𝟯𝟰

"LAS COSAS QUE AMAMOS SON SÍMBOLO DE SER HUMANOS"

NARRA ALAIA

— Buenos días, cita #1452, a nombre de Alaia Stark.

Hoy es el día de la cita con la doctora para saber si estoy o no embarazada, ya le comenté por teléfono la situación y también mandé mis pruebas para que puedan verificar si es cierto. A pesar del montón de problemas que tenemos, pensamos que tal vez una noticia así pueda alegrarnos.

— Ya está lista la prueba, veo que están muy ansiosos.

— Tenemos mucho tiempo planeando esto y enserio queremos otro miembro para la familia, tal vez nos dé suerte.

— Un hijo planeado es lo más bonito que hay, se los aseguro. — nos sonríe. Saca el papel del sobre — ¿quieren que se los lea yo o quieren verlo por sí mismos?

Cruzamos miradas entendiendo lo que queremos y tomo el papel sin mirarlo. Segundos después abro mis ojos viendo el resultado. Borro mi sonrisa.

— Negativo... — susurro, Peter toma la hoja y la mira, para después darme un abrazo.

— No se preocupen, si siguen intentando tal vez funcione. ¿Qué le parece si le mando un medicamento para mejorar su sistema de gestación, señorita Stark?

— Eso sería muy bueno, gracias.

Ella asiente y teclea en su computadora. Peter aprieta fuertemente mi mano en señal de apoyo. Una vez que terminamos la cita, salimos del consultorio y del hospital subiéndonos a la camioneta. Peter conduce en silencio sin preguntarme nada y yo simplemente me pregunto en mi cabeza por qué no funcionó, ¿tal vez él o yo no nos sentíamos bien mientras lo hacíamos? o no era el momento, o simplemente el mundo nos odia y no quiere darnos un pequeño milagro.

El auto se detiene pero no me bajo. Peter voltea hacia mí.

— Cariño ¿estás bien? si quieres no vayas a trabajar— dice.

— No, no, sólo... pensaba— murmuro. — tal vez cuando tengamos tiempo y nos encontremos bien, podríamos volver a intentar

— Amor, no te presiones... No es culpa de ninguno, sólo no es nuestro día. Te prometo que vamos a intentarlo cada vez que quieras ¿bien? — Asiento. — Tú trabaja tranquila, mientras tanto yo estaré en casa preparando un plan para lo que haremos mañana con el señor Fury. No te estreses.

Me acerco dándole un beso en la mejilla y me bajo del coche entrando a mi edificio. Subo el ascensor hasta el último piso y camino por el pasillo.

— Betty, cancela mis citas hoy, di que tengo urgencias graves. Me la pasaré en la oficina llenando papeles. Que nadie me moleste, si necesitas algo consulta con la vicepresidenta— le digo asomándome en su oficina.

— De acuerdo.

Me doy la vuelta entrando a la mía y enciendo las luces mientras cierro las cortinas. Quiero estar completamente sola para relajarme. Tomo la botella de whisky que hay debajo de mi escritorio y me sirvo en mi copa tomándolo de un sorbo. Suspiro profundamente. La puerta se abre de repente haciendo que me sobresalte, encontrando a Peter, quien la cierra detrás suyo con pestillo.

— ¿Peter? ¿qué...? — me calla besándome. Le sigo sin ningún otro remedio. — ¿qué te pasa?

— Quiero que antes de que empecemos con lo que sea que vayamos a hacer con el señor Fury, lo intentemos — susurra — no me gusta verte así y la única forma de mejorar tu ánimo es una buena noticia así que...

— Pet...

— Quiero que lo hagamos, ahora, y todas las veces que podamos... Si tú estás mal yo también lo estoy y voy a hacer lo posible para verte sonreír aún en los problemas. No toleraré esto.

Sonrío levemente. Me acerco besándolo. Quito la correa de su pantalón.

— Me encanta cuando usas falda — susurra en mi oído acariciando mi intimidad por debajo de esta y acariciando mi trasero. Gimo.

Sus labios descienden a mi cuello marcándome con pequeños chupones. Meto mis manos por su camisa blanca acariciando sus pectorales. Me tumbo en el escritorio boca arriba y él se inclina hacia mí besando mi pecho, desenredando los primeros botones de mi blusa y acercando su boca a mis pechos. Jadeo.

Sus manos grandes acarician mis muslos, alza mi falda quitándome las bragas y me da una nalgada. Muerdo mi labio. Odio no poder gritar y él lo sabe. Baja sus pantalones abriendo mis piernas y entra en mí sin dudarlo dos veces. Comienza a embestirme con una dureza inexplicable.

— Alaia... ah... me pones muy caliente— murmura

Me levanto del escritorio quedando sentada y paso mis brazos alrededor del cuello para sostenerme. Gimo bajo para no hacer tanto ruido.

— Más, Peter, más...

Uno mis labios con los suyos. Sus manos se posicionan en mi trasero aumentando el ritmo. Iba a gritar pero tapó mi boca justa a tiempo y dejó su mano ahí durante un tiempo porque no podía parar de gemir. Tiempo después cambiamos de posición. Apoyo mis manos en la orilla del escritorio mientras él se mueve detrás mía. Me jala del cabello y muerdo mi labio evitando gritar más. Sus dedos masajean mi clítoris.

— ¿Te gusta cuando te toco así? — susurra en mi oído. Asiento desesperada. — n-nena, ya no aguanto más...

— Pet... dame más fuerte ¡ah!

Tapa mi boca nuevamente cuando se corre dentro mío. Suspiro cuando sale de mí. Me giro y nos besamos. Segundos después acomodamos nuestras vestimentas, al ya sentirme presentable lo miro poniéndose la correa.

— ¿Nos vemos en casa? — pregunto.

— Sí, con unas ricas pastas hechas— afirma. Me da un pequeño beso.

— Gracias por intentar animarme... Fuiste muy considerado, enserio.

— Sabes que no me gusta verte triste, además... — se acerca a mi oído pegando mi cuerpo contra el suyo — te deseaba, y no sabes cuánto, cariño...

— Créeme que yo también...— muerdo mi labio acariciando su nuca.

— Para la próxima no grites tanto mi nombre y... una falda más corta.

Sonrío un tanto nerviosa por sus ligues. Definitivamente Peter Parker es la perfecta combinación de cómo ser tierno y perverso a la vez. Le doy un beso amoroso y camina a la puerta, antes de salir me guiña un ojo y me tira un beso. Sonrío. Una vez que sale procedo a acomodar mi escritorio por el desorden que formamos.










Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top