• CAPÍTULO 65 •

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- He preparado algunas cosas para que lleven para el camino - el beta dijo mientras guardaba lo que Jungkook creía era un gran cantidad de comida, en el pequeño bolso qué Jimin había facilitado para ellos - También he preparado una carne para que no deban cocinar mientras estén allá, solo deben calentarla y acompañarla con las verduras qué el alfa Kima ya ha guardado en la camioneta.

El omega lo observó actuar con diligencia, sonriendo al saber el aprecio qué había detrás del gesto de Donghae. Reconociendo también el como él dejaba mimar por el beta, consciente al mismo tiempo que ello era algo que parecía fervientemente necesitar.

- Muchas gracias señor Donghae. Solo será un corto viaje, no debió preocuparse - el peliplata ignoró, solo alzando una de sus manos momentáneamente poniendo freno a su agradecimiento, para prestar atención allí bajo la camiseta qué le cubría.

- ¿Ya se ha vuelto a dormir? - Jungkook miró hacia abajo, apreciando como aquellos diminutos ojos le observaban abiertos y redondos, apenas parpadeando para marcar el disfrute al recibir su alimento.

Por supuesto que negó - Siento intuye algo. En otro momento ya debería haberse dormido - el dorso de su mano frotó con tersura la mejilla de su cachorro, este habiendo momentáneamente entrecerrado sus ojos ante la caricia qué había recibido - Mi pequeño bebé, solo será un día - la luz de una lámpara siendo todo lo que allí iluminaba su habitación, impidiendo así que su cachorro creyese era ya hora de despertar.

Aún no desprendía el alba, tanto él como Taehyung considerando que aquella sería la hora más adecuada para salir. Entendiendo también, que sería muy difícil dar consuelo a Orión durante la noche, si este abría sus ojos y no estaba allí ninguno de sus dos padres. Aún menos, si en su horario más sensible no era Jungkook quien lo amamantase.

- Tío Jimin dará tu desayuno ¿está bien? - Jungkook dijo con cariño, ignorando el como su propio pecho contraía al pensar a su bebé lejos de él.

- Ya ha arrebatado antes ya a Seulgi sus bienes. No creo dude ahora en hacerlo, cuando extrañe su mimo antes de dormir - aquello había hecho sonreir al omega, prestando atención a como Donghae se había detenido observándole a ambos - ¿Estás ansioso? Se estás feliz, lo puedo notar en tu mirada.

- Solo quiero ya llegar - Jungkook dijo sin un atisbo de duda y con total entusiasmo, aún cuando era consciente de que aún siquiera habían comenzado a emprender su viaje, acercando su nariz hasta rozarla sobre la mejilla de su bebé - Han pasado más de doce lunas desde que estuve por última vez en Jeonu, es como si estuviese llamando por mi. Mi cachorro debió haber nacido allí.

El beta guardó momentáneo silencio, doblando unos pequeños manteles qué de seguro habían cubierto la comida que había recién empacado.

- Es probable que ya nada sea como lo recuerdas Jungkook - el pelinegro no se atrevió a asentir, corroborando el miedo que sentía al saber que allí podría resultar no ser ya el lugar que conocía. El recuerdo de aquella situación hostil de su última imagen de el, haciendole entender que Jeonu podría haber cambiado demasiado durante ese tiempo.

Y es que dentro del estado se rumoreaba qué la zona que antes había estado llena de recursos, algo que el omega había desconocido hasta que le habían hecho saber, cuanto valor podría tener algo que en Jeonu podria ser vital.

Como un árbol.

Como las piedras que brillaban dentro de la cueva.

Como el agua.

- Yo quiero estar preparado para eso señor Donghae - sus ojos dirigiéndose nuevamente hasta el rostro de su cachorro y donde este aún le observaba con la mirada atenta, sus pestañas largas como las del alfa sacudiendo de vez en cuando, apreciandole en su regazo con paciencia y devoción - Orión merece que Taehyung y yo le demos un hogar donde crecer. No importa si esto es más cercano al mar o a la montaña - sus dedos tocaron con suavidad las cejitas de su bebé - Pero me requiere valiente. Sin temor a lo que sea debamos enfrentar. He dado todo por él señor Donghae y no dudaré en seguir haciéndolo, si con ello doy a mi cachorro la libertad y dignidad con la que merece vivir.

El beta se acercó a él con cuidado y besó sobre su sien, en una acción tan íntima que a Jungkook le hizo sentirse como un pequeño niño siendo mimado por un adulto - Has de hacer sentir orgullo a tu madre Jungkook. Porqué sin yo serlo y sin unirnos la sangre, me siento totalmente honrado de oír templanza en tu voz, a pesar de todo lo que has pasado.

Y si bien el pelinegro percibió como un dolor atravesaba sobre el interior de su garganta, tan solo permitió una respiración profunda contuviese su emoción. Temeroso de hallarse demasiado sensible y que su regreso a Jeonu le afectase del modo que no deseaba.

- La siento conmigo. Creo hoy iremos juntos a Jeonu - respondió con aparente calma, deseando qué aquel sentimiento prevalecer - Es la presencia de mi clan quien mantiene mi tranquilidad, ellos están a mi lado - Jungkook estiró su mano hasta alcanzar la del beta - Y señor Donghae, la sangre no necesariamente importa, cuando he sentido su desinteresado afecto desde que he llegado a Kima y en el momento en que más lo he necesitado. Si ahy alguien de quien estaré por siempre agradecido, es de usted.

Y los ojos del beta se habían puesto brillantes y húmedos, algo que el pelinegro habría observado con mayor facilidad si la habitación aun no estuviese escasamente iluminada. Recibiendo momentaneamente solo un suave apretón de la mano de Donghae sobre la suya, antes de que este se pudiese de pie.

- No es momento de distraernos en esto. Han de salir de aquí antes que amanezca, si no no podrán aprovechar su día en Jeonu antes de que este cachorro ya esté pidiendo por tu regreso.

Jungkook rió bajito, sintiendo aún la succión de su bebé que alentizaba de vez en cuando y probablemente por el sueño que aparecía para llevarlo nuevamente. Apreciando como sus ojos comenzaban a entrecerrarse y una de sus manos aferrada a su ropa, se soltaba y volvía a apretar de vez en cuando.

El omega ha descubierto durante esos meses, que su cachorro si quedaba lo suficientemente satisfecho durante su comida del alba, no despertaría al menos por un par de horas. Lo que daba cierto grado de tranquilidad, al saber que su bebé tendría para él la atención de todos los adultos. Y tanto Seulgi como Hyejin, ya estarían despiertas para mimarle y distraer su atención.

Como añoraba llevarle a Jeonu. Y sabía Taehyung sentía el anhelo presente, de también llevarle a conocer Kima. No obstante, el temor aunque silencioso era palpable aún dentro del Estado.

- ¿Ella ha descansado bien esta vez? - Jungkook preguntó despacio y apenas había dejado a su cachorro al costado de la rubia bebé, esta moviendo su nariz en medio de su sueño al pillar de seguro, al intruso en su aposento.

El omega Min sonrió ante la escena, terminando de cubrir con cuidado a ambos cachorros dentro de la cuna, con una manta lijera qué no les hiciese calentar demasiado.

Su mirada viajando hasta donde dormía su alfa, quien daba la espalda a ambos.

- No ha sido fácil que se durmiese nuevamente, le he oído sollozar antes de dejarla en su cuarto. - el rubio respondió cabizbajo, no obstante, le devolvió una sonrisa qué el pelinegro sabía exigía qué no se preocupara tanto de ello - Va a estar bien Jungkook. Es un proceso difícil, para ambos. Tu y ella. Pero es bueno sepas estamos para ustedes.

El omega presionó sus labios entre si, frunciendo sus cejas justo en medio - Si tan solo me permitiera verla - Jungkook añadió casi suplicante, como si el rubio tuviese la posibilidad de intervenir y él estuviese rogando por ello.

Yongsun llevaba días en silencio y alejada de él. Limitandose a permanecer en su habitación y durmiendo gran parte del día, como si su lobo estuviese en una especie de hibernación qué al omega llegaba mucho a preocupar. Solo permitiendo que de vez en cuando Hyejin entrase y le distrajese momentáneamente de su estado.

- Ella siente culpa, no será fácil traerle de vuelta pero estaré al pendiente. Se que pronto querrá volver a verte, pero debes tu también estar bien para recibirla y aprovechar de este día con tu alfa - el rubio dijo con suavidad mientras Jungkook no tenía mucha claridad de como se sentía. Consciente de que el sufrimiento de la omega también era suyo y comprendía tanto el como se sentía.

La puerta siendo golpeada con cuidado había hecho a ambos poner su atención allí, donde la voz de Taehyung asomaba en su búsqueda. Asomandose tímido por entre la abertura y finalmente abriendo al comprobar su presencia allí.

- Buen día Jimin ¿No he alcanzado a despedirme de él verdad? - el peliplata susurró despacio y el rubio omega rió cuando escuchó a su alfa removerse en su cama.

Jungkook negó, sonriendo ante el puchero inconsciente del alfa - Apenas se ha dormido lo he traído. No quise arriesgarme a que despertase - ante ello Taehyung se acercó hasta la cuna donde ambos cachorros dormían, viendo a su bebé recostado sobre su espalda y con sus manitos hechas puños a los costados. Tocando la sien de Orión y pasando sus dedos por sobre su mechón platinado.

- La camioneta ya está encendida - el alfa señaló con letargo, como si una parte suya también estuviese dudando realizar aquel viaje y quedarse allí con los ojos puestos sobre su cachorro.

- Entonces andando - el rubio pareció ver la duda en el peliplata, por lo que se había levantado acomodando su bata - Me preocuparé de que este cachorro no se percate de su ausencia, así que vayan y tomen unas horas de descanso.

- Gracias Jimin - Taehyung sonrió luego de acercarse a dejar un último beso en una de las manos de su hijo, percibiendo el olor sutil de su omega también en él.

- ¿Por qué hay una reunión en mi habitación? - la voz somnolienta del alfa Min hizo que finalmente todos saliesen de allí, conteniendo el ruido de sus risas para no despertar a los aún dormidos cachorros.

Habían salido cuando el sol aún estaba escondido y la neblina de la mañana aún mantenía el camino despejado, hasta antes de comenzar a subir por entre medio de las montañas. Jungkook desconocía si el alfa había dado cuenta que había dormido muy poco durante la noche, la ansiedad por el viaje y la preocupación por Yongsun, no le habían permitido descansar lo suficiente. Ello le había hecho dormir gran parte del trayecto, despertando cuando el sol le golpeaba el rostro y obligaba a abrir sus ojos.

Lo que también colaboraba a ignorar, el como su estómago arremolinaba ante la ansiedad por su regreso a Jeonu.

- Estoy contigo cariño - Taehyung había señalado a su espalda tras colocar su nariz sobre su nuca, apoyado allí mientras una de sus manos se entrelazaba a su mano libre. Con la otra sintiendo la sensación fría del metal, la que se hundía dolorosamente y de forma intangible - En serio lo lamento tanto.

Jungkook aturdido solo había permitido el peliplata le cubriese con su aroma, lo que a su vez había provocado que su lobo gimoteara lastimosamente y se acurrucara bajo el vientre del alfa.

- Todo... - su boca se sentía seca, por lo que debió pasar saliva y tragar despacio mientras percibía los labios le temblaban - Se han llevado t-todo Tae.

Apenas amanecía, la neblina en Jeonu solía desaparecer cerca del medio día. Sin embargo, para Jungkook ya era claro que el lugar que había conocido y que le había visto abrir sus ojos por primera vez, ya no existía.

Nunca más.

El bosque qué crecía, milenario e indómito por sobre las montañas había sido arrancado. Destruido por lo que Jungkook sabía había sido fuego, consciente del rastro de las cenizas qué había visto la última vez que estuvo allí.

Sus ojos deteniendose hacia el alambrado, cercas qué aparecían cada tanto cuando quería llevar sus ojos más allá de su campo de visión. Entrampandoles incluso a ellos, como si no deseasen su presencia allí y fuese alguien ajeno a ese lugar.

Un intruso.

Un ladrón.

Sollozó con fuerza, percibiendo como Taehyung se presionaba más a su lado - Estoy aquí, estoy aquí - el peliplata había dicho y el omega desconoció el sentimiento de gratitud, al estar nuevamente en Jeonu esta vez con su alfa a su lado, ante una imagen diferente, pero sin la violencia con la que había sido despojado de su hogar. Deteniendose abruptamente cuando había percibido al alfa alejarse detrás suyo, observandolo caminar con rapidez hacia la camioneta, mientras él se abrigaba e intentaba controlar sus espasmos.

- ¿T-Taehyung? - Jungkook alcanzó a cuestionar cuando vio al peliplata hurgar en la cabina trasera del vehículo, alcanzando a percibir nuevamente el helado viento sobre sus húmedas mejillas.

Tenía frío.

La perplejidad habiendole llegado inoportuna, cuando Taehyung había regresado con un objeto en sus manos y se había aproximado a la cerca que interrumpía su camino.

- Tae ¿Q-Qué haces? - el omega sentía su corazón palpitar con fuerza, casi saltando sobre su sitio cuando el sonido del metal rompiendose había llegado a sus oídos.

El alfa pareciendo empecinado en concretar su cometido, no dejando de cortar con esmero cada línea que sujetaba el metal, dejando inoperante su función.

- Lo c-correcto - el alfa se limitó a contestar, a lo que Jungkook le miró momentáneamente y notando la fuerza que este ejercía, hasta que decidió comenzar a tirar hacia los costados parte del alambrado qué quedaba suelto luego de cada corte que este realizaba y así colaborar con él.

El omega no podría decir bien cuantas veces subieron y bajaron nuevamente del vehículo, para dejar caer una y otra vez las cercas qué hallaban en su camino antes de llegar a la laguna.

- ¿Te has lastimado? - Jungkook pregunto al alfa, a quien observó luego de haber quedado su mirada fija en la pequeña gota se sangre que salía de uno de sus dedos.

- Solo un poco - este respondió sin prestar demasiada atención sonriendo - ¿Deberíamos comer algo? - el omega asintió. Habían salido ya hace unas horas de Min y su cuerpo y estómago pedían por algo caliente. Además que necesitaba el espacio necesario para aplacar sus emociones y continuar su recorrido.

Jungkook sabía no sería fácil aquella visita, la anticipada sensación de su ansiedad debió haberle preparado lo suficiente, para que cuando corroborase la evidente imagen destruida de su hogar, no le calase tan profundamente.

Le habían despojado de lo que conocía. Y el omega consideró en aquel momento, jamás podría asumirlo del todo.

El peliplata estuvo más silencioso de lo habitual, pero más que una incomodidad para el omega resultó un signo de apacible tranquilidad. Sintiéndose acompañando pero a su vez, permitiendo viviese el luto que aún persistía sobre él.

Jungkook volteó su cabeza y busco la silueta del alfa que a contraluz se marcaba, expectante de la razón por la que este había detenido sus pasos y ahora le miraba desde la entrada - ¿Sucede algo? - se atrevió a preguntar, viendole tan temeroso qué por un momento su imagen le recordó a la de un cachorro esperando la aprobación de sus padres.

- ¿Esta bien que haga esto? Quiero decir.... - el alfa meditó sus palabras a lo que el pelinegro caminó hacia él, curioso de lo que le mantenía preocupado - ¿Es correcto qué yo pise un lugar como este?

Y el omega llegó hasta él, llevando ambas palmas de sus manos hasta rodearle el rostro. Anhelando el llenarle de besos ante la sensación que aquella pregunta había provocado en él.

Estaba solicitando su autorización para ingresar a un lugar sagrado para su clan.

El pelinegro no tenía recuerdos de la última vez que algún alfa había actuado de esa manera ante él, incluso cuando su rol de líder implicaba su respeto dentro de Jeonu, no siempre estos estaban dispuestos a someterse ante un omega.

Aquello les parecía humillante.

No obstante, Taehyung parecía respetar no solo su posición allí en el sitio qué alguna vez había llamado hogar. Si no también, la importancia que aquel lugar en especifico representaba para su clan.

- Soy parte de las montañas. Del agua qué brota en ellas y todo ser vivo qué aquí habita - su pulgar derecho acarició con suavidad la mejilla del alfa - Soy Jungkook de Jeonu y le pido a mis ancestros qué te permitan a ti, Taehyung, líder del clan Kima, mi alfa. Acompañarme y caminar junto a mi en este lugar.

El peliplata había permitido acercase su rostro hasta el suyo, percibiendo su respiración y el como la punta de su nariz chocaba con la suya.

- Quiero ser digno de ti Jungkook - el alfa señaló bajito y como si alguien más estuviese allí y no fuesen solo ellos dos - Quiero ser capaz de dar a ti y mi cachorro todo lo que merecen. Aún si no podré jamás cargar con tu linaje en mi sangre, quiero que ambos puedan sentir orgullo de su origen. Y la seguridad de que estaré allí para ampararles.

El silencio allí les hizo compañía, escuchandose cada tanto como las gotas de la humedad de la montaña, se deslizaban por las paredes de la cueva. Donde el omega había inhalado el aroma a sándalo de Taehyung y se había sostenido de él cuando un sinnúmero de eventos habían aparecido en su cabeza. Recuerdos de lo que había sido y el como cada uno de ellos le había llevado hasta allí, junto al alfa.

- Eres digno desde antes de conocernos. No has de necesitar de mi jamas, para demostrar cuán hermoso es tu corazón alfa mío - Jungkook ubicó una de sus manos sobre el pecho del peliplata, dejando que allí sus dedos sintiesen como la tibieza de su piel atravesaba su ropaje - He sido yo quien debe agradecer a los astros por haberme escogido y llevado hacia ti como omega y padre de tu cachorro. Por haberme dado el privilegio de amar y ser amado de la misma manera - Jungkook señaló para luego sentir como el aroma de Taehyung se pregnaba sobre el suyo, olfateando con cuidado sobre el pecho del peliplata y cobijandose allí cuando este le había abrazado contra si.

- Mi abuelo habló sobre esto - el alfa dijo sin dejar de sostener al pelinegro, escuchando solo el suave sonido de su respiración y lo que le invitó a continuar - De esta cueva. De las estrellas que había aquí.

Jungkook alejó su torso para poder observar al alfa, sin apartarse del todo y permitiendo aún su abrazo le manteniese unido a él.

- Ha venido cuando era muy joven, cuando junto a otros líderes han decidido hallar Jeonu e integrarlo al Estado - el omega le había observado con extrañeza y Taehyung sintió el deseo de picarle la nariz - Lo he leído en uno de sus diarios y donde escribía sus pensamientos. Las cosas a las que aspiraba como líder y como ser humano.

La mirada de Jungkook se había desviado hacia abajo, alejándose de la suya. Aquel silencio había hecho saber al alfa, que en su mente debían haber muchas preguntas, cuestionamientos sobre el como habría sido aquella visita a su clan y cuando él aún no nacía.

- Tu abuelo debió tener buenas intenciones, pero supongo a los demás líderes no les ha parecido correcto considerar a Jeonu luego de conocer nuestro modo de vivir - el omega dijo casi para si mismo, sintiendo como los dedos del alfa tomaban su rostro desde el mentón y le instaban a mirarle.

Taehyung negó - Ha sido él - la claridad de sus palabras habían confundido brevemente a Jungkook - Cuando conoció Jeonu sabía que la única forma de protegerlo, era aislarlo, así impedir que más personas llegasen aquí. Se también, que quemó parte de sus anotaciones y que indicaban el camino que habían hecho.

- Pero de todos modos nos han encontrado...

- Así es - el alfa sintió el pesar en la voz del pelinegro, por lo que rozó su nariz junto a la de él - Él también intentó proteger a su destinada. Y así también tú mi jazmín, lograste nacer - los ojos de Jungkook se entrecerraron - Mi abuelo y tu madre eran destinados, ella era su Ananké.

Jungkook dubitó por un momento - ¿Por qué piensas eso?

- Porqué mi abuelo ha hablado de ella en su diario y yo he sido un alfa demasiado estúpido como para no darme cuenta antes - la mano del peliplata acarició un costado del rostro del omega - Ella llevaba una demeter en su cabello, la flor qué lleva la pareja del líder ¿Recuerdas cuando me lo has contado?

La mirada del pelinegro parpadeó, constatando la información certera qué el alfa le daba. Y el como muchas cosas que en algún momento no habían cerrado para él, ahora cobraban sentido.

- Mi madre amaba a mi padre. Él era un gran alfa - el omega dijo sin alzar su vista hacia Taehyung - Pero siempre hubo algo en ella. Como si su corazón no estuviese completamente al lado de él.

Como si una parte de él, no le perteneciese.

Jungkook recordó la forma en que sus padres solía relacionarse, amable y respetuosa. Eran compañeros de vida y el omega había crecido con una referencia a lo que ansiaba también experimentar él.

No obstante, no había similitud a su vínculo con Taehyung.

Esto pudiendo ser por la naturaleza silenciosa de su madre y la poco expresividad de su padre, quien no necesariamente evidenciaba su cariño a través de su piel. Considerando ahora la idea, de que quizá en la omega siempre había existido el recuerdo de un amor no concretado.

De la renuncia hacia su Ananké.

- Por favor no estés pensando nuevamente - el alfa tomó su rostro con sus manos.

- Han de haber sufrido mucho Tae.

Taehyung aseveró ante sus palabras - Mi abuelo en aquel entonces si bien era muy joven, ya se había enlazado y ya se había convertido en padre - el alfa buscó darle consuelo, percibiendo como el aroma de Jungkook había escondido avergonzado y temeroso - Vincularse a tu madre en aquel entonces, solo habría acarreado más dolor para ambos. Además que no tenía nada para entregarle.

De pronto había visto todo con claridad, dando juicio al lobo del omega por haberle negado por tanto tiempo aquello - Quizá por eso, tardó tanto en concebirme.

Mas el alfa negó - Mi dulce jazmín - Taehyung le abrazó con ternura al observar como sus ojos se habían puesto brillantes de tristeza - Tu has llegado a tiempo adecuado. Y también a mi tiempo vida mía - la nariz del alfa perfiló el costado del cuello de Jungkook, olisqueando allí el aroma dulce qué reaparecía para él - Hasta reencontrarnos mi Ananké. Has debido tardar lo indicado para poder pertenecernos.

Taehyung rozó sus labios por sobre la piel expuesta del omega, motivado por el como este había arrastrado sus dedos a lo largo de su espalda y ahora acomodaba sus manos a los costados de su cabeza. Mientras el alfa recorría su cuello y dejaba delicados besos allí. Oyendole suspirar y relajar bajo su toque.

- Tae... - el pelinegro pronunció bajito, pero lo necesario para que Taehyung se retirase y le observase tan cerca, que había saborado su aliento junto al suyo.

El alfa no pidiendo autorización alguna cuando su boca había estado sobre la de Jungkook, sintiendo moverse con sigilo a su lobo cuando percibió como este no había dudado en responder con la misma ansia.

Necesitandose.

El sentimiento de pertenencia a aquel omega, urdiendose bajo la oscuridad de la recién caída noche. Clamando porque aquel sabor no se le fuese negado jamás y la humedad de su boca le recibiese siempre del mismo modo.

- Yo te necesito alfa mío - Jungkook pidió en medio de las palpitaciones de su pecho, no queriendo alejarse demasiado de él y por lo que había tomado su mano, para luego tirar de él y guiarlo hacia la salida de la cueva.

Ambos perdiendose entre el bosque y mientras corrían hacia la rivera del lago, en lo que Taehyung no pudo evitar robar besos en medio del trayecto y cuando la risa atraviesa del omega le hacia también reír a él.

Como si estuviesen a punto de hacer algo prohibido y la cordura amenazase por ponerles en juicio, descubriendoles como alfa y omega sin lazo alguno, urgentes de necesidad allí en medio de la noche.

- Solo dejame hacer un poco de fuego, si no moriremos de frío - Taehyung dijo reuniendo algunas varas del suelo, acomodandolas con ayuda del pelinegro en una improvisada fogata. Intentando ignorar el como la anticipación, le hacía temblar las manos.

Habían instalado la tienda que Yonngi había prestado, llevando el abrigo adecuado para pasar aquella noche entre las montañas. Y donde el alfa era consciente, él estaría bastante menos preparado que el omega.

- Traeré una manta - Jungkook le había indicado, mas quedándose petrificado antes de ingresar a la tienda - Si está bien para ti que nos quedemos aquí, si no podemos entrar.

El alfa le sonrió - Lo está.

Todo lo que quieras lo hace, quiso decirle. Dejando sus manos apoyadas y con su cuerpo semi costado, inclinado levemente hacia atrás para poder ver como el cielo a pesar de que era el mismo, parecía lucir diferente en Jeonu.

Orión parecía diferente allí.

- Al alfa Kima se le enfriará el trasero - la imagen de Jungkook había aparecido en su visión, observando como el cabello le caía y casi le tocaba el rostro. Provocando que este riese con efusividad, cuando había tirado de él para ubicarlo junto a su cuerpo.

- ¿Se está burlando de mi líder Jeonu? - el alfa preguntó cerca de su boca y cubriendoles a ambos con la gruesa manta, agradeciendo el pequeño colchón bajo ambos en aquel momento y que impedía se congelasen.

- No me llames así - el pelinegro le silenció con un corto pico sobre los labios - Solo soy Jungkook para ti en este momento. Tu omega - esta siendo él quien había tomado su boca. Despacio pero sin detenerse, solicitando adentrar más en él cuando había mordisqueado levemente la piel de allí.

El alfa chupó de su lengua, antes de tocarla y hacerla una con la suya, escuchando como el omega había gemido ante esta acción.

- Jungkook. Dejame ser tuyo mi omega - su voz escuchandose gentil aún cuando en el aire se percibía la posesividad de sus lobos, descubriendose a si mismo inmoscuyendo sus manos bajo el sweater del pelinegro.

No fue necesario que el pelinegro respondiese, cuando este se había acomodado de espaldas sobre la colchoneta y le miraba desde allí, con el cabello despeinado y los labios entre abiertos. Húmedos y emrojecidos debido a sus recientes besos.

El alfa se sintió llamativamente cohibido, estando seguro que debía de tener las mejillas igual de escarlata qué las del pelinegro - ¿Está bien si te t-toco? - Jungkook asintió sin dejar de mirarle, jadeando con timidez y curvando ligeramente su espalda, cuando Taehyung había regresado sus manos sobre la piel desnuda de su vientre.

- Yo... ¿P-Puedo tocarte? - el omega preguntó recibiendo la sonrisa del alfa en respuesta.

- Por supuesto cariño - este había dicho mientras llevaba una de las manos de Jungkook hasta sobre su pecho.

- Tu corazón - el omega señaló pasando su mano allí - Lo he ansiado tanto alfa mío - Taehyung bajó hacia él, permitiendo que este le enmarcara el rostro - Un corazón como el tuyo. A alguien como tú. Que me conscienta y ame, pero por sobre todo me respete.

El alfa rozó sus labios por sobre donde las lágrimas habían asomado en el pelinegro, besando con cuidado cada una de ellas.

- Te amo Taehyung. Eres a quién imaginé desde que me convertí en un omega - la boca del alfa había allanado bajo el mentón del pelinegro, rodeando allí hasta que se había nuevamente encontrado con su boca.

- Eres tu quien ha dado esto a mi, quien construye mi corazón. Quién me da coraje. A quién amo y deseo. Mas también a quien admiro completamente - el peliplata besó sobre la frente del omega - Ni como líder, ni como omega. Te amo por quien eres Jungkook. Por y para siempre mi jazmín.

El aroma vaporoso del sandalo había llenado su boca cuando el alfa le había tomado, hundiendo su lengua allí y recibiendo gustosa la del peliplata. Abriendo un poco sus piernas cuando percibió al alfa acercarse más cerca suyo.

Las manos de Jungkook habían ido a parar sobre el borde del pantalón del alfa, mas habiéndose regocijado a perderlas bajo su ropa y hacia arriba de su torso. Gimiendo sobre su boca cuando este había empujado con lentitud sobre él y le había acariciado bajo los muslos.

- Estamos t-tocandonos - el omega susurró sobre su oído, lo que provocó una sonrisa asomara sobre los labios del alfa y respondiese risueño.

- Si, lo hacemos amor - Taehyung arrastró la llema de sus dedos por sobre las cosillas del omega, dejándose hacer cuando este había bajado una de sus manos hacia donde crecía su ansia. Respondiendo con un gemido que había aparecido impaciente, al encuentro del toque del pelinegro.

Este habiendole dejado momentáneamente, cuando había dedicado a deslizar sus pantalones hacia abajo, retirandolos a movimientos torpes al recibir los besos del alfa sobre su cuello.

- Oh amor - el peliplata había resoplado cuando había sentido bajo su mano, la piel tibia de su cadera y este había mecido bajo suyo. Deslizandose suave hacia donde podía olisquear, era el origen de su exigente humedad.

Jungkook jadeó sobre su boca, aferrandose a él cuando sus dedos habían rodeado su entrada, tocándole sin prisa cada tanto. Moviéndose por sobre su sexo, cuando la codicia del alfa le hacia desear tocarle un poco más.

Ayudando a quitar el pantalón del peliplata, cuando percibió la necesidad de sentir su piel contra la suya. Sintiendo bajo su toque, como la piel del alfa había erizado, desconociendo si era el frío o el calor de su excitación.

- Espera - Taehyung le dijo quitando su propio sweatee y apenas tuvo su cuerpo desnudo - No te quiero debajo mío, te quiero aquí - señaló acomodandose e incitando al omega a cambiar sus posiciones - Quiero que sea a tu tiempo, que me guíes cariño.

La declaración habiendo dejado al omega por un momento vacilante, hasta que había observado como el peliplata estiraba una de sus manos hacia él.

- Estoy ansioso, pero también muy asustado Tae.

- Lo se - Taehyung le interrumpió mientras le acariciaba el cabello y con ambas manos, enterrando sus dedos allí con delicadeza y recogiendolo tras su nuca - No haremos nada que tu no quieras. No quiero que nada de esto sea una presión para ti.

- No es de esa manera. Te deseo t-tanto - Jungkook gimió con su labios y ojos cerrados cuando había mecido sobre el alfa, mientras este sostenía su rostro y pegaba su frente a la suya. Percibiendo como el calor subía cándido sobre su rostro, cuando sintió el sexo del alfa junto al suyo rozarse con anhelo.

La respuesta a su deseo estando allí, exasperante por sentirle nuevamente suyo.

Jungkook le tomó con una de sus manos y mientras los ojos del alfa iluminaban brillantes, de seguro dejando por un breve instante asomar allí a su lobo. Sus dedos subiendo y bajando, manteniendo su mirada fija en la del peliplata para apreciar su reacción ante la sensación de ser tocado.

Este provocandole un gemido cuando había acariciado nuevamente su hendidura, siendo complaciente cuando había esparcido allí su lubricación. Lo que había hecho sacudir la cola de su lobo, al mostrarse receptivo al encuentro con su alfa.

Había pasado tanto tiempo.

Su torso levantándose con agilidad para ubicar el sexo del alfa entre sus glúteos, frotandose allí con fuerza cuando se había sentido demasiado excitado. Percibiendo como Taehyung le había sostenido desde sus caderas, ayudando a que buscase su propio placer.

La boca del alfa buscando la suya, apenas un momento cuando la necesidad de aire y las cortas respiraciones no permitieron el beso durara más.

Taehyung percibió como la punta de sus pies crispaba, siendo el delicado gesto de que en cualquier momento acabaría. Alargando aquello hasta que no fuese el omega quien lo hiciese primero, mas interrumpiendo sus acciones cuando este había detenido y tomado su propio sweater para deslizarlo y sacarlo sobre su cabeza.

- No, enfriarás - dijo atento al pelinegro, apreciando detalladamente el como su cuerpo, había cambiado desde la última vez que habían estado juntos. Escondiendo con pudor, el como su alfa parecía un chiquillo embobado ante la imagen del pelinegro - ¿Q-Qué haces? - la voz le tartamudeó ante la sensibilidad, siendo tocado la mano del omega quién le sostenía mientras esparcía su lubricación.

- Te quiero en mi ¿Tu no lo quieres? - aquella última pregunta escuchandose como un ruego y del que el omega seguro no fue consciente, lo que había hecho rabiar al lobo de Taehyung.

- En este momento tienes la prueba más grande de mi deseo entre tus manos ¿En verdad dudas si lo quiero? - la sonrisa del omega había sido complaciente, sintiéndose mimado por el alfa cuando este no había puesto ninguno obstáculo a su petición.

La tibieza con la que Jungkook le habría abrazado, había ocasionado qué escalofríos le recorrieran la espalda. Escuchando gemir con suavidad, seguro de que allí habría deleitosa ambrosia. Mas también un poco de dolor.

- Podemos estar aquí toda la noche si es que lo quieres - la risa de Jungkook resopló sobre el hombro desnudo del peliplata mientras se abrazaba a él. Sintiendo como este le acariciaba desde la espalda con una de sus manos y la otra viajaba hasta uno de sus pezones.

El omega retirando levemente su torso para poder mirarle, a la vez que sus labios entre abiertos daban cuenta de lo que el alfa an aquel momento le hacía.

- Me gusta p-pertenecerte - las palabras saliendo atropelladas, jadeando un poco más fuerte cuando Taehyung comenzó a jugar con su pulgar, con el pico de uno de sus botones - Para que me t-toques así.

Los labios del alfa habían robado un beso rápido pero profundo al omega, quien había retomado el movimiento de su pelvis con lentitud. Al mismo tiempo que Taehyung abandonada su boca y la había llevado hasta su estimulado pezón.

Su lengua asomandose con cuidado, cuando el sabor del omega había aparecido tentadoramente ante su lobo, chupando un poco cuando le escuchó gemir dulcemente y le sintió empujar más hacia él.

- Oh por favor n-no digas nada - Taehyung rió sobre la piel mojada del omega, para continuar ondulado su lengua y chupando con tersura. Cruzando un poco sus pies, para impulsarse y entrar más profundo en el pelinegro, descubriendo que aquel sabor maternal solo lo había hecho encender más.

Él había hecho eso al omega, su lobo quiso decir alzando su pecho con orgullo. En lo que Taehyung gruñó de molestia, dando frente a la estúpida posesividad del animal.

Las piernas de Jungkook qué le rodeaban, agitandose como mariposa sobre él percibiendo como su floración le humedecía el vientre. Lo que había incentivando a llevar su mano hasta allí, rodeandole la piel suave y tibia, repasando su pulgar sobre la punta.

Los ojos centellantes el omega le habían observado desde arriba, lo que había provocado que su lobo escondiese su cola y agachase su cabeza ante él. El pulgar del omega viajando hasta su boca, dejando que allí jugueteara con el, hasta después sacarlo y acariciarle el labio inferior.

- ¿Quieres tenerme omega? - su lobo había hablado áspero y denso, provocando el pelinegro tiritara y su cuerpo se aferrarse nuevamente a él. Pasando ambos brazos por su cuello y arrullandose allí. Percibiendo como este comenzaba a repartir besos y lamer sobre su piel sin dejar de mecer.

Taehyung supo que Jungkook no respondería, pues sus ojos se hallaban idos en deseo y al parecer era su lobo quien ahora se movía encima suyo. Y por supuesto la punta de sus dientes picaba por morderlo y marcarle primitivamente, mas no permitiría fuese su lobo quien dominara aquella situación.

- Se que lo quieres. Que lo necesitas - el alfa le sostuvo con fuerza, permitiendo que este tomase todo el control. Jadeando al sentir cuan cerca de hallaba de su liberación y cuán cálido se hallaba al interior del pelingro - Yo también lo q-quiero. Hazlo amor mío, soy tuyo.

Su piel había ardido en aquella zona, escuchando como Jungkook gemía mientras le reclamaba e instaba a vaciase en su interior. Percibiendo como la humedad del sudor le caía sobre la sien, al mismo tiempo que procuraba sostenerse del omega cuando su terco lobo había aceptado la sumisión.

Su nudo formandose y sin demasiada anticipación, gimoteando a la par con el pelinegro cuando había hinchado en su interior. Sujetandole por detrás de la nuca y palpando la transpiración del omega en la humedad de su cabello.

Por siempre y para siempre, habiendo señalado el omega apoyado sobre su hombro. Mientras Taehyung les envolvía a ambos y regalaba besos en medio de la noche aún despierta.








Se muchas personitas esperaban este momento, ya que después de mucho tiempo nuestra parejita se vuelve a pertenecer. Pero a medida de ha publicado esta historia, quienes llevan leyendola , han esperado años para este momento.

Yo agradezco su gentil paciencia.

Mientras avanzaba esta historia muchas cosas han sucedido en mi vida, mas siempre les pedí comprensión y me la han dado. Creyendo fielmente en que acabaría esta libro. Y aquí nos ven, a solo 4 capítulos de capitulo final. Parece irreal.

Sin extenderme más, permitamos esta parejita siga dándose mimos, mientras yo les dejo un besito en la nariz.

Y como siempre, muchas gracias por leerme ♡




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