• CAPÍTULO 59 •


Te recomiendo escuchar "Wave after wave" de Sleeping at Last mientras lees este capítulo 🌿

También les he extrañado












- Taemin debiese estar por llegar - Yoongi había señalado mientras se paseaba de un lado a otro con su cachorra en brazos. Esta con su naricita presionada sobre su cuello, apretando en puño la tela de su túnica y con las mejillas aún muy rosadas al haber estado llorando con anterioridad.

Al peliplata continuaba sorprendiendole la facilidad con la que la presencia del alfa, podía calmar el llanto de su bebé.

- ¿Has hablado con él? ¿Hyejin continúa con fiebre? - el rubio omega le preguntó, al mismo tiempo que se acercó al alfa y tomó a la cachorra en sus brazos - Ven aquí conmigo - susurrando con suavidad para luego dirigirse hasta la cuna instalada en el estar.

Yoongi suspiró - Lamentablemente si - el rubio alfa había respondido de manera seca y con sus ojos llenos de preocupación. Si bien les habían señalado que era cuestión de semanas para que su padre mejorara su estado, eran ajenos a como esto podría haber afectado a la niña - Hasta que Chanyeol no mejore, difícilmente ella estará bien.

Y es que en sí la muerte de Baekhyun no parecía estar alterandole, pues según Taemin los síntomas habían aparecido desde hace algunos días. El duelo de Chanyeol si lo estaba haciendo. El dolor de su conexión más fuerte y que de seguro estaba magullando su organismo. Y aún cuando su vida no dependería de ello, si dejaría un recuerso imborrable del desazón de aquella pérdida.

- Es tan pequeña - Jimin había pronunciado con congoja, mientras Taehyung permanecía sentado y con su cachorro envuelto alrededor de su pecho. Percibiendo la tristeza del omega y comprendiendo cuán compleja situación debería enfrentar.

Un duelo. Uno doloroso de vivir.

Perder a un padre siendo aún un cachorro, el alfa no recordaba hubiesen vivido algo similar dentro de su clan salvo cuando su padre Seokjin había perdido al suyo. Sin embargo, la edad de este aunque había sido doloroso, había mermado en algo la tristeza. Por lo que desconocía del todo, de que manera acompañarían a la niña en su perdida. Y más aún cuando la persona más cercana a ella luego de su padre, se hallaba directamente involucrado con lo sucedido y tener a su cachorro tan pequeño le volvía demasiado vulnerable.

Taehyung podía percibir el miedo de Jungkook. Aquello era algo que le angustiaba.

- ¿Será mejor ocultar por un tiempo la verdad? — Jimin opinó, la preocupación en su voz siendo evidente —  Que ella n-no se entere aún de lo sucedido con Baek...

- No lo sé - Taehyung señaló - Chanyeol siempre ha sido sincero con su cachorra, dudo mucho quiera ocultarle algo tan importante como eso, además... - el alfa se detuvo ante el sonido empalagoso de su bebé, mirandolo por un breve instante antes de retomar su conversación - Hyejin es curiosa, preguntará por su padre y Chan, él no le podrá mentir. Nunca lo ha hecho.

Y es que Taehyung sabía que él alfa no podría engañar a la niña pese a lo doloroso que esto resultara para ella.

Para ambos.

El omega se encorvó afligido, recibiendo consuelo cuando Yoongi se había acercado para abrazarle.

- Es mejor ir con la verdad. Mientras antes la cachorra sepa, mejor - el rubio alfa dijo acariciando a su omega - Ella no necesita le entreguen detalles, solo se debe explicar lo más claro para que no albergue la esperanza de que bueno, le podría volver a ver. Eso a la larga, sería una carga extra para la cachorra y aún más para Chanyeol.

- El alfa Min tiene razón - Donghae repentinamente asomó con nerviosismo desde la cocina. Llevaba en la casa de los Min desde que habían llegado junto a Jungkook desde el lejano continente, por lo que ya era habitual verle desplazarse con agilidad dentro de la casona - Perdón si soy in-noportuno.

- No, adelante Donghae - Jimin le pidió con amabilidad. Mientras este alternaba su mirada entre quienes estaban allí en el salón.

- He ayudado al alfa Chanyeol a cuidar de la niña Hyejin desde que apenas tenía un par de días y la ha llevado con él a Kima. Ella puede parecer una niña frágil, el haber crecido entre tantos cachorros diferentes a ella le ha hecho sentir excluida y por lo que su padre le ha protegido de cualquier situación que le provocase una sola lagrima - el beta sonrió al mismo tiempo que negó con su cabeza - Pero lo cierto es que esa niña es más valiente que muchos adultos y de seguro ella va a comprender. Mentirle, eso sí podría llegar a herirla. Confíen en qué será capaz de sobrellevar la pérdida, ella merece saber que su padre ya no está con nosotros.

Taehyung asintió comprendiendo las palabras de Donghae y recordando en aquel momento el como su abuelo había contado que el beta había perdido a su familia aún siendo un niño. Él más que cualquiera podría comprender a la niña.

- También debemos saber que pasará con Luhan, él es solo un niño y no tiene a nadie. Si tan solo pudiésemos dar con su clan - Yoongi señaló deteniéndose ante lo que diría - Pero tengo la oscura corazonada de que su destino no ha sido demasiado diferente que el de Jeonu - Yoongi señaló, mientras las manos de Taehyung se presionaron sobre la tela de su cachorro, como si su lobo inconscientemente tuviese miedo a que se lo arrebatasen.

Los días estaban siendo pesados para todos. Chanyeol continuaba recuperándose en el hospital de Min, pero su progreso era más lento de lo esperado. Lo cual les mantenía en una alerta permanente y más aún cuando sabían el reencuentro con Hoseok había sido inevitable.

Los ojos ensombrecidos del joven alfa y su delgada contextura, daban cuenta de cuánto sufrimiento había significado para él, el incierto paradero de su hermano durante todos esos mes.

Taehyung, él podía comprender tan bien lo que había sentido. Mas no lo que podría en ese momento estar sintiendo.

- Nosotros no hemos podido dar con su cuerpo - el alfa peliplata había dicho con cuidado, no sabiendo del todo si sería suficiente con cuán cruda era la información dada.

- Entonces como saben ¿trata de él? Pueden haberse equivocado, p-puede que trate de otra persona - las manos del pelirrojo temblaban mientras Hana quien permanecía sentada a su lado, se aferraba a uno de sus brazos manteniéndose en silencio y sólo prestando compañía al chico.

Estos habiendo llegado a Min a medianoche y apenas la omega se había contactado con el joven Jung, luego de ello el rumor de la muerte de Baek se había esparcido por todo el Estado provocando que la tensión entre los clanes aumentara. Acusandose unos a otros por las responsabilidades y como esto tenía también que ver con la desaparición de los Jeonu.

Taehyung agradecía desconocieran que tanto Jungkook como Yongsun permanecían con vida. Y aún mejor, ignoraran por completo la existencia de su cachorro.

- Los médicos, ellos han dicho... - el peliplata presionó sus manos las que se mantenían entrelazadas sobre sus rodillas. Mientras la luz de la chimenea era lo único junto a un pequeño farol de bencina, lo que iluminaba el lugar - Han confirmado que el lobo de Chanyeol ha perdido a su pareja, por ello su cuerpo ha reaccionado de esa manera. Yo, lo siento mucho Hoseok...

Y el espacio había silenciado brevemente, tiempo en que Taehyung no supo que decir sintiéndose torpe e incapaz de señalar algo que en algo contuviese el dolor del omega.

No podía entender cómo nadie te preparaba para ello. Como la muerte podía arrebatar tan dolorosamente algo y llevarse consigo a todo lo que le rodeaba.

Y sintió miedo. Tanto miedo.

Consciente de que el destino de su omega podría haberse decretado de la misma manera, percibiendo que sobre sus hombros cargaba el peso de la injusticia por hallarle con vida. Tan distinto al destino que el pelirrojo había tenido.

- ¿Tiene usted alguna daga? - el joven alfa había preguntado, descorcentandole al esperar una reacción diferente o el verle quebrado luego de haber escuchado tan desoladora información.

- Y-Yo no... podría revisar en la casa - Taehyung respondió dudoso, desconociendo la razón por la que el joven Jung estaba preguntando algo así. Mirando en el rostro de Hana el mismo desconcierto que sentía.

Aquella noche no había deseado despertar ni a Yoongi, ni a Jimin. Por lo que hallar aquel objeto había sido más difícil de lo que creyó, dando con ello al fondo de uno de los muebles de la cocina, tomándolo entre sus manos y observandolo con curiosidad.

¿Para que querría aquello el alfa?

Y no le extrañó al regresar haber escuchado los casi silenciosos sollozos, creyendo que la angustia del pelirrojo había bajado durante su ausencia y cuando hubo hallado contención en la omega. Sintiéndose agradecido que le tuviese en esos duros momentos.

- Es lo que he encontrado - dijo al cabo de unos minutos y luego de haber esperado con serenidad tras la puerta, no deseando interrumpir el íntimo momento del alfa.

- Será útil. Muchas gracias - el pelirrojo le dijo con su rostro visiblemente afectado, aun cuando sus facciones levemente se hinchaban. Y donde Taehyung evitó cualquier tipo de comentario que hiriese su orgullo, al ser consciente de lo poco común que era ver como un alfa se quebraba frente a otro. Acción aún menos usual de hacer frente a un omega, pero que el peliplata atribuyó a la cercanía de esta con el joven alfa.

Aquello le calentó el corazón.

- ¿Yo puedo utilizar el lavabo? - Hoseok le preguntó al mismo tiempo que se ponía de pie.

- C-Claro - Taehyung accedió dubitativo al hallarle desprevenido, abriendo la puerta a su espalda e indicando al otro alfa la autorización a ingresar.

Hana le había seguido y el alfa peliplata no pudo esconder su sorpresa cuando la puerta permaneció abierta. Apreciando cómo el pelirrojo quedaba de frente al espejo y la omega comenzaba a desatar su cabello, el que iba en una coleta como solía ser.

- Mi madre solía desenredar nuestro cabello a mi y mi hermano antes de dormir - Hoseok mencionó despacio, mas su voz sonaba clara y decidida. Contrastante al estado con el que le había oído minutos atrás - Luego lo ataba en una trenza, decía que así el corazón nos descansaría. Que nuestros pensamientos nos dejarían dormir durante la noche - los ojos del pelirrojo se instalaron sobre los suyos y el pecho se le había comprimido al sentir que el sufrimiento de este, hundía sobre el suyo - Usted Taehyung ha de saber cuán importante es nuestro cabello, cuán importante es para cada clan.

El alfa asintió, por supuesto que lo sabía.

En cada Clan prevalecía la valía que poseía el cabello, dando aquel cuidado que su mismo espíritu merecía, siendo la conexión que mantenían con los astros en la tierra.

Por ello la razón de haberlo arrebatado a Jungkook.

Cortarlo a un líder, le doblegaría y humillaría ante los demás clanes.

- Cuando nuestra madre ha muerto, mi hermano lo ha cortado. Yo era aún un cachorro, jamás había podido entender la razón. Era nuestro cabello. N-Nuestra fortaleza - el alfa se detuvo, el momento permitiéndole tomar su cabello rojizo y que caía ondulante por sobre sus hombros, llevando su rostro al frente con la expresión estoica - Pero ahora lo entiendo. Baekhyun, él se ha llevado parte de lo que me sostiene. Tal como él ha de haber sentido cuando mi madre ha partido.

El sonido del cabello siendo cortado había provocado provocado un escalofrío sobre su piel, percibiendo el dolor con el que el alfa realizaba aquella acción.

- Cortarlo, es...c-cortarlo es lo único que puedo hacer para acompañar el destino de mi hermano. Mi dolor p-para su dolor - Taehyung no alejaba sus ojos del pelirrojo, apreciando como sus mechones caían sobre la blanca loza mientras Hana sollozaba a su lado.

El dolor. Aquello se manifestaba de tantas maneras que el alfa creía, podría atravesarte la garganta y enmudecerla en el acto. O golpearte desde el interior del estómago y apretarlo con una mano.

Sin compasión. Sin preguntar si sientes el miedo.

Tan solo dejándote en soledad, de rodillas y sin ningún consuelo.

Desorientado.

Mas Taehyung se dijo a sí mismo que no lo permitiría.

No dejaría que el otro alfa no tuviese la oportunidad de hallar consuelo. Ni le abandonaría en su dolencia. No cuando aquel omega había hecho tanto por Jungkook. Por él y su familia.

Él se debía a su destino incluso más que Hoseok.

Por lo que había caminado hasta situarse frente al otro alfa, pidiendo de forma silenciosa el objeto que sostenía en sus manos, asintiendo cuando este había entreabierto sus labios y sobre su rostro había aparecido la confusión.

Su cabello habiendo permanecido sin cortar notoriamente desde que había asumido como líder, no recordando algún momento en su vida haberlo llevado corto. Seguramente la fragilidad de su memoria de cachorro, siendo la única que sostenía aquel recuerdo.

- T-Taehyung - la peliplata le había llamado seguramente ante el desconcierto, sintiéndose ajeno a su voz cuando el filo había atravesado su cabello. Observando como este caía sobre el rojizo del alfa y en una suave onda se esparcía.

Su mirada alzándose para encontrase con su imagen frente al espejo y así luego de un tenue suspiro continuar cortando, mientras su puño presionaba con firmeza su cabello. Apenas habiendo dado cuenta como sus mejillas mojaban y las lágrimas habían arrastrado resbalando por sobre la piel de su cuello. Al mismo tiempo que Hana le abrazaba desde la espalda y lloraba con su frente apoyada allí.

- Shh shhh cachorro mío - Taehyung había pronunciado mientras retiraba con suavidad la tela que envolvía a su bebé y lo envolvía con sus propios brazos acunandolo.

Sus diminutos ojitos mirándole desde abajo al mismo tiempo que su boca formaba un puchero, expresión que había comenzado recién a hacer notoriamente días atrás.

- Ha de tener hambre ¿Cuánto lleva durmiendo Jungkook? - Jimin preguntó a su lado y él alfa de inmediato llevó el dorso de su dedo índice hasta los labios de su cachorro. Este comenzando a chupar con esmero, tardando el mismo tiempo en romper en llanto cuando dio cuenta que no había allí lo que deseaba.

- Ya bebé - Taehyung le atrajó nuevamente hacia él, aprovechando de olisquear su cabellito, para luego levantarse y dirigirse a la habitación del omega.

Orion aletargando un poco su llanto, seguramente su pequeño lobito hambriento encontrando sosiego en el aroma de su padre.

En el aroma de aquel clan, también parte suyo.

- Iremos donde papá ¿está bien? - Taehyung preguntó con suavidad, consciente de que su cachorro no respondería pero aún deseando hacerlo para que esté acostumbrase a su voz y la conexión con él se fortaleciese adecuadamente.

Habían sido meses en los que no había estado presente y el lazo con Orion apenas comenzaba a formarse. Aún cuando su pequeño bebé no parecía tener inconveniente que le cargase o incluso dormir sobre su pecho. El alfa se esforzaría para que su cachorro no resintiese su lejanía, pudiendo percibir como también su lobo se sentía agradecido de ello, moviendo la cola de lado a lado cuando Orion no parecía distinguir entre él o Jungkook.

Salvo evidentemente, al momento de que su barriguita se sentía vacía.

Su mano abriendo despacio la puerta del cuarto de Jungkook, conocedor de que este aún debía hallarse dormido, percibiendo con fuerza como el aroma del omega le envolvía a ambos al momento de ingresar.

Lo cierto es que a Taehyung se le apretaba el corazón cada vez que tenía que despertar al omega. Este durmiendo profundamente consecuencia del cansancio que la crianza de su cachorro acarreaba, las noches en las que dormía de forma intermitente afectando su energía, debiendo dormir durante el día y aprovechar los momentos en que también su cachorro lo hacía.

- Mi amor... - el alfa pronunció en voz alta al ver al pelinegro arrullado sobre su nido, la luz de día atravesando el cortinaje de la habitación, permitiéndole ver con su cabello desordenado sobre la almohada y con su respiración acompasada. Taehyung sabía no podía tener certeza si él omega encontraría descanso durante su sueño. Si allí sería indiferente a lo que le rodeaba, al menos por unas horas.

Sin embargo, sentía que tenerle allí entre sus prendas y que este encontrase momentos para recuperar su cuerpo, ya era motivo suficiente para sentirse satisfecho. Por ello procuraba ser participe de la crianza de su cachorro y que Jungkook no cargase consigo todo el peso de ello, mas aún en su estado.

- Jungkook amor, despierta - dijo en un susurro que parecía no podría haber despertado al omega. Aun así este abrió sus ojos con lentitud, quizá al haber olisqueado el aroma dulce de su bebé o al percibir la caricia que el peli plata daba sobre su rostro - Vamos a alimentar a Orion.

Con tal parsimonia había salido la voz del alfa, que el omega habría quedado allí tendido y dejando que el afecto del peliplata se esparciese en los mimos sobre él. No obstante, Orion parecía haber tenido una idea contraria, por lo que entre su pechito había estallado en llanto repentinamente.

- No, no llores bebé - el omega dijo estirando sus brazos para recibirle y mientras se acomodaba de lado descubriendo parte de su pecho.

El cachorro aferrándose a él como si hubiese reconocido su calor a distancia, apoyando una de sus manitos sobre la piel del omega. Este último recibiendo el gentil beso del peliplata sobre la sien, acción por la que había levantado su cabeza para mirarle.

Los ojos del pelinegro mirándoles como aquel día, tan oscuros y brillantes que habían hecho se perdiese allí por un momento. En aquella petición. En aquel recuerdo que había puesto ansioso a su lobo.

Los labios resecos del omega parecían habían raspado sutilmente sobre su piel y el alfa no había podido evitar que la dermis le hormigueara por la sensación. Mas la presencia de su cachorro había hecho alejase con cuidado al omega, apreciando sus pupilas dilatadas y la respiración acelerada.

- Alfa, mi Taehyung - su voz arremolinó sobre él, pudiendo ver que entre su lobo asomaba su consciencia. Dando la tranquilidad que necesitaba para decir lo que debía a su requerimiento.

Una marca. Una para un alfa.

Aquello, aquello era inaudito.

Taehyung había oído de ello, de alfas que se permitían marcar por otros y como en estos eran sometidos a juicio público. Lo que claramente le parecía una tontería, cuando resultaba un acto consensuado y el sometimiento ante el otro alfa no les quitaba valor de ello.

No obstante un omega marcando a un alfa, eso era algo que no había escuchado jamás. Quizá esto debiéndose a su rango de líder, algo poco común también en los clanes. O tan sólo a la necesidad de controlar que Taehyung no pudiese hacerle daño.

No como los demás alfas.

- ¿En serio es lo que quieres? - Lo que necesitas. Taehyung le había preguntado en medio de la mirada dubitativa del omega. Este pareciendo anhelarle, como si la distancia entre ambos no fuese en la que físicamente se hallaban.

Tan lejos. Tan diferente a la desde hace meses atrás.

Su boca entre abriéndose y cerrándose, como si la claridad de sus palabras no fuese clara y se quisiese asegurar de decir lo correcto.

El alfa sonrió, sintiendo aquella ternura con la que el pelinegro en aquel momento le observaba.

- T-Tú... - Jungkook señaló despacio, contrariando la actitud exigente de su lobo - Solo si tu quieres dármelo - añadiendo y dejando aparecer aquel tinte rojizo sobre sus mejillas y que le teñía hasta la punta de las orejas.

Taehyung rió, llamando la atención del omega quien había fruncido sus cejas con precaución.

Temeroso y sin aliento.

- Realmente lo dices en serio - y podría haber sido una pregunta, pero la afirmación había salido de su boca porqué no había necesitado respuesta del pelinegro.

Él le pediría su permiso, claro que lo haría. Jungkook era demasiado correcto como para exigir lo que desesperadamente quería. Incluso dejándose enfermar con tal de no pasar a llevar sus propios intereses.

Su bonito omega enfermando por su culpa, aquella imagen era algo que definitivamente necesitaba alejar de su cabeza.

- Mi precioso jazmín - el apelativo era algo que él omega adoraba, no obstante no había podido dejarse llevar por ello, cuando su cuerpo entero había temblado por la expectación de su respuesta - Este alfa no puede entender como aún no te das cuentas de todas las cosas que haría si me las pidieras y de cuantas cosas más dejaría de lado por ti.

La expresión del rostro del omega mostró una combinación de sorpresa y congoja, como si algo removiese en su interior debido a la respuesta del peliplata.

- Tae...tu sabes que yo n-nunca...

- Lo sé - Taehyung le interrumpió. Conocedor de que los ideales del pelinegro, jamás permitirían pasar a llevar los anhelos personales de su pareja - Por ello seré yo quien te lo entregue. Porque mi afecto por ti es más grande que cualquier rango, que cualquier forma de amor que antes haya sido concebida - los dedos de alfa pasearon por el rostro del omega, hasta alcanzar la humedad que aparecía por la orilla de uno de sus ojos - Yo te amo Jungkook, no solo por lo que eres y por lo que yo soy. Te amo porqué eres a quien he esperado toda mi vida y a quien voy a amar hasta el final de esta.

Y aquello había sido suficiente para que el pelinegro dejase a su pecho alivianar la carga, la sensación de sentir que lo que su lobo requería era incorrecto y el miedo a que el alfa le rechazase ante tal confesión.

Protegido. Así era como se había sentido aquel día.

El recuerdo de todo lo vívido siendo aún demasiado tibio, cercano a la angustia que aún le provocaba rememorar casa momento lejos de Jeonu. De Kima. De Taehyung.

No obstante había sido una tregua a ello, percibiendo como la calidez del alfa le había invitado a confiar. A sentir la seguridad de que podría volver algún día a recontrarse a sí mismo.

- Aún no me acostumbro a tu cabello corto - había señalado enredando con suavidad sus dedos entre el pelo del alfa, este observándole con una sonrisa risueña.

- ¿Me veo feo? - preguntó falsamente curioso mientras acercaba su rostro y abría sus ojos de sobremanera.

Jungkook rió - Jamás te verías de ese modo ante mis ojos - el omega respondió sincero, ganándose un pequeño pico en los labios de parte del alfa. Este volviendo su atención de pronto a su cachorro, el que lucía ajeno a todo lo que no fuese su comida.

- Tu padre está demasiado enamorado de mí - la nariz del peliplata había pasado sobre la cabecita del cachorro, mimandole y dando atención a pesar de que para este en es momento resultaba indiferente - He tenido suerte. También he tenido suerte de tenerte aquí a mi lado, de ser tu padre Orión.

Jungkook apreció la escena, distante y como un espectador de la propia vida que se le había devuelto. Su cuerpo sintiéndose cálido al tener al alfa a su lado, percibiendo como este no había perdido la costumbre de entrelazar sus piernas con las suyas, a pesar de que la presencia de su cachorro hacía más difícil hacerlo.

- Te amo - susurró despacio al mismo tiempo que dejaba un pequeño beso sobre una de las mejillas del alfa, este respondiéndole sólo con una sonrisa para luego regresar la atención a su bebé. Su mirada desviandose por instinto hasta el cuello de este, consciente de cómo persistía la necesidad latente de marcarle. No habiendo vuelto a hablar de ello luego de ese día y donde el alfa le había dado venia a hacerlo, permitiéndose tan solo mimar y ser mimado por el alfa.

Y es que Jungkook no se había atrevido a hacerlo, estando seguro que aún no estaba preparado para ello. Apenas siendo capaz de concebir la existencia de la marca del peliplata en su cuello, aún menos creyendo ser capaz en ese momento de marcarle a él.

Aunque sabía aquello era inminente.

¿Lo haría del todo bien?

No lastimaría al alfa ¿verdad?

- Jungkook - Taehyung dijo repentinamente y en lo que él abrió mucho sus ojos encontrándose con su mirada color plata - Cariño nuevamente estabas ido - el alfa agregó con preocupación y sin alejar su vista de él.

- No es nada Tae, y-yo...

- Amor no. Por favor no te cierres - No temas de mí - Sabes que estoy aquí.

Y el omega sabía el alfa era sincero. Lo veía en sus ojos y en el modo en que era paciente y dedicado a entregar esa seguridad que creía perdida.

- Es la marca...t-tengo miedo de no hacerlo bien o herir a tu l-lobo - el omega vaciló un poco mientras sus ojos viajaban hacia algún punto de la habitación que no fuese el peliplata y volvían a él - Sabes no soportaría te sucediese algo, jamás m-me lo perdonaría.

- Precioso mío - Taehyung replicó con dulzura, tanto así que pudo enfocar su vista nuevamente en él cuando este acogió su rostro con una de sus manos - Tu habrías dado tu consentimiento sin dudarlo para que te marque, es lo que nos han enseñado ¿no es así? - Jungkook aunque no alcanzó a asentir estuvo de acuerdo en ello - El temor mío ha de ser el mismo al que tu sientes en este momento. Sin embargo, se habrías confiado en mi tal como yo lo hago en este momento contigo - el aroma del alfa se había vuelto suave, permitiendo fuese el aroma del pelinegro quien sobrellevase al de él - Lo que suceda, no podría ser algo perjudicial para ninguno cuando se me cuidarás tal como yo lo haría por ti. Eres mi ananké Jungkook, no podrías causarme daño alguno si mi cuerpo y alma llevan perteneciendote por tanto tiempo.

El omega solo atinó a esconder su rostro bajo la quijada del peliplata, siendo consciente de que su rostro había enrojecido y el pecho le latía con rapidez. No sabiendo si llegaría el día en que acostumbraría a tener los ojos del alfa sobre él y aceptar las palabras que tan devotamente decía.

¿Las merecía? Jungkook dudo por bastantes años algún alfa se sintiese atraído por él. Su actitud no siendo lo suficientemente sumisa para su condición omega, algo que desencantaba a más de alguno cuando que se acercaban al él por su apariencia.

Todo era tan superficial, que no creyó el tener una pareja que pudiese haber estado hecho para él. Que le desafiara la lógica y le hiciese desear ser un mejor ser humano.

Su alfa. Él parecía haber sido creado en las estrellas.

- Taehyung - el susurro desde afuera de la habitación y el suave golpeteo de la puerta les hizo a ambos llevar su mirada hasta aquel lugar, mientras el peliplata se apoyaba en uno de sus codos para prestar mayor atención ante su llamado - Es la cachorra... - la voz de Jimin había distinguido entre la madera - Hyejin. Ella ha llegado.

La mención de la niña hizo que el omega levantase su tronco y acomodase sobre la cama. Percibiendo cómo el cuerpo repentinamente se le helaba y un agujero se instalaba sobre su estómago.

Hyejin, su Hyejin. Ella ya estaba aquí.

- Bajo enseguida. Gracias por avisar - el alfa respondió con rapidez, tomando con una de sus manos la muñeca del pelinegro con la que se apoyaba para ponerse de pie - Jungkook... - lo nombró, pudiendo percibir a través de su aroma como este se hallaba ansioso. Su respiración estando agitada, por lo que daba profundas aspiraciones para de seguro tranquilizarse a sí mismo - No es necesario que bajes amor.

Los ojos del omega le habían observado con sorpresa, lo que presurosamente se había vuelto en una súplica en la que se aferraba al alfa con su mirada.

Jungkook era consciente aún no estaba bien. Su deterioro físico sólo siendo consecuencia de cómo emocionalmente los hechos experimentados le había afectado. Algo que el omega creía en ocasiones, sería de manera permanente.

Sabía estaba preocupando al alfa, este preocupándose de asistir a Orion más de lo que Jungkook estaba haciendo. Algo que si bien agradecía, lo mantenía temeroso de no estar cuidando del todo bien a su cachorro.

Su pequeño bebé. Él estaba siendo tan paciente, mientras él temía no estar a la altura de ello.

- Jungkook cariño - el alfa volvió a llamarle, por lo que el esmeró en que el temblor de su cuerpo mermase, al mismo tiempo que miraba desde su sitio a su cachorro dormido y arropado en su nido. El peliplata debiendole haber abrigado cuando esté se durmió, por lo que el omega le rozó con los dedos su cabellito.

- Yo necesito verla - se preocupó de señalar con decisión - Necesito estar para ella. Es lo único que p-puedo hacer por Baekhyun - Taehyung había permanecido en silencio tras su petición, de seguro sopesando las opciones y sintiendo que aquella necesidad del omega también era suya.

Y el corazón le latía desbocado pues el miedo le había hecho compañía por tantos meses, que parecía se había atascado dentro de él. Una parte suya sabiendo estaba siendo demasiado sobreprotector con el omega, tratandole incluso como a un cachorro y no permitiendo este saliese de aquel sitio seguro que había hallado desde que había llegado a Min. Y es que sabía inevitablemente el omega debía enfrentar aquello que había quedado pausado meses atrás o que había sido brutalmente arrebatado durante su lejanía. Pero el temor a que esto pudiese causarle más daño de lo que le estaba haciendo, le impedía mantener la cordura necesaria para aceptar lo que solicitaba.

- Jungkook...

- Confía en mi - el peliplata podía ver como los ojos le brillaban al omega, desesperado y con su nariz rosa lo que anunciaba en cualquier momento no lo soportaría más y lloraría.

El alfa no deseaba eso. Si por el fuese, evitaría cada lágrima que Jungkook tuviese por derramar. Besaría sus mejillas y secaría cada una de las que ya hubiesen caído.

Diosa Luna, él lo amaba tanto.

- Prometeme que me dirás si crees es suficiente - y apenas había dicho eso el pelinegro había dejado aparecer su sonrisa, acercándose a él y rozando su nariz sobre uno de sus hombros, por lo que se había atrevido a devolverle el gesto acomodando una de sus manos sobre su cabeza y me teniéndola allí. Sintiendo que se calmaba un poco cuando el aroma de Jungkook comenzó a volverse suave y dulce.

El momento que estuvieron abrazados siéndoles útil para apaciguar su ansiedad, percibiendo en el cuerpo cálido del otro que ya no se hallaban solos para enfrentar una situación como esa.

Ambos ahora se tenían.

- ¿Vas a querer que lo llevemos? - Taehyung preguntó refiriéndose a su cachorro, consciente de que sumaría una preocupación más al omega saber a su bebé sólo en la habitación de arriba y por lo que le había visto asentir de inmediato. Por lo que el alfa fue por la tela para envolverle y arroparle junto a su pecho, acción que se había vuelto suya los últimos días y permitiendo Jungkook tuviese toda la libertad de abrazar a la niña cuando se reencontrase con ella. Algo que de seguro querría hacer.

Orion sin consciente del ajetreo, permaneciendo con sus ojitos cerrados y apenas moviendo sus diminutas cejas mientras hallaba la comodidad indicada y aferraba en puño la ropa que cubría el pecho de su padre.

Los pasos del omega escuchandose pesados mientras bajaba por la escalera, sintiendo como las ansias le habían asaltado cuando escuchó la risa tibia de la cachorra.

— Yo soy Hyejin y podemos jugar  de inmediato — el omega le escuchó decir con celeridad y como usualmente solía hacer, percatandose como esta se dirigía a Luhan quien la miraba con profunda atención, volteandose con rapidez hacia donde se hallaba Jimin y donde añadió con rapidez - ¿Hyejin ya puede cargar a Seulgi?

Su voz sin titubear.

Tan trasparente.

El pecho sacudiendole y provocando sus manos temblasen inseguras sobre me barandal, logrando apreciar desde allí su rostro luminoso y aún cuando no pisaba el último escalón. Con la carita rosa seguramente por su fiebre aún presente y que sin embargo, no parecía afectar al ánimo de la pequeña niña.

Sus rizos dejandose escapar en pequeños mechones que le rodeaban la frente, observando como una trenza le ataba el cabello y le caía por un costado del hombro. Aquel peinado recordándole a Jungkook al de los Min y por lo que supuso debía haber sido Taemin quien lo había hecho para ella. Sonriendo al verla lucir con desplante un bonito pantaloncillo oscuro y un chalequito burdeo que le llegaba hasta las rodillas, que el omega dudaba perteneciese a la niña.

- Seulgi aún es demasiado pesada para ti cariño. Pero ya verás que podrás hacerlo prontamente - Jimin había respondido sereno, mientras permanecía agachado a la altura de la cachorra al mismo tiempo que mantenía a la rubia bebé sobre una de sus rodillas. La respuesta no pareciendo haber conformado del todo a Hyejin, quien había llevado su vista repasando a los demás, buscando de seguro algo que contradiciese al omega.

No obstante, su rostro que había decaído por un momento repentinamente había gatillado en ella una expresión que el pelinegro difícilmente olvidaría. Sus ojos color plata habiéndose encontrado con los suyos tal como la primera vez, habiéndolo atrapados y hecho propios como si hubiese sido el mejor de sus descubrimientos.

- ¡Jungkook! - esta había gritado sobresaltando a la rubia cachorra, al mismo tiempo que todos allí habían girado su rostro hacia el omega. Este sólo reaccionando a caminar hacia la niña y alcanzarla con sus brazos cuando esta se había estirado hacia él - Hyejin ha extrañado m-mucho - y el sonido de su voz quebrando fue lo suficiente para que el pelinegro se dejase hacer. Deteniéndose a sostener a la cachorra y dejando que esta sollozase sobre sus piernas.

— Jungkook también te ha extrañado — el aroma de la niña llegando hasta él, percibiendo como esta había crecido algunos centímetros y subido un poco de peso, lo que le hizo sentir alivio al creer que el ayuno no había trastocado su corazón.

O eso es lo que había deseado con todo ahínco.

Esta habiendo hundido su cabecita entre sus rodillas, sujetándose allí como si temiese la distancia les volviese a separar. Todos permaneciendo en silencio, seguramente conmovidos por la escena y hasta que el alfa peliplata había roto el silencio.

— Taemin — Taehyung dijo con suavidad, percatandose de la presencia del omega y acercándose hasta él para ofrecer un saludo cordial con su mano estirada.

El omega habiendo llevado su mirada hacia él, entregándole una sonrisa gentil tan característica suya.

— Taehyung, que agrado verle — el pelirubio le respondió y el alfa podría haber jurado que un aroma familiar le había llenado los pulmones. Dejándolo pasar solo cuando el omega había intervenido nuevamente — Oh ¿es ese su cachorro? — Taemin había preguntado dirigiendo su mirada hasta donde el pequeño bulto se envolvía en él, recordando que cargaba en ese momento a su bebé y asintiendo luego de ello — No puedo creerlo, estoy tan feliz por ustedes.

El alfa devolvió una sonrisa, agradeciendo el sentimiento sincero del omega. Percibiendo el golpe repentino sobre sus piernas y sintiendo como algo se repasaba allí con fuerza.

— Príncipe Taehyung — no fue hasta aquel momento que el peliplata dio cuenta era la niña quien arrastraba su nariz sobre la tela de su pantalón, aquel aroma que en ese momento le estaría llevando a lo que había sido hasta meses atrás su hogar — Él huele a tantas cosas lindas — Taehyung se acercó a ella conmovido, creyendo en ese momento que podría también algo de Chanyeol aún marcado en su ropa.

— Nuestra reinita ha crecido mucho. Ya debe estar lista para utilizar su corona — el alfa señaló mientras apoyaba la palma de una de sus manos sobre su sien y la niña le miraba con sus pequeños ojos plata muy abiertos, quizá percatandose en su cabello corto pero olvidando lo enseguida cuando escuchó el sonido repentino de su bebé. Este removiendo sobre su pecho, buscando un poco de aire bajo la tela.

— ¿Qué hay allí? — la pelirroja había preguntando con la curiosidad asaltando sobre ella, percibiendo algo más había por describir. Fue cuando entonces el  alfa había observado a Jungkook, buscando su mirada para buscar su aprobación.

El omega se acercó hasta la cachorra, acariciando su espalda y besándole sobre uno de sus oídos, escuchando como su alfa descubría a su bebé y decía — Orion ha bajado del cielo pidiendo conocerte bonita Hyejin. Será quien vele por ti, tu precioso caballero de brillante armadura.

El sonido de sorpresa de la niña ocasionando su corazón recuperarse en algo la tibieza. El ansia enraizada de que todo estuviese bien.

La esperanza.


Hola, ha sido bastante tiempo.
Muchas novedades están aconteciendo, pueden verlo en mi última publicación en Fire on Fire y enterarse de ello si no están al tanto. Es por ello agradecería diesen una oportunidad a esa historia si aún no lo ha hecho o recomendasen de leer. Aspiro su publicación sea un primer mini pasito. Quien sabe si algún día ello, da la oportunidad de volver Earthquake visible a los ojitos del mundo.

Y ya entramos a la cuenta regresiva, 10 capítulos más y ya estamos con esta historia 💜

Besito y gracias por su paciencia, afecto y lealtad. Son casi cuatro añitos que agradezco como si fuese el primer día, cuando quienes ya me leían dieron una oportunidad al prólogo de esta historia. Eso me llena el corazón y me alienta a seguir escribiendo.

Les quiero y manténganse saludables!

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