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Era una mañana como cualquier otra en la ciudad. La gente caminaba por las calles, los pájaros cantaban, los coches tocaban el claxon… y Dog Man corría como un loco por la estación de policía.

—¡Wof, Wof!

Chief miró hacia arriba con una ceja levantada.

—¿Qué le pasa ahora?

Sarah se rió mientras sostenía una pequeña caja envuelta con un moño.

—Solo está emocionado. ¡Hoy es San Valentín!

Chief chocó los dedos como si hubiera recordado algo.

—¡Ah, cierto! El día del amor y la amistad…

Dog Man parpadeó confundido.

—¿Wof?

Sarah sonrió y se agachó para acariciar su cabeza.

—Hoy es un día especial. La gente le da regalos a las personas que quiere, como amigos, familiares… o alguien especial.

Dog Man ladeó la cabeza, como si estuviera procesando la información.

Chief asintió.

—¡Así es, muchacho! Si tienes a alguien que siempre está a tu lado, hoy es el día perfecto para demostrarle cuánto te importa.

Dog Man miró a su alrededor.

Todos en la estación de policía estaban dándose regalos. Policías con chocolates, oficiales con cartas, alguien hasta recibió un enorme oso de peluche.

Dog Man vio cómo Sarah le entregaba la pequeña caja a Chief.

—¡Feliz San Valentín, Chief!

Chief la abrió y sonrió al ver unos chocolates en forma de estrella.

—¡Ja! ¡Gracias, Sarah! Yo también tengo algo para ti.

Le entregó un paquete, y Sarah lo abrió emocionada.

Era un llavero con forma de perrito.

—¡Aw, qué lindo!

Dog Man se quedó viéndolos con la boca abierta.

¿Él también tenía que hacer eso?

¿Dar un regalo?

Sarah notó su expresión y rió.

—¡Tú también puedes darle un regalo a alguien!

Chief asintió.

—¡Sí, a la persona que siempre está a tu lado!

Dog Man se quedó pensando.

—Mmm…

¿A quién le daría un regalo?

Sarah y Chief esperaban su respuesta, pero Dog Man no dijo nada. Solo se quedó pensando… y luego, de repente, su cara se iluminó.

—¡Wof, Wof!

Ya sabía a quién darle un regalo.

Petey.

El villano.

…El tipo que siempre trataba de hacer caos, pero últimamente se la pasaba con él y con Li’l Petey.

Sí, tenía sentido.

Sarah sonrió, sin saber en qué estaba pensando Dog Man.

—¡Bien! Entonces ve y dale algo bonito.

Dog Man asintió con emoción y salió corriendo de la estación.

Chief suspiró.

—Espero que no le dé una piedra a alguien.

Sarah rió.

—¡Seguro se le ocurre algo bueno!

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Mientras tanto, en la guarida de Petey…

Petey estaba acostado en su sofá, con los brazos cruzados detrás de la cabeza.

Li’l Petey dibujaba en el suelo, tarareando

—¡Hoy es San Valentín!

Petey bufó.

—Bah, solo es otro día normal.

Li’l Petey levantó la cabeza.

—¡Pero es un día para demostrarle cariño a las personas importantes!

Petey rodó los ojos.

—Sí, claro. Como si yo tuviera a alguien especial.

Li’l Petey sonrió.

—¡Tienes a Dog Man!

Petey se quedó congelado.

—¡¿Qué?!

Li’l Petey asintió feliz.

—¡Sí! ¡Él siempre viene a vernos, juega conmigo, te ayuda, y además, a veces los veo mirándose raro!

Petey se levantó de golpe.

—¡Oye! ¡Eso último no es cierto!

Li’l Petey se rió.

—¡Claro que sí!

Petey bufó y se cruzó de brazos.

—Bah, como si Dog Man fuera a hacer algo por San Valentín.

—¡Wof Wof!

Petey se giró y vio a Dog Man en la ventana, con un gran regalo color blanco con cita roja.

—…

—…

—…

Petey parpadeó.

—¿QUÉ?!

Dog Man saltó adentro con emoción y le entregó el regalo.

Petey lo tomó, confundido.

—¿Qué es esto?

Dog Man movió la cola.

Li’l Petey soltó un grito emocionado.

—¡Sabía que Dog Man haría algo!

Petey miró la caja con desconfianza.

—… ¿Esto explota?

Dog Man negó con la cabeza.

—¡Wof Wof Wof Wof! / ¡Es para ti! ¡Por San Valentín!

Petey se quedó en silencio.

Dog Man… le había dado un regalo.

A él.

Al villano.

…Y nadie jamás le había dado un regalo en San Valentín.

Li’l Petey brincaba de emoción.

—¡Ábrelo, papá!

Petey susurró.

—… ¿Por qué hiciste esto?

Dog Man lo miró con ojos brillantes.

—¡Wof Wof Wof Wof Wof! / ¡Porque siempre estás a mi lado!

Petey sintió algo raro en su pecho.

Algo cálido.

Algo… lindo.

Y por primera vez en mucho tiempo, sintió que alguien realmente se preocupaba por él.

Respiró hondo y abrió el regalo.

Era una bufanda roja con dibujos de gatitos blancos.

Petey se quedó mirándola.

Dog Man movió la cola de emoción.

Li’l Petey se rió.

—¡Papá, te queda perfecta!

Petey seguía en shock.

Nadie nunca le había dado algo así.

Algo tan… especial.

Petey tomó la bufanda y la apretó un poco.

Miró a Dog Man, que lo veía con emoción.

Y sin darse cuenta, su corazón latió más rápido.

Petey desvió la mirada, sonrojado.

—… Eres un idiota.

Dog Man sonrió.

—¡Wof, Wof!

Li’l Petey aplaudió.

—¡Papá está feliz!

Petey bufó.

—¡No estoy feliz!

Li’l Petey siguió riendo.

Dog Man se acercó un poco.

—¿Wof Wof? / ¿Te gustó?

Petey lo miró y sintió que el calor en su pecho aumentaba.

Sí, le había gustado.

Pero nunca lo admitiría.

Se giró, dándole la espalda.

—… Es aceptable.

Dog Man sonrió ampliamente.

Li’l Petey se rió más.

—¡Papá está enamorado!

Petey se puso rojo como un tomate.

—¡No digas eso!

Y así, el día de San Valentín se convirtió en un recuerdo especial para Petey… aunque nunca lo admitiría en voz alta.

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Habían pasado unas horas desde que Dog Man le dio el regalo a Petey.

La guarida estaba más tranquila ahora. Li’l Petey jugaba con sus peluches, Dog Man descansaba en el sofá y Petey, aunque lo negaba, no se había quitado la bufanda que le regaló Dog Man.

Cada vez que Dog Man lo miraba, movía la cola con felicidad.

Petey intentaba ignorarlo, pero por dentro… sentía algo raro.

Algo cálido. Algo que no había sentido en mucho tiempo.

¿Era felicidad? ¿O acaso… algo más?

Suspiró y miró de reojo a Dog Man.

Dog Man se veía relajado, feliz. Como si lo único que importara fuera estar ahí.

Petey sintió su corazón latir más rápido.

Ese tonto perro… ¿por qué tenía que hacerle sentir así?

Li’l Petey se levantó y los miró con una gran sonrisa.

—¡Este fue el mejor San Valentín de todos!

Petey bufó.

—Ni siquiera hiciste nada especial.

Li’l Petey se rió.

—¡Claro que sí! ¡Aprendí que el amor es lindo y que tú y Dog Man son novios ahora!

Petey se atragantó.

—¡¡¡QUÉEEEEEEE!!!

Dog Man soltó un ladrido de sorpresa y su cara se puso roja.

—¡¿Wof?!

Li’l Petey siguió riéndose.

—¡Es obvio! Dog Man te dio un regalo, tú no te quitaste la bufanda, y además, ¡se miran con ojos raros!

Petey se levantó de golpe.

—¡NO NOS MIRAMOS CON OJOS RAROS!

Dog Man desvió la mirada, nervioso.

—…Wof…

Li’l Petey siguió riéndose.

Petey resopló y cruzó los brazos.

—No sé de qué hablas.

Pero en ese momento, Dog Man se le acercó un poco y le lamió la mejilla.

Petey se quedó congelado.

Li’l Petey gritó emocionado.

—¡BESO PERRUNO!

Dog Man movió la cola con una sonrisa.

Petey parpadeó lentamente.

Su cara estaba roja. MUY roja.

Se quedó en silencio unos segundos… y luego, muy bajito, susurró:

—… Tonto.

Dog Man se rió bajito.

Por alguna razón, Petey no se molestó.

Tal vez… solo tal vez… este San Valentín no había sido tan malo.

Tal vez… incluso había sido especial.

…Aunque nunca lo admitiría en voz alta.

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PERO JUSTO CUANDO TODO IBA BIEN…

—¡¡¡DOG MAAAAAAN!!!

La puerta de la guarida se abrió de golpe.

Sarah y Chief entraron como locos.

—¡¿QUÉ DEMONIOS ESTÁ PASANDO AQUÍ?!

Dog Man estaba paralizado con mucho miedo y no se podía mover.

Petey puso los ojos en blanco.

—Genial, llegaron los aguafiestas.

Sarah señaló a Dog Man.

—¡NOS ENTERAMOS DE TODO! ¡LE DISTE UN REGALO A PETEY!

Chief se agarró la cabeza.

—¡¡¿EN QUÉ ESTABAS PENSANDO, MUCHACHO?!!

Dog Man miró a los lados, nervioso.

—¡Guau, guau!

Petey suspiró.

—Ugh… ¿y qué si me dio un regalo? ¿Cuál es el problema?

Sarah abrió la boca como si no pudiera creerlo.

—¡EL PROBLEMA ES QUE ERES UN VILLANO!

Chief asintió frenéticamente.

—¡Y DOG MAN ES UN POLICÍA! ¡ESTO NO TIENE SENTIDO!

Li’l Petey levantó la mano.

—¡Pero se quieren mucho!

Sarah y Chief se quedaron en silencio.

Miraron a Dog Man… luego a Petey… y luego a la bufanda.

Chief se frotó la cara.

—No puedo con esto…

Sarah suspiró y miró a Dog Man.

—¿Realmente querías hacer esto?

Dog Man asintió con emoción.

Sarah lo miró por unos segundos y luego sonrió.

—Bueno… supongo que si te hace feliz, no hay problema.

Chief casi se cae.

—¡¿QUÉEEEE?!

Sarah se encogió de hombros.

—¡Mira su cara! Está feliz.

Chief masculló algo y luego suspiró, rindiéndose.

—Ugh… bueno, está bien… pero si Petey hace algo sospechoso, ¡nos enteraremos!

Petey se burló.

—Sí, sí, lo que digas, abuelo.

Chief gruñó.

Dog Man saltó de felicidad y abrazó a Petey de golpe.

—¡Guau, guau!

Petey se quedó rígido… pero luego, sin darse cuenta, le dio unas palmadas en la espalda.

—Ugh… qué fastidio.

Sarah sonrió.

Li’l Petey brincó emocionado.

—¡Este fue el mejor San Valentín!

Dog Man asintió con la cola moviéndose rápido.

Petey resopló, pero una pequeña sonrisa apareció en su rostro.

Sí, definitivamente había sido un San Valentín inolvidable.

Y aunque Petey jamás lo admitiría…

…Fue el mejor San Valentín de su vida.

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HOLA MIS HOMOSEXUALES DE CORAZÓN

Como está? Espero que bien

FELIZ DÍA DE SAN VALENTÍN

(Ya pasó como tres días pero no me importa uwu)

Hice el especial de San Valentín de Dog man x Petey :D

Antes de que me vaya quiero decirles algo.........

En serio...

MUCHAS GRACIAS POR TODO SU APOYO

Un simple gracias no recompensa todo el apoyo que me han dado en verdad Muchísimas gracias 😭💕

Prometo que voy a actualizar seguido

Nada que ver pero este especial lo iba a publicar ayer pero en mi cerro se fue el internet 😔

a y otra cosa este especial de día de San Valentín no tiene ninguna conexión con muy malo para el amor xd

Bueno eso es todo (muchas gracias otra vez)

Bye los amó 🧡💙