"EL PASADO SOLAMENTE ES UNA PEQUEÑA PARTE DE LO QUE NO DEBEMOS HACER EN EL FUTURO"

NARRA ALAIA

Y era una de esas noches donde estoy despierta hasta tarde esperando a Peter, que como siempre, se queda más a patrullar de lo que debería y estoy segura que va a usar la excusa de que es por mi condición y no puedo ayudarlo asique debe hacerlo solo. Ahora mismo estoy armando un rompecabezas para distraerme de todo. Aburrido. Por el momento el bebé no ha dado problemas pero mis vómitos no se detienen, es horrible, eso es lo que lleva estar embarazada. Betty me está ayudando mucho a que mi embarazo sea el mejor, no me deja trabajar tanto como antes y me lleva todos los días el almuerzo a mi oficina para que no tenga que salir porque dice que es más peligroso ahora que salga sola. A menos que sea con Pet.

Me aburro así que tomo el juego operando que es uno que nos encantaba a mi padre y a mí, es de hace varios años. Aunque es más divertido jugarlo con compañía. Salgo de mis pensamientos cuando abren la ventana, mi esposo entra con su traje y una bolsa la cual deja en la cama para después quitarse la máscara.

— Te traje dulces — dice sonriendo, jalo la bolsa hacia mí mirando su interior. Chocolate, bombones y algunos caramelos.

— No creas que con unos dulces vas a hacer que me calle. — niego mirándole, él traga en seco — ¿dónde estabas y por qué llegas tan tarde?

— Eh... Mira, bonita, yo... Estaba haciendo patrulla y quizás evitando que roben a una viejita.

— ¿Enserio? ¿y qué significa esto? — pregunto. Le muestro mi iPad donde hay una cámara de vigilancia en la calle y se le ve a Peter claramente hablando con una chica. Él abre los ojos.

No soy tan loca de vigilarlo, simplemente el consejo de la ciudad me dió acceso a sus cámaras para vigilar ahora que estoy en mi embarazo, y vaya sorpresa que me encontré. Peter se queda callado.

— Me acabas de mentir, no estabas ayudando a una viejita. ¿Enserio crees que soy tonta? no me gusta que me mientas— me cruzo de brazos y me levanto de la cama.

— Mi amor, esa mujer no es lo que tú piensas.

— ¿Ah, no? ¿entonces por qué la llevaste a cenar a Italiani's, que es un restaurante caro por cierto, y le andabas sonriendo cada vez que te hablaba? Créeme que si hubiera tenido acceso a las cámaras dentro de ese restaurante, sabría de qué estaban hablando.

Me doy la vuelta dándole la espalda completamente enojada. Mierda, odio tener estos malditos cambios de humor. Peter se acerca a mí y me abraza por detrás escondiendo su rostro en mi cuello. Lo ignoro.

— Cariño, debes confiar en mí, no es nada mío ¿okey? realmente quisiera contarte qué hacía con ella pero es que no puedo porque es una sorpresa... Sabes que yo solamente te amo a tí.

— Ya me cansé de esas sorpresas que siempre hacen que nos peleemos

— En realidad, tú peleas sola, yo no. — me giro y lo miro con el ceño fruncido, me toma de las mejillas mirándome a los ojos y se aproxima más a mi rostro — si quieres puedes comprobar que no he tocado a esa chica.

Entrecierro mis ojos, huelo en el aire simplemente oliendo su perfume, sin ningún otro obstáculo que me pueda confirmar que pasó algo. Ruedo mis ojos rendida. Peter no tendría un romance o se acostaría con otra persona, no sé qué estoy pensando, este embarazo ha hecho que mi cabeza explote.

— Perdón, estoy muy exaltada por lo que estoy pasando ahora...

— Tranquila, bonita, es normal. Tendré que aguantarlo durante nueve meses.

Se ríe, aunque yo muerdo mi labio culpable, ya me estoy sintiendo como una esposa tóxica. Le doy un abrazo para calmarme, él acaricia mi cabello dejando un beso en mi cabeza. Me separo un poco y le doy un pequeño beso como disculpa, él sonríe al separarse y me vuelve a besa esta vez un poco más fuerte.

— Espera — me detengo separándome de su boca, él me mira confundido. Me siento en la cama. — siempre peleamos por mi culpa y realmente me siento mal por tratarse así...

— Cariño, no es nada, si tú estuvieras con otro chico, yo también reaccionaría así  porque eres famosa, modelo y todo eso.

— No, claro que no, tú nunca serías así de posesivo conmigo. Eres demasiado dulce y yo... Dios, soy demasiado egoísta contigo... — coloco mis manos en mi rostro

Se sienta a mi lado y toma mi mano delicadamente quitándola de mi cara para que lo mire — después de lo que pasó hace un año con tu madre, aprendí que ninguna otra chica me hará sentir lo que tú haces. Quizás... Todos se enteraron que te "engañé" y por cuestiones de política con Nick Fury no pudimos contarles lo que en verdad pasó sobre que tu mamá me tendió una trampa y eso, pero no me interesa lo que los demás digan de mí. Solo me importa lo que pienses tú. Sabes que no lo hice y que te quiero mucho como para hacerte algo tan cruel...

— ¿Qué tiene que ver eso con mis celos? — pregunto alzando una ceja algo confusa.

— Que nunca, jamás, pero jamás en la vida, volvería a tocar a otra mujer estando contigo. Tal vez después de que todo eso pasó, debilitó nuestra relación y por eso es que ahora se te hace difícil verme con una alguna conocida.

— Tienes razón...

— Solo quiero que sepas que te amo a tí, aún así seas una celosa compulsiva y no me dejes salir con otras chicas, o quieras acompañarme a todas partes, pero no importa.

Me río levemente. Debo aprender a ser menos celosa con él, después de lo que pasó con mamá, tengo que saber que él no haría ni hizo algo así. Vuelvo a unir mis labios con los suyos, esta vez más lento pero sin quitar esa pequeña chispa de pasión.

[...]

Días después

Eventos de caridad, una de las muchas reuniones a los cuales asisto en vida como empresaria y accionista. Esta vez yo no soy la que aportó dinero, fue Peter porque quiso ayudar a los perritos con discapacidad. Le encantan los animales. Yo solamente vine como compañía porque es la primera aportación que hace y no sabe mucho sobre estas cosas. Le doy otro trago a mi copa que está llena de agua ya que es lo único que puedo tomar, mirándolo hablando con otros hombres, creo que son los fundadores de la organización. Supongo que se ve feliz. Se despide de ellos y camina hacia mí.

— ¿Cómo te fue? — pregunto sonriéndole

— Ni siquiera lo sé, creo que estaban jugando conmigo porque estaban diciendo algo sobre el gobierno o algo así...

— Puedes ser muy listo pero no sabes nada sobre negocios o fundaciones, Peter — digo entre risas captando el tema de conversación que ellos habían tenido

Paso mi brazo por el suyo y caminamos entre las personas. Algunas nos felicitaron por el bebé y otras... Bueno, querían hacer negocios conmigo pero los ignoré. Esta era la noche de mi esposo y aprendí que hay veces en las que no debo comportarme como una millonaria. Nos sentamos en unos sillones para descansar un rato, los tacones de punta fina no fueron una buena opción para esta noche. Y Peter tuvo su primera entrevista para la televisión, fue algo raro, tartamudeaba mucho y estoy segura que casi se desmayaba por estar hablándole a más de 679.5 millones de personas.

Me doy cuenta que una chica rubia, de piel un poquito morena, con un vestido muy ceñido se acerca a él. Al principio pensé que era para preguntarle cosas sobre la fundación pero lo negué completamente al verla guiñarle el ojo y en ocasiones tocarlo de más. Frunzo mi ceño. No, Alaia, te prometiste a tí misma que no serías una celosa posesiva. Él sabe manejarlo. Suspiro y me tranquilizo para quedarme en mi lugar. Peter se aleja inmediatamente y regresa conmigo sentándose a mi lado.

— ¿Quién era ella? — pregunto curiosa.

— Carolina Hilton, creo, la hija de Paris Hilton. — responde sacando su teléfono

— ¿Enserio? no se ve para nada igual a la televisión...

— ¿Estás celosa?

— Admito que un poquito pero no debes preocuparte, no volveré a ser una celosa compulsiva ni posesiva contigo porque eso me hace comportarme como una esposa tóxica.

Se ríe y me da un beso en la mejilla. Nuestros amigos aparecen de un momento a otro y se sientan a nuestro alrededor.

— Creo que hicimos enojar al hijo de John Cena porque le dijimos que en su última pelea hizo trampa — nos cuenta Harry asustado. Veo al frente mirando a Frank caminando hacia acá con una expresión no muy agradable.

— Eres un tonto, Harry, ¡ahora moriremos aplastados por un jugador de lucha libre! — le grita Lyna pegándole en la cabeza

— Ve el lado bueno, hay peores formas de morir. — dice Ned.

— Oigan, ¿qué pasa? ¿por qué llegaron corriendo? — dice Betty acercándose a nosotros.

Frank se coloca a su lado mirándonos pero ve a la rubia y literal se queda pasmado. Ella le sonríe algo coqueta. Oh, creo que alguien se acaba de enamorar. Los dos se presentan y se van sin prestarnos nada de atención. Quedamos demasiado confundidos. Creo que esta vez Betty salvó a los chicos de morir. No puedo creerlo.

Y sí, así son casi todos los eventos a los cuales decidimos llevar a nuestros amigos aún así terminen siendo perseguidos o enamorados de alguien famoso.