• CAPÍTULO FINAL •
Te recomiendo escuchar " This is us Colliding" de Talos mientras lees este capítulo.
Sinceramente, muchas gracias por haber llegado hasta aquí.
El silencio siempre le había resultado desconocido a Taehyung. Kima siempre había sido muy ruidoso, su linaje siendo marcandose por el llamativo bullicio a la hora de la jocosidad, la ofuscación o las lamentaciones. De pequeño habría creído que su clan había estado regido por el océano y aunque habían días en que el mar se mostraba más apacible y menos bravío que en otros momentos, este era incesante. Jamás dando tregua al descanso de las olas.
Rompiente. Sin descanso.
Aquello podría haberle aturdido y desesperado por la tranquilidad alejado del frío marino. No obstante, se había acostumbrado tanto a ello que por el contrario a exasperarle, hallaba un alivio desconcertante en el sonido del mar.
Por ello y cuando todo a su alrededor se había tornado ensordecedor y la humedad de la lluvia había salpicado sobre sus mejillas, colandose y mezclado con la salinidad tibia de sus lágrimas. Se había encontrado totalmente confundido.
Quizá un poco perdido, por el temor abrumador que le había entumecido.
— ¡Jungkook! — gritó con la voz gastada rompiendo el silencio que le había vuelto inmóvil, consciente de que el cuerpo del omega había hundido en medio del mar y en su intento por desviar el arma que había apuntado hacia su cachorro.
— Taehyung — su amigo había pronunciado su nombre, quizá desconociendo lo que había acontecido y en una preocupación sincera por su estado. Su cuerpo y rostro siendo la evidencia de cuánto había luchado para que nadie lastimase a su cachorro.
No obstante, su atención ahora estaba dirigida a la figura que había desaparecido a orillas del barranco y que el alfa había oído caer al agua.
— ¡Salvalo Chanyeol! — la demoledora petición había quedado en el aire durante frágiles segundos, en lo que el otro alfa había conseguido entender a qué refería. Quitando sus pantalones y las prendas que le cubrían el torso, consiente de que el peso del agua sobre ellas, volverían lenta su capacidad entre del mar.
El fuerte oleaje rompiendo contra las rocas. Taehyung imploraba porque el Omega hubiese caído lejos de ellas.
— Oh Diosa Luna, t-te lo suplico — sus piernas débiles cayendo, golpeando sus rodillas sobre la tierra agrietada. Frustrado por el como su cuerpo le mantenía imposibilitado, incluso de acercarse a la orilla y ver si su omega había asomado entre el mar.
Su Jazmín. Su precioso y amado jazmín.
— Yoongi, espérame abajo en la orilla — Chanyeol pidió al alfa quien había asentido, para luego decir con rapidez antes de lanzarse al mar — No voy a volver sin él.
La frase había intentando atar a Taehyung, buscando resguardarse en ella en medio de la angustia que percibía.
La imagen de los lobos a los que Jungkook había quitado la vida, decorando el paisaje de forma sangrienta. Así como la figura de su padre Seokjin, aún tirada en medio de la lluvia.
— Mi padre. Ve a ver a mi padre — el alfa pidió a Namjoon, quien había asentido mientras sus ojos habían detenido en el cachorro y nuevamente observado a Taehyung — No necesito que digas nada, solo entrégame a mi hijo — a pesar de lo lastimado que se sentía, su lobo olisqueó a Orión y empujó con su aroma a que el otro alfa. En lo que había estirado sus brazos para recibir a su cachorro — Hijo m-mío, ya estás con papá.
Si nariz aspiró con complacencia la calidez del aroma de su cachorro, Orión pareciendo darse allí nuevamente la distancia que había mantenido con su padre, lo que le había hecho repasar su propia nariz por sobre la mejilla de Taehyung. Abriendo su boquita de vez en cuando, como si intentase percibir con mayor detalle la presencia del alfa.
Namjoon sostuvo el cuerpo aún en forma animal de su padre, este debiendo haber utilizado tanta fuerza que no fue capaz de volver a su estado natural. Y el alfa mas joven deseó tanto hallar calma, cuando le había visto notoriamente respirar. No obstante, el pesar que en aquel momento significaba la posibilidad de perder a Jungkook, tan solo le permitió aferrarse más al cuerpo de su cachorro.
— Papá va a estar bien. Papá regresará con nosotros — creyó en ello intentando ponerse de pie y acercarse a orilla del barranco, sin embargo el intenso dolor que sentía y punzaba en sus piernas, hizo que ello fuese imposible. Sollozando con frustración mientras la lluvia no dejaba de mojarle la piel desnuda.
Todo lo que sentía. Lo detestaba.
Orión balbuceó en un intento que el alfa creyó le llamó para buscar su atención, por lo que se detuvo a mirarle mientras presionaba sus labios con fuerza para no dejarse vencer por el llanto.
Sus ojos bicolor brillaron y parpadearon para él, en lo que al mismo fruncía si nariz ante las diminutas gotas que le golpeaban el rostro.
Su hijo había sido el centro para él y el omega desde que había sabido de su existencia, no pudiendo ser de otra manera cuando su presencia era el resultado del afecto devoto por Jungkook. Quién había sido el motor principal que le mantuvo con vida y pudo traerle de regreso a su lado.
Y se sintió devastado cuando le golpeó la verdad de que aquello le mantendría con vida también a él, incluso si el omega no pudiese regresar está vez. Marcando la realidad de cuánto podía amar a su cachorro, sacrificando su propio dolor si ello significaba no dejarle solo y acompañar su vida.
Mantenerse allí. Verle crecer. Verle volverse un obstinado adolescente. Enamorado por primera vez. Siguiendo sus sueños. Continuando su vida.
Sin Jungkook.
Sin su omega.
Sin su amado Jazmín.
— Perdón por no poder evitarlo — una manta le cubrió desde los hombros al mismo tiempo que la reconocible voz del joven alfa, asomaba a su lado. Observando como el arma que había dado justo en el pecho de Yong, era sostenida por el pelirrojo — ¿Usted cree le he quitado la vida? — Hoseok había preguntado, no obstante, no había tenido intención de escuchar alguna respuesta — Yo espero que si.
El cabello del mas joven permaneciendo húmedo por la lluvia y pegado sobre su rostro, corto y aún difícil de reconocer del todo con aquella imagen. Su mirada clavada en el horizonte del oceano, luciendo vacía y como si buscase algo allí que difícilmente hallaría.
— Nunca me he sentido de esta forma alfa Kima, es como si no me reconociera. Pero no me arrepiento, atravesaría sin dudar el pecho de ese alfa una y otra vez.
Taehyung lo entendía. Pues no podía tomar distancia del dolor que Hoseok sentía y que seguramente le había hecho tomar la venganza a sus manos, aún si ello era claro no le devolvería jamás la vida de su hermano.
— Puedo ayudarle a bajar si lo desea — el pelirrojo añadió al verle intentar nuevamente ponerse de pie, mientras que había procurado cubrir con la tela a su cachorro y protegerle de la lluvia — El omega Jungkook ha sido muy valiente. Él no ha dudado enfrentarse a ese alfa, aún cuando a mí me han temblado las manos antes de hacerlo.
— Ha pensado en proteger a Orión — también a mi. También a su gente. Al alfa le dolió pensar en ello y en como la vida de Jungkook transitaba en el limbo de ya no pertenecer a allí. No pudiendo obviar el como su estómago se apretaba ante el miedo de que su omega no regresase.
Qué el océano que tanto había adorado y respetado desde que era un cachorro, le hubiese arropado y dormido para siempre. Y peor aún, lo hubiese llevado consigo.
Sus pies habían dolido apenas pisó la roca, nunca había acostumbrado como Jongin a transitar entre el roquerío con la piel desnuda. El temor creciendo turbulento y haciéndole sentir mareado cuando dió cuenta allí no había playa y el oleaje rompía contra la orilla rocosa y de difícil acceso.
— Regresa a nuestro lado. Regresa conmigo a-amor mío — pronunció como una plegaria, mientras divisaba la cabellera del alfa Min a lo lejos y los alfas de Jung acompañándole a un costado.
La distancia y las olas impasibles no permitiendo hallar la imagen de Chanyeol en el agua. No tampoco la de su omega.
Su abrazo acercó por instinto a Orión más cerca suyo.
— Vamos hacia donde el alfa Min — Hoseok pareció dar cuenta de su perplejidad, por lo que había animado a avanzar un poco más, dejándole apoyar sobre él.
El peliplata podía señalar que sentía cada uno de sus huesos y el palito de su corazón esordecer el ruido de las olas.
Cada cosa allí dolía.
Cada paso que daba le acercaba a la incierta verdad y aunque aquello le aterraba. Entre sus brazos sostenía a quien le mantenía a pie, dando cara aunque por dentro estuviese desmoronándose.
— Alfa Hoseok — un integrante del clan Jung se había dirigido a él cuando se habían acercado, pendientes de todo y alertas ante la situación. Conscientes también de que su ayuda no podía involucrar el mar y las desventajas que ellos sufrirían si decidiesen lanzarse al océano.
— Vayan por ropa seca — su voz escuchándose en un tono gentil llamativamente contradictorio a la orden que estaba dando — Van a necesitar entrar en calor cuando salgan del agua.
— De inmediato alfa Jung.
— Gracias — la determinación de las palabras de Hoseok habían hecho remolino en el interior de Taehyung, intentando cubrirse de aquella confianza que el más joven estaba proyectando. Desconociendo si ello era para mantenerle tranquilo, algo que un buen líder haría siempre y aún cuando el escenario se mostrase adverso.
Presionó sus labios entre si procurando controlar el como sus dientes comenzaban a castañear debido al frío, la adrenalina anteriormente liberada no habiéndole permitido darse cuenta de ello hasta aquel momento. En el que a su vez dejaba un superficial beso sobre la frente de su cachorro.
¿Y si no regresaba?
¿Y si Chanyeol tampoco lo hacía?
Había instalado a su amigo en aquella situación sin pensarlo y dónde este tampoco había dudado en la desesperación por ayudarle y sacar a Jungkook rápidamente del agua.
No obstante, el tiempo que pasaba no colaboraba a que su cuerpo mantuviesen la calma y este comenzaba a provocar que los brazos y piernas le temblaran.
— Confía Taehyung — el alfa de cabello rubio habló a su lado — No pido que no tengas miedo, pero sostente de la esperanza. Chanyeol regresará con tu omega con vida.
Asintió con la garganta seca y el rostro húmedo. Las lágrimas contenidas negándose a caer y rendirse al temor de que lo que menos deseaba pudiese suceder.
Jungkook estaba lastimado, apenas podía enfrentar el agua y sumergirse en ella había sido una proesa la última vez que le vió en el mar. Difícilmente podría dar batalla al oleaje tormentoso que había, por lo que solo podía confiar en las habilidades que Chanyeol tenía desde niño.
Su amigo era el mejor en ello. Él podía lograrlo y salir de allí.
— Por favor Diosa Luna. Por favor sagrado mar, no te lo lleves contigo — la voz le estremeció en un ruego que parecía haber sido escuchado, cuando Yoongi había exclamado a su lado.
— Es Chanyeol — el alfa había apuntado a un costado del roquerío, lejano a donde el alfa había lanzado momentos antes. Las olas debiendo haberle alejado con la fuerza y empujado un poco más allá del sitio por dónde había partido.
La visión de Taehyung de inmediato fue borrosa, apenas y cuando identificó como el alfa cargaba consigo el cuerpo del pelinegro.
— Sostente de mi Taehyung — Yoongi dijo colando uno de sus brazos bajo su cintura, mientras el alfa Jung bajaba a mayor velocidad para ser de utilidad.
El corazón le asaltaba, tan fuerte que fue distante la sensación de la lluvia que aún caía. Sus ojos solo estando atento a lograr ver alguna reacción del omega, el que había sido tendido sobre las rocas y yacía evidentemente inconsciente.
Tan frágil. Tan pálido y luciendo tan distante, que el alfa dudaba que aún se encontrase allí.
El silencio de todos allí queriendo devastarle, entregando su cachorro a brazos del alfa Min y para acercarse hasta el cuerpo de Jungkook. Arrodillándose allí y alcanzando una de sus manos hasta presionarla con la suya y llevarla hasta su propio rostro. Mientras con la otra acariciaba temblorosamente el costado de la mejilla del omega, sintiendo su piel tan fría que le hizo sollozar y posar sus labios sobre ella.
— M-Mi Jazmín.
❀
Acomodó sobre la cama el la jardinera de pantaloncito corto y un delgado sweater. Si bien el día era apropiado para salir y aún estando ya atardeciendo, la brisa del mar les haría sentir de su presencia. No pudiendo permitir el riesgo a agarrar algún resfriado.
El cambio notorio de clima, tan diferente al ambiente seco de Min, provocaría con facilidad que el cachorro enfermase. A Taehyung extrañaba aún que este no lo hubiese hecho, no obstante, le habían mantenido encerrado desde que habían instalado allí, Donghae encargándose de mantener la casona con cuidado temperatura. Cuidado único que solo un cachorro podría traer consigo y que el beta entregaría con gusto más si trataba de su mimado hijo.
Aquellos días sin la presencia del omega siendo complejos para todos. Sobre todo para Orión, quien había extrañado la alimentación diaria y el apego con su padre, debiendo suplir aquello con una formula que había recibido con bastante desacuerdo.
Y si bien le había dolido ver a su cachorro así, entendía que resultaba la mejor solución para que este mantuviese su correcta alimentación.
— Si estás demorando mucho Taehyung — la voz de la omega asomó por el marco de la puerta, no pudiendo evitar ingresar al cuarto cuando su cachorro había emitido una carcajada al verla asomar repentinamente por allí. Su cabello habiendo tomado el largo suficiente para poder hacer unas pequeñas trencitas al costado de su cabeza — Sigue sonriéndome así y te daré lo que me pidas cachorro — la peliplata se acercó a él picando con suavidad con sus dedos por encima de sus costillas y sobre su cuello, apenas rozandole cuando este había vuelto a reír.
— Esto no es precisamente algo que colabore conmigo para ser más rápido — el peliplata se quejó sin dejar de luchar con la vestimenta, intentando acomodar las prendas en el cuerpo aún maleable de su bebé que poca atención prestaba en ese momento a él.
— Eres un aburrido. Si ¿cierto que lo es? — la actitud lúdica de la omega con su hijo le hizo obviar debatirle, agradeciendo el afecto demostrado a su cachorro y que en realidad todos en su clan habían manifestado hacia él apenas había presentado.
Taehyung no pudo negar que fue doloroso y que las condiciones en las que lo había hecho nunca las hubiese creído. Herido y vulnerable, siendo ayudado por alguien más para mantenerse en pie.
— No creo que Jungkook apruebe esto, le has puesto la jardinera al revés — Hana rió a su lado, moviendo sus manos hasta desabotonar la ropa recién puesta de su cachorro — Déjame ayudarte — el peliplata tan solo se dejó hacer ante la propuesta, siendo una petición que había oído durante algunos días y que aún intentaba acostumbrar a hacer.
Su cuerpo apenas recuperándose, sintiéndose fatigado y durmiendo solo lo prudente, consciente de que su cachorro no esperaría por qué volviese a estar bien.
— Gracias — y si bien la Omega le había mirado por un instante y para luego sonreír y continuar enfocada en el cachorro, Taehyung comprendía lo que aquel gesto había significado. Habiéndolo guardado para si misma y quizá, no deseando decir algo que humillase a su lobo por el cariño y respeto hacia este que ella tenía.
— El alfa Jung — la omega repentinamente añadió, con un tinte en la voz que luchaba por escucharse desinteresada — ¿Has sabido de él?
Taehyung a su pesar negó. Ignorando el como el aroma de Hana se había vuelto pesado, en lo que ella tal vez no había dado cuenta.
La noticia había corrido más rápido de lo esperado, Hoseok había asesinado al alfa Yong, de ello se habían enterado cada uno de los clanes dentro del Estado. Su orden de arresto era inminente, aún cuando los crímenes cometidos por el otro alfa habían salido a la luz.
— Alfa tonto — fue todo lo que dijo la omega ante su vacía respuesta, mas Taehyung sabía cuánto dolía en ella, que el alfa hubiese desaparecido sin dar informe de su paradero. Incluso cuando no la había visto en un gesto muy claro de su obstinación, no llorar siquiera una vez.
Y si bien era aún poco lo que el peliplata podía hacer por Jung desde su estado aún en recuperación, se encargaría de que las investigaciones lograsen absolver la situación complicada en la que se hallaba.
No era justo. Y el alfa no permitiría que la injusticia llevase el triunfo nuevamente.
— Orión ya puede mantenerse correctamente de pie — Hana había señalado con sorpresa cuando había erguido cachorro para abotonar su vestimenta y este había puesto firmeza en sus piececito hasta hace un tiempo aún tambaleantes. Sus ya casi nueve meses mostrando confianza y ya aprendiendo a tener sus primeras hazañas al caminar.
— Por supuesto que lo hace — Taehyung dijo con evidente orgullo, apreciando el como su hijo llevaba una mano a su boca y la dejaba completamente húmeda mientras reía a la omega — Tienes a este cachorro a tus pies — el alfa añadió a la vez que tiraba la ropa sucia a una pequeña canasta instalada en la habitación. Conocedor de cuan difícil era para Orión sentir confianza y lo arisco que se ponía si alguien más le tomaba en brazos.
— Claro, esa es mi especialidad — ella respondió guiñando uno de sus ojos lo que le había hecho reír — Ya está listo señor, Hyejin ha de estar esperandote impaciente — la omega tomó al cachorro en sus brazos y dejando un pequeño beso bajo su nuca — Los bebés huelen tan bien que hasta me dan ganas de tener uno propio — caminó con Orión hasta alzarlo nuevamente y entregarlo a su padre — Solo debo recordar que no será lo único a lo que olerá para que se me pase.
El alfa recibió al cachorro acomodandolo a uno de los costados de su cintura y desde donde este se había acomodado, colgándose de él y ubicando sus manos pequeñas sobre su ropa.
— He escuchado que el alfa Min ha sido tío esta mañana ¿eso es cierto?
— Es así — Taehyung respondió sin titubear, habiéndose enterado de ello apenas había ocurrido por la llamada efusiva y emocionada de Jimin. Este expresando en detalle el nacimiento de la pequeña cachorra, con su peso y salud apropiada.
Su sobrina.
Su sangre.
Sus rasgos Kima habiéndose segun lo comentado por el omega, escondido en la piel blanquecina del linaje Min. No obstante, dentro del azul de sus ojos el omega había manifestado la incidencia de la genética de Jongin.
— Desconocía su hermano tuviese pareja. Aunque si no fuese así, me alegro por él si tomó la decisión de ser padre sin un alfa a su lado. A veces son muy molestos ¿sabes? — Taehyung negó riendo, deteniendo por un momento para mirarla.
— Hana — la llamó por su nombre.
— ¿Qué?
— También soy un alfa.
Ella subió y bajó sus hombros, para luego golpetear su espalda y salir de allí — Lo sé. Debería conocer al hermano del alfa Min, compartir con un Omega así ha de ser agradable.
Taehyung volvió a reír mirandola desaparecer por el corredor, para luego desviar su vista hacia su cachorro.
Lo cierto es que no sabía nada de Jongin, desconociendo incluso si este sabría que habría sido padre. No obstante, la noticia del alumbramiento de Taemin se había sabido con tal rapidez, que el alfa estaba seguro su hermano ya debía estar al tanto del acontecimiento.
— Lo tendremos por aquí pronto —
me voy a encargar de que así sea, pensó en silencio mientras veía sonreír a Orión con sus diminutos dos pares de dientes asomando — Somos familia.
La palabra aletargandose un poco en su lengua. Consiente del peso que acarreaba esa palabra sobre todo en aquel momento. Todo sintiéndose tan extraño y nuevo de aprender, que le fue inevitable sentirse lejano al término salvo solo por los ojitos de su cachorro y que ahora le miraban.
¿Sería todo tan fácil de olvidar?
El alfa lo consideró imposible.
Su padre Seokjin se hallaba sumido en el dolor, dejándose acompañar solo por momentos. Aún lamentándose la traición que Namjoon había cometido y que le había hecho entregarse a la justicia del Estado, cuando los crímenes que Yong había dirigido habían salido a la luz. Ello sumado al desconocimiento de dónde Jongin se hallaría, le mantenían distante y como si una parte suya ya no estuviese acompañándoles.
No podía culpar el sentimiento, cuánto todos allí de alguna forma habían Sido marcados para siempre por los vestigios de la ambición y la ignorancia que había corroido dentro del Estado y en cada uno de los clanes.
¿Marcaría ello también a su cachorro? La herencia del dolor quizá sería inevitable, mas el alfa procuraría dar una buena vida a su hijo, recordándole siempre quien era y dónde pertenecía.
— Si que han tardado ustedes — Donghae señaló moviéndose con agilidad, abriendo y cerrando cajones dentro de la cocina — Ya pronto la comida estará lista, así que es el momento de salir si no al regreso ya nos habremos comido todo — Taehyung sonrió, buscando con su mirada y hallando la imagen de su padre sentado junto a la ventana.
— Está afuera jugando con marea — Seokjin respondió despacio, estirando sus manos hacia él en un gesto que el alfa comprendió de inmediato — Ven aquí cachorro.
Su hijo volteando a ver a su padre inclinándose y pidiendo caminar hasta él . Una de sus manos estirando para acariciarle y de paso tomar uno de los mechones de su cabello. Ello le había hecho girarse y salir de allí hacia la puerta que daba al jardín, sintiendo como aquel aroma suave asomaba y le espolvoreaba el rostro.
Jazmín.
Dulce y encantador Jazmín.
Su figura sentada sobre el cesped y con las piernas cruzadas, llevando un pantaloncillo ceñido a su cintura color café y una blusa lo suficientemente delgada para el día de calor que había acontecido. Con sus pies descalzos y tocando la hierba, sonriendo mientras jugaba con los pequeños gatitos que se hallaban tumbados sobre Marea.
El alfa caminó a su alrededor, no obstante el omega apenas había dado cuanta de su presencia ensimismado en el momento. No había sido así hasta que el peliplata había agachado detrás suyo y abrazado desde la espalda, sonriéndole dar un pequeño respingo hasta que había reconocido de seguro su aroma.
— ¿Te he asustado? — preguntó al mismo tiempo que rozaba su nariz por detrás de su oreja y lo presionaba más cerca suyo. Cómo si lo quisiese así de próximo a él por el resto de su vida. Con el juramento silencioso de nunca más considerar siquiera la idea de poder perderle.
Aquel día sintiendo la desesperación de no verlo reaccionar una vez había salido del agua. La salinidad de su piel haciendo escoser sus propias heridas cuando había aferrado a él, percibiendole frío e indefenso.
Aquella inconsciencia manteniéndose durante cinco noches continuas en las que el alfa no había podido dormir bien, el golpe al ingresar al agua habiendo sido tan fuerte que Taehyung temía cuánto ello podría haber dañado su cabeza. Agradeciendo cuando este le había nombrado apenas había abierto nuevamente sus ojos.
— Alfa mío. Estás aquí — su garganta gastada ocasionando su voz saliese de allí rasposa y cansada. El agotamiento cargándose allí en su expresión fatigada, moviendo su mano diestra hasta tocarle sobre su rostro — Orión — el nombre de su cachorro pronunciado en una afirmación, la que había aparecido como si fuese un pensamiento que había transparentado desde la boca del omega.
— A salvo. Nuestro cachorro está nuevamente con nosotros —Taehyung se había rozado casi adormilado sobre su mano inclinándose en ella y sollozando allí — Diosa luna, estás conmigo — su pecho sintiéndose de pronto completo, aquella sensación ocasionando temblase debido las emociones oscuras con las que se había visto acompañado durante los últimos días.
Jungkook pese a su cansancio, había llorado junto a él. Asustado a su vez de las imágenes aún frescas de lo que su gran lobo había hecho, sintiendo el sabor ferroso guardado en su boca. A lo que el alfa se había acercado a él y llevado sobre su regazo, abrazándole allí y hundido en su cuello.
— ¿Está bien para ti que te dé mi aroma? — Taehyung preguntó al mismo tiempo que sobaba tras su espalda en suaves movimientos que buscaban calmarle.
Jungkook removió un poco, acomodándose de mejor manera acurrucado sobre él.
— ¿Me marcarías con el? — la pregunta desconcertando por un momento al peliplata, quien se había sentido repentinamente nervioso — Necesito. Yo necesito tener tu aroma en mi.
El alfa había sumergido en él, perdiéndose por un momento en el aroma floral del omega, dejándose aturdir por la sensación de pertenencia.
— Solo si tú también me marcas con el tuyo — su mano entrelazando con la de Jungkook, quien había buscado con timidez la suya mientras mantenía sus ojos cerrados y se dejaba ir en la mezcla de tibia de necesidad. Manteniéndose quiero allí luego de haber asentido y volcar su dulzura sobre el alfa — Amor mío.
La boca del omega había ido hasta la curvatura de su quijada, besando allí y envolviéndose junto a su pecho — Soy de ti. Tuyo alfa Kima.
Taehyung dejó su lobo oliese devoto y absorto al omega en aquella habitación, permitiéndose también llenarse de el y cubrirle de la fragancia que le marcaba como suyo.
Cómo el omega del alfa Kima.
El que no había esperado alguna vez tener a su lado y que sin embargo, había estado allí para él como si el destino hubiese trazado conseguirles juntos. No habiendo dudado en concebir su historia junto a él, cuando el afecto sincero del omega había sido la valentía que había necesitado para enfrentar la vida.
— Nunca me asustaría sentirte a mi lado Tae — Jungkook respondió con su lobo comportándose mimoso y acariciándose a su lado — ¿Ya has vestido a Orión?— el Omega se giró hacia él observandole con sus redondos ojos negros.
El alfa sabía nunca se cansaría de ellos.
— Si, él está con mi padre — su nariz rozó la del pelinegro y su lobo había ronroneado hacia él, algo que el omega llevaba días haciendo casi como reflejo, en lo que el alfa creía no había aún dado cuenta.
— El omega Min quiere que viajemos pronto a conocer a Lucie — las cejas del alfa habían presionado en cuestionamiento — La cachorra de Taemin — Taehyung asintió en comprensión — No ha dicho mucho, pero dijo que el alfa Min se ha encerrado en su habitación luego de ir a visitarla — Jungkook guardó un breve silencio y sus ojos se movieron hacia un costado pensativos, hasta de nuevo regresar a él — Yo creo que ya sabe que tú hermano es el otro padre.
— Mas bien lo ha confirmado — el alfa sabía que Yoongi debía de sospechar y haber tenido sus teorías con respecto al padre del cachorro. El rubio alfa no era un estúpido y si bien en muchas ocasiones decidía no involucrarse en ciertas situaciones, este si debía estar al tanto de lo que sucedió ansi alrededor.
— ¿Crees va a exigir a tu hermano se haga cargo?
Taehyung subió y bajó los hombros — Jongin ni siquiera ha dado señales de existencia. Aunque asumir su paternidad es lo mínimo que podría hacer por esa cachorra, aún cuando Taemin se no le va a exigir nada.
— Ella debería venir a Kima ¿verdad?
— Es lo que he pensado y sería apropiado — el peliplata acaricio con su pulgar la palma de una de las manos del omega — Dudo que Taemin desee vivir aquí, pero es correcto él sepa su hija también será reconocida como Kima si él así lo quiere. Y si Jongin no es capaz de enfrentar algo así, estoy dispuesto y si tú me lo permites, a entregar también mi cuidado como padre a esa cachorra.
Jungkook sonrió — Es lo que también haces con Luhan — el omega señaló, reconociendo en palabras lo que por esos últimos días había apreciado el alfa había decidido. Ejerciendo un rol más paternal con el cachorro y que al parecer él también estaba comprendiendo de ese modo —¿Por qué habría de molestarme tu corazón amable y bondadoso Taehyung? Si ha sido eso lo que finalmente me ha hecho amarte.
— Eres mi omega. Velaré por ti y tu bienestar. Siempre voy a preguntar lo que está bien también para ti Jungkook — el omega iba a regalar un beso en sus labios, cuando la vocecita conocida por ambos había inmiscuido en el jardín.
— Orión está pidiendo ir al mar. Los príncipes Jungkook y Taehyung deben llevarle a conocer — Hyejin había asomado en el marco de la puerta de la mano de su cachorro. Sus rasgos Jung acentuandose a medida iba creciendo, con la sonrisa notoriamente siendo un recuerdo que su padre Baekhyun había dejado en ella.
Fue entonces que Orión balbuceó cuando había divisado al omega en aquel lugar — También parece que quiere comer — la cachorra añadió.
Jungkook de inmediato levantó de allí, caminando hasta donde su cachorro se hallaba y alzandolo para acomodarlo sobre su torso — ¿No había comido recién? — preguntó girándose hacia el alfa.
— Si lo ha hecho — Taehyung respondió con seguridad. Habiéndole dado un biberón poco antes de mudarlo de ropa.
No obstante, el cachorro parecía haber olvidado aquello mientras escabullía su mano bajo la tela que le cubría el pecho al omega — No vas a obtenerlo, has comido hace muy poco — Jungkook corrigió en un tono que el alfa provocó mirar a Orión, notando este hiciese un puchero con sus labios.
Hyejin acercó hacia ellos — Tranquilo Orión, iremos al mar. Allí ya no te sentirás triste — la cachorra intento dar consuelo. Ella ya preparada con su ropita para mojarse, en lo que Jungkook estaba seguro sería algo más que sus pies.
Habían concertado aquella visita tan solo días atrás. Ya que si bien llevaban cerca de dos meses instalados en Kima, el omega no se sentía preparado para enfrentar al océano después de haber perdido la consciencia allí. Y aún cuando hubo insistido en que el alfa llevase a su cachorro a mojar sus pies, Taehyung había insistido en esperarle.
Lo harían juntos. Eso ya había sido decidido.
— Papá nos está esperando con Yongsun — la cachorra pelirroja había dicho de forma natural y mientras ingresaba a la cocina buscando sus sandalias bajo un pequeño banco en la cocina. No obstante, aquello había hecho que Taehyung girase la cabeza hacia Jungkook y este último mirase a Donghae.
El beta rió bajito — A mi no me pregunten, que yo no sé nada — el beta respondió, volteandose para seguir con su labor e ignorando todas las preguntas que tal vez en la cabeza del omega habrían. Y que tampoco por la presencia de la niña podría realizar.
Sabía Donghae tendría incidencia en que Chanyeol y Yongsun se hubiesen adelantado.
Desde hace un tiempo habiendo detenido a observar el comportamiento que el alfa estaba teniendo con su prima, aquello pasando inadvertido y concediendolo al como todos allí intentaban cuidar de que ella estuviese bien. Los cambios siendo demasiado repentinos y la omega aún vivía el dueño de haber perdido a su clan, su familia. A ella misma.
Su identidad.
La aceptación de su nueva forma de vida contrastaba con días en los que parecía todo iba bien. Contrarios a aquellos en los que no deseaba levantarse de la cama.
Por ello Jungkook había descartado cualquier posible interés de algún otro tipo del alfa por la omega. Además que ella no había comentado nada que pudiese darle indicio que algo entre ambos estuviese sucediendo.
Eso hasta que un día Taehyung le había soltado — Creo que algo pasa entre Yongsun y Chanyeol — ello le había hecho confirmar lo que había apreciado, entendiendo que no era resultado de algo que solo él estuviese dando cuenta.
Así como las constantes conversaciones entre el beta y su prima, quienes cuchicheaban a lo lejos cada vez que se veían. Dando por hecho que Donghae concertaría el momento indicado, para que ambos dieran un paso en lo que sucedía allí.
— Ya salgamos antes de que baje el sol — Jungkook dijo obviando la nueva información y se volteaba a mirar al otro omega — Señor Seokjin ¿nos quiere acompañar? — el peliplata asintió con amabilidad y a pesar de que la invitación le había tomado por sorpresa.
Y si bien la playa no se hallaba demasiado lejos, el alfa había tomado a su cachorro desde sus brazos para cargarlo hasta llegar a allí. Pudiendo recordar la primera vez que había ido a aquel lugar, cuando el alfa le había invitado a conocer el mar.
Con tanto miedo. Y con un destino tan incierto.
El sentimiento similar al que ahora percibía al sentir como la brisa había hecho ondular su cabello, pero diferente a la vez y cuando había sentido la mano del alfa tomar la suya.
Estoy aquí.
Aquel gesto haciéndole entender que si bien, muchas cosas podrían incluso provocar más temor del que sentía la primera vez que estuvo allí, ya no se hallaba solo para enfrentarlas. Dentro suyo también habitando una fuerza, que había construido en él durante todos esos meses y que le hacían diferente al Jungkook de aquel entonces.
Ya no era el mismo. Y aunque ello era sumamente triste, por todo lo arrebatado y perdido. Estaba consciente de que sería el Jungkook de aquel momento, quien sabría de que forma dar pie a la vida que venía. Una dónde sabía lucharía porque su cachorro supiese de donde venía y se sintiese orgulloso de ello.
Un Jeonu.
Nadie nunca podría quitarle aquella esencia que vivía dentro de él. Y que continuaba creciendo indómita.
Contaría la historia de su clan hasta el último día de su vida.
Honraría su existencia.
— ¿Listo para pisar la arena por primera vez? — Taehyung preguntó a Orión mientras este no dejaba de parpadear hacia el océano. Aturdido un poco por el movimiento de las olas y el sonido que estás hacían al romper en la orilla. Su primer encuentro con el mar no habiéndole permitido tener su atención suficiente a él, cuando había estado cubierto también por la túnica de los alfas y protegerle de la lluvia.
Apreciando como su padre se había sentado en un pequeño montículo y rodeaba sus piernas con sus brazos, alzando una de sus manos para saludarle y hacerle entender que todo estaba bien.
— Dejame quitarte los calcetines — Jungkook señaló acercándose a él, quitando sus sandalias y luego dejando expuesta su piel desnuda de sus pies, los que habían sentido el cambio de temperatura y ocasionando sus deditos moviesen por reflejo.
— ¿Este pequeño Kima va a mojar sus pies por primera vez? — Chanyeol asomó a su lado, ambos con Yongsun habiéndose acercado a ellos apenas habían llegado a la playa. La omega tocando con ternura uno de los piececitos del cachorro.
— ¿Si te ha gustado el mar Orión?
— Por supuesto que le ha gustado ¿Quién no gustaría del mar? — Hyejin dijo con seguridad y como si aquella pregunta fuese demasiado obvia — ¿Yongsun me sacaría el vestido? — la niña dijo girandose y mostrando su espalda a la omega, en intenciones claras por meterse al mar. Ella habiendo mirado a Chanyeol para buscar su aprobación, recibiendo la respuesta esperada por la cachorra.
Taehyung apoyo a Orión sobre la arena, esté teniendo un pequeño impulso en devolverse a sus brazos ante la curiosa sensación en sus pies.
— No sucede nada, todo está bien — Jungkook sonrió al ver la alegría del alfa, llamando a su cachorro a su lado cuando este había hallado la seguridad de mantenerse de pie allí.
— ¡Ven Orión! ¡Corramos al mar! — la pelirroja había gritado mientras corría hacia las olas y Chanyeol le seguía. Y los ojitos del cachorro le seguían con interés.
Su manito siendo tomada por el alfa, dejándose apoyar allí mientras caminaba hacia las olas también con los pies descalzos y mientras Jungkook quitaba sus propias sandalias.
Los colores anaranjados dando cuenta que el sol comenzaba a ocultarse, ello habiéndole desesperado cuando por primera vez le había visto desaparecer en el mar.
— ¿Está fría? — el omega preguntó a su cachorro y mientras reía, al ver como su cuerpecito desconocía la sensación y crispaba por el contacto.
— No te hará daño hijo — Taehyung señaló agachado a su altura y mientras las delgadas olas le mojaban sus pies justo en la orilla — Papá no dejará que algo pase — sus pies jugando con la espuma, sonriendo y mirando al alfa cuando había comprobado ello podría ser divertido.
La mirada de Jungkook centrándose en ambos, sumergido en la imagen del alfa junto a su cachorro. Tan nítida y clara, que aún cuestionaba si él era parte de esa pequeña familia.
— Te amo — Taehyung le sorprendió con la declaración, logrando que sus ojos se sintiesen húmedos y ardiesen abrumados por las emociones —Tambien a ti hijo, también lo hago — añadió al ver como su cachorro sacudía sus pies en el agua y atrevía a avanzar un poco y retroceder hacia él.
Jungkook rió con las lágrimas empañando su vista.
— Te amo alfa mío — respondió provocando el alfa se levantase con su cachorro siendo tomado por uno de sus brazos y siendo acomodado entre ambos — ¿Me llevarás pronto a los arrecifes verdad?
El peliplata carcajeó al oír su pregunta, acercándose hacia a él y regalando un suave beso en sus labios.
— Hasta el fin del mundo mi Ananké. Hasta el fin del mundo.
♡
Las emociones están un poco acumuladas en mi cabeza y es difícil de ordenar, mas intentaré señalar algo de lo que siento, sin explayarme demasiado porque aún no hemos llegado al punto final dentro de esta historia.
Creo que quienes me leen desde hace ya varios años, incluso algunxs desde que he publicado el Prólogo de Earthquake, saben lo sumamente desafiante que ha sido escribir esta novela.
Y es que aquí la tienen, como un legado enorme que he cargado en mi corazón desde que tengo consciencia. Ello solo ha ido creciendo hasta que hace más de cinco años tomé la decisión de escribirla, de hacer tangible el dolor, la honra, el orgullo y lo significante que es para mí que se haga memoria.
Y el como las voces de quienes sentimos la herencia latir en nuestra sangre, son importantes.
No deseo ahondar demasiado en ello, pues aún nos resta el Epílogo y allí espero puedan dar cierre y comprender del todo la inspiración real de esta historia.
Se más de alguna persona le ha hecho sentido lo que he escrito, eso ya es algo que me hace sentir que estos cinco años de escritura, constancia y disciplina, han valido la pena.
Se hay muchas preguntas aún y después de este capítulo sentirán interés por algunas cosas. Las que si no son resueltas en el Epílogo, espero puedan ser hechas en algunos extras que tengo planeado escribir.
Por otro lado, recientemente he publicado una nueva historia y que lleva por nombre " RUNNING WITH THE WOLVES", un BL omegaverse con drama y romance. Mi primera historia fuera del mundo del fanfiction, del que me siento muy agradecida pues me ha dado la confianza a creer que mis historias pueden ser preciadas par alguien más. No obstante, aspiro a poder seguir creciendo como escritora y ello involucra muchas decisiones que estoy dispuesta a tomar.
Si gustan acompañarme, mi escritura continuará y no planea detenerse prontamente. Ya he publicado el Tráiler de ella, por lo que me podrán encontrar allí próximamente.
Espero hayan pasado una bonita noche. No olviden cuánto les aprecio y agradezco me diesen la oportunidad de ser leída y existir en sus corazoncitos.
Feliz año. Besito en la nariz.
noctámbulo ocho.
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