• CAPÍTULO 18 •
Te recomiendo escuchar "Her Joy Was Complete" de Sleeping at last mientras lees éste capítulo.
Lo veía pasearse por el jardín junto al beta, sonriendo traviesamente de vez en cuando. Con aquella camisa de color azul y pantalón de lino. Su cabello siendo cubierto por un bonito sombrero de paja y tomado en un moño hacia atrás, escapandose un rebelde mechón que le caía sobre la frente.
Tan perfecto.
Podía percibir su aroma a través de la ventana o quizá era que sólo se le había quedado sobre la piel y ya cada parte de él olía al omega.
Como adoraba que él llevase el suyo.
Aquella noche ambos habiendose repartido besos y caricias, luego de dar espacio a un confortable silencio que les hizo asimilar lo que había sucedido. Con los suaves ronroneos del omega sumergiéndose en su oído.
Tan adorable. Tan suyo.
Y es que a Taehyung le resultaba cálida la sensación de no percibir, ni un pequeño signo de arrepentimiento o pudor en Jungkook. Quién tan solo parecía necesitar de su tacto, mientras se recuperaba y calmaba su propia respiración.
Procurando él tan solo, recorrerle el cuello con el roce suave de su nariz. Sintiendo como este emitía soniditos de una risa incipiente, pero que se negaba a salir de su boca.
-¿Son nuevamente cosquillas? - preguntó el alfa ya sabiendo la respuesta, más solo deseando oír la voz del pelinegro. Percibiendo como éste asentía.
-Es... - se detuvo y Taehyung le sintió removerse, hundiendo su propia nariz por el costado de su cuello. Complaciendole la sensación de percibirle allí -...me es inevitable no sentirlas.
Taehyung rió, no siendo consciente que la vibracion de su risa sobre la piel del omega, causaba aún más hormigueo sobre su cuerpo.
Aún se sentía sensible.
-¿Estás bien? - murmuró el peliplata mientras le acariciaba la espalda y le atraía un poco mas hacia él. Ambos aún con sus ropas desordenadas y debía admitir, lo bastante sucias como para no permitir que nadie más las lavase por ellos.
Se sentía como un niño.
Pero aquello parecía perder importancia. La presencia del pelinegro sobre su cuerpo y tan unido a él, volviéndose su preocupación principal en aquel momento.
-Lo estoy - respondió Jungkook acompañado de un asentimiento -¿Tú lo estás?
La pregunta había oscilado por un instante entre ambos, riendo a modo de respuesta e impulsivamente. Besando con suavidad por detrás de la oreja del pelinegro - Creo que ha quedado en evidencia lo bien que me siento.
Jungkook rió, acurrucandose más hacia él al percibir como su cuerpo, recuperaba la temperatura normal y entumía por la brisa marina.
-Te quiero Tae - le dijo a conciencia de que su corazón latía más rápido, al pronunciar aquellas palabras.
Sus mejillas aun espolvoreadas de rosa, por el su ferviente y reciente entrega.
- Oh bonito mío - respondió el peliplata moviéndose un poco para tomarle el rostro y besarle los labios - Tambien lo hago, no te imaginas cuanto - apreciando como Jungkook cerraba sus ojos adormilado, entre cada uno de sus besos.
Y es que Taehyung lo había sentido. La fuerza de su conexión habiendole hecho percibir, la necesidad desesperada de sentirlo como jamás antes hubo concebido.
Y que él lo sintiese también a él.
Pensando mientras sentía al pelinegro restregar su nariz contra su cuello, en aquella palabra que resultaba ser la única para darle valoración a lo había sentido.
Ananké. No tendría poder para detenerlo y un amor devoto hacia esa persona crecería y ocurriría, pese a cualquier circunstancia.
Y por el cielo, Jungkook era tan joven aún. Más ésto parecía a estar arrastrandoles a ambos y él se cuestionaba que tan consciente era el chico de ello.
No es que creyese que él no fuese lo suficientemente capaz de aquello, pues el pelinegro era admirablemente inteligente como para entender lo que deseaba y asumir de que trataba. Más era la magnitud de todo ello, lo que realmente preocupaba a Taehyung.
Temía tanto. Arrebatarle la parte más pura de su corazón.
Tan luminoso y honesto.
Él mismo había sido de ese modo alguna vez, sin el miedo intrínseco a perderlo. Y sabiendo que aún tenía muchas sombras que erradicar de allí, para amarle como debía.
Como necesitaba.
Y sus ojos de la nada se toparon con los suyos, mientras este movía con gracilidad sus manos, por entre las hojas de los arbustos que rodeaban el jardín.
Su estómago dolió agradablemente, observando como este le sonreía con sus pequeñas perlas oscuras muy abiertas y con el rubor comenzando a decorarle las mejillas.
Y cielos, le gustaba tanto.
Viendo como intentaba mirar hacia un costado y seguirle la conversación que seguramente estaba teniendo con Donghae. Devolviéndole la sonrisa al verle tan tímido, como si le hubiesen encontrado haciendo una travesura.
-Perdona Taehyung - se oyó a sus espaldas, girandose con sigilo y al reconocerle, sabiendo de quién se trataba. Aprenciando al alfa apenas asomándose por la puerta, titubeando al decidir ingresar o no -¿Tienes un momento?
Y Taehyung asintió, sentándose en el escritorio color caoba y natural de la madera- Por favor siéntate Chanyeol.
El alfa ubicándose en el sillón frente a él, causandole extrañeza el verle notoriamente preocupado, algo poco habitual en Chanyeol.
-¿Sucede algo Chanyeol? -preguntó Taehyung afirmando sus antebrazos sobre la mesa, sin dejar de mirar a su amigo -Se qué algo te aqueja, de lo contrario no hubieses venido hasta acá y...
-Se trata de Baekhyun - le interrumpió Chanyeol, entrelazando sus dedos entre ellos, apoyando sus codos sobre sus rodillas. Con su mirada dirigida al suelo, como si se obligase a si mismo a mantener au orgullo -Hoseok me ha dejado una carta cuando ha visitado Kima.
Él me pide autorización para venir... él quiere... -suspiró abatido-... él quiere conocer a Hyejin.
Taehyung le vió tomándose el cabello, metiendo sus dedos allí con frustración. Como si luchase consigo mismo.
-¿Y qué pretendes hacer? ¿qué es lo que piensas? - añadió, intuyendo la angustia en la que alfa se hallaba.
Sabía que Chanyeol podía ser bastante frío con algunos temas y rodearse de ese carácter intransigente. Más también comprendía, lo delicado que para él resultaba el tema de Baekhyun y su hija.
Era su omega. Aunque él se negara a aquello.
Y le escuchó reír de manera moderada - ¿Qué es lo que pienso? - negó con la cabeza- P-pues que todo ésto es una mierda Tae - el sonido de su voz siendo áspero, como si aquellas palabras le hiriesen - Yo no quería ver a ese omega nunca más en mi vida. Él ni siquiera t-tiene derecho a hablar de mi cachorra, pero...
-Hyejin quiere verlo ¿no es así? -preguntó, no deseando sonar entrometido. Y sólo con la intención de cooperar con el alfa. Observando como éste se levantaba y caminaba hacia la ventana, apoyando ambas manos en el marco de esta y con agachando su cabeza.
-Es mi bebé y no s-sabes el como me ha dolido verle así días atrás. Sentí que me moría,...mi lobo estaba como un loco- y Taehyung quiso decirle que llorase, pues no recordaba la última vez que había visto al alfa hacerlos.
Sin embargo sabía que este aunque se lo pidiese, sencillamente no lo haría.
-A veces me pregunto, si él lo hará...
-¿Qué cosa? - intervino Taehyung. Queriendo saber a que se refería.
-Sentirla. Sí a él le dolerá tanto como me duele a mí - pasó saliva a través de su garganta - Casi no puedo ya sentirle a él, como para siquiera saber si sufre o el sufrimiento de Hyejin le es indiferente.
O él mío.
-Ha de hacerlo Chanyeol - se atrevió a decir, no muy seguro si aquello molestaría al alfa - Es d-decir,... -se corrigió -... por mas qué haya rechazado a su cachorra, supongo es casi imposible que ese lazo se rompa. Más aún si tú le has marcado.
Chanyeol se mantuvo en silencio por un instante, levantando su torso y observando hacia el jardín. Donde Taehyung sabía que Jungkook se encontraba.
Aquello incomodó a su lobo.
-Le diré que sí - dijo finalmente- Lo haré por mi hija, pero no pretendo estar presente cuando aquel encuentro suceda. Ni en ninguno que lo preceda- agregó tajante, haciendolo notar en la dureza de su voz -Es por eso que necesito que me ayudes Taehyung.
-¿Y-yo? -preguntó sorprendido - Quiero decir, sabes que te ayudaría en lo que fuese Chanyeol, pero no entiendo...
-Tu omega -respondió con rapidez como si no quisiese volver a repetirlo. Y Taehyung quiso sonreír- Hyejin le ha t-tomado realmente mucho aprecio a tu Jeonu. Yo quiero, no.... yo necesito que él esté allí cuando Baek se encuentre con mi cachorra.
-¿Tú... confías en Jungkook? - dijo esperando que el alfa no notase, lo feliz que se sentía.
Y era tan sencillo y parecía hasta insignificante. Perp era demasiado valioso para Taehyung.
-No es que me quedasen muchas opciones tampoco - añadió, más él sabía que significaba un lo hago. Pero no insistió con ello.
-¿Quieres que hablé con él? - cuestionó mas relajado y acomodando las hojas que tenía desordenadas sobre el escritorio.
-Por favor- respondió sin dejar de mirar por la ventana. Oyendo a lo lejos como su cachorra parecía buscarle pues le llamaba con fervor -Quiere subir a un árbol, ha estado todo el día insistiendo con eso.
Taehyung sonrió -Está bien, tan solo ve con ella - y el alfa asintió, caminando para abrir la puerta. Sin embargo se detuvo cuando tomó la perilla.
-No lo marques- y aquello le hizo tensar su cuerpo nuevamente, disgustado de paso a su lobo.
No es como que hubiese pensado hacerlo. No en un corto plazo al menos.
Sin embargo, comprendía que era algo que por consecuencia sucedería a medida que su relación avanzase.
Era natural.
-No me malinterpretes Taehyung, no quiero meterme en tu relación - insistió Chanyeol con sus ojos fijos en él y no pareciendo tener la intención de humillarlo -Solo no lo hagas hasta que estés seguro que sera tuyo y que nadie les vas a separar.
Y Taehyung pudo notar el pesar sobre sus ojos, cargados de dolor y resentimiento. Cuestionandose él mismo, cuan diferente podría haber sido para su amigo, el haber mantenido a su omega consigo.
A él mismo carcomiendole la culpa, de no haber hecho absolutamente nada para ayudarle en aquel momento.
Apreciando cómo el alfa desaparecía a través de la puerta y las palabras dichas, resonaban en su cabeza.
No lo marques.
❀
Sus manos se movían con agilidad al escoger la punta de las ramas, intentando no tirar mucho de ellas para no hacerles romper o lastimar el follaje. Sus pies alzándose para atraparlas con mejor precisión con la pequeña herramienta en su mano. La punta de su lengua asomándose al adquirir mayor concentración.
Era una tarea delicada. Sin embargo el día parecía ser gentil y acompañarles con un brillante sol.
Al menos su rostro estaba protegido con aquel elemento sobre su cabeza. Según el, viendose muy gracioso.
Más parecía no encontrar gracia en los ojos del alfa, quién ahora le miraba por la ventana. Su boca instintivamente formando una sonrisa, pretendiendo que Donghae no notase lo encandilado de sus mejillas. Creyendolo casi imposible, si sentía que hasta las orejas se le calentaban.
Lobo tonto.
Corazón tonto.
Lo certero es que poco había podido ocultar al beta, cuando ambos se lo toparon en la cocina con un vaso de agua en la mano, al llegar aquella madrugada a la casona. Taehyung soltandole de inmediato la cintura, donde sus manos iban cruzadas allí y su boca unida a su cuello.
Los dos se habían puesto en demasía empalagosos luego de compartir aquello. Algo que el omega aún le hacía sentir un poquito avergonzado.
Tan solo un poquito.
Y es que lo había tocado. Nunca antes habiendo deseado tanto, el que alguien más lo hubiese hecho.
Y fue tan dulce, que sabía no había nada mal en ello.
No podía serlo.
Ellos, sus lobos. Ambas partes lo habían necesitado.
-Te quiero, te quiero, te quiero - le repitió Taehyung antes de dejarlo entrar a su habitación y dejarle besitos cortos sobre los labios. Con el carraspeo de Donghae separandolos y haciendoles entender que debían dormir.
Al menos un poco.
Y el beta había entrado con él a la habitación, con el pequeño animalito enseguida jugando con sus pies. Y Jungkook creía ambos tendrían un tipo de conversación incómoda, mas agradeció cuando éste lo único que le había dicho fue un "te prepararé un baño", para luego dejarle allí junto a un beso sobre su frente.
Tan gentil.
Su cuerpo sintiendose reacio a sacar de allí el aroma del alfa. Pasando la esponja con cuidado, en aquellos lugares donde él le había tocado. Con su cuello percibiendose muy sensible, como si algo faltase allí.
Mi Tae. Mi alfa. Su cabeza repetía una y otra vez, percibiendo que él también pertenecía al alfa.
Esto estaba tan mal y tan bien a la vez.
Más no quería sentir miedo, se negaba a ello y dejarse llevar por el pensamiento que le decía que debía hacer lo correcto.
¿Estaba bien ser egoísta alguna vez?
¿Ellos sabrían entenderle?
Sus manos volviéndose puños y sus ojos humedeciendo. Escondiendo su cabeza sobre sus rodillas flectadas y asumiendo, que tarde o temprano debería hacerlo.
El sentimiento de culpa le carcomía.
El deber enfrentándose a lo que él en realidad deseaba.
Siempre había sido así, ni siquiera debiese causarle disgusto. Más sabía esto era diferente.
Aquel alfa era su necesidad.
Taehyung era su ananké
Y él se preguntaba si él se habría dado cuenta de aquello, cuando su propia cabeza pronunciaba aquellas palabras, ante cada una de las respiraciones que morían en la boca del alfa.
Jungkook lo entendía, sabía que alejarse de Taehyung sería imposible si alguna vez decidiera hacerlo.
Era inevitable.
Y aunque sentía un temor evidente, procuraría hacer lo que estuviese a su alcance para mantenerse junto a él.
-Jungkook creo que ese arbusto ya está bien -le habló Donghae a su lado. Llevando su cabello también tomado, pero su cara expuesta al sol. Y el pelinegro se preguntaba el como la piel dorada del beta, soportaba tan bien los fuertes rayos del astro - Es mejor que continúes con el siguiente.
Y el asintió, caminando hasta el otro frondoso pequeño arbol. Dejando a un costado de sus pies la herramienta, con la cual Donghae le había enseñado a cortar.
El beta aún causándole curiosidad, el como Jungkook se comportaba con cada arbusto antes de podar sus ramas. Realizando una especie de ritual cada vez que debía hacerlo.
Sus rodillas apoyadas en el césped, al igual que sus palmas. Con su cabeza agachada y escondida, pronunciando oraciones que el beta no alcanzaba a escuchar.
-Prometo que no dolerá. Y si lo hace, toma algo de mi a cambio de tu sufrimiento madre mía - aquellas palabras siendo más entendibles, al levantarse de allí y el sonido de su voz oyendose con mas claridad.
Y es que fue una verdadera hazaña el que el omega aceptase el cortar los arbustos. Habiéndole él explicado que lo harían para que renovaran sus hojas más secas y éstas crecieran mas bellas.
Sin embargo aquello no le convencía.
-Eso les dolerá señor Donghae- le había dicho, mientras le observaba cortar las puntas de los arbustos con una pequeña tijera de metal.
-No lo hace Jungkook - respondió el seguro de sus palabras. Las que en vez de apaciguar al omega, parecían haberlo puesto mas intranquilo.
-¿Cómo sabe usted eso? - le dijo con su voz desafiante y casi temblorosa. Sorprendiendole a la vez el como Jungkook por primera vez, le hablaba de esa manera. Pero aún procurando mantener el tono de respeto con él.
El beta suspiró -Porque las plantas no sienten Jungkook- y le escuchó hacer un pequeño sonido, similar a un sollozo reprimido.
-¿Por qué no lo hacen? ¿Por qué no tienen b-boca? ¿Por qué n-no tienen v-voz? - aquello hizo que Donghae se acercase a él, tomandole de la mano.
-Ey. Está bien-le limpió una lágrima que asomaba en el borde de uno de sus ojos- No hay necesidad de llorar ¿Cuéntame que está mal?
Y el pelinegro lo miró, manteniéndose en silencio por un momento. Como si reflexionase o intentase calmarse a si mismo.
-Y es que es i-injusto...no veo la necesidad de cortarlas si no la vas a utilizar, es como... -Jungkook tragó saliva y observó los pequeños arboles. Y es que a él le dolía tanto cuando debían botar un arbol en Jeonu. Tan grande y llenos de años de sabiduría, a pesar de que los utilizaban para construir canoas que les ayudaban a conseguir alimento en el lago -... asesinar a un animal si no te lo vas a comer o usar su piel para abrigo.
El beta lo había observando por unos segundos, estudiando las palabras del pelinegro. Encontrando justificación razonable a ello.
-Y es que queremos que la próxima temporada estén aún más hermosas- insistió el peliplata.
-Pero si ya lo son... - Jungkook miró hacia sus pies, con su pecho latiendo rápido. Sabía se encontraba en un clan que no era el suyo. Su abuela siempre había enseñado a respetar las costumbres de los demás -... al menos permítame hacer algo.
Y fue así como a través de una sencilla autorización, Donghae había accedido a que el chico le hablase a cada arbusto antes se ser cortado. Viéndolo la primera vez que lo hizo, que las manos le temblaban al hacerlo.
-¡¿Ya ha pedido permiso Jungkook?! - dijo la pequeña Hyejin quién corrió a su lado y quién se encontraba rondando el jardín, desde que ambos habían salido a allí.
El omega asintió, a lo que esta se arodillo con rapidez y con sus manitos en el suelo, imitando la acción que Jungkook venía haciendo desde antes.
Aquello le hizo reír, pues la niña llevaba la punta de la nariz cada vez más manchada al chocarla con la tierra. Y bueno, también sus manos y parte de su ropa.
Se encontraba haciendo pasteles de lodo.
- Eres tan bonito -pronunció en voz alta Jungkook. Palabras que recitaba cada tanto y cada vez que cortaba la punta de sus ramas.
Y el beta sintió que alguien tiraba de su pantalón, observando hacia abako como la pequeña cachorra aun con sus rodillas en el suelo lo miraba.
-Señor Donghae ¿Jungkook muy enamorado cierto? - preguntó con soltura y sin demasiado cuidado. A lo que el omega asomó sus ojos por entre las ramas del arbusto.
-¿Por qué preguntas eso Hyejin? - respondió Donghae con curiosidad.
-Porqué él ha estado diciendo bonito, bello, lindo. Y Hana dice que cuando uno se enamora, todas las cosas son bonitas- dijo ella realmente convencida de sus palabras y haciendo que el omega se sintiese abochornado -Hyejin también quiere una princesa como el alfa Taehyung.
-¿Princesa? - le preguntó el beta, riendo y retomando su quehacer-¿Y no crees que también podría ser un príncipe? -la niña negó efusivamente.
-No, no, no. Yo quiero una princesa y tener muchos cachorros con ella- y ambos la miraron, para luego reír. Y no pudiendo como siendo tan pequeña, ya pensaba en tener bebés -¿Jungkook cuando tendrá cachorros con alfa Taehyung?
¿Qué?
-E-eso...-el omega se puso nerviso, tartamudeando y no pudiendo hilar las oraciones.
-Hyejin muy sola, quiere jugar con ellos. Ir al mar a nadar- señaló haciendo un puchero. A lo que Donghae intervino.
-Pero Hyejin, los bebés no crecen tan rápido... bueno, tal vez un poco. La cosa es que no es como que Jungkook los fuese a tener y ya van a poder jugar contigo - y el omega lo miró como si estuviese diciendo algo horrible - Y tampoco creo que Jungkook vaya a tener cachorros aún, es decir...
-¿Tienen que casarse? - Jungkook formó una mueca con sus labios y sus cejas se fruncieron. Pareciendo una cara de sufrimiento, mas que una sonrisa simulada -¿El alfa Kima con Jungkook? - se empeñó ella, al ver qie ninguno de los adultos respondía.
-A-algo así - respondió el beta, esperando que la niña no hiciese mas preguntas que serían complicadas de responder. Sus ojos observando al omega, quién se encontraba colorado como una cerveza recién madurada.
-Mmm.... -dijo ella pasando su vista de uno a otro, como si así hallase un poco mas de información. Más la cachorra no era muy paciente, por lo que parecía haber aceptado aquello - Está bien. Iré a buscar a papá para que me suba al árbol de allá - dijo apuntando con su dedo índice, al viejo roble a uno de los costados de la casona.
Donghae rió continuando con su labor, limpiando el sudor que escurría por su frente. Percatandose del silencio en que se encontraba el omega y quién parecía haberse congelado en aquel lugar.
-¿Sucede algo Jungkook? - preguntó preocupado. Viendo como este miraba hacia los lados y detrás del beta, como si constatase que estuviesen solos.
-Yo... yo quisiera hablar de algo que me preocupa... -Donghae lo vió titubear y llamativamente nervioso. Como si aquello le avergonzara demasido e incluso le angustiara-...y-yo... mi próximo celo está cerca.
❀
El fuego iluminaba el salón, pues las luces se encontraban ya apagadas ya que hacía el frío suficiente, como para marchar temprano a la cama.
Su cabello aun húmedo, al haber sido recientemente lavado. Pasando sus dedos por entre sus mechones, para que este alcanzase a secar antes de que se fuese a dormir. Con su pijama recién puesta, pareciendo no ser suficiente para la fría noche que acontecía en Kima. Cubriéndose con una manta, mientras se dedicaba a ver como ondulaban las llamas del fuego. Y esperando a que su dulce chico, apareciera bajo el marco de la puerta.
Tan dulce.
No se había vuelto a cruzar con él durante el día y luego de verle junto a Donghae en el patio. No pudiendo entregarle siquiera un beso y solo informándole que bajase al salón, luego de que todos se durmiesen.
Y si, tal vez estaban siendo un poco atrevidos, más tampoco es como si fuesen a hacer algo indebido o impropio de una pareja. Además que estaba demasiado frío, como para que ambos fuesen al bosque cerca de la playa.
Lo único que deseaba era tenerle cerca.
Sus dedos moviéndose sobre el sillón, jugando con la textura para que la ansiedad de la espera no le matara.
La reciente conversación con su padre, haciendo que una pequeña sonrisa asomase entre sus labios.
Tan tranquilizador.
Y es que Seokjin se había acercado a él durante la tarde, mientras él ayudaba a sacar algunas algas que habían asomado durante la baja marea. Con sus pies desnudos y mojandolos con el venir de las olas, tal como lo hacía cuando él aún era un niño. Su padre siendo uno solo con el mar, disfrutando de pasar tiempo en la orilla y solo alejándose de él, desde el día en que había fallecido su abuelo.
-Esas algas, son tus preferidas para una buena sopa -le había dicho con serenidad, provocando evidente extrañeza en el alfa - Quizá podría preparar una hoy para la cena.
Taehyung le miró, mientras terminaba de arrastrar las últimas cuerdas de vegetales y subirlos sobre unos listones para dejarles secar.
-Creí que podríamos hablar un momento hijo- agregó, notando que el alfa parecía cauteloso de aquella conversación. Siendo su principal razón de aquello, el que llevaba prácticamente semanas sin hablarle a causa de su relación con Jungkook.
El sencillamente, no deseaba una nueva discusión.
Ya no más.
-Mira papá si vas a hablarme de Jungkook yo...
-No- le interrumpió Seokjin- O sea si, se trata de él. Pero no es lo que imaginas te lo juro... -y Taehyung pasó una de sus manos por sobre su cara suspirando -... tan solo escuchame por favor Taehyung.
Y el peliplata deseó decir que no era necesario. Pues llevaba semanas ignorando los comentarios que les rodeaban a él y el omega. Refiriéndose a él como un oportunista de la inocencia del chico y otros refiriéndose a Jungkook, en definiciones que prefería no haber oído.
Le sacaba de quicio.
Sin embargo, su omega se esforzaba en hacerle saber que ese tipo de cosas, carecían de importancia cuando ambos estaban juntos. Llenándole de caricias y besos en cada oportunidad que tenían.
Tan maravillosamente perfecto.
-Está bien -- le dijo a Seokjin accediendo a su petición y esperando, que éste no dirigiera aquella conversación por un rumbo equivicado.
-Siéntate junto a mí Taehyung -le indicó su padre, sentándose él sobre el arena y hundiendo sus pies allí.
Él se sentó a su lado. Un breve silencio formándose, acompañado del sólo oleaje suave del mar y el canto de las gaviotas que se lanzaban en busca de los peces que aparecian por la marea baja.
Está sin dar indicios aún, de comenzar a subir.
-Perdoname hijo- pronunció cabizbajo y con su vista hacia el océano. Su cabello color plata bajandole por los hombros y con sus ojos brillantes por el reflejo del sol en ellos.
Su padre siempre siendo uno de los omegas mas bonitos de su clan, lo había sabido desde que le llegaba un poco mas sobre las rodillas. Y cuando fue consciente de que la belleza de las personas, podía trascender a su exterior.
Y no necesariamente refiriéndose a algo superficial. Pues solo una sonrisa podría serlo.
-Se que me he comportado como un pésimo padre contigo - añadió, mientras Taehyung se mantenía en silencio y tan solo dejándole hablar -- Y de paso se que también he lastimado a Jungkook - la vista del alfa se dirigió hasta sus pies, mientras mantenía sus rodillas flectadas y oía a su padre - Y es que muchos de nosotros Taehyung, hemos recibido las enseñanzas incorrectas. A pesar de lo mucho que tu abuelo insistió en cambiar eso aquí en Kima-rió - La mayoría de los adultos nos educaron de otra manera. Y créeme, siempre he sabido que no ha estado bien.
Taehyung levantó su mirada para verle. Un poco aturdido por sus palabras -P-pero entonces...
-Tú padre piensa diferente Taehyung, la mayoría de Kima y el resto de los clanes lo hace. Un omega como yo al interior de una minoría, sencillamente no tiene voz. Ni siquiera podría considerar el contradecir a Namjoon- Seokjin suspiró, mientras jugaba con una de sus manos con la arena bajo su cuerpo.
-Pero tú puedes pensar como quieras papá -dijo Taehyung sin pensar y ya luego percatandose de sus palabras. Y es que por mas que le pareciera equivocaso su pensamiento. Odiaría el que su padre sufriese por ello -Soy el líder de Kima, jamás permitiré que alguien te juzgue por desear algo que es lo correcto.
Y el omega le había acariciado el rostro con suavidad con una de sus manos, habiendo un poco de arena allí aún - Y es que ese es mi problema más grande - dijo con dulzura- Mi cachorro me ha resultado demasiado valiente y con nada de temor a enfrentarse a quién se ponga en su camino por lograr sus ideales. A veces preferiría que ni tú, ni Jongin hubiesen crecido- rió, mas el sonido parecía mas a una lamentación.
Taehyung se acercó más a él, acariciando la mano que mantenía en su rostro-Nada me sucederá papá.
Seokjin le sonrió -Te pareces tanto a tu abuelo -retrocediendo un poco y alejándose de su toque, buscando algo en un pequeño bolso que traía -He estado leyendo esto.
El alfa se le quedó mirando confundido -¿Qué es?
Y Seokjin se lo entregó, viendo que se trataba de una avejentada libreta pequeña. Llamandole la atención que su nombre se encontraba anotado allí.
-Son escritos de tu abuelo -Taehyung lo observó como buscando respuestas -Está incompleto, pero es un regalo que creo estaba preparando para ti - la voz de su padre sonando lijeramente avergonzado- Lo he guardado todos estos años, no quería que lo encontrases.
-Pero... ¿p-por qué? - Taehyung dijo comenzando a hojearlo y verificar que si, al parecer su abuelo no había finalizado aquello. Oyendo cómo su padre reía.
- Supongo que él sabía que tipo de alfa serías o él que el deseaba que fueses -Seokjin miró a su hijo, quien parecía encantado de la nueva adquisición -Allí hay escritos que hablan de cambios,...de sueños. Un mejor lugar para vivir y y-yo....tuve miedo de que mi hijo arriesgara demasiado por ello.
Y Taehyung observó el miedo en sus ojos. El entendía, claro que lo hacia.
-P-papá...
-Allí hay una cita en particular... ella me recuerda tanto a tí -le indicó, moviendo las hojas del pequeño cuaderno y apuntando con su dedo índice -Leela por favor.
Él tan solo asintió -"La oscuridad no puede expulsar a la oscuridad: solo la luz puede hacer eso. El odio no puede expulsar al odio: solo el amor puede hacer eso"-recitó sin titubear, frunciendo su ceño al reconocera frase- Esto es...
-Martin Luther King-dijo Seokjin con seguridad -Tu abuelo le admiraba mucho y supongo vio en ti a alguien como él -su padre se giró hacia él, acercándose y tocandole el rostro- Quiero que seas feliz Taehyung... y se que con esto arriesgo mi propio miedo a perderte -los ojos del omega se cristalizaron, inevitablemente viendo a su pequeño cachorro frente a él.
-No me perderás papá -Taehyung le vió sonreír.
-Pero no me importa hijo... no si ese dolor implica el haberte visto sonriendo como nunca lo habías hecho. No si ese dolor es justificado con la libertad de los demás -las de mejillas de su padre se mojaron en lágrimas y él procuro secarlas con cuidado- Pero promete que harás todo para mantenerte a salvo. Porque si llega a sucederte algo Taehyung yo... te juro que m-me muero contigo.
Y el alfa le había abrazado, escuchandole sollozar mientras acariciaba su espalda.
-Nada sucederá papá. Lo prometo - tan solo dejando que se calmase en sus brazos. Mientras le agradecía a a través de aquella acción, lo mucho que significaba para él su aceptación.
Su comprensión.
Y es que Taehyung sabía que su padre no sólo le estaba apoyando, también estaba entregando su confianza en él.
Y él no le defraudaría.
-Buu-un suave resoplido sobre su oído le erizó la piel, haciendo que se voltease enseguida y casi chocando su nariz con la de él. Viéndole suavemente reír y con su cabello suelto y oliendo a jazmín.
-Ey tú -dijo tomándole de la cintura y levantandole hasta ponerlo de espaldas en el sillón. Comenzando a picarle con delicadeza las costillas con sus dedos. Su rostro iluminando de tonos anaranjados, que les entregaba la bonita luz del fuego -¿Acaso has intentado asustarme?
El omega intentando acallar los soniditos de risa de su boca y empujandole como podía para quitarselo de encima.
-Y-ya...ya basta- dijo sin dejar de reír y mordiendose los labios- Despertaremos a t-todos -más el alfa parecía no rendirse, por lo que le tomó el rostro como pudo y le llevó hasta su boca, notando que éste se había mantenido quieto por un instante. Tal vez sorprendido por su acción.
Sus labios moviéndose con tersura, sin presionar demasiado y tan solo reconociendo los del alfa. Quién se atrevió a mover los suyos, más sintiendo como el pelinegro se alejaba sonriendo.
-Eso es trampa mi dulce omega - el corazón latiendole apresurado al apreciar como brillaban los ojos de Jungkook. La piel de su cuello desnuda, por los botones que se abrían al comienzo de su blusa.
-Yo no lo llamaría trampa alfa Kima-dijo moviendo su dedo índice alzado, como si explicase algo de mucha importancia - Mas bien le diría estrategia.
Y Taehyung sonrió a la vez que negaba con su cabeza.
Este omega le volvería loco.
-Ven acá - dijo tirando de él y subiendolo sobre sus piernas. Y Jungkook inmeditamente se aferró de él, pasando su nariz sobre el borde de su mandíbula. Percibiendo la calidez de su aroma y como este le arropaba con la manta -¿Cómo estuvo tu día? ¿Me extrañaste?
El pelinegro alzó su vista, tomando el rostro del alfa entre sus manos -Por supuesto que sí - dejó un pequeño besito sobre sus labios- Estuve cortando arbolitos con el señor Donghae, ha sido extraño.
-¿Extraño dices? - preguntó el alfa interesado en ello. Viendo como el omega asentía con sus ojos mirando el fuego.
-Nunca lo había hecho y... temí que les doliese-agregó.
-Oh mi amor-le tomó el alfa del rostro y logrando que le mirase -Eres tan dulce.
Jungkook frunció su ceño-Hablo en serio Taehyung -insistió frustrado, sin embargo, el peliplata tan solo le abrazó y reposó su mentón sobre su hombro.
-Lo se cariño. Se que lo haces y te quiero por eso -dijo besando su cuello con ternura. Su aroma como confitura, adormeciendole la boca. Pasando una de sus manos bajo su blusa, para acariciarle el estómago.
-Tae... -dijo Jungkook esmerandose en que el toque del alfa no le afectase tanto -Hay algo que quiero hablar contigo -añadió tímido, mas percibiendo que el peliplata no tenía intenciones de detener sus mimos.
-Dime amor...
Amor.
Su mente y corazón sabiendo que se trataba de aquello. Llevandolo por semanas ya guardado en su pecho y siendo la misma razón por la que había tomado esa decisión.
- Y-yo... - su voz sintiéndose nerviosa y su pecho aleteando con fuerza -... quiero que me acompañes en mi próximo celo -dijo rápido y sentía que las palabras se topaban unas con otras. Sintiendo como Taehyung se detenía y le empujaba para mirarle.
-¿Q-qué? - y parecía que el color de si piel empalidecía. Y Jungkook sentía que la garganta se le secaba.
Pasó saliva.
- Q-qué me acompañes en mi p-próximo celo... -vaciló -... éste según las lunas será en unos días y...
-¿Cuántos? - preguntó el alfa. Y el pelinegro se aturdía más al sentirle nervioso, pues acrecentaba más su propio nerviosismo.
-Siete... q-quizás...-añadió mirando hacia abajo y ya no siendo capaz de sostenerle la mirada al peliplata.
-¿Siete? -preguntó éste como si necesitase una confirmación.
-Es lo que dije -y por favor Jungkook necesitaba que le dijese algo mas que solo eso.
-Siete -esta vez pronunciando una aseveración y como si ahora lo hiciese para sí mismo.
-Por favor Taehyung detente - le dijo el omega ya agotado, logrando que este espabilase y le mirase nuevamente.
-Lo siento cariño yo... -dijo el alfa tomandole el rostro con ambas manos.
-Lo sé... -respondió él, sintiendo que su rostro se calentaba -... también estoy asustado -dijo sus ojitos esquivos a mirar a Taehyung, percibiendo que este dejaba un beso corto en una de sus mejillas.
-Tú...¿estás seguro de querer eso?- y Jungkook le miró al pronunciar aquello -Quiero decir... se que tú y yo nos hemos tocado... - el sonido de su corazón escuchandose sobre sus oídos - Pero esto es diferente y...
-Yo lo quiero -le interrumpió él y siendo consciente de sus palabras - Tú y yo ahora... ¿somos pareja v-verdad? - Taehyung asintió en silencio y sin abandonar sus ojos de los de él - Y bueno yo estuve hablando con el Señor Donghae y...lo más seguro es que duela más. Será más doloroso para mi lobo que mis celos anteriores, al saber q-que tú...
-Que soy tu alfa - y Jungkook asintió apretando entre sus dedos, la tela de su pijama.
La luz del fuego de la chimenea, volviendo anaranjados los ojos de Taehyung.
Como la miel.
-Además... creo que estoy listo yo...-suspiró con fuerza, como si le agobiara continuar conteniendo aquello -...y-yo lo necesito- y Taehyung apoyó su frente con la suya, dejándose ahogar de au olor - ¿Tú lo q-quieres? ¿Tenerme?
Y el peliplata le besó superficialmente la boca.
-Como siquiera preguntas algo así cariño- le besó una vez más, liberando un poco de su aroma para calmarle -Claro que lo hago-el pulso de ambos proponiendose apaciguar - Es solo que prefiero que seas consciente de cuánto te quiero... de cuanto te deseo - su boca respirando sobre la suya y Jungkook estaba seguro querer quedarse poe siempre allí -Quiero tomarte antes de tu celo y asi también será más fácil para ti recibir a mi lobo cuando estés pasando por él.
Y Taehyung sabía, que durante los próximos días el tenía como líder un deber que cumplir. El cuál además lo incluía a él.
A quién quería. Y por quién daría si vida si fuese necesario.
Pero esto lo cambiaba todo. Por lo que solo pronunció, lo que correspondía hacer.
-La próxima semana, tú irás conmigo a Min.
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