• CAPÍTULO 45 •
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El aroma dulce llenaba el salón, el que según el alfa podría incluso degustar con su lengua sin siquiera haberlo probado. Apoyando sus codos sobre sus rodillas flectadas, entrelazando sus manos entre sí mientras observaba al beta dejar un plato de galletas sobre la mesa de centro. Habiéndose levantado enseguida, cuando vio cómo este parecía necesitar ayuda con la tetera con agua caliente que llevaba en su otra mano.
- Deja que te ayude con esto - le dijo con suavidad esperando no molestarle, recibiendo tan solo la mirada silenciosa del otro peliplata. Quien acomodaba con cuidado los platillos y tazas sobre la mesa, que traía sobre una bandeja.
- Esas galletas huelen delicioso Donghae - la voz de Hana se había escuchado emocionada y el alfa la conocía tan bien, que sabía estaba exagerando. Y no era que ella no fuese cordial con el beta y por el contrario, la omega simpatizó con este desde que era una niña.
- ¿De qué son esta vez? - insistió la chica mientras se sentaba sobre la alfombra, cruzando sus piernas y mirándolo tal cual una pequeña cachorra.
Taehyung pensó que definitivamente estaba sobre actuando, esto seguramente debido a su propio nerviosismo al saber el distanciamiento que había entre ambos.
Y es que en los meses que habían transcurrido desde que Jungkook ya no estaba en Kima, Donghae parecía no tener intenciones de perdonar al alfa. Prácticamente no dirigiendole la palabra y más aún, luego del incidente del incendio y donde se desconocía que había sucedido con el omega. Actitud que Taehyung ni siquiera se atrevía a juzgar, no cuando el mismo se maldecía por haber permitido le alejasen de su lado.
- A-avena - respondió el beta titubeando pero de manera seca. Dejando el agua caliente al centro de la mesita y retirándose en silencio de aquel salón. A la vez la mirada de Hana le seguía hasta desaparecer en el pasillo.
- ¿Aún las cosas continúan igual con Donghae no? - Hana le preguntó a la vez que se giraba hacia él, en lo que Taehyung emitió un pequeño sonido de aseveración mientras servía un poco de té - El es una buena persona Tae, tan solo dale tiempo.
- Es lo que hago, no podría obligarle a entenderme cuando lo que a el le mueve es su cariño por Jungkook - sus labios adormeciendo al pronunciar su nombre, ignorando el la pequeña punzada en medio de la garganta - No sabes cuanto estoy agradecido de la contención que él le ha entregado durante su tiempo aquí en Kima. Aún cuando ambos hemos compartido sentimientos, soy consciente que el afecto hacia Donghae era diferente. Quizá el cómo el de un cachorro a su hermano mayor - Taehyung negó con su cabeza - No Hana, no soy tan egoísta como para pensar que todo esto solo me afecta a mí.
Los ojos del peliplata solo enfocados sobre la tibia infusión, llevandola hasta su boca y percibiendo la cálida porcelana sobre sus labios.
Su lobo recostado cabizbajo a sus pies, desorientado ante la distancia de su omega.
- Mi Taehyung realmente es un alfa excepcional, creo mi madre estaría decepcionada por haberle dejado ir - dijo de pronto Hana y aún cuando no tragaba toda la galleta que había en su boca, haciendo reír al alfa por su imprudencia - Y estoy segura que Donghae también sabe que lo eres. Él te conoce desde que eras un cachorro, vas a ver que habrá espacio para que te pueda entender - Hana le había mencionando, a lo que el alfa asintió casi imperceptible. No deseando contrariarla, pero también manteniendo su postura de no aspirar a que la actitud de él beta hacía él cambiase en algún momento.
Tenía miedo a las expectativas.
Todo dolía menos cuando ya no esperabas algo más de los demás.
- ¿Como vas con todo Taehyung? - el tono de voz de la omega había cambiado de pronto, a lo que el peliplata buscó su rostro con intención de comprender sus palabras - Me refiero a que él haya regresado - la sensación desagradable sobre la boca de su estómago causándole nuevamente náuseas, deseando echarse a reír ante el cómo éste parecía no haber cambiado nada durante todo ese tiempo.
Como si no le afectase.
Y aún cuando él sentía se estaba muriendo.
- Creo que no haberle matado aún, ya es algo positivo - Taehyung le señaló a la omega en medio del intento de formar un gesto jocoso con la boca. Ignorando la compasión con la que Hana parecía mirarle.
Namjoon había regresado hacer cerca de una semana atrás y Taehyung aún no comprendía, el cómo no le había destrozado el cuello aquel día.
- N-nam... - la voz de Seokjin había intervenido momentáneamente en el lugar, de manera tan fugaz que Taehyung no supo si certeramente le había oído. No permitiéndose corroborarlo, cuando percibió como su cuerpo había actuado por instinto y se había lanzado sobre el otro alfa.
- ¡¿Qué mierda haces aquí?! - exclamó con rabia y al mismo tiempo sentía como la garganta le había quemado. Empujandole con fuerza con sus palmas abiertas sobre el pecho de su padre, sin vacilar siquiera un momento en su intención de causarle daño.
- ¡Taehyung hijo! - Seokjin había gritado a sus espaldas, percibiendo como este se esmeraba en sostenerle desde la cintura y tiraba de él hacia atrás - ¡Es tu padre! - y Taehyung reaccionó de inmediato a sus palabras, girandose con brusquedad y sin medir su fuerza hasta enfrentarle.
Su lobo estaba enardecido.
- ¡Este hombre no es mi padre! - gritó con rabia y sin titubear aún cuando pudo ver como Seokjin rompía en llanto mientras su rostro pintaba pálido - ¡Ha dejado de serlo cuando ha ayudado a engañar a mi omega! ¡Cuando ha permitido lo alejasen de mi junto a mi cachorro! - y Taehyung ignoró el sollozo del omega, volteandose nuevamente hacia Namjoon y donde creyó haber visto un poco de culpa.
Sin embargo evadió el sentimiento de compasión.
- ¡Dime que le han hecho! ¡Donde maldita sea se lo han llevado! - Taehyung le empujó dos veces más hasta hacerlo caer en el último golpe y a la vez que gritaba con desazón. El asimilar que aquellas acusaciones iban hechas hacia su padre, lo estaba desmoronando a él mismo.
El alfa frente a él ya no era su padre.
- ¡N-no se de que estás hablando Taehyung! - el alfa mayor le respondió en un tono molesto y a la vez intimidado por la ferocidad con la que su hijo le atacaba. Siendo el aroma de ambos lo que estaba alertando a los demás habitantes allí en Kima.
Había estado junto a Seokjin a orilla del mar, mientras éste le acompañaba a pintar algunas barcazas. Jamás pensó su padre apareciese aquella tarde allí en el clan y luego de llevar meses sin enviar noticias de su estado.
-¡No mientas! - la respiración de Taehyung apenas dejándole hablar, apuntando con su dedo índice a Namjoon y quien aún continuaba en el suelo. Poco importandole que una parte del clan, se encontrase allí restaurando sus propias embarcaciones - ¡Sabías que Jungkook atacaría a papá y aún así permitiste que sucediera! ¡Sabías mi omega lo haría para salvar a su propio clan!
- ¡Que no te escuche nadie Taehyung de la tontería que estás diciendo! - la ira comenzaba a consumir a Namjoon, quien se había levantado mientras se acercaba a su hijo - ¡Ese Jeonu no es tu omega!
- ¡Es mi ananké! - le respondió con determinación, ignorando los comentarios a su alrededor y el cómo había develado de pronto toda aquella información a sus padres. Aprovechando el congelamiento de Namjoon para seguir expresando todo lo que sentía - ¡Jungkook es mi destino! ¡Él está esperando a mi cachorro y tu mi propia sangre, me lo has quitado!
El silencio había sido corto, pero lo suficiente para que Taehyung pudiese oír el desvanecimiento lento del oleaje sobre el arena. Sintiendo como la piel desnuda de sus pies tocaba directo sobre el arena, la que comenzaba lentamente a enfriar al ir cayendo la tarde.
- C-cachorro mío ya basta... - intentó pedir Seokjin a la vez que le tocaba uno de los brazos y se escondía tras de él con su mirada cabizbaja.
La pestilencia de los aromas de ambos alfas, intimidado a su lobo y volviéndole sumiso.
- Fue lo mejor para ti Taehyung - Namjoon había agregado despacio, como si hubiese algo de arrepentimiento en sus palabras. Más estas sonaban con una dureza y frialdad tan grandes que Taehyung se sintió nauseabundo.
Sintiendo como Seokjin le tomaba la mano desde atrás y la entrelazaba a la suya, percibiendo desde allí la baja temperatura de su piel y el cómo su cuerpo estremecía ante el miedo.
- E-eres tan egoísta que no te reconozco - pronunció casi resignado a la situación - Ni siquiera te ha interesado el que tu omega haya enfermado durante tu ausencia.
El llanto de Seokjin amenazaba con hacerle flaquear, pudiendo imaginar cuanto su padre estaba sufriendo por su confrontación, pero sin poder evitar desatar su cólera.
- Dime ¿Has pensado en él en estos meses? - Taehyung insistió sin alejarse de Seokjin y aún cuando su padre le observaba desafiante. De seguro al sentir a su lobo ofuscado, por el cómo su hijo no le permitía acercarse a su omega - ¿Has al menos sentido su dolor?...
- ¡Callate Taehyung! - explotó con rabia Namjoon, sin poder controlarse a sí mismo y golpeando a su hijo con su puño sobre su boca.
El grito de Seokjin y el sabor de la sangre siendo lo primero que le hizo reaccionar al peliplata más joven, llevando su mano hasta allí y sintiendo como el dolor vibraba y se esparcía en su sien.
- ¡Es de mi o-omega del que estás hablando! - Namjoon le señaló con fiereza y a la vez que en sus ojos se podía apreciar como su posesivo lobo asomaba - ¡T-tu desconoces a lo que t-te exponías si continuabas con ese omega! ¡Lo único que he hecho ha sido evitarte el m-mismo destino que él tendría! ¡Esa relación no tenía d-destino y yo no estaba dispuesto a ver morir a mi hijo p-por una tontería! - el alfa le veía con la respiración acelerada, marcandose una de sus venas sobre su frente.
Taehyung quiso matarlo. Observando la mano con la que había limpiado su boca y distinguiendo allí la mancha de realidad que necesitaba. Asumir como había perdido a su padre tanto por sus acciones, como por el desagradable pensamiento que exponía a él.
Se preguntó quién había cambiado. Si Namjoon o él. O quizá ambos.
O tal vez su padre siempre había sido de ese modo y la llegada de Jungkook a su vida, era lo que le había enrostrado lo que nunca fue capaz de ver.
Había crecido en una mentira.
- Una tontería ¿verdad? - su voz tuvo un matiz amargo, consciente de que no tenía la fortaleza para mirar a su padre en aquel momento a los ojos. Sabiendo que si lo hacía, no lo pensaría dos veces y le lastimaría - Siendo un alfa de ya casi treinta años, jamás creí hallar a alguien que considerase mi hogar. No creí mi pareja estuviese en una subasta, temblando de miedo y disfrazado de algo que no era. Que iba a tener que sacarle de allí y creer que era yo quien le estaba ayudando a ser el mismo. Pero sabe alfa... - el peliplata le indicó ignorando el apelativo que apenas había hablado le enseñaron -... fue él quien me enseñó a mí, porque nunca nadie me había hecho sentir tan valioso. Y si usted me dice que habría conseguido la muerte por amarle, sepa también que ahora preferiría eso a no tenerle a mi lado.
Y su mano había presionado fuerte la mano de Seokjin, tirando de él con suavidad para no dar pie a que éste se quedase allí por necesidad de su lobo.
- Y-yo sabía ustedes mentían y no apoyaban el g-golpe- le indicó Namjoon con frustración a su espalda, a lo que se giró nada más para decir lo último y no esperando al menos verle en todo lo que quedaba de aquel día.
- Entonces vaya y comuniquele a la Milicia de lo que se ha enterado - Taehyung le increpó sin titubear - De todos modos no es algo que me sorprendería si lo llegase a hacer - señaló con la evidente decepción haciendo sombra bajo sus ojos, fijándose recién allí como el rostro de su padre lucía demacrado y cansado.
Incluso podía notarle más delgado y con el cabello opaco, asimilando el cómo la distancia de su omega también le había afectado a él.
- No se que d-decirte cachorro mío - Seokjin le había dicho una vez habían llegado a casa, llevandole a su propia habitación por el miedo a que Namjoon llegase por él. Un encuentro que sabía sería inevitable, pero que aprovecharía de alargar lo que más pudiese por la tranquilidad del omega.
- No tienes porqué hacerlo papá, no hay nada que decir - respondió el alfa acercando a su padre en un abrazo, permaneciendo allí hasta el otro día y durmiendo acurrucado a él tal cual lo hacía desde niño.
Su padre necesitaba reconfortar a su lobo y Taehyung se preguntó porqué no había hecho aquello antes, cuando el mismo se sentía cobijado por el calor de Seokjin.
Había necesitado de ello.
El sentir la calidez de su padre le había calmado del agobio que había sentido durante todos esos meses, no habiendo despertado en esa noche en ningún momento y como últimamente su cuerpo estaba acostumbrando a hacer.
Apenas pudiendo conciliar el sueño al no dejar de pensar en en su omega, esmerandose en traer a su habitación, toda la ropa que este habia utilizado mientras vivía en Kima. Aferrado a su ropa de dormir y con su nariz puesta sobre ella, sintiendo aún el dulzor de su aroma gravitandole dentro del pecho.
Deseando sentir un poco más de ello y dilatar la pérdida de su fragancia, siendo consciente que en la habitación que había pertenecido al omega le encontraría con más intensidad. Más no se había atrevido a entrar allí, por la cobardía misma de su lobo al creer perdido a su omega.
No sería de ese modo. Se negaba a creerlo.
- Te lo he dicho antes Taehyung, tu padre en serio se pasa de idiota - Hana le señaló con una mueca de disgusto - Me sorprende que te hayas controlado y no le devolvieses el golpe. Yo se lo hubiese regresado.
El alfa rió ante la sinceridad de la omega, soltando a la vez un leve quejido por su labio aún no cicatrizado del todo.
- Pero creo que es un tema que es mejor olvidar ¿no? Al menos por esta tarde necesitas relajarte - añadió ella levantándose, a la vez que sacudía las migajas de galletas que habían quedado sobre su vestido. Su ceño frunciendose repentinamente al mismo tiempo que arrugaba su nariz, llevando sus ojos justo sobre el alfa.
- ¿Qué? - le preguntó Taehyung intrigado por el cómo le miraba la omega, observando a su alrededor esperando encontrar la respuesta a su duda allí. Sintiendo cómo ésta se aproximaba hacia él y le olfateaba como un pequeño animalito.
Y Taehyung estuvo a nada de reír, deteniéndose sólo por la expresión preocupada con la que Hana le había observado.
- Tae ¿tu celo está cerca verdad?- ella le preguntó de manera directa y descolocando al alfa. Recordando la fecha que conmemorarían aquel día y sacando cuentas con sus dedos. Dejando escapar un suspiro que más se escuchó como un sonido de decepción.
- Si, casi lo olvidaba... - y llevó sus manos hasta su cabeza a la vez que la ansiedad comenzaba a corroerle y su pie diestro se agitaba contra el suelo.
- B-bueno Tae, no creo sea para tanto - la peliplata intentó tranquilizarle, sintiendo a su propio lobo inquieto ante el estimulo que recibía por el incipiente aroma del alfa.
Taehyung rió.
Llevaba contando casi siete meses de su último celo, pues su lobo se había sentido demasiado deprimido para siquiera considerar entrar en calor. Más de seguro el sosiego que su padre había dado días atrás, había hecho sentir a su alfa una falsa calma que en aquel momento estaba odiando.
- Tampoco es como si alguien se fuese a aprovechar de esto - Hana agregó con cierto tono de jocosidad en sus palabras y Taehyung negó riendo de nerviosismo - Sabes mis intereses están apuntando a otro lado...
- Por la Diosa Luna Hana, ni siquiera lo pienses - le interrumpió el alfa, levantándose de allí y caminando de un lado a otro. Omitiendo el dolor de cabeza que le ocasionó el oír a la omega reír bajito.
- Lo siento, lo siento. Solo quería quitarle gravedad al asunto - había señalado la peliplata, permaneciendo alli de pie y con sus brazos cruzados observando al alfa.
Y Taehyung creyó que en vez de ello, lo había empeorado. Y es que ni siquiera había pasado por su mente el compartir su celo con alguien más, pues él solo considerarlo angustiaba a su lobo y le aceleraba el corazón a él mismo.
Jamás había pasado un celo en la soledad y bien sabía el costo de aquello y sobre todo cuando su lobo había reconocido a Jungkook como su omega. Más estaba dispuesto a correr aquel riesgo, pues no se imaginaba tocando o sintiendo a alguien más que no fuese su chico.
Maldita sea lo amaba, ni aunque su instinto le pidiese algo diferente faltaría a ello.
Por lo que aunque se lastimase a sí mismo, controlaría a su lobo y cuidaría de su promesa al omega.
Por siempre y para siempre había señalado, aún cuando su cabeza se aturdiera y el miedo a no volverle a ver le hiciera temblar el cuerpo.
- ¿Esas son galletas de avena? - la voz suave de la beta les hizo voltear el rostro a ambos, observándola con la pregunta sobre su rostro. Mientras aparecía por la puerta junto al alfa pelirrojo.
❀
- Yoongi ubicala por acá - indicó el rubio omega, mientras apuntaba con su dedo índice al costado del sofá en el centro del salón. Su otro brazo manteniendo con firmeza a la cachorra pegada a su pecho, con sus ojitos adormilados y a punto de caer rendida de sueño. Con su pancita satisfecha de haber obtenido su preciado alimento.
El alfa Min instalando la pequeña cuna que que habían traído para la cachorra, acercandola lo más próxima al omega y con tal este le escuchase de inmediato y apenas se despertase.
Taehyung no pudo evitar sonreír, ante la gracia que le causaba que el alfa andubiese con la cunita por toda la casa y tal como Jimin le exigía. En los días que llevaban allí en Kima, habiendo recorrido desde la cocina al estar pendiente de lo que preparaba Donghae y sin obviar el chisme entre ambos. Y llegando hasta la playa también con ella, al no concebir quedarse en casa cuando todos habían decidido ir allí.
La pequeña Seulgi haciendo lucir sus primeras carcajadas, aun recién descubiertas para ella. Producto del cosquilleo que la brisa marina, le hacía sentir sobre sus regordetas mejillas.
- En serio la cachorra Min se ha puesto tan bonita - expresó Hana procurando controlar la emoción, al apreciar a la bebé ser recostada en la cunita por Jimin.
- Tu sabes Hana, que a veces la buena genética no se puede evitar - le respondió el omega moviendo su cabello en un gesto de broma, riendo ambos despacio para no despertar a la cachorrita.
- Creo que le están quitando mérito alfa Min - añadió Chanyeol evidentemente burlándose del rubio, quien sólo se había mantenido serio y había cubierto a la niña de una frazadita color púrpura y mientras todos reían.
- ¿Ya probaste tu pastel Taehyung? - preguntó de pronto Aiko a su espalda, la que venía con el pequeño platillo de porcelana y con el pastel de frambuesa y merengue que Donghae solía hacer cada año para aquel día.
El alfa negó, recibiendo en sus manos el dulce postre y percatadose como esta tomaba puesto a su lado. Percibiendo de inmediato la mirada acusadora de Jimin. Negando mentalmente al saber cuan pendiente estaba el rubio omega, de las veces que cruzaban palabra durante el tiempo que había permanecido allí en Kima.
Casi parecía su sombra.
Y es que los líderes habían llegado a Kima días atrás y según lo acordado, planificando el modo en que resguardarían cada uno de sus territorios. Habiendo firmado un acuerdo entre ellos, en los que no intervendrían en el ataque militar.
Al menos por el momento.
Y tampoco permitirían estos lastimaran a los suyos y las bien ese era el objetivo principal del convenio.
- Es seguro que luego de esto nos citen a un nuevo Consejo - declaró el alfa Min, mientras permanecía apoyado en una de las esquinas del despacho de la gran casa Kima. Aquella tarde sucediendo con bastante revuelo y luego de la llegada de los líderes, acondicionando el hogar para recibirles a todos adecuadamente.
El pelirrojo observando con discreción y luciendo inusualmente decaído, pues el no tener noticias de su hermano, le mantenía alerta día y noche sin descanso.
- Podría apostar que así será - añadió Chanyeol ubicando una de sus manos sobre el hombro de Hoseok, este mirándole por un momento y atento al otro alfa.
Eran pocas las veces que Taehyung recordaba les había visto interactuar a ambos, agradeciendo que su amigo tomase la decisión de apoyar al menor. Y que esto de alguna manera, también le fuera útil para su propio ánimo.
- Por ello será necesario que seamos enfáticos en lo que hemos comunicado - Chanyeol insistió - Ellos no deben sospechar que no les apoyamos. Ya que aunque duden de nosotros, no tendrán como culparnos de algo si actuamos como sus lamebotas.
Todos se mantuvieron por un momento en silencio ante lo dicho, asimilando el peso de lo que el actual alfa Kima había mencionado.
Aquello significaba humillarse.
- Está claro que esto no ser fácil ¿v-verdad? - esa vez fue Aiko quién se atrevió a hablar en medio de los alfas, percatandose em alfa cómo a pesar de que la voz le temblaba, esta se mantenía con admirable entereza - Pero no hay que olvidar que todo esto lo hacemos por los Jeonu. Jungkook y todos esos omega y cachorros alejados de sus clanes - la pelinaranja girando su cabeza hacia donde Hoseok se encontraba - Y también para saber el paradero de su hermano alfa Jung.
El pelirrojo había asentido en agradecimiento, instante que aprovecho el anciano Yong para hablar ante todos. Este habiendo llegado en compañía de dos líderes de clanes más longevos y que de seguro servirían como respaldo al momento del Consejo.
- ¿Aún la omega Jeonu no ha podido recordar lo que ocurrió la noche del incendio? - cuestionó el anciano, quien permanecía sentado. Llevando su mirada hasta donde el alfa Min se encontraba y llamando su atención al saber aquella pregunta iba dirigida a él.
- Tengo un amigo que es médico especialista en eventos traumaticos - señaló el rubio - Sin embargo, la condición de este es la de alfa. Y ella ha estado reacia a hablar, salvo con Jimin. A duras penas hemos podido dejarle en casa de mis padres y ha sido Yeri quien accedió a cuidarle hasta que volvamos a Min.
- Eso es lamentable - señaló el viejo alfa con pesar, mientras Taehyung sólo pudo mirar al Yoongi, desconociendo si el que la chica no hubiese viajado a Kima fuese algo que agradecía o lamentaba. Ya que de algún modo su lobo, reconocía la cercanía de Jungkook a la omega.
Lo que a ambos les unía.
- Lo que ella ha experimentado ha sido demasiado fuerte. Esto no sólo debe haberle lastimado físicamente, también su lobo puede haber sufrido por todo lo que vivió. Y todos sabemos lo que puede llegarle a suceder si pierde a su omega - indicó Chanyeol en medio de un suspiro y mientras ubicaba ambas manos sobre su cintura - Lo mejor es no presionarle hasta que al menos... recupere la confianza en otro ser humano.
Y Taehyung se sintió admirado de las palabras de su amigo, sonriendo sutilmente al saber cuanto le había costado doblegar su propio dolor, para lograr empatizar con el suyo. Comprendiendo que su afecto hacia Jungkook, era tan respetable como hacia otra persona.
- ¿Te ha gustado? - preguntó Aiko repentinamente, mientras él aún percibía el sabor empalagoso del merengue en la lengua. Esta mirándole con una sonrisa y llevando aquel día su pelo libre y sin atar.
- Continúa siendo mi favorito sin duda - le respondió el alfa con franqueza, consciente de que iría por un nuevo trozo más tarde. Dejando el platillo ya vacío sobre la mesa a su costado, deteniéndose a observar desde su sitio a todos quienes se encontraban reunidos allí.
Y es que luego de la reunión de los líderes, Jimin había insistido en al menos reunirse para aquel día especial. Quedándose allí los líderes más jóvenes, para compartir con él y acompañarle.
Era su cumpleaños.
Y aunque Taehyung se había negado desde el primer momento a la idea del rubio, todos habían estado de acuerdo que sería algo que les distraería al menos por unas horas. A lo que el alfa solo se resignó a acceder a ello. Aún cuando sabía que ese día en particular y en sus ya treinta años, no tenía nada de especial.
Sus ojos viajando hasta donde se hallaba Hana, quien reía risueña sentada sobre las piernas de Hoseok. Ambos ya no ocultando su romántico acercamiento y murmurando una discreta conversación y que al peliplata le había hecho gracia.
- Ellos se ven muy bien juntos - le señaló la beta a la vez que bebía un poco del ponche que Jimin había traído desde Min - Me alegra el alfa Jung tenga un apoyo en este momento - añadió nuevamente Aiko y el peliplata asintió, prestando particular atención a su padre quien se encontraba conversando con Chanyeol.
Seokjin se había mantenido reacio a salir de su habitación, postergando así su encuentro con Namjoon. Quien llegaba cada día a casa esperando el omega accediera a escucharle.
Taehyung agradecía al menos respetase el no estar pernoctando allí y se quedase en una de las cabañas a orilla de la playa.
No soportaba su presencia.
- Tú también debieses hacer lo mismo - dijo la pelinaranja sin mirarle y aún cuando él se había volteado a verle - Apoyarte en alguien si lo necesitas. No dudes en pedir ayuda Taehyung - y el alfa pareció entender a lo que ésta se refería, pues la beta se había mantenido pendiente de él desde la noche del incendio. Considerando que aquel interés era genuino y que podía permitirse confiar en ella una vez más.
Era sólo que no a todos les parecía tan buena idea su cercanía.
- Taehyung - la voz del pelirubio había sonado extraña, en lo que el alfa creía había sido un intento de gentileza - ¿Me acompañarías a buscar más ponche? - Jimin le preguntó a lo que el peliplata debió hacer un esfuerzo por no reír, sabiendo que aquella era tan solo una excusa para sacarle de allí.
-Claro - limitándose a responder con tranquilidad, para luego seguirle hasta la cocina y donde Donghae había dejado todo en orden para ellos. Absteniéndose para su pesar, de participar de la actividad.
Sus pies a punto de tropezar al esquivar a Marea, quien corría por la sala jugueteando con un pequeño papel que Hoseok le había lanzado. Abriendo la puerta de la cocina y dirigiéndose hacia el lugar donde el beta había guardado el ponche.
- Creo que con esto será suficiente ¿no? - preguntó el alfa tomando dos botellas del estante, a la vez que le sonreía al rubio. Este último no pareciendo tan entusiasta como él, observándole con las cejas fruncidas y los brazos cruzados sobre su pecho - ¿Llevó más?
- Deja de bromear Taehyung - le interrumpió el omega, cosa que me hizo casi estallar en una carcajada - No se que te parece tan gracioso.
Y el peliplata decidió dejar ambas botellas sobre la mesa, para luego girarse nuevamente hacia el omega decidido a escuchar lo que éste tenía que decir.
Una vez más.
- Tu actitud me hace gracia, me he dado cuenta de la forma en la que veías a Aiko allá en el salón - el alfa le señaló con sinceridad y sin deseo de ocultar nada a su amigo - Ella no es una mala persona Jimin, si tan solo te dieras el tiempo de conocerle.
- Tanto como le conoces tu ¿verdad? - soltó el rubio como si hubiese estado aguantando demasiado aquellas palabras, el rostro inyectado en molestia y mirando por un momento hacia la ventana, repasando seguramente lo que diría.
Y lo cierto es que al alfa nunca le había intimidado verle enfadado y más bien le causa a ternura. Sobre todo ahora cuando aún mantenía sus esponjosas mejillas, producto de los kilos que había aumentado durante el embarazo.
- Taehyung ya deja de reírte - le volvió a corregir el omega, a lo que recién allí el peliplata se percató había estado perdido en la enternecedora imagen del rubio.
Quizá el ponche le estaba afectando un poquito.
- Se que ella es alguien noble Taehyung y eso es lo que más me preocupa - el omega le señaló con severidad - Se ve está interesada en ti y al parecer tu no tienes intenciones de alejarla.
El alfa chasqueó la lengua, mientras tomaba uno de los bocadillos que habian quedado en una bandeja sobre la mesa - Ella no tiene esas intenciones Jimin - dijo para luego llevarselo a la boca y ver como el omega abría sus ojos, mientras se acercaba hasta él.
- ¿Es que no te has fijado como te miraba? - y Taehyung quiso responder que no, pues no había prestado atención a ello y más bien su cabeza había divagado en otras cosas. Sin embargo, el omega no tenía intención de detenerse - Le gustaste alguna vez Taehyung y estoy seguro le sigues gustando. Hasta podría apostar vi amor en su mirada.
- ¿Estás leyendo demasiadas novelas románticas? - le respondió el alfa con una pregunta, algo que pareció molestar aún más al rubio. Pues éste empuñó ambas manos a sus costados y con los brazos estirados, golpeteó el suelo con un pie.
- Ya deja de burlarte de mí, alfa estúpido - y Taehyung se detuvó por un momento, ubicando su dedo índice bajo su mentón y observarlo desde su sitio. Rompiendo en una risa cuando no pudo contenerla más, al ver tal enfado en el omega.
- Auch, Auch. Ya, ya. En serio, lo lamento - imploró el peliplata al recibir los pequeños golpes de Jimin en uno de sus brazos. Logrando que este se detuviese, pero de todas maneras le mirara enojado - Solo creo que estás exagerando Jimin. Además que yo tengo mis sentimientos claros ¿o es que crees que le fallaría a Jungkook? ¿Eso crees? - el omega solo le miró en silencio con sus labios apretados - Vaya que eres mi amigo.
Y el pelirubio caminó hacia un lado, hasta quedar con su espalda apoyada en uno de los muebles de la cocina - No es que no confíe en ti Tae, es en tu lobo. Estás muy vulnerable y una cosa es lo que desees. Y otra diferente es lo que el instinto te pida - Jimin suspiró mirándole con congoja - Además ya empiezas a apestar y sabes lo que eso significa.
El cuerpo de Taehyung moviéndose enseguida para percibir que tanto olía, sabiendo que el omega se refería evidentemente a su celo.
- ¿Qué es lo que harás? - le preguntó el rubio sin tapujos, a lo que el alfa no pudo evitar sonrrojarse por lo deshinibido que era Jimin.
- B-bueno tu sabes, amor propio principalmente - señaló burlándose de sí mismo, creyendo que eso era lo único que podía hacer para no sentirse del modo en que lo hacía.
- Sabes eso te puede lastimar Taehyung. Es decir... - los ojos de Jimin viajaron hacia sus manos, las que movió nerviosamente - Jungkook me ha contado que ustedes eran Ananké y...
- Lo somos - interrumpió el alfa sin anhelo de sonar duro, pero no deseaba le hablasen en pasado cuando ello involucraba a su omega.
- Claro que si Tae - se corrigió a sí mismo el rubio, notoriamente conmovido - Por eso tu lobo llamará a tu omega. El lazo de un Ananké es muy fuerte, incluso más que la mordida de Yoongi que llevo en mi cuello.
- Lo sé Jimin - respondió el peliplata, corroborando que la duda y la preocupación aún persistía en los ojos de su amigo. - Pero no voy a permitirme tocar a alguien más. El omega que yo deseo se ha llevado hasta mi necesidad, es solo en su aroma en lo que pienso y... también en mi cachorro - el rubio murmuró su nombre, acariciandole con cariño la mejilla - Por eso deja de pensar que siquiera pasa por mí mente algo así, no va a suceder. Yo estoy amando a Jungkook incluso más que cuando le tenía cerca.
Aquello fue lo que bastó para que el omega se quedase tranquilo, pidiéndole disculpas luego de ello por juzgarle anticipadamente. Aún cuando el peliplata, no podría sentir resentimiento cuando sabía que las palabras que Jimin solía soltar como dagas, siempre venían del gran afecto que sentía hacia una persona.
Le apreciaba demasiado.
La noche transcurriendo entre pequeñas risas y el llanto precipitado de Seulgi a la necesidad de un cambio de pañal. A lo que Taehyung reía ante las muecas de Yoongi, a no disfrutar del todo el aroma gratificante de ser padre.
Ya habiendo transcurrido un par de horas, siendo ya prudente para todos el ir a descansar. Aún más, cuando varios habían encontrado en el ponche, lo indicado para relajarse y por ende tomando más de lo debido.
- Que descansen - había pronunciado Taehyung mientras tocaba su cabeza percibiendo la punzada, que se convertiría en resaca el día de mañana. Sus pies dirigiéndose silenciosos por el largo pasillo que llevaba a su habitación, tomando con una de sus manos la perilla para abrir la puerta. Deteniéndose allí por un momento, al sentir su corazón latía acelerado al percibir el aroma desde aquella habitación.
Sus sentidos más despiertos de lo normal, culpabilizando a su próximo celo y quizá un poco al alcohol.
Mañana prometería no beber más.
Sigiloso y no completamente seguro de lo que haría, caminó despacio y apenas oyendo como la madera bajó sus pies crujía. Permitiéndose dudar por un momento más, hasta que abrió aquella puerta.
Sus ojos cerrándose casi por inercia, al sentir como el aroma apabullante del omega. Pues aquel sitio había guardado con recelo su dulce aroma, en los meses que su habitación no había sido nuevamente abierta.
"¿Quieres besarme? "
Los susurros aún escondidos allí, pronunciándose con dulzura aún en su memoria.
" Hasta que te quedes en mi boca."
Las manos temblandole a medida avanzaba, chocando en la oscuridad con aquel objeto que no había vuelto a ser usado.
"Entonces puedes hacerlo hasta el alba."
Sacando el disco que allí había puesto, limpiando con cuidado el polvo que había allí. Percibiendo como su corazón sacudía ante el almibar del omega.
Su omega.
Ubicando la aguja sobre el disco y dando la cuerda necesaria para que la música se comenzará a escuchar. Levantándose de allí hasta ver la cama deshecha, permaneciendo de ese modo y desde la última vez que Jungkook había estado allí.
Y Taehyung se sentó allí, observando como la luz de la luna llegaba justo el gramono y este vaciaba toda su melodía sobre él.
Aquella letra. Aquella canción. Haciéndole doler el pecho tan fuertemente que su mano enseguida se posó sobre él. Y un lacerante sollozo se inmiscuyó en la habitación.
- J-Jungkook... - su cuerpo encogiendo sobre las mantas arrugadas, hundiendo su nariz allí y abrazándose a sí mismo. Poco importandole, como la humedad también se había prendado allí.
Tan solo deseando obtener una caricia. Que el aliento y la respiración de su chico le abrazase en aquel momento y se aferrase a él.
Aunque doliese.
Aunque le dejase con la mitad de su corazón.
Tan solo anhelando un beso.
Aunque fuese el último.
Aunque eso significase su último respiro también.
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