"YOU CAN'T TAKE MY YOUTH AWAY, THIS SOUL OF MINE WILL NEVER BREAK, AS LONG AS I WAKE UP TODAY, YOU CAN'T TAKE MY YOUTH AWAY"

NARRA ALAIA

Eran las nueve de la noche de un día sábado. Peter está haciendo patrulla y yo por mi parte estoy adelantando mi trabajo con aburrimiento en mi portátil, sin saber qué más hacer. Hoy no trabajé porque no quise ir, la verdad es que me levanté un poco mal, tengo algo de tos pero nada de qué preocuparse. No quiero preocuparme por eso ya que tengo muchos pendientes y la verdad es lo que menos me importa. Prefiero estar en mi casa muy bien con una camisa de Peter completamente relajada.

Tecleo mi computadora viendo varias gráficas de las ventas de la empresa, las cuales subieron un poco, es muy buena señal. Hago una mueca al ver fallas en el sistema que me indica que se necesitará tiempo para cerrar el programa. Mi teléfono hace un sonido indicando que había llegado una notificación, lo veo un poco y veo que es un mensaje de... Mamá. Ni siquiera debería llamarle así. ¿Por qué me está enviando mensajes? Mi expresión cambia por completo, tomé el celular y lo desbloqueé viendo.

"Hola hija, entiendo que no quieras hablarme o ni siquiera verme, pero por favor, quiero arreglar las cosas. ¿Podemos vernos?"

Trago en seco. ¿Debería aceptar sin problemas o ignorarla por completo? bueno, me abandonó cuando era adolescente, no debería ni responderle. Mis dedos escriben lentamente con miedo pensando. "Hola. ¿Qué quieres?", "Veámonos en el restaurante chino Wuang Zu en el centro, a las doce mañana para almorzar. Asiste, por favor."

No respondo y tiro el celular por otra parte pasando mis manos por mi cara súper estresada. ¿Cómo se le ocurre aparecer así de un momento a otro como si nada hubiera pasado? tengo un montón de preguntas que esperan por ser respondidas y si no lo hace, más le vale. Porque no me quedaré así.

Pasó un rato y no hice más nada, mamá me quitó las ganas de hacer de todo y ahora solamente quiero sumergirme en una burbuja pensando que no regresó, es tan malo que tengo muchísimas ganas de llorar pero me aguanté desde lo más profundo de mi corazón. Me acosté en la cama viendo el techo. En ese momento llegó Peter, quien entró por la ventana y se quitó la máscara enseguida.

— ¡Traje hamburguesas, tus favoritas! —gritó sonriente, me senté en la cama sin ánimos y él lo notó enseguida — ¿pasa algo?

— Mamá me habló por mensaje — susurro.

— ¿Qué? — se acerca y se sienta a mi frente, tomando mi mano dulcemente

— Sí, lo hizo. Está pidiendo que la vea pero realmente no sé qué hacer, es decir... Volvió a dirigirme la palabra ¿cómo se le ocurre hacerlo?

— Y... ¿Planeas ir?

— Ni siquiera sé qué decirle cuando la vea, Peter. Ahora me da miedo mirarla a la cara porque solamente veré todas las cosas malas que me hizo de pequeña y no quiero eso — respondo enseguida, él me mira con una mueca

— Hey, estarás bien. Yo estaré contigo si sientes que no puedes con tanta presión, es entendible, no es fácil que tu propia madre te haya dejado — se mueve pegándose a mi cuerpo, abrazándome levemente

Le correspondo. Después me separo ya que el hambre me pica un poco. Me como mi hamburguesa demasiado pensativa, y mi novio lo nota. Él por su parte se cambia de ropa poniéndose la pijama luego de darse un baño rápido, vuelve a la cama y se sienta. Me levanto botando la basura en la caneca que había y me la quedo mirando. Recordando la vez cuando era pequeña; unos niños en mi colegio me echaron todo el contenido encima, le conté a mi madre y lo único que hizo fue regañarme por no hacer algo. Fue inútil.

— Oye — me llama el chico, giro a verlo. Palmea su pierna levemente, voy hacia él y me siento en ese lugar de lado mientras coloca sus brazos alrededor de mi cintura — sé que es difícil, todos en la vida hemos tenido que enfrentar algo horrible con respecto a nuestros padres, ya sea por cualquier cosa.

— Estaré bien, solamente... Necesito descansar, ¿de acuerdo? me siento un poco mal. — murmuro descansando mi cabeza en su hombro. Peter pone su mano en mi frente

— Estás algo caliente, mejor descansa.

Me separo de él yendo a la cama donde me arropo con la sábana fría, viene hacia mí haciendo lo mismo y me abraza fuertemente. Cierro mis ojos sintiendo su tacto.

[...]

Me quedé viendo el lugar al frente mío sin saber qué hacer, estoy tan impactada, veré a mi supuesta madre después de tantos años. No sé qué pensar. La verdad anoche no dormí casi nada por andar pensando en todo lo que podría pasar, ella es capaz de todo y yo lo sé porque la conozco demasiado así como ella a mí. Sabe hasta cuando miento descaradamente. Pero sobretodo, ¿qué le diré? ¿le reclamaré? ¿le trataré lo más amable o qué? solo sé que la última opción no será tan acertada.

— ¿Quieres que entre contigo? solo si quieres — oí a mi lado, volteo viendo a Peter mirándome con atención. Asiento.

Entrelaza su mano con la mía, sonrío levemente y camino hasta la entrada del restaurante chino, donde abro la puerta y ambos pasamos. Mi vista pasa por toda la pequeña plaza con lentitud, hasta que la veo, sentada leyendo el menú. Jalo a Peter hasta que me pongo a su frente, alza su mirada y se levanta de la silla dándonos una sonrisa.

— Hija, llegaste. — habla, sentí un recorrido eléctrico al escuchar su voz. Quiso acercarse a saludar pero retrocedo un paso, ella hace una mueca — por favor, siéntense.

Ambos hacemos caso y nos sentamos uno al lado del otro al frente de ella, mi mano no se separa de la del chico para nada, creo que es porque me siento insegura y es la única forma de sentirme menos de esa forma.

— Estás muy diferente, tan hermosa, todavía te pareces mucho a mí — dice.

— Sí, tú también sigues igual.

Sus uñas tambolirean la mesa un poco, conozco esa acción, lo hace cuando se siente celosa o molesta.

— ¿Quién es él? — pregunta mirando al chico a mi lado un poco seria

— Es Peter Parker, era amigo de papá, mi novio desde que me abandonaste — respondo con seguridad. Peter saluda un poco con su mano libre.

Ella suspira — cariño, en verdad lo siento, nunca debí dejarte. He visto todas las cosas que has hecho por esta ciudad. Y mírate ahora, eres empresaria y tienes tu propia empresa.

— Voy a ser muy clara contigo. Primero que todo no me llames "cariño". Segundo, ya ni siquiera sé si tienes el derecho para que yo te llame como una "madre". ¿Sabes todo lo que me pasó?

— Sí, me enteré de eso. Tu padre murió hace siete años salvando al mundo, como siempre haciéndose el héroe.

— ¿"Como siempre haciéndose el héroe"? ¿cómo se te ocurre decir eso? ¿acaso no te das cuenta que él lo hizo por todos?

— Tú y yo sabíamos muy bien que ese día llegaría con todo lo que hacía, era un loco — me mira directamente a los ojos, muerdo mi labio

— Peter con papá y su familia, que ahora se convirtieron en la mía, fueron los únicos que estuvieron conmigo cuando me dejaste. Antes de morir papá se arrepintió de dejarme desde los tres años, y yo lo perdoné.  Peleé a su lado y estoy orgullosa de eso.

— No vine a hablar de él, ¿de acuerdo? así que silencio con ese tema. Vine a hablar sobre nosotras, quiero que regreses conmigo.

No puedo evitar reír falsamente. — ¿enserio crees que voy a volver contigo OCHO AÑOS después de que me abandonaste por teléfono? ¡te dije que no me dejaras y no te importó!

— Estoy aquí para hacer que vengas conmigo a Londres, olvides tu vida de niña mimada y vivas en la realidad. Yo fuí quien estuvo contigo todo el tiempo.

— Claro que no, no lo estuviste, NO todo el tiempo. Mi vida es aquí. Y ya no soy una maldita niña para que me digas qué hacer. Puedo demandarte si quiero por maltrato psicológico, eso arruinaría tu increíble currículum de marketing, ¿no?

Veo que aprieta su mandíbula mirándome y empuña en sus manos los paillos chinos que estaba utilizando para comer. Peter sostiene mi mano más fuerte. Mamá mira a mi novio con mucho odio para después de unos segundos hablar.

— Tú convertiste a mi hija así, es tu culpa, eres una mala influencia para ella. Obviamente la incitaste como Tony — le habla enojada

— Señora, yo...

— No me digas nada. Aléjate de mi hija o te haré la vida imposible, ¿me escuchaste? — le amenaza

— No lo metas en esto, no tiene nada que ver con lo que tú hiciste, no voy a dejar que lo trates así — interrumpo. Me levanto jalando al chico — no vuelvas a llamarme ni a buscarme, no te quiero volver a ver porque te juro que el último lugar donde estarás en la vida es la cárcel.

Me voy caminando rápido del restaurante bastante molesta oyendo los gritos de mi madre. Abro la puerta y enseguida voy a subirme a mi auto, donde Peter lo hace en el copiloto. Conduzco sin detenerme hasta el apartamento, Peter no dice ni una palabra en todo el camino.

No tardo demasiado en llegar y me bajo tirando la puerta fuerte, entro al edificio y subo por el ascensor hasta mi piso asignado con mi novio. Al llegar a mi puerta correspondiente entro lo más rápido que puedo, me quito mis tacones, la chaqueta y tomo un cubo de helado de la nevera tirándome al sofá empezando a comerlo. No dejo de pensar en todas las cosas que mamá me dijo, quiere que vuelva a Londres lo cual nunca haré ni loca. No puedo creer que haya insultado a Peter de esa manera. No puedo evitarlo y empiezo a llorar de la impotencia sin saber qué más hacer. Peter se sienta a mi lado y me abraza con lentitud.

— N-no sé por qué lloro es decir... Soy un desastre, mi vida es muy mala y nunca pude disfrutar de mi i-infancia. Ni siquiera sé por qué estás conmigo. — hablo entre lágrimas con dolor

— Estoy contigo porque no me importa tu pasado, solamente lo que eres hoy, ¿bien? lo demás no me importa. — murmura dulcemente — te amo cariño, ¿okey?

Sigo sollozando levemente comiendo más y más helado sintiendo mis ojos pesando, mi estómago rugiendo y mi pecho doliendo. Cerré mis ojos poco a poco mientras caía en el sueño profundo.

PREGUNTA: ¿creen que Elena (la madre de Alaia) está haciendo lo correcto al querer separar a Peter de su hija porque es una "mala influencia" para ella?