KISUGI' S POV

Estaba con Izawa en mi habitación. Estábamos agotados luego de trabajar en nuestro proyecto para nuestra exposición. De repente, mamá entró a mi habitación con el celular en la mano.

─Teppei, hijo, tengo buenas noticias.

─¿Qué pasa, mami?─ mis ojos se abrieron como dos platos gigantes.

─Tu padre volverá a Japón la semana que viene...

Ahí me pregunté si realmente tenía bien los oídos. ¿Escuché bien? ¿Mi papá volverá a Japón? ¿Después de tres largos años volveré a ver a mi papi? ¿Esto es un sueño?

─¿E- enserio?─ la sorpresa era tal que no me la podía creer.

─Así es─ dijo con una sonrisa de oreja a oreja─. Él quiere hablar contigo ahora mismo─ me dio el celular─. Vas a ver que es verdad lo que estoy diciendo...─ se fue de la habitación para dejarme a solas con papá e Izawa.

─¡Hola, papi! ¿Es verdad que vas a volver a Japón en una semana?

─Así es, Teppei. Pude trabajar bien estos tres años que estuve fuera y conseguí mucho dinero para ustedes. No podrás creer la cantidad de dinero que pude conseguir...

─¿Cuánto?

─Cien millones de yenes...

─¡¿QUÉEEEEEEEEEEEEEEE?!─ grité tan fuerte que creo que dejé sordo a papá, jeje.

─No grites tan fuerte, hijito. Es verdad, en donde trabajé te pagan muy bien y además de que logré conseguir noventa millones de yenes en una lotería. Con todo ese dinero prometo hacerlos muy felices a ti, a Mei y a Ritsuko.

─Ya quiero que llegue ese día, papá. He esperado tres años por este momento. No podré dormir esta noche por esta noticia─ realmente estaba muy feliz por esto.

─Y fuera de tema, quiero saber cómo te está yendo en el colegio, si conseguiste alguna noviecita...

Me sonrojé.

─No, papá. No tengo novia aun, y no voy a tener tampoco.

─¿Por qué?

─Porque ya tengo novio...

─¡¿Enserio?! ¿Quién es?

─Es Izawa, papá. Yo ya te había dicho que gustaba de él desde siempre.

─Felicidades, campeón, y felicidades también por conseguir el tri- campeonato. ¡Eres campeón de Japón! Estoy orgulloso de ti, Teppei. Nunca dejes de enorgullecerme. Te tengo que dejar, tengo que ir preparando todo para la mudanza. Que tengas buenas noches─ cortó.

Lo siguiente que hice fue agacharme en el piso y llorar de felicidad. Izawa se acercó a mí y me abrazó por atrás.

─Estoy muy feliz por ti, Kisugi─ dijo, y me besó el cuello.

─Izawa, quiero que te quedes a dormir esta noche. Solo tú puedes hacer que me duerma.

─Con gusto, mi bebé, primero tengo que avisarle a Minami para que no me prepare la cena─ saca su celular y empieza a hablar con Minami.

Yo tengo la cabeza sumergida en un montón de pensamientos felices. Esperé tanto tiempo para ver a mi papá en la vida real, abrazarlo, sentir sus brazos cubriéndome, protegiéndome, y diciéndome: "Me haces muy feliz, campeón". Todas las lágrimas que lloré hasta el día de hoy, todas las veces que tuve que escuchar llorar a mamá y a Mei, todo por este momento...

Ha pasado una semana desde la mejor noticia de mi vida. Han pasado un montón de cosas desde entonces: Mei conoció a una niña nueva en la escuela, Kohana, se llama. Es la primera vez que veo a Mei hablando con alguien de su edad. Ha cambiado mucho estos tres años. También recibí otra gran noticia: finalmente supimos que Misaki está en Alemania junto con Wakabayashi. Y todo esto de que papá volverá mañana en la noche no me dejó dormir ¡nada! Estoy deseando dormir ¡YA!

Hoy por fin es el día. Los padres de Izawa y Minami nos llevaron hasta el aeropuerto en su auto. Estaba atardeciendo, era un hermoso espectáculo. Antes de que papá venga, vamos a comer algo en un restaurante que hay en el aeropuerto. Aproveché los treinta minutos que quedaban para dormir una siesta, porque no podía dormir en todo el día.

Ya faltan pocos minutos para que el avión de papá llegue. Tengo ganas de orinar, pero no puedo moverme del lugar en donde los estamos esperando. ¿Qué tal si voy al baño y justo aparece él? ¡No! Tengo que quedarme aquí a esperarlo...

Cuando aterrizó el avión, todas las personas que venían en él venían por una puerta. Es ahora cuando lo veo: nos busca con la mirada entre toda la gente. Mis ojos se llenan de lágrimas.

─¡PAPÁ!

El nos ve y corre hacia nosotros. Sentí que el tiempo se detuvo, cuando nos abrazamos. Mis lágrimas mojaron su ropa, pero no nos importó. Lo único que nos importó fue que estábamos juntos de una vez por todas.

Mei y mamá se unieron al abrazo. Izawa, Minami y sus padres observaban con felicidad cómo la familia se había unido de una vez por todas.