• CAPÍTULO 20 •

Te recomiendo escuchar "Like a Valley with no Echo" de Hammock. Mientras lees éste capítulo 💜.

Había estado inquieto durante todo el día. Su lobo moviéndose por toda la casa y recorriendola por cada rincón con el solo objetivo de encontrar a al alfa. Su ansiedad siendo sosegada solo al caer la tarde, dedicado únicamente a recibir los mimos que el peliplata dejaba sobre su pancita. Sus dedos inmiscuyéndose atrevidos bajo su camisa, si prestar mucha atención a lo que a su alrededor sucedía.

Fue perfecto. Pues el alfa había hecho lo necesario para transmitirle seguridad. Que se encontraba allí para él y tan solo procurando que se sintiese adorado en sus días previos a su celo.

Los susurros volviéndose tibios sobre su oído y erizandole la piel, donde el alfa pronunciaba cuanto le gustaba y lo mucho que también le había extrañado durante la mañana.

Y él hubiese deseado que aquello durara para siempre. Que se extendiera hasta a su habitación y allí continuara con sus dosis de cariños y tiernos versos sobre su cuello.

Más no fue así. Sintiéndose aturdido, pues aquellos sonidos eran demasido ruidosos e incluso en cierta medida, le producían el suficiente miedo como para levantarse de la cama.

Había soportado la primera noche al llegar a Min de la mejor manera, escondido bajo las mantas, habiendo conciliando el sueño como pudo y durmiendose poco antes del amanecer.

Más hace unas horas atrás, había sido diferente. Las luces y bullicio intenso a afueras de la casona Min, parecían no querer dejarle descansar.

Además de que su cuerpo, se encontraba notoriamente afectado por su celo ya próximo. Su lobo a sabiendas que Taehyung se encontraba en la habitación frente a la suya, manteniendose inquieto y agitado.

Necesitaba su calor. Acurrucarse junto a él y que este le hiciese saber que no había nada allí afuera que lo fuese a lastimar.

Sus pies sintiéndose fríos de inmediato, al chocarlos desnudos en el piso de madera. Caminando despacio y con la intención de no despertar a nadie con su desvelo nocturno. Posando suavemente sus manos en el marco del gran ventanal, debiendo inclinar un poco las puntas de sus pies, para alcanzar a ver con claridad.

Y es que era todo tan extraño. Construcciones gigantescas y que parecían ser incluso más grandes que las montañas que rodeaban Jeonu. Junto a pequeñas luces que salían de ellas, pero a su vez le enceguecian y hacían doler sus ojos.

Y es que poco había podido observar en su visita anterior a aquel lugar.

Aún menos cuando le habían llevado la primera vez a allí.

Su cuerpo siendo cubierto de agua fría y restregado con fuerza, como si quisiesen borrar parte de él. Marcado con punzadas dolorosas, cada vez que se intentaba defender.

Ya no mas.

Temblando noches enteras y siendo precisamente el frío lo que lo ocasionaba. Si no mas bien el miedo absoluto de lo desconocido.

Detente.

Sus ojos deteniendose en el cielo, donde las estrellas parecían haberse borrado. Angustiandole tanto, que corrió hasta la habitación del alfa y la abrió sin aviso. Corriendo hasta su cama a tropezones.

Me duele.

-E-estoy asustado - le había dicho con la respiración agitada, abrazandole el torso y hundiendo su nariz en su pecho. Olisqueando allí un poco de su aroma con la intención de que le tranquilizase.

-Ey Jungkook ¿qué sucede? - preguntó el peliplata con preocupación y esperando éste siquiera le mirase. Más el pelinegro solo se mantenía aferrado a su cuerpo.

Pequeñas lágrimas asomando por la orilla de uno de sus ojos. Y con un nudo doliendo en su garganta.

Quiero volver a casa.

-Tan solo duerme conmigo p-por favor - y Taehyung lo sintió temblar bajo su abrazo, por lo que lo presionó con mayor fuerza contra él y aún con el angustia golpeteando su corazón, al no comprender del todo que le sucedía.

Más solo tomándole como a un cachorro pequeño entre sus brazos, a lo que Jungkook pasó enseguida sus brazos por su cuello. Dejando que este lo llevase de regreso a su habitación.

Abriendo las mantas y metiendole bajo ellas. Su aroma siendo lo necesario para sentirse arropado y cobijado.

-¿T-te quedarás? - le preguntó con los ojos húmedos debido a las lágrimas contenidas allí. Observando como el peliplata, movía una de sus manos para acariciarle una mejilla. Su cabello cayendole desordenado por sobre los hombros y con la parte superior de su pijama abierta.

Jungkook no recordaba haberle visto alguna vez así. Con su mirada aún medio adormilada producto de su sueño interrumpido. Una imagen demasiado íntima y que en cualquier otra situación le habría hecho sonrojarse.

Sin embargo, esto era diferente.

Necesitaba de su seguridad.

- No se si eso sea prudente mi dulce jazmín - le dijo con suavidad y besandole la frente. Tu estas a nada de tu celo y...

-Y-yo... prometo mantenerme q-quieto -y la verdad es que su lobo se sentía tan asustado, que poco podía llevar sus pensamientos hacia la idea de un posible acoplamiento.

No en ese momento.

-¿Puedo confiar en ti? - le preguntó el alfa, tomándole una de las manos y besando sus nudillos con gracilidad - Sabes que si tu inicias algo, yo no estoy seguro si pueda deterneme.

Y el omega parecía ya no soportarlo más, por lo que estiró sus brazos hacia él y le abrazó, mientras un sollozo salía de su pecho- P-por favor no me dejes solo - No ahora.

Y Taehyung correspondió a su acción de inmediato. Diluyendose en su cabeza, todos sus recientes pensamientos.

-Oh amor dime ¿qué sucede? - dijo liberando su aroma para calmarle. Acariciandole la espalda sobre el pijama y ponía sus rodillas sobre la cama.

-T-tengo miedo de lo que hay allá afuera -Tengo miedo de ellos que me lastimen- Todo es tan grande y ruidoso que apenas p-puedo dormir. Y lo peor, no puedo v-ver las estrellas Tae... ¿quien se las ha llevado? ¿por qué las han sacado del cielo? - preguntó sin dejar de sostenerse del alfa, él que alzó la cabeza para mirar por la ventana y confirmando lo que al omega le hacía causar extrañeza.

Cómo no, si él mismo se lo cuestionó cuando apenas era un niño y había viajado por primera vez a Min.

Pequeño jazmín.

Por lo que llevó sus manos hasta el rostro del omega y lo instó a que le mirase -Es la luz de la ciudad -pasó la yema de sus dedos por sobre sus mejillas, quitando los rastros humedos de sus lagrimas - Es demasiado intensa y hace que no podamos ver las estrellas desde aquí -le besó los labios con suavidad - Pero no te preocupes bonito mío, ellas siguen brillando aunque no las puedas ver. Nadie jamás podrá apagar su luz, ni quitarlas del cielo.

Sus ojos brillando en medio de la penumbra. Con la luz entrando por los costados de las cortinas, dibujando el suave rostro del omega. Deseando decirle que la pequeña estrella bajo su boca, era la única que él necesitaba.

-En serio necesitas que me quede ¿es así? - dijo el peliplata ya estando seguro que el omega comenzaba a detener su llanto. Sonriendo al ver como este asentía con rapidez con su cabeza- Está bien bonito, metete a la cama- ordenó con suavidad y Jungkook sin dudar lo hizo. Esperando que el alfa se abrazara a él, para luego cubrirlos a ambos.

Su rostro escondido en su cuello, dejando besitos suaves allí, a la vez que sus pies se tocaban tímidos a los de él.

-Tienes los pies fríos, acercalos más a mí - le dijo el alfa, sintiendo como este los cubría con los suyos y le entibiaba la piel. Un suave ronroneo saliendo de su pecho, haciéndole sonrojar en mitad de la oscuridad -No seas travieso bonito y ya duerme. Recuerda que mañana es el día y necesito que descanses - el pelinegro ignoró el calor que se posó sobre su pecho, siendo solo el aliento de Taehyung el camino para llegar hasta sus labios y regalar un beso sobre su boca. Desgustando solo un poco de su sabor, para que su ambicioso lobo no despertase en ese momento.

-Gracias - respondió despacio y siendo empujado por el alfa, quién tiró de él un poco mas hacia su pecho. Su olor pregando bajo las sábanas y asimilando la significancia que el peliplata estaba teniendo en él. Y comprendiendo lo tan difícil que sería, si algún día ya no le tuviera para alejar la dolorosa sensación de miedo sobre su pecho.


El vapor salía desde allí, apreciandose nítido a llegar un pequeño rayo de sol sobre la mesa. Girando la delicada cuchara de té y haciendo un sutil sonido del metal con la fina porcelana.

Su mirada dirigiéndose a la gran cantidad de pasteles sobre la mesa, preguntandose cuan complejo habrá sido hacer cada uno de ellos.

¿Donghae sabría hacerlos?

Llevando la taza hasta su boca y sorbiendo de ella, percibiendo como los ojos del alfa le miraban por el costado. Haciendo que su lobo agitara su cola orgulloso de ser el centro de su atención. Claramente siendo el aroma de su celo que comenzaba a endulzar, el motivo de ello. Y que desde aquella mañana mantenía al peliplata, marcandolo como si ya fuese suyo.

La punta de su nariz rozandose sobre su cuello y las caricias de su mano, entusiamandose en la curva de su cintura. Distinguiendo como este le abrazaba por la espalda, impulsando por instinto sus caderas hacia atrás y encontrandose con la dureza de su despertar.

-Buenos días bonito - le dijo él como si nada, siguiendo su recorrido de besos y riendo de su actitud empalagosa - ¿Has despertado animado no es así?

Y Jungkook quiso quejarse de frustración, mas su lobo estaba empeñado en que el peliplata no  deteniese en sus caricias. Con una actitud demasiado diferente a la de horas atrás.

¿Qué le sucedía?

-T-tae yo- dijo casi jadeando y con las mejillas rosas, girandose para enfrentarle- E-estoy caliente.

Y escuchó al alfa reir una vez más. El sonido escabullendo por su columna -Lo se amor - su respiración volviéndose pesada detrás de su oído - También lo estoy.

Bastando aquello para que le tomara la boca con desesperación, derrochando allí toda paciencia que ambos llevaban durante días y que justamente esa mañana parecía que se desmoronaría. Sintiendo el peliplata como la lengua del omega se hundía en su boca y que el obviamente tomó con vehemencia con la suya.

La humedad de ambos, escapandose en suaves gemiditos que Jungkook soltaba sin ser muy consciente de ello. Tirando de la cabeza del alfa, más cerca de él con su mano escondida en sus cabellos color plata.

La posición ni siquiera pareciendole incómoda y solo dispuesto a empujar sus caderas hacia atrás y al encuentro del alfa. Distinguiendo como este le tomaba con fuerza desde las caderas y le llevaba hasta él. Sintiendo Jungkook cómo este jadeó al interior de su boca, para luego soltarle con rapidez.

La confusión llegando de inmediato a él, extrañandole el modo en que su piel se enfriaba, aunque su respiración aún era bastante intranquila. Escuchando como el mismo peliplata respiraba pesado, mientras miraba el techo de la habitación.

- Está b-bien, eso... - pronunció apenas Taehyung y con la garganta seca. Con las palpitaciones de su corazón aún oyendose en sus oídos.

-N-no ha estado bien, lo se- le respondió el pelinegro abochornado, desviando su atención hacia la pequeña lámpara en una de los muebles al costado de la cama. Y que en aquel momento parecía demasiado interesante de mirar.

Su estómago aún doliendo debido al ansia que su lobo y él mismo tenía.

- Debí c-controlar a mi lobo yo...p-prometí que lo haría...- se sentía avergonzado y a a la vez el cuerpo le temblaba-No me había pasado algo así antes... - cerró sus ojos y tragó saliva-... bueno solo aquella vez -Ahhh. Tonto, tonto, tonto- De todas formas no debí hacerlo y...

-Fue fantástico - añadió de pronto el peliplata con tranquilidad y Jungkook se giró de inmediato a verlo. Percatandose que este se encontraba de espalda y con la mirada perdida. Luciendo drogado y con sus ojos vidriosos.

-¿E-estás bien? -preguntó acercándose a él preocupado por su estado.

Y Taehyung sonrió, observándole con ternura y asintiendo-No creo que sea correcto te acerques demasiado - le dijo haciendo él lo contrario y acariciandole una mejilla con sus dedos, casi imperceptible de no ser porque el omega se sentía demasiado sensible -Aún puedo sentirte.

El omega abrió sus labios, emitiendo un pequeño ruidito de sorpresa -¿Tú has? - el pudor impidiendole terminar la frase y tan solo disfrutando de la sonrisa que el peliplata le daba.

-Vergonzoso ¿no? -oh no, mas bien le parecía tierno - No hemos hecho nada malo bonito y no ha sido tu culpa, también lo he deseado -el peliplata rió -Y esto será diferente a tu último celo. Pues ambos lo queremos de verdad, no tan solo nuestros lobos.

Y Taehyung se levantó de aquella cama - Y aunque créeme muero por tocarte en este momento, no le daremos un espectáculo gratuito a los Min. Jimin tendría para burlarse de nosotros por el resto de su vida -tan solo acercándose una última vez para chocar su nariz con la suya y sonreírle -Prometo durar más esta noche ¿está bien? - y su pecho se agitó ante aquello, tan solo escuchando como éste abría la ducha y el repicaba.

Se sentía ansioso, nervioso, asustado. Todas las sensaciones a la vez.

Sería su primera vez con alguien y sabía que no lo sería para Taehyung. Aquello lo insegurizaba, más también se preguntaba cuanto dolería. O que tan bien se sentiría.

Sus expectativas siendo casi nulas, pues solo Yongsun le había hablado un poco, de lo agradable que era estar con un alfa. Más también le preocupaba el cuánto Taehyung podría controlar a su lobo.

Era un alfa respetuoso y con mucho más experiencia que la suya, por lo que suponía le cuidaría y no marcaría si no se lo pidiese.

La marca. Claro que también pensaba en ella y en lo mucho que su lobo la pediría sobre su cuello. Más estando seguro que aún era muy temprano para considerarla.

Debes calmarte.

Aún quedaban horas para su celo y no comprendía el porqué su lobo de encontraba tan impaciente. Y él solo esperaba ser del todo consciente cuando el alfa lo tomara, habiéndolo planificado de esa manera para que ambos lo tomasen con mesura.

Más eso era lo que menos sentía en ese momento. Habiéndose debido tocar bajo el agua de la ducha y estando a punto de gritar al peliplata para que lo hiciese por él.

Estaba loco.

-Así que ustedes no lo han podido soportar ¿no es así? -susurró suave el rubio omega frente a él. Y Jungkook abrió sus ojos confundido -Ah por favor Jungkook... vi a Tae saliendo de tu habitación antes de llegar acá.

Sus ojos buscando enseguida y por inercia los del peliplata, percatandose que este se mantenía conversando con el alfa Min y bastante poco pendiente de lo que Jimin estaba insinuando.

-N-no es lo que está imaginando omega Min - no del todo al menos.

-Vamos Jungkook, ambos son adultos y es natural que ustedes deseen... -se quedó pensativo por un momento, mientras tomaba un pequeño bizcochuelo y lo llevaba a su plato - Con Yoongi nosotros una vez...-su mano cubriendo uno de sus costados para que los alfas no les oyesen -Lo hicimos en casa de sus abuelos. Y normal ¿no es así? - y Jungkook aunque sonrrojado asintió, pues eso era evidentemente normal- Salvó que estabamos en el velorio de uno de ellos - y el pelinegro comenzó a toser, llamando la atención momentánea de los alfas. Que luego de comprobar que no moriría por la caarraspera, continuaron su conversación.

-Lo sé, lo sé, fue un arrebato -agregó Jimin, más solo riéndose de su osadía - Lo que sucedió fue que mi celo se había adelantado y mi lobo no halló mejor oportunidad para procrear, que durante aquellos días tan sensibles para la familia - y el pelinegro lo miraba con sus ojos muy abiertos, más podía comprender que no había sido algo que hubiesen planificado - A lo que voy Jungkook, es que no has de sentirte mal si tu lobo desea estar con tu alfa - tu alfa, eso le hizo ruborizar- Aunque incluso a veces, no sea el mejor momento....oh por cierto... -el rubio procuró hablar mas despacio -... tengo lo que me has pedido, además del perfume que te he mencionado antes - dijo guiñandole un ojo.

El pelinegro abrió sus labios, para luego reir bajito, más siendo lo necesario para que Taehyung se percatara de la complicidad entre los dos omegas.

-¿Qué tanto secreto se traen ustedes?- preguntó con intriga y viendo como estos silenciaban sus risas.

-"Temas de omega" alfa Kima- respondió Jimin sonriendo y tocando su barriga -Por cierto ya he hablado con Taemin y él estará esperandoles en el departamento para entregarles las llaves.

El peliplata sorbió su café, para ignorar lo avergonzado que se sentía. Y es que el testarudo omega había sido muy enfático en ello. -No es necesario Jimin, nosotros con Jungkook arrendaremos un lugar y...

-No insistas Taehyung. Será la primera vez para Jungkook y él no se merece algo menos que eso - el pelinegro por inercia llevo una de sus manos a su rostro, incómodo por las palabras del rubio.

-Por favor Jimin, no te entrometas- le corrigió Yoongi como si nada, con una tranquilidad que hacía evidenciar, lo acostumbrado que estaba a las palabras del omega.

-Y es que tengo razón Yoongi, además que allí tendrán lo que puedan necesitar. Son mis amigos y solo quiero que estén cómodos para algo tan importante como eso - diciendo eso último cruzandose de brazos y un poco afectado porque le juzgaran siempre.

-Lo agradezco omega Min, usted tiene razón - dijo el peliplata sonriendo gentilmente, a lo que el rubio le respondió con una sonrisa amplia. Estirando su mano hasta atrapar la del pelinegro y entrelarzarla con la suya-Con Jungkook estaremos felices de pasar tiempo allí.

El viento le golpeaba el rostro, frío y sin cuidado. A momentos sintiendo que se ahogaría, más pareciendole demasiado atrayente lo que veía. Una mezcla desconocida de curiosidad y temor posandose sobre su estómago. No dejando de enroscar su brazo en el del alfa, aferrandose allí y recibiendo la seguridad suficiente como para saber que nada malo sucederá.

Sujetándose con fuerza cuando aquello se detuvo de golpe, observado al anciano beta que dirigía su camino y ubicándose en fila junto a los demás. Pequeñas luces cambiando de color frente a ellos y que les mantenía atentos al próximo cambio.

-Es un semáforo - pronunció el peliplata acercándose a su oído y Jungkook se giró a verle casi chocando su nariz con la de él -Está hecho para que la cuidad no sea un caos. Los vehículos y personas deben respetarlo, así prevenimos accidentes.

-¿Vehículos? - cuestionó con interés el omega, recibiendo un pequeño beso en sus labios. El vientre doliendole de anticipación y perdiéndose en los ojos plata de Taehyung.

-Claro, ahora vamos en uno. Es lo que nos permite movernos con más rapidez de un lugar a otro - dijo el alfa no dejando de mirarle.

-¿Cómo en el que viaje a Kima cuando enfermé? - el alfa le sonrió.

-No, aquel era un ferrocarril. Este es un auto - y el pelinegro abrió sus ojos ante la nueva información, voltendose nuevamente hacia la pequeña ventanilla y detallando cada cosa y personas que lograba ver. La mayoría de cabellera rubia, y que él pudo deducir eran orgullosos habitantes del clan Min.

Apreciando como estos gigantes, que había observado días atrás desde la habitación en la casona Min. Ahora se veían más imponentes al encontrarse tan próximo a ellos.

-Son edificios - escuchó que decía el peliplata, mientras él desde su lugar intentaba asomarse lo que más podía por el borde de la ventana. El cristal impidiendo que sacara su cabeza y observara de mejor manera - La ciudad ya no puede crecer acá en el centro, por lo que han construido espacios hacia arriba.

Hacia el cielo. Pensó él, demasiado encandilado por las grandes construcciones y preguntándose el como harían para que llegasen tal alto y no cayesen.

¿O si lo hacían?

-¿S-se pueden caer? - preguntó mirando una vez más al alfa, quién lo miraba sin parecer entender -¿Esos.. - apuntó con su dedo índice hacia afuera.

-¿Los edificios? - dijo y el omega asintió - No deberían, ya que debiesen estar construidos para dar la seguridad de que no lo harán - hizo una pequeña pausa, pensativo por un momento - A no ser que deban enfrentar un terremoto y sea lo bastante fuerte como para dañarlos.

-¿Terremoto? - la duda asaltó al omega, quién se cuestionaba que sería lo suficientemente fuerte como para romperlos.

-Oh sí lo siento bonito - se disculpo buscando su mano para unirla a la de él, percibiendo como ésta se sentía tibia y correspondía a su toque - Es cuando la tierra se remece. A veces es tan fuerte que ocasiona daños.

Oh, claro que sabía aquello. Su abuela habiendole contado muchas historias, cuando esto había sucedido en Jeonu.

La energía de la tierra siendo liberada y para solo demostrar cuán admirable era por sobre las personas.

Tan magnífica.

-Oh, mira hacia allá - dijo de la nada el peliplata, apuntando con uno de sus dedos hacia la ventanilla - Es el río Clío, atraviesa la ciudad y llega hasta el océano - su voz saliendo con naturalidad.

-¿El océano? -preguntó Jungkook maravillado y no pudiendo desprender sus ojos de aquel lugar de agua. Hace mucho no veía algo similar y siendo muy diferente a la del hogar del alfa -¿Llega a Kima?

-No, precisamente éste no llega hasta allá. Hay muchos clanes en la costa Jungkook y el océano es increíblemente grande, te sorprenderías -dijo olisqueando su cabello.

El aroma dulce de su cercano celo, más intenso que nunca.

Más adictivo.

Sintiendo como de pronto Jungkook se giraba hacia él -¿Podemos bajar? - el alfa mirandolo sorprendido y dirigiendo su mirada hacia el canoso beta.

-Q-quizá -tocandole el hombro con una de sus manos. La textura del traje de tela quedándose sobre sus dedos- Disculpe ¿podríamos bajar un momento? - preguntó, recibiendo la sonrisa y gentil asentimiento del chofer de la casona Min y que Jimin había insistido les acompañase.

El vehículo deteniéndose a un costado de una gran avenida, donde se podía ver la ladera del río. Dirigiendo Taehyung su mano hasta la puerta y haciendo presión en el seguro para abrirla- Vamos, bajemos -le dijo al omega, percibiendo como este le enviaba una mirada de confianza y tiraba de su mano para bajar de allí pero en su compañía.

El ruido asustandole un poco y el cuerpo enfriandosele de inmediato, pues las nubes cubrían gran parte del azul del cielo y una helada ventisca les helaba los labios -Espera - y Taehyung quitó el abrigo que traía puesto y quiso ponerlo sobre el omega, más este le detuvo - P-pero enfriarás.

-Estaré bien- le respondió sonriendo y tan solo tirando de él, ansioso por llegar a la orilla del río.

Sin embargo, el alfa lo detuvo -Está bien, entonces lo haremos así - y le soltó la mano, ganándose una angustiada mirada del omega y que solo tardó un segundo. Percibiendo como este le abrazaba por la espalda y le escondía bajo el calor de su vestimenta.

Las manos del alfa viajando hasta su cintura y su nariz acariciando la piel expuesta de su cuello.

Jungkook rió, ignorando el sutil cosquilleo sobre su vientre -Pero Taehyung, así nos tardaremos mucho en llegar hasta allá.

-Créeme que no me importa- le dijo aspirando de su aroma en aquel lugar donde se hacía más pregnante. La suave sensación del florecimiento de el sobre su piel. Distinguiendo cómo este negaba y se disponía a caminar con el alfa aferrado a su cuerpo. Riendo de vez en cuando por las cosquillas, las palabras del alfa sobre su oído y la imagen graciosa que debían dar.

Fijando sus ojos en la hierba bajo sus pies y reconociendo el sonido del agua corriendo por entre las rocas. Pareciendole cristalina y dulce, tan similar al agua que caía de las montañas en Jeonu.

Tan pura.

Tomando las manos del alfa enredadas en su cintura y mirandolo por el costado y expresandole con aquel gesto lo que deseaba.

Lo que necesitaba.

Y Taehyung le liberó, apreciando como el omega caminaba más cerca de la orilla y se ponía sobre sus rodillas. Una de sus manos estiradas hasta tocar la fría agua con la punta de sus dedos, cerrando sus ojos tan solo un momento.

El alfa tan solo manteniendose en silencio, más sin quitarle los ojos de encima. Concentrándose en el sonido del agua y obviando el de la cuidad. Viendo al omega levantarse y regresar al él.

Sus ojos lo suficientemente humedecidos como para saber que había llorado -¿Estás bien? - le preguntó limpiando sus mejillas - más el omega solo asintió - ¿Entonces que ha sucedido?

Jungkook le sonrió suave - Le conté a mamá que hoy me entregaría a ti - dijo simple y seguro. Sin embargo, el alfa se sintió confundido.

-¿Tú madre? ¿Pero ella? - claramente no veía a nadie allí, mas inconscientemente llevó su mirada hacia donde el omega había estado.

-No, ella no está allí. No físicamente al menos - y el peliplata sintió como el omega le abrazaba y apoyaba su cabeza sobre su pecho. Él de inmediato abrazandole en respuesta -Ella me ha enseñado desde niño,...si alguna vez nos encontramos lejos, siempre podremos comunicarnos en un lugar donde el agua fluya - el alfa le besó la nuca, apretandole más contra él - El agua es energía, nos limpia y nos da vida. Quería que ella conociera mi decisión.

Taehyung le acarició la espalda con los dedos, deseando que el omega tuviese a su madre nuevamente a su lado. Que le contase todo lo que le sucedía.

Sabía lo importante que significaba aquella imagen para él.

Para ambos.

-Papá habló conmigo -dijo de repente el alfa, a lo que el pelinegro levantó su cabeza pata mirarle. La punta de su nariz roja debido al frío y el llanto -Seokjin.

Y el omega se removió incómodo -¿Él te ha dicho algo d-de nosotros? - le preguntó, recibiendo los mimos del alfa sobre su sweater. Sintiendo su calidez bajo su abrazo y muy lejano al frío clima.

-Me ha dicho que le pareces un omega horrible por haberte llevado a su inquieto hijo mayor - los ojos del pelinegro luciendo espantados y asustados.

-¿Él en s-serio ha dicho eso? -preguntó con evidente preocupación.

Taehyung sonrió -Sólo lo último. En verdad le pareces encantador, él te ha aceptado. A los dos - y el corazón del pelinegro se agitó, percibiendolo el alfa sacudirse con fuerza contra el suyo - Tan solo tiene miedo, no desea que nos suceda nada.

El omega apoyando nuevamente su cabeza sobre su pecho y aferrandose allí -También tengo miedo Tae.

Su pecho doliendo al saber lo que involucraba todo lo que estaba sintiendo.

Lo que estaba haciendo.

Siendo sostenido con mayor ímpetu por el peliplata, quién buscó su boca con la suya y llevó una de sus manos para sostener su rostro - Nada nos sucederá amor. Nunca lo permitiré - tocando sus labios con suavidad con los suyos y besandolo con ternura. Permitiendose ambos sellar aquella promesa sin pactar.

El lugar lucía agradable y acojedor. O al menos eso fue lo que pensó Jungkook al llegar allí, habiendo debido subir varias escaleras que los llevaría a una de las tantas puertas de aquel lugar. Observando atento cada detalle y como estos brillaban por la luz que entraba por las ventanas.

El sol había asomado.

Taehyung presionando un pequeño objeto a orillas de la entrada, saltando en su lugar al escuchar un extraño sonido y similar a la música. Escuchando como el alfa reía, mientras apretaba su mano.

-Es un timbre -dijo con delicadeza -Avisará al hermano de Yoongi que ya estamos aquí - y el pelinegro tan solo se detuvo a observar.

Min era muy extraño.

Oyendo de pronto como la puerta se abría y dejaba ver a un bonito chico de labios gruesos y hermosa cabellera trenzada, como solían llevarla los Min.

Les sonrió.

-Oh ¿Alfa Kima no es así? - preguntó y el lobo de Jungkook se impacientó de pronto, al percibir que se trataba de un omega. Su sensible estado dejandolo vulberable y posesivo.

-¿Cómo está Taemin? Años que no le veía - respondió el alfa de manera amable. Había conocido al rubio en una de sus primeras visitas a Min, pero este apenas era un niño en aquel entonces. Y habiéndose convertido en un precioso omega, que pasaba mucho tiempo fuera de Min.

Bastante moderno, decía Jimin. Ambos llevándose demasiado bien y tan diferente a su relación con Yeri.

-Él es Jungkook, mi omega- dijo indicando al pelinegro y notando en su aroma, que éste necesitaba sosegar a su lobo.

Y él rubio lo miró detenidamente -Oh dios, eres un Jeonu ¿no es así? - y el pelinegro asintió, acercandose un poco más al alfa -No, lo siento. No he querido incomodarte, lo que pasa es que Jungkook, eres hermoso. Y yo nunca había tenido la fortuna de ver a alguien de tu clan.

Y Jungkook decidió sonreírle, confirmando que el omega solo estaba intentando ser gentil -M-muchas gracias.

-Ah, pero vengan...es mejor que entren - invitó el rubio haciendoles pasar y acomodar su equipaje en un costado. Notando enseguida el pelinegro, lo cálido que el lugar estaba.

Grandes ventanales haciendoles saber lo alto que se encontraban.

Tan cercanos del cielo.

El pelinegro inevitablemente caminando rápido hasta allí, ubicando sus manos sobre el marco y apreciando la inmensidad de la ciudad.

Las montañas apareciendo difusas en el horizonte, como si quisiesen estar presentes para él en aquel momento.

- Aquí tienen todo lo que requieran. Hay comida refrigerada e insumos en la despensa - agregó el rubio moviéndose con agilidad mientras se colocaba su abrigo y sacudía las llaves hasta entregarlas al alfa -Si necesitas algo Taehyung, no dudes en llamarnos a mi o a mi hermano. Los números están anotados en una agenda a lado del teléfono.

¿Teléfono? se preguntó el omega, más lo ignoró al llamarle la atención cada peculiaridad que hallaba en aquel lugar.

Una textura cubriendo el suelo, similar al cesped pero pareciendo mas suave. Junto a las paredes con bonitos decorados y como si floress estuviesen pintadas allí.

Además de una gran imagen del océano, al centro de aquel lugar. Tocandolo con sus dedos y sintiendolo similar a la sensación de la corteza de un árbol.

-Me iré. Espero disfruten su estadía - señaló el rubio abriendo la puerta- Nos vemos Jungkook -dijo alzando su mano, a lo que el pelinegro tímido le respondió -Alfa Kima -dijo inclinándose para luego salir de allí.

El sonido de la puerta cerrándose, haciendo que un nudo se posara sobre el vientre del pelinegro.

El lugar siendo llenado de los colores anaranjados del atardecer -Es una pintura -el alfa indicó, a lo que el pelinegro le miró no comprendiendo a que se refería, hasta que vio señalar el océano - ¿Te gusta? - dijo acariciandole el vientre mientras le abrazaba por la espalda.

Su piel hormigueando y temblando al sentir la boca del alfa sobre su cuello -M-mucho - los dedos de la mano libre del peliplata, recorriendole el rostro hasta llegar a sus labios. Acariciendolos con tersura con sus yemas.

El corazón latiendole a ambos con fervor, ante lo que ambos sabían sucedería inevitablemente.

Alfa, su lobo llamandole. Volteando a mirarlo e instandole a que le besara. Atreviendose el mismo a tocar la curva de su rostro y acercándose a sus labios. Su respiración encendiendo la del peliplata, que parecía perderse bajo la suya.

Sus ojos encontrándose en una fracción del tiempo, cerrandolos con serenidad y concentrándose solo en aquel devoto beso.

Quiéreme.

Dulce y sincero.

Saboreando aquel espacio que ambos entregarían y que el alfa pretendía cuidar como suyo.

Para que nunca le fuese arrebatado.

Disfrutando con lentitud lo que el omega le estaba regalando. Sintiendo como este se detenía, con los pomulos marcandose de rubor y su respirar entre cortado.

-Y-yo... necesito prepararme -y el alfa sabía a lo que éste se refería. Ambos habiendolo conversado con anterioridad, por lo que solo asintió.

-Ven... vamos a dejar las cosas a la habitación - dijo tomando el equipaje de ambos y estirando su mano para invitar a que la tomase.

El omega le sonrió, recibiendo su invitación y dirigiéndose hasta la habitación. Donde una cama color nieve les esperaba, mientras el velo del cortinaje teñía de sol aquel lugar.

-¿Deseas que te deje a solas? ¿Prefieres comer algo antes? - dijo el peliplata tomándole el rostro entre sus manos y tocando sus labios con loa suyos.

Jungkook asintió y luego negó, provocando la risa del alfa -Quiero estar contigo, siento que... - su boca rozando la suya y percibiendo su suave aliento -... ya n-no puedo más.

El alfa besandole superficialmente - T-también yo - le respondió, percibiendo como sus palpitaciones se mezclaban y el omega temblaba ante su toque -Esperaré afuera ¿está bien? - y el pelinegro asintió, sonriendo entre el último beso que el alfa dejaba sobre su boca.

Saliendo de allí y cerrando la puerta. Suspirando ante lo que estaba a punto de suceder.

Dirigiéndose hasta el equipaje y abriendoló, retirando de allí todo lo que había pedido a Jimin. Necesario para realizar su juramento con el alfa.

Las manos temblandole y preguntándose si así se habría sentido cada omega de su clan previo aquello.

Disponiendo todo sobre la cama y fijando su mirada en los últimos rayos de sol. Tomando un último impulso con decisión y comenzando a desvestirse.

Su piel sintiéndose fría al retirar cada prenda, extrañandole el modo en que su lobo se sentía al exponerse de esa manera ante el alfa. Y no comprendiendo, al haber estado de ese modo toda su vida. Asimilando que no era su desnudez, si no el acto de lo que que compartiría al peliplata, lo que daba significancia.

Su confianza.

Buscando aquel tinte e hilos que Jimin había conseguido para el, trenzando su cabello en uno de los costados, uniendolos con habilidad con aquellos llamativos colores.

Su cabello aún no recuperando el largo que tenía, cuando lo habían alejado de Jeonu.

Sus dedos dirigiéndose a la tintura y percibiendo en el tacto de sus yemas, lo diferente que era a la de cerca del lago. Mas manteniendo el color tierra del lugar donde había nacido.

Deslizando sus dedos por sobre sus muslos, formando trazos que su madre había enseñado para ese día. Recorriendo hasta su vientre y por sobre su pecho. Lugar donde en un futuro un cachorro crecería.

Su bebé.

Su rostro siendo dibujado con delicadas marcas sobre sus pómulos y parpados, estremeciendo al sentir la ansiedad en el aroma del alfa afuera de la habitación. Limpiando sus dedos con una toalla que guardó de regreso y junto a las demás cosas.

Recordando el regalo que el omega Min había hecho para él, abriendo una vez más el equipaje y tomando el pequeño frasco entre sus dedos. Girando la tapa y olisqueandolo. Percibiendo que parecía no tener aroma, por lo que untó un poco en sus dedos y lo espació sobre un costado de su cuello. Sintiendo un escalofrío al hacerlo, debido al contraste con su piel.

Respirando profundo y no sabiendo si sería adecuado cerrar las cortinas, debido a que comenzaba a anochecer.

No lo hizo. Optando que sería mejor para él, el tener las estrellas cerca en aquel momento.

Aunque no las pudiese ver.

Sus rodillas temblando y la habitación oscureciendo, pasando saliva por su garganta mientras llevaba una de sus manos sobre su pecho y escuchaba al alfa caminar afuera de la habitación.

Su corazón estremeciendo y pareciendo no detener.

Dios. Esto iba a suceder.

-T-tae... -se atrevió a decir, escuchando como los pasos del alfa se detenían y su cuerpo comenzaba a calentar -... estoy listo.

El alfa girando el pomo de la puerta, pareciendo que tampoco había encendido la luz allí afuera.

-E-está oscuro aquí ¿cierto? - dijo de la nada, haciendo sonreír al omega al sentirlo igual de nervioso que él - Encenderé la lámpara ¿está bien? - preguntó con dulzura. Y oyendo cómo este parecía tropezar con algo.

Aquello hizo reír a Jungkook.

-¿Te estás burlando de mí no es así? - preguntó Taehyung, mientras encendía la luz y dirigía su mirada hasta el pelinegro -¿En serio te estás... -sus palabras quedando en el aire al detenerse en la imagen de Jungkook, quién mantenía la suya fija en él.

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