• CAPÍTULO 25 •
Te recomiendo escuchar "Ágaetis Byrjun" de Sigur Rós mientras lees este capítulo ✨
El sonido del motor antiguo y desgastado les llevaba acompañando desde que habían salido desde Kima por la madrugada. Uno constante y que parecía dar a entender, que el vehículo en cualquier momento se desarmaría y quedarían detenidos en medio de la carretera.
Sin embargo, para Taehyung aquello había pasado a perder relevancia y sobre todo cuando había allí un ruido según él, mucho más molesto.
- Alfa Taehyung ¿Cuánto falta? - había preguntado con su voz dulce, pero con una pequeña nota de ansiedad marcada sobre ella. Agitando con rapidez sus pies e impulsando uno y otro alternadamente, mientras permanecía sentada en los asientos traseros del vehículo. Sus manos revoltosas e inquietas, ya no ocurriendo qué más hacer y que solo arreglar jugar con los botones de su jardinera de mezclilla.
Un bonito atuendo y adecuado para ese especial día.
- Creo que si vuelvo a escuchar eso una vez más, voy a volverme loco - refunfuñó el peliplata quién se mantenía concentrado en el camino y sus manos firmes en el volante. Oyendo como el omega reía despacio, a la vez que le acariciaba por un segundo el rostro.
- Menos que antes cariño - dijo con tranquilidad Jungkook y aunque no estaba tan seguro de ello. Pero con la necesidad de calmar la ansiedad de la niña- Ya verás que en cualquier momento estamos en Min - respondió con suavidad y girandose hacia la cachorra para responder a la pregunta. Y la que había dedicado a exponer reiteradamente y durante todo el camino.
Muy insistente.
Y es que había resultado imposible dejarle en Kima, pues apenas ella se había enterado de que partirían a conocer la bebé Min unos días luego de saber la noticia, prácticamente se había añadido al viaje.
-Debo llevar mi libro de príncipes y princesas - dijo aquella tarde moviéndose de un lado a otro - También el de animales del mar. De seguro ella no sabe como son los animales del mar papá. También guardemos ese - su cuerpo siendo tomado por el alfa, quién le sonrió con dulzura y mientras acariciaba su cabello.
- Hyejin, la bebé es muy pequeña. No es un cachorro como tú, ella aún debe aprender muchas cosas - le señaló Chanyeol, pretendiendo convencer a la pelirroja quién parecía lo bastante decidida como para contrarrestar a sus palabras.
-Pero entonces Hyejin enseñará a ella papá. Hyejin sabe muchas cosas y podrá enseñar - los adultos rieron, más ella lucía determinada y decidida en su idea - También podemos nadar en la tina. Hyejin ya sabe y puede ayudar a hacerlo.
El peliplata la miró enternecido, más sabiendo que debía bajar el entusiasmo de su hija, cuando era evidente que ella no podría viajar a Min.
Bajandole de sus brazos y agachandose frente a ella - Hyejin quizá no pueda viajar a Min bebé. El alfa Taehyung viajará, pero no creo pueda llevar a Hyejin a conocer a la cachorra.
-¿Por qué no? - preguntó con la clara duda frunciendo entre sus dos cejas. Dirigiendo ahora su mirada a Taehyung quién le observaba con Jungkook a su lado. Siendo consciente de lo eufórica que se había puesto la niña, al momento en que habían recibido la noticia. Los tres habiendo estado juntos en su oficina, mientras llegaba la encantadora información desde Min. Algo que les tomó por sorpresa a los mayores, ya que la cachorra parecía haberse adelantado unos días, a la fecha estimativa de Jimin para dar a luz.
Yoongi ha de haber estado histérico.
Taehyung sonrió ante aquello, siendo tan repentina la noticia como la salida de la habitación de la pelirroja, quién había corrido a contar a Jungkook que la cachorrita Min ya había nacido.
Sus ojos plateados iluminados de dicha, tal cual lo habían mirado con la pregunta sobre su boca.
-¿Por qué Hyejin no puede príncipe Taehyung? - le dijo dulce y con los ojitos brillando. Luminosos por la emoción segura, que le provocaba el conocer a la pequeña cacjorra. Al alfa se le había recogido el corazón, percibiendo también como el pelinegro le miraba compasivo y como si le pidiese con el gesto, no lastimar a la niña.
-Y es que el alfa Taehyung estará muy ocupado, será difícil para él cuidar de Hyejin - intervino Chanyel, quién le había tomado de la mano y acariciado una de las pomposas mejillas.
Sin embargo, la pequeña pelirroja ya comenzaba a formar un puchero con sus labios. Pasando su mirada de un adulto a otro, como si intentase convencer con ello a alguno de llevarle - Hyejin q-quería conocer a la bebé Min...t-tal vez ella si q-quiera jugar con Hyejin - su cabecita bajando y dejando finalmente las lágrimas caer.
Aunque silenciosas y sin anuncio.
-Cachorra mía... -le dijo su padre secando sus aguados ojitos y mientras ella se negaba a presionarse junto a él y recibir consuelo.
Tan orgullosa.
Taehyung había suspirado. Pues no había estado en sus planes un viaje a Min tan prontamente. Pero el rostro de Jungkook había brillado al enterarse de la noticia y el alfa podía sentir como su omega se puso empalagoso y ansioso por ver a la cachorra. Siendo seguro que su instinto le pedía tenerle entre sus brazos y menguar el vacío de no engendrar a su propio bebé.
- Deja que vaya con nosotros - soltó sin pensarlo demasiado y solo por la necesidad básica de calmar a su propio lobo, que se angustiaba y corría como loco por la tristeza de la niña. Y al sentir el aroma del pelinegro al lado suyo, quién le suplicaba sin darse cuenta, que llevasen a la cachorra con ellos.
-¿Estás seguro de eso Taehyung? - preguntó el otro alfa, observandole desde abajo y aún pendiente de la niña - Hyejin suele ser un poco inquieta y bueno, nunca antes ha viajado sin mi - señaló Chanyeol.
Su amigo no era aprensivo. Y su preocupación era solo consecuencia, de lo dedicado que era a la pequeña pelirroja.
- Yo no podría acompañarles,... -insistió -... ya que si tu te ausentas debo quedarme a cargo de Kima y...
-Estará bien Chanyeol - le interrumpió con una sonrisa - Viajaré junto a Jungkook, ambos con Hyejin se llevan muy bien. Además de que ella es muy independiente y dudo mucho se arrepienta de viajar junto a nosotros.
Y para cuando el peliplata miró a su hija, ésta ya estaba con una gran sonrisa en sus labios y abrazándose a las piernas del pelinegro, quién le acariciaba los rojizoa mechoncitos.
-N-no se si sea una buena decisión Taehyung... - le dijo el otro alfa poniéndose de pie. A lo que Taehyung puso su mano sobre su hombro.
-No debes de estar asustado, cuidaremos bien de tu cachorra.
Y Chanyeol suspiró despacio y negó con suavidad - No es por ella por quién estoy preocupado - más sus palabras se dispersaron entre los pequeños chillidos de algarabía de la niña. La que corría tirando de Jungkook para que fuesen a armar su maleta.
Su voz siendo ruidosa y llena de la fresca emoción de la infancia. Y que se ahora llegaba persistente hasta sus oídos.
¿Cómo podría ser tan malo?
- Alfa Taehyung... - replicó una vez más la vocecita que venía acompañándole todo el camino -... tengo hambre - y el peliplata se tensó, recordando que hace no mas de veinte minutos, la cachorra había tomado una pequeña caja de jugo y galletas.
¿Y es qué donde iba a parar toda esa comida?
- Pero Hyejin ¿No has comido recién? - preguntó deseando calmarse y tener la paciencia suficiente.
Realmente era difícil cuidar de un cachorro.
La niña aseveró con su cabecita, haciendo a la par, un leve sonido con su boca - Si. Pero eso era dulce - ¿qué? - Ahora quiero algo salado.
Taehyung deseó girar sus ojos, más debía mantenerse atento a la ruta. Además de que su estómago también se estaba manifestando desde varios kilómetros atrás.
-Creo que aún quedan los emparedados que preparó el señor Donghae - indicó Jungkook con cuidado y delicadeza que a él le faltaban. Buscando entre la pequeña bolsita de tela que el beta se había esmerado en llenar.
-Déjalo ahí - habló el peliplata interrumpiendo la acción del omega - Aún nos resta algunas horas de viaje y es mejor guardar para más tarde - señaló aquello, sin embargo, Jungkook le quedó mirando sin saber qie hacer pues la cachorra continuaría con hambre - Nos detendremos a comer algo.
Hyejin lanzó un chillido.
- ¡Siii! - sus piececitos agitandose con efusividad y debido a la emoción que le provocaba dicha actividad - ¡Quisiera un gran Chanbuich!
Taehyung rió ante las palabras de la pelirroja - Yo creo que todos querremos comer eso cachorra.
- ¡El príncipe Taehyung es el mejor! - su voz saliendo de su boca con la clara intención de formar una melodía y que solo hacía reír más al alfa - ¡Es el mejor y quiere a Hyejin, porqué da comida rica a Hyejin y lleva a conocer cachorrita Min y da besitos a Jungkook. Y ambos lindos. Príncipes lindos! - cantaba ella con fervor y mientras el peliplata se sentía un tonto por sentir las mejillas rojas.
A la vez que Jungkook le miraba perdido desde ya un rato atrás - Tae ¿Qué es un Chanbuich? - su voz siendo tan silenciosa y entre el bullicio del interior y exterior del vehículo, que el alfa no alcanzó a escuchar y tan solo continuó su camino.
Y habían tardado poco, encontrando en el trayecto un gran y colorido restaurant que al omega le habían enceguecido los ojos. Era cerca del mediodía y no se imaginaba como aquello se vería siendo noche, pero era más de seguro que así eran más vissibles y atrayentes en el camino.
Apenas habían entrado al local, a Jungkook le había llamado la atención como la puerta había tintineado en campanillas. Solo reaccionando a caminar, al ser tirado por la cachorra a quien llevaba de la mano.
O más bien ella le llevaba a él.
- ¡Vamos Jungkook! ¡Mira cuantos chanbuichs hay! - el pelinegro tan solo abría sus ojos inquieto y con sus oídos recibiendo todo el bullicio del lugar. Atento a cada nueva cosa que se presentaba ante él. Recorriendo con la mirada, la larga fila de alfas, betas y omegas de cabello anaranjado. Con puntos diminutos sobre su rostro y que se detenían a observarle a él y la niña.
No sabía donde se encontraban, pero de seguro estaban en un clan que el omega desconocía.
- Estamos en Ishi - señaló el peliplata a su izquierda y alcanzando su mano hasta entrelazar sus dedos - Mantente a mi lado - y él asintió, percibiendo como el aroma del alfa se volvía intenso y parecía querer traspasarle la ropa e impregnarle la piel.
Lo estaba marcando.
Girando su rostro hacia un costado y percatándose, como algunos alfas le miraban sin ningún descaro y como si se tratase de una presa.
Algo demasiado novedoso para pasar desapercibido.
Taehyung gruñó a su lado, viendo como éste miraba a un joven alfa que no le quitaba los ojos de encima.
-Ey, no sucede nada - le dijo acercándose más a él y besandole la comisura de la boca.
El peliplata negó - Lo sé, es solo instinto... -Jungkook lo sabía -... mi lobo está inquieto y... no le agrada que te miren así - chasqueó con su lengua - Sobre todo el de allá... pareciera que te fuese a comer con la mirada.
Y Jungkook rió, sintiendo como la cachorra le soltaba y caminaba hasta una gran vitrina y se apoyaba sobre ella con sus manos.
El omega murmurando por lo bajo y deseando ir también a ver que tanto había llamado la atención de Hyejin. Más su muñeca fue jalada por suavidad, observando como los ojos del alfa le atravesaban. Y la punta de su nariz chocaba con la suya.
-¿Qué dijiste? - le preguntó Taehyung con su voz saliendo apretada desde su garganta. El sándalo saliendo tempestuso desde su cuerpo y rodeando el suyo.
El omega quisó besarle. Sin embargo, podía sentir que había muchas miradas indiscretas a su alrededor y no deseaba formar un espectáculo, para quienes no tenían invitación a apreciar de su intimidad.
- Que no estoy interesado en que "ese" alfa me coma - dijo sin agregar que una lijera sonrisa y que ya luego se disolvió en una expresión de asombro, mientras veía la gran cantidad de colores frente a él.
Y bueno, el peliplata tan solo se acercó a ellos con su mandíbula aún desencajada y sorprendido aún, por el como ambos habían acostumbrado hablar tan intimamente, aún delante de los demás.
- ¡Oh príncipe Taehyung! ¡Mire son muchos helados! - exclamó la niña, acercando su nariz hasta hacerla que tocase el vidrio, como si así pudiese olisquear algo del aroma dulce que provenía de allí.
-¿Helado? - preguntó Jungkook, a la vez que sentía como el peliplata le tomaba de la cintura y lo atraía posesivamente hacia él. Escuchandose murmullos alrededor de ellos y que ambos decidieron ignorar.
- Es una especie de postre... - pasó su nariz sobre su cuello y corroborando su omega estuviese seguro con su olor allí -...una crema fría y dulce. Hay de muchos sabores.
Jungkook abrió su boca fascinado por la información -¿Es en serio? - aproximándose hasta el vidrio y golpeando suave su frente contra él, al no percatarse del material en su movimiento - Auch.
Taehyung le sobó la frente con el pulgar - Hay de frutas. Fresa, banana, piña, ce...
-¿De que es ese? - dijo de pronto el pelinegro apuntando el pote de color verde pastel y pequeñas chispas en el.
-Mmm...chocolate y menta - respondió dubitativo el alfa y pasando su mano para rascar tras su nuca - No creo que te...
-Quiero ese... - le pidió con sus ojos oscuros y pestañeando con lentitud -...por favor.
-No tienes que pedir por favor bonito- Taehyung le apretó una de las mejillas con suavidad, para luego dejar un beso sobre su nariz - Es solo que ese sabor...
- Es perfecto - respondió sonriendo - Siempre me ha gustado mucho la menta y desde que el omega Min me ha dado a probar el chocolate... - llevó su índice hasta sus labios -... digamos que ahora es mi sabor favorito.
El peliplata le arriconó un poquito más - Tu sabor favorito dices... - las pupilas de los ojos de ambos se dilataron de inmediato. Comprendiendo enseguida el omega a que se refería.
-Tae...- dijo despacio. Más su sweater fue tironeado por un costado, siendo observado por la cachorra quién le miraba angustiada y movía su mano para que se acercara.
- Jungkook... -murmuró sobre su oído -... Hyejin quiere ir al baño - alejándose de él y con sus ojitos avergonzados por aquello.
El omega se giró hacia el alfa - Hyejin debe ir al baño - le dijo con rapidez, claramente porque se daba cuenta de lo afligida que estaba la cachorra. A lo que Taehyung asintió y le tomó de la mano. El omega también llevando de la suya a la niña.
Caminando con determinación hasta uno de los costados del recinto y donde habían dos pequeñas casetas. Una destinada a alfas y otras para betas y omegas.
-Ingresen allí - le señaló el peliplata, indicándole la zona que le correspondía al omega y en la cual por obviedad, no habría problema de entrar con la cachorra - Yo les esperaré aquí - agregó, recibiendo un asentimiento por parte del pelinegro. Siendo más que claro que no les dejaría allí y expuesto a que cualquier alfa se le acercara.
Apestaba a alfa por todo el sitio. Seguramente algunos, sintiéndose también intimidados por su propia presencia.
Y es que era evidente que todos se habían percatado del omega, con claros rasgos de ser foráneo y más aún, no pertenecer a ningún clan del Estado.
Una llamativa atracción entre tanto cabello anaranjado.
Vaya molestia.
El alfa no estaba al tanto de que tan enterados estaban los habitantes de los demás clanes, de la existencia de los Jeonu y su reciente desaparición.
Además de que uno de ellos estaba en Kima y era su pareja.
Lo dudaba. Y de ser así, la información que había de haber llegado a ellos, no creía se refiriera a ambos en muy buenos términos.
-¿Alfa Taehyung? - habló repentinamente una voz suave a su lado, volteando su rostro para encontrarse con los intensos ojos azules de aquella omega.
- ¿Naoko? - preguntó dudoso, reconociendo el aroma reconocible a la flor del durazno en ella, mas siendo demasiado diferente a la última vez qur le vió.
La chica rió - Si alfa Kima, soy yo.
-Dios... - añadió él evidentemente sorprendido -... si no me hubieses hablado, no te habría reconocido.
La omega volvió a reír - Claro que no...han pasado ¿cuantos? ¿Más de diez años tal vez?
Taehyung lo creía así. La última vez ambos debían de haber tenido no mas de diecisiete años. Y si bien él también había cambiado, era claro que el cuerpo menudo de la chica, ahora se dibujaba con bonitas curvas y notoria evidencia de su edad adulta.
- ¿Qué hace acá en Ishi alfa Kima? ¿Acaso usted...? - preguntó com interés.
-Oh no. Claro que no - respondió rápido y percatándose hacia dónde se dirigía aquella idea - Voy viajando hacia Min. El omega Jimin es mi amigo y él , acaba de dar a luz.
La omega abrió sus labios en sorpresa - Me he enterado de ello, es una verdadera alegría - una de sus manos pasando sobre uno de sus brazos. Moviéndose con sutileza frente a él, con aquel corto vestido que llevaba puesto. Sus ojos aguamarinos, tan similares a los de su hermana y que no se despegaban de sobre él.
Le estaba coqueteando.
Y Taehyung lo había sabido desde que le había hablado, más prefirió ser educado e ignorar el como su aroma salía empalagoso hasta el punto de hostigarle e incomodar a su lobo.
- L-lo es- tartamudeó por el claro nerviosismo que le provocaba al situación.
Naoko era prácticamente como una hermana. Juntos habían asistido a la secundaria estatal y la más prestigiosa al interior del Estado. Ambos lo bastante unidos, como para que muchos maestros los considerasen como destinados.
Todos menos una.
- Tu debes saber que Aiko, ella...
-Lo se - dijo acelerado y con la cabeza confusa por el dulzor y el agobio.
Aquello le estaba fatigando.
Necesitaba salir de allí.
- ¿Estás viajando solo? - preguntó acercándose más hacia él y tomando uno de los mechones de su naranja cabello, para dejarlo recojido tras su oreja -Tengo un departamento en el centro de la ciudad...si tu quieres...
- ¡Ya acabé! - de pronto un chillido se escuchó a su espalda, observando como la cachorra corría a sus brazos y se colgaba de su cuerpo. Él le tomó en brazos y alzó - Hyejin ya está lista para comer su chanbuich y helado - le dijo enérgica, sintiendo como el pelinegro se ubicaba justo a su costado. Sus ojos con la expresión notoria de pregunta, al percatarse de la presencia de la omega.
- Jungkook ella es Naoko. Una vieja amiga - le dijo presentando a la chica y a lo que el omega se inclinó con suavidad frente a ella.
La pelinaranja abriendo sus ojos muy grandes y confundida por la inoportuna e inesperada entrada de la cachorra y el omega.
-Naoko él es Jungkook. Mi omega - dijo con naturalidad, más el pelinegro podía sentir su incomodidad y más aún cuando la omega le miró incrédula de tal afirmación.
-¿T-tu omega? Taehyung tu... - dijo ella titubeando y moviendo sus manos con rapidez sobre su cabello, dirigiendo de pronto su mirada a la niña que ahora daba su espalda a ella y parecía muy interesada en continuar hablado, sin prestar demasiada atención a los adultos.
- Y quiero el de vainilla, frutilla y chocolate. Los tres me parecen bien. Pero podría agregar chispas de colores y mucha crema. Quizá bañado en chocolate y...
-¿Es tu cachorra? - preguntó de pronto la omega, dejando aturdido al alfa que ya habría sus labios para responder.
-Si, es n-nuestra - intervino Jungkook con su voz temblorosa y dejando anonadado al peliplata y sin saber que agregar. Pudiendo percibir su inseguridad y el como su aroma comenzaba a estimar dulce para que la omega supiese que le pertenecía.
Estaba celoso.
Y si bien a su lobo aquello le hacía revolcar en el suelo, al sentir como el pelinegro lo marcaba como suyo. Tampoco deseaba provocar aquel miedo en él.
- Vaya ¿Cuántos años tiene? - preguntó ella dudosa y aún no creyendo aquello. Sobre todo cuando los rasgos de la niña se asemejaban más al del clan Jung, que al de ambos. Salvo por el tono canela de su piel y ojos color plata, propio de los Kima.
- Siete, ella tiene siete - respondió el omega, percatándose que Taehyung aún no salía de su sorpresa. Comprendiendo aquello, pues ni él mismo entendía el porqué había dicho esa locura.
La chica se quedó mirandole con los ojos entrecerrados, como si intentase dilucidar alguna mentira.
Ella sabía que el omega lucía como ningún otro que hubiese visto antes y un poco más joven que el peliplata. Más no pudo identificar su clan de origen, pero quedandole claro que no pertenecía al de Taehyung.
- Hyejin quiere Chanbuich - refunfuñó una vez más la cachorra y aún en los brazos del peliplata.
-N-nosotros debemos... - dijo con incomodidad el alfa.
-Oh si, p-por supuesto. Ha sido un gusto volver a verte Taehyung - respondió con nerviosismo y aún con su aroma dulce, cortejeando al peliplata.
El alfa esperaba fuese inconsciente.
- También para mi Naoko - se apresuró a tomar la mano del omega, quién tenía una expresión en su rostro que Taehyung no creyó haber visto antes en él - Cuidate mucho.
Tiró del pelinegro.
-Un gusto Jungkook... - añadió ella, a lo que el omega a duras penas asintió.
Se sentía molesto.
Muy molesto.
Observando como la niña corría una vez más hacia la vitrina y él le veía escoger el sabor de helado que pediría. Hablando y decidiendo consigo misma, cual sería la opción que tomaría.
-Jugkook... - escuchó llamarle el alfa a su espalda, quién se aproximó hasta el y le acarició la mejilla. Como si buscase calmarle.
-Lo siento...- se apresuró en decir el omega, agachando su mirada debido a lo avergonzado que se sentía -...he sido un tonto. Ni siquiera se porque lo he hecho - percibiendo como el peliplata dejaba un suave beso sobre una de sus mejillas - ¿Debiese ir a decir que le he mentido?
Taehyung suspiró comprensivo.
-Ha sido tu lobo... solo te has sentido amenazado - señaló el alfa restando importancia - No debes de preocuparte bebé, no estoy interesada en ella - rió casi sobre sus labios - Y no tienes porqué, dudo te haya creído.
- Es vergonzoso - negó con su cabeza y pasando su mano sobre sus ojos - Y lo se...pero y es que ella olía... y te miraba como si...- el rostro del pelinegro tornándose escarlata. Abochornandose por su pensamiento.
-¿Cómo si...? - replicó el alfa, motivandole a que continuase. Sin dejar de acariciar con sus dedos tras su oreja.
El omega se acercó hasta su oído - Como sí quisiese hacerte cosas sucias.
Y el alfa estalló en una carcajada. Llamando la atención, si de podía aun más, del resto de los clientes del lugar. Cubriéndose la boca enseguida e inclinándose para disculparse.
- No es gracioso Taehyung - añadió el omega, frunciendo su ceño y más que intimidar al peliplata, provocándole demasiada ternura.
- Disculpame amor... - respondió atrayendole hacia él tomandole desde la cintura, mientras el omega apoyaba sus manos sobre sus hombros proponiendose mantener distancia.
Aunque no lo quisiese, su orgullo lo exigía.
-Es en serio Tae - murmuró bajo y haciendo un puchero inconsciente con los labios, que el alfa besó con rapidez. Y para luego recibir una mirada frustrada del pelinegro.
- Lo se bonito - su boca dirigiéndose hasta su oído para susurrar allí - Y es que yo solo quiero hacer cosas sucias con otro omega...- suspiró en aquel lugar, erizandole la piel -... muy, muy sucias - agregó para luego alejarse y sonreír, corroborando que las mejillas del pelinegro habían espolvoreado en rosa.
Tonto alfa.
Viendo como este se aproximaba hasta donde la niña y se agachaba a su altura. Preguntando de seguro, el sabor de helado que preferiría.
Te amo tanto.
❀
- !¿Cuánto falta?! - se escuchó con fuerza una vez más y con mayor fervor. La cachorra habiendo dormido cerca de dos horas y recuperando toda la energía que el viaje le había consumido.
Había sido un día agotador, sobre todo para el alfa que llevaba horas conduciendo y su cuerpo se encontraba notoriamente fatigado. Siendo lo más seguro, que se quedase completamente dormido una vez conociese a la cachorra Min.
Estaba ya atardeciendo y era bueno que ya estuviesen ingresando a la ciudad.
- Ya casi llegamos a la casona Min - le respondió a la niña, ya un poco más acostumbrado a su vocecilla y que no había apagado en casi todo el viaje. Comprendiendo recién, la verdadera preocupación de Chanyeol.
-¡Siii! - gritó la pelirroja a su espalda y observandola a través del espejo, como esta batía sus manos y palmas en celebración. Mirando mientras se detenía en un semáforo, como su pelinegro sorprendentemente aún dormía en el asiento a su lado.
Sus labios ligeramente entre abiertos y dejando ver sus bonitas paletitas blancas. Moviéndose de vez en cuando y como sinle buscase entre sueños.
Tan bonito.
Taehyung estiró su mano, alcanzando su barbilla para acariciarle, sonriendo al observar como este arrugaba la punta de su nariz olisqueando seguramente su aroma.
- Mi dulce jazmín ha decidido despertar- el peliplata pronunció al ver como sus redondos ojos negros, se abrían con lentitud y achinaban de vez en cuando, debido a las luces de la ciudad.
Jungkook sonrió en respuesta, dejando un pequeño beso sobre su mano y que de a poco se alejaba, para nuevamente tomar el control del vehículo.
El sonido de las bocinas y motores, haciendo que se girase y corroborase por si mismo que ya se encontraban en Min. Arropandose por el entumecimiento del despertar, con la chaqueta del alfa y que de seguro, había puesto sobre él al quedarse dormido.
Su aroma llenando sus pulmones, aspirando silencioso para que el peliplata no se diese cuenta de su acción. Más este ya sonreía discretamente, al sentir que su corazón le latía con fuerza por lo mimado de su omega.
Tan mío.
Los orbes de Jungkook recorrían las calles, intentando recordar los pasajes por los que habían transitado aquel día previo a su celo. Más sin tener demasiado éxito a los escenarios presentándose sin la luz del día y luciendo tan distintos a los que él había observado.
Alzándose de golpe y no pudiendo acercarse demasiado a la ventanilla, solo porque el cinturón no de lo permitía.
- Si, es el río Clío - le señaló Taehyung, percibiendo la felicidad que emanaba su omega. Trayendo consigo los recuerdos de su viaje anterior y el suave aroma de su calor.
-¡Mira Hyejin que bonito! - dijo el pelinegro indicando con entusiasmo, con la punta de su dedo índice sobre el frío vidrio y marcando suavemente en el vapor del material.
La niña girando su cabecita muy rápido hacia su derecha, no habiéndose percatado de aquello al ir perdida en los grandes edificios. Sus ojitos volviéndose brillantes, ante los luminosos reflejos de las luces sobre el agua. Su pequeña boquita formando un círculo, redondo y glorioso de asombro.
- ¡Es un río! - gritó con sus bracitos cortos estirados sobre su cabeza - ¡Es el más lindo que Hyejin ha visto, porque allí hay estrellas! - la sola mención remeciendo el pecho del omega, quién fijo más su vista y entrecerró sus ojos. Distinguendo como las luces tintineaban sobre el agua y estallaban en delicados astros en el espíritu cristalino.
Jungkook quería tanto que ellos también pudiesen verlo. Sabiendo que Yongsun gritaría tal cual la pelirroja, al ver como el cielo caía sobre el agua.
Tan cercano a sus pies.
Sus ojos observando hacia el oscuro manto de la noche y donde lijeros tintes anaranjados, se perdían en el horizonte. Preguntándose, si ellos también podrían apreciarlo desaparecer.
Si se vería de ese modo en aquel momento. Y en todos los lugares.
Esperaba que sí.
- ¡Y jugaremos a las escondidas y también a las princesas. Tal vez nos subamos a los árboles o nos impulsemos para tomar vuelo en los columpios! - repadaba con sus deditos las cachorra. A la vez que Taehyung reía por tales ocurrencias y bastante seguro, que la perlirroja no era consciente del tamaño de la bebé Min.
Tomando lugar en el estacionamiento de la casona y ubicando la ruidosa camioneta a un costado de la entrada.
- Creo que Jimin ha de haberse enterado que llegamos desde hace varias cuadras atrás - indicó el peliplata deteniendo el motor y desabrochando su cinturón. Y para luego ayudar a Jungkook y quién lo miraba no entendiendo mucho lo que había dicho o a que se refería.
La niña atrás sacudiendo sus piernas con agilidad y aceleradamente, a lo que el pelilplata se bajó con rapidez para tomarle de la mano y esta no saliese corriendo sin ellos.
- Ey princesa - le habló agachandose a su altura y una vez los pies de la niña tocaron el suelo - Debemos ser silenciosos ¿está bien? La cachorra Min tan solo lleva días de haber nacido y debemos cuidar de no asustarle.
Y ella asintió, acercándose a su oído y ubicando su manito allí - Hyejin lo promete - le dijo. Aunque cruzando sus dedos en su espalda, ya que no entendía como ambas podrían jugar sin hacer demasido ruido.
Los adultos eran raros.
Su otra manito siendo tomada por el omega, ingresando los tres por la portería de la casona Min. Tocando una campanilla ubicada a la entrada.
Jungkook se sentía ansioso.
No es que no hubiese visto algún bebé antes. En Jeonu nacían muchos cachorros cada año.
Sin embargo, el apreciar uno se sentía bastante diferente cuando su lobo ya había sido tomado por un alfa. Su instinto le hacía saber que estaba listo para engendrar, más él no se lo había permitido y de alguna manera le sentía resentido.
Tal vez dolido.
- Alfa Taehyung. Jungkook - dijo el rubio quien les abría la puerta - Es un agrado verles nuevamente.
El alfa sonrió - Para nosotros también lo es Taemin - respondió, percatándose como los ojos del omega, se dirigían al pequeño botoncito rojo que iba con ellos.
-¿Y ésta belleza quién es? - preguntó con gentileza.
La cachorra le sonrió amplió, para luego hacer una pequeña reverencia - Hyejin de Kima. Vengo a ver a la princesa Min - dijo con tal desplante y teatralidad, que los tres adultos rieron ante su actitud.
Tan característica de la pelirroja.
-Oh ya veo. Le informo que la pequeña princesa de encuentra dormida en este momento, parece que ha sacado el gen Min porque solo despierta a comer - dijo el omega siguiendole el juego.
- Ha de estar esperando el beso de la princesa. Que le despierte de sus miles de años de encanto - Taehyung y Taemin rieron, mientras Jungkook también lo hacía pero un poco confundido.
- Pero pasen... ya no les hago esperar - señaló el rubio - Jimin, mi hermano y la cachorra están en su cuarto. Avisaré de su llegada, esperen un momento aquí.
-Claro, gracias Taemin - le respondió el alfa. Viendo como la niña corría a ver un gran acuario con peces justo en la entrada del estar, ubicando sus manitoa y nariz sobre el vidrio.
La mano del peliplata posandose sobre la cintura del omega y desde su espalda. Acomodando su nariz sobre su cuello y ronroneando un poco allí.
- Mi jazmín está preocupado - susurró sobre su piel, percibiendo su aroma no tan azucarado como solía serlo - Puedo sentirlo.
Jungkook giró su rostro hacia él, rozandole la nariz - Estoy bien - respondió con una sonrisa suave. Mientras recibía un beso pequeño sobre sus labios, riendo al ver al peliplata preocupado de que la cachorra no les viese.
Aunque ya a escondidas lo había hecho.
-Tendremos el nuestro - dijo Taehyung sobre su boca y apretandole un poco más contra él.
- Lo se - respondió Jungkook enrredando sus dedos a los suyos y sobre la mano que le abrazaba.
-Muchos - agregó el peliplata, a lo que el omega río y su risa vibró a través de su piel - Muchos cachorros.
Jungkook lo miró, viendo como sus ojitos parecían cansados y exigían una almohada para reposar.
Quizá su propio pecho.
- Estás agotado - le dijo, tocandole el rostro y alzando un poco sus párpados adormilados. Este moviendo su boca hasta su cuello y besando con un poco de aire allí.
- No lo suficiente - diciendo con claras segundas intenciones.
Tonto.
El sonido de alguien acercándose a ellos, haciendo que se separasen con rapidez. Sin darse cuenta que tenían la mirada inquisitiva de la cachorra sobre ellos.
Y con una lijera sonrisa sobre sus labios.
- Jimin y Yoongi dicen que pueden pasar. Los están esperando en su cuarto - les señaló Taemin y sin dar mayores explicaciones, conociendo las muchas veces que el peliplata había estado en la casona Min.
-¡Sii! - exclamó la pelirroja con sus puños en el aire, recibiendo las miradas de todos los adultos - Digo, si su señoría - agregando con educada reverencia.
Junkook estiró su mano para que la tomase.
- Nuevamente gracias Taemin - dijo el peliplata, dirigiendolos a los tres por la amplia escalera de madera y justo al centro del gran salón. Procurando caminar cuidadosamente y no importunar el sueño de la recién nacida. Y por la misma razón, que ahorró el toque de la puerta y solo ingresó al interior.
El aroma suave y claro de un nuevo cachorro, llegando hasta los tres y siendo recibidos por la luz delicada de una pequeña lampara sobre ellos.
Las paredes de la habitación siendo de un blanco nieve y que entregaba una sensación cálida, sumado a la temperatura tibia en el ambiente. Cómoda para la pequeña cachorrita.
- Jimin - dijo al verlo recostado sobre la cama y con aquella sonrisa que achinaba sus ojos y que ahora parecían lucir, más brillantes que antes.
- Ya pensaba que no vendrías a conocer a tu sobrina Taehyung - bastando aquello para acercarse los tres a saludarle con cuidado y apenas percatandose del pequeño bultito al costado y sobre los brazos de su otro padre.
- ¿Y a nosotros no nos saludan? - añadió el alfa acomodado en la silla mecedora y observando a la pelirroja que se escondía tímida tras las piernas de Taehyung - Oh, la pequeña Hyejin también ha venido.
-Si, ella ha insistido en venir a conocer a la princesa Min - dijo el peliplata, viendo que la niña ahora parecía bastante cohibida y a diferencia de algunos minutos atrás.
-Bueno eso me parece excelente - señaló Jimin desde su cama y siendo mimado por Jungkook, quién tenía su mano sobre la suya y daba pequeñas caricias. Su lobo acojiendole y cuidandole debido a su reciente parto.
Su omega empatizando con el cansancio de haber dado a luz.
-Vamos Hyejin, ven a ver nuestra princesita - invitó Yoongi, descubriendo el bulto que tenía arropado casi hasta su cabecita.
La pelirroja observó al peliplata buscando aprobación, recibiendo una sonrisa en respuesta. A lo que esta se acercó con cuidado.
Su naricita moviéndose para reconocer el nuevo olor y causando una grata tibieza sobre su pecho. Tomando su pequeña manito, entre dus deditos también pequeños.
- Ella... - dijo suave y casi en un susurro, que de no ser porque Yoongu estaba muy cerca no lo hubiese oído.
- Seulgi. Su nombre es Seulgi - señaló el rubio alfa, sonriendo ante el asombro y ternura que le causaba la curiosidad de la niña.
Los ojos de la pelirroja le recorrieron el botoncito de la nariz, tan pequeñito y que se perdían en sus redondos y rosados cachetitos. Sus labios dibujados casi perfectos y evidente herencia de los del omega.
-Es igual a ti Jimin - dijo el peliplata asombrado por ello. Pues la niña parecía una pequeña versión del rubio omega.
- Es chiquita - agregando la cachorra a su lado.
- Ojalá Tae... pero creo que es solo la apariencia. Al parecer su carácter, es igual a Yoongi - señaló el omega con la punta de su índice levantado - Duerme casi todo el día, cosa que agradezco. Pero cuando despierta...ahhh es como si se acabase el mundo.
- ¿Por qué es tan chiquita? - insistió Hyejin.
- Es preciosa - dijo el peliplata, aturdido por lo sobreprotector que de pronto se había sentido su lobo.
-Bueno, eso lo sacó de mí - Jimin dijo con una pequeña risita risueña, ubicando su mano sobre su boca para no reir demasiado fuerte y percibiendo como el pelinegro estiraba su cuello para alcanzar a ver a la cachorra - ¿Quieres verla? - preguntó tomando de su mano.
-Y-yo... - dudó el omega y sabiendo lo que aquello significaba.
- Ve, nada malo sucederá - dijo el rubio comprendiendo lo sensible que el lobo de Jungkook se encontraba.
El pelinegro asintió. Caminando con cuidado para no tropezar y cometer el error de enrredar sus pies con la alfombra. Acercándose frente al alfa y distinguiendo la diminuta cabellera rubia, arullada en el pecho de su padre.
- Deja que la tome Yoongi - pidió el omega desde la cama y recibiendo la mirada asustada del omega pelinegro - Tranquilo, así será más fácil para ti.
Y el alfa alzó con delicadeza a la cachorrita, levantándose junto a ella y acomodandola sobre los brazos de Jungkook. El corazón del pelinegro latiendo rápido y con sus ojos humedeciendo por instinto, sonriendo al verla solo arrugar sus cejitas, quizá al movimiento que le incomodaba y le sacaba del calorcito de papá.
- Es tan bonita - señaló el pelinegro sonriendo y acercando su nariz con cuidado para olisquearle el cabello. Asimilando recién a lo que Jimin se refería.
Les estaba reconociendo.
Como parte de su manada.
Quizá no habiendo lazos sanguíneos de por medio. Pero si algo lo bastante fuerte como para desear amarle y cuidarle como si fuese suya.
- ¡Yoongi ven acá amigo! - dijo con euforia contenida el peliplata y abrazando al alfa - Felicitaciones.
-Pero ¿por qué es tan chiquita? - agregó la niña una vez más y preguntando ahora al rubio omega que miraba la adorable escena.
-¿Estás decepcionada? - respondió con una pregunta Jimin, acariciandole el cabello.
Más ella negó.
- Solo que ahora Hyejin deberá ser más valiente para cuidar princesa - agregó ubicando la punta de su índice sobre su nariz.
Jimin rió - Estoy seguro que Hyejin será lo suficientemente valiente para cuidar a mi princesa - el omega le dijo, a lo que la cachorra le tomó de la mano y le besó. Tal cual un gesto tomado de un cuento medieval.
Corriendo hasta las piernas del alfa peliplata y abrazándole con fuerza.
-Gracias príncipe Taehyung por traer a Hyejin.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top