• CAPÍTULO 44 •


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Caminaba con rapidez por aquellos escalones, intentando no tropezar a medida aceleraba. Donghae habiéndole mencionado que el alfa se encontraba en su despacho junto a su padre, por lo que debía informarles la situación que acontecía en el estado.

Y es que a pesar de que el puesto de líder en ese momento le pertenecía a él, Chanyeol no podía evitar comentarle todo a Taehyung y considerar siempre su opinión al momento de tomar decisiones.

Por ello era tan importante, que el conociese acerca de la reunión de emergencia que tendrían allí en Kima en unas horas más. Y que era necesaria de hacer, cuando desde Min le habían confirmado a Chanyeol lo que había sucedido.

No sabían hasta dónde la milicia estatal era capaz de llegar y el encuentro que había tenido con Jongin hace unos días atrás, le hacía desconfiar aún más de ellos.

- Maldito bastardo traidor - había señalado antes de lanzarse sobre él. Tomándole desde el cuello hasta pegar su espalda sin cuidado hacia la pared del pasillo, para luego darle una fuerte bofetada sobre su rostro.

El rostro de Jongin habiéndose desviando hacia un costado, mientras llevaba una de sus manos a su boca y desde donde el líquido escarlata había salpicado de manera automática.

Las respiraciones aceleradas de Chanyeol parecían ser lo único que se escuchaba en aquel lugar, pues el alfa más joven se había quedado en silencio. E incluso su arma de servicio, había caído arrastrándose sobre las baldozas. Sintiéndose desesperar al recordar a su cachorra, escondida junto al omega al interior del departamento.

¿Acaso el alfa estaba allí por ella?

Su corazón latió con rabia, por lo que sin pensarlo dos veces tomó a Jongin desde la tela que la cubría el cuello. Casi escupiendole en ira sobre el rostro - ¡¿Qué mierda haces aquí?! - preguntó enérgico y a la vez que veía como el otro alfa enfocaba su mirada hasta él.

Lo que Chanyeol había visto en los ojos de Jongin le había hecho temblar momentáneamente, pensando que había sucedido durante aquellos meses con el alfa para que esta luciera de esa manera.

Sin vida.

- ¡Contesta mierda! - gritó con más impetú esperando éste le contestara, negándose a sentir incluso un poco de compasión por el alfa. A la vez que oía como pequeñas pisadas que provenían desde el interior, corrían hacia donde se encontraba. Girando su rostro hacia atrás y corroborando a su cachorra el marco de la puerta.

- P-papá...

- ¡Entra al departamento Hyejin! - soltó con exasperación, viendo como la niña parecía no acceder a su petición - ¡No salgas cachorra! - el alfa detestaba usar la voz de su lobo con su cachorra, sintiéndose horrible cuando la escuchó sollozar, a la vez que ésta se encogía en los brazos del omega que había llegado hasta ella.

- Ven, entremos cariño - le había susurrado Taemin, llevandola consigo una vez más hasta dentro del departamento. A lo que Chanyeol nuevamente dirigió su atención hacia el otro alfa, constatando que su interés parecía estar centrado en la niña.

- Ni pienses que te dejaré llevarte a mi cachorra - le dijo el peliplata con los dientes apretados en cólera, empujandole con más presión hacia la pared - Te mataré antes que eso suceda - añadió Chanyeol, percibiendo la frustración hervirle sobre la piel cuando le escuchó reír por lo bajo.

Se sintió desconcertado. Observando cómo los ojos de Jongin volvían a estar sobre él

- ¿Crees es tan fácil esconderse de ellos? - preguntó de la nada, formando una mueca irónica con sus labios rotos - ¿O crees se cansaran de buscar a Hyejin? - le repitió y al alfa le molestó oír el nombre de su hija salir desde su boca. Sintiendo como este se acercaba un poco más a él de manera desafiante - Esto es mucho peor de lo que parece Chanyeol. Esas personas no se cansarán hasta encontrar a tu cachorra.

Y el peliplata enfureció ante las palabras del otro alfa - ¡¿Qué mierda estás diciendo imbecil?! - gritó con rabia antes sus palabras.

- ¡Te estoy diciendo lo mismo que intente decirle por meses a Taehyung! - agregó Jongin, empujandole desde el pecho y quitándoselo de encima bruscamente - ¡Sabías desde mucho antes que no debías involucrarte con ese omega! ¡Pero no tu ni mi hermano quisieron escuchar! - el alfa más joven le apuntó con el dedo, a la vez que los gritos se oían por todo el pasillo.

- Estás diciéndome que como me he equivocado ¿te debo entregar a mi hija? - Chanyeol le preguntó deseando reír de aquello, más Jongin en aquel momento no mostraba indicios de estar bromeando.

- Solo te estoy diciendo las razones por la que tu chiquilla corre peligro en este momento. Y si crees que estoy aquí para llevármela, entonces debes saber que estás equivocado - el peliplata le señaló, mientras caminaba a recoger el arma que hace minutos se había arrastrado por el suelo. Manteniendo alerta a Chanyeol, hasta que este la hubo guardado nuevamente en su bolsillo.

-¿Q-que quieres decir con eso? - cuestionó de inmediato Chanyeol sintiéndose confundido, sin dejar de observar cada movimiento que Jongin hacía. Pendiente a si éste decidía atacarlo por sorpresa.

Más no fue de esa manera.

-Estoy aquí para llevarme a Hyejin - soltó el más joven y aquello hizo que su lobo asomase los colmillos y gruñese, provocando que Jongin le interrumpiera con ambas palmas estiradas frente a él - No es lo que crees. He venido por ella porque es la única manera de que tu cachorra siga con vida, no soy inhumano como para permitir asesinen a uno de los míos. Pese a lo que todos crean - Chanyeol parpadeo ante sus palabras, bajando un poco la guardia al escuchar aquello.

- Hay un grupo de personas sabes. Ellos no están a favor de lo que está sucediendo y están interveniendo ante el Estado para que les permitan resguardar la vida de los mestizos - Jongin le señaló con calma, aún cuando en su voz aún se notaba la exaltación de su enfrentamiento.

Chanyeol tragó saliva con lentitud - ¿Cómo se que no mientes? - preguntó sin vacilar y a lo que él otro alfa chasqueó su lengua.

- Estoy arriesgando mi propia vida al venir aquí. Creo eso debiese bastarte para confiar en mi - añadió el peliplata, ordenándose un poco la camisa que momentos atrás Chanyeol había desordenado. Para luego tocar el borde de su labio, emitiendo un quejido de dolor y observando sus dedos manchados por la sangre - ¿Tienes algo con lo que pueda limpiarme? - cuestionó Jongin, a lo que el otro alfa le miró aturdido y al parecer aún con desconfianza - Vamos Chanyeol, puedes confiar en mí - una de sus manos palmeando su bolsillo derecho, para luego estirarla y dejar frente a él, el arma que traía consigo.

Chanyeol por instinto retrocedió.

-Tenla. Así confiarás en que no es mi intención lastimarles - le señaló con firmeza y el alfa mayor dudó por un momento el recibir la pistola. Más sin dejar de mirarle y en un ansia de supervivencia la tomó de su mano - Ahora deja que me limpie el rostro. Me has partido la cara.

-Es lo menos que te mereces - añadió Chanyeol, mientras abría la puerta del departamento y sin dejar de estar atento al otro alfa. Constatando su cachorra siguiese en una de las habitaciones junto a Taemin.

El pecho le latía. Y es que a pesar de que el peliplata le estaba demostrando sus intenciones, no dejaba de pensar cuánto este estaría involucrado en el incendio que afectó a los Jeonu.

O en la desaparición de su omega.

- ¿Cuan seguro es el lugar del que me has hablado? - preguntó con curiosidad Chanyeol, a la vez que le entregaba un paño húmedo a Jongin para que limpiase su boca. Este manteniéndose momentáneamente en silencio, hasta que frente a un espejo que se hallaba en el salón principal, corroboró que había limpiado correctamente su rostro.

- Mucho más que éste - respondió con sequedad, recorriendo con su mirada todo lo que pudo ver de aquel lugar - Ellos ya saben que tu cachorra está aquí, lo he escuchado días atrás. Pretenden venir por ella mañana al ocultarse el sol, por ello es tan importante la lleve conmigo.

- ¿Quienes ellos? ¿Tu padre? ¿Namjoon también quiere muerta a mi cachorra? - Chanyeol no pudo evitar que el rencor bañase sus palabras, ignorando la expresión que pudo haber tenido el alfa ante ellas, al haberse volteado por un momento mientras frotaba una de sus manos bajo su barbilla - No dejaré que vaya sin compañía - dijo repentinamente, para luego volverle a enfrentar. A lo que Jongin frunció sus cejas en desconcierto. Observando cómo el alfa desaparecía e iba a una de las habitaciones.

Reconociendo entre murmullos la pequeña vocecita de la niña, seguramente preguntando a su padre. Viendo cómo esta venía caminando de su mano y casi escondida tras él.

- ¿Jongin va a hacer daño a papá? - preguntó la cachorra, provocando el alfa más joven se sintiese acongojado por sus palabras.

El jamás lastimaría a uno de los suyos.

Más no podía tampoco, tener el derecho a que estos dudasen de él.

- No bebé. Jongin ha venido para cuidarnos - le respondió Chanyeol, a la vez que hacía sonar su respuesta como una orden. Tomando a su hija en brazos y a lo que esta cruzó sus piernecitas y brazos a su alrededor de su torso. Dando paso así, al rubio que asomaba desde sus espaldas - Taemin - había pronunciado Chanyeol, mientras indicaba con una de sus manos - Él es Jongin.

Y el alfa mayor se sintió agradecido, del compromiso que el omega había adquirido con Hyejin. No siendo para nada su responsabilidad en cuanto a alejarse de su hogar, su propio clan. Con tal de continuar al cuidado de la cachorra.

Más este había accedido de inmediato y casi sin reflexionar, a acompañar a la pelirroja junto a Jongin.

Ellos se habían marchado esa misma tarde.

Y si bien el alfa aún temía constantemente y le sofocaba la angustia que podía provocar la lejanía de su cachorra. No tenía más opción en aquel momento, que confiar en Jongin. Recordando cuánto había dolido que éste le dijese que desconocía el paradero de Baekhyun.

- ¿Chanyeol? - preguntó por inercia el alfa al verlo repentinamente en su despacho y después de que había estado días en Min. Observando cómo su padre también se ponía de pie, de seguro por haber percibido su fuerte aroma y colocando a su omega en alerta- ¿Sucede algo?

El peliplata apenas regulando su respiración, mirando con detenimiento al otro alfa - El golpe de Estado - Chanyeol tomó un respiro - Acaba de acontecer hace unas horas atrás Taehyung.

Y el alfa le había mirado en silencio, sintiendo como su padre se acercaba a él para abrazarle. Sintiéndose de seguro afectado por el miedo y necesitando de su contención.

- Está bien. No debes preocuparte papá - le había señalado a Seokjin mientras regalaba un beso sobre su frente. Llevando sus ojos nuevamente hasta Chanyeol, para que éste le indicase que había decidido durante su viaje a Min.

Apoyaría cualquiera fuese la opción de su líder.

- Los líderes Min, Jung, Yong y Ishi vienen en camino. Tal vez se unan algunos más durante la tarde - dijo el alfa mientras recibía el asentimiento de Taehyung - Creemos que una guerra civil no es lo adecuado en este momento, pero tampoco queremos ser parte de toda esta estupidez. Por lo que decidiremos lo que haremos, con tal la milicia no se de cuenta que no estamos de su lado - Chanyeol suspiró, para luego llevar sus ojos hacia el omega - Es muy probable con esta decisión, Jongin o Namjoon se atrevan a volver a Kima.

La sola mención de los alfas hizo que Seokjin decidiese salir de aquel lugar, excusándose con ir por un poco de té para ambos. A la vez que Taehyung pasaba sus dos manos por sus rostro y con exasperación.

- Ven Chanyeol, toma asiento - le señaló el alfa más joven mostrándole con sus manos el puesto de líder.

-No te preocupes Tae - le dijo con media sonrisa, despreocupado de la importancia que utilizar aquel lugar tenía. Observando cómo el otro alfa negaba y se sentaba allí inclinando su cabeza levemente hacia atrás. Su dedo pulgar e índice viajando hasta su entrecejo.

Chanyeol podía notar en los ojos del alfa, que éste llevaba días sin dormir bien.

Tal vez semanas.

Desesperandole el hecho de no poder ayudar a Taehyung como quería.

Él siempre había sido quién persistía, no sabiendo actuar bien al ahora verlo cargado de resignación. Viéndose reflejado a él mismo, hasta el punto de llegar a ser molesto.

- He conocido a la Jeonu durante mi visita a Min- Chanyeol le dijo sin tapujo, sabiendo que con aquello estaba presionando sobre el alfa - Ella al parecer tiene un lazo familiar con Jungkook - Taehyung permanecía en silencio, aun cuando el alfa sabía que el nombre de su omega no le había sido indiferente - Al parecer son primos.

Y el peliplata se levantó de allí, caminando hacia el marco de la ventana y deteniendose por un momento a ver a través de ella.

Aquel lugar desde donde Jungkook le había sonreído hace meses atrás y mientras acompañaba a Donghae a podar las ramas de algunos árboles.

Aquello le había disgustado tanto, que al alfa le había causado gracia y ternura. Sensaciones que en ese mismo momento le hacían inconscientemente sonreír.

Una de sus manos quitando el seguro del pequeño ventanal, abriendolo un poco para que ingresara la brisa.

- ¿Te recuerda a él? - Taehyung preguntó sin voltear hacia el alfa, quisquilloso de que este pudiese inmiscuirse entre sus pensamientos - A Jungkook... - agregó al notar como Chanyeol había guardado silencio, percatadose que quizá había sido una confusa pregunta.

- Oh, si. Un poco, tal vez - respondió Chanyeol saliendo de su aturdimiento - Tiene su mismo color de cabello y su piel pálida. Y es una omega al igual que él - Taehyung parpadeó más de una vez, intentando dar forma a lo que el alfa le describía - Y si bien pareciera ser más impulsiva que tu chico, ella estuvo retraída por momentos y se mantuvo solo al lado de Jimin - Chanyeol no sabía si debía decir aquello, sobre todo en el estado en que Taehyung se encontraba. Pero nunca había sido bueno ocultando cosas a su amigo - Ella ha sido sexualmente abusada Taehyung e incluso...

- ¿E incluso qué Chanyeol? - la voz del peliplata saliendo rasposa y el ambiente repentinamente volviéndose helada en aquel lugar. Girandose hacia él, para afrontar lo que sea que este estaba decidiendo callar.
Viéndole reposar sus manos sobre sus rodillas y enganchandolas entre sí, a la vez que agachaba su cabeza en medio de un pesado suspiro.

Su lobo inquietó.

- Ha quedado en cinta luego de esto, pero le han arrancado el cachorro a la fuerza - Chanyeol negó con su cabeza, fastidiandole la brutalidad de aquellos hechos - Le han inducido un aborto.

El alfa más joven había quedado perplejo, ya que si bien Aiko les había señalado las horribles prácticas que estaban realizando con el clan Jeonu. El corroborarlo con la omega parecía iba a formar un caos en su cabeza.

Quería tanto romper algo.

Más controlando la reacción de su propio lobo, Taehyung regresó a sentarse en el sillón donde momentos atrás se encontraba. Ubicando sus dos brazos sobre el escritorio, apoyando sus codos allí y llevando sus manos hasta cubrir su rostro.

- Yo estoy tan asustado Chanyeol - le indicó como si hubiese vaciado algo de él ante aquellas palabras. Cerrando sus ojos con desazón, ante el miedo de que su omega tuviese un cruel destino.

- Lo se - había respondido el otro alfa, sin dejar de entrelazar sus dedos. Observando cómo Taehyung descubría su rostro, más mantenía sus ojos cerrados y seguramente así resguardarse de la realidad.

- ¿Cómo haces para sobrellevar esto? - había preguntado de la nada, refiriéndose claramente a la distancia de su pelirrojo.

- Digamos que no me queda otra opción - respondió con sinceridad y en medio de una mueca de ironía.

- ¿Lo dices por Hyejin? - Taehyung preguntó, está vez mirándole con atención y mientras mantenía su cabeza apoyada en una mano y la otra sobre la madera del escritorio.

Chanyeol dejó ir un suspiro profundo - Mi cachorra es lo más importante que tengo. Si bien mi lobo está arañando de dolor, no creo ser capaz de transmitirle eso a ella. Me sentiría el peor padre del mundo.

- ¿Ella no sabe de Baek? - cuestionó Taehyung e inmediatamente el otro alfa respondió.

- No. Y no pretendió decirle hasta que aparezca - Chanyeol le señaló y el más joven comprendió. Creyendo si estuviese en su situación haría exactamente lo mismo, omitiendo la amarga sensación al saber que también era una posibilidad, de que el omega no regresase.

- He visto a Jongin- la voz del alfa había interrupido abruptamente sus pensamientos, confundiendole por la primera impresión que esto le había causado - Él fue a buscar a Hyejin al departamento de Taemin.

El corazón del alfa había acelerado de manera brusca, parándose repentinamente a la vez que mantenía las palmas de sus manos apoyadas sobre el escritorio.

- ¿Él se la ha llevado? - preguntó con miedo, asustandole el mismo hecho de que estuviese desconfiando de su propio hermano. Queriendo destrozar algo cuando vio al otro alfa aseverar.

- Pero no es lo que crees Taehyung - Chanyeol dubitó por un momento - O eso es lo que yo también quiero pensar - dijo el alfa para luego ponerse de pie y caminar de un lado a otro, enfocando finalmente su vista sobre Taehyung - Él se ha llevado a Hyejin en compañía de Taemin. Ha dicho que hay un grupo de personas resguardando el derecho a la vida de los mestizos y abogando ante la milicia por ello.

- ¿Has c-confiado en él? - había preguntado Taehyung casi con desconcierto.

- Era la opción que tenía. Eso o matar a tu hermano para impedir lastimase a mi hija - Chanyeol le señaló tajante y el peliplata sabía que este estaba siendo completamente sincero.

- ¿Él ha m-mencionado algo acerca de Baekhyun? De J-Jungkook... - Taehyung preguntó sin poder evitar que el miedo entorpeciese sus palabras, percibiendo cómo su pecho dolía una vez más al ver cómo el alfa negaba.

- Él no sabe del paradero de ninguno de los dos.

Su pequeño cachorro se movía con fuerza marcando sus pequeños piececitos y manitos bajo su piel. Este pareciendo incomodar cada vez más bajo sus costillas y no dejándolo descansar de manera correcta durante la noche. Percatandose al mismo tiempo, cómo su cuerpo había cambiado más notoriamente aquella última semana, dando forma lentamente a sus caderas y haciendo el camino para traer a su bebé a su lado.

Podía sentir como sus mejillas comenzaban a abultar, repasandolas con sus dedos cada mañana, corroborando que su cachorro había estaba creciendo cada día más. Siendo consciente de que aún le restaban casi tres lunas para dar a luz y este parecía no tener deseo de quedarse de ese tamaño.

- ¿Ha dolido demasiado? - preguntó al pelirrojo, mientras ambos se encontraban sentados esperando les llamasen nuevamente a hacer ingreso, al cuarto que todos compartían.

Baekhyun mirándole confundido, a la vez que le trenzaba el cabello al otro omega a un costado y tal cual este le había pedido. Ambos habiéndose vuelto mucho más cercanos durante esos días, en los que el pelirrojo intentaba suplir el apego que Jungkook estaba necesitando de su alfa. Aún cuando continuaba quejándose durante las noches mientras dormía y la tristeza le inundaba también a él.

Añoraba también a su alfa. Y a su pequeña cachorra.

- Cuando Hyejin ha nacido - le respondió el pelinegro, a lo que Baekhyun sintió su pecho calentar ante el nombre de su pequeña hija. Sonriendo casi por inercia al recordar el agradable aroma de su cachorra.

- Mi gestación fue bastante difícil, pues no fue fácil asimilar que iba a tener un bebé y tener a Chanyeol lejos, no lo hizo mejor - Jungkook asintió, comprendiendo a lo que este se refería al ambos compartir la misma sensación - De alguna manera mi alfa estaba molesto por culpa del cachorro y mi lobo también resentía su distancia, por lo que todos esos meses ambos rechazamos tener que cargar con un bebé. Y-yo aún me arrepiento de ello.

El pelinegro se giró hacia él, provocando soltase su cabello a la vez que dirigía sus manos para tomar las del otro omega - ¿Estabas asustado? - preguntó asimilando la situación.

- Mucho - respondió Baekhyun con honestidad y mientras bajaba su cabeza - Era casi un niño y había actuado como uno. Sabía debía evitar quedar en cinta porque eso significaría un problema para ambos. Pensé mi alfa me rechazaría, pero al parecer, jamás fue un inconveniente para Chanyeol.

- Él quería al cachorro - afirmó Jungkook, observando como el pelirrojo asentía.

- Yo siempre tuve miedo de mi padre y eso mismo encegueció el afecto que podría haber sentido por mi bebé antes de que naciese - el pelinegro presionó su mano contra la de Baekhyun - No quería que lastimara a Chanyeol o que me alejase de él. Y la única solución era i-interrumpir mi embarazo.

La piel de Jungkook crispó ante aquello, pues el imaginar que él mismo se viese en la obligación de tomar una decisión así, le provocaba una desagradable sensación en la garganta.

Más también pensó en Yongsun.

Y comprendía el pavor que Baekhyun debió haber sentido en aquel momento, temiendo que la vida le fuese arrebatada a su alfa. Y pensando en que tal vez él, hubiese considerado lo mismo si de ello dependiese que no hirieran a Taehyung.

- Yo no estaba preparado para tener un b-bebé, por favor no me juzgues por pensar a-así - la voz le tembló a Baekhyun, en lo que enseguida el pelinegro negó.

- No podría hacerlo - le dijo con honestidad - No estaba en tu situación Baekhyun.

Y el pelirrojo le miró, agradecidiendole silenciosamente a través de su prístina mirada - Sin embargo, el día que Hyejin nació, yo temí tanto que algo le hubiese s-sucedido - añadió en medio de un sollozo contenido - Mi cachorra era bastante inquieta y se movía mayor parte del tiempo. Por ello cuando esa mañana yo no le sentí, pensé le había perdido Jungkook. Y que la Diosa luna me la había quitado en castigo por no aprender a quererla.

El pelinegro sentía el sufrimiento del omega, secando con sus dedos el borde de uno de sus ojos y por donde asomaba una pequeña lagrima.

- Mi lobo estaba asustado y mi vientre se había puesto duro. Yo sabía algo le pasaba a mi bebé, pero no lo confirmé hasta ver que todos corrían para inducirme el parto - Baekhyun sonrió levemente - Estaba acostado en esa cama y veía a mi papá allí de pie junto a la puerta, sabía que también tenía miedo pero creo temía más por la mía que por la de mi cachorra. Más él no sabía que yo acabaría muriendo de todas formas.

Jungkook le miró con lástima, el sentimiento de desazón del pelirrojo transmitiendose a su propio lobo.

- Me dieron muchas hierbas. Y Sarang, la mujer que trabaja en mi casa y siempre cuidó de mi y Hoseok, me hizo caminar mientras las contracciones llegaban. Es el dolor físico más grande que he sentido alguna vez Jungkook - le señaló mirándole a los ojos y el pelinegro asintió, corroborando lo que tantas veces hacía observado en los partos atendidos por su abuela - Pero no me importaría volver a sentirlo, si con ello traigo a mi cachorra a la vida. El llanto de Hyejin ha sido el sonido más bonito que alguna vez he escuchado - Baekhyun río, secando esta vez el sus lágrimas - Mi bebé venía con el cordón alrededor de su cuello, pero no fue impedimento para que al momento de ser liberada le informase al mundo que había llegado.

Y para él pelinegro fue inevitable sentir como sus ojos parecían comenzar a arder, uniéndose al llanto emotivo del otro omega al imaginar el momento que este le compartía.

La vulnerabilidad de su gestación le tenía demasiado sensible.

- Ese día papá se había acercado a mirarla y y-yo creí por un momento este se había arrepentido de su decisión. Mi bebé sí tenía la piel y ojos de los Kima, pero su cabello era Jung - Baekhyun se detuvo como si rememorase los recuerdos guardados por años - Era tan bonita. T-tan pequeña...y luego tan solo papá me la arrebató de los brazos - señaló con evidente dolor el pelirrojo, a lo que Jungkook no soltó sus manos - Los días, los meses, los años que siguieron a ello. Fueron los peores de mi vida - su cabeza negando en un suave movimiento - Yo solo espero que mi cachorra algún día me perdone. Ella es tan pequeña, que aun ni siquiera puede dar cuenta del daño que le hice.

Jungkook le acarició el rostro - Yo creo que ella ya lo ha hecho - le dijo con dulzura - Hyejin aún es una niña, pero le has hecho saber que le amas y eso es lo que ella siempre espero de ti. No hay algo más que ella necesitase - el pelinegro observó como el otro omega le miraba con aflicción.

- G-gracias - alcanzó a murmurar el pelirrojo, cuando la voz del niño interrumpió su conversación.

- ¡Mamá, tienes que ver esto! - Luhan había exclamado con algarabía y Jungkook se sintió curioso de la razón de la sonrisa que en ese momento se le dibujaba en el rostro - ¡Ey todos! ¡Vengan a ver! - señaló nuevamente, a lo que Baekhyun secó sus ojos y se levantó, para ayudar luego al otro omega a replicar su acción.

Jungkook apretó la tela de su túnica sobre su pancita, el viento en aquel momento de la tarde era usualmente más frío que al medio día. Por lo que su había sentido un escalofrío por la brisa, escuchando como el oleaje del mar rompía por el borde de la embarcación.

El aroma salino del agua llegando hasta su nariz, agradeciendo su estómago no se hubiese llenado lo suficientemente de comida y no le desencadenara las molestas nauseas.

- ¿Qué son? - había preguntado la madre de Luhan, a lo que Jungkook había avanzado un poco más para ubicarse junto a Baekhyun. Sus manos permaneciendo apoyadas en la madera de la cubierta, alzando la punta de sus pies para poder ver con más claridad.

- Son delfines - respondió el pelirrojo para todos, quienes observaban con asombro a los animados animales marinos.

- ¿Delfines? - cuestionó con el pensamiento en voz alta el omega pelinegro, a la vez que su mano libre cubría justo sobre su ombligo y donde su cachorro despertaba al sonido del océano.

- Si - afirmó Baekhyun, moviendo con sus dedos el pelo que ondeaba sobre el rostro debido al viento - ¿No viste alguna vez en Kima? Solían verse cercanos a los arrecifes - añadió el pelirrojo a lo que Jungkook negó en silencio, recordando la promesa inconclusa que el alfa le había hecho aquella vez.

Sus labios manteniéndose presionados entre sí y así evitar el incipiente dolor que gravitó sobre su garganta.

Jamás podría olvidar a Taehyung. Muchas veces necesitando de aquello para evitar la angustia, más todo parecía estar rodeado de él. Asimilando que no sólo permanecería en su cachorro, si no también en cada parte fragmentada de él mismo.

Taehyung estaría allí en sus memorias hasta el día de su muerte. Y él sabía, difícilmente llegaría alguna vez a amar a alguien tanto como lo había hecho con él. Temiendo a la idea que en su cabeza rondaba, de que ya era momento de despedirse de su recuerdo.

No sabía ni siquiera de su propio destino. Por lo que era inútil para él, el considerar volverle a ver otra vez.

Su precioso alfa.

- Son bonitos ¿verdad mamá? - Luhan señaló a la omega, a lo que está asintió con una pequeña sonrisa que Jungkook estaba seguro no había visto antes. Observando cómo la anciana del grupo, llegaba hasta allí con otro omega de edad avanzada para ver el llamativo espectáculo.

Éste último tosiendo como lo había estado haciendo durante la última noche, riendo e ignorando por un momento el malestar que parecía sentir.

- ¡Ya es hora de regresar! - vociferó el hombre a sus espaldas y todos sabían que aquello significaba que su momento al aire libre había acabado. A lo que el pelinegro volteó para regresar allí junto a los demás, sintiendo a su omega tomar precaución cuando observó a aquel alfa junto a la puerta de entrada.

Sus manos haciéndose puños de inmediato y su respiración acelerandose a la vez. Vacilando sus movimientos y permaneciendo inmóvil allí.

- ¿Jungkook que sucede? - preguntó Baekhyun a su lado, dirigiendo su mirada hacia dónde se hallaba el alfa. El pelinegro negando con su cabeza y recibiendo la mano del omega quien la entrelazó a la suya - Tranquilo - le susurró despacio y con la intención de que solo él le escuchase.

Sus pasos avanzando rapido entre el grupo de personas, esperando ocultarse de la mirada que tenía sobre él. Percibiendo su aroma ya desde esa distancia, haciendo que su lobo arañase para buscar consuelo.

No, no.

- Todos menos el Jeonu - había pronunciado en una clara orden la voz del alfa, haciendoles girar su cabeza hasta donde se hallaba éste. A lo que Jungkook sintió como su cuerpo petrificaba y comenzaba a temblar.

- Continúa caminando Jungkook - le habló Baekhyun tirando levemente de él y haciéndole dar pasos sin ser demasiado consciente de que lo hacía.

- ¡¿Qué acaso no oíste omega?! - agregó el hombre gritando con fuerza - ¡Él ha pedido que el Jeonu se quede! - y el pelinegro se percató que aquella advertencia iba dirigida a Baekhyun, por lo que le miró aterrado de que pudiese traer consecuencias para él.

Más no pudo hacer demasiado, cuando sintió como su cuerpo era tironeado hacia atrás, descubriendo que el hombre de sombrero le tomaba del brazo, causándole un pequeño jadeo de dolor.

- Él no parece querer quedarse - la frase entre dientes apretados en disgusto, provinó desde la boca de Luhan. A lo que el omega abrió sus ojos en sorpresa y buceando este no se entrometiese.

- Qué sabes tú de lo que él quiere - soltó el hombre con pedantería, ignorando al chico hasta que este hubo caminado decidido y se había puesto frente a él.

El aroma del chico denotando la confrontación, dejando claro que a pesar de su corta edad este a futuro se presentaría como alfa.

- Él va a volver con nosotros - añadió Luhan, intentando alcanzar al pelinegro quien parecía perdido por la situación. Reaccionando tan sólo cuando vio cómo el hombre, empujaba al niño y lo lanzaba de golpe al suelo.

- ¡Toma tu lugar chiquillo!- le gritó el hombre en medio de la conmoción de todo el grupo, al mismo tiempo que Jungkook buscaba sus ojitos para decirle que todo estaría bien.

- Ve Luhan, en un momento estaré allí - como pudo señaló el pelinegro simulando una sonrisa y entre el entumecimiento que subía por sus pies. Arropando lo que más podía su cuerpo, para resguardar a su pequeño cachorro. Observando como él chico se levantaba de allí, entregando una mirada de rencor hacia el alfa, quien parecía haber reído despacio al ver la desafiante actitud de este.

- J-Jungkook... - alcanzó a pronunciar el pelirrojo, a lo que el omega le respondió con una negación rápida y casi imperceptible. Desesperado por qué siguiese al grupo y no recibiese un golpe como Luhan.

Su pecho subiendo y bajando en aceleradas respiraciones, quedándose quieto y levemente aturdido mientras los veía desaparecer tras la puerta cerrada.

Mantente quieto.

Sentía la mirada de ambos hombres sobre él, más su cuerpo no tenía la intención de moverse de allí.

- Ese chiquillo es tan soberbio - de pronto señaló el hombre de sombrero - Se nota la poca educación que ha recibido y lo diferente que es de un niño que ha ido a una escuela. Ese salvaje nos acarreará muchos problemas una vez en París y...

- Sal de aquí - y si bien el alfa no había utilizado una voz de mando, Jungkook estremeció ante el sonido profundo y dictatorial que había salido desde su garganta. Tan solo llevando su mirada hacia abajo y mientras intentaba tranquilizar el miedo que sentía.

El hombre bajando sus hombros y pretirándose de allí sin decir una sola palabra. A lo que él omega hubiese implorado porque se quedase, si no fuese porque ni siquiera era capaz de moverse.

Fastidiandole el aroma intenso que el alfa soltaba, casi como si estuviese marcandole sin autorización alguna.

- Ese niño parece valiente cuando se trata de ti - el alfa le había dicho mientras le sentía acercarse, percibiendo como sus fosas nasales expandían ante la acelerada respiración - Como un alfa que busca cuidar a su omega preñado - añadió con la tenue jocosidad en sus palabras y mientras estiraba una de sus manos con la intención de tocar su vientre.

Jungkook reaccionando enseguida a quitar con rapidez la mano que le había tocado, rechazando el contacto a pesar que su omega se estaba doblegando.

Quería llorar.

La risa del alfa haciéndole desear tomar su garganta y apretarlo hasta que éste se detuviese. Algo que resultaría en vano, comparando la fuerza de ambos y el estado en el que él se encontraba.

- No entiendo - el alfa señaló - No quieres que te toque, más tu aroma me está pidiendo otra cosa - y el omega sobresaltó, cuando percibió como los dedos del alfa pasaban por detrás de su oreja. Sintiendo el deseo de vomitar, al mismo tiempo que su lobo le pedía un poco de afecto - Tan empalagosamente dulce ¿Y es que eso no te avergüenza? - sus ojos llenándose de lágrimas al descubrir cuanta razón tenía el alfa al decir aquello, pues su instinto le estaba pidiendo cobijarle a él y a su cachorro.

Era asqueroso.

Siempre habiéndole señalado el peso que conllevaba ser un omega, tan sumisamente en función a un alfa. Tan despreciablemente dependiente de ello.

- Por favor no llores, detesto los omegas llorones - le dijo el alfa mientras parecía secarle las lágrimas. Y a lo que Jungkook se sintió confundido por el tono cálido con el que pronunció las sus palabras, cuando estas distaban de ser cordiales - Traje algo para ti - diciéndole este, mientras alcanzaba una de sus manos y dejaba allí un paquete que él pelinegro desconoció - ¿Te gustan las galletas? Las he guardado para ti.

La primera reacción del omega siendo el silencio, retirandose levemente hacia atrás mientras le devolvía aquel paquete y cuando el alfa le alcanzó a rozar los labios con la yema de sus dedos.

- N-no me toque - su cachorro moviéndose inquieto ante su angustia, molestándole ver como el alfa le sonreía. A la vez que el sonido del mar vaporizaba sobre sus oídos y le recordaba donde se encontraba.

Cuanto poder tenía sobre él.

- Vamos, sabes que tu lobo me necesita. Tampoco es como si me fuese a hacer cargo de tu cachorro - dijo el alfa, para acercarse una vez más a él y las manos de Jungkook se empuñaban una vez más - No es ese mi interés.

Los colmillos del omega pinchando sobre su labio inferior, jamás había mutado a consciencia y tampoco sabía cuánto esto podría afectar a su bebé. Pero se sentía desesperar ante la clara insinuación del alfa, que quería rasguñarle el rostro.

O quizá el agua del mar no fuese tan fría.

- Para mí es un trato justo. Tú necesitas de la seguridad de un alfa y yo quiero algo de ti - un suave gruñido saliendo de sus labios, mientras una de sus manos cubría sobre su estómago - Pero no te preocupes, no pretendo tenerte mientras estés cargando eso - le indicó con desprecio mientras una de sus manos viajaba tras su nuca y movía sus dedos allí. Los ojos de Jungkook apretandose mientras el corazón le latía con fuerza, escuchando como su lobo lloriqueaba ante el tacto del alfa.

Sus hombros bajando y sacudiendo en pequeños sollozos, al momento que sintió como el rostro del alfa se acercó hasta la línea de su cuello y olisqueó allí. Empujandole levemente con su mano libre para que no se acercara demasiado, luchando con su lobo que insistía por restregar en el alfa y este le cubriese con su olor.

No soportando más y rompiendo en llanto, cuando el alfa había rozado sus labios sobre su cuello. Y su omega parecía ceder ante la necesidad de ser protegido, cerrando sus ojos con fuerza e intentando no pensar, que aquel alfa junto a él no era su amado Taehyung.

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