• CAPÍTULO 11 •
Te recomiendo escuchar "Only the winds" de Ólafur Arnalds, mientras lees este capítulo.
El aire de aquel lugar era refrescante, sintiéndose tan diferente al viento de la costa y la salinidad que se le pegaba a la piel, cada vez que le acariciaba esta.
Y es que a diferencia del gran turquesa que le rodeaba junto a la gruesa arena cotidiana desde su infancia. La verdosa pradera, ríos esmeraldas y los frondosos bosques del valle, entregaban una humedad exquisita que agradecían quienes no solían disfrutar a menudo de ese clima.
Era hermoso.
Recordando el como había quedado impresionado de aquello, la primera vez que viajó al clan Jung junto a sus padres y cuando él aún era un niño. Sus pequeños ojos pardos, abriéndose impresionados ante el paisaje tan diferente a como él lo conocía. Comprendiendo las diferentes formas de la belleza y el como casa una de ellas, poseía sus propios encantos.
Tan radiante.
-¿Gusta un poco de té alfa Kima? - le preguntó el pelirrojo, mientras ambos se sentaban frente al cuidado jardín de la casona Jung.
-Se lo agradecería alfa Jung- le respondió él asintiendo y con una gentil sonrisa. Señal de agradecimiento a su hospitalidad.
Había llegado menos de una hora a Jung y su cuerpo aún se sentía fatigado debido al ajetreado viaje. Debiendo viajar más de un día en ferrocarril, para poder llegar hasta el lejano clan del valle. Agradeciendo si, la gran fascinación que tenía por los llamativos paisajes, algo que lo mantenía entretenido durante el camino.
-Aquí tiene- agregó Hoseok, entregandole una delicada taza de porcelana blanca, la que había llenado con agua caliente con una tetera de hierro. Junto a unas deliciosas galletas de avena en el costado- Mi hermano prepara comida para su bienvenida, pero esta aún no esta del todo lista.
- Muchas gracias, no han debido preocuparse- dijo por educación, más su estómago vacío y habiendo comido sólo lo necesario durante el viaje. Ya comenzaba a querer quejarse- Oh... esto es... -sus labios apenas se habían acercado al borde de la taza y la aromática fragancia le había llegado como fría ventisca de invierno.
Una extraña mezcla de aliciente sosiego.
-Es jazmín -respondió con cierta preocupación el pelirrojo. Alertado por la duda en el rostro del alfa Kima-Solemos cosecharlo en nuestro clan, pues sus propiedades son conocidas desde siempre por nuestros antepasados. Pero si a usted le desagrada puedo...
-No-intervino con tranquilidad Taehyung-Es tan solo que hace muchos años no lo probaba y solo me ha sorprendido-y aquello era real, pues hace mucho tiempo que no consumía dicho té. Habiéndolo desgustado solo una única vez, durante su primera visita a Jung como alfa líder.
Sin embargo, eso no era lo que había causado su sorpresa. Si no más bien el tibio recuerdo, de la boca de Jungkook bajo la suya.
Y aquel dulce aroma que le había rodeado luego de ello.
Jazmín.
Su sabor pregnado aún en él y a pesar de la sal que había allí. Observando cómo de a poco sus ojos, se cerraban con fuerza bajo el agua. Sintiendolo temblar superficialmente.
Más allí no había miedo. Su lobo se lo hacía entender.
Percibiendo su propia piel erizarse bajo el agua, teniendo claro que aquello no era resultado del frío.
Y había sentido su corazón retumbar sobre sus oídos, mezclándose con él sonido burbujeante de las corrientes.
Tan apacible.
Tan extrañamente calmado.
El aire volviéndose de a poco escaso en sus pulmones, producto de que lo había entregado prácticamente todo al omega. Por lo que necesariamente debía salir de allí, aunque su instinto le pidiese otra cosa y le insistiese en tocar la boca del chico como debía.
Pero tenía que salir de allí. Y había prometido hacerlo junto a él y no dejarle allí abajo.
Aquello lo asustaría y él no deseaba hacerlo.
Por lo que contra su voluntad soltó la mejilla del chico y su mano, tomándole desde la cintura para alzarle hasta la superficie. Pudiendo haber jurado haber visto los negros onix de Jungkook, abrirse por última vez antes de romper con el borde del agua.
Liberando una fuerte respiración, en la busqueda de aquel oxígeno que había comenzado a faltarle. Dirigiendo su mirada hacia el frente, percatandose de las mejillas rosas del pelinegro y su mirada hacia abajo.
Tan bonito.
Percatandose de que sus manos aún seguían sobre la cintura del omega, teniendo la tentación de deslizar sus dedos en aquel lugar.
Sin embargo, se alejó de él y retiró sus manos de allí. Dejando en alto una y asomando la sobre el agua, para invitarle a que la tomara y salieran del mar.
-¿Vamos? Creo que ha sido suficiente por hoy no? -le había dicho con una sonrisa en sus labios, apreciando como Jungkook aún le observaba aturdido por lo que ambos habían compartido bajo el agua. Alcanzando su mano, para tirar de él hasta la orilla.
Las risas y bullicio de los niños, aún oyendose desde el fondo.
-Esperame aquí -le dijo, apreciando cómo este asentía con su cabeza y se sentaba sobre la arena.
Y observó cómo Hana le miraba desde lejos, estirando su mano con aquello que tanto buscaba. Aquella sonrisa cómplice dibujandosele sobre el rostro.
-Vaya que han tardado allí abajo-pronunció riendo, mientras entregaba la toalla que sostenía-Realmente el alfa Kima ha de tener pulmones envidiables.
Y él negó, no logrando evitar sonreír ante sus palabras. Cuando aún el cosquilleo permanecía allí sobre su vientre. Caminando de regreso hasta donde se encontraba el omega y cubriendole la espalda con la toalla.
-Puedes usarla-le había dicho para luego sentarse a su lado-No creo estés acostumbrado a la fría agua de Kima y puedes enfermar.
Y Jungkook mantuvo sus ojos parpadeantes hacia él. Con su rostro húmedo y los mechones de su cabello destilando pequeñas gotitas de agua, que él podía distinguir terminar dibujandole la mandíbula.
-Gracias -le respondió por primera vez luego de salir del agua-Por esto y por no dejarme allí.
El peliplata rió, moviendo su mano por inercia hasta acariciarle el rostro, deslizando casi imperceptiblemente sus nudillos allí -¿Como podría haberlo hecho? -le dijo con suavidad, consciente de que los ojos del omega se entrecerraban y sus labios asomaban sus bonitas paletas-¿De verdad me crees capaz de hacerlo?
De ninguna manera.
-N-no, es solo que yo... - Jungkook le habló despacio, con aquel aroma tan dulce desprendiéndose desde su cuello. Más fijando su mirada a espaldas del alfa, quitando si rostro de golpe y alejandolo de su toque-Lo siento, pero...el señor Seokjin nos está mirando.
Aquello lo hizo girar la cabeza y confirmando efectivamente que su padre se encontraba allí, de pie y sin quitarles la mirada de encima. Soltando un leve chasquido para luego sonreír, negando con la cabeza y volteando su rostro una vez más hacia el mar.
Tan cristalino.
-¿Es importante? -dijo sin pensar y apoyando las palmas de las manos en la arena. Escuchando como un sonido de interrogación salía de la boca del pelinegro, por lo que se volteó a mirarlo.
La blanca toalla cubriendole los hombros. Su piel siendo tan diferente y destacándose entre todos los Kimas en aquel lugar.
Tan hipnótico.
-No entiendo lo que dices...
-Que nos esté mirando-le interrumpió sin dejar de mirarle - ¿Es importante para ti?
Y lo vio abrir sus ojos un poco más, alejando su vista de la de él, como si estuviese intentando responder a su pregunta sin sentirse incómodo.
Más siendo claro y sincero a ese algo que apenas alcanzaban a entender.
-No... creo que no- respondió solo para él y entendido de la burbuja en la que ambos se encontraban en aquel momento.
Y él sonrió. Porque fue lo único que su cuerpo atinó a hacer.
-Entonces tampoco lo es para mí- le respondió seguro de aquello, viendo cómo Jungkook alzaba su rostro tímido, pero regalandole una hermosa sonrisa.
Manteniendo durante toda la mañana, una conversación en un lenguaje que a Taehyung a veces le resultaba desconocido. Pero que sin embargo, calentaba de forma extraña su pecho.
-¿Ha venido muchas veces a Jung alfa Kima?- preguntó Hoseok mientras el salía de su ensoñación- Creo haber conocido a su abuelo, pero al haber estado preparándome para asumir el rol de líder, pase mucho tiempo lejos de la casona Jung.
El peliplata asintió, luego de darle un sorbo a su taza de té-Yo creo haber escuchado de usted alfa Jung, pues viajé muchas veces acompañando a mis padres y abuelo. Y ya luego, cuando como líder de mi clan-Hizo un breve silencio-Pero no. Al parecer nunca tuve el honor de conocerle y debiese recordarlo pues, soy unos años mayor que usted.
El pelirrojo sonrió. Su cabello tomado en un elegante moño hacia atrás, exponiendo la gentileza natural de los Jung.
-Tan sólo llámeme Hoseok alfa Kima. Como usted ha dicho, es mi mayor y si vamos a trabajar en equipo, tan solo tratarme con confianza- le dijo con cordialidad.
Taehyung rió ante ello, tragando un pedacito de galleta que había llevado a la bocaa- Entonces lo mismo digo Hoseok.
Y el peliplata lo vio sonreír y levantarse. Tomando una sencilla y avejentada regadera de loza, con la que humedeció una llamativa planta a su costado.
-¿Sabía usted que las démeter tardan años en alcanzar su madurez? -mencionó con sutileza- Y una vez florecen, ya nunca más lo vuelven a hacer. ¿Pero sus raíces son tan firmes que tardan años en morir?
Taehyung lo miró atento, pero confundido ante las palabras que el otro alfa decía.
-Esta planta es una démeter Taehyung- le dijo tocando con el borde de sus dedos, la hojas color anaranjado de la planta- Cuando florece una de ellas en Jeonu se hace una gran ceremonia, ya que su florecimiento significa abundancia y buena cosecha para ellos.
-¿Usted ha dicho Jeonu? -respondió asimilando lo que este le decía. Observándole asentir.
-Si. Y ésta de seguro es la única démeter que se conserva, pues he constatado con mis propios ojos, que Jeonu ha sido consumido por el fuego.
❀
Dibujaba aquellas letras con sumo cuidado sobre el papel, deseando evitar que este no se volviese a marcar, por la fuerte presión que ejercía.
"Eres demasiado nervioso" le había dicho Donghae, casi sonando como una corrección y que aquello era algo que debía mejorar.
Asomando instintivamente su lengua a modo de concentracion, en tan compleja tarea que debía realizar.
-A ver dejame ver- el beta le dijo acercándose a su lado. Mientras él permanecía sentado y realizando sus ejercicios en la mesa de la cocina.
Moviendo el lápiz de madera entre sus dedos, a la vez que miraba con el peliplata analizaba su trabajo.
Aquella tentación irremediable de morderse el labio y sacudir su pierna, cuando se sentía ansioso. El sonido del gramofono ya instalado en aquel lugar.
-¿Y? -preguntó impulsivamente -¿Cree que he mejorado?-sus ojos volviéndose dos polcas y con toda su atención en la respuesta del beta.
-Mmm... -Y Donghae hizo una mueca extraña con su rostro y que el omega no pudo descifrar, menteninedolo en la incertidumbre-Si Jungkook, estás mejorando.
Y aquello le hizo saltar de su asiento y tomarle de las manos, para intentar tironear de él y comenzar una danza que se basaba en sólo girar entre ellos.
-Ey espera... me mareo con mucha facilidad - dijo el peliplata intentando calmar su algarabía. Por lo que lo dejó de lado, dirigiendo su mirada al peludo animal bajo la mesa. Tomándolo entre sus brazos y girando con él -Ahora matarás al gato.
Y es que ya llevaba practicando cerca de dos horas su escritura. Repasandola en palabras repetitivas y que se le dificultaban más que otras.
Quería mejorar.
-¿Estás feliz por mi gatito? - le preguntó al felino, quien solo le miraba inquieto y con deseos notables de arañarle el rostro-No, quise decir... cheton-agregó riendo.
-No, no-le corrigió el beta mientras picaba fruta para la tarta que prepararía -pronuncia conmigo... chaton.
Y Jungkook detuvo sus movimientos, a la vez que el animalito le mordía las manos buscando la venganza a través del juego.
-Chhh. ..-dijo con su boca, sintiendo que su lengua enredaba intentando formar el sonido. Observando como una morisqueta se formaba en el rostro de Donghae, intentando colaborar y enseñar aquella palabras.
Ocultó la tentación de risa.
-Chaaa... -repitió el beta de forma muy exagerada y viéndose muy gracioso según Jungkook-Vamos no te rías, debes hacerlo así. Chaaa...ton.
Y el pelinegro soltó un suspiro, cerrando sus ojos para eliminar la imagen de Donghae viéndose divertido. Moviendo sus labios y sólo guiándose por el sonido.
-Chaaa...ton-dijo casi sin problemas y según creyó él.
-Chaton-agregó una vez más el peliplata. Para el sólo concentrarse y pronunciar.
-Chaton-dijo finalmente y abriendo sus ojos asombrado de lo que había logrado.
Y Donghae le rió, volviendo a cortar aquellas frutas-Muy bien. También puedes decir petit chat. Pues petit es pequeño y lo puedes agregar a chat que es gato.
El pelinegro formó una "o" con sus labios, atrayendo el manchado animalito. que revoltoso no pretendía calmarse- Eres un dulce y bonito petit chat- susurró besándole entre las orejitas.
Y Donghae sonrió-Es difícil aprender un idioma cuando no se practica a menudo, pero supongo que podrás aprender algo. No olvides que el Señor Seokjin dijo que debías continuar practicando tu escritura.
Jungkook asintió, ya finalmente dejando al pequeño gato en el suelo, quien no tardó demasiado en salir corriendo de aquella cocina. Agobiado de las aprensivas caricias del pelinegro.
-Lo haré antes de dormir-respondió mientras se disponía a secar la vajilla utilizada en el desayuno-Hyejin quiere que le acompañe al mar.
Y el beta se giró hacia él, recién percatandose de que Jungkook vestía unos cortos pantaloncillos azules, d que lucían a juego con una blanca camisa de franela.
-¿Qué ha pasado? Hasta ayer no te veía tan interesado en el tema del agua -Donghae le dijo con una sonrisa apretada en los labios. Los rumores corrían rápido al interior del clan y obviamente, él ya estaba al tanto de lo que todos habían visto durante la clase de natación.
El calor se le subió enseguida al rostro al omega, no logrando ocultar el como el corazón se le aceleró de golpe y la sangre le tiñó la piel de las mejillas de un rosa escarlata.
-Y-yo...-la voz le tartamudeó y sus manos sostuvieron con fuerza la loza en sus manos, como si de pronto se le fuese a caer.
-¿Tú? -preguntó el peliplata, deteniendo su acción y observando cómo Jungkook se mantenía tenso frente a él.
-Señor Donghae... yo...-habló para luego humedecer sus labios y rozar sus dientes sobre ellos.
Y él beta suspiró -Vamos Jungkook, tampoco es necesario que me cuentes. Tan solo estaba interesado en tu actitud y...
-Él me besó-liberó de golpe, aturdiendose enseguida por sus propias palabras. No siendo muy consciente del porqué lo había dicho, pero estando seguro que quería sacarlas de su garganta -Quiero decir...yo estaba asustado bajo el agua y él... ha juntado su boca con la mía-le dijo tocandose los labios con las yemas de los dedos- Y a dejado aire allí...y se ha sentido extraño pero...
Los ojos del beta le examinaron de pies a cabeza, ida y vuelta-Dime Jungkook...¿Aquel ha sido el primero?
-¿El primero? -respondió él confundido.
-Tu primer beso- Afirmó esta vez Donghae, concluyendo de que de ese modo habría de ser.
No había duda.
Las cejas de Jungkook dibujaban el pudor que le provocaba aquello. No queriendo dejar en evidencia su inexperiencia, algo de lo que siempre todos se habían burlado.
Pero era imposible ocultar algo a Donghae, pues este le habia estudiado en su totalidad y parecía ser quien más le conocía en aquel lugar. Por lo que respondió de forma afirmativa y silenciosa, apretando aquel mantel entre sus manos.
Pues aunque aquel otro alfa, le había arrebatado la primera cercanía de su boca a otros labios. Eso no se comparaba con lo dulce y apabullante que se había sentido su encuentro con Taehyung.
Tan parecido al sabor de una fresa silvestre.
Y él beta calló, entecerrando sus ojos y comprendiendo la incomodidad del peli negro. Asimilando que aquello quizá no había sido un beso, como lo había pensado el omega. Sin embargo, reservándose aquel pensamiento para él, al apreciar a Jungkook tan animado por ello.
-¿Y ha estado bien? -preguntó con cuidado y no deseando intimidar al chico, acercándose a él y tocandole el rostro con la yema de los dedos -¿Te ha agradado?
El pecho del omega se llenó de un extraño ardor, más este no le molestaba. Por el contrario, parecía burbujear tanto allí, que parecía se deslizaba hasta su estómago.
-¿Esta mal si lo hace? - el pelinegro desvió su mirada hacia sus pies -Yo nunca me he sentido así señor Donghae, es como si quisiese verlo siempre y... ¿soy alguien débil?
Debilidad. Sabía que su condición lo volvía vulnerable ante un alfa. Y él bajó su rango adjudicado, jamás deseó aquello.
Nunca.
Aún así, mantenía la duda si el instinto era sólo lo que había allí. Pues la sensación era tan desconocida, que lo tenía confundido.
-¿Quién te ha dicho eso? - Donghae le peinó el cabello, hundiendo sus dedos por entre las oscuras hebras-Si a ti te ha gustado, quiere decir que está bien. No hay nada de malo en ello Jungkook. El gustar de alguien no te hace débil, incluso te puede hacer más fuerte si es la persona correcta.
-¿Cómo se que lo es? -preguntó casi con sobresalto, como si la duda fuese demasiada y estuviera exigiendo una respuesta inmediata.
El peliplata le sonrió, tomándole del mentón e instandole a que le mirara-Eso solo tu deberás descubrirlo -llevando su otra mano para ubicarla sobre el pecho del omega-Tan solo no creas que sentir esto, te hará débil. Nunca lo hará.
❀
Se mantenía de pie esperándole en aquel lugar, no pudiendo evitar dejarse deslumbrar por la gran variedad de árboles que poseía el bosque del clan Jung.
Algunos pequeños y otros de gran altura, con sus hojas de diferentes formas y tamaños, todos con frondoso follaje.
Definitivamente los árboles de Jung, debían de ser los más hermosos y mejor conservados al interior del Estado. Ya que estos eran protegidos por leyes que impedían su talaje indiscriminado, conservando aquellos que incluso tenían siglos en su corteza.
Deslizó sus dedos sobre la porosa madera, la que resquebraja en algunas zonas.
No podía ser posible.
Su cabeza recordaba aquella conversación de horas atrás, repitiéndose cada palabra pronunciada por el alfa. Con tal seguridad, que le provocaba escalofríos de sólo considerar que pudiese ser cierto.
¿En realidad el clan Jeonu estaba bajo las cenizas?
Tenía claro de que allí no sólo habría adultos, si no que también ancianos y niños.
Y Jung le había dejado claro que habían encontrado cadáveres.
Cientos.
¿Acaso habían sido capaces de algo tan horrible como eso?
No había razón.
Toda su vida fue consciente de la existencia de aquella raza, considerada inferior dentro del Estado. Incapaces de razonar, deambulando desnudos y sin educación alguna.
Eso fue lo que le enseñaron.
Aún así, siempre fue consciente de que los Jeonu tan sólo poseían una concepción del mundo diferente a la de ellos. Con un modo de relacionarse y plantearse en la vida, alejados del prototipo que la civilización había traído para ellos.
Y lo había comprobado al conocer a Jungkook.
No habían diferencias. Salvo costumbres. Algo lógico pues pertenencian a clanes diferentes, cada uno con sus tradiciones.
Con su cultura.
¿Era tan difícil de entender?
Un nudo se le formó en la garganta y parecía que la impotencia le comenzaba a corroer las entrañas. Pues su abuelo siempre le habló de la justicia y el como un líder debía aprender a respetarla. Promoviendo el cumplimiento de esta.
Y esto estaba siendo demasiado injusto e indolente.
Con mayor razón cuando las palabras habían escapado veloces de la boca del pelirrojo. La necesidad agobiante de compartirle su preocupación ante aquella incertidumbre.
-Al parecer el líder de los Jeonu continúa con vida -había soltado Hoseok sentado en la delicada banca frente a él-No sabemos la razón de ello, pero al parecer el alfa ha sido capturado antes de la destrucción del clan y lo tienen con ellos.
¿El líder Jeonu?
-¿Lo tienen?... ¿crees que continúa con vida?
El alfa Jung se mantuvo un momento en silencio y dubitativo. Quizá ordenando las ideas o teorías que podrían ser incluso erróneas.
-Es poco probable, pero...-Taehyung le miró expectante y sintiéndose muy tenso-... hemos recibido una carta Alfa Kima-le dijo, llevándose una de sus manos hasta su bolsillo derecho, sacando de allí un papel con doblado. Entregandoselo al peliplata para que pudiese leer la información que allí había-No sabemos quién la ha enviado, pue no tenía remitente. Pero está persona dice saber lo que ha sucedido con los Jeonu y asegurar que su líder sigue con vida.
Y Taehyung estiró aquel papel, leyendo y corroborando allí, lo que el pelirrojo le decía. No entendiendo porqué aquella letra, se le hacía tan familiar.
-Entonces, puede que el alfa Jeonu esté con vida-aseveró casi perdido, aun procesando la información-Debo decirle de esto a Jungkook, el debe creer que...
-No creo que eso sea lo correcto líder Taehyung- le interrumpió con suavidad pero sonando convincente en sus palabras- El omega si creemos ha sobrevivido a todo esto, ha debido pasar por muchas aberraciones antes de llegar a Kima- el peliplata sólo bajó su mirada, no deseando imaginar lo que pudo haber vivido Jungkook, antes de haber sido subastado- Es por ello que es mejor le ahorremos más dolor. Al menos hasta que tengamos más claro a quienes nos enfrentamos. Y el como podemos ganar esto, porque le aseguro que lo haremos- le habló y tocó el hombro con firmeza, a lo que él asintió.
El alfa Jung tenía razón, debía actuar de forma precavida. Ya que no deseaba exponer al omega a más sufrimiento, del que de seguro ya estaba viviendo.
Tan alejado de Jeonu. Tan lejos de casa.
-Alfa Kima-aquella dulce voz le hizo girarse, reconociendo enseguida el cándido aroma y encontrándose con el bonito omega pelirrojo vestido con una tunica color negro, utilizada por los omegas Jung - Lamento haberle interrumpido, yo solo quería...
-Tranquilo Baekhyun, no lo has hecho- intervino el peliplata moviendo sus manos en negación y respondiendo con una gentil sonrisa-¿Es por Hyejin no es así? ¿Estás aquí por ella?
Los ojos del omega se habían iluminado, como si se llenasen de regocijo. Mezclándose extrañamente, con la amargura que ocultaban, pero que aún así sobresalía allí.
-E-ella... ¿se encuentra bien? -preguntó avergonzado y con temor.
El omega era bastante joven cuando le habían alejado de la cachorra y Taehyung estaba seguro, que el tiempo se había congelado allí para él. Pues aún lucía como un niño temeroso.
-Tu cachorra es una niña valiente, ella ya ha estado disfrutando de sus primeras veces en el agua Baekhyun-respondió con una sonrisa, agrandandole la expresión de emoción en el rostro del omega.
Baekhyun siempre había sido uno de los omegas más encantadores que había conocido. Con gracia natural y personalidad luminosa, tan representativa del clan de los Jung. Entendía claramente el porqué incluso su testarudo amigo Chanyeol, había caído prendado de los encantos del chico.
-¿No ha enfermado? ¿Ha estado alimentándose bien? -preguntó rápido y despreocupado de qué Taehyung comprenderse bien lo que preguntaba y formulara la respuesta a sus dudas- P-perdón si pregunto demasiado, la última vez que pude saber de ella fue por C-chanyeol y él...me ha contado muy poco de ella.
El alfa fijó su vista en las ojeras que se marcaban en el rostro del omega, que aunque eran tenues, se evidenciaban bajo el suave maquillaje que llevaba. Apreciando la delgadez de su cuerpo, en sus manos que sostenían su tunica.
Lucía tan enfermo.
E inevitablemente Taehyung se preguntó si estaría marcado.
Si Baekhyun, habría sido marcado por Chanyeol.
-Hyejin es una cachorra revoltosa y cada vez que agarra un resfriado, para Chanyeol es casi imposible mantenerla en cama- el peliplata río ante lo dicho, pues no mentía en cuanto a ello-Pero te aseguro que tu hija es una niña fuerte y saludable. No tienes porque preocuparte Baekhyun.
Una sonrisa se formó sobre los labios del omega, quien parecía desear sostenerse de su propio ropaje, aprisionandolo entre sus dedos.
-Mi l-lobo... -dijo con Baekhyun con su voz volviéndose rota-... y-yo.. me arrepiento tanto.
Taehyung lo sabía. Pues el cuerpo del omega, eran la evidencia clara de cuanto afectaba la lejanía de su cachorro.
Quizá también de su alfa.
-N-nunca debí haber permitido que la alejaran de mi-las lágrimas se contenían en los ojos del pelirrojo y él sabía que sería muy difícil que por el carácter de los Jung, fuese siquiera a verlo derramar una.
-Baekhyun-dijo de pronto el peliplata, deseando calmarle y sosegar su angustia. Que si bien no era liberada en un llanto, creía que podía doler aún más- ¿El alfa Jung sabe que usted tiene una cachorra? -a aquella duda asaltó sus pensamientos.
El omega le miró, sus ojos tan brillantes por la humedad. Asintió - Si. Pero mi hermano desconoce todo lo que mi padre ha hecho conmigo. El apenas era un niño cuando todo esto ha sucedido, nunca ha preguntado demasiado - expresó con una mirada compasiva, como si incluso comprendiera las desiciones que sus padres habían tomado con su vida.
Lo que supone era correcto.
Y Taehyung suspiró, agradeciendo aquella respuesta. Pues para el dolería la inconsecuencia.
-Con Hoseok queremos derrocar esas leyes arcaicas omega Jung, creo que sería indicado que le contase la verdad para que le apoyara en lo que respecta a su cachorra-los ojos de Baekhyun se abrieron sorprendidos - Haremos lo posible para que nunca más ocurran este tipo de cosas. Pero por su propia salud, le aconsejo hablar con él.
Baekhyun frunció sus cejas y sus ojos se desviaron hasta las hojas de los árboles, las que se mecían con la suave brisa.
-Yo me debo retirar en este momento omega Jung, pues su hermano me ha de estar esperando en el salón. Con su permiso - dicho esto se inclinó en reverencia al pelirrojo, para luego comenzar a caminar y salir de allí.
El sonido de tímidas aves y sus pies sobre la hierba siendo lo único que se oía en aquel lugar.
-Alfa Kima-habló de pronto el omega, a lo que este se volteó para mirarle. Observando cómo aquellas lágrimas retenidas, se habían deslizado por sus pómulos -Y-yo quisiera conocerla. Por favor ayúdeme a hacerlo.
❀
El agua le salpicada el rostro, debiendo entrecerrar sus ojos cada vez que la pelirroja cachorra chapoteaba con sus pies sobre la superficie.
Había decidido no sumergirse esta vez y sólo cooperar con la niña a orillas de la playa. Tomándole de las manitos, mientras ella flotaba y se sujetaba con firmeza de sus extremidades. Alzando su cabecita para no tomar de la salada agua del mar.
Pequeña cachorra.
Le miró el rostro, pendiente de que la crema que le había esparcido allí, no se diluyera con el agua. Y aunque Donghae le había explicado que no era necesario, pues su morena piel no se dañaba y sólo se tostaba más. Él quiso ser precavido, cubriendole todo su cuerpecito visible al sol.
Tan tierna.
Su nariz apreciandose blanquecina, al igual que sus mejillas.
-¿C-cómo lo está haciendo Hyejin? -preguntó ella con dificultad y esmerandose en que el agua no le entrase a la boca.
Jungkook sonrió, sintiendo aquella tibieza sobre su pecho- Hyejin lo está haciendo perfecto, creo que pronto aprenderá a nadar.
Y aquello hizo que los pies de la cachorra se sacudieran con mayor efusividad, como si fuese su modo de demostrar la felicidad.
Tan bonita.
Hyejin era tan dulce, que al omega le costaba entender que estuviese tan sola. Pues a pesar del fuerte temperamento de su padre, la pequeña pelirroja era tan amable y respetuosa, que Jungkook asimilaba que el alfa estaba educadole del modo apropiado.
Lo cierto era que aquella mirada hostil que recibió las primeras veces que vio a Chanyeol, parecía haberse suavizado. E incluso podría haber asegurado que el alfa había agradecido en un sutil murmuro, cuando había ido a dejar a la niña.
Suspiró ante el recuerdo, apreciandola tan pequeña e indefensa, que con gusto le arroparía cada noche si el alfa se lo permitiera. Naciendo el instinto primitivo de su lobo, por proteger y cuidar de la cachorra.
No le importaba que no fuese suya.
Aquello no era relevante. Habiendo aprendido desde niño, que en su clan los adultos cuidaban de los cachorros. Fuesen o no de ellos.
Un niño era un niño. Nada más que la protección cuenta cuando se trata de ellos.
Y aunque él siempre había deseado el suyo, aún siendo demasiado joven para pensar en concebir alguno. Su propio cachorro podía esperar.
-¿Quieres que salgamos un momento del agua? -preguntó con suavidad a la niña, quien no parecía dispuesta a querer salir de allí -Podemos jugar con el arena con eso que has traído.
Le indicó los objetos de colores que la niña traía consigo, a lo que está pareció convencerse rápidamente. Pues asintió y le soltó una de las manos.
-Creo que es mejor nos ubiquemos bajo la sombra de aquel árbol-agregó el omega caminando con la niña de la mano, a la vez que está tironeaba de él en su anhelo de avanzar más rápido.
Jungkook quiso reír, deteniéndo su acción de inmediato cuando de camino se cruzó con Jongin. Este guiñandole el ojo mientras corría para ingresar al mar.
Sintió náuseas. Pues llevaba días de no verle y este se proponía cada vez que lo hacía, de molestarle hasta el cansancio.
Quería patearle las bolas.
Más ignoró aquel pensamiento, ya que no haría algo así en presencia de la niña.
-Iré a buscar un poco de agua- le dijo ella soltandose de su agarre y tomando un valde muy colorido y de color llamativo para el omega. Caminando nuevamente a la orilla para sumergir el objeto allí.
Jungkook se sentó a esperarle, hundiendo sus pies en la fría arena que se encontraba bajo la sombra de que árbol. Calmando el ardor que había comenzado a sentir, al pisar la que estaba visible a los rayos del sol.
El corto pantaloncillo, escondiendo bastante poca piel de aquel brillante astro. Exponiendo sus piernas y torso a su ferviente calor.
No me quemaras esta vez.
Por lo que recordó que en aquella bolsa, en la que Donghae había enviado fruta y panecillos. Hubo guardado el pote con crema para proteger su cuerpo de las quemaduras. Teniéndolo consigo desde que el alfa peliplata se lo había entregado aquel día en la playa.
Taehyung.
Repasó sus piernas y abdomen con el enguento, distribuyendolo con entusiasmo en aquel lugar.
Moviendo sus dedos hasta su rostro, repasando sus pómulos y nariz que ya había comenzado a enrojecer. Tocando superficialmente sus labios, que parecían arder con la crema con lo que los cubría. Deslizando sus yemas, por la pequeña curvatura que respingaba su labio inferior. Rememorando de forma inconsciente, el como la boca del alfa se había moldeado allí.
Aún podía sentir su aroma a sándalo y sus dedos clavandose en su cintura. Habiendo sentido con tal fuerza la boca del alfa, que incluso había olvidado su propio miedo.
-¿Te duelen? -había preguntado aquella adorable voz, distinguiendo a la pelirroja de pie a su costado y tocandole el comienzo de su espalda.
El omega rió, percatandose de lo que se refería- Ya no cariño.
Las cicatrices seguían allí, Jungkook lo sabía. Y aunque está ya no eran tan notorias como cuando había llegado a Kima, las podía sentir siempre que tocaba su espalda.
Y estas no habían pasado tampoco desapercibidas para el resto del clan. Ya que los comentarios no se hicieron esperar, aún cuando Taehyung se había apresurado a cubrirle con la toalla.
Todos allí le habían visto.
No era como que tampoco lo hubiese evitado.
Su piel de pronto se sintió tibia, reconociendo un agradable cosquilleo en una pequeña zona de su espalda. Sintiendo como la cachorra dejaba un beso sobre ella. Para luego y sin decir ninguna palabra, continuara trabajando con ayuda de su valdecito con agua, en la construcción que comenzaba a armar en el arena.
Jungkook no sabía el porqué, pero se había sentido agradecido. Tan solo para hacerlo, acariciarle la nuca mientras está no dejaba su labor y ensuciara sus manos en aquel juego.
No evitó sentirse mal por aquello.
La niña era sincera, el pelinegro se percataba de eso en cada gesto de la cachorra hacia él.
Y no es como que tampoco él estuviese aparentando con ella, sus sentimientos eran reales y su interés por Hyejin obviamente también. Más nunca imaginó encontrarse con una situación así, antes de llegar a Kima.
Así como tampoco lo consideró a él.
El vientre le dolía con sólo pensarle. Su cabello plateado volviéndose cotidiano en cada espacio de su imaginación. Y su bonita sonrisa provocando que el corazón quisiese salirse por su boca.
-¿Ya estás mejor? - le había preguntado el alfa aquel día. Ambos permaneciendo sentados frente a la playa y entre el bullicio del gentío-¿Lo he logrado no es así? Que olvidaras ese horrible recuerdo.
La risa de Taehyung le inundó los oídos, percibiendo su rostro caliente y no precisamente por el sol.
-Y-yo si... yo- y el peliplata rió con más fuerza, prácticamente limpiando una pequeña lagrima que asomó por el borde de su ojo izquierdo.
-Creo que sí - le dijo sonriendo y disfrutando del como el omega ruborizaba ante él.
-No hagas eso- respondió finalmente, frustrado de las propias emociones que Taehyung provocaba en él. Y que él aún intentaba comprender.
-¿Qué cosa? - preguntó Taehyung, no despegando sus ojos de los labios y mirada del omega- ¿Mirarte?
El corazón le latía fuerte, pareciendo que el cuerpo le temblaba al mismo tiempo que el retumbar de este.
-Sabes lo que estás haciendo. No eres un cachorro- y para Jungkook fue imposible no mirarle también la boca, como si un imán le atrayese hasta allí.
Tan magnético.
-No, claro que no soy un cachorro-le dijo riendo en burla -Pero no puedo evitarlo. Mis ojos siempre buscan lo que quieren.
Y los ojos de Jungkook chocaron por un instante con los del alfa, que parecían orgullosos de haber logrado aquella reacción en él. A lo que desvío su mirada nuevamente hacia el mar, mordisqueando su labio inferior de puro nerviosismo.
-No te haré nada Jungkook- dijo de repente a su lado- Jamás haría algo que un omega no quisiese, así que no debes temerme.
¿Temer?
Acaso...
-Hueles a miedo- el rostro de Taehyung había cambiado de uno emocionado, a uno preocupado y llamando a la prudencia. Su cuerpo tornándose tenso debido al aroma que desprendía el omega.
Y este quiso decirle que su temor no era debido a él, si no a su propio instinto.
Su propia necesidad.
Sus labios entre abriéndose para decir algo, cuando la voz del alfa le interrumpió sin esperarlo.
-Jungkook... -y era extraño pero el omega consideró que no había escuchado antes, aquel tono en Taehyung-Yo he deseado hablar de esto desde que has llegado a Kima, pero no sabía si esto sería prudente. Se que te han dañado y... -el le miró desorientado por sus palabras, distinguiendo la intranquilidad en su aroma -... es acerca de tu clan Jungkook. Acerca de Jeonu.
Y él corazón pareció habérselo detenido.
¿Acaso él?
Poniéndose rígido y con su respiración acelerada. Pretendiendo mantener la calma.
Debía hacerlo.
El alfa pasó saliva a traves de su garganta, esperando ordenar de forma correcta lo que quería decir- Tu familia, tus padres ¿sabes donde están Jungkook? - dijo con sutileza, pero sonando acelerada y a tropezones aquella información - Has llegado a Kima lastimado, pero no me has dicho que ha sucedido. Ni yo he deseado dañarte aún más con preguntas. Pero necesito saber que ha sucedido con tu clan para poder ayudarte.
Y una extraña sensación se le ubicó en la boca del estómago. Creyendo que iba a vomitar de pura angustia.
-Se que esto es difícil. No siquiera puedo imaginar lo que has vivido o el como te has sentido-el alfa continuaba pronunciando, ignorando el estado del omega- Es importante para nosotros saber todo lo que puedas decirnos, eres la única persona que puede ayudarnos y saber que ha ocurrido con tu clan Jungkook. Para que puedas regresar y logres encontrarte con los tuyos y...
Su boca se abrió veloz y casi con furia. Sintiéndose mareado por lo que sabía debía hacer. Enfrentándose en conjunto, a lo que su corazón indicaba que era lo apropiado.
Pero debía.
Claro que debía.
Por ellos lo haría una y mil veces.
Era su deber.
-Yo... yo no recuerdo nada.
Su saliva volviéndole la boca amarga, apenas y había soltado aquello.
Le había mentido.
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