Narrador Omnisciente:

La semana de exámenes había llegado para todos los alumnos, nadie podía permitirse reprobar ya que los exámenes de mitad de año son unos de los más importantes.

Dado a esto _____ y Yuuji no habían tenido oportunidad de verse.

Yuuji estaba repleto de misiones y cada vez que quería ver a su novia, tenía una misión nueva.

Tanto en las llamadas como en las conversaciones de chat que tenían e incluso cuando estaban en video llamada la chica se quedaba dormida o estudiando.

El lo entendía completamente pero ya había pasado mucho desde la ultima vez que lo mimaron.

Luego de días pesados llenos de estudios y exámenes, llego el fin de semana y para suerte del rosita se quedaría en casa de su novia.

Megumi y Nobara hicieron una "buena obra" por Yuuji, dejándolo el trabajo del fin de semana a ellos mientras Yuuji iba a casa de su novia.

Narra Yuuji:

Al fin era viernes y esta tarde iría a la casa de _____ para pasar el fin de semana juntos, me costaba decirle pero como la había extrañado estos días.

Llegue a la puerta de su casa toque para que me dejara entrar y subir hasta su apartamento, cuando llegue golpee la puerta y espere emocionado que me abra ya que cada que lo hacia me recibía con un beso

- ¡esta abierto Tamaki! - me grito -

¿acaso no iba a tener mi beso de bienvenida? entre y cuando la vi ella estaba al teléfono con quien sabe quien mientras hacia café en la cocina.

- y... ¿Quién te llamo? -

No quise molestarla ya que quizás sea una llamada importante y fui directo a dejar mis cosas a su habitación para cuando volví ella ya había colgado

- Yuuji hice café ¿quieres? - me ofreció una taza que termine aceptando

- gracias Bonita - me quede mirándola ¿acaso no iba a tener mimos? Ella simplemente volvió a la cocina a servir otra taza para ella.

- oh llamo un compañero para preguntarme sobre un trabajo pero su hermanita agarro el teléfono y se puso a decir chistes, él si que es divertido además - ___ seguía y seguía hablando de sus compañeros de clases -

¿Por qué no deja de hablar de esos dos y viene a darme besitos? ya me encontraba haciendo pucheros sin darme cuenta.

Y ahora habla de sus demás compañeros. no lo soportaba, quería que ella me viera solo a mi y mientras hablara de ellos no podía hacerlo.

- hoy Izumi estaba lloran ¡AH! -

ya no me importaba nada, me acerque a ella, mientras le dejaba un poco brusco de su cintura para traerla al sillón conmigo.

Después sentarla entre mis piernas y abrazarla por detrás escondiendo mi cara entre su cuello y hombro.

- ¿Y-Yuuji? ¿Qué pasa? ¿Estas enfermo? - ¿enfermo? No... seria muy malo si le miento a _____, no saque mi cara de donde estaba

- si... - no puedo creer que le haya mentido a la persona más linda y dulce que conozco, soy patético.

___ se dio vuelta para quedar sobre mi y sostenía mi cara entre sus manos, su cara de preocupación me hacia sentir un poco culpable.

Junto nuestras frentes, yo no podía estar más roj

- no parece que tengas fiebre - separó nuestras frentes - ¿te duele algo Solecito? -

Deje caer mi rostro en el mismo lugar que antes sin decir nada

- Yuuji... tu no estas enfermo ¿verdad? - negué aún con la cara oculto y comenzó a acariciar mi cabello - ¿Por qué me dijiste eso bebe? -

Hasta aquí llegue, ella sabia muy bien que cuando me dice esos apodos no solo me tiene a sus pies sino que podría pisarme la cara si ella quisiera

- Yo... am... q-quería... atención... - Mi cara superaba al tomate más rojo que podrías haber encontrado en toda tu vida. -

- pero si mi lindo Yuuji tiene toda mi atención siempre... - empezó de depositar besos por toda mi cara -

- perdón si estos días te deje un poco de lado bebe... pero este fin de semana es solo para nosotros dos - hizo que la mirara fijamente

- Bueno, pero... No vuelvas a hablar de otro hombre!! - exclame y ella soltó una pequeña carcajada -

La tome con más fuerza de la cintura pegándola más a mi, ___ solo le limito a posicionar su manos en mis hombros

- solos tu y yo - dije para luego comenzar un beso apasionado y tierno, extrañaba tanto sus besos, sus mimos, las miradas, todo.

Y ahora luego de una semana en la cual no había recibido cariñitos la besaba como si no la hubiera visto en meses, me encantaban sus caricias... moriría por ellas.

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