🚬⊹ 𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 21
ʚ Cuando el cielo lloro ɞ
Toda la noche no pudo dormir, se sentó al borde de la cama por varios minutos, pensando en todas las cosas que sucedieron en un año en su vida.
La vida le había puesto en su camino a Zhan, la persona más dulce que jamás pudiese conocer, con un alma bella; tan bella como las nubes y las estrellas.
La vida le había puesto a Zhan en su camino, quien le enseñó las pequeñas cosas en el día a día, a observar las flores y las abejas, observar las puestas de sol y los amaneceres.
La vida le había puesto a Zhan en su vida quien le hizo ver una cantidad enorme de películas juntos los fines de semana.
Y ahora la vida desviaba el camino de Zhan, llevándolo a uno de los más prestigiosos hospitales del continente, con la esperanza de sus bonitos ojos se volviesen a abrir.
En un año de su vida cambió mucho, desde enamorarse de alguien que nunca creía hacerlo hasta hacerlo ir diariamente al hospital, con un ramo de flores.
Un año que siempre recordaría con mucho amor y aprecio, porque en ese año, Zhan se plasmó en su vida.
Suspiro tratando de dormir siguiera unas cuantas horas, Se acomodo en su cama mientras trataba de contar ovejas y así conciliar el sueño. Las ovejas parecían muy aburridas para él.
Y cuando creyó que no podía dormir, escucho la voz de Zhan.
Lo esperaba al final de un riachuelo, riendo y jugueteando con las piedrecitas del río, llamándole para que así pudiese unirse a su juego. Se veía radiante ante los rayos de sol, estos rayos que se reflejaban en sus pómulos y en sus ojos.
Fue corriendo hacia él, entrando al riachuelo y mojando sus pies, al llegar cerca de Zhan; los abrazo, tan fuerte que sus brazos dolieron.
Le sonrio ampliamente y tomó sus manos, besándolas; sintiendo lo calidad que estaban.
—Zhannie.— Dijo acariciando sus mejillas.
Zhan no dijo nada, solo le sonrió, tomando su mano y entrelazando sus dedos.
Yibo los acercó a su cuerpo, mirándolo a los ojos, sonriendo con las mejillas rosadas y beso a Zhan. Sus labios se sentían suaves como algodón, su piel desprendia aquel aroma a durazno y rosas característico suyo, su corazón sintiéndose feliz por besar una vez más a Zhan.
Aunque fuese en sueño.
A separase de su beso, Zhan lo miro con una sonrisa en el rostro, se acercó hacia él y parándose de puntitas le dijo al oído:
—Te amo mucho, BoBo.
Lo escucho tan claramente que juraría que Zhan estaba a su lado, por eso se despertó, con la esperanza de que Zhan se encontrase descansando a su lado. Pero al abrir los ojos, se llevó la misma decepción; Zhan no estaba.
Pero le había dicho que lo amaba entre sueños.
El sueño al parecer había sido muy extenso, pues se despertó unos minutos antes que su alarma sonará, apago su alarma y suspiro.
Era hora de ir al hospital, era el dia en el que se llevarían a Zhan con la esperanza de hacer que sus ojos se abriesen.
Salió de su cama y estiró sus sábanas, acomodando sus almohadas y doblando la pijama que había usado. Fue hacia su baño para asearse, debía verse bien al darle el "hasta luego" a Zhan.
Al salir del baño fue hacia el buro cerca de su cama, tomó las monedas que le sobraron del día anterior y las guardo en su bolsillo. Compraría unas nuevas flores, sabía que si le pedía a la madre de Zhan que las llevara con él, ella lo haría, quería que Zhan tuviese aunque sea, flores marchitas, de parte suya cuando despierte. Hacerle saber que todos los días había estado a su lado esperando que vuelva.
Y ahora lo haría, las ansias de Zhan crecían en su estómago, contando las horas para vencer a estar con Zhan
Bajo por las escaleras para tomar rápidamente su desayuno, un jugo de fresas y unas galletas, al terminarlo se despidió de su madre y abuela, ambas le desearon suerte.
Yibo tomó el bus de siempre, aquel que le dejaba muy cerca del hospital y frente a su florería de confianza. El camino se hizo rápido, no había trafico alguno que perjudicase las calles, al bajar la florista le Saludó, conversaron un poco sobre el clima nublado, parecía que llovería en un par de horas.
Como siempre, como el típico ramo de flores, pidiendo sobre los tallos aquella tarjeta rosada; con pequeños dibujos adorables sobre ella, tal como le gustaba a Zhan. Puso con su pulso el letra la frase que Zhan le dijo en sus sueños, solo cambiándole una palabra.
"Te amo mucho, rosita."
La florista agregó cuatro flores más a su ramo, cortesía por ser un cliente frecuente le dijo, también porque se notaba el gran aprecio que tenía por la persona a la que le compraba dichas flores.
Ya con el ramo de flores en brazos hizo su camino al hospital, sintiendo sobre su nariz que una gota de lluvia había caído, los pronósticos que había hecho con la florista habían dado en el punto, como ambos lo habían esperado; empezó a llover.
Pequeñas gotas de lluvia que se convirtieron en grandes y pesadas, empezando a mojar todo lo que había en su paso, con el cielo nublado y con nubes negras sobre su cabeza; el cielo se veía muy triste. Llovía a cántaros, lloraba a cántaros.
Con algo de agua encina suyo logro entrar al hospital, para su suerte había protegido de la lluvia las flores y la tarjeta que adornaba el ramo, se limpio las pocas gotas sobre su chaqueta y fue hacia el ascensor. Este como siempre, estaba lleno, una fila esperando su uso y el ascensor tardando siglos en volver.
Con un suspiro algo cansado subió por las escaleras, después de todo haría un poco de ejercicio subiendo los muchos escalones que habían. Llegando al segundo piso su celular sonó, vio en la pantalla el número del padre de Zhan, lo colgó, porque ya iba llegando, no era necesario llamar para que apresure sus pasos.
Al llegar al piso de Zhan, vio las puertas de la habitación abiertas; una enfermera e traído a la habitación, al parase en el marco de la puerta.
No pudo creer lo que veía.
Tal vez, por eso el cielo lloraba.
A un lado de la cama de Zhan, rodeado de máquinas y de doctores—que supuso que eran los que se llevarían a Zhan—la madre de Zhan yacía arrodillada, llorando mientras su esposo trataba de consolarla.
Por eso, se escuchaba como las gotas de lluvia golpeaban contra las ventanas, por eso el cielo era oscuro.
—¿Qué...pasa?– Aún así, aunque fuese obvio, pregunto.
El padre de Zhan lo miró, los ojos hundidos y la tristeza reflejado en ellos, conteniendo las lágrimas mientras que unas cuantas resbalaban. Se veía tan azul como su esposa.
No era necesario una respuesta, el suave "lo lamentamos mucho" de los doctores se lo dijo todo.
Sintió como su mundo se había derrumbado, aun mirando a Zhan sobre su cama de hospital; tan pacifico. Su mundo se cayo en pedazos.
El dolor en su pecho fue indescriptible, muy doloroso, muy agudo, sentía que se ahogaba en su propia miseria mientras veía a su alrededor. Estaba en una negación enorme, no podía, ni quería creer que algo tan grave le pudiese pasar a Zhan.
Solo hace unos cuantas horas atrás su corazón latía, solo hace unos cuentos meses atrás Zhan sostenía su mano para cruzar la calle, solo hace tiempo atras; Zhan le decía "te amo" en su sueño.
Y es que la negación seria su verdugo, pues necesitaba oírlo de alguno doctor, necesitaba que le dijesen algo.
—Zhan...no le paso nada, ¿verdad?— Pregunto con la voz entrecortada.
Haciéndose más daño al no aceptar algo muy claro.
—Falleció hace veinte minutos, su corazón se detuvo, lamentamos mucho su perdida.— Dijo uno de los doctores.
Falleció.
Zhan habia fallecido por la mañana.
Se había ido, sin decir un último adiós.
No lo podía creer, aún no, tenía que tocar sus manos, sentir en ellas aquella calidez que siempre le otorgaban, camino en la habitación hasta quedar arrodillado al lado de Zhan; tomando su mano contra la suya, estaba helada. Los días pasados su pequeña mano aún conservaba algo de calidez, pero ahora, era como tocar una pared helada.
La calidez había dejado el cuerpo de Zhan.
Se había ido.
Y no pudo evitar llorar, de romperse ahí, soltando el ramo de flores y soltando sollozos, tomando la mano de Zhan contra la suya.
Así como la vida había puesto a Zhan en su camino, de la misma forma lo que había arrebatado de él. Demostrando la fragilidad de esta, como en un momento estas; y al otro ya no. Como un segundo respiras en el frágil mundo y al otro no.
Y es que el mu do no estaba hecho para almas bellas como la de Zhan.
>>cuenta regresiva para el final 4/6<<
;;oigan subi nueva historia jiji.
Vayan a verlAAA.
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