• CAPÍTULO 4 •
♡ Te sugiero escuchar "Mercury" de Sleeping at last mientras lees éste capítulo ♡
Los rayos del sol del mediodía estaban siendo inclementes, golpeándole el rostro burlescos, en aquel luminoso día.
Y percibió repentinamente, como el sudor caía por el cuello y aquella húmeda camisa empezaba a fastidiarle.
Más no tenía otra opción. Debían aprovechar la marea y sacar aquellas algas que el oleaje dejaba. Eran una de sus principales sustentos, exportandolos fuera del Estado y siendo utilizado en finos Y que luego eran rematados en el encuentro de clanes.
Irónico.
Al no poseer la maquinaria ni conocimientos pertinentes para hacerlos, ellos solo podían rescatar aquella materia prima del mar.
Y eso hacían aquella mañana. Habiendose levantado al alba con casi todo su clan a cuestas, todos cooperando en aquella labor. Incluso siendo divertida para los niños, quiénes aprovechaban de jugar con la naturaleza marina durante aquello.
Los Kima prácticamente mojaban sus pies apenas salían del vientre, acostumbrandoles al agua salada y la brisa marina desde pequeños.
Eso le hacía acostumbrar al mar.
Aquello les haría amar el mar.
Era su medio, en el que se desplazaban con elegancia y se fundían con él. Ignorando muchas, veces lo doloroso que resultaba hundirse en el agua en épocas invernales.
El Kima era prácticamente uno con el mar.
Eso se veía reflejado en como con destreza, recogían lo que este bondadoso les regalaba. Sumergiendo los alfas su cuerpo hasta su pecho, para desenmarañar las algas que se encontrasen en mayores profundidades o por entre los roqueríos. Mientras omegas y betas levantaban aquellas que llegaban a las orillas, limpiandolas y ubicandolas sobre montículos para su secado al sol.
A la vez que los niños más madrugadores, corrían juegueteando entre risas con el oleaje. Mientras los adultos se preocupaban de aquella ardua labor.
Habían trabajado en ello durante toda la mañana, sus músculos sintiéndose ya fatigados y su estómago exigiendo ya alimento.
Y observó la luz del sol apuntando e indicándole que ya era momento de descansar, pues todos ya se merecían un descanso. Distinguiendo como su padre Seokjin, venía bajando con una gran canasta en la que seguramente habría fruta para cada uno de ellos. Algo que sopesaría la fatiga antes del almuerzo.
Esperando además, que trajese consigo el engüento que había pedido.
Desafortunado omega.
Y le miró desde lejos, dejando las últimas algas sobre los sacos para su secado. Sentado bajo la sombra del aquel árbol y jugando sonriente con el pequeño animal tricolor. Con una delgada camiseta de tirantes color rosa y unos pantaloncillos que dejaban expuestos sus tobillos, los que mordía suave el travieso animalito.
Y percibió a alguien a su lado - Taehyung-le dijo, a lo que el se volteó para encontrarse con su padre- He encontrado esto, supongo puede servir- le mencionó - Debe aplicarse generoso, para que le alivie más rápido. Iré a repartir la fruta mientras-y el asintió, a lo que este se alejó hacia donde gran parte del clan se encontraba.
Moviendo el entre sus manos el pequeño pote de engüento, caminando hacia donde se encontraba el ya no tan pálido omega.
Pequeño.
Y es que en las semanas que habían transcurrido, Taehyung había logrado ya sacar varias veces al omega de la habitación. Haciéndole soltar palabras que aunque reducidas, ya eran un gran avance en su comunicación.
Por lo que aquel día, le había hecho levantarse muy temprano para que le acompañase en la recolección de algas. Habiéndolo trazado como un acuerdo la noche anterior antes de dormir.
Jungkook iría al mar, siempre que "gatito" le acompañara.
Y el alfa había accedido a ello sin vacilaciones, pues necesitaba que el chico estuviese emocionalmente saludable. Y si para eso era necesario que el gato estuviese junto a él, no se negaría.
Gatito.
Le había insistido que aquello era el diminutivo de gato, el nombre del animal. Que le llamara por "marea" para que se acostumbrase a el.
Más el omega parecía haberle ignorado, pues seguía llamando al felino "gatito" y no parecía tener intenciones de cambiarle el nombre.
Terco.
Y suspiró, apreciando como el pelinegro entrecerraba sus ojos al intentar enfocarlo entre la saturada luz del sol. Con sus pies hundidos en la tibia arena y con el animal revoltoso entre sus piernas.
Y Taehyung se acercó hasta él, agachandose a su altura y viéndole en más detalle la piel.
Manchas bastante rojas cubiendole el rostro, destacándose en sus pómulos y la punta de la nariz.
Además de sus hombros, cuello, claviculas y tobillos. Todo lo que había estado expuesto a la luz, enrrojecidos ante la exposición.
-Esto ayudará a que no duela tanto- le dijo, mostrándole la pomada que había traído su padre. El Jeonu mirándole con los ojitos como polcas, llenos de curiosidad.
Y el alfa se arrepentía tanto. Pero es que había omitido que Jungkook no era un Kima, con su piel morena y preparada desde temprana infancia para exponerse al sol. Adaptada para pasar horas bajo aquellos rayos, sin tener mas efectos que una piel más tostada que antes.
No era un Kima, claro que no.
El chico a diferencia de él llevaba su piel tan pálida como la nieve. Característica natural de su raza y que Taehyung parecía haber olvidado cuando le invito a participar de todo ello.
Y Jungkook aunque tímido, se había mostrado entusiasmado a participar de aquella cosecha. Realizando de forma correcta todas las indicaciones que él, había recomendado para concretar el trabajo. Habiéndose incluso relacionado con los demás integrantes del clan, quiénes aunque en un principio le observaron extraños, poco a poco le fueron incluyendo en la actividad.
El platinado había temido por ello.
Aquel primer encuentro imaginandolo de mil formas. Pues sabía que todo su clan estaba al tanto de lo que había gastado en el omega, rumoreando teorías acerca del porqué lo había hecho.
No daría explicaciones por eso.
Tenía clara la razón de su accionar. Y si ellos deseaban hablar a sus espaldas, simplemente les dejaría.
Tampoco es como si no estuviese acostumbrado a ello.
-Hmm- le respondió el pelinegro. Y Taehyung podía ver la confusión en su rostro.
En su enrojecido rostro.
¿Pero es qué como lo dejó pasar?
Había estado tan pendiente de su trabajo y tranquilo a la vez por la actitud de todos hacia el omega. Que no considerado la idea de que el sol podría dañarle.
No hasta que una de las ancianas omega, le dijo que el chico se había quemado la piel. Aprenciandolo él en ese momento con atención, fijandose en cómo su piel ya no era blanca, si no rosa.
Rayos.
Taehyung no tenía muy claro que tan doloroso podría resultar aquello, sólo teniendo recuerdos vagos de haberse expuesto al sol cuando era niño. Más su propia piel, no sufriendo mayores alteraciones que un simple cambio de tonalidad.
Pero en el omega era evidente que sería diferente. Notandolo con más detalle al acercarse a él.
-¿Duele?- le preguntó, mientras le pasaba una gran cantidad de engüento sobre la frente, arrastrandola con sus dedos hasta sus mejillas y nariz.
Su rostro brillante y pareciendo realmente a punto de explotar debido al efecto de la crema sobre él.
Taehyung ocultó esa parte de él que quería reír, por lo graciosa y tierna que le parecía la imagen del chico. Más su otra parte golpenadole y prohibiendoselo, debido a lo mal que debía estar pasándolo el omega.
-A-arde-le dijo con su voz rasposa, aún poco acostumbrado a que las palabras pasasen por su garganta.
-L-lo siento- le respondió. Perturbado todavía, por el modo en que a veces tartamudeaba cuando le hablaba al omega. Aturdiendose por el aroma a jazmín que siempre le rodeaba-Debí haber pensado q-que bueno, el sol te lastimaría. No me preocupe de ello. Perdona.
Y Jungkook solo asintió, no sabiendo mucho más que decir a eso -¿Q- qué es?- preguntó dudoso, tratando de ignorar la incomodidad que sentía al percibir al alfa tan cerca de él.
Y bueno, tener que además hablarle.
Taehyung le miró-¿Esto?- tomó el pote entre sus manos, a lo que el pelinegro aseveró- Es una pomada natural. La utilizamos con los cachorros durante sus primeras exposiciones al sol, debiese ayudarte con las quemaduras- y vió que Jungkook le miraba como si le estuviese preguntando- Te has quemado con el sol Jungkook.
-¿S-sol?- preguntó dudoso.
-Claro Jungkook, el sol - le dijo apuntando hacia el cielo, indicando el sitio donde provenía la luz- La estrella más brillante del cielo ¿No la nombraban así en tu clan?
Sol.
Por supuesto que le conocía.
Aquel era quién regía su orden y daba la vida.
Apreciado por cada Jeonu.
Por cada integrante de su clan.
- Ignorame. Suelo hablar de más - mencionó el peliplata, al observar como el omega se quedaba silencioso al tocar ese tema.
Podían haber avanzado en que el omega ya hablase y se comunicase con él. Sin embargo, hablar de lo que había sucedido se convertía cada vez más en un misterio.
Ya que todas las veces que intentó llegar a ello, el pelinegro se mostró reacio e incluso alterado en ciertas ocasiones. Dándose cuenta, que no le hacía bien.
-Descubre un poco tu pecho-le dijo, tomando un poco más de la pomada para untarla allí. A lo que el omega al percatarse de ello, lo hizo inmediatamente.
La fría crema constrastando con el calor que percibía sobre su piel. Pareciendole la sensación incluso, muy similar a menta de su boca cuando lavaba sus dientes.
- Auch- se quejó despacio, casi no deseando importunar al alfa. Asimilando que aquello se debía a la sumisión de su lobo frente al peliplata.
Estúpido omega.
- Escocerá un poco, pero luego pasará- le dijo. Moviendo sus dedos en frotaciones suaves sobre sus claviculas, deslizandolos luego hasta sus hombros descubiertos.
La tersura de ellos, amoldandose gracilemente a su mano.
Y Taehyung percibió la esencia del omega más intensa, paseándose por el aire y mareandole con el dulzor.
Maldita naturaleza.
Creyó seguro que él mismo estaba alterando también al pelinegro, pues lo comenzó a mirar de un modo diferente a segundos atrás.
Sus pupilas que aunque poco nítidas bajo sus oscuros orbes onix, se encontraban dilatadas. Incluso percibía como los poros de la piel, se le habían erizado.
Debía despegar sus manos de allí. Pues la suavidad con la que repartía el engüento, poco hacía a su favor para mantener su compostura.
Por dios. Estaba excitado.
Y el modo en que su cuerpo estaba reaccionando, le confirmaba aquello.
Debía retirar su mano del cuerpo del Jeonu, pero su lobo le miraba amenzante. Como si defendiese algo que le pertenecía y no estuviera dispuesto a doblegar su decisión.
Su pecho latiendo fuerte por lo intoxicante del ambiente.
-¿Pero qué es ese olor alfa Kima?- una voz a sus espaldas le hizo alertarse, su lobo poniéndose nervioso ante la presencia del alfa- No creo que a alguien le interese arrebatarle el salvajito. No es necesario que apeste para ahuyentar a quién se le acerque- le dijo Jongin, quién se había preocupado los últimos días de hacer comentarios inoportunos y desagradables.
Y Taehyung se percató como el omega comenzaba a temblar. Fijándose como arrullaba sus piernas con sus brazos, aplastando al pequeño animal en mientras lo hacía.
-¿Te puedes largar de aquí Jongin?-el peliplata dijo sin siquiera mirarle, pendiente de que el pelinegro no hiperventilara debido al hostigamiento de su hermano.
Tranquilo.
Y una carcajada le hizo entender que no lo haría.
-No te preocupes Taehyung, no le tocaré un pelo a tu putita-eso fue suficiente para que se levantara y empujara contra el pecho de su hermano. Jungkook soltando un sonidito de miedo allí sentado.
Mirándose ambos a los ojos de forma desafiante, asumiendo con claridad la presencia de sus lobos en aquel sitio.
-¡Ey!- gritó Seokjin, corriendo hasta donde se encontraban sus hijos -¿Qué mierda les pasa a ustedes?-dijo furioso el omega, distinguiendo enseguida el aroma denso que desprendían ambos chicos- ¿Acaso pretenden armar un lío en éste lugar? Todos les están viendo maldita sea.
Los ojos de Taehyung dirigiéndose enseguida a su alrededor. Con su pecho sacudiendose en respiraciones rápidas, cerrando momentáneamente sus ojos asumiendo su descontrol.
-Disculpame papá, no volverá a ocurrir- Jungkook estaba presionando puntos incorrectos sobre él. Si no lo alejaba, acabaría cometiendo una locura.
- Comportate como lo que eres Taehyung, el líder de nuestro clan- Seokjin aunque más calmado, estaba verdaderamente preocupado por su hijo. Y era evidente que la causa de ello, era el omega Jeonu.
-Si alfa Kima, compórtese a la altura-
- añadió pedante Jongin. Ganándose una mirada llena de ira de parte de Taehyung.
-Ya basta Jongin. Vete de acá
- le dijo su padre, a lo que éste se giró no sin antes apreciarle con burla-
- Sería bueno que tu también siguieses en lo tuyo Taehyng, estás dando mucho que hablar y no quiero que hablen a espaldas de mi hijo. Mucho menos si es el líder del clan, eso no es bueno para nosotros- Seokjin agregó mientras quitaba el pote de sus manos, agachandose hasta la altura del desconcertado omega-No ha pasado nada cariño. Ven acá, te aplicaré en los brazos - y el Jeonu confiando en él, se acercó a su lado.
Dejando al alfa ensimismado y pensativo.
Y es que tal vez su padre tenía razón.
Debía alejarse del omega.
❀
Tomó entre sus manos aquella carta enviada desde lejos. Riendo por el modo en que el omega solía lanzarle los temas sin filtro.
Bastante común en él.
Jimin había descrito cada episodio de lo que sucedía en el clan Min, dejando entrever las semanas que llevaban sin verse y deseando contar en detalle todo lo que sucedía allí.
Entre ellas el como su cachorro, crecía apresuroso al interior de su panza.
Y él se sintió feliz ante eso, sabiendo lo mucho que había buscado el omega por quedar en cinta.
Lo mucho que habían buscado sus aquel cachorro.
A Taehyung aún sorprendiendo, la confianza que podía tener con el omega, a pesar de él ser un alfa.
No solía relacionarse con ellos, no de esa forma al menos.
Más con el omega Min siempre fue diferente, no sabiendo si era porqué este ya se encontraba marcado. O simplemente porque se complementaban, pero no del modo instintivo que sus lobos pedían.
Jimin era su amigo.
Quién coincidía en gran parte de su concepción de la vida. Algo difícil de encontrar en alfas ya viejos, que solía encontrarse en cada reunión de clanes.
Retrógrados y superficiales.
En cambio Jimin era sencillo y austero. Odiando trivialidades y cosas ostentosas, de lo cuales solían rodearse los demás líderes y de lo que Taehyung no era partícipe.
Nunca lo sería.
Por lo que sabía que él y el alfa Min, serían el apoyo necesario para poder realizar las investigaciones de la desaparición del clan Jeonu. Y debido a eso, alegrándose aún más porque Jimin le avisaba su pronta visita.
Lo que era una maravillosa coincidencia.
Cerró la carta, conservando su doblado original al interior del sobre. Riendo un poco por la historia del alfa Min.
Taehyung no podía creer que el omega hubiese obligado a Yoongi a que anduviese todo el día con una almohada sobre su estómago. Queriéndole hacer saber lo difícil que estaba siendo llevar a su cachorro a cuestas.
Jimin tenía ocurrencias increíbles algunas veces y él aún no entendía como el alfa Min funcionara tan bien con él.
Destino.
Eso le había dicho el omega el día en que se conocieron. Más el peliplata sólo rió no considerando aquello posible.
¿Cómo podría ser?
Su abuelo muchas veces le contaba historias de alfas y omegas destinados a estar juntos. Que su historia ya se encontraba trazada en las estrellas, antes incluso de ser engendrados.
Eso era ilógico. Y bastante soñador para su gusto.
Él no consideraba que hubiese algo, más allá a lo terrenal que los atase. Pues para Taehyung todo se resumía, al mero instinto de acoplarse a un omega.
La sola idea del amor ya le parecía irreal.
Absurdo.
Y no es como si él no lo hubiese sentido antes.
Más bien allí radicaba el problema.
Sus padres se habían llenado hablando de aquel concepto, cuando ni siquiera tenía la noción necesaria para asimilar aquello.
Más siendo un inconveniente grave cuando su corazón llegó a él.
O creyó haberlo hecho.
No era correcto.
No para sus padres.
Aun menos para su clan.
Por lo que mejor sería enmudecer aquel sentimiento. Sellandolo para que no fuese tocado. Ni dañado.
Y aunque había cometido una cantidad de errores de acuerdo a ello. Era mejor a sentirse vulnerable por aquella sensación tan ajena y desagradable.
- ¡Ya baja Taehyung! - la voz de su padre Namjoon rompió su hilera de pensamientos- Tu clan ya está cenando.
-¡Voy!-le respondió enérgico para que le escuchase. Guardando aquella carta en el cajon de su escritorio y saliendo apresurado de allí. Puea sabía que su padre le corregiría si tardaba demasiado.
Aquel día era el inicio de la nueva temporada de pesca de salmones y comerían aquel delicioso pescado como celebración.
Todo su clan acostumbraba a reunirse en comunidad durante aquellas fechas importantes, compartiendo entre ellos parte de lo recolectado y alimentos traídos desde sus casas.
Era algo bastante bonito.
-¡Taehyung por aquí! -la voz aguda de la omega llamó su atención. Hana levantaba su mano sonriente, sacundiendola e indicando el asiento vacío a su lado.
Todos se encontraban en aquel gran salón reunidos, sentados en el suelo con mesas de baja altura donde acomodaban sus alimentos e iluminaban con pequeños cirios al ya irse la luz natural.
El tapiz rojo con decoraciones doradas y cortinaje ceniza perlado, adornando de forma elegante el lugar.
-Ya pensabamos que no llegarías- dijo su amigo Chanyeol, ubicado en el espacio frente al suyo. Alfa mayor que él y quién había sido su fiel amigo de infancia, ahora dedicado a las relaciones diplomáticas al interior del clan y fuera de éste.
Él lo había delegado así.
-¿Creías que me perdería este día? - le respondió él, instalándose al lado de la omega- ¿O es qué ya te querías comer todo el salmón?
Ambos rieron ante ello, mientras el recibió un gentil beso de la omega en su mejilla izquierda - Que bueno que has llegado-él sonrió de regreso, girando su cabeza para apreciar como todos compartían dichosos aquel momento. Quedándose su mirada en una cabellera negra unos puestos más allá, sentado al lado de su padre Seokjin.
Con sus piel un poco menos lechosa que antes, adquiriendo un color un poco más tostado en los días que habían pasado luego de su exposición al sol.
Pareciendole tierna la torpeza con la que intentaba tomar los cubiertos.
Jungkook.
Y es que durante aquellos días había mantenido su distancia, viéndole solamente en aquellas ocasiones en las que se topaban de casualidad.
Su padre Seokjin siendo quién se estaba encargando de enseñar al omega y cuidar de él.
"Educarlo"
Aquella palabra le dejaba un mal sabor de boca. Pues Jungkook no era un animalito que se adiestrase para hacer todo correcto.
Sabía que la naturaleza del Jeonu era otra e incluso podía ver lo incómodo que se sentía ya, utilizando ropa. Pidiéndole él mismo a su padre, que le dejase no utilizar calzado. Ya que el omega parecía herirse los pies, al no acostumbrarse a caminar con ellos.
Le había estado observando.
Pero es que ya no le veía, pero esa espina de preocupación permanecía allí clavada. Estando al tanto de cuanto dormía y que comía.
Loco psicópata.
-Tienes que ubicarlo de ésta forma, mira- dijo Seokjin al omega, quién extrañamente parecía temblar.
¿Está enfermo?
Procurando imitar los movimientos que el omega mayor realizaba. Fallando, pues ni siquiera era capaz de cortar un trozo de la carne.
-¿Taehyung estás bien?-le preguntó Hana y el giró a mirarla, apreciando la confusión en su rostro- Ni siquiera has probado tu plato.
Apenas y se había dado cuenta.
- Lo noto distraído alfa Kima- Chanyeol agregó, quién le observaba con una sonrisa cómplice. Pareciendo haber encontrado la razón de su distracción.
Más bien el sujeto.
Él sólo atinó a negar con la cabeza. No deseando preguntas de ninguna de las dos partes y solo llevándose un poco de ensalada a la boca.
Y la noche avanzó calma, bebiendo un poco de alcohol y disfrutando de pequeñas muestras de danzas debido a la dicha de la celebración.
Muchos de los niños aún corriendo a esas horas ya cerca de la media noche. Jugando ignorantes del pasar del tiempo por entre las mesas.
-¿Entonces quieres que te acompañé a la próxima reunión de clanes? - le preguntó Chanyeol. Tomando un cigarrillo para encenderlo con el fuego del cirio.
Sin embargo Taehyung le golpeó la mano- No fumes aquí, hay niños. Hazlo afuera- y el alfa volteando sus ojos lo apagó-Si, pretendo exponer un caso y necesito el máximo de personas que me respalden.
Y el otro alfa asintió- ¿Qué es lo que te preocupa Taehyung? ¿Qué es eso de lo que quieres hablar?
Y él hizo un breve silencio, constantando de que el bullicio fuese suficiente para opacar su conversación.
-Quiero saber que ha sucedido con los Jeonu-dijo sin más, a lo que tanto Hana como Chanyeol abrieron sus ojos debido a la información-Ellos han desaparecido de la nada y bueno este chico... Jungkook, trae consigo muchas heridas que pareciera alguien mas hubiese hecho.
El alfa le quedó mirando pensativo - ¿Sabes lo que implica que hagas eso Taehyung?- claro que lo sabía-Lo que ha sucedido con los Jeonu es algo que se rumorea desde hace mucho. Y es bastante triste pero... puedes exponernos a nosotros Tae.
Y él suspiró- Se a lo qué me expongo Chanyeol... a todos. Pero no puedo hacer como que nada sucediese cuando no es así- intentó calmarse, pues sentía que elevaba la voz- Mira, tenemos un tratado de paz entre los clanes...
- Ese tratado no incluye a los Jeonu.
- Lo sé. Es por eso que debemos cambiarlo y....
-Nos vas a exponer Taehyung. A tu gente - le volvió a interrumpir Chanyeol- ¿Quieres eso? Sabes que somos más débiles que otros clanes y tenemos bastantes cachorros que protejer.
- Lo sé Chanyeol-la conversación lo estaba agotando- Pero me conoces, detesto la injusticia. Y dios, son humanos. Cambiaformas al igual que nosotros.
- Se cómo eres Taehyung y el corazón que tienes. Solo quiero que lo pienses- agregó el alfa -Espero que no estés involucrando otras cosas en esto.
- ¿Qué quieres decir? ¿Actuaras igual que mi hermano? -le respondió con furia.
- No soy tu hermano Taehyung. Soy tu amigo- le dijo desafiante- Y como amigo debo aconsejarte a que actues con la cabeza. Recuerda que eres nuestro líder y no debes dejarte llevar por emociones del momento.
¿Del momento?
-Detente Chanyeol- intervino Hana a su lado -Le estás hablando a tu alfa.
- No Hana, quiero saber a que se refiere con eso -le dijo Taehyung cansado de tanta insistencia.
-Por favor Taehyung. Te conozco amigo desde que eramos cachorros, se lo que te está pasando -y aquello fue suficiente.
- Está bien, aquí apesta a alfa -dijo la omega- ¿Podrían intentar siquiera calmarse un poco? -y Taehyung se levantó de su sitio -Ey ¿A donde vas Tae?
Y respiró agitado. Pues necesitaba el apoyo de su amigo. Y no que le diese la espalda al igual que su hermano.
- Ésta conversación me ha agotado, creo que necesito aire- soltó.
-Escuchame Taehyung, no quiero que sientas que quiero traicionarte, porqué no es así-le dijo rápido el alfa. Sus ojos buscando la comprensión de su amigo-Tan solo quiero que pienses que puedes perder con todo esto.
Y Taehyung chasqueó la lengua- Jamás pienso en lo que puedo perder Chanyeol, eso ya debieses saberlo- le miró a los ojos-Siempre pongo delante lo que obtendré- suspiró y negó con la cabeza-Luego hablamos.
Saliendo de allí abriendo de golpe la puerta.
El enorme ruido de risas, murmullos y música, distrayendo su estruendosa salida.
No sabiendo si era el alcohol o el mero hecho de su temperamento tan poco dócil. Pero estaba detestando que juezgasen siempre por sus desiciones.
Maldita sea. Se supone que era él el alfa Kima.
Pero le dolía mucho más si aquella crítica venía de alguien que él apreciaba tanto.
Necesitaba respirar, necesitaba aire.
Por lo que decidido camino hacia la playa, buscando que el oleaje se llevase su cólera y trajese un poco de tranquilidad.
Sabía que ser un líder no era fácil. Había aprendido aquello durante toda su preparación a serlo.
Más sus ideales a veces eran muy altos para ser concretados. Pues la mayoría de las personas no poseían las mismas aspiraciones y más bien deseaban una vida tranquila. Sin tantas alteraciones.
Dejar de intentarlo, dejar de esperar más.
Pero él quería más. Siempre había sido así.
Demasiado soñador le decía su padre.
Excelente líder había mencionado su abuelo.
No sabía que creer.
¿Qué tan equivocado estaba?
La espuma de las olas llegó a su lado, sacando él de inmediato sus zapatos para sumergir sus pies bajo el agua salada.
La que aunque estaba fría, parecía calentarle un poco la piel.
Ayudame a olvidar.
Cerrando sus ojos para aspirar la brisa marina, la única que podría tranquilizarle en un momento así.
Deseando poder menguar su rabia para poder volver junto a su clan.
Más sintió un intenso olor dulce metiéndose por su sistema.
Jazmín.
Sus ojos se abrieron de golpe, abriendo sus fosas nasales para respirar agitadamente, a medida que percibía que le rozaban la espalda.
Un toque lento, demasiado lento. Subiendole por la columna.
- Alfa.
Aquella voz le hizo girarse de golpe, no pudiendo dibujarle muy bien el rostro debido a la escasa luz.
Pero si teniendo claro que la aceleración de su pulso se debía solo a una cosa.
No puede ser.
Y sintió los dedos del omega sobre su pecho, acariciandole dedicado. Acercándose a él a olisquearle, muy seguro que estaba soltando su aroma para él.
No.
-Alfa-le dijo el pelinegro casi ronroneando, pues el sonido vibró a través de su camisa.
Y el corazón le latió fuerte, intentando asimilar lo que le estaba pasando.
Tratando de buscar la cordura antes de que su lobo se la arrebatase.
-N-no Jungkook - dijo tomandole la muñeca. Bastante suave como para sostenerla- Debemos volver.
¿En que momento había salido el omega de allí?
¿Le había seguido?
¿Lo había hecho antes que él?
La cabeza le daba vueltas mientras sentía como el Jeonu se frotaba en él, habiendose liberado de su agarre.
No lo hagas.
-Por favor- le dijo cerca del oído y bajando su mano hasta sobre el bulto de su pantalón.
-N-no cariño- Taehyung estremeció e intentó tomarle nuevamente la muñeca. Sin embargo su lobo le suplicaba que la dejase allí-Estás en celo J-jungkook-yo también- Vamos debemos entrar.
-No quiero-yo tampoco.
-Por favor o-omega-respondió el peliplata, estando seguro que las piernas se le volvían hilos y su lobo le exigía tomar el control de su cuerpo ¿en que momento se le ocurrió beber alcohol?-E-esto no está b-bien, no es c-correcto-le dijo percibiendo como el chico le tomaba una de las manos y la ponía sobre su cintura. Aproximándose nuevamente a su oído, a medida que la respiración de ambos se comenzaba a oír más fuerte.
-Tocame.
Y Taehyung lo subió sobre él, tomandole de los muslos. Deseando establecer un acuerdo entre su lobo y su razón.
El calor bajo su vientre quemandole, aún sin procesar porqué le estaba sucediendo.
Su celo, se había adelantado.
- No puedo tocarte omega- pronunció casi sobre su boca, a la vez que sentía que este gemía sobre ella.
-D-duele- le dijo. Y el alfa podría asegurar que los ojos le resplandecieron al Jeonu.
Lo quería.
-¿Donde duele cariño? - le respondió para luego pasarle la lengua sobre el cuello. Su lobo deseando saborear al omega. Lo que fue fatal pues si su aroma ya era dulce, su sabor era apabullante e intoxicante.
Y el pelinegro gimió profundo, friccionandose sobre su sexo- A-aquí.
Por dios Taehyung reacciona.
Y el alfa alzó su cabeza, enfrentándose a las mejillas rosas y apenas distinguibles del omega en la oscuridad.
No puedes, no puedes.
-Lo haremos a mi manera- habló con la voz seca. Tratando de encerrar a su lobo donde quiera que estuviese -Será rápido. P-pero no te tocaré. Maldita sea que no lo haré.
Y el lobo de Jungkook pareciese haberse conformado de momento con ello. Por lo que Taehyung asintió y se sentó con brusquedad sobre la arena, apoyando sus palmas allí, hundiendolas en ella.
-M-muevete- le dijo, apreciando como en omega con las manos temblando le comenzaba a intentar desabrochar el pantalón -N-no...solo así...p-por favor Jungkook dejémoslo así- y el pelinegro lo observó con la mirada perdida, dominado por su lobo. Pero Taehyung aún creía que había algo de conciencia en él. Tratando de mantenerla como lo intentaba él en aquel momento.
-Ahh-gimió el omega cuando realizó un primer movimiento. Sus ojos entrecerrandose debido a la sensación.
Y Taehyung apretó en puños la arena, cerrando los suyos para impedir que su lobo saliese. Escuchando el sonido del oleaje de fondo, el que comenzaba a esfumarse a medida que los jadeos de Jungkook eran mas constantes.
El cuerpo le tembló, sus brazos de pronto perdiendo fuerza para afirmar su peso.
Por lo que instintivamente ubicó sus manos tras la espalda del omega, sintiendo que este se acercaba mas a sus labios y el aliento le chocaba la boca.
Tan dulce.
Sin poder evitarlo empujó hacia arriba, provocando que ambos gimieran.
-Más rápido- le dijo dándose cuenta de lo grave de su voz. Sin embargo un poco perdido en la deliciosa fricción sobre su pelvis.
Y Jungkook subió sus manos a su cabeza, enrredando allí sus manos entre su platinado cabello, empujando más fuerte y gimiendole sobre el oído.
-Más fuerte-exigió a la vez que apretaba las caderas del omega más hacia él, impulsando sus pies sobre el arena para embestirlo con mayor efusividad.
Percibiendo a traves del roce, como ambos endurecían e iban avanzando hacia el final.
-Alfa...no p-puedo- Aquellas palabras rompieron algo en él. Volteandolos fuerte a ambos, cambiando sus posiciones y dejando al omega bajo él.
-Si puedes- le dijo embistiendolo contra el arena, su instinto más primitivo anhelando por desmoronar al omega.
A ambos.
La tierra pareciendo moverse bajo ellos.
El pelinegro chocando su pelvis en busca de más fricción. Sujetandose de la espalda del alfa.
El calor subiendole por los huesos, como si quisiese explotar.
Perdido solo en la oscuridad del cielo, distinguiendo una que otro punto brillante mientras aquel alfa le tomaba.
Deseando obtenerlo.
Queriendo alcanzarlo.
No percatandose en que momento el peliplata había comenzado a lamerle el cuello.
Chupando y tirando de él.
-Vamos cariño.
Cariño.
Aquella palabra le hizo difuminarse en un agudo gemido. Rompiéndose y desvaneciendose, percibiendo al alfa en el mismo estado que él.
Sintiéndose húmedo de repente bajo esa ropa.
Con el cuerpo temblando, distinguiendo como el peliplata bajaba de a poco su fuerza contra él.
Por favor no.
Su pecho ardiendole.
Quemandole.
Sintiendose avergonzado.
Humillado.
Comenzando a sacudirse a medida que la realidad se le venía encima. Siendo sostenido por los brazos del chico, cuando la intensidad de su llanto se hizo brutal y le desgarró por dentro.
El sonido del agua y la voz del alfa pronunciando palabras para calmarle, aun sobre su oído.
Por favor no.
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