DIBUJOS
ʕ ╥ ᴥ ╥ ʔ edit no disponible
Algunos años después...
💗 En su oficina, Don Leonardo estaba sumergido en su ritual semanal de limpieza. Sacudía el polvo de la estantería, reacomodando los libros y adornos que decoraban los estantes. Con el paso del tiempo, la oficina había cambiado mucho: nuevas fotografías en los portarretratos, nuevos libros infantiles y pequeños recuerdos de bodas, bautizos y cumpleaños. A pesar de todo, el lugar seguía manteniendo esa esencia cálida y hogareña que caracterizaba su casa
💗 Una vez terminado con los estantes, se sentó en su cómoda silla y comenzó a revisar los cajones del escritorio. Separaba papeles inútiles, los rompía y los lanzaba al cesto de basura. Acomodaba cuadernos, carpetas y documentos importantes. Era una rutina tranquila, nada fuera de lo normal
💗 Sin embargo, mientras estaba absorto en su tarea, algo llamó su atención. La puerta de la oficina se abrió ligeramente, y entre el silencio, escuchó una vocecita dulce decir: "Papi..."
💗 De inmediato, dejó lo que estaba haciendo y levantó la mirada, sus ojos suavizándose al reconocer a su pequeña visitante. "Dime, mi amor" respondió con una sonrisa desde su escritorio
💗 La puerta se abrió por completo, revelando a Cassie, su pequeña hija. Era una niña de cabello negro que caía en suaves mechones más allá de sus hombros. Una miniatura casi idéntica a su madre, salvo por las pequeñas marcas rojizas cerca de sus ojos, un rasgo heredado de su padre
💗 Cassie llevaba una libreta en una mano y un puñado de lápices de colores en la otra. Corrió hacia él, esbozando una sonrisa. "Mira, papi" dijo, levantando la libreta para mostrársela con orgullo. "Hice un dibujo"
💗 Don Leonardo dejó lo que tenía en las manos y se inclinó hacia ella, con una expresión que mezclaba curiosidad y ternura. "¿De verdad? A ver, enséñamelo, princesa" dijo. La cargó para sentarla en su pierna, mientras ella colocaba la libreta en su escritorio y empezaba a pasar las páginas para encontrar su obra maestra
💗 Cassie, con su dedito, señaló con entusiasmo la hoja llena de figuras coloridas. "Dibujé a mami, a Leon, a Kesi, a ti y a Perrito" enumeró, señalando a cada uno
💗 Don Leonardo examinó el dibujo con detenimiento. "Te quedó muy bonito, cielo" le dijo con una sonrisa, acariciando su cabello. "¿Hiciste más dibujos?"
💗 "¡Sip!" exclamó Cassie emocionada, pasando con rapidez a la siguiente hoja. "Aquí... esta es Jazmín y esta soy yo"
💗 Don Leonardo observó cómo su hija había plasmado a dos pequeñas figuras de la mano, ambas sonrientes y rodeadas de flores y árboles. Jazmín era la hija de Jacinto y Pilar, y una de las mejores amigas de Cassie. Las dos niñas eran inseparables, asistiendo juntas al mismo salón de clases. A menudo, era común verlas jugar a los alrededores de la hacienda, algunas veces acompañadas de Leon y siempre vigiladas por Don Leonardo o una de sus trabajadoras
💗 Cassie continuó pasando las hojas de su libreta, explicándole con detalle cada pequeño dibujo mientras su padre la escuchaba con atención. La energía con la que hablaba de sus creaciones lo hacía sonreír. Luego, cambió de tema para saber más sobre su día. "¿Y qué hiciste hoy en la escuela, cielo?"
💗 La pequeña frunció los labios, pensando. "Hmm... jugué a las escondidas y no me encontraron" respondió orgullosa. "Ahmm... y luego un niño me sacó la lengua"
💗 Él frunció el ceño ligeramente. "¿Ah, sí? ¿Y qué hiciste al respecto, mi amor?"
💗 "Le lancé una piedra" confesó con una sonrisita traviesa, pero enseguida hizo una tierna mueca de molestia. "Pero fallé"
💗 Don Leonardo no pudo evitar soltar una pequeña carcajada ante la sinceridad de su hija. Era evidente la influencia de su esposa en la crianza de Cassie. A su corta edad, ya mostraba un carácter firme y una personalidad bien definida. Para él, su princesa era un encanto, una niña preciosa a la que simplemente no podía negarle nada. Aunque físicamente Cassie se parecía mucho a su madre, compartía varios rasgos de la personalidad que Don Leonardo tenía en su juventud: amigable, sociable y aventurera. Esto, combinado con ciertos aspectos heredados de Cass, hacía que Cassie también fuera directa, valiente y decidida a defenderse si era necesario
💗 Y no solo ella, también su hijo Leon. Aunque no era tan extrovertido como su hermana ni contaba con esa simpatía, tenía cierta naturaleza igualmente agresiva. Al igual que Cassie, sabía defenderse cuando era necesario. Leon era un niño tranquilo la mayor parte del tiempo, que solo mostraba su lado violento cuando alguien lo provocaba
💗 "¿Y ya hiciste la tarea, mi niña?" preguntó Don Leonardo con una sonrisa
💗 Cassie soltó un largo "mmm" pensativo mientras hojeaba su libreta sin responder directamente
💗 "Princesa..." insistió su padre
💗 "Más tarde la hago" respondió ella sin darle mucha importancia, aún mirando su libreta
💗 "Tu mami te va a regañar" advirtió él, tratando de sonar serio, aunque no lo logró del todo
💗 Y como si sus palabras fueran una especie de invocación, Cass apareció en la puerta con una expresión que dejaba claro que llevaba rato buscándola. "Cassie, ya te dije que no me gusta que te escondas" exclamó cruzándose de brazos. "Ándale, ya, vete a la mesa a terminar la tarea"
💗 Cassie miró a su papá con un puchero, en un intento para que la ayudara a salirse con la suya, pero su padre se limitó a encogerse de hombros, dándole la razón a su esposa
💗 Cassie bajó la cabeza con un suspiro y murmuró: "Ya voy, mami..." mientras recogía sus cosas
💗 Don Leonardo le dio un beso en la cabeza y la ayudó a bajar. Su pequeña le dedicó una última sonrisa antes de salir corriendo de la oficina. Él se quedó un momento observándola, sonriendo con ternura. Luego miró su reloj y notó que ya era hora de preparar la comida. Con un suspiro satisfecho, se levantó de su asiento y le dio un último vistazo a la oficina, asegurándose de que todo estuviera en su lugar. Cerró la puerta detrás de él y, junto a Cass, se dirigieron a la cocina para comer en familia
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top