𝟮𝟭
"ESPERO QUE SIGAS ALLÍ CUANDO LLEGUE MI ÚLTIMA PÁGINA"
Una semana después
NARRA ALAIA
— Peter, eso no va ahí — le digo a mi esposo cuando deja la pañalera en el sofá.
— Ah, sí, perdón. Estar cargándola todo el día me hace pensar aveces que es mi mochila.
Me río levemente. Sigo acunando al bebé mientras él tiene al otro en brazos. Apenas salimos del hospital ya que mi parto fue un poco difícil. Tuve que descansar mucho y que me dieran vitaminas para recuperar mis fuerzas perdidas. También para que mi panza bajara hasta su estado natural. Peter no ha trabajado tanto, se la ha pasado cuidándome a mí y a los niños, pasamos mucho tiempo juntos. Voy al cuarto de los bebés con el chico detrás mío y dejamos a los niños acostados en sus cunas para que duerman un poco ya que es algo tarde en la noche. Aunque nosotros no dormiremos por ahora.
Regreso a la sala donde voy a la cocina y me decido a organizar un poco por el desorden que hay, mientras que Peter arregla la sala. Hay mucho polvo debido a que no mandamos a que limpiaran en la semana en que no estuvimos solo por estar concentrados en nuestros hijos. Paso un trapo por la encimera y me sobresalto al sentir las manos de mi esposo en mi cintura.
— ¿Te sientes bien? — pregunta. Yo asiento sin preocupaciones. — la doctora dijo que tendrías algunos dolores de cabeza pero que es normal después de dar a luz.
— Sí, tranquilo, para eso estoy tomando algunas pastillas — respondo. Voy al lavaplatos y mojo la toalla un poco.
— ¿Estás segura que estás bien? te noto algo... rara.
— Solamente me siento un poco estresada. Tenemos que volver a trabajar el otro mes cuando se acaben las vacaciones que pedimos y no sé quién cuidará a Charlie y a Charlotte... — murmuro.
— De eso no te preocupes, podremos turnarnos ¿no? yo trabajo en la mañana a las 8 hasta las 12 y tú en la tarde desde las 3 hasta las 7. Recuerda que tenemos las noches libres.
— Sí, al menos — suspiro.
— Vas a ver que todo va a salir bien, podemos cuidar de Charlie y Charlotte los dos sin necesidad de contratar a alguien. Será fácil.
Sonrío levemente. Peter hace ver las cosas fáciles. Toma mis mejillas dándome un beso cariñoso en la frente para después abrazarme.
—Ahora lo que necesitas es descansar en la suave cama que te está esperando con tu adorado esposo. Van a ser las once — dice quitando el trapo de mis manos y cerrando la llave del grifo.
Asiento estando de acuerdo. Tomo su mano y ambos nos vamos apagando las luces del pasillo. Entramos a nuestro cuarto cerrando la puerta y enseguida enciendo el micrófono que tenemos en la habitación de los bebés para escucharlos cuando lloren. Me cambio de ropa poniéndome una camisa de Peter para estar cómoda mientras que él se queda en pantalones. Jalo la sábana tapando por completo mi cuerpo acurrucandome al lado de mi esposo.
— Tengo algo de frío hoy ¿tú no tienes? — pregunto. Él asiente un poco. — te parece si... ¿nos abrazamos más?
Asiente y pasa sus brazos fuertes alrededor de mi pequeño cuerpo. Escondo mi rostro en el hueco de su cuello oliendo su aroma varonil que me encanta. Muerdo mi labio. ¿Es raro que haya sentido una vibración extraña en mi cuerpo por aquél aroma?. Bueno, después de todo Peter y yo no hemos hecho el amor desde hace cuatro meses más o menos, creo que lo extraño. Niego mi cabeza rápidamente esfumando mis pensamientos y me sonrojo al darme cuenta de lo que estoy pensando.
— ¿Vas a dormir o vas a seguir pensando en tu mente como una loca? — pregunta.
— Lo siento...
Me río un poco nerviosa. Cierro mis ojos de una vez para dormir.
01: 37 am.
Me sobresalto un poco al escuchar llantos de los bebés a través del micrófono infantil. Peter se remueve en la cama incómodo por lo que indica que está sumamente dormido como para atender mis llamados. Me siento en la cama bostezando y me voy descalza, organizando mi cabello que parezco un león. Entro al cuarto de mis niños y veo que Charlotte es la que está llorando. Me acerco a ella y la cargo.
— Ya, ya, mi amor, tranquila... Mami está aquí. — susurro suavemente acariciando su pequeña espalda. Ruego para que Charlie no escuche nada y no empiece a llorar.
La niña se calma poco a poco. Al parecer quería un poco de tacto materno. Me giro cuando escucho un sonido y veo a Peter parado en la puerta, le hago una seña de silencio. Se pone a mi lado. Dejo a Charlotte en su cuna ya dormida y ambos nos vamos silenciosamente para no despertar a ninguno otra vez. Me tiro en mi cama apenas la veo y mi esposo hace lo mismo, pegando su pecho contra mi espalda.
— Eres una excelente madre... — murmura dejando besos en mi hombro delicadamente. — lamento no haberme despertado a ver a Char, estaba muy cansado.
— Bueno, después de atender por una semana a dos bebés y a mí, es comprensible.
Espero su respuesta pero al contrario de eso escucho ronquidos en mi oído indicando que se volvió a dormir. Ruedo mis ojos riéndome un poco.
[...]
— ¿Dónde está Peter? — pregunta tía May echando un vistazo rápido a todo el apartamento.
— Eh... Está trabajando, tuvo que quedarse un poco más tarde en las oficinas para pedirle a su jefe un mes de vacaciones. Para cuidar a los bebés y eso. — digo. En realidad mentí porque está haciendo sus patrullas nocturnas.
Son las 7 de la noche y May vino de visita un rato para ver cómo están sus dos bebés favoritos en el mundo después de su pequeño hijo. Tengo a Charlie y Charlotte sentados en unas pequeñas cunas para tenerlos a mi lado mientras hablo con mi "suegra".
— Oh, son tan adorables... Se parecen demasiado a tí... No me imagino cómo es cuidarlos, no pueden dormir casi, en especial si son dos. — dice.
— Creo que ya nos estamos acostumbrando. Peter les hace la comida y hay veces en que los duerme.
— Qué bien que te conseguiste a un hombre trabajador y que se preocupa por su familia. En cambio otros, te hubieran dejado todo el trabajo a tí para que te ocuparas sola. Peter es un gran hombre.
— Sí, lo es — sonrío orgullosa.
— Bueno, cariño, ya es tarde y debo irme a trabajar dentro de dos horas ¿segura que estarás bien aquí con ellos dos? si necesitas ayuda para mantenerlos sabes que puedes llamarme a mí o a Pepper.
— Descuida May, no serán un problema.
Le doy un abrazo a la mujer y me despido de ella. Cierro la puerta cuando se va por el pasillo y me giro. ¿Ahora qué haré aquí sola? Peter vendrá dentro de una hora, creo que debería preparar la cena. Me voy a la cocina dejando a los niños en sus hamacas para que jueguen con sus juguetes arriba de ellos. Los puse cerca y en una vista directa para vigilarlos. Busco en la nevera qué hay para cocinar. Después de pensar un poco decido que haré algo fácil y rápido. Me pongo manos a la obra con la cena mientras Lila está durmiendo y los bebés casi dormidos. Todo está yendo bien. Me asusto cuando siento nuevamente unas manos en mis caderas.
— ¿Te asusté? — susurra en mi oído. Yo ruedo mis ojos y me volteo quedando a su frente. Viendo a mi esposo con su traje pero sin su máscara. — perdona, entré por la ventana porque había dejado mi ropa hoy.
— Tienes suerte de que no grité. Sino, hubiera despertado a los niños y es algo difícil que se duerman a esta hora— digo
— Pero no pasó. Ahora ¿por qué no me recibes?
De un tirón me sube a la encimera. Me río y lo beso con ganas tocando su cabello de rulos. Sus manos descienden por mi cintura llegando hasta mis muslos, donde inmediatamente las coloca a cada lado de mi trasero.
— Oye, dejemos esto para otro día, debo terminar la cena porque en verdad tengo hambre y estoy segura que tú también. — interrumpo alejándome de su rostro.
Él suspira alzando sus manos en señal de rendición. Me bajo de la encimera dándome vuelta enseguida, y por equivocación, sus caderas chocaron contra las mías, obviamente sentí la leve erección que tiene a pesar de la tela de mi short. Sigo mezclando la salsa como si nada hubiera pasado.
— Te gusta jugar con fuego, cariño — murmura seductoramente para después darme una nalgada.
Una risa atrevida sale de mis labios y él se va directamente al baño para darse una ducha de agua fría.
Subí esto hoy porque no subiré más nada en menos de 1 semana por estar ocupada XD.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top