𝟮𝟰

"QUISIERA HACERTE UNA PETICIÓN, TAL VEZ UN POCO EGOÍSTA; SER TU ÚLTIMO AMOR"

Cuatro años después...

NARRA ALAIA

Dejo caer la toalla que envuelve mi cuerpo y coloco mi ropa interior comenzando a prepararme para el día. Han pasado 4 maravillosos años, los niños crecieron y son hermosos. Peter y yo disfrutamos nuestra compañía enormemente, intentamos ir menos al trabajo para pasar más tiempo con nuestros hijos, por lo que yo ya no voy tanto a la empresa, sino más bien trabajo de vez en cuando, siento que así es más fácil. Salgo de la habitación llegando a la cocina para ayudar a la señora Mary con la merienda..

— ¡Charlie, Charlotte, llegarán tarde a la escuela! — grito hacia el pasillo.

Los dos llegan casi corriendo con las mochilas en sus espaldas, les doy las bolsas marrones donde está la comida.

— Mami, la maestra me dió una estrella en clase por leer un libro sin equivocarme — dice Charlie feliz.

— Mi amor, eso es muy bueno, sigue así y serás el mejor de tu clase.

— Buenos días— saluda Peter, me da un beso en la mejilla. Los niños lo abrazan efusivamente como saludo — cada día están más pesados y grandes, eh.

— Papi, la profe me dijo que tiene que hablar contigo y mami, no sé para qué porque yo no he hecho nada malo y mi hermanito tampoco — avisa Charlotte.

— Tranquila princesa, sabemos que no es nada, eres la mejor niña y tu hermano tambiém, cuando vayamos por ustedes hablaremos con su profesora. Ahora váyanse o llegarán tarde a la escuela. ¡Recuerden la celebración de cumpleaños de su tío Harry hoy!

— ¡Sí, papi! — gritan ambos al mismo tiempo saliendo por la puerta junto con la Señora Mary.

Suspiro volviendo a la cocina para seguir con el desayuno. Peter se acerca abrazándome por detrás, oliendo mi cabello.

— ¿Cómo estás, hermosa? — pregunta, suelto una risita y me giro dándole un beso en la mejilla, jadeo sorpresivamente cuando su mano aprieta mi trasero — no pudimos terminar lo de anoche.

— Te ofrecería acabar con eso pero debes ir a trabajar — le detengo entregándole el desayuno en su bolsa respectiva, él se queja.

Va a la puerta colocándose su chaqueta, me acerco jalándolo de la corbata y lo beso. — Prometo compensarte después ¿sí? nos divertiremos mucho.

Asiente sonriendo. Vuelve a darme un pequeño beso y sale por la puerta dejándome sola en el apartamento. Continúo con mis deberes de madre.

[...]

Peter y yo salimos del auto una vez lo estaciona, tomo su mano y caminamos juntos dentro de la escuela. Intenté hablar con la maestra de Charlotte por teléfono, por cuestión de nuestro tiempo y eso, pero me dijo que lo que nos necesitaba decir debía ser personalmente, así que aquí estamos. Mi esposo está un tanto preocupado por la educación de nuestra pequeña, queremos que sea lo suficientemente buena para que no hayan problemas.

Llegamos hasta el salón correspondiente, encontrando a  nuestros hijos sentados en el banco de afuera, me agacho a su altura — Espérennos aquí ¿sí? son conversaciones de adultos.

Aceptan. Les doy un beso en su cabeza y ambos pasamos dejando la puerta abierta para vigilar de vez en cuando a los niños.

— Bienvenidos, ustedes deben ser los padres de Charlie y Charlotte Parker Stark, soy la maestra Sussy — saluda la maestra dándonos la mano.

— Un gusto, maestra.

— Una pregunta ¿cuánto tiempo pasan con ellos? — pregunta..

— Eh... supongo que el tiempo suficiente, verá, trabajamos mucho y los cuida nuestra niñera casi todos los días.

— Bueno, la razón por la cual los cité a ambos aquí es que... he visto muchas cosas diferentes en los dos pequeños desde que iniciaron las clases hace unas semanas, al principio lo tomé con calma pero se repite constantemente en todas las clases.

— ¿A qué se refiere con "cosas diferentes"?

— Será mejor que lo vean, empecemos con Charlotte. — se hace a un lado dejando ver el tablero, donde hay un montón de cálculos aleatorios.

— Es... física cuántica ¿qué tiene que ver eso con nuestra hija? — pregunta Peter confundido.

— Ella lo hizo, estábamos haciendo un examen el día de ayer sobre sumas en la pizarra, le puse un ejercicio y lo hizo, después me preguntó si podía mostrarme algo más difícil y la dejé, cuando ví, todo el tablero estaba lleno de todo esto— abro mis ojos un poco impresionada

— Pero... es imposible, una niña de su edad no puede hacer todo eso.

— Créame señor, yo también lo pensé. Respondía rápido las sumas en menos de 5 segundos, los exámenes los terminaba en cuestión de unos pocos minutos... tiene mucho potencial... Charlie, por otro lado, su maestro de biología me entregó esto — nos enseña una hoja, un examen al parecer — le hizo un examen sobre citología, histología y organografia cuando vió que sabía demasiado sobre su materia, obviamente un tema que se da en la universidad pero aún así sacó 10.

— Esto es... una locura — susurro, giro mi vista hacia mis hijos sentados afuera, jugando entre sí.

— Se los enseño porque de verdad sus hijos con mucho más avanzados que los demás, no sé por qué será pero deberían averiguarlo.

— Gracias, enserio, estaremos más pendientes con respecto a eso.

Ella sonríe amigable. Los dos nos vamos y guardo el examen de Charlie en mi bolso.

— Charlotte, cariño. — la llamo poniéndome a su altura nuevamente, necesito comprobar que todo sea cierto — ¿cuál es la raíz cuadrada de 36 entre 9?

Se queda callada, suspiro al no recibir respuesta. Tomo su mano y Peter carga a Charlie.

— dos, mami— responde cuando doblamos el pasillo. Sonrío al saber que eso es correcto.

— Han estado jugando a ser niños muy listos, niños. Y sus papis se sienten muy orgullosos de ello. — les dice el castaño haciéndole cosquillas al niño.

[...]

Camino por el césped verde del gigante lugar en el que estamos. Hoy es el cumpleaños de Harry, nos invitó a a una tarde de golf todos en familia. Vinimos para distraernos un rato. Me puse un outfit muy de deporte para jugar, aunque nunca lo he hecho antes, Peter sí. Tomo mi palo de golf, volteo donde están todos descansando, un poco lejos.

— ¡Peter, ven, por favor! — le grito, él hace caso y llega hasta donde mí, le hago una carita— ¿me enseñas a jugar? nunca lo he hecho 

— Okey, es fácil. Sólo ponte de lado y te inclinas sólo un poco — hago lo que me dice, abre mis piernas con ayuda de su pie— ahora agarras bien el palo de golf e intentas que quede recto hacia el agujero para que entre la pelota. 

— Bien— entiendo, me preparo.

— Inclínate más, la clave es la inclinación para que el palo pueda alcanzar el suelo lo suficiente— indica. Se coloca detrás mío posicionando sus manos encima de las mías en el palo de golf, me inclino un poco concentrada. — no te pongas así, estamos en público, cariño...

— Oh, lo siento — sonrío aparentando inocencia. Se acerca más pegando su regazo contra mi parte trasera.

— ¿Te he dicho que esa falda está muy corta y me encanta? — susurra en mi oído de forma provocativa. Agarra mis caderas con sus grandes manos sintiendo su respiración en mi hombro

— Si quieres me la puedes quitar cuando quieras...

— Créeme, me provocas más con ella puesta— muerdo mi labio riéndome

— ¡Oigan! ¿pueden dejar de follar en seco en mi jardín a plena luz del día y ayudarme con la hamburguesas? ¡no los invité para que anden con sus asquerosidades! — nos grita Harry.

Aguanto mi risa, Peter se separa de mí y me giro mirándolo de frente— debemos hablar, he estado pensando mucho sobre algo que quiero.  

— Contigo hablo todo lo que quieras, nena.

Sonrío y camino regresando, él viene detrás mía. Terminamos de ayudar a nuestro amigo.
















































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