• CAPÍTULO 68 •
Te recomiendo escuchar "Ara Batur" de Sigur Ros mientras lees este capítulo 🌿
- Namjoon, debemos detenernos - la voz del omega había señalado casi herida, como si el miedo se hubiese apoderado ya de si mismo. Su mano apretando con fuerza la suya, mientras tiraba de él para poder caminar con más prisa y alcanzar a esconder a orillas de un acantilado - Conseguirás qué nos maten.
La brisa del oleaje golpeaba su rostro, intentando cubrir como podía al cachorro a un costado de su cuerpo. Este habiéndose dormido y permaneciendo aferrado a él.
- Eso es lo que harán apenas nos atrapen - el alfa respondió sin permitir espacio a vacilaciones, sin embargo, deteniendo apenas había sentido al omega no avanzar detrás suyo.
El cabello plata cayendole húmedo y pequeños mechones rodeando su rostro, la llovizna de la mañana a orilla del mar, no teniendo excusa para caer sobre ellos.
Podía ver cómo el miedo le marchitaba los ojos, lo había visto apenas había cruzado la puerta con el cachorro en brazos y la desesperación calcinando en él. - ¡Tenemos que irnos de aquí!¡Ahora! - el alfa le vio temblar, manteniendo su mirada perpleja sobre el niño y aún aturdido por el sueño que había sido interrumpido - Busca ropa necesaria para algunos días. También alimento para el cachorro.
El omega peliplata parecía absorto, ajeno a las palabras que el alfa ordenaba.
- ¡¿Qué esperas Seokjin?! - Namjoon exclamó exaltado y no logrando controlar la turbulencia de sus propias emociones.
- ¿Qué está pasando N-Nam? - la pregunta se escuchó casi como una llorosa súplica, evidentemente afectado por la situación en la que se hallaba.
El alfa había deseado abrazarle, sin embargo las circunstancias que le tenían allí le forzaron a enfocar su atención en lo importante.
- Prometo explicarte una vez salgamos de aquí. Solo haz lo que te digo y vámonos pronto - aquello lejos de calmar al omega, solo le había puesto aún más ansioso y su aroma distaba de mostrar señales que hiciesen entender a Namjoon que le había tranquilizado. Aún así hizo lo que el peliplata había indicado, reuniendo lo básico para ellos y el cachorro.
La luz del alba aproximándose por entre las cortinas de las ventanas, al mismo tiempo que el alfa corría a acomodar lo que consideraba útil en la parte trasera del vehículo. Mientras Seokjin esperaba a su espalda.
- Dame el niño Namjoon - el omega ordenó sin rastro alguno de temor o sumision.
- Debemos irnos de inmediato Seokjin.
- No he dicho lo contrario, solo quiero que me lo des. Ha estado quejándose por un buen rato, debo revisarlo, quizá necesita una muda nueva.
El tono de voz habiendo sido hostil, aún cuando lo que este señalaba era real. Namjoon podía percibir el como el omega lucía desconfiado, como si estuviese enfrentando a un enemigo.
Y aunque aquello podría haber descolocado al alfa. No podía tampoco culparlo de ello.
Había hecho todo para que perdiese su confianza.
- Podrás creerme o no, pero no voy a hacerle daño - el alfa dijo cuando había entregado al cachorro a sus brazos, no obstante, Seokjin había ignorado sus palabras ingresando con Orión dentro de la casa, murmurando mimos para mantenerlo calmo.
El aroma que el omega destilaba desde que había llegado a Kima, estaba manchado de angustia, miedo y desconfianza. Pudiendo percibir ello en como el lenguaje de su cuerpo lucía intimidado y retraído, así como la expresión de su rostro era lejana a lo que el alfa alguna vez había conocido y Seokjin había a él regalado.
El llanto sollozante que este escuchó al entrar a la casa, confirmando la sensación misma de su lobo de querer hundir su nariz en las pantorrillas del omega y pedir por su perdón.
- S-Seokjin...
- ¿Qué nos has hecho Namjoon? - el sonido de la voz había provocado su lobo gimiese, acercándose a él incluso si este parecía no desear allí si presencia - ¿Qué n-nos pasó para que estemos en esta situación?
Omega.
La primera intención del alfa había sido abrazar al peliplata, aquello siendo lo natural que se habría permitido. No obstante, el lacerante dolor del omega le había hecho detener y mantenerse allí de pie. Una de las manos de Seokjin apoyada sobre la madera a los pies de la cama y la otra justo por sobre su pecho, cubriendo su corazón.
El cachorro sentado y jugueteando con el cabello suelto color plata que caía sobre él, distante de la causa que le mantenía en ese momento allí con sus abuelos.
- Yo solo - la oración habiendo quedado inconclusa entre la nebulosa de pensamientos, desconociendo el aturdimiento que el miedo le hizo percibir, procurando calmarse a si mismo cuando se dio cuenta había comenzado a temblar.
Habían sido apenas unos cachorros cuando Seokjin había quedado en gestación y aquella perdida les había marcado ambos. Y cuando el alfa había apreciado los ojos de Taehyung al tenerlo en sus brazos por primera vez, había hecho la promesa consigo mismo de protegerles por siempre.
El costo de aquella promesa siendo lejana en aquel entonces, dónde lo único que prevalecía para él era de que la salud de su cachorro mayor, mejorase y este se convirtiese en el líder adecuado que esperaban dentro del clan. Las exigencias que había tenido desde tan niño volviendo al alfa totalmente aprensivo, dudando muchas veces si esa sería la opción correcta para su hijo y ello no acarrearía que su salud frágil se volviese incompatible con el cargo.
Jongin llegando cuando Taehyung tenía la edad suficiente para mantener recuerdos del nacimiento de su hermano pequeño y este también fuese consciente de cuan importante era se mantuviesen unidos.
Se acompañarían el uno al otro.
Aún continuaban haciéndolo.
- Prometí siempre les cuidaría - añadió en la distancia hacia el omega, resguardando de su propia ansiedad creciente, que le habría querido hecho jalar sus propios cabellos y presionar su sien con las palmas de sus manos.
- Nuestros hijos ya no son unos cachorros Nam - Seokjin señaló mientras las lágrimas le caían sobre el rostro y una alcanzaba a estilar desde su mentón - Ni siquiera puedo llegar a creer que Taehyung te perdone esto alguna v-vez.
El alfa suspiró con pesadez, apretando sus manos en puño - He jurado a tu padre guíar a Taehyung pese a mi pesar, a mi oposición a que él fuese quien heredase el liderazgo de Kima. Sabes que siempre temí que algo pudiese suceder con él y no me he equivocado demasiado.
Y es que el temperamento blando de su hijo, sería inevitablemente arrastrado por el de los demás líderes. Taehyung jamás tendría el carácter endurecido que requería aquel cargo y que su abuelo había tomado años trabajar.
La risa en medio de la bruma del llanto del omega, había ocasionado que las cejas de Namjoon se fruncieran -Papá fue un hombre correcto, demasiado inalcanzable en ocasiones para alguien simple como nosotros. Incluso para alguien como mi hijo. Pero estuvo por años en un matrimonio sin amor, lo sé porqué nunca vi lo que nosotros teníamos - sus brazos se estiraron para alzar al cachorro, quien ya habia pedido por ser llevado hasta allí - Papá se equivocó Nam. Y nosotros también lo hicimos - su nariz posándose sobre el cabello abundante de Orión, voltendose con él para enfrentar al alfa - Taehyung jamás podría haber sido como él. Mi cachorro es demasiado valiente como para renunciar a lo que realmente su corazón desea - sus ojos continuando húmedos, esperando que el pequeño cachorro no se impregnara demasiado de su desazón - Él incluso renunciaría para estar al lado de Jungkook. Eso, eso es algo que mi papá nunca habría hecho.
Namjoon repasó su rostro con una de sus manos, el cansancio marcandose bajo sus ojos grises. No pudiendo decir demasiado, cuando lo que el omega había dicho era certero.
Inequívoco.
Sabía merecería el desprecio de su hijo por lo que había hecho, ya que si bien el arrepentimiento había entregado el coraje suficiente para no dañar a su propia sangre. La intención inicial y el haber arrebatado al cachorro de los propios brazos de su otro padre, eran razones justas para que el alfa no quisiese verle más en su vida.
Ni siquiera tenía claro si estaba en los planes de Jongin, dar una nueva oportunidad luego de su insistencia a que no cometiese un error.
- Iré contigo solo si me aseguras que Taehyung y Jungkook tendrán a su cachorro de regreso - Seokjin indicó tajante, arrullando a Orión entre sus brazos cuando este había comenzado a balbucear.
- No te puedo asegurar eso.
Los ojos del omega habían observado al alfa, redondos y muy abiertos. Consternado por su respuesta.
- No puedes decirme algo así.
- No te voy a prometer algo que no sé si pueda cumplir. No cuando la vida del cachorro, Taehyung y ese omega corren peligro.
Seokjin sollozó de forma más audible - Tú lo has llevado a esto. Vas a perder a tu hijo por tu empeño en intervenir en su vida - el omega se aferró al cachorro, dejando que sus hombros sacudiesen entre la agitación del llanto - No puedes s-siquiera pensar en el niño. No tienes derecho a alejarlo de sus padres, ellos han sufrido demasiado y no parece tener importancia para ti.
Está vez Namjoon se había acercado al omega, no tolerando ya la distancia y la angustia por contener al omega.
- Voy a arreglarlo. Prometo que voy a hacerlo - este señaló abrazandoles a ambos y mientras Seokjin dejaba que sus emociones asomaran. No inadvertiendo el miedo que le cubría.
Amenazante y adherido bajo la piel.
El haber subido al vehículo junto al alfa, habiendo sido de las decisiones más difíciles que había tomado en su vida. Consciente de que optar por el camino que Namjoon estaba indicando, podría traer consigo también la distancia futura con su hijo.
O el impedimento para ver al niño, si es que Taehyung decidía no entenderle.
- Vamos a pasar un tiempo escondidos. Al menos hasta que Yong nos crea muertos - el alfa había dicho mientras conducía por los caminos alternativos y que orillaban el oceano. Estos siendo complejos de conducir al ser tan angostos y cubiertos por la neblina matinal.
Seokjin sabía tendrían que alejarse de Kima, mas su desconocimiento al tiempo que estarían lejos y las repercusiones que ello acarrearía a su gente, no le tenía plenamente convencido de estar tomando la decisión.
- Quizá deberíamos volver e intentar dar con T-Taehyung.
- No Seokjin - el alfa respondió secamente - Esa no es una opción. Apenas huí con el cachorro han de haber comenzado a buscar mi ubicación. Y no me extrañaría que Yong ya hubiese ofrecido algún incentivo por mi cabeza - el vehículo se sacudió por un instante ante los desniveles del camino, lo que hizo que el omega sosteniese con firmeza al cachorro - Nos encontrarían antes de que diesemos con Taehyung, si no nos esforzamos de hallar un buen escondite.
El omega mantuvo silencio brevemente, alzando su vista hacia al frente y apreciando como una fría ventisca comenzaba a golpear el parabrisas.
- No lo quiero Nam - la sinceridad de sus palabras abriéndose frías en aquel ambiente hostil y distante - No quiero perder a mi hijo y mucho menos, que él pierda al suyo.
- No lo harás - no él lo hará, quiso responder el alfa con seguridad y que ello entregase la tranquilidad adecuada al omega. No obstante, creía solo era resultado de la terquedad del peliplata.
El frío habiendo urdido apenas habían bajado del vehículo, al intentar perder de vista a quien había comenzado desde minutos atrás a seguirles. En lo que el alfa había deseado creer aquello no era una persecución y solo resultaba de una coincidencia. No obstante, ya casi cumpliendo media hora en que aquel vehículo no cambiaba de dirección, era evidente les seguía.
- ¡Namjoon ya basta! - Seokjin le gritó cuando el alfa no había tenido intenciones de detenerse, respirando con rapidez - Debemos mutar - la voz había temblado al omega, pero aún así se había oído severa - Debemos hacerlo y llevarnos al niño.
El alfa le observó con una expresión perdida, descolocado y aturdido por la propuesta.
-¿Acaso estás loco? Podríamos lastimar al cachorro - Namjoon dijo relamiéndose los labios y pasando frustrado una de sus manos por entre su cabello. Su otro brazo sosteniendo con cuidado a Orión, quien comenzaba a quejarse entre su ropa - Y nunca sería lo suficientemente grande para cargarte a ti y a él sobre mi lomo.
Ello solo les limitaba a colgar en su hocico al cachorro, exponiendole a qué este se soltase o se volviese inquieto, cayendo desde sus fauces.
- Estás temblando S-Seokjin - el alfa señaló dando cuenta de como los labios del omega, amoratados por el frío y la lluvia estremecían al igual que sus manos. Las que de inmediato tomó entre las suyas, observandole sollozar.
- Tengo miedo - el omega dió un paso hacia él y se abrazó sobre su pecho, cobijando se paso a Orión - No por mi. No por ti. Por él...- sus ojos habiendo rozado por sobre la tela y dónde suponía se hallaba la cabecita del cachorro -...Orión merece tener una vida feliz.
En libertad.
- Y la va tener - y si bien Namjoon había interferido con decisión, la respiración se le había cortado cuando Seokjin comenzó a llorar con mayor impetu - Omega mío, solo confía en mí - los ojos vueltos cristal de Seokjin le observaron con detenimiento. La punta de su nariz enrojecida debido al llanto - No permitiré que hagan daño ni a ti, ni al cachorro.
- Yo no estaría tan seguro de eso - el frío había recorrido su espalda apenas la voz le había atravesado. Moviéndose con rapidez y resguardando con su cuerpo al omega, al mismo tiempo que sus brazos cubrieron a Orión. Apreciando como los alfas de uniforme resguardaban al alfa de canoso cabello, percibiendo a lejos a su lobo gruñir. No hallando en aquel momento, demasiado ilógica la idea que Seokjin había planteado minutos atrás - Quitenle al niño.
La orden cayendo sobre ambos, por lo que se había girado con rapidez hacia el omega para entregar al cachorro.
- Seokjin ¡No! - su boca había gritado con espanto cuando el plateado animal había saltado desde su espalda, rugiendo enfurecido bajo la fría lluvia.
❀
- Yong - el pelirrojo no había tardado en decir apenas había echado a andar el vehículo. Aquel nombre causando el gesto en el rostro de Taehyung se frunciera. Interrogante y confundido - Ha sido él. Siempre ha sido él ¡Maldita sea! - el alfa pelirrojo golpeó sobre el volante, permitiendo por un instante la ira lo consumiera. Poco hilando una conversación y más bien, la expresividad de sus emociones siendo señaladas como para si mismo - ¿Cómo hemos podido ser tan ingenuos?
El alfa sintió la garganta se le había tornado pastosa y la sensación agria en medio del vientre, amenazaban con hacerle vomitar.
Era imposible.
La imagen del alfa mayor presentándose en sus recuerdos, su actitud gentil pareciendo genuina a los ojos de Taehyung. Una gracia sencilla que el alfa creía solo había visto en su abuelo y por ende, no había percatado como su confianza a él había crecido e inadvertiendo todas las señales que lo hiciesen sospechar de él.
- El alfa Yong - el peliplata señaló claramente devastado, desviando sus ojos hasta Jungkook cuando percató su mirada en él.
Sus labios y ojos hinchados evidenciando el como el llanto había marcado su rostro, con una expresión curiosa e ignorante de toda aquella información.
El sonido por un instante pareciendo haber pausado, existiendo solo para él en ese momento la figura del omega. Tan frágil y asustada, que Taehyung percibió como la necesidad de cuidarle comenzaba a crecer en su pecho. Una ira latente y desconocida asomando en su interior, provocando que el cuerpo le temblase y ardiese.
- Alfa - Jungkook había pronunciado dirigiéndose a él en un estado de sumisión que Taehyung de inmediato detesto. Consciente de que su lobo estaba tan furioso que había atemorizado al pelinegro, por lo que había negado.
- Perdóname - había implorado al omega, a lo que este enseguida se había acercado a él comprendiendo no había tenido intención de someterlo. Permitiendo que el alfa le arrastrase hasta su pecho y lo acurrucase junto a él - Perdóname por t-todo mi jazmín.
- Tae...
Jungkook deseó preguntar, no obstante el alfa había sollozado sobre su oído mientras le atraía más cerca suyo.
Cómo si estuviese aterrado.
Cómo si temiera a nuevamente perderle.
Y es que el alfa daba cuenta el como había expuesto al pelinegro durante todo ese tiempo, entregando su seguridad a quien solamente quería hacer daño a él y los suyos.
A quien había tejido su ambición de seguro desde que antes él y Jungkook naciesen.
Había estado detrás de la noche en que al omega le habían alejado de Kima. Del incendio que acabó con los Jeonu y del viaje que le había alejado a él y otras personas de sus familias.
Incluso había sido él quién había arrancado a Jungkook de Jeonu, despojandolo de todo lo que conocía y llevándolo lejos de su clan, para ser subastado a un grupo de alfas. Humillandole y haciéndole sentir avergonzadolo de su identidad.
Era un ser inhumano.
Un asesino.
- Mi abuelo. Él también debió haber sido engañado - los relatos de aquella libreta hablaban de como la codicia había ensombrecido a quienes habían viajado junto a él a Jeonu, por ello este había procurado nadie encontrase jamás aquel clan, siendo el único modo de protegerles. No obstante, era claro que no todos allí habían compartido su pensar. Pasando a llevar todo juicio humano, ofreciendo un trato violento y usurpador una vez habían dado con el nuevamente.
Les habían creído dioses. Sinónimo de idolatría.
Pero ellos les habían masacrado.
- N-No voy a perdonar. No puedo perdonarlos - Hoseok señaló con los dientes apretados y sus dedos envueltos con fuerte presión sobre el volante. El joven alfa no solía demostrar demasiado sus emociones, menos aquellas que afloraban con sentimientos animales. Aquellos en que el instinto violento superaba al humano.
Taehyung jamás le había visto así, como si su cuerpo estuviese a nada de mutar y la ira en él le creciese con euforia bajo la piel. Algo que Jungkook también debió notar, por lo que se había alejado de el y enderezado su postura hacia el pelirrojo, para luego apoyarse sobre la parte posterior del asiento del alfa y colar una de sus manos hasta tocarle el hombro.
Su otra mano aún permaneciendo entrelazada a la de él peliplata.
- No lo haga - Jungkook pronunció con su mirada hacia abajo, pero esmerandose que Hoseok escuchase sus palabras - No tiene porqué hacerlo alfa Jung. Nadie podría obligarle a algo como eso - el cabello corto del pelirrojo atado en una corta coleta, aquello exhibiendo la presencia de su duelo que aún no estaba cerca de cerrarse. Este no respondiendo y solo manteniendo su atención en el camino.
Detrás de ellos el vehículo de Yoongi siguiendoles acompañando de Chanyeol y un algunos alfas de Jung. Ellos habiendo llegado a acompañar a su líder, todo ello ante un inminente enfrentamiento con la milicia estatal.
Aquellos que habían arrancado a su hermano Baekhyun de su hogar cerca de un año atrás y le habían arrastrado a un cruel destino lejos de su familia.
De su protección.
El aroma salino y la fría brisa había golpeado el rostro del omega cuando Taehyung había bajado el vidrio, sintiéndose entumecido aún cuando el alfa le había abrigado adecuadamente con su túnica antes de salir. El olor a sándalo de este marcando cada espacio que la tela cubría, como de esa forma pudiese hacerle sentir cobijado y alejado de la angustia que carcomía.
- Es Kima - Jungkook dijo enderezando su torso y observando entre la neblina difusa que les daba la bienvenida. La humedad marina descargando la realidad que le traía de regreso a aquel lugar.
- Si, lo es cariño - la nota suave en la voz de Taehyung reflejaba cuán cálido se sentía su corazón al llevarle nuevamente allí, tristemente acompañada de la congoja de la condición en la que lo hacían.
Sin su cachorro.
Su mano no tomando distancia en ningún momento de la del omega a medida el oleaje comenzaba a decorar el paisaje, apreciando como los destellos brillantes asomaban en la mirada del peliengro.
- Prometí traerte a Kima ¿lo recuerdas?- el peliplata preguntó prendandose del momento, enfrascandoles a ambos en algún sitio donde no estuviesen temerosos, ni con el alma doliente como en aquel instante.
Jungkook sonrió en medio de sus lágrimas, llevando la mano que mantenía atada a la del alfa a su pecho. Percibiendo la tibieza del peliplata allí, no pudiendo eludir cuan agradecido se sentía, de tener a alguien como Taehyung para sostenerse.
El estómago doliendole de ansiedad, apretando su cuerpo para controlar el impulso de los temblores en él. Cerrando sus ojos momentáneamente cuando el sonido de las aves marinas, había inmiscuido al interior del vehículo.
La fatiga y las intermitentes horas de sueño, pasando cuenta en sus ojos cansados y su cuerpo débil. Viendo aquella evidencia también en el peliplata, quien intentaba ocultar aquello a través de una gentil sonrisa.
- Iré con mis hombres a revisar el lugar - Hoseok señaló apenas todos habían bajado del vehículo y nada allí daba indicio de la presencia de la milicia.
Ni tampoco de sus padres.
Taehyung había asentido, decidiendose a ingresar a la casona y donde la puerta de entrada se hallaba entreabierta. Corroborando una vez allí lo que suponía.
- Namjoon se ha llevado a mi padre - la ropa aún deshecha aún en la cama de Seokjin y su camisa de dormir sobre ella hacían evidente la prisa con la que habían salido de allí. Pudiendo percibir en el aire a su vez, el sutil aroma de su bebé aún presente.
- T-Taehyung - Jungkook a su espalda le llamó con la voz quebrada y temblorosa. Agobiado de seguro en la desesperanza - ¿Dónde está n-nuestro cachorro?
- Tranquilo cariño. Ven acá - el alfa estirando su mano hacia él para invitarle se acercara, respirando sobre su cabello cuando lo tuvo contra si. Permitiéndose ambos percibir el miedo y acompañarse en el.
El crujido de pisadas provocando el alfa tensara y ubicara frente al pelinegro, no confiando de nada y decidido a defender a su omega como fuese.
- ¿Hana? - el peliplata pronunció al ver la imagen clara de la chica frente a ellos. Está con sus ojos enrojecidos y abrazándose a si misma, con el cabello y la ropa mojada por la lluvia que comenzaba a intensificar - ¿Qué te han hecho? - la furia fue como corrosivo a través de su garganta, en lo que su lobo había gruñido instintivamente.
El alfa le cubrió quitando su propia ropa, a la vez que Jungkook se acercó a tomarle el rostro con afecto, percatando como allí el labio roto comenzaba a dejarle un moretón.
- Han preguntado por Orión - la omega respondió observandoles y los labios de Jungkook de apretaron ante la información - ¿Que ha p-pasado Taehyung? - la pregunta orbitó entre ambos, explicando todo sin inmuscuir demasiado en los detalles aún recientes y que harían se sintiesen más ansiosos.
El cuestionamiento y temor si le habían llegado a lastimar más de lo debido, había tenido al alfa tenso hasta que la peliplata confirmó solo le habían golpeado ante la frustración. Ella y otros habitantes en Kima desconociendo no solo el paradero del cachorro, si no también el de Namjoon y Seokjin.
- Vi a tu padre anoche antes de irme a casa. Fui por medicina y él se despidió de mi como es lo habitual - la Omega explicó a las afuera de la casona - No creo haya sabido lo que planeaba el alfa Namjoon.
Taehyung lo sabía. E imaginaba a su vez, lo aterrado que debía sentirse su padre también en aquel momento.
Y el peligro que corría a su lado.
- ¿Hace cuánto se han ido de aquí? - el peliplata preguntó con rapidez, aún así la omega comprendió a quienes refería.
- No más de media hora, por orilla de la costa - Hana respondió, observando al alfa caminar hasta el vehículo de Chanyeol y se hallaba como era usual con las llaves puestas.
- Yoongi viene junto a Chan, han de estar por llegar. Dile que he tomado su vehículo y hemos continuado el camino - Jungkook al escucharle le siguió para subir al asiento del copiloto - El alfa Jung, él ha llegado a Kima hace unos momentos junto a nosotros. Debe hallarse en la playa, búscale e informa también que nos hemos marchado - el alfa suspiró mientras volteaba a mirar a su omega y encendía el motor - No tenemos tiempo que perder.
Hana asintió, acercándose hasta la ventanilla donde Taehyung se hallaba - Por favor, cuidense - está señaló con notorio nerviosismo, sosteniendo la ropa que le cubría y que había entregado el alfa. Mientras las gotas de lluvia empezaban a estilar por su cabello.
El alfa aseveró, echando a andar el vehículo y dirigiéndose al camino por el cual la milicia había dirigido, que había sido supuestamente el rumbo también de sus padres.
Este no comprendiendo demasiado sus decisiones, no teniendolas del todo claras salvó que querían sacar a su cachorro de allí.
Llevarlo lejos quizá.
- ¿Crees Orión se haya alimentando bien? - Jungkook se atrevió a preguntar con su vista perdida hacia el frente y donde el mar tempestuoso orillaba los barrancos - ¿O tenga abrigo suficiente? - el temor haciéndose palpable para el omega, quien había implorado en silencio para que su cachorro reconociese sus raíces Jeonu y la ventisca no lastimara su piel.
El pelinegro podía percibir el aire gélido, este siendo similar al de la montaña y que parecía les quemaba el rostro. Apreciando a lo lejos el como las olas rompían amenazantes y furiosos en los acantilados, temiendo la razón por la que el destino les había llevado a allí.
El nacimiento de su cachorro habiendo siendo significado de algarabía para su corazón lastimado. Habiendo sido su principal razón para aferrar a la vida, cuando estuvo lejos de Taehyung. Y siendo el resultado de aquel amor devoto y sincero que él y el alfa profesaban por el otro.
Su Orión. Nadie podría alguna vez arrebatarle aquella guia que le había mantenido con vida y le había llevado de regreso a su alfa.
- Están allí -Taehyung había pronunciado desviando el vehículo hacia un costado y en lo que el pecho de Jungkook había sobresaltado.
La visión de vehículos detenidos a lo lejos, no dejándoles distinguir del todo de quienes trataba. No obstante el alfa había decidido apagar el motor para no alertarles y acercarse sin llamar su atención.
El aroma palpable de lobos alfas percibiendo en el aire, lo que había hecho que el omega se encogiese por naturaleza. Intentando buscar entre la difusa lejanía y la humedad ventisca, la imagen de su cachorro. Hallandolo diminuto y siendo cubierto por los brazos de alguien de peliplata cabellera.
- Tae un lobo p-plata - las palabras apenas saliendo desde la boca del omega, aturdido un poco por la silueta del animal casi al borde del barranco.
- Es mi padre Seokjin - fue todo lo que alcanzó a escuchar del alfa cuando este había bajado del vehículo, observando como su mandíbula deformaba y sus manos caían con fuerza sobre la piedrecilla en patas delanteras.
La voz del omega había llamado por su nombre, no obstante, el auxilio de su padre y la vulnerabilidad de su cachorro habían tirado de él, que el instinto no había dado espacio a la razón.
Su garganta lanzando un ruido feroz que había hecho Namjoon acercase el cachorro más cerca suyo. Taehyung no dudando en dirigir su boca hacia el cuello del hombre que apuntaba en aquel momento, sobre el cuerpo tendido de su otro padre.
- ¡Taehyung! - el sabor ferroso de la sangre habían hecho obviara el grito descarnado de Namjoon, decidido romper el cuello de aquel alfa. Hundiendo allí sus colmillos hasta estar seguro este dejase de respirar.
Sus ojos apenas descubiertos por el frondoso pelaje que cubría su cuerpo y caía sobre sus ojos ante la lluvia inclemente, divisando la figura de aquel alfa mirándole con superioridad y con una sonrisa burlesca sobre el rostro.
El dolor en la parte baja de sus muslos ocasionando el sonido del disparo pasase desapercibido, gimoteando cuando la bala se le había metido bajo la carne.
Su cuerpo cayendo sobre uno de sus costados, observando como el pelaje blanco se le comenzaba a teñir de escarlata.
- Hijo-o - Namjoon dijo con la voz cargada de desconsuelo, mientras Taehyung sentía como el cuerpo le ardía en medio del cambio. Sintiendo de inmediato como la lluvia entumecía su piel desnuda.
El cabello cubriéndole el rostro, descubriendo bajo una de sus manos la tibieza del pecho de su padre y que aún respiraba.
- Ha llegado justo a tiempo alfa Kima - la entonación irónica de Yong le había provocado náuseas, en lo que había apretado sus dientes con fiereza.
El pecho repentinamente doliendole cuando había percibido un sutil aroma en el aire, buscando con su mirada el origen de aquel llamado y hallando aquellas diminutas polcas bicolor parpadeando por su atención.
- Cachorro m-mío - Taehyung respondió con la voz rasposa al llamado silencioso de su hijo, intentando impulsarse con su otra pierna para levantarse de allí. Mas fallando en un doloroso quejido.
- Un alfa de otro clan. No uno cualquiera, si no un líder. Habiendo humillado a los suyos preñando a un Jeonu - el viejo alfa dijo caminando más cerca suyo en lo que Taehyung le escupió, provocando los demás alfas a su alrededor asomasen sus dientes.
El lugar estando lleno de lobos y solo un par de hombre aún permaneciendo en su forma humana. Lo que había hecho preguntar en qué condiciones se hallaría su padre.
- Tan débil como tu abuelo - Yong replicó junto a una patada que le había llegado a las costillas y le había hecho toser. Ello repitiendose ante la debilidad de su cuerpobpara defenderse
- No lastimes a m-mi hijo - pudo escuchar a Namjoon decir casi imperceptible.
No. Su lobo encrispó consciente del peligro que significaba llamar la atención del alfa, lo que conllevaba también la propia seguridad de su cachorro.
Yong rió entre dientes - Namjoon - sus pisadas moviéndose alrededor de su cuerpo y el de su padre Seokjin, sigiloso como una fiera olfateando su presa - ¿Cuánto amas a tu cachorro? Recordemos que es un traidor. Alguien que ha ofendido el linaje de su clan y a la misma herencia que lo ha hecho llevar el puesto de lider defendiendo y apareandose con quién no debió - Taehyung deseó gritar, no obstante, el temor se apoderó de él cuando vió a Yong aproximarse a Orión - Pero aún así deseas protegerlo, es lo que haría un padre ¿verdad?
Los dedos del alfa acariciaron el rostro del cachorro, este balbuceando distante de la razón por la que se hallaba allí.
- Por s-supuesto - la respuesta de Namjoon siendo aunque rápida, trémula e intrigada. Recibiendo ante la afirmación, una sonrisa torcida de parte del alfa. Girándose levemente a su espalda y entregando una orden silenciosa a los alfas.
- Entonces entrégame al niño - Taehyung escuchó a la par que dos fusiles le apuntaban sobre el cráneo. Uno el la sien y otro levantándole la barbilla - Entregamelo y tendrás a tu hijo de regreso.
- No lo hagas papá - Taehyung interfirió sin dudar, recibiendo un golpe con una de las armas sobre la frente.
Namjoon tembló al ver a su hijo herido. Viéndole desnudo y tan frágil como lo era la primera vez que le tuvo en brazos.
- Hijo. T-Taehyung...- la voz del alfa apareció titubeante, percibiendo como Orión se removía bajo sus brazos. Deteniendose a observar aquel mechón plata que aparecía entre su frondosa cabellera negra.
Yong se acercó nuevamente a él - Ese niño carga sangre Jeonu. Sangre manchada de herejía ¿permitirás que la vida de tu hijo pese más que la de ese cachorro?
- Orión nunca será lo que tú sucia boca señala - Taehyung se dirigió al alfa alzando su mirada hacia él - Maldita escoria inhumana, no eres mas que un cobarde que se esconde ordenando a los demás. Nunca te pertenecerá lo que te has robado y pagarás por siempre las vidas que has arrebatado.
- ¡Cállate traidor! ¡¿Quién te dió autorización a dirigirte a mi ?!- Yong gritó nuevamente golpeando a Taehyung con una patada, esta vez ocasionando la sangre escurriese por su nariz - ¡Y tú! - el alfa dijo apuntando a Namjoon - ¡Vas a entregarme a ese cachorro ahora sí no quieres que mate a tu hijo aquí frente a tus ojos!
Los gritos del alfa asustando al cachorro, el cual había comenzado en un sollozó que reventó en un desaforado llanto, al no obtener la contención que esperaba.
Taehyung miró a su hijo y el como las mejillas se le volvían rosas en medio de la lluvia, con su cuerpo vibrando al no recibir consuelo.
- Si algo de afecto queda en ti por mi, no permitas le haga daño - el alfa pronunció dirigiendose a su padre.
- ¡Dámelo ya! - Yong gritó con impetuoso, decidiendo finalmente a arrebatar al cachorro desde los brazos de Namjoon. Este luchando con él mientras Orión no cansaba de llorar y Taehyung comenzaba a forcejear para que lo soltasen - ¡No permitiré me quiten por lo que tanto he luchado! ¡He descubierto esas tierras y me pertenecen!
- No es tuyo cuando lo has hurtado - aquel rugido había atravesado en medio de la lluvia y la arenilla había temblado levemente. El sonido de su respiración pesada y gravitante en el lugar - Te has llevado con sangre lo que no te pertenecía y con sangre lo has de pagar - aquella voz había hecho retroceder a Yong, quien había abierto la boca y tartamudeado con confusión.
Las cicatrices marcandose sobre el lomo del animal, su pelaje siendo denso y oscuro, contrario al fulgor oro que destacaba en sus ojos. Llevando consigo sobre su frente, una estrella que iluminaba en aquella zona.
- ¿Quién? ¿Q-Que eres tú? - los demás lobos rodeandole, procurando su protección cuando aquella imagen enorme había aparecido a espaldas de Namjoon.
- La voz de lo más profundo de la montaña. A quienes silenciaste - aquel lobo de tamaño similar al de un equipo, superando en dimensión a los que se hallaban alli, avanzaba sin dar tregua al espacio que había entre él y el anciano alfa - Soy uno y todos a la vez.
- J-Jungkook - Taehyung alcanzó a decir cuando vió como el omega se avalanzaba sobre los demás lobos. Estos siendo notoriamente más pequeños que él, su tamaño siendo tan grande que el alfa no tenía recuerdos de haber visto a un lobo de esa dimensión alguna vez en su vida.
Para el animal no resultando difícil arrancar las cabezas de los otros lobos, abriendo y cerrando su hocico cada vez que tiraba una por una. Mientras gruñía bestialmente y la saliva entintada en rojo le escurría por la mandíbula.
- ¡Es, es el Jeonu! ¡Disparenle! - Yong había gritado y Taehyung intentó sostener el arma que ahora apuntaba al omega, dejando escapar aquellos tiros al aire y que solo provocaron que su cachorro asustase aún más.
Escuchando como el sonido del motor de vehículos se aproximaba, corroborando de quienes trataba cuando había visto al alfa Min mutar y lanzarse contra los alfa que se hallaban intentando apuntar a Jungkook.
- ¡Huye con Orión! - gritó hacia su padre, sin dejar de luchar e intentando ayudar a Yoongi pese a su escasa fuerza, divisando a lo lejos como Yong urgueteaba bajo su túnica manteniendo su mirada fija sobre su cachorro - ¡No te atrevas!
Su garganta había desgarrado y como había podido había levantado descartando el dolor que podía percibir. Sabiendo debía correr hacia donde su cachorro y Namjoon se hallaban.
Su cachorro. Debía impedir le lastimasen.
Sus ojos mirando como la mano temblorosa del viejo alfa sostenía el arma, la que había levantado dispuesta a apuntarles. Decidido a interponerse en su camino y que aquella bala no llegase hasta ellos.
Percibiendo como el cuerpo parecía desvanecer, cuando apreció la imagen del gran lobo negro observandole con los ojos resplandecientes.
- No lo hagas - Taehyung murmuró cuando su mirada se había cruzado con la de Jungkook. No obstante y pese a la aflicción en el costado izquierdo de su pecho, él sabía lo que debía hacer.
Haría lo que fuese por su cachorro.
Por los suyos.
La vida le había arrebatado todo lo que alguna vez creyó conocer. Lo que era.
Lo que amó.
No sería así nuevamente.
Por lo que había llevado nuevamente su mirada al hombre frente a él, consciente de que quitar su vida no devolvería la de quienes ya no estaban. No obstante, alivianaría el peso que cargaba en su corazón. Y el miedo a que su cachorro también cargase con el.
- Te amo mi Ananké - su lobo declaró como una oración aprendida desde antes de ser concebido, lanzadose con fuerza sobre el anciano antes de que una flecha se cruzara frente a él y le atravesara la carne.
Cerrando sus ojos y hundiéndose junto al hombre en la fría agua salada, percibiendo como esta comenzaba a llenarle la boca y se lo llevaba consigo, mientras la voz de su alfa le llamaba a lo lejos.
Por siempre y para siempre, alfa Kima.
❀
Gentecita hermosa mantenganse fuertes. Les quiero mucho, confíen en mi.
¿Ya se dan cuenta que el próximo capítulo es el final?
Mi guatita está revuelta de emociones.
Besito en la nariz.
Nos vemos pronto ✨
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