𝗨𝗻𝗶𝗰𝗼


«Bienvenidos a todos los jugadores al cuarto juego, este juego se jugará en equipos de dos, encuentren una pareja con quien quieran jugar, cuando dos personas concuerden jugar y se den la mano se convertirán en compañeros, tienen un límite de 10 minutos para encontrar pareja.»

Toda los jugadores se miraron entre ellos, en especial un pequeño grupo de 10 que estaban jugando en equipo.

— ¿Que hacemos ahora?— Preguntó serio el pelinegro de cabello largo.

La chica rubia estaba a lado de su hermano mordió su labio inferior algo triste.

— Oigan, lo siento yo voy a ir con mi hermana...— Habló bajo un rubio y agarró de la mano a su hermana Emma.

— No te preocupes, cuídala ¿Sí? — Le sonrió un chico alto de cabello rubio que tenía un gran tatuaje en la cabeza y también le dedicó una dulce sonrisa a la chica, está se sonrojó levemente.

— Gracias.

El mencionado fue  hacia un chico pelimorado, que también lo estaba mirando.—  ¿Jugamos juntos?

— Claro.— Sonrió.

Takemichi miraba al dúo y se quedó asustado viendo todas las parejas,  pensando en que se iba a quedar solo.

— Oye compañero, ¿Jugamos juntos? — Le sonrió y takemichi abrió sus ojos con sorpresa pero  asintió mientras lloraba del alivio.

— ¿Por qué lloras ahora? — Se burló.

Y al lado de ellos estaba un pelinegro que miró a su chico del lado era un rubio de ojos celestes.

— Está bien, Koko.

— Muy bien Inui, me encargaré que ganemos.

El pelinegro de cabello largo se quedó algo serio y se separó del pequeño grupo, intentado buscar a alguien.

— Oye, ¿Jugamos juntos?— Habló una vos a sus espaldas.

Volteó y miró al chico era de cabello color negro y rubio, tenía un pequeño lunar abajo de su ojo derecho y lucia bastante tranquilo.

— ¿Y por qué? — frunció el seño.

El contrario lo miró con vacilé.— ¿Piensas rogarles para que jueguen contigo? Que patético.

— Lo patético sería perder.

— Juega conmigo, me aseguraré de que ganemos.— Pronunció tranquilamente.

— ¿Y cómo?

— No importa lo que tenga que hacer.— Le aseguró.

— ¿Por qué quieres jugar conmigo?

— Porqué me ayudaste en el juego pasado, ¿Lo recuerdas? — Sonrió con simpleza y el pelinegro lo miró con duda.

— Eras el único que iba a aceptar, no te creas la gran cosa.

— Pues digo lo mismo. — Le ofreció su mano y el chico lo miró desconfiado pero aceptó.

«Todos los jugadores sigan al personal a sus posiciones del juego»

— Inui, no estés nervioso, ganaremos si trabajamos juntos.— Le dijo con confianza e Inui solo asintió.

Todos seguían a los hombres disfrazados de rojo, estos se detuvieron al igual que los jugadores.

«Ahora cada jugador debe tomar una bolsa»

Los enmascarados extendieron sus brazos y les dieron a escoger una pequeña bolsa  a cada equipo.

«Cada bolsa contiene diez canicas dentro, porfavor verifiquen el número.»

— Creo que vamos a jugar a las canicas. — Le informo el chico alto al pelimorado.— ¿Sabes jugarlo?

— Sí y era muy bueno.— Sonrió.

La otra pareja de hermanos se miraron entre sí y se sonrieron.

— En esto somos muy buenos ¿Te acuerdas, Emma?

La chica rio.— ¡Claro que sí, lo jugábamos todos los días!

Mikey le sonrió con melancolía.

— Oye.

— Dime.

— Hagamos una promesa.— La chica lo miró dudosa y este le mostró su meñique.— Prometamos que estaremos juntos hasta el final y así curar a nuestro abuelo y a Shinichiro.

Emma lo miró con cariño  y aceptó gustosa, haciendo así una pequeña promesa de meñique, que representaba todo el amor y aprecio que se tenían ambos.

— ¡Vayamos por todas las canicas de este barrio!— Vociferó con alegría.

«Con las diez canicas de su bolsa se enfrentarán con su compañero que eligió, el que tomé las diez canicas de su compañero se convertirá en el ganador»

Al instante la expresión de alegría que mostró el chico cambio por una asustada y miró a su hermana quien no sabía cómo reaccionar.

Takemichi miró con miedo a su amigo y este también lo miró con una expresión confundida y frustrada.

Por otra parte Koko miró a Inui confundido y el otro como respuesta  solo suspiro.

Al escuchar las indicaciones el chico de hebras negras con rubias volteó para ver a su compañero que mostraba completa frustración y prefirió no decir nada.

« Solo tienen 30 minutos, que comience el juego»

— ¡ No me jodan, quiero cambiar de equipo! — Gritó con furia hacia uno de los enmascarados que los estaba vigilando, agarró con brusquedad el cuello del hombre.— ¡Es mi hermana, no puedo competir con mi hermana!

— ¡Mikey, cálmate! — Reprochó la chica cosa que hizo que el menor lo soltara y voltee a verla completamente destruido. Sus facciones estaban fuera de si, estaba completamente pálido.

El corazón de Emma apretó fuertemente y por inercia lo abrazo.

— No puedo competir contigo, eres mi hermana...— Le susurró correspondiendo su abrazo.

La chica evito llorar con todas sus fuerzas, no podía verse débil en una situación como está de respuesta abrazó con más fuerza a su hermano

...

—Yo...

El chico lo interrumpió.

— Juguemos a lanzar las canicas...

Draken agachó su cabeza con tristeza

—  ¿ Al menos me dirías tú nombre y el por qué estás aquí?  — Sonrió con tristeza.— Total uno de nosotros debe morir...

El alto tragó saliva. — Ken ryuguji, pero llámame Draken.— Miro de reojo al hombre de rojo y soltó un suspiro.— Estoy solo, no tengo a nadie, supongo que por eso estoy aquí ¿Y tú?

— Takashi, Takashi Mitsuya.— Apretó sus labios con fuerza.— Yo estoy por mis hermanas... Soy lo único que tienen, mi madre está enferma le detectaron cáncer.— Miró el techo un momento y sonrió al pensar en su familia.— No quiero dejarlas solas...

...

— Tenemos que jugar.

— No puedo...

— ¿Quieres que ambos acabemos muertos? Debemos jugar.

Koko lo miró con enojo e Inui solo asintió con tristeza.

— Par e impar ¿Estás de acuerdo?

— Sí...

...

— Oye Takemichi, no te asustes, ¿Está bien? Voy a estar contigo — Sonrió.

— ¡Pero no quiero que mueras!

Chifuyu lo miró con cierta tristeza e intentó ignorar el comentario de su amigo.— Nunca me has contado porque estás aquí...

Takemichi lo miró con sus ojos llenos de lágrimas.

— Yo vine porque tengo que salvar a alguien, necesito ese dinero para salvar a la persona que más amo, sufrió un accidente y ahora estoy endeudado, mis padres están en otro país y estoy solo...

— Vaya... ¿Debes ganar como sea, verdad?

Takemichi agachó la cabeza y asintió.

— ¿Y tú, por qué estás acá?

— Bueno... Estoy completamente endeudado, me amenazaron con matarme si no les pago.— Le sonrió.— Estoy aquí porque quería  escapar de mi muerte.

...

Se recostó en una escalera y suspiró cansado.

— Ninguna guerra se compara en nada con esto ¿No crees?

El azabache ignoró su pregunta. — ¿Que deberíamos jugar?

— Que frío eres.— Se recostó entre piernas y miró al chico. — No eres de Tokyo ¿Eres emigrante, verdad?

— Ya para con tus idioteces.— Gruñó.— Que vamos a jugar dime.

El chico sonrió y suspiró.— Es que yo tampoco sé.— Soltó una pequeña carcajada haciendo que el otro lo mire mal.— Dijieron que podíamos hacer nuestras propias reglas, déjame pensar en qué.

El joven aún recostado en la pared cerró sus ojos y suspiró nuevamente.

...

— Par o impar.— Extendió su brazo.

— Impar.— Ambos mostraron sus manos.

El pelinegro lo miró asustado y el rubio solo atinó aguantar no soltar algún sollozo.

— Toma.—  El pelinegro le dió tres canicas.

...

— ¿Te parece que lo terminemos solo en una ronda? — El pelinegro lo miró confundido y su compañero sonrió.— Hay que apostar todo, no quiero estar como ellos. — Señaló con su dedo a otro par que estaban jugando tirados en el piso.— Prefiero platicar.

— Oye, ¿que vamos a jugar? — Refutó con enojo.

— ¿Por qué la desesperación?— Se burló.— ¿Tienes prisa por matarme?

El otro chico solo lo miró incrédulo por aquella clase de broma que hizo.

— Jugaremos una sola ronda, así nos quedará más tiempo, lo dejamos al final.— Le explicó.

— ¿Y que vamos a hacer de mientras?

— Ya te dije.

— ¿Platicar de qué?

— De lo que no podemos decirle a otros, de igual manera uno de nosotros va a morir, no importa que digamos.— Apretó sus labios y lo miró.— No tendremos que volvernos a ver jamás ¿No crees?

...

— Oye, Mikey, mírame.— Lo agarró de las mejillas.—Todo estará bien.— Sonrió, no quería preocuparlo.

El chico lo miró asustado y cerró sus ojos con pesar.

— Emma, ¿Te acuerdas cuando te caiste en el parque y te lastimaste la rodilla? En ese entonces tuve que llevarte alzada en mi espalda.— Sonrió con melancolía y se soltó del agarré de su hermana.

— O cuando Shinichiro nos compró helados y te los comiste todo tu solo.

— ¡Hacía calor! — Se justificó.

La rubia rodó sus ojos. — ¿Te acuerdas cuando me salvaste de unos niños bravucones cuando tenía seis años?

— ¡Sí, les di su merecido, nadie se mete contigo!

— Recuerdo que desde ese día empecé a practicar karate.

— Sí...

La rubia miró el reloj, aún quedaban 20 minutos.

...

El rubio había ganado en casi todas las partidas que habían hecho por el momento.

Koko miró sus canicas, aún le quedaban 4.

Inui lo miró con tristeza.

— Te toca.

— No quiero hacer esto contigo.— Suspiró y miró al hombre de rojo — Señor, quiero cambiar de equipo.

— ¡Deja de decir tonterías y tómalas! — Gruñó el pelinegro.


...

Draken trago saliva, Mitsuya había perdido bastantes veces.

— ¿Cuántas canicas te quedan?— Preguntó.

— Tres.

Draken miró hacia otro lado, evitando chocar con los ojos de su amigo.

¿Qué debía hacer? No quería que Mitsuya muera.

...

Inui lo miró con dolor y Koko simplemente atinó a mirarlo mal, este vio que solo le quedaba una canica.

— Maldito... ¿Estás haciendo trampa, no es así?

— ¿De que hablas? — Lo miró confundido.

— Entonces explícame esto, las probabilidades son 50 y 50, esto no tiene sentido.— Soltó con furia.

— No es cierto, yo no he hecho nada.— Se soltó del agarré asustado.

Ambos se quedaron de pie y el azabache le agarró del cuello.— ¡Eres un idiota, me engañaste!

Koko soltó al rubio lentamente al sentir una pistola en su cabeza.

...

— ¿De dónde eres?

— De Japón.— Contesto algo incómodo.

— ¿Por qué viniste aquí desde Japón?

— Creí que aquí estaría mejor.

— ¿Eso crees? ¿Mejoró algo?

El azabache evitó responder su pregunta con cierta tristeza.

— ¿Y tu familia, está aquí también?

El silencio reino por unos segundos, el chico del lunar lo miró con curiosidad.

— No, estoy solo.

— ¿Y tus padres?

— A mi papá lo dispararon mientras iba al hospital para ver a mi mamá, mi mamá está con diabetes, se desmayo mientras cruzábamos las fronteras, nos enviaron de vuelta, al poco tiempo tuve que escapar de nuevo para conseguir un empleo, lo necesito para el tratamiento de mi madre.

...

Chifuyu miró el reloj, 14 minutos.

— Takemichi, sabes me caes muy bien, me hubiera encantado poder hablar más contigo, no sé tal vez seríamos mejores amigos.— Sonrió al pensar todas las cosas que hubieran podido hacer juntos.—Saldríamos a ver películas, estaríamos toda la tarde jugando videojuegos o leyendo algún manga.

Takemichi empezó a llorar débilmente. — Yo también quisiera eso, Chifuyu...

El chico soltó una carcajada.

— ¿Ahora por qué lloras?

El chico aún con lágrimas en los ojos lo miró incrédulo por tal pregunta cosa que lo hizo soltar otra risa.

—  Al veces me preguntó cómo es que llegaste a este punto.— Sonrió.

Takemichi sonrió decaído.— Todo fue gracias a qué ese chico rubio que estaba con ese azabache me salvó de casi caerme, en el primer juego.

— Claro.— Sonrió.

Takemichi se mostró nuevamente decaído.

— ¡Vamos amigo, porfavor no te deprimas!— Intentó animar inútilmente, Takemichi empezó a llorar.

— ¡Takemichi!— Gruñó.— ¿Es que acaso no quieres salvar a la persona que amas? — Lo miró con enojo, no quería que su amigo llore de esa manera.

— Es que... Eres mi amigo ¡Eres importante también!

...

— Si sales vivo y con mucho dinero ¿Que vas a hacer?

El pequeño sonido del reloj sonaba por todo el lugar.

— Primero iría nuevamente a Japón y le pagaría el tratamiento a mi mamá también compraría una casa para poder vivir tranquilo, junto a ella.

El chico soltó una carcajada incrédulo.— Oye, con todo ese dinero puedes hacer muchas más cosas, ¿No tienes algún sueño? ¿Cómo viajar algún lado o tal vez comprar algo?

El azabache miró el suelo unos momentos.

— Una tienda de mascotas...

— ¿Una tienda de mascotas? — El contrario asintió.

— Cuando era más niño siempre me gustaba jugar con los gatitos y perritos de la calle, siempre me llamó la atención...

El chico sonrió con ternura.

— Tienes que soñar con cosas más grandes, por ejemplo ir algún lugar, con ese dinero podrías vivir sin trabajar hasta que te hagas viejo, podrías ir a New York, dónde estaría el central park de Jessie.

El chico volteó con duda.— ¿Jessie?

— ¿Nunca has visto esa serie? La niñera que cuida a unos niños multimillonarios.— Le sonrió.— ¿No la viste?— Pregunto incrédulo.

Negó lentamente.

— ¡Oye! ¡Estás muy perdido, cuando salgamos de aquí, te enseñaré a ver esa serie y a gastar mucho dinero por Tokyo, si quieres hasta re acompañaría a Japón! — Exclamó entusiasmado.

Y el azabache volteó con tristeza, al contrario le costó unos segundos entender lo que había dicho y esa pequeña sonrisa de la cara se le borró.

— Cierto, no podemos salir de aquí juntos...— Mordió sus labios y sonrió algo deprimido.

...

El chico se puso de rodillas y empezó a llorar.— Lo siento mucho Inui, lo tomé mal pero no puedo morir así, si muero aquí Akane y mi familia morirán.

El rubio lo miró con lastima. — Lo siento Koko, lo siento mucho, yo también quiero que mi hermana viva pero mi familia me necesita.— Empezó a llorar igualmente.

El chico agarró de las manos al rubio.

— Si me ayudas habría una forma en que ambos podríamos vivir, llegaste hasta aquí gracias a mí.— Le echó en cara.— Mi plan nos ayudó en el juego de la cuerda, vigilamos juntos por toda la noche y justo antes de este juego prometimos salir de aquí juntos en este juego.

Inui asintió con lágrimas en los ojos.

— Así que porfavor, ayúdame.

— ¿Cuál es tu plan?

...

— Haremos esto, fingiremos jugar, pondré seis canicas, dirás qué saqué par y ganarás, sencillo.

La oji miel lo miró y trató de ignorar lo que dijo su hermano. — Mikey, sabes, me di cuenta que hace bastante no te he dicho lo mucho que te amo.— Le sonrió con tristeza y cariño, fue hasta el y lo abrazó nuevamente, Mikey se quedó algo sorprendido pero correspondió el abrazó.

— Yo también te amo...— Susurró débilmente.

— Gracias por todo.— Se separó de él y le dió un pequeño beso en su frente.— Cuida de Shinichiro y del abuelo ¿Sí?

Lo miró con todo el cariño del mundo.

— Oye...— Le hablo asustado.— ¿Que vas a hacer?

— ¿Podrías decirle a Draken que me gusta?

— Que dices, idiota, le dirás tú misma.— La regañó con miedo.

La rubia agarró las canicas y sonrió.

...

La canica no cayó en el agujero, y Draken sonrió.

— Oye, maldita sea, ¿Estás jugando mal a propósito? ¿Por qué de la nada estás perdiendo todo? — Le reclamó con irá. — ¿Cuántas canicas te quedan?

— Una.

Mitsuya tragó saliva.— Por favor no hagas esto, no tires la canica.

— Mitsuya, porfavor sobrevive.

...

— Mi plan es que en algunos equipos no podrán tener un ganador a tiempo.

— ¿Por qué no?

— Por la regla, "La persona que gana las canicas de su pareja en treinta minutos gana" Así que piénsalo, no todos los equipos tendrán ganador.

Inui lo miró algo desconfiado.

— Cree en mí, estoy seguro que abran equipos que no habrán ningún ganador, ¿Elimimarán a todos los equipos? Eso no tiene sentido deben decidir.

El chico asintió con duda.

— Cuando pase nos dejarán jugar en equipos, cada equipo dejarán juntar sus canicas y jugarán contra el otro con veinte canicas cada uno.— Le tocó el hombro con confianza.— Podemos jugar como equipo, tal como lo planeamos desde el principio, vamos a dejar juntos este lugar.

Ambos se miraron entre sí pero el sonido de la pistola acabando con la vida del jugador los sobresaltó.

«Jugador 414, eliminado»

— Dime la verdad ¿Podrías hacerme eso?

El chico lo miró sin saber  que responder.

...

«Jugador número 2, eliminado»

— Antes de venir aquí, ¿Habías visto alguien muerto?

— Hubo una epidemia en mi pueblo, todo estaba completamente descontrolado...— Soltó con tristeza.— Mi tío, mi tía y una mascota mía...— Contó seriamente.

Por unos cuantos segundos se quedaron callados.

— Oye, no es por ofender pero tus historias dan miedo.— Soltó para aligerar el pesado ambiente que se estaba formando entre ellos, se rió algo nervioso.

— ¿Y tú, habías visto uno?

El semblante del chico se puso algo sombrío.

— La primera persona fué mi mamá, un día volví de la escuela y estaba muerta tirada en el suelo de la casa. Junto a ella estaba mi supuesto padre con un cuchillo.— Agachó su cabeza. — El próximo muerto fue mi padre y la que estaba junto a él con un cuchillo, fuí yo. El era trabajador de oficina y siempre nos golpeaba a mi y a mi madre, nunca nos quiso... — Confesó más para si mismo con tristeza al recordar todo lo que pasó.

...

— ¿Estás seguro de que ambos podemos ganar? — El contrario asintió desesperadamente.

— Escúchame primero y dime si no te gusta el plan, si haces eso te daré mi último canica, para que no te sientas culpable de mi muerte.

— Dime, ¿Cuál es tu plan?

— No nos queda mucho tiempo, dividámonos y veamos cómo están los otros equipos, encuentra que sean jugadores muy jóvenes o muy viejos y te contaré mi plan.

— ¿Su edad? — Le susurró algo confundido.

— Sí, eso es lo importante, averigua si son jóvenes.

— Tu  ve por aquel callejón, yo iré por el otro lado.

— De acuerdo.— Se levantó, cuando estaba por marcharse el pelinegro lo detuvo.

— Inui, tu bolsa, es peligrosa llevarsela de esa forma, todo podría pasar, estamos condenados si la pierdes ¿Oíste?

Inui lo miró extrañado y el contrario extendió su mano para que le diera la bolsa. El rubio se lo dió lentamente y el contrario le dió pequeñas palmaditas en la espalda. Se quitó la camisa y empezó a cortar un pedazo.

...

— ¿Y si sales con el dinero, que harías?

El joven miró el techo y sonrió.— Ni siquiera lo había pensando, cuando me liberaron afuera de prisión alguien me esperaba, pensé que sería un cobrador para decirme la deuda de mi padre pero me dió una tarjeta, la de aquí... Vine porque no tenía a dónde oír.— Hablo bajo.— Por eso no pensé en que podría hacer.— Al instante volvió a sonreír y miró al azabache.— ¿Quieres que vayamos juntos a New York?

El chico solo lo miró algo deprimido.

— Perdón.— Sonrió con tristeza.

— ¿Somos como hermanos, no es así? Mi gran amigo — Sonrío y sin dejar refutar a su amigo lanzó mal la canica.— Gracias por todo Mitsuya, fue todo un placer haber jugado contigo.

El pelimorado empezó a llorar y su compañero le agarró de los hombros, lo miró con cariño y lo abrazó.

— Todo estará bien.— Dió pequeñas palmaditas a su espalda reconfortandolo, Mitsuya no podía parar de llorar.— Gana por tus hermanas y por tu mamá ¿Sí?

El chico asintió y el alto le sobó la cabeza.

— Oye.

— Dime.

— Si ves a Emma, ¿Podría decirle que me gusta?

El pelimorado se soltó y lo miró con dolor.

— No te preocupes, se lo diré, Gracias.— Le dió una última sonrisa y se volteó, a su lado pasó el hombre enmascarado, sus labios temblaron.

Camino lentamente para irse del lugar.

Sus ojos se cerraron con fuerza al escuchar el sonido de la bala acabar con la vida de Draken y puso todo de su parte para aguantar las gana de derrumbarse ahí mismo y empezar sollozar nuevamente.

« Jugador 30 eliminado»

Caminó hasta la salida.

Tenía que ganar el juego, por Draken, por sus hermanas y por su mamá.

...

El pelinegro saco la bolsa de la polera y se la dió al chico, con una pequeña sonrisa, había hecho la bolsa como un pequeño collar.

Inui sonrió, sintiéndose estúpido al pensar que su amigo lo engañaría.

— Listo, ahora sí es mucho más seguro.

Koko miró el reloj, 7 minutos.

— Nos vemos aquí cuando falten tres minutos, entonces te diré mi plan.

El azabache vio como su amigo se iba alejando y se dirigió al hombre enmascarado.

— Tengo 20 canicas.— Le mostró la pequeña bolsa.— La regla que dijieron era que obtener las canicas de mi rival jugando algún juego sin usar violencia.

Por otra parte el rubio estaba contando desesperado a los jugadores, pensando que todo estaría bien y haría equipo con Koko.

«Tienen tres minutos para terminar»

Al instante fue corriendo hasta el punto de encuentro.

El pelinegro suspiró débilmente, sintiéndose la peor basura en esos momentos.

El enmascarado agarró las canicas.

El chico miró nuevamente hacía el reloj, solamente quedaban 5 minutos.

— ¿Par o impar?

— No quiero...

— Takemichi, ¿Par o impar?— Gruñó.

— Par...

Miró con temor al chico, y este le esbozo una sonrisa, le mostró 6 canicas en su mano.

El rubio empezó a temblar sin saber que decir, el contrario le extendió su mano como despedida y Takemichi lo miró desesperado.

— Vamos, acepta.— Su sonrisa se amplió.

El hombre de rojo fue hacia ellos, los labios de Takemichi empezaron a temblar,  aceptó la mano de su amigo.

— Oye compañero, ¿Sabes? Con el poco tiempo que te conozco siento como si fueras mi mejor amigo.— Le sonrió con cariño y el contrario no pudo evitar soltarse a llanto.— Muchas gracias por todo, Takemichi, gana y salva a la persona que amas.— Sonrió levemente al sentir como el hombre lo apuntaba con la pistola en la cabeza, el rubio soltó la mano del chico y le dedicó una última sonrisa.— Fue un gusto haberte conocido.

Takemichi se volteó con lágrimas aún en los ojos pero se detuvo   al escuchar el sonido de la bala quitar la vida de su amigo a sus espaldas.

« Jugador número 76, eliminado»

— Jugador número 456, sígame...

Su corazón se destrozó, con lágrimas en los ojos empezó a maldecir internamente, por dejar que su amigo muera.

— Te lo prometo Chifuyu, ganaré este maldito juego.

  ...

El azabache se levantó de aquella escalera, por todo el lugar se escuchaban balazos cosa que lo hizo temblar levemente, miró a su compañero.

— Hay que jugar.— El contrario le ofreció una pequeña sonrisa y asintió.

Ambos se levantaron y se ubicaron cada uno de lado.

— Quien lance una canica más cerca de ese muro será el ganador.— Lo miró con una pequeña sonrisa.— ¿Está bien?

Asintió sin decir nada.

Ambos se quedaron en silencio por unos segundos.

— Baji, Baji Keisuke.— Soltó de repente.

— ¿Cómo?— Preguntó algo confundido.

— Así me llamo, Baji Keisuke.

El contrario sonrió complacido.

— Keisuke.— volteó a mirarlo con una amplia sonrisa.— Lindo nombre.

El azabache también volteó y ambos se miraron fijamentem— ¿Y el tuyo?

— Kazutora. — Contestó al instante.

— ¿Y tú apellido?

— Hanemiya.— Habló algo incómodo sin sacar la sonrisa que lo caracterizaba.— Pero prefiero decir que no tengo apellido.

Ambos voltearon nuevamente viendo la pared.

— ¿Quien inicia?

— Tira primero, tu número está antes. — Lo miró y cambio su  expresión a una algo depremida pero se volteó al instante, no quería que Baji lo viera así.

Quería escaparse del lugar, salir corriendo junto a Baji pero eso sería imposible y demasiado egoísta, la madre de Baji lo esperaba.

Dió un paso atrás, dejando al azabache lanzar la canica.

El rubio busco por todos lados confundido y sin querer pensar mal de su amigo.

— ¡Koko, Koko! — Menciono repetidas veces su nombre.— ¿Dónde estás? — Siguió buscando con la mirada.— ¡Koko!

El pelinegro se detuvo al escuchar la voz del rubio. Inui lo miraba con tristeza, bajó su cabeza y reviso la bolsita que traía en su cuello, se quedó petrificado al ver que solo habían rocas pequeñas. Miró a su costado dónde había unos floreros contenidos de dichas piedras. Las lágrimas no tardaron salir de sus ojos verdes azulinos.

Sintió desde atrás que lo apuntaban con una pistola, sus labios temblaron y lágrimas cayeron de sus ojos sin poder detenerlas.

— ¡Cuida de Akane y de mi padre, por...

No alcanzó a acabar la frase.

Se escuchó la bala acabar con la vida del chico.

El pelinegro se sobresaltó y apretó los puños con fuerza.

«Jugador 199, eliminado.»

Cerró sus ojos y salió del lugar firmemente, tratando de no pensar que había traicionado a su amigo, a su amigo de infancia.

« Todo es por Akane, necesito ese dinero.»

— ¡Impar!— Gritó la chica para que el hombre enmascarado escuché.

Mikey quien tenía su mano extendida mostrando sus canicas, quedó helado. Emma sonrió.

El hombre enmacarado los miró y Mikey intentó protestar pero Emma siempre tenía la maldita palabra, ella nunca le decía lo que haría, se supone que es mayor que ella, el debía salvarla.

— ¡Maldita sea, es mi hermana, te lo ruego!— El chico se arrodilló al hombre.— ¡Mátame a mi, no a ella! — Gritó desesperado el hombre lo empujó con fuerza, chocó con fuerza  en el suelo.

— Mikey, cuida de todos ¿Sí? Te amo.— Le dedicó una sonrisa, su última sonrisa y vió como dispararon a su hermana frente a sus ojos.

— ¡Emma! — Gritó desesperado, yendo hacia el cuerpo sin vida de su hermana, el hombre lo detuvo, este empezó a forcejear pero se detuvo al sentir una pistola en su cabeza.

— Puede retirarse.— Los ojos del chico se abrieron.

«Jugador número 30, eliminado»

" ¿Emma si me amabas, por qué me dejaste, por qué hiciste eso?"

Empezó a llorar y temblar como si de un niño pequeño se tratase.

El hombre tocó su hombro e hizo una señal para que lo siguiera.

Mikey aún aturdido lo siguió, quería ver denuevo a Emma, quería voltearse y abrazarla nuevamente.

Si él perdía Shinichiro también moriría y su abuelo igual, mordió su labio, evitando soltar algún otro sollozó, todo su cuerpo temblaba.

Tenía miedo pero debía ganar...

Baji lanzó la canica, volvió hacia atrás y miró a su acompañante, dándole a entender que era su turno.

El otro de respuesta asintió y suspiró.

El azabache le dió su espacio, Kazutora se agachó y se quedó pensando por unos segundos, miró la pequeña canica y sonrió dolorosamente.

Soltó la canica.

Se levantó nuevamente y Baji lo miró aturdido, sin entender porque había hecho eso y se acercó con enojo.

— ¿Qué haces? — Gruñó y lo acorraló hacia la pared.

— Yo perdí.— Dijo con simpleza.

— ¡Mierda! ¿¡Por qué estás haciendo esto!?— Sacudió el cuerpo de Kazutora.

— Esa canica se me resbaló.— Hizo un pequeño berrinche y el contrario lo miró con frustración e incredulidad.

— ¿Esto era?— Lo miró y apretó sus puños — Lo que querías hacer desde el principio.— Lo empujó nuevamente con fuerza, Kazutora lo  miraba sin expresión alguna.— ¿Piensas que voy a agradecerte?—Soltó con irá.— Tira otra vez.— Ordenó.

— Aunque lo hiciera no podría ganar, ¡hay ya déjame perder a mi manera! — Le dijo infaltilmente.

— ¡Ya basta con está estupidez y tira esa canica! — Le suplicó aguantando las ganas de llorar.

— No tengo nada.

— ¿Qué? — Frunció sus cejas.

— Tú tienes una razón para salir de aquí.— Le dijo apretando sus labios, controlando sus ganas de llorar.— Yo no.

Los labios de Baji empezaron a temblar al escuchar tal confesión.

Se había encariñado con Kazutora.

— ¿Si llego a ganar que haré? Lo estuve pensando desde que me lo preguntaste, no importa cuanto lo piense, no hay nada.— Mostró una pequeña sonrisa con tristeza.— Tu tienes una buena razón para irte de aquí.

Sin darse cuenta las lágrimas bajaron de los ojos del azabache, Kazutora lo miró con tristeza.

— Por favor debes salir vivo y luego salva a tu mamá, vivan una vida tranquila en Tokyo.— Sonrió.— Consigue trabajo en una tienda de mascotas, tal como lo querías.

Baji lo miró frustrado, volteó y miró como ese hombre de rojo venía hacia ellos.

— ¿Por qué eres tan injusto? — Soltó con enojo y tristeza.— Maldita sea. — Intentó controlar sus lágrimas, este miró nuevamente a Kazutora, le dedicó una dulce sonrisa sincera.

Tragó saliva, iba a extrañar a ese idiota.

Intentó salir de aquel lugar, siguió al hombre de rojo.

— ¡Keisuke! — Gritó.— El chico se detuvo sin voltearse, estaba devastado, su cuerpo temblaba, tratando en vano de controlar sus lágrimas.

Kazutora sonrió débilmente, intentó controlarse y evitar soltar alguna lágrima, cosa que fue en vano.

— ¡Gracias, — Sonrió sinceramente.— Por jugar conmigo!

El sonido de la bala acabando con la vida del chico lo hizo temblar, cerró sus labios con fuerza, y sin poder evitarlo empezó a llorar.

"Tengo que ganar" pensaba el azabache con lágrimas en los ojos.

Pese a todo, aún tenía que salvar a su madre y lo haría a cualquier costo, Kazutora dió su vida por él así que sobreviviría sí o sí.

Relación Uno:  Koko e Inui

Me dolió hacer que Koko traicione a Inui pero siento que está relación les quedaba muy bien.

— La historia de ellos es casi igual a la del canon, simplemente que ahora en ese accidente había muerto la madre de Inui, Akane estaba en coma y el papá no tenía dinero para pagar esa operación. Al principio me guié de la relación del prota (El juego del Calamar) con Sang-Woo pero al final sentí que les quedaba más la relación de Sang-Woo y Ali.

— Ninguno de ellos sabía que estaban ahí, ya que se habían separado al estar ocupado en cada problema personal, lo único que los unía era Akane, se sorprendieron al verse en el juego uno, ahí empezaron nuevamente a hablar sin necesidad de mencionar a Akane, exceptuando el final.

Koko:

—En este caso Koko no logra meterse al mundo de las pandillas ya que recibe la tarjeta de invitación a tiempo.

— Tiene 17 años, es está historia Akane tiene 22 años.

— Estaba amenazado de muerte ya que estaba empezando el mundo de la ilegalidad.

—  El está porque quería salvar a Akane sin importar el costó y por las deudas también.

Siento que el morirá en el juego cinco, no aguantaría la culpa y decide acabar con su vida, o quizá muere también por traición.

Inui:

— Igualmente el estaba desesperado, su padre estaba cayendo en la depresión, también necesitaba el dinero para la operación de Akane y poder mandar a un psicólogo a su padre.

— Tiene 17 años.

— Salvó a Takemichi en el juego de Luz roja, Luz verde.

— No tenía muchas amistades, hablaba un poco con Takemichi, Draken y Emma. (Koko no cuenta.)

— Tuvo que hacer equipo con, Baji, Kazutora, Draken, Mitsuya, Emma, Mikey y Koko, para el juego de las sogas.

— No conoce a Shinichiro.

—  Cuando murió le dijo a Koko. "Porfavor cuida de mi padre y de Akane"

Relación Dos: Draken y Mitsuya.

La historia de ellos me inspiré básicamente en el viejito y el prota, más en el final, ya que me pareció muy dulce de parte de Draken querer consolar a Mitsuya.

— Ellos fueron más como casi hermanos, se conocieron apartir del juego uno, junto con Mikey, Emma y Baji.

Mitsuya:

— Tiene 17 años, estaba practicando para ser un diseñador.

— Sus hermanas están siendo cuidadas en un albergue, su madre está siendo cuidada con su seguro médico pero necesitan hacer la operación cosa que si le están cobrando al igual que el medicamento.

— Probablemente el habría hecho una promesa con Mikey, Baji y Takemichi. " Si alguien sobrevive tiene que cuidar a la familia del otro"

— Morirá en el juego número 5 igualmente, lo más probable es que empiece a llorar por sus hermanas, pero confía plenamente en sus amigos y sabe que ellas estarán a salvó, confía en que uno de sus amigos viva.

— No quería morir.

Draken:

— Tiene 18 años.

—  Conoció a Emma en el juego número uno pero la empezó a conocer mejor en el juego número dos, ambos hicieron vigilancia toda la noche, Draken pensó que Emma era casi un ángel ya ella ella era muy amable y cariñosa con todos.

— Draken sospechaba que Emma estaba muerta, ya que sabía que Emma no iba a dejar que Mikey muriera.

— Lo más probable es que ambos(Draken y Emma) se hayan reencontrado en el más allá.

— Draken conoció a Mitsuya gracias a Mikey, ambos empezaron a llevarse muy bien, por eso eligieron ser compañeros de equipo.

— Draken sigue admirando a Mikey y siempre lo hará, a pesar de que no se conocían mucho, le gustaba su carácter de líder aunque al veces se comportaba infaltilmente.

— Se dejó ganar ya que el no tenía ninguna razón de seguir vivo. Como dije el sospechaba que Emma haya muerto.

— Actuaba serio con Emma ya que el no quería que la rubia se enamore de el ya que sabía perfectamente que fácilmente el podría morir.

— El no jugó con Mikey porque quería que este cuide de Emma, confiaba plenamente en el.

— Nunca supo los sentimientos de Emma hacia él, pensó que no sentían lo mismo.

— Quería con todas sus fuerzas que Mitsuya pudiera ganar.

Relación Tres: Takemichi y Chifuyu.

Está relación la saqué de mi imaginación, supongo, ya que no me guié de alguna pareja de la serie tal vez un poco de la pareja de chicas pero no demasiado, la verdad.

— Takemichi y Chifuyu se conocieron a mitad del juego dos.

— Ambos se llevaron muy bien, hasta tenían el mismo gusto en mangas.

— Se sentían muy cómodos juntos, ambos se querían como mejores amigos en el poco tiempo que se conocieron, aunque ambos sabían que no debían encariñarse demasiado.

Chifuyu:

— El prácticamente no tiene a nadie, su madre y su padre fallecieron cuando el tenía 14 años.

— Tiene 17 años.

— Cuando conoció a Takemichi sintió como si lo hubiera conocido desde hace mucho tiempo atrás.

— Sabe de la existencia de Baji pero con el no habló mucho.

— Le cae mal Koko, dice que el no es una buena. Con eso hace referencia a qué el traicionó a Inui.

— Ambos jugaron justamente, aunque si Takemichi no hubiera acertado igualmente Chifuyu se hubiera dejado matar.

Takemichi:

— Está ahí por Hina, ella sufrió un grave accidente, y necesita dinero, sus padres se mudaron a otro país y lo dejaron solo, Hina lo ayudó a superar todos sus problemas, el la ama demasiado.

— Tiene 18 años.

— Le cae muy bien Mikey, más también le tiene mucho miedo.

— La hermana de Mikey lo había empezado a coquetear solo para dar celos a Draken, cosa que no funciono.

— El ganó el último juego, se tuvo que enfrentar contra Mikey.

— Takemichi deverdad quería con todas sus fuerzas que Chifuyu sobreviviera.

— Ayudó a la familia de Baji, Mikey y Mitsuya.

— Takemichi lloró demasiado al ver cómo Baji se desangraba lentamente, sin poder hacer nada.

— Se sintió una completa basura cuando peleó con Mikey y lo asesinó.

— Takemichi logró salvar a Hina.

— Lloró demasiado al ver el cuerpo sin vida de Mikey.

Relación Cuatro: Mikey y Emma.

Está relación tampoco me guié en alguien en específico, aunque quería representar todo el cariño y amor que Emma le tenía a Mikey al igual que Mikey al querer ir a abrazar el cuerpo de su hermana sin vida.

Espero haberlo hecho bien <3

— Ambos son hermanastros pero se aman como hermanos igualmente, ya que fueron criados desde pequeños con Shinichiro y su abuelo.

— Shinichiro había caído con cáncer pulmonar ya que fumaba mucho y no cuida de su salud, el abuelo estaba cada vez mayor y necesitaba una operación a la columna, Shinichiro al pulmón.

— Ambos hermanos discutieron sobre quién iría ya que el hombre de la tarjeta los encontró cuando ambos iban a comprar medicamentos, el hombre le dijo que podían ir los dos, Mikey al principio se negó a dejar que su hermana vaya.

— Su familia no era muy estable, los únicos que aportaban dinero era Mikey y Shinichiro. Emma aún era estudiante de Bachillerato (4to de Secundaria)

Mikey:

— Tiene 17 años

— Se sintió culpable por la muerte de su hermana.

— Mikey se quedó aturdido cuando Emma le gritó al hombre de rojo y cuando quiso protestar fue muy tarde.

— Mikey entró en leve depresión desde el momento que murió Emma, sintiéndose culpable y la peor basura al dejar que su hermana muera por él.

— No pudo cumplir la promesa que le hizo a Draken sobre proteger a su hermana.

— La noche en que murió Emma, no durmió, lloró toda la noche.

— Se había encariñado con Takemichi y le dolió saber que se iba que enfrentarse con el a muerte.

— Cuando murió sus últimas palabras fueron:

"¿Emma, lo hice bien?" con una sonrisa en la cara y lágrimas cayendo por sus mejillas.

Emma:

— 16 años.

— Cuando supo que debía enfrentarse a Mikey estaba completamente asustada, no quería morir pero no le importaría si iba a dar la vida por su hermano.

— Murió feliz queriendo que su hermano sobreviva.

— Le gusta Draken.

— Le caía muy bien Takemichi, Inui, Baji, Mitsuya y chifuyu. (Draken y Mikey no cuentan)

— Es demasiado amable con todos.

— El día uno durmió junto a Mikey, se sentía protegida a su lado.

— Cuando murió al menos quería ver una vez más a Shinichiro, lastimosamente no pudo.

— Adora a Mikey.

— Se reencontró con Draken en el más allá.

— Cuando Mikey le contó su plan se enojo más está no dijo nada hasta cuándo quedaban pocos minutos.

— Quería que su hermano sobreviviera, salve a su abuelo y hermano, y viva una vida tranquila junto a ellos.

Relación Cinco: Baji y Kazutora.

Está relación de verdad me dolió demasiado escribirla, como lo más probable es que sepan me guié de Kang Sae-byeok y Ji-yeong. Es que les quedaba demasiado bien, en fin voy a llorar.

— Al principio tenía pensando matar a Baji el problema fue que no sabía exactamente qué problemas ponerle, entonces cuando volví a ver el cap 6, me di cuenta que el que debía morir era Kazu, siento que tal vez este sea otro mundo alternativo dónde tampoco podrían estar juntos (como amigos o pareja, ya vean ustedes pero si vienes de tiktok saben cómo los prefiero JDHJS)

— Baji y Kazutora se encariñaron demasiado a último momento </3

Baji:

— 17 años.

— Le dolió demasiado la muerte de Kazutora.

— Si ganaba tenía planeado ver Jesiee, tal como le dijo Kazutora.

— Ganó el juego número 5 pero lastimosamente fue mal herido al terminar el juego.

— Cuando murió sintió tristeza al no poder volver a su madre pero confiaba en que Takemichi o Mikey cumplieran la promesa.

— La noche que murió Kazutora no pudo dormir debido a las pasadillas.

— Al principio del juego uno no quiso encariñarse con nadie, ya que sabía que podrían haber consecuencias, por eso al principio trataba muy fríamente a Kazutora.

— Cuando murió pidió al cielo reencontrase con Kazutora.

— "Quiero volver a ver a mi madre"
Esas fueron sus últimas palabras.

Kazutora:

— 17 años.

— Desde pequeño tuvo problemas familiares, su padre abusaba de su mamá y de él.

— No se arrepintió de haber matado a su padre.

— Siempre sonreía debido a que si se ponía serio pensaba que se parecía a su padre y era lo que menos quería.

— La única persona con la cual se sintió bastante querido fue Baji, el nunca consiguió algún buen amigo.

— Murió con una sonrisa ya que dió la vida por Baji y lo volvería a hacer si fuese necesario.

— Anhelaba poder salir con vida y estar junto a Baji y tal vez tener una tienda de mascotas juntos, lo había pensado a último momento, sonrió de amargura al pensar que eso jamás podría pasar.

— Esperaba con todas sus fuerzas que Baji termine sano y salvo.

Saben tengo pensado que tal vez ellos reencarnen, no lo sé, tal vez hacer un pequeño drabble de cada pareja en su reencarnación. No será de manera romántica, ya que bueno está historia no contiene shipps, exceptuando al bajitora, ese shipp me trae mal.

¿Qué opinan?

Y por cierto ¿Qué muerte les dolió más?

¡Espero les haya gustado está historia y nos leemos luego!

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