[Four]
Narrador Omnisciente:
Ese día había sido extraño.
Estuvo hablando con Yuji todo ese rato para saber cómo estaba el abuelo, todo estuvo relativamente bien, hasta que él dejó de responder.
Sus llamadas no eran atendidas, y para acabar de preocuparla más, esa misma noche se habían reportado destrucción en su escuela.
Era masiva, parecía como si un auto hubiese chocado ahí,
¿Pero cómo...?¿Estaban pasando cosas extrañas en la ciudad? ¿Era algo así como de narcos o qué? No entendía nada...
Más importante, Itadori no tenía nada que ver con eso, ¿Verdad? Maldita sea...
En toda la madrugada no dejo de llamarlo por teléfono y enviarle mensajes, pero él seguía sin responder. No fue hasta la tarde que le llegó un mensaje bastante cortante.
"Yuuji ♡"
Estoy cerca de casa.
¿Estás ahí?¡Que alivio que por fin respondes! ¿Estás bien? ¿Te paso algo?¿Esta bien el abuelo?¡Dime por favor que estás bien! He estado tratando de ubicarte toda la noche y tu simplemente no respondes.
Estaré ahí en unos minutos. Tenemos que hablar.
Ellos casi nunca hablaban de cosas serias. ¿Quería terminar con ella? ¿Lo habían amenazado? Estaba tan nerviosa que le darían un paro. ¿Podía darle un paro de los nervios?
Dio un respingo cuando escucho la puerta. Corrió a abrirla, y efectivamente, ahí estaba el chico, con dos marcas extraña debajo de sus ojos, una expresión algo decaída, pero bien, y vivo.
- Yuuji... ¿Estas bien ¿No te hicieron daño? ¿Qué son esas marcas en tus ojos? ¿Te duele? -
Ella intento tocar su rostro, pero Itadori tomo sus manos antes de que lo alcanzará y apartó la mirada. Parecía incómodo, y triste.
- Deberíamos de hablar, es importante. -
Ay no... La situación iba de mal en peor.
Ambos se sentaron en los sillones, pero la tensión era tan grande que ninguno podía hablar. Hasta que claro, su novia se puso a sollozar.
- ¿Fui una mala novia? - pregunto ella sollozando -
No quería que Yuuji la viera en ese estado y con sus manos tapando su rostro. No es que quisiera llorar de esa manera, lo más probable es que se viera ridícula, pero se lo había preguntado desde que envió ese mensaje y ahora la amortiguaba
- ¿Soy una mala novia verdad? Pensé que estábamos bien... Lo siento... -
- ¡Claro que no es eso! ¡Eres la novia más fantástica del mundo! ¡Y no hables como si hubiésemos terminando! - se quejo - Por favor... No llores. -
- Es que te desapareciste toda la noche... y luego me dices que tenemos que hablar sin explicarte... Y luego no dejas que te acaricie - cada cosa que decía se cortaba con un sollozo - Y ahora estás así de serio... ¿Hice algo mal? -
- ¡Claro que no! ¡Tú no hiciste nada! Es que es... Es difícil de explicar. -
De repente, y sin ningún tipo de aviso, las marcas en las mejillas de Yuuji se abrieron, mostrando un par de ojos aterradores, junto con una boca en su mejilla con una sonrisa maquiavelista.
De inmediato, se puso pálido, como si hubiese visto al mismísimo demonio
- Vaya mocosos, pensé que sabías como tratar correctamente a una mujer... - y una voz tenebrosa salio de aquella boca que estaba en la mejilla del chico - ¿Tan inútil eres que no puedes ni consolarla? Seguro que tampoco podrás hacerlo en otras cosas... -
¿Eh?Ambos chicos estaban paralizados. Itadori se quedó frío, mientras la chica se quedaba mirando la boca en la mejilla de su novio. O sea, había salido de la nada, ¿Las bocas salían de la nada por qué si y ella no sabía?
- ¡Cállate, Sukuna! -
_____ se quedó aún mirándolo. No lo procesaba en absoluto.¿Sukuna? ¿La boca se llamaba Sukuna? ¿Las bocas tiene nombres? Después de ese grito, desapareció.
- De esto era lo que quería hablarte... ¿Umm? ¿Estás bien? Te ves un poco pálida... ¡Espera, no te desmayes! -
Después de al menos unos quince minutos, ella despertó nuevamente, pero su cuerpo temblaba tanto que parecía una gelatina.
Le había salido una boca de la mejilla, y le hablo, y se llamaba Sukuna.
¿Ah?...Yuuji le explico todo, desde cómo había protegido a sus compañeros con él pelinegro, de como el profesor de este le había dicho que tendría que acompañarlo, hasta ese mismo momento, sentados en ese sillón.¿Maldiciones?¿Escuela?¿Dedos?No entendía nada.
- No... Entiendo -
- Y-yo tampoco lo hago del todo, pero es necesario - murmuro. Pasó un brazo por encima del hombro de la chica y la atrajo hacia él - Pero prometo que te llamaré siempre que pueda. -
No quería dejarlo, quería quedarse con él, pero...
- Y que te cuidaras - el asintió - Por favor Yuuji cuídate mucho y esa boca, también.. supongo -
- No necesito que una mocosa me diga eso - Volvió a salir aquella boca -
Por instinto y miedo trato de golpear aquella boca, pero en ese momento desapareció para después proporcionarle una cachetada a Yuuji.
- Mierda.. perdón Yuu - dijo mientras frotaba la mejilla de su novio -
- No te preocupes, siempre me pasa -
Yuuji se sentía aliviado de que lo aceptara tan rápido y le dolía tener que dejarla, después de todo, después de la muerte de su abuelo, ella era la única persona importante en su vida, y él en la de ella.
Tal vez si las cosas se hubiesen dado diferente, en esos momentos estaría abrazado a ella viendo alguna película barata mientras se carcajeaban de la misma. Pero sin duda, lo que más le dolía era haberle contado todo, a excepción de la ejecución.
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