❝ KEEP YOU SAFE ❞

HARWIN STRONG ✗ FEM! oc

     LA MULTITUD SE AGOLPA EN LA PISTA DE BAILE. Tú estás sentada a un lado, con tu tercera copa de vino, observando divertida cómo tu mejor amiga se enzarza en una acalorada discusión con Daemon en medio de la sala para que todo el público lo vea. Tan interesada como estás en lo que pasará entre ellos, bebes un sorbo y desvías la mirada para que, si alguien te interrogara, pudieras fingir que no tienes ni idea.

Tus ojos recorren la sala, observando a los asistentes. Ahí está el rey Viserys, que mueve agresivamente su cuchillo de un lado a otro en un movimiento de corte, sin darse cuenta que esta despedazando la presa porque está demasiado absorto mirando con ojos escandalizados a su hermano y a su hija.

Luego está la Reina Alicent, que también está mirando, pero más sutilmente. Ha mejorado en ocultar sus emociones, y mucho en aprender las sutiles maneras de la corte. Tendrás que advertir a Rhaenyra sobre su vieja amiga.

Pero como cada vez que los dos están juntos en la misma habitación, tus ojos acaban siendo atraídos por él. Como era de esperar, ya te está mirando. 

Ser Harwin Strong está al otro lado de la habitación con alguien hablando con él, pero está claro que ya no le interesa. Le sonríes, y él inclina la cabeza a modo de saludo. Sus ojos te recorren descaradamente de arriba abajo y, para provocar y aplacar su apetito, que conoces demasiado bien, te inclinas ligeramente hacia delante, de modo que tu vestido le ofrece una vista mucho más agradable. Sonríes ante su sonrisa, contenta de haber logrado tu objetivo.

Esa es la chispa de su relación. Miradas de deseo desde el otro lado de la habitación, un momento de coqueteo que no lleva a ninguna parte. 

Por ahora, es divertido. A escondidas, burlándose el uno del otro en público, las posibilidades de lo que podría existir en el centímetro de espacio entre sus labios cuando tienen la espalda contra la pared y su pecho apretado contra el tuyo, sin empujar más allá, pero sin apartarse. Los dos estan satisfechos por ahora. 

Pero, ¿cuánto tiempo durará antes de que ya no sea suficiente y ambos tengan que tomar la decisión de estar juntos o separados para siempre?

Un grito se eleva por encima de la multitud, desviando tu atención de él. El deber y la lealtad a la princesa se apoderan de tu cuerpo, y te pones en pie en busca de Rhaenyra inmediatamente. Alcanzas a ver su pelo blanco y ves cómo la espesa multitud, ahora presa del pánico, aparta a la princesa.

──── ¡Rhaenyra! ──── le gritas, pero nadie te oye.

Nadie excepto ser Harwin, que a pesar de estar tan lejos de ti y al otro lado de la multitud presa del pánico, te ve coger el filoso cuchillo que estaba a tu lado en la mesa mientras te diriges decidida hacia la multitud para defender a tu amiga. Aunque le frustra que te pongas en peligro, no puede evitar reírse al ver tu testarudez, lealtad y valentía. Pero la preocupación se apodera de él cuando desapareces entre la multitud de cuerpos, ahora siendo el quien te busca entre las personas.

Por el rabillo del ojo, ve que su padre le hace un gesto para que busque a la princesa. Harwin estira la cabeza hacia la izquierda antes de apartar a la persona que tiene delante, luego a la que tiene detrás y a todo el que se interpone en su camino, golpeando a alguien si no se mueve.

A medida que la multitud se hace más densa, comienza a utilizar su cuerpo para abrirse paso. Hace prácticamente todo lo que tiene que hacer hasta que te vuelve a ver, ya al lado de la princesa. La sangre gotea por tu cuchillo. La manga de tu bonito vestido azul está rasgada, y él ve manchas de sangre a su alrededor.

Te giras con brusquedad y sus miradas se cruzan, como si pudieras sentir su presencia cuando se acerca lo suficiente.

──── Ser Harwin ──── jadeas ──── Lleva a la princesa a un lugar segur- ¡Hey! ────

El suelo desaparece bajo tus pies, y gritas cuando sus grandes manos te agarran por la cintura y, con apenas un gruñido, te arroja sobre sus anchísimos hombros. El calor de sus manos te resulta familiar, el agarre de tu cintura te trae recuerdos de las dos noches anteriores, pero en este momento, todo lo que sientes es rabia e incredulidad mientras te lleva lejos de Rhaenyra, que es recogida en una posición similar por otro miembro de la guardia de la ciudad.

──── ¡Bájame, ser Harwin! ──── gritas, golpeando su espalda con los puños, aunque no parece notarlo.

──── Deje de moverse, milady ──── dice bruscamente.

Te giras para poder ver por dónde vas, todavía con una mano alrededor de tus piernas para evitar que te caigas. Con la otra mano aparta a la gente para despejar el camino.

──── ¡BÁJAME! ──── Intentas patalear, pero te agarra con más fuerza.

Entonces te da una palmada en el culo.

──── ¡He dicho que dejes de moverte! ────

Al darte cuenta de que no vas a ganar esta pelea, resoplas y te quedas quieta mientras él lucha por el resto de la habitación. Sólo en el pasillo, silencioso, vacío y oscuro, se agacha para dejarte suavemente en el suelo.

──── ¡Tenías que poner a salvo a la princesa! ¡¿Que crees que estabas haciendo?! ──── le diste reiteradas bofetadas en su pecho a modo de reproche, sintiendo tu cara arder de la verguenza y del miedo.

──── Primero tenía que poner a salvo a mi señora ──── dice sin pudor, sus oscuros ojos fijos en tus movimientos bruscos contra el, aunque parece no importarle.

──── ¡No puedes ponerme por encima de Rhaenyra! ────

──── ¿No puedo? ────

El calor inunda tus mejillas ante sus palabras. Miras hacia abajo y ves que sus manos siguen agarrando tu cintura, como si aún te mantuviera a salvo. Se hace el silencio entre ustedes, sólo el sonido de su respiración y la tuya llenan el aire. Poco a poco, tu rabia va desapareciendo, pero él sigue sin soltarte.

──── Ya puede soltarme, ser Harwin ──── dices suavemente, rompiendo el silencio.

No lo hace. Da un paso adelante, obligándote a dar un paso atrás. Hacia delante, hacia atrás, hacia delante, hacia atrás, sin apartar los ojos de los suyos hasta que tu espalda choca contra la pared. Él da un paso adelante. Y luego otro. Es mucho más alto que tú y mucho más ancho, toda su presencia se cierne sobre ti, pero no te sientes aterrorizada ni pequeña. En todo caso, te sientes protegida. Segura.

Amada.

Toma una parte de tu dañado vestido y arranca una tira de la parte inferior. Tú no protestas mientras él te frota la sangre en tu brazo antes de envolverte la herida con ella, con cuidado de no lastimarte. Cuando termina, se inclina para darte un suave beso sobre el vendaje.

──── ¿Te duele? ──── pregunta en voz baja.

Niegas con la cabeza; el tacto hirviente de su cercanía sin hacer nada es más insoportable que el cuchillo que te ha cortado.

──── ¿Quién fue? ────

──── Harwin... ────

──── La gente sale herida de las peleas todo el tiempo. Nadie sabrá que ha sido intencionado ────

No puedes evitar que se te escape una risita. Te sonríe suavemente y se acerca aún más para que su frente descanse sobre la tuya, su aliento cálido sobre tus labios.

──── No puedes volver a hacerlo ──── dice.

Lo miras desafiante ──── ¿No puedo? ────

──── No, no puedes. Deja de arriesgarte y ponerte en peligro ────

──── Rhaenyra es mi amiga, y tengo la sensación de que las cosas sólo van a empeorar a partir de ahora. Tengo que quedarme a su lado y protegerla ────

Suspira, y sabes que comprende que no puede pedirte que renuncies a tu amistad con ella. 

──── Entonces me quedaré a tu lado y te protegeré ──── dice en su lugar.

Tú levantas las cejas, mirandola incredula desde tu lugar.

──── Oh, ¿lo harás? ────

──── Estoy... cansado de esconderme, de estar en extremos opuestos de la habitación para que nadie sospeche, de tener que vernos a escondidas en la mitad de la noche solo para que nadie nos vea. Quiero estar a tu lado en todo momento, quiero ser yo quien te proteja, te cuide y te ame ────

──── ¿Y cómo planeas hacer eso, ser Harwin? ────

Toma tu mano sana y te da un beso en la palma, manteniendo su mirada fija en ti.

──── Cásate conmigo ──── dice, y sientes que todo en ti se detiene hasta que él es todo lo que puedes ver, pensar y sentir. Tu corazón, por el contrario, late desenfrenado ante sus palabras, late como cada vez que estabas con el.  

──── Cásate conmigo y sé mía ────

───── 𝐖𝐑𝐈𝐓𝐓𝐄𝐍 𝐁𝐘

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