❝ FLOWERS ❞

JACAERYS VELARYON ✗ FEM! oc

──── ¿Te estás preparando para combinar tu vestido con esas? ──── Jace levantó la cabeza desde donde estaba agachado, con las flores en la mano y sus dedos manchados de verde.

──── No. A diferencia de ti, tío, deseo mostrar mi afecto a mi única prometida ──── Jace se levantó por completo y se limpió la mano vacía en la pernera del pantalón, aun con las flores fuertemente sujetas en su mano, elevo la vista hacia Aegon una vez mas, tratando de disimular una mirada de molestia ante la presencia de su tio mayor. 

──── ¿Consiguiendo plantas de un jardín que ve recorre todos los malditos dias? ──── Aegon rodeó el lugar donde estaba su sobrino mientras miraba entre el rostro contrariado de Jace y las hermosas flores frescas.

──── A ella le encantan las flores, independientemente de las veces que las vea. Creo que es mejor que te quedes en tu propio matrimonio y no te involucres en el mío, tio... hasta tal vez puedas llevarles un par a Helaena, haz algo lindo por ella de vez en cuando ──── Jace se acercó a las flores, temiendo que, si no lo hacía, Aegon intentara cogerlas.

──── Sí, bueno... cuando T/N termine de ver flores y quiera algo mas de su pareja, ya sabe dónde encontrarme ──── Aegon copió el tono de Jace antes de seguir su camino por el jardín, sin buscar necesariamente una pelea. Sólo quería sacar de quicio a su sobrino, una de las unicas cosas que disfrutaba tanto como su hermano, Aemond; hacer rabiar a los chicos Strong. 

Jacaerys se puso de pie y miró las flores que tenía en la mano con inseguridad; Aegon tenía razón, tu recorrias ese jardin cada dia en Kings Landing, las habías visto cientos de veces y no tenían nada de especial como para ser un digno regalo de su parte . De hecho era aún menos especial porque ahora estaban separadas de su planta y era más probable que murieran. 

No es que aceptara nunca los consejos de su tío, pero en esto sí que parecía tener razón. Jace cogió las flores que había recogido y las sentó en las piedras junto a la zona de la que las había sacado con un suspiro.

──── De todos modos, tengo que ir a mi entrenamiento ──── Con un movimiento de cabeza, abandonó las flores que iba a regalarte y se dirigió a la pista de entrenamiento donde a él y a su hermano les daban sus usuales entrenamientos.

Jace había regresado a sus aposentos tras la sesión sucio, con frío y agotado. La irritación y la rabia que Aegon había incitado en él le hicieron bastante bien en su lucha. Pero algo en él seguía sintiendo pena por no haberte mencionado nada, ni visitarte, ni haberte dado las flores que había recogido antes. 

Siempre lo hacias para poder darle buenos deseos antes de ir a entrenar por si acaso. Sobre todo si un día Aemond decidía unirse.

Comenzó a quitarse la armadura cuando oyó que llamaban a su puerta, supuso que era una de sus siervas y les dio el visto bueno para entrar.

──── ¡No vas a creer lo que encontre! ────   entraste a su habitacion como si fuese tuya, con el ramo de flores en una mano y una brillante sonrisa en tu rostro. 

──── ¡T/N! ──── Jace se levantó con una bota puesta tratando de encontrar su camiseta de la que acababa de despojarse, mientras daba saltos trataba de sujetar sus pantalones y no caer con el desorden en el suelo.

──── ¡Jace! ──── Bromeaste con él antes de sentarte en el borde de su cama, evitando mirarlo muy fijo para no incomodarlo, pero aun asi aprovechaste a recorrer su firme y ancho pecho con una rapida mirada antes de verlo a la cara.

──── Espera, ¿qué tienes ahi? ──── Jace apoyó el peso de su cuerpo en el escritorio más cercano a su cama para mirar lo que tenías en la mano.

──── ¡Estaba haciendo mi recorrido por el jardín y casi piso esto! Alguien debe haberlas recogido, pensé que tal vez las habían dado por muertas porque están un poco marchitas. Pero están lo suficientemente sanas como para meterlas en agua y mantenerlas vivas ──── entregaste el ramo de flores a Jace y él las examinó, eran exactamente las mismas flores que te iba a dar a ti.

──── ¿No te cansas de ver las mismas flores una y otra vez? ¿Por qué tanta emoción por éstas? ──── Jace habló desde la inseguridad y la honestidad, manteniendo su mirada en las flores. 

──── Jace, esas flores crecen en el mismo lugar pero no juntas, y sí, las veo bastante seguido pero nunca juntas de esa manera. Aunque paso mucho tiempo en el jardín, no quiero sacarlas de alli. Me encanta cómo se ven, cómo puedo reorganizarlas en un jarrón y cómo puedo verlas cada mañana sin tener que levantarme mucho. Es como preguntarle a un dragón por qué se emociona al ver oro cuando ya tiene tanto. Porque cada pieza es diferente y significa algo propio ──── le hablaste a Jace con calma y te acercaste a donde él estaba para poder señalarle las distintas flores y luego incluso las diferencias entre flores similares.

──── ¿Quieres saber la verdad sobre tus flores? ──── la voz de Jace era suave y casi imperceptible, temblorosa tratando de ocultar su nerviosismo. Seguia sin camisa, de hecho, pero ese era el menor de sus problemas en ese mismo momento.

──── ¿De qué verdad hablas? ──── Sonreíste cuando te pasó las flores de nuevo a la mano y se quitó la otra bota para quedar más parejo en el suelo, su cuerpo irradiando calor cuanto mas a el te acercabas; aun descalzo era mas alto que tu.

──── Recogí esas flores para ti, pero... me convencieron para que me deshiciera de ellas ──── Jace suspiró y alargó la mano para tomar la tuya mientras esperaba que te enfadaras con él.

──── ¿Quien? ──── en el momento en que dijo eso le vino a la cabeza un pensamiento que le hizo jadear ──── Fue Aegon, ¿no?... esa pequeña mierda ──── la mirada de Jace decía más que cualquier afirmaciln que pudiera darte.

──── Me disculpo, mi señora, no debí haber sido... manipulado tan fácilmente para librar mi mano de sus flores ──── el joven principe se levantó de su asiento y sentó las flores en el borde de la cama donde había estado sentado en un montoncito ordenado.

──── No te disculpes, entiendo lo difícil que es ignorar a ese idiota. De todas formas, quiero que sepas que me encanto tu presente. Las flores son absolutamente hermosas, tienes un buen gusto, Jace ──── enroscaste tus brazos alrededor de sus hombros y tus manos acariciaron suavemente los pequeños cabellos de su nuca.

──── Sé que sí, te miro y entiendo lo que significa ──── colocó sus manos en tu cintura y se puso de pie con una sonrisa en su rostro. El moreno atino a dejar un suave beso en tus labios, tan rapido como el sonrojo creciente en tus mejillas ante tal accion.

No era su primer beso, de hecho, pero Jacaerys siempre lograba hacerte sentir igual de nerviosa y enamorada que en el primero de ellos.

──── Jace, vamos a meternos en algún tipo de apuro ──── te reíste mientras lo mirabas.

──── ¿De qué hablas? ──── inclinó la cabeza hacia un lado y levantó una de sus manos para juguetear con el cuello de tu vestido, rozando tus claviculas con la punta de sus dedos logrando que una leve corriente llegara a tu espalda.

──── Veamos... tú estás aquí semi desnudo, tus manos traviesas estan deshaciendo mi hermoso vestido y ambos tenemos nuestras manos sobre el otro. Parece muy sospechoso para alguien ajeno a esta perspectiva ──── Jace de repente se dio cuenta de que, de hecho, tenias razon; seguia estando semi desnudo.

──── Supongo que tienes razón. Pero antes de permitir que el caos nos consuma, permíteme hacer esto ──── se inclinó hacia abajo, con la cabeza todavía inclinada hacia la derecha mientras esperaba que te encontraras con él a mitad de camino.

──── Eres increiblemente terco ──── resoplaste aunque te inclinaste hacia él e hiciste lo que te proponía. En el momento en que sus labios se encontraron con los tuyos, la mano en tu cintura se movió hacia tu espalda para permitirte estar tan cerca de él como pudiera.

──── Creo que necesitas vestirte y yo necesito poner tus flores en un poco de agua ──── los separaste a los dos y presionaste tu frente contra la suya con una pequeña sonrisa.

──── Siempre la responsable ────  guiñó un ojo antes de dejar que su agarre en ti vacilara lo que te permitió moverte de él.

Recogiendo tus flores del extremo de su cama susurraste en su oido:

──── Siempre el romántico ────

───── 𝐖𝐑𝐈𝐓𝐓𝐄𝐍 𝐁𝐘

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