25 de octubre del 2024

CARVER SIEMPRE A TENIDO PROBLEMAS CON DIFERENCIAR A LA GENTE de confianza de los malditos idiotas, y eso tal vez se deba a que fue criada la mayoría de su vida por un idiota estafador, cruel y mentiroso.

Con una ceja alzada, la rubia pasa su mirada azulada entre el hombre sonriente de traje frente a ella que la detuvo en la estación de metro y la tarjeta con figuritas que el susodicho le entrego después de que logrará ganarle en unas rondas de un juego infantil llamado ddakji.

     ━━━ No lo piense demasiado señorita ━━━ le dice el hombre que anteriormente le dio unas cuantas cachetadas ━━━ Está podría ser su oportunidad de finalmente poder dormir por las noches.

La mujer frunce el ceño.

     ━━━ ¿Y usted que sabe? ━━━ lanzándose a la defensiva como siempre, Carver deja a un lado sus dudas para cruzar los brazos en su pecho frente a aquel desconocido elegante. ¿Será acaso un cobrador extravagante de esos prestamistas?

El hombre le sonríe e ignora su pregunta ━━━ Sabe señorita Carver, la primera vez que supe de usted no pude evitar pensar en la historia de Medusa.

     ━━━ ¿El monstruo de la mitología?

     ━━━ El monstruo de una historia mal contada, si me permite decir ━━━ se apresura a responder, tomando asiento en la butaca donde anteriormente la extranjera estaba y mirando en dirección al metro. Algo intrigada por sus palabras pero sin dejar su ceño fruncido la rubia se sienta a su derecha ━━━ Una sacerdotisa de Atenea castigada por no poder defenderse del ataque de un dios. Una soldado llevada a la deserción por los superiores que ignoraron lo que su sargento y dos compañeros le hicieron.

     ━━━ A mí nadie me hizo nada ━━━ dice ella inmediatamente, con una postura dura y las manos apretadas.

     ━━━ Entonces Julie Barlow se suicidio porque nadie le hizo nada.

Auch.

Lo sabe.

     ━━━ Fue una cobarde señorita Carver ━━━ dice el sujeto de traje ━━━ Pero ahora es una cobarde con la oportunidad de enmendar sus errores. Volver a su país y decir la verdad de lo que ocurrió. Desmentir los cargos en su contra.

     ━━━ Iré a la cárcel por abandonar el país después de mi deserción ━━━ dice ella, intentando convencerse más a si misma que al hombre de traje ━━━ Serán cuatro años, y eso si es que se logran anular los otros cargos en mi contra. No se usted, pero a mí me parece que eso resta credibilidad.

     ━━━ Si acepta mi oferta tendrá suficiente dinero para pagar el mejor abogado de su continente ━━━ el hombre se levanta de la banca y le lanza una mirada por última vez ━━━ Y lo que sobre podría servirle para dejar de sentir aunque sea una pizca culpa.

Esa noche, en la soledad de su departamento carente de espíritu, Carver medita en silencio todo lo que la llevo a ese punto. Pensó en su entrenamiento, los barracones, su escuadrón, su padre e incluso su madre.

Tocando esa vieja cruz de oro que con suerte pudo llevarse antes de salir volando de su continente, Carver suspira y ve el teléfono en su otra mano.

     ━━━ Al carajo ━━━ murmura mientras empieza a marcar el número al reverso de tarjeta de las figuritas ━━━ Si no me mata el ejercicio seguro lo harán los prestamistas.

Un suspiro le escapa de la garganta cuando finalmente oprime el botón de marcado.