🚬⊹ 𝙲𝚊𝚙𝚒𝚝𝚞𝚕𝚘 12
ʚ Rápido ɞ
-Y bien...- YuChen Susurró, no quería ser regañado en la biblioteca.
-Y bien...¿Qué?
-Así que tú y Zhan...
-Dios mío, YuChen, deja de vacilar y solo dilo.- Yibo Susurro en un tono más alto, no le gustaba que le distrajeran cuando estaba concentrado.
-Así que...ustedes dos...son...
-Novios, si.
-Wow.
- Si, wow.- Repitió aún copiando los párrafos que necesitaba en su libreta.
-Y...¿Cómo fue que pasó?
- Solo se lo pedí, el acepto y eso fue todo.- Hojeo aún más el libro, ya se comenzaba a desesperar, no podía encontrar los párrafos que les habían dejado de tarea.
-¿Así de fácil?
-Es que es así de fácil. No hay que complicarse mucho ¿Eh?- Sonrió levantando una caja en dirección de YuChen.
-Oh vamos, no me molestes.- Susurró dándole un pequeño empujón.
-No lo hago.- Rió. - si tú re pusiste el saco no es mi culpa.
Yuchen mordió sus labios y abrió su libreta, se la paso hablando con Yibo y no había avanzado nada de lo que tenia q hacer.
Por otro lado, Yibo quería golpearse contra la mesa, la filosofía nunca se le había dado bien, era una tortura tratar de descifrar los párrafos que tenía que copiar e interpretar, él podría cualquier cosa que se le viniese a la cabeza y hacerlo pasar por una interpretación, pero no era así de fácil, una vez lo hizo y le fue mal.
Estaba tan concentrado en el libro frente a él que no se dio cuenta cuando su novio de cabellos rosados entró por la puerta de la biblioteca; trayendo en sus manos la lonchera que todas las tardes llevaba para su primo, no se dio cuenta de la presencia de Zhan hasta que YuChen le golpeó en la costilla.
Su mejor amigo se ganó un ceño fruncido pero fue suavizado cuando le señaló a su novio hablándole al bibliotecario.
Desde su lugar podía ver la sonrisa de Zhan, podía ver como cubría su rostro para silenciar la risitas que siempre soltaba.
Sonrió feliz, ver las pequeñas manos de Zhan cubiertas en aquel suéter pastel mientras trataba de acallar su risilla le dio un calor en su pequeño.
-Oh, señor enamorado.- YuChen le codeo mientras se reía.- Tus ojos le envían corazones a Zhan.
-Bueno, por lo menos yo le hago corazones a alguien que es mi novio y como tú que se los da a alguien que no es su novia.
-Deja de atacarme por alguna vez en tu vida.
-Tú empiezas, yo solo te sigo el juego.
Yibo hizo oídos sordos a las muecas de YuChen a su lado y volvió a buscar a Zhan, pero él ya no estaba junto a su primo, lo busco por el lugar con la mirada hasta que sus ojos fueron cubiertos.
Su piel fue cubierta por unas suaves manos y suave tela, su nariz se impregnó del olor dulzón; duraznos y rosas, supo al instante de quien se trataba.
-¿Quién me está cubriendo la vista?
Una risilla fue ahogada.
Zhan creía que Yibo no lo había visto, por lo que se le ocurrió la genial idea de sorprenderlo.
-¡¿Eres tú Yuchen?!
Otra risilla fue ahogada, una bien oída por Yibo.
-Oh vamos, Yu, tengo que terminar mi tarea.
-No soy Tae.- Zhan trato de hacer su voz más gruesa, en el intento de no ser descubierto.
-Ya lo decía yo, Zhan no huele tan bien.
Y un nuevo golpe fue dado en la costilla de Yibo, esa acción fue la detonante para Zhan dejara de cubrir los ojos del tatuado porque necesitaba acallar su sonrisa.
Yibo se unió a la silenciosa risa mientras se giraba en su silla y miraba a Zhan.
Que dichoso era el corazón y el estómago de Yiibo, mariposas aleteaban por doquier mientras miraba más mejillas sonrojada y los dedos rosaditos de su novio.
-Así que eras tú todo este tiempo.- Susurro tomando la mano libre de Zhan para acariciarla.
-¿Te he dado una sorpresa?- Zhan Sonrió.
-Una muy linda.
Fue un pequeño lapso de tiempo en el que se miraron a los ojos, mirando los orbes castaños del otro, admirando cada pestaña, fue breve, pero parecía una eternidad. Parecía que podían estar una eternidad admirando los orbes del otro.
Zhan tomó una silla y la acerco a la mesa, miró toda la pila de libros en esta.
-¿Qué es lo que tienes que hacer?
-Ah, tengo que interpretar lo que Maquiavelo trataba de decir en el Príncipe.
-Pero es es fácil.
-No lo es.
-El Príncipe es un tratado político, trata de explicarle a Lorenzo de Medeci como debería de gobernar para unificar a Italia y que debería de hacer para sacarla de la crisis.- Explicó susurrando.
-Ja, crei que hablaba de algún cuento.
-No es tan difícil de entender.- Sonrió.- Si quieres puedo ayudarte.
-Siempre me lleve filosofía a verano, gracias por la ayuda.- Acaricio el dorso de la mano de Zhan mientras le sonreía.
El resto de la tarde Zhan se la paso explicándole a Yibo sobre el libro, el tatuado lo miraba atento mientras le daba ejemplos y hacía dibujos para explicarle en su libreta. Solo eran ellos dos, ya que, Yuchen los vio metidos en su propio mundo que decidió irse y hacer la tarea en su casa.
Yibo estaba completamente encantado por toda la información que Zhan le soltaba, su novio era muy hermoso pero lo que ahora le haría comer de su mano era lo inteligente que era, le hablaba del libro mientras hacía referencias a acontecimientos importantes en la historia para hacerlo más fácil.
Hablaba con tanta facilidad que lo tenía sumergido en él, Yibo no podía hacer más que mirarlo atento mientras los ojos de Zhan se iluminaban por recibir tanta atención.
-Wow.
-¿Qué pasó?
-Es que lo sabes todo y lo explicas de maravilla.- Suspiró.- Eres muy inteligente, Zhannie.
Las mejillas de Zhan se tineron en rosa mientras sonreía.
-Ah, gracias.- Sonrió.-Mi papá me enseñó todo eso, él es docente de historia en una universidad.
-Entonces tengo que felicitarlo, eres muy inteligente.
-Ah~ para, me harás sonrojar.
-¿Lo haré? Pero si ya estas sonrojado.- Sonrió mientras se acercaba más al rostro de Zhan, casi juntando sus narices.- Estas como una pequeña manzana.
-Basta~- Rió mientras trataba de alejar a Yibo.
-Una linda manzanita que quisiera comer.- Dijo mientras coloca su nariz al cuello de Zhan, aspirando su ligera colonia, Zhan olía tan bien, podría estar todo el día oliendo su piel.
-Y-ya.- Trataba de cerrar el espacio entre su cuello descubierto porque la respiración de Yibo le causaba cosquillas.
Yibo sonrió de medio lado mientras aún metía más su nariz en aquel espacio, tenia un pensamiento algo malvado rondando por su cabeza mientras le hacia cosquillas. Dos pequeños cuerpos salieron por su cabeza cuando se puso a llevarlo a cabo, tomó de la cintura a Zhan mientras lo acercaba más a su cuerpo y empezó a llenar a besos el cuello y empezó a llenar de besos el cuello del pelirosado quien tuvo que reprimir algunos jadeos mientras trataba de alejar a Yibo.
-¡Hey!- Ambos saltaron en su sitio mientras tenían los ojos abiertos cuál cerbatillos.
El primo de Zhan se acercaba a ellos con un ligero ceño fruncido, Yibo suavemente y despacio dejo la cintura de Zhan para ponerse erguido en su silla, fingiendo que nada paso, pero, las mejillas de Zhan los delataban.
-JiYang- Saludó Zhan.
-Salgan.-Pidió.
-¿Qué? P-pero nosotros no hacíamos nada ma-malo.- La cara asustadiza de Zhan lo decía todo.
-Si como no. Miren, a mi no me importa si se manosean en público pero ya tenemos que cerrar la biblioteca.- Explicó reprimiendo su risa, la expresión de Zhan valía mucho dinero.
-Dios, creí que nos echarías para siempre.- Hablo Yibo soltando un suspiro.
-No, tranquilo.- Sonrió.- Pueden manosearse en público otro día.
-Ya, no lo digas así.- Hablo Zhan ocultando el sonrojo de sus mejillas.- Ya nos vamos.
-Oki doki.- Asintió JiYang y luego les dio la espalda.
Yibo ayudo a Zhan a guardar sus cosas mientas aun veía el sonrojo en las mejillas del pelirosa.
-Y pensar que tú primero me gustaba..- Hablo Yibo riendo.- Podríamos ser buenos amigos, después de todo.
-A él le gusta molestarme, supongo que podrían serlo.
-Es que tus mejillas se vuelven rojitas rojitas.- Apretó una sonriendo.- Una manzanita apetecible.
-Deja, ahora vamos.
-Vamos a manosearnos en público afuera.
-Yibo.- Zhan lloriqueo mientras cubría su rostro.
El tatuado sonrió por aquello y lo acercó de la cintura para besar el dorso de sus manos, luego beso una mejilla y luego la cabeza de su novio.
-Ya, dejare de molestarte hasta mañana.
-¿,Hasta mañana?
-Me gusta verte sonrojo.
Zhan asintió mientras reia.
Ambos se tomaron de la mano y salieron del lugar, platicaban sobre lo que hicieron en el día, Zhan le contó a Yibo que los ensayos para la próxima obra ya finalizaba y pronto los boletos saldrían a la venga, a lo que Yibo con la mayor simpleza del mundo le contestó con un 'sabes que estaré ahi, no importa si solo abres el telón, iré a verte'.
Caminaban por la plaza mientras veían al horizonte como el sol empezaba a ocultarse sobre las montañas causando un mar de colores. Zhan miraba la paleta rojiza mientras la fotografiaba con su celular, Yibo hizo lo mismo pero con la diferencia de que él no apunto hacia el cielo sino que apunto hacia su novio, su perfil se mezclaba bien con los colores del cielo y aquel plus de que estaba distraído le añadía más puntos a la foto.
Aquella foto que conservaría como un lindo tesoro.
Hoy Yibo no había traído su moto porque simplemente quiso ir en bus con Zhan, aquel viaje en el bus siempre les traía buenas anécdotas, como aquella vez que un señor se cayó al bajar y derramó todo su plan en el piso, Yibo rió como si no hubiese mañana y Zhan se dedico a regañarlo.
Ambos esperaron en la parada del bus y subieron al primero que llegó, Zhan con vista a la ventana y Yibo a su lado.
-Mira.- Zhan señaló con su dedo índice.- La feria ya se ha instalado.
-Deberíamos ir ¿No es así?
-Aja, vayamos con todos.
-¿Todos?-Preguntó alzando una ceja.
-Tus amigos y los míos.-Sonrió.
¿Cómo podría decirle no a aquella sonrisa y a esos ojitos?
-Se los dire, pero tenlo por hecho.
Zhan asintió y recostó su cabeza contra el hombro de Yibo.
El tatuado le sonrió mientras le despeinaba.
Viendo por la ventana pensó en todo lo que le habían dicho desde que se supo sobre su relación con Zhan.
Algo que frecuentaba en eso era la frase 'fueron muy rápido'.
Puede que haya sido así, pero son adolescentes, es su amor adolescentes y estos siempre son rápidos e intensos, siempre llegan a colarse entre los huesos de forma rápida.
Yibo lo había sentido así, no fue mucho tiempo en el que Zhan ya se había pegado a su sistema y había pasado lo mismo con Yibo.
Yibo pensaba que, si los sentimientos
eran mutuos, ¿por qué deberían de esperar? aveces mientras más alargas las cosas más se oxidan. Además, la vida es así, en un parpadeo ya las hojas caen y el otoño llega.
El tiempo no espera a nadie.
Yibo no quería hacer esperar aquel palpitar en su corazón que hacía estragos con tan solo pensar en Zhan.
Habían hecho las cosas rápidas entre ambos, porque no podían esperar más a sentir los cálidos besos que se daban al despedirse o la suavidad entre sus manos cuando las entrelazaban.
Como ahora, que sus manos estaban entrelazadas mientras miraban por la
ventana.
El bus se detuvo en la parada y ambos se
bajaron, la casa de Zhan era cercana a esa
parada. Cuando ambos iban en bus siempre
Yibo acompañaba a Zhan hasta la puerta de su hogar.
-Bueno, ya es hora de mi beso de despedida. -Yibo hablo mientras acariciaba la cintura de Zhan.
-Antes de eso.-Enredo sus brazos en el cuello de Yibo.-¿Que te parece si mañana vemos alguna serie o alguna película?
-Me parece bien.-Asintió.
-Entonces es una cita.-Sonrió.
-Una cita.
Ambos se sonrieron mientras se miraban. Zhan se paro de puntas y llegó a los labios de Yibo, ambos se dieron un suave beso mientras se abrazaban.
Se tuvieron que separar, pero antes de alejarse Yibo le dio un beso a la pequeña nariz de Zhan, logrando que soltara aquella risita que a Yibo le volvía loco.
-Buenas noches, BoBo.
-Buenas noches, Zhannie. Volvió a besar la
pequeña nariz.-Gracias por ayudarme.
-No tienes por que agradecer.
-Bueno, igual te lo agradezco.
Zhan asintió sacando sus llaves de su mochila y abriendo la puerta de su casa, antes de entrar a esta le dio un fugaz beso a los labios de Yibo.
-Nos vemos mañana.
Y cerró la puerta.
Yibo solamente suspiro cual enamorado mientras se alejaba de la puerta.
Había caído tan rápido por Zhan, pero no se arrepentía en lo más mínimo.
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