"QUÉDATE CON ALGUIEN QUE SEPA ABRAZARTE Y QUE, AL HACERLO, ALGO SE TE CURE POR DENTRO"

NARRA ALAIA

- ¿Podrías decirme por qué insististe tanto en venir a acompañarme? - pregunté a Peter caminando a su lado por la acera

Hoy era miércoles, día de hacer ejercicio, más bien yoga (también lunes y sábados). Peter al enterarse de que venía dos veces a la semana a este lugar casi se vuelve loco y dijo que no me dejaría venir más sola, por eso le estoy preguntando por qué no quiere. Y si se preguntan por qué no le dije, es simple: no le gusta que ande en la calle sin él principalmente por protección.

- ¿Crees que voy a dejar venir sola a mi novia a un lugar donde pueden haber chicos que pueden invitarla a salir? sin contar el hecho de que vengas con ropa ajustada y destapada que puede llamar más su atención. Y no voy a dejar que eso pase, hay muchos hombres pervertidos hoy en día, necesitas que tu novio esté ahí para espantarlos a todos como si fueran perros callejeros- respondió

- Eres muy tonto, Peter.

Ambos entramos al gimnasio y caminamos por un pasillo, llegando a una pequeña habitación donde habían varias mujeres de edad y en el suelo mantas.

- No, claro que no, solamente estoy siendo protector. Todos los novios tienen que cuidar a sus novias porque eso sería ser un mal chico- afirmó demasiado seguro, pero no pudo evitar sonar muy tierno.

- Mira, Pet, entiendo que quieras acompañarme pero... Estaré bien, deberías estar estudiando para el examen de la universidad y en vez de eso estás aquí haciendo nada.

- Prefiero estar aquí haciendo "nada" que estar en casa muy preocupado. May siempre me dijo que a las chicas hay que cuidarlas de todo, en especial a la persona que quieres.

Sonreí y le dí un beso en la mejilla. Dejó el bolso que llevaba en su hombro en el pequeño sofá. Y no me dejó que lo llevase porque también me dijo que "los chicos hacen todo por sus chicas", acabo de confirmar que tengo al novio más atento del mundo.

La clase empezó, me posicioné en una de las mantas y Peter se puso en la que está detrás mío, acostado boca abajo viendo todo, supongo que solo le da curiosidad, parece un niño pequeño esperando a su mamá. Comenzamos con los ejercicios simples, como estirar las articulaciones o relajación, no sé cómo se entretiene mi novio con esto. Después seguimos con la posición de "perro boca abajo", bajé mi cabeza mirando a Peter, que tenía una sonrisa en su rostro un poco pícara.

- Qué vista tan buena, creo que te acompañaré más seguido- murmuró mirando mi parte trasera. Sonreí rodando mis ojos.

Cambiamos de posición ahora haciendo la de "flor de loto", crucé mis piernas y cerré mis ojos para concentrarme al igual que los demás.

Pasó alrededor de una media hora cuando la clase se terminó, la verdad no dura nada por el montón de personas que asisten y el poco tiempo que tiene la entrenadora. Me dirigí hacia los vestidores de mujeres con el chico detrás mio como un perro, iba a entrar pero me detuve al ver que él seguía siguiéndome.

- Oye, ¿vas a entrar al vestuario de mujeres? ¿quieres que te saquen del gimnasio y no te dejen entrar más? quédate aquí ¿sí? - le interrumpí, él asintió

- Si necesitas algo solamente dime.

Asentí. Tomé la mochila que estaba en su hombro, pasé al vestidor, me puse entre las taquillas y me cambié mi blusa por una más tapada no sin antes pasar varios paños húmedos por mi cuerpo para refrescarme del sudor. Solté mi cabello dejándolo suelto un rato. Salí encontrando a mi novio esperando y los dos empezamos a caminar hacia la salida, y pronto, ya estábamos en la calle caminando juntos.

- Peter... - hizo un sonido con la boca prestando atención - ¿por qué estás tan confiado en que vayamos juntos a la universidad? es decir... ¿Y si pasas el examen y yo no?

- Bonita, no digas eso, vamos a ir los dos porque confío en que darás lo mejor de tí. - tomó mi mano - además, eres muy inteligente, pasarás.

- ¿Y si no es así? ¿qué tal que no me esfuerce? - pregunté mirándolo, él siguió con su vista al frente

- Si no es así, entonces no habrá universidad para mí. Así de sencillo.

- Peter, no debes poner en peligro tu futuro solo por mi culpa.

Paró de caminar haciendo que yo también lo hiciera y me miró.

- Vamos, tengo muchas entradas que me pueden ayudar mucho además de la universidad como la petición del señor Octavius que revisó mi currículum y le gustó, está esperando mi llamada para confirmarle. Así que no te preocupes, todo saldrá bien.

Me dió un beso en la frente con mucha dulzura.

- Pero si ninguno queda entonces da lo mismo. Y es mucho mejor, pasaremos más momentos juntos. En especial tendré más tiempo a solas contigo para practicar un poco sobre eso de "bondage" que muero que me lo hagas.

Reí levemente y le pegué un poco en el hombro. Me dió un beso fuerte para después entrelazar mi mano con la suya y seguir caminando por la acera.

[...]

- ¿Enserio quieres ver esa película? ¿es una broma? - preguntó Peter viendo las películas colgadas en las paredes

Él y yo planeamos venir al cine un rato, principalmente porque tenemos mucho tiempo sin venir y queremos ver una película sin que Morgan esté con nosotros o interrumpiendo la película cada diez minutos. Ahora estamos en un debate entre nosotros por cual película ver ya que mi estupendo novio dice que la película que yo quiero se ve muy aburrida.

- Es muy buena, me ví la anterior y enserio entretiene. Es de unos astronautas que mandan al espacio para explorar, pero se acaba el mundo cuando ellos están en el exterior y quedan atrapados flotando sin comida ni agua ni nada por unos días, suceden cosas muy locas hasta que bajan a otro planeta que se ve como la tierra pero no es la tierra y hasta ahí quedó. Esta es la continuación. - le respondí

- Mmmm, no lo sé... ¿Y si no me gusta, amor? - preguntó con una mueca

- Si no te gusta entonces nos vemos otra y yo pago esta vez los nachos, ¿qué dices? por favor, déjame pagar - le rogué con un puchero

- De acuerdo, pero solo los nachos, no vas a pagar más nada.

Asentí sonriéndole. Tomé su mano para ir a la taquilla, donde conseguimos las entradas, ni tardamos tanto ya que hoy es miércoles y este día es el menos transitado de la semana. Nos fuimos a cafetería para comprar los refrescos y las palomitas, yo pedí todo porque Peter estaba buscando algo que no sé qué es.

- Toma tu cambio - me dijo el chico dándome el resto del dinero, le sonreí en agradecimiento - ¿qué hace una chica tan linda sola? puedo hacerte compañía en la película si quieres.

Alcé mi ceja, abrí mi boca para contestarle.

- Está conmigo - me interrumpió Peter llegando a mi lado, le sonrió con demasiada seriedad - y no tienes que decirle "chica linda", para eso estoy yo, su NOVIO.

Tomó mi mano jalándome hacia el otro pasillo. Me miró con tranquilidad y me dió el algodón de azúcar que tenía en su mano.

- Aww, gracias - le agradecí con una sonrisa contenta, comencé a comerlo - ¿sabes? eres muy tierno siendo celoso.

- Solamente lo puse en su lugar.

Reí levemente y me abracé un poco a su brazo. Llegamos a la sala asignada para la función y nos sentamos en nuestras sillas que eran las últimas, bastante arriba para ver mucho mejor. La película comenzó unos cinco minutos después y ambos nos concentramos en ella. La verdad es que estaba muy entretenida, había acción, misterio y hasta un poco de romance entre los protagonistas.

- ¿Estás bien? - oí que me dijo mi novio volteando hacia mí, asentí - ¿no quieres más refresco? quizás tengas mucha sed o si tienes hambre puedo comprar hot dogs.

- Pet, tranquilo, estoy bien. Lo 3stoy disfrutando. - la tranquilicé sonriéndole, él giró hacia la pantalla para seguir con la peli

Me gusta venir con Peter porque siento mucha comodidad, seguridad y cariño a su lado. Él es una persona que me gusta mucho, no es falso, me encanta que sea muy considerado conmigo. Es demasiado lindo.

Pasó una hora y finalmente la película acabó. El chico estuvo todo el tiempo muy atento y preguntando cosas para no confundirse, estoy segura al cien por ciento que le gustó mucho. Pronto nos encontrábamos caminando por las calles de Nueva York hacia mi hogar, que quedaba bastante cerca del cine por lo que decidimos no traer el coche. Peter apretó mi mano cuando íbamos a cruzar la calle, cuando la señal se puso verde, pasamos. En el camino hablábamos varias cosas, como lo que sabemos sobre la universidad o sobre nuestras familias.

Llegamos a mi casa subiendo al pórtico, me puse al frente de él, en ese momento lo llamó May y contestó. Me quedé callada sin decirle nada mirándolo. Su cabello de rulos se veía suave, sus labios delgados pero al mismo tiempo carnosos y sus ojitos de cachorro que lo hace ver más que adorable. Definitivamente todo de él me encanta.

- May tiene una emergencia en FESTÍN por las horas extras que hará, lamento no quedarme un rato pero prometo que vendré mañana - interrumpió mis pensamientos

- Descuida, ella necesita y quiere trabajar. Pero, Peter... - puse una mano en su brazo - si tienen problemas económicos, por favor, déjenme ayudarlos. May es increíble y verla así me hace sentir muy mal, cada vez la veo más decaída o cansada. Y Happy no puede darle dinero por ahora por la muerte del reciente mecánico, por no estar ahí para evitarlo.

- Bonita, has hecho muchas cosas por nosotros, enserio, no quiero que malgastes dinero. Pero no te preocupes, empezaré a trabajar con el doctor Octavius para que me pague aunque sea un poco. Lo necesitamos. Pero hazme caso, si veo que lo necesito, te llamaré enseguida

Asentí. Le dí un abrazo muy fuerte cerrando mis ojos y oliendo su muy delicioso aroma a perfume varonil que me derrite. Me separé y me besó durante unos pequeños segundos.

- Te veré mañana, ¿sí? te amo señora Parker - murmuró, reí por lo último. Dejó un beso en mi frente con dulzura.

Se separó de mí comenzando a caminar de regreso a la ciudad para irse a casa, esperé hasta que desapareció y entré yo a mi hogar, mordí mi labio sin parar de pensar. Necesito darle una mejor vida a mi novio y su tía. No puedo creer que personas tan buenas estén en esas condiciones, no es aceptable. Y por eso, haré todo lo posible para que estén bien. Porque son mi familia.