"CARRY MY LOVE WHERE YOU SHOULD GO. HOLD ME LIKE A SOLDIER GOING OFF TO WAR. I WILL ALWAYS HAVE YOU IN MY DREAMS. YOU WILL ALWAYS HAVE THIS PART OF ME"

Me tiré en la cama de espaldas mirando hacia el techo con aburrimiento. No tenía nada qué hacer, Peter estaba patrullando un rato para distraerse, Morgan durmiendo y los adultos andando por ahí hablando o jugando juegos de mesa para distraerse. Realmente quiero salir, pero sé que si lo hago probablemente regrese a la base con un regaño de mi novio diciendo que no puedo andar por ahí sola y eso. Pero, ¿él si puede? no entiendo a los hombres.

Suspiré profundamente, cerré mis ojos con cansancio, no voy a dormir, no ahora. Los abrí enseguida y me levanté de la cama para poder hacer algo por mi vida, salí de mi cuarto comenzando a caminar por otro lugar. Pasé por el pasillo con flojera si había algo qué hacer. Golpeé la pared y escuché un sonido extraño como un metal, fruncí mi ceño y lo hice de nuevo obteniendo el mismo resultado. Busqué con mis manos tratando de averiguar que había en esa pared, desgarré la pared con mis uñas viendo un pequeño panel con una mano digital pintada. Puse mi mano ahí sin saber. Pronto se hizo de color verde.

De pronto apareció una puerta al lado mío del mismo metal, la empujé un poco entrando. Abrí mis ojos al ver un gigante laboratorio lleno de tecnología de todo tipo, pasé por completo y la puerta se cerró detrás mío.

- Bienvenida Alaia - escuché la voz de Karen, mi asistente tecnológica - estaba esperando que descubrieras este lugar por tí misma.

- ¿Qué es esto? - pregunté aún asombrada por lo avanzado que se veía este sitio.

- Es un taller de mecánica avanzada exclusivamente para tí. El señor Stark lo construyó cuando hizo el cuartel. Dijo que eras la única que podía entrar.

- Dios... - exclamé. Miré detrás mío al escuchar un pequeño sonido, ví un especie de ojo mecánico flotante que me miraba - ¿ésta eres tú?

- Sí. Tu padre quiso que tuviese una forma física para ayudarte en lo que necesites - respondió. Voló alrededor mío - escáner completo.

- ¿"Escáner"? - pregunté confundida

Atrás mío se abrió una compuerta gigante, dejando ver varios trajes morados pero con diferentes estilos. Caminé un poco allá mirándolos con una sonrisa de entusiasmo

- Estos trajes los estuvo fabricando el señor Stark durante muchísimo tiempo. Que si tenías problemas graves estos trajes tienen su mayor parte de avances por si los necesitas. - me informó Karen a mi lado - también hay un túnel largo por si quieres probarlos

- Será otro día, Karen - murmuré. Salí de la habitación y la compuerta se cerró detrás mío, miré al ojo flotante de metal - ¿porqué papá hizo todo esto?

- Él quería que salvaras el mundo, por eso no perdió la esperanza en tí y decidió hacer este lugar para que pudieras hacer tus propios inventos - contestó segura. - quería que tú tomaras el vacío que él dejó al irse.

Hice una mueca con tristeza, ¿llenar el vacío? esto es una locura. Sé que papá nos dejó a todos hace meses pero su legado nunca va a desaparecer, él fue un héroe, por nosotros. Me dí la vuelta caminando a la puerta y dejando a Karen ahí, cerré la puerta detrás mío y pasé mis manos por mi rostro con algo de estrés. Ahora sí necesito un pequeño paseo sin tecnología.

- Saldré, trataré de no tardar - avisé llegando a la sala donde estaban Pepper, May y Happy jugando Monopolio - si Peter regresa díganle que me espere aquí

- Okey, solo ve con cuidado, Alaia - me advirtió Happy - trata de no socializar tanto con las personas y recuerda a la policía

Asentí. Abrí la puerta de metal cerrándola detrás mío, subí las escaleras, dí vueltas a la compuerta y salí al exterior. Caminé casi corriendo por el bosque, quería alejarme, pero no tanto para no perderme. Pasaron unos dos minutos. Paré mis pasos al ver a dónde había llegado, era la carretera que quedaba para ir a mi casa. Suspiré, me senté en el césped verde de piernas de indio empezando a jugar con la grama.

Lo que me contó Karen de lo que dijo mi padre me dejó bastante extraña, sé exactamente a qué se refería con "tomar el vacío que él dejó al irse", si no me entienden él quería que yo fuese la nueva "Iron Man" ya que no está. Pero no quiero serlo. Me parece que es demasiado agotador y desastroso, mucho para mi simple vida de adolescente de dieciséis años (pronto diecisiete en un mes, más específicamente el cinco de octubre)

Alzé mi vista al escuchar un leve sonido al frente mío, miré al otro lado de la carretera y había algo extraño en un árbol. Como un palo incrustado o algo así. Me levanto mirándolo confundida, camino lentamente hacia allá cruzando la gran calle llena de árboles. Oí un sonido a mi lado, volteé viendo un coche a toda velocidad hacia mí, cerré mis ojos con miedo esperando el impacto. Pero los abrí de nuevo, estando abrazada de mi novio a un lado de la calle, el coche desapareció por la carretera lo más rápido que podía dejándonos.

- Hey, ¿estás bien? - preguntó preocupado mirándome. Peinó mi cabello que estaba desordenado por el viento - ¿Alaia?

Lo miré, tenía su traje por lo que no podía ver sus ojos. Volví mi vista al final de la calle. Estuve a punto de morir de un impacto, estoy algo shockeada. Abracé a Peter y escondí mi rostro en su cuello.

- Ven, vámonos... - murmuró.

Me cargó, empezó a saltar por la punta de los árboles. Pronto sentí que dejó de hacerlo, estábamos en el techo de mi hogar, me senté en la madera y me quedé mirando a la nada sin expresión. Por mi cabeza solo pasaba la imagen del auto viniendo hacia mí sin intenciones de detenerse, no pude ver el rostro del conductor.

- Alaia... - Peter tomó mi mano, volteé a verlo y ví que se había quitado su máscara, en sus ojos se notaba la preocupación - ya estás bien, no te pasó nada

- Casi muero... - murmuré mirándolo fijamente. Él suspiró. Colocó ambas manos en mis mejillas y se acercó un poco

- No te voy a regañar, ¿de acuerdo? solo te diré que debes tener cuidado, ¿qué hubiera pasado si no hubiera estado ahí? - habló suavemente. Bajé mi mirada con culpa - ¿quieres hablar? - asentí - ¿porqué te sientes tan mal por eso?

- No lo sé... Supongo que he estado muchas veces a punto de morir pero ahora se sintió diferente. Sentí más miedo que antes - respondí sin mirarlo. Mordí mi labio.

- Oye, no vayas a llorar, ¿sí? sabes que si tú lo haces yo también lloraré - me sonrió un poco, yo lo hice igual pero sin mostrar mis dientes. La borró. - ¿porqué saliste de la base sin esperarme?

- Quería salir un rato y despejarme... - susurré. Lo miré, él tenía una mirada de confusión - encontré algo en la base, es un laboratorio tecnológico que mi padre construyó para mí. Karen es la encargada de guiarme y me dijo que papá lo había construído para que siguiese su legado. Pero no quiero hacerlo, no quiero ser una superheroína muy importante y estar más en la boca de todos, yo...

- No, no lo vas a hacer. Tranquila. - me interrumpió al ver que estaba un poquito alterada, acarició mi pelo con dulzura - si no quieres serlo, pues no lo serás. Nadie te obligará.

Asentí. Puse mi mano encima de la suya que aún estaba en mi mejilla y me apoyé en ella sintiendo su tacto

- ¿Porqué estabas ahí cuando el auto quería atropellarme? - pregunté

- Justo estaba llegando de la patrulla y ví que saliste del escondite, te seguí por si acaso. No podía dejarte sola ya casi haciéndose de noche. - contestó - ¿quieres volver?

- No, aún no. - negué poniéndome recta - necesito un lugar donde no esté rodeada de tecnología de mi padre

Se miró a sí mismo viendo su traje, después hizo una mueca. Bajó del techo con ayuda de sus manos y pies que se pegan en la madera, no sé a dónde se fue, pero no pasó tanto tiempo y se volvió a sentar a mi lado, con su ropa de siempre puesta y una mochila. Sonreí un poco mientras él me miraba. Miré al frente viendo el sol escondiéndose entre los edificios de Nueva York y el frío apoderándose de mi cuerpo.

- Mira. - volteé a mi lado. Peter tenía en sus manos su camisa de lana manga larga - no quiero que te resfríes

La tomé, me la coloqué por encima de mi blusa, me quedaba algo ancha y larga, pero es lo que había. Me acerqué a Peter y me recosté un poco en su pecho, pasó un brazo por mi espalda, descansé mi cabeza en su hombros y ambos comenzamos a ver el atardecer. Pasaron unos cinco o diez minutos donde ninguno dijo nada.

- Vámonos, ya quiero dormir - murmuré sin quitar mi vista del frente. Él asintió.

Bajé del techo con ayuda de mi novio, comenzamos a caminar por el oscuro bosque. No tardamos tanto que digamos ya que estaba cerca. Peter empezó a abrir la escotilla de metal mientras yo le apuntaba con la linterna para que viese, la abrió y bajé las escaleras llegando a la puerta de metal, la cual toqué haciendo el código secreto. Ví a Pepper que apareció al frente mío, pasé por su lado yendo a mi cuarto.

- Solo está cansada. - oí que les dijo Peter a mis espaldas. Agradezco que no les dijera lo de mi casi atropello, ya que no quiero escuchar sus tantas preocupaciones de lo que me pudo haber pasado.

Llegué a mi cuarto cerrando la puerta, me quité la ropa tirándola al cesto y me puse la pijama que era un short y una blusa casual. Recogí mi cabello. Me tiré en la cama arropándome con las sábanas por el frío del aire acondicionado. Peter entró a la habitación, dejó su mochila en el suelo y comenzó a vestirse también. Cuando terminó de colocarse su ropa de dormir (que era un chandal y una camisa básica) se acostó a mi lado metiéndose en las sábanas igual, apagó la luz del cuarto dejando las lámparas de los mesones encendidas.

Quedamos frente con frente, lo miraba y él a mí, se acercó un poco y dejó un pequeño beso en mis labios presionando los míos contra los suyos, se lo devolví de igual manera. Me separé lentamente, recosté mi cabeza en su pecho, me abrazó y ambos empezamos a dormir.