02

"YOU DON'T GOTTA STAY THE NIGHT, I JUST WANNA TAKE THE TIME, I KNOW ALL THE THINGS YOU LIKE. MAYBE IF THE MOOD IS RIGHT, WE COULD BRING IT RIGHT BACK."

NARRA ALAIA

Cerré mi casillero una vez que tomé todas mis cosas para irme, química era la última del día y ya era hora de ir a casa. En la clase hablé mucho con Peter, me pareció amable, caballeroso y muy guapo. Y ese aspecto nerd que tiene me encanta. Su amigo Ned también es gracioso, contaba cosas chistosas que me hacían reír. Abrí las puertas de la escuela y comencé a caminar por las calles de Nueva York para irme a casa. No me gusta tanto que Happy venga por mí ya que llama demasiado la atención ir en limosina o algo así, prefiero caminar o aveces tomar el metro. No es ningún problema.

Me adentré en el mismo callejón de siempre para acortar camino, desde el primer día que llegué aquí lo tomo como un atajo. Solo quiero que se acabe la escuela para no tener que ver al montón de chicos estúpidos y niñas fresas que se la pasan maquillándose o cogiéndose a cualquier bobo que se les cruce en el camino. Realmente me frustra mucho tener deberes.

Paré de caminar de un golpe al mismo tiempo que abría mis ojos al ver que algo cayó del cielo, chocando entre las bolsas de basura negras que había a mi lado. Dios, que golpe tan fuerte.

- ¡Mierda! - oí, fruncí mi ceño confundida. Me acerqué un poco pero no del todo. Quién sabe, quizás sea un ladrón o asesino que quiere engañarme.

- Disculpa, ¿estás bien? - pregunté mirando cómo una tela de color azul sobresalía de lo negro, me sentí bastante extrañada - te diste un buen golpe

- ¡Sí! Solamente fue un problema con unos ladrones y su auto - contestaron, extendió su mano hacia mí - ¿puedes ayudarme? las bolsas no me dejan ver.

Tomé su mano y traté de jalarlo, él se levantó de un salto y pronto lo ví pegado en la pared. Abrí mis ojos un poco al reconocerlo, él también abrió los suyos (¿que cómo lo sé? bueno, sus ojos y su máscara están vinculados por lo que cada movimiento que haga se verá)

- Spiderman - exclamé con asombro - guau, nunca pensé verte así, o al menos encontrarte.

- Uh, sí, digo... - carraspeó su garganta, pero se cayó al suelo, hice una mueca. Se levantó enseguida. - vengo de pelear con tipos malos y eso, no es nada grave

- Uh, entiendo... - me encogí de hombros - bueno, yo... Debería irme, tengo que llegar a casa rápido así que no puedo quedarme charlando.

Me dí la vuelta empezando a caminar, realmente no quiero meterme en asuntos de superhéroes sabiendo que mi padre fue uno. Me trae malos recuerdos. Aunque pienso que Spiderman no puede ser un problema.

- Lamento lo de tu padre - paré mis pies y lo miré sin expresión, él rascó su nuca - quiero decir... Él y yo nos conocimos, trabajamos y fuímos amigos, seguramente ya te lo había contado.

- No, no lo hizo, en realidad - giré mi cuerpo hacia él y apreté mis libros contra mi pecho - pero gracias por lamentarlo, no todos lo hacen hoy en día, simplemente mi familia

- ¿Sigues mal por eso? - preguntó

- Lo de mi padre ya pasó hace muchísimo tiempo, tengo que superarlo de alguna u otra manera. Aunque obviamente sigo algo perturbada. - respondí, él asintió. Lo miré. - ¿porqué crees que se convirtió en superhéroe desde un principio?

- Mmm... Bueno, no será una respuesta concreta pero... El señor Stark no podía poner una armadura alrededor del mundo, así que la puso alrededor de su mundo. - se encogió de hombros bajando su mirada un poco - tú entiendes...

- Sí, lo entiendo - afirmé, suspiré. Miré el reloj de mi muñeca viendo que se habían las tres de la tarde - creo que necesito irme, tengo que cuidar a mi hermanita. Adiós.

Me fuí casi corriendo de ahí, Pepper me iba a regañar por la hora, pero vamos, hablé con Spiderman "el superhéroe de Nueva York".

Entré a la carretera del bosque pasando entre los árboles con rapidez, caminé lo más rápido que mis pies podían ya que no puedo dejar a Morgan sola en casa cuando la rubia y mi guardaespaldas se van al edificio a ver que todo esté bien. Crucé la calle de césped y subí hasta el pórtico donde entré, Pepper se fue junto con Happy en el auto negro y me despedí de ellos con mi mano. Entré de una vez a casa.

- ¡Morgan! - llamé a mi hermana, ella bajó las escaleras y se acercó a mí - hola, ¿qué tal tu día? ¿cómo te fue en el colegio?

- Muy bien, hoy la maestra me dió una estrella por dibujar la ciudad con pintura tecnológica - contestó con una sonrisa. Ya saben, cosas de Stark. - ¿qué hay para almorzar?

- Mmmm, no lo sé... - contesté. Dejé mi mochila en la mesa y fuí a la cocina viendo lo que habían dejado los adultos - ¿te gustan los macarrones?

- Son muy ricos. - musitó con entusiasmo - iré a lavarme las manos para comer.

Se fue hacia el baño que queda en el pasillo. Yo comencé a servir la comida y le dejé su plato en la mesa, encendí la televisión dejando sus caricaturas favoritas y pronto regresó. Me puse a comer a su lado para acompañarla.

- Alaia, ¿porqué no tienes un novio? - preguntó de un momento a otro mirándome, la miré confundida - hoy unos niños de mi salón estaban hablando de eso, decían que los novios son lindos y educados, como los de las princesas de la tele

Reí levemente - no lo tengo simplemente porque no he encontrado al chico correcto, Mor. ¿Entiendes? - asintió - no a cualquiera le puedes dar tu corazón.

- ¿Recuerdas cuando papi hablaba de un chico que tenía tu misma edad y que le daba clases? creo que le decía mocoso de apodo. - frunció el ceño jugando con su tenedor - me dijo que era especial, y que si alguna vez se encontraba contigo, le gustaría que estuvieran juntos.

- No creo que eso pase - negué con mi cabeza

- ¿Porqué no? ¿es porque crees que no eres linda? ¡eres la más hermosa de todas! - sonrió feliz, reí. Me levanté de la mesa.

- Tú también eres hermosa, Mor. - tomé su plato ya acabado - ve a lavarte las manos y duerme un poco, recuerda que tienes prácticas de ballet a las seis y no quiero que llegues muy cansada, ¿sí?

Asintió, besé su cabeza y ella se fue escaleras arriba para hacer lo que le dije. Apagué la televisión y me dispuse a lavar los platos para dejar la cocina limpia. Al terminar me fuí a mi habitación, donde entré, viendo una cortina en la pared que tapaba una parte metálica grande que era donde guardaba mi traje. Recuerdo que papá me lo dió cuando estábamos construyendo juntos cualquier día, me dijo que lo usara para proteger, no para matar. Pero no me lo pongo desde que él murió. Karen es mi amiga, hablamos y me cuenta cosas. Al menos puedo hablar con ella.

[...]

Cuatro horas después

NARRA PETER

Llegué hasta un edifico cualquiera donde me senté en la orilla y saqué un sándwich que traje, alzé mi máscara un poco comenzando a comer. Era de noche ya y quería irme a casa a dormir. En la tarde nunca pensé encontrarme a Alaia en el callejón, al parecer sigue tomando ese atajo por ahí. Genial, al menos sé por dónde pasa para poder vigilarla un poco.

Metí una rebanada de jamón en mi boca, busqué en mi mochila a mi lado viendo mis cosas de robótica y eso, una idea llegó a mi mente una vez que ví un examen calificado entre las cosas. Sabemos que Peter Parker es muy tímido para hablar con Alaia, pero cuando Spiderman aparece es otra persona. ¡Dios, eres un genio, Peter! Lo único que tengo que hacer es acercarme a ella siendo superhéroe y quizás hablarle más o menos en la escuela para que cuando se entere de quién soy debajo de la máscara no se enoje tanto. Es lo que menos quiero. Y mi plan comienza ahora.

Pegué mi mochila a la pared gracias a las telarañas y comencé a columpiarme para llegar a mi destino. Me moví con agilidad por el oscuro bosque donde solo iluminaban pocos faroles a los lados de la calle. Aterricé en el techo marrón, arrastré mi cuerpo por ahí por mis manos y pies pegajosas llegando a la primera ventana que encontré. Me asomé un poco. Alaia estaba sentada en su escritorio haciendo tareas, parecía realmente concentrada, ¿debería entrar? después de todo, conversamos en la tarde, ¿no?

Toqué un poco el cristal llamando su atención, volteó y frunció el ceño, se levantó y caminó hacia acá deslizando la ventana hacia arriba. Me miró y sonrió, yo lo hice igual aunque no pudiera verme por la máscara. Se veía tan linda.

- Volviste - murmuró, hizo una mueca con la boca - ¿qué haces aquí?

- Nunca terminamos nuestra charla de la tarde - me encogí de hombros, pasé por la ventana y ella la cerró una vez que estaba adentro. La miré, se veía diferente a cómo la recuerdo. Me acerqué a la pared viendo un póster de una película de terror - ¿te gustan las películas de este tipo?

- Sí, más bien, me parecen divertidas y entretenidas - contestó parada en medio de la habitación mirándome

Vaya, recuerdo que le aterraban, quizás es porque nunca fuímos juntos con Morgan al parque de diversiones por lo que no pudo sacar su miedo por completo. Me paré a su frente y dí una mirada rápida por el cuarto.

- ¿Y tu hermanita? - pregunté. Estoy interesado en Morgan, quiero ver cómo ha estado, quiero ver que esté bien con todo esto.

- Está en clase de ballet. Le toca los lunes, jueves y viernes. A propósito, su nombre es Morgan. - contestó con paciencia - creo que si te vería no pararía de hacerte preguntas

- Todos los niños y niñas lo hacen cada vez que me conocen, es normal. - dí un salto, de un momento a otro estaba de pies en el techo mirándola - puedes seguir con tus tareas, no te molestaré.

Asintió y caminó a su escritorio para sentarse nuevamente, siguió con su trabajo y yo me quedé mirándola. Recuerdo que antes del hechizo ella era algo... Tímida, por así decirlo. Ahora me tiene más confianza, hasta me dejó pasar a su cuarto sin negarse. ¿Porqué será?

Escuché algo debajo mío por lo que volteé, viendo a Brais ronroneando. Me bajé del techo y me senté en el suelo con mis piernas en indio, lo cogí y lo acaricié.

- Veo que le agradas a Brais. - dijo Alaia con una pequeña sonrisa mirándonos, - se lleva bien con mi familia pero por lo general araña a los desconocidos, qué raro.

- Sí, qué raro... - murmuré fingiendo extrañeza, tomé al gato y lo miré a los ojos - tú y yo sabemos que pronto no solo seré su amigo, compañero. - susurré solo para nosotros

Él ronroneó y se acarició contra mi brazo. Lo acaricié. Pasaron unos cinco minutos en silencio, no tenía qué decirle, ya hablamos de su padre, a su familia ya la conozco. Quizás debería deducir qué pasó en estos ocho meses que no me conocía.

- Y... ¿Qué me puedes decir de tí? - le pregunté curioso - ¿me puedes contar tu vida?

- Mmm, okey... - aceptó, dejó los lapiceros y de volteó en la silla mirándome - me mudé aquí hace muchísimo, después desaparecí, papá me contó que había sido por un villano y que aparecí cinco años después como otras personas. Cuando regresé, a las dos horas me enteré que mi padre murió.- suspiró - ¿y tú? ¿qué me dices?

- Solo soy un chico que le gusta salvar a las personas en una ciudad - contesté

- Todos tenemos un pasado y una familia, y apuesto que tú tienes ambos pero no me quieres contar por cuestiones de identidad secreta de superhéroes - dedució.

Me la quedé mirando un rato y ella a mí, me sonrió leve. Después volvió a mi suyo. Pronto escuché un sonido. - Mi madre adoptiva llegó, Pepper Potts, creo que ya debes conocerla. - avisó - supongo que debes irte...

- Sí, tengo que seguir haciendo patrulla y eso. - respondí, me levanté del suelo y me fuí hacia la ventana. Salí agarrándome de las paredes. Ella se asomó - fue bueno hablar contigo, quizás... Sea mejor seguir haciéndolo.

- Pienso lo mismo -me sonrió con dulzura - hasta luego, Spidey.

Sonreí. Me solté de las paredes empezando a alejarme poco a poco de la casa, y yendo a la mía para descansar de una vez por todas con solo una palabra repitiéndose en mi mente.

"Spidey"













































































Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top