudarte porque Pepper te lo ofreció hace un año y está de acuerdo conmigo. Vamos, acepta, yo quiero estar contigo.

Movió mi hombro con un puchero como un niño pequeño.

- ¿Queda cerca de Columbia? - pregunté curiosa

- Sí, muy cerca, podremos irnos juntos si es que nos tocan clases juntas. Y te prepararé tu merienda favorita que son los sándwiches de atún.

Sonreí y puse mi mano en su mejilla acariciándola. Bajó la pantalla de la computadora.

- Oh, espera. - me interrumpió sabiendo lo que diría. Tomó mis manos y los dos nos levantamos, se arrodilló a mi frente y sacó algo de su bolsillo, una llave, no pude evitar reírme - Alaia, ¿me harías el increíble honor de mudarte conmigo? prometo que cada día te haré reír

- Claro que quiero mudarme contigo - acepté sonriéndole

Se levantó y me dió la llave de la que al parecer era del apartamento. No pude evitar pasar mis brazos por su cuello y besarlo, él me siguió y de un salto me subió a su cintura caminando al cuarto, donde al llegar me tiró en la cama y se recostó en mi pecho tapándose con la sábana. Aspiré el olor de su cabello que tenía un leve aroma a jabón.

- Te amo mucho, muchísimo, demasiado, señora Parker- susurró cerrando sus ojos - eres la mujer más hermosa del universo y nuestros hijos serán igual de increíbles que tú

Reí levemente y lo abracé pasando mis brazos por su torso grande - ¿lo dice en verdad, señor Parker?

- Sí. Y pienso que también la más preciosa, bonita, cariñosa, considerada, sexy... En resumen, de todo.

Sonreí y cerré mis ojos para dormir al igual que él.

[...]

- Ya me cansé, ya no quiero subir más, no, ya, hasta aquí - se quejó Peter con una mueca

En este momento decidimos hacer un picnic en la cima de una pequeña montaña en un gigantesco parque que acabaron de abrir, y la verdad es muy bonito, mucho verde, pasto, flores y bancas por aquí y por allá. En parte estamos aquí celebrando que vamos a mudarnos en varios días.

- Peter, falta poco, solo un poquito más y podremos llegar, por favor - le animé desde un poco más alto - ¿acaso no quieres comer la tarta de chocolate que preparé solo para tí?

- No me sobornes - me miró entrecerrando sus ojos sonriendo

Siguió subiendo y yo también. Era increíble sentir el aire fresco en mi cara que hacía mover el vestido azul que tenía, se sentía muy delicioso el olor a pasto que me hacía más que disfrutar la bella tarde. Llegué a la cima y mi novio también, donde nos sentamos al lado del gigante árbol que había, dejé la cesta de madera empezando a sacar las cosas, comida, etc.

Pasó media hora donde ambos nos la pasamos haciendo de todo, viendo las nubes, comiendo fresas con chocolate y sobretodo, mucha comida chatarra.

- Es muy lindo el cielo- murmuró Peter

Los dos estábamos acostados en el césped mirando las nubes, con mi cabeza en su hombro. Y si fuera por mí, estuviera así todo el día.

- ¿Qué crees que se sienta volar sin ningún tipo de ayuda? como trajes tecnológicos o un avión con muchas personas - pregunté curiosa

- Debe ser muy entretenido, supongo que los pájaros deben sentirse muy bien, muy libres. - respondió

- Sería divertido hacerlo, más si es volar en avioneta o saltar de paracaídas, te sentirías como un pájaro verdaderamente - pensé muy soñadora

-¿Te gustaría pasear en avioneta?

- Sí, la vista de la ciudad debe ser increíble desde allá arriba, solo me lo imagino. Es algo que nunca hice con papá. - sonreí

Hizo una mueca pensativo. Me senté en el césped cruzando mis piernas y lo miré. - ¿crees que nos vaya bien con la mudanza? es decir... No es tan fácil vivir los dos solos sin ayuda.

- Confía en mí, nos va a ir bien, podemos arreglarlo entre nosotros. - contestó sentándose igual, tomó mi mano - más si estás conmigo, soy una muy buena compañía en cualquier lado y cualquier momento que quieras, ¿no?

Reí. Le dí un golpecito en la nariz y me levanté rápido alejándome un poco. - Atrápame si puedes

Él sonrió e hizo lo mismo empezando a correr detrás mío, corrí lo más rápido que mis piernas podían para no ser atrapada, aunque era poco convencional ya que eran muy cortas, pero estaba descalza así que es mucho más fácil.

Peter, al tomarme, me subió a su hombro como un saco de patatas regresando a nuestro lugar. Nos caímos en el césped y me coloqué en su regazo para inmovilizarlo, poniendo mis manos en sus hombros. Toqué un poco su torso haciéndolo reír ya que le hacía cosquillas, me le quedé mirando cómo sonreía, ay, siento que me estoy muriendo.

- Pet, eres tan lindo - susurré sonriendo y mirándolo con la mayor satisfacción del mundo

- Lo sé, soy muy guapo, no tienes que decírmelo - dijo con egocentrismo

Rodé mis ojos y me acerqué a su rostro inclinándome hacia él, donde puso el mechón de mi cabello detrás de mi oreja y me miró a los ojos. Me dió un beso muy suave, acaricié su cabello disfrutándolo mientras sus manos pasaban por mi cadera. Me separé de sus labios.

- Te amo, nunca dejaré de decirlo, Pet. ¿Por qué eres tan lindo? - susurré, acaricié su cabello con mi mano - haces que mi corazón se derrita.

Se incorporó llevándome con él, quedando sentada encima de su cuerpo, pasando sus brazos por mi cintura con fuerza.

- Tú haces que el mío palpite demasiado fuerte cuando te veo.

Volví a besarlo, esta vez con mucha más intensidad que la primera vez. Mis uñas rasgaron la camisa por su espalda hasta abajo, haciéndolo erizar. Y en ese momento, solo éramos nosotros en ese lindo jardín lleno de césped.