53 ⌗ Me gustas ೃ࿔

Las clases tomaron su curso normal, aunque el ambiente alegre aún se encontraba presente, teniendo estudiantes más relajados y animados. Taehyung, por su lado, había obtenido una creciente popularidad entre los estudiantes, siendo recordado como el "adorable chico que actuó en el evento final". No le molestaba, pero sí era algo extraño que, a palabras de sus hyungs del club de teatro, debía acostumbrarse. Igualmente Hoseok y Jimin estaban en una situación similar, y entre los tres simplemente se reían por lo atípico que era todo.

Con respecto a Jungkook... fue caótico al inicio.

Primero tuvo que hablarle a sus amigos, en especial a Jimin, quien estaba dispuesto a secuestrarlos para que por fin le comentaran lo que había entre ambos. ¿Incómodo? Lo normal, pero era pasable. El rumor de su noviazgo con Jungkook fue corriendo de pasillo en pasillo, y aunque no había recibido algún tipo de abuso o amenaza, podía escuchar murmullos cuando caminaba por la institución. Suponía que a eso era lo que se refería Namjoon hyung al ser juzgado por amar, sin embargo, poco le importaba, y parecía que a Jungkook mucho menos. De igual modo, su relación con el contrario seguía siendo la misma, hasta parecían los mismos amigos de siempre, con la simple pero importante diferencia de aquellos besos que compartían a escondidas en lugares poco frecuentados por los demás estudiantes. Jungkook no era muy demostrativo, parecía darle vergüenza que lo pillaran en aquellos momentos, pero jamás se negaba a sus íntimos actos. Se sorprendía aún de su valentía y coraje para besarlo aquel viernes.

Jungkook parecía dispuesto a aceptar todo lo que venía de él, y Taehyung se sentía dichoso por ello, más la duda carcomía en su ser, y debía hablar con alguien antes de echar todo a perder. No es como si las cosas estuvieran mal, pero Taehyung sentía que estaban yendo demasiado bien para lo que esperaba, y eso lo asustaba. Lo que menos quería era forzar a Jungkook, y justo pensaba en eso desde un par de días atrás.

Estaba a mitad de pasillo, dándole vueltas al asunto en su cabeza. Se sentía tonto, es decir, había estado deseando desde tiempos que ya no puede contar empezar una relación con Jungkook, y ahora que por fin la tiene, la inseguridad solo lo estaba haciendo cuestionar todo.

—Taehyung-ah —el llamado de alguien lo hizo volver a la realidad, y giró su cabeza en dirección a la persona que había dicho su nombre, encontrándose a Taehyun. Desde el viernes no había visto mucho al chico, y de eso ya habían pasado más de una semana. Jungkook le había comentado, más a Jimin y a Hoseok que a él mismo, que Kang estaría ocupado en otras cosas, algo como un club y sus tutorías, y por ello ya no estaría más seguido en el almuerzo.

—Taehyun, ¿sucede algo?

El menor lucía nervioso, pero niega. —No realmente, solo quería hablar con usted.

Taehyung alza una ceja. Jamás había mantenido una conversación con el contrario. Casi sin decirlo, habían declarado al otro como su enemigo, así que todo esto le parecía extraño. —¿Sobre?

—Jungkook hyung —la expresión de Taehyung se endureció levemente, y el menor lo notó de inmediato—, pero no es nada malo. Solo escuche lo que diré, por favor. He querido hacerlo desde hace varios días, pero me han aceptado en el club de canto y debo ir en las tardes, además de ayudar a Beomgyu hyung ya que pronto hará su examen final y realmente quiero que lo apruebe.

—Felicidades por lo del club, sé lo difícil que es entrar ahí —dijo sinceramente, y Taehyun agradeció mostrando su emoción por ello—. ¿Qué querías decirme?

—Oh, eso... solo quería decirle que sé de su relación con hyung, incluso estaba ahí cuando el mismo lo confesó —aprieta sus labios, como si le costara lo que diría—. Sé que usted y yo no somos amigos, y podría asegurar que no le agrado, pero quiero pedirle, por favor, que no aleje a Jungkook hyung de mí.

»Él es importante para mí; es un increíble amigo que no quiero perder, así que, por favor, Taehyung-ah, solo le pido que no lo aleje de mí.

No esperaba aquella petición, así que chasqueó la lengua, algo divertido. —Sé que te gusta mi novio, ¿acaso creías que no me daría cuenta?

—¿Qué? ¡Claro que no! —las mejillas de Taehyun se volvieron rojas, y movió sus manos con nerviosismo—. ¿¡Por qué todos creen eso!? ¡Beomgyu hyung también pensó lo mismo!

—Será porque eres muy obvio, ¿no? —rodó los ojos.

—¡Se equivoca! —jadea frustrado—. No me gusta mi hyung, y jamás lo he visto de otra manera. Ya se lo he dicho al tonto de Beomgyu y ahora se lo digo a usted.

—¿Me estás llamando tonto?

—No —negó de inmediato, asustado—. Lo que quiero decir es, que para mí, Jungkook hyung es mi amigo, el primero en serlo, y es importante para mí. No le pido que seamos amigos, ni que intentamos llevarnos bien, solo le pido que no me aleje de hyung, porque eso me haría muy triste.

Taehyung pudo darse cuenta de una cosa, y es que los ojos de Taehyun eran similares a los de Jungkook, y no se refería a la apariencia física, sino más bien a lo expresivos que eran, y es que pudo notar cuán afectado estaría Taehyun si aquello llegase a suceder, demostrándole lo sincero que era al respecto. Si algo tenía Taehyung era su enorme corazón, a veces pecando por la desbordante empatía que sentía con los demás. Si era sincero, eran contadas las personas que habían llegado a caerle mal, incluso podía usar una mano, muy diferente a Jungkook o a Jimin que no tenían reparo en guardar rencor sin sentirse mal.

—Lo lamento —dice, y Taehyun lo mira extrañado—. Lamento haberte hecho llegar hasta este punto. No tienes que pedirme esto, incluso yo mismo no tengo derecho sobre Jungkook para decirle a quién acercarse.

—Solo no quería problemas...

—Fui un tonto. He estado enamorado de Jungkook por tanto tiempo, que te he visto a tí como una amenaza —confesó, y el menor volvió a ruborizarse—. Ha sido mi culpa todo esto. Yo fui quien desde un inicio ha sido receloso, y por eso te pido disculpas. No tienes por qué pedirme esto; si Jungkook quiere seguir a tu lado no lo detendré, que sea su pareja no me da el derecho de prohibirle amistades, y así como él es importante para tí, tú también lo eres para él.

»Tae, empecemos desde cero, conozcámonos y seamos amigos de igual modo. Muy poco sé de tí, pero ya deja el pasado atrás, y vive el ahora. Empieza una nueva vida con nuevas personas que te quieren a su lado. Nunca podrás tomar lo que se te ofrece ahora, si no sueltas lo anterior —Taehyung sonrió de lado, viendo cómo los ojos de Taehyun se volvían algo brillosos por las lágrimas—. Jungkook es muy selectivo con sus amistades, y si te quiere a tí es porque eres alguien maravilloso, así que, empecemos nuevamente tú y yo, y dejemos este tonto inicio atrás, ¿te parece bien?

—Me parece bien... —sonrió, y limpió rápidamente aquellas lágrimas traviesas que se habían escapado de sus ojos—. Gracias, Taehyung, estoy feliz de que Jungkook hyung esté con alguien como tú.

—Digo lo mismo de tí.

El peso de una enemistad sin sentido se había ido, quedando saldado lo que en algún momento los atormentaba. El menor se despidió rápidamente, puesto que sus actividades aún no habían terminado, y Taehyung sintió como un peso se iba de sus hombros al haberle dado culminación a un guerra tonta que nunca debió haber iniciado. Giró en su lugar, dirigiéndose a su destino inicial, puesto que hablar con Taehyun lo había entretenido, pero no distraído lo suficiente.

Escuchó la música salir del salón, y entró en el con confianza, sabiendo con exactitud a quién se encontraría. Dejó su bolso en el suelo, y se sentó ahí a esperar a que Hoseok terminara su rutina de baile. Desde la presentación, habían postulado al contrario a ocupar el puesto de coreógrafo del club de danza, y aunque quiso negarse, se encargaron de que al menos lo intentara y presentara su propuesta.

Aplaudió cuando la música terminó, sonriendo satisfecho cuando Hoseok de acercó a él con la respiración agitada. —Estoy seguro que te darán el puesto. Lo mereces.

—Lo dices porque eres mi amigo —se sentó a su lado, secando su cuerpo con una toalla, y bebiendo agua de su termo.

—¡Qué poca confianza! —golpeó su cabeza—. Eres increíble, Hobi, ya grábate eso.

Hoseok sonrió. —Suelta lo que quieras decir.

—¿No puedo venir a visitar a mi mejor amigo? Me dueles. Lo esperé de todos menos de tí —Taehyung lo miró indignado.

—Cómo se nota que estás en el club de teatro —rodó los ojos—. Desde hace días te noto pensativo, estaba esperando a que vinieras a hablar conmigo.

Taehyung ladeó sus labios en una mueca, y dejó caer su cabeza sobre el hombro de Hoseok. —¿Ves por qué eres mi mejor amigo? Me conoces mejor de lo que yo mismo podría hacerlo. Hubiese sido más fácil todo si me gustabas tú.

—No mientas. Incluso si fue difícil, eres feliz con Jungkook.

—Tienes razón —ríe de forma corta, aún apoyado en Hoseok—. Soy tan feliz que parece un sueño. Si Jungkook decide acabar todo ahora, no me quejaría; el tiempo a su lado lo disfruté de principio a fin.

Aquella última frase no fue tan agradable para Hoseok. —¿Hay algo malo? ¿por qué piensas en terminar?

Taehyung levantó su cabeza, y suspiró profundamente. —En la euforia del momento, no ví con claridad lo que estaba pasando. Mi mente solo decía lo bien que se sentía confesar por fin lo que sentía, y tener la oportunidad de disfrutar mi anhelo.

»Recuerdo perfectamente como Jungkook era ignorante de todo, recuerdo que mis sentimientos para él era un hallazgo repentino. Ví la oportunidad y la tomé, le ofrecí ser novios y demostrarle lo que sentía... si me detengo a analizarlo en retrospectiva, solo fui yo desesperado de él, y tanto en aquel momento como ahora, Jungkook no ha podido decirme claramente lo que siente por mí.

—¿Quieres decir que Jungkook no siente lo mismo por tí?

La pregunta afectó a Taehyung, pero ya había sobrepensado la idea. —Es una posibilidad... quizás solo me está siguiendo la corriente, quizás no quiere lastimarme.

Hoseok se quedó en completo silencio, aquello que atormenta a Taehyung era más fuerte de lo que pensaba, sin embargo, debía hablar desde su propio testimonio.

—Puede que todo haya empezado así, pero no creo que Jungkook esté solo por cumplirte un capricho, es decir, yo no lo veo incómodo a tu lado.

—Pero tampoco está seguro —añadió Taehyung.

Hoseok aguardó silencio, analizando la situación. Las dudas en la mente de Taehyung realmente estaban haciéndolo pasar un mal rato. —No aceptas todo de una persona solo por no lastimarla... sí, aún Jungkook no te ha dado respuesta de lo que siente por tí, ¿pero se lo has preguntado? Todo esto es nuevo para él, y lo sabes, así que dale el mérito de esforzarse siquiera en darse la oportunidad de conocer.

»Lograste lo que tanto soñabas, y aún así estás ansioso porque quieres más —Tae rió avergonzado de sí mismo, y Hoseok despeinó sus rizos—, si pudiste ir con calma todo este tiempo, hacerlo un poco más no creo que vaya a afectarte... y si aún tienes dudas, entonces habla directamente con él.

Taehyung pensó en ello, decidiendo no responder más. Lo había dicho con anterioridad; si Jungkook decidía que ya no quería estar con él, lo aceptaría, pero debía saber qué pensaba su lindo chico, porque no iba a perdonarse jamás el estarlo obligando.

—¿Terminaste la coreografía? —cambió de tema.

Hobi sonrió, —¿Quieres verla?

—Sabes que sí, solecito.

『 🐰 』

Durante el resto del día Taehyung no ve a Jungkook por todo el lugar. Ocupado en sus materias y el club, y el contrario en sus propios asuntos, ambos quedaron en verse en la salida para ir a la casa del mayor de los dos. El clima estaba fresco, aunque un poco más caliente de lo que le gustaría. Unos helados para mitigar un poco la sensación le parecía buena idea.

Claro, no antes de hablar con Jungkook con respecto a su relación.

El tiempo a solas y al mismo tiempo invertido en otras cosas, lo ayudó a poner en orden sus propios pensamientos. Amaba a Jungkook, estaba seguro de eso, pero no lo iba a obligar a estar a su lado. Sentía que se estaba aprovechando de la inocencia del contrario, y eso no le agradaba. Necesitaba tener todo claro, sea cual sea el resultado de ello.

La bruma de sus pensamientos es interrumpida por unos dedos traviesos que surcan entre los suyos propios, y los afianza en un agarre seguro. Gira su rostro hasta el dueño de dicho acto, encontrando aquel par de ojos grandes y atrayentes que no iba a superar jamás. Jungkook sonreía sin mostrar sus dientes, con sus mejillas rosas, y una emoción que no sabía identificar haciendo presencia en sus preciosos orbes.

—¿Esperaste mucho por mí, Taehyungie?

Sufriría de una arritmia segura si Jungkook seguía atacándolo de esa manera. No pudo evitar subir sus manos y besar el dorso de la contraria, todo sin dejar de verlo a los ojos. —No mucho, Jungkookie.

Ahora la sonrisa de Jungkook era grande, y no tardó en comenzar a caminar, tirando de la mano a Taehyung para que fuese tras él.

—¿Quieres ir a casa? Hace mucho que no vas. Tengo un nuevo videojuego que me gustaría probar contigo.

—Está bien —accedió—, pero primero pasemos por un helado.

—¡Por favor! Hoy me tocó educación física y estoy acalorado —soltó quejumbroso—. El profesor me tuvo de guía, y estuve de un lado para otro siguiendo sus instrucciones...

El parloteo de Jungkook animaba la caminata, aun con el agarre de manos que no parecía querer terminar. Taehyung lo escuchaba con atención, disfrutando de la conversación de la cual nunca se aburría. Jungkook era su amigo, y la persona con la cual más había convivido. No recuerda momento alguno en donde el contrario no estuviese presente. Hoseok también estaba en sus memorias, al igual que Jimin, sin embargo, la presencia de Jungkook se hacía valer por encima de las otras, porque así era para Taehyung.

Su mayor miedo era perder a Jungkook una vez confesara sus sentimientos, pero ahí estaba él, a su lado, tomando su mano, hablando con tranquilidad, siendo su novio. Taehyung ya no tenía miedo de nada, porque lo peor ya había pasado. ¿Qué si Jungkook no quería ese tipo de relación con él? ¿qué si prefería la amistad de siempre? Taehyung podía aceptarlo, todo porque Jungkook jamás se alejaría de él.

—Necesitamos hablar.

Jungkook detuvo sus palabras, y se giró a ver al contrario. Alzó una ceja al verlo serio, pero al mismo tiempo, con una resignada felicidad plasmada en sus facciones. —¿Sucede algo? —cuestiona preocupado, y se siente confundido cuando Taehyung aleja su mano de la suya, deshaciendo el agarre que había mantenido desde encontrarse. —¿Taehyung?

—Yo... he estado pensando un poco en nosotros, y decidí que no quiero obligarte a nada —apretó sus labios, e ignoró la mirada confundida de Jungkook—. Cuando confesé mis sentimientos, había llegado a un punto en donde no aguantaba más. Debía decirte lo que sentía o explotaría. Así que, sin pensarlo mucho, te lo dije. Sabía que no estabas seguro de lo que tú sentías, y aún así te besé y te pedí ser novios.

Las mejillas de Jungkook se calentaron, y Taehyung adoró aquella imagen, subiendo su mano izquierda para acariciar el rostro del contrario. »Y lo siento, siento que es algo que no debía hacer y justo ahora lo estoy notando.

—¿Lo sientes? —murmuró Jungkook.

—Jungkookie, yo te amo, jamas tengas dudas de ello. Por tí sería capaz de todo, solo por hacerte feliz, y es por eso mismo que no puedo seguir haciéndote parte de esto cuando tú no quieres o no estás seguro —quitó su mano del rostro de Jungkook, y con mucha seguridad dijo: —Terminemos nuestra relación. No pretendo obligarte a algo que no quieres o de lo cual no estás seguro. Si decides que te gusto igual, podemos continuarla, pero si sientes que estás más cómodo siendo amigos, también lo aceptaré. Jamás haré algo que no te guste, así que he tomado esta decisión para que puedas descubrir qué es lo que realmente sientes por mí.

Jungkook estaba paralizado. La información proporcionada por Taehyung aún no era asimilada por su mente. Las palabras "obligación", "terminar" y "amigos" parecían hacer eco en su cabeza, y de cierta forma lo aturdía. Miraba a Taehyung, intentando encontrar arrepentimiento en sus palabras, pero el contrario parecía estar muy seguro de lo que decía. La conversación con su hyung volvió a él, y sintió sus cara arder en vergüenza, pero al mismo tiempo, la culpa le recriminaba el hecho que la decisión de Taehyung recaía en que él jamás había puesto en palabras lo que sentía, y por supuesto, Tae era ajeno a ello.

—Tae, yo...

—No tienes que responder ahora —interrumpió Taehyung—. Puedes hacerlo mañana o el tiempo que necesites. No voy a presionarte. Sea cual sea tu decisión, voy a respetarla.

Sonrió sinceramente, y siguió el camino que llevaban el dirección a la heladería. Jungkook, —aun en su sitio, incapaz de moverse— apretó sus manos en puños, sintiendo la desesperación y la ansiedad recorrerlo entero. Su corazón latía fuertemente, y su cuerpo temblaba por la sensación de perder algo que sabía que jamás volvería a encontrar. Sus ojos divisaron un pequeña piedra, y no había reparado en sus acciones cuando ya la había tomado y lanzado con fuerza hasta dar con la mochila de Taehyung.

El contrario saltó en su lugar, y se giró de inmediato para ver a Jungkook. El chico lo miraba angustiado, y sus manos temblaban al lado de su cuerpo. Miró a un costado la piedra que le había lanzado, y alzó una ceja en su dirección. —Pudiste haberme dado en la c-

—¡No puedes terminar conmigo! —le corta todo reclamo, iniciando uno él—. ¡No puedes iniciar todo esto y acabarlo!

Taehyung suspiró. —Jungkook, no lo estoy haciendo por mal.

—¿Qué hay de nosotros? —inquirió, aún sin entender.

—Siempre habrá un nosotros, Jungkookie —sonrió de lado—. Novios o amigos, siempre hay un nosotros —pero esa respuesta tiene inconforme a Jungkook, y enojado, vuelve a tomar otra piedra y la lanza a su dirección. Taehyung, la esquiva a duras penas, y lo mira con reproche—. Hey.

—¿¡Por qué piensas solo en tí, idiota!? ¿¡Quién te ha dicho que yo quiero terminar!? —sus manos tiemblan del enojo, y no deja que Taehyung hable cuando ya lo está haciendo él nuevamente—. ¿¡Con qué derecho vienes y terminas con esto sin siquiera hablarlo conmigo!?

—¿N-no quieres terminar?

—¡Por supuesto que no! —exclama, y mira fijamente a Taehyung a los ojos—. No quiero dejar de ser tu novio...

Taehyung parpadea sin creer aún lo que escucha, y dirige una mano a su nuca para masajearla. —No pensé que querrías seguir...

—Lamento si no te he dado una respuesta concisa hasta ahora, admito que fue mi error, ¿pero no te he demostrado que quiero esto como lo quieres tú? —Jungkook apretó sus labios, y se acercó unos pasos a Taehyung—. Sí, al inicio no sabía lo que sentía, pero ahora está claro.

»No soy bueno con las palabras, todo esto es tan nuevo para mí que no sé exactamente qué hacer o qué decir, pero de una cosa estoy seguro, y es que me gustas, Taehyung —agachó su cabeza—. No puedo decir desde cuando, supongo que desde siempre, solo que no sabía diferenciar lo que sentía por tí, a lo que siento por los demás, pero esto es real, y no voy a acabarlo ahora que por fin lo descubro.

—¿Estás seguro de lo que dices? —susurró Taehyung, tomando de la barbilla a Jungkook para alzar su rostro—. Puedo esperar por ti, sabes que lo haré.

—Pero no tienes que hacerlo —negó—, te estoy diciendo que no quiero dejarte ir, Tae, porque me gustas y solo contigo me siento así.

Taehyung lo miraba como si fuese un sueño, algo fuera de la realidad, así que Jungkook no dudó ni un segundo en tomarlo del cuello y unir sus labios en un ansiado beso. Movió sus labios con lentitud, y se sintió aliviado cuando fue correspondido. Los brazos de Taehyung lo apretaron a sí, y olvidó por un momento todo lo anterior, concentrándose en aquellos besos que lo adoraban por completo. Sonrió sinceramente, al tiempo en que seguía el beso. Un peso se había ido de sus hombros al hacerle saber a Taehyung que era correspondido, y que no había duda en sí que lo alejara de él.

—¿En serio te gusto, Kookie? —susurró Taehyung, cerca de sus labios, rozándolos en el acto.

Asintió, acariciando la mejilla del contrario. —Me gustas, Tae, realmente lo haces. No necesito tiempo, estoy siendo sincero contigo y con mis sentimientos.

Taehyung suspiró, y le regaló aquella preciosa sonrisa cuadrada que tanto le gustaba, para luego abrazarlo con fuerza. Jungkook rió, devolviéndole el abrazo. No podía negarlo más, no podía ignorar lo que sentía; estaba enamorado de Taehyung, y no había forma alguna que lo separaran de él ahora que lo sabía.

—No vuelvas a terminar conmigo...

—Lo siento, Kookie.

Jungkook sonrió, besando su cuello. —Me gustas, Taehyung... me gustas demasiado.

La respuesta llegó en forma de beso, uno que Jungkook recibió gustoso.

—Ah, y lo siento —interrumpió el beso avergonzado —. No debí lanzarte una piedra, pero entré en pánico. Ibas a terminar conmigo y no podía permitir esa desgracia.

Taehyung río, y pellizcó su mejilla. —Nunca cambias.

—No sé si es bueno o malo, pero tendrás que acostumbrarte, porque no te dejaré ir tan fácil, Kim Taehyung.

—Créeme —susurró en su oído—, yo tampoco te dejaré ir de mi lado ahora que sé que te gusto igual, bonito.

Jungkook suspiró, uniéndose aún más a Taehyung. —Me alegra saber eso.

『 🐰 』

Se acomodó bien las gafas de sol, además del tapabocas, procurando no ser reconocido. Había intentado ir lo más discreto, pero realmente Choi Yeonjun era todo menos discreto, empezando por su cabello color rosa, un jean suelto, pero que se amoldaba a sus caderas, y aquel crop top de rayas que dejaba a la vista su entrenado abdomen y su estrecha cintura. Le gustaba la atención y la buena moda, y no iba a dejar pasar la oportunidad de dar una buena impresión a la persona que estaba buscando.

Abrió la puerta del local, descubriendo que estaba prácticamente vacío. Genial, pensó, al tiempo en que se quitaba el tapabocas, y miraba el lugar con ojo crítico. Era lindo, algo elegante, pero bastante acogedor. El olor a comida lo atrajo de inmediato, y se le antojó aquello que estaba siendo preparado.

—Disculpe, pero abrimos dentro de un par de horas, así que no puede estar aquí.

Yeonjun alzó una ceja, y con una sonrisa burlona se giró hacia la persona que le había hablado, dispuesto a dejarle en claro quién era él. Quitó sus lentes al tiempo en que se daba la vuelta, y quedó pasmado al mirar al contrario. Un chico alto, mucho más que él, con el pelo azul y unas mejillas que lucían por demás de suaves. El rápido bombeo de sangre lo aturdió, pero lo tenía más aturdido la increíble atracción que sentía por ese chico que lo miraba con seriedad.

—Oh, claro que debo estar aquí, sino cómo iba a tener el exquisito placer de conocerte, niño bonito —sonrió coqueto.

Soobin alzó las cejas, pero rápidamente frunció el ceño, mirando al contrario con desdén. —Le agradecería se se retirara de aquí.

—¿Por qué esa mala cara, Soobin? —respondió en cambio, leyendo su nombre en la placa que tenía en su pecho—. Un hermoso nombre para un hermoso chico, si me preguntas.

Las mejillas de Soobin se calentaron, una mezcla entre vergüenza y enojo era el producto de ello. ¿Qué se creía ese descarado?

—Le repito, será mejor que-

—Choi Yeonjun; bailarín, cantante, rapero, modelo, y el futuro Idol más codiciado de Corea y el mundo entero —interrumpió—. También tu futuro novio, bonito.

—¿¡Ah!? —Soobin no creía lo que escuchaba, y la cólera lo estaba comiendo vivo, mientras que ese otro chico poseía la más relajada expresión—. Mira, tú, Choi Nomeimporta, será mejor que te retires de una buena vez, antes que yo mismo te saque a patadas, imbécil.

Yeonjun alzó una ceja, y dio dos pasos al frente, posicionándose más cerca del contrario. Alzó un poco la vista, debido a la altura que los separaba, y miró seriamente a Soobin. Este último, al ver que la burla se escapaba de las facciones del otro, tragó saliva nervioso. Jamás le había hablado mal a un comensal, incluso cuando estos eran los más irrespetuosos, sin embargo, Yeonjun lo había sacado de sus cabales diciendo aquella sarta de tonterías que no tenían ni pies ni cabeza. Estaba en problemas, aún era un simple pasante, y una mala reseña de él para la universidad era un terrible comienzo en su vida laboral. Además, era su hyung quien debía hacer la reseña como su tutor industrial, siendo esto aún más catastrófico para Soobin; ¿qué pensaría su adorado hyung de él que le habla mal a los clientes con una simple provocación?

—¿Acabas de llamarme "imbécil"? —susurró Yeonjun, y negó decepcionado—. Esperaba que el primer apodo para mí fuese un poco más romántico, cariño...

¿Cariño? ¿acababa de llamarlo "cariño"? Al diablo la decencia, Soobin no iba a tolerar a ese niño arrogante ni un segundo más. Lo tomó de los hombros con molestia, dispuesto a echarlo de ahí, pero fue detenido por una mano sobre su propio hombro. Giró el rostro, abriendo los ojos de par en par al encontrarse a su hyung. —¡S-Seokjin hyung!

—¿Sucede algo aquí? —inquirió curioso el mayor, ya que en todo el tiempo que conocía a Soobin no le había visto un amigo.

—¡Nada! —Soobin soltó los hombros de Yeonjun, ocultando sus manos detrás de su espalda y sonriendo ampliamente al mayor—. Le estaba por guiar a este comensal la salida ya que no es horar-

—Así que tú eres el famoso Jeon Seokjin —soltó Yeonjun, poniendo toda su atención en el recién llegado—. He escuchado tanto de tí que debía conocerte sí o sí.

Seokjin alzó una ceja, pero pronto todo hizo click en su cabeza; el cabello rosa, la forma de vestir y el aura misma del chico, se trataba de Choi Yeonjun, el próximo Idol en debutar en la empresa en la que trabaja Namjoon y el cual estaba algo apegado a su novio.

—Oye, es mayor que tú, háblale con respeto —regañó Soobin, odiando la forma tan confiada con la que hablaba Yeonjun.

—Precioso, no seas celoso, aunque vine a buscar a tu hyung, mi atención solo la tienes tú —y dicho ésto, le guiñó un ojo con coquetería.

Soobin bufó exasperado, cruzándose de brazos y girando la mirada hacia otro lado, como negándose a sí mismo en dedicarle siquiera una mirada al chico que intentaba con todas su fuerzas obtener algo de él. Seokjin rodó los ojos, encontrando cómica la situación, y tomó del brazo a Soobin para colocarlo detrás de él, evitando un enfrentamiento. —Supongo que tú eres Yeonjun, ¿no?

Los ojos del recién nombrado brillaron con fuerza, y miró a Seokjin con ilusión. —¿Nam hyung le ha hablado sobre mí? ¿Qué ha dicho? Dígamelo todo, por favor.

—Oh, realmente fue Yoongi —confesó, y se sintió mal por ver cómo se apagaba la luz en el rostro del chico—, pero Nam me ha comentado un par de cosas, sí.

Nuevamente la alegría surcó por Yeonjun. —Es suficiente para mí.

—¿Y a qué se debe tu visita?

—Nam hyung habla mucho sobre usted, quería conocerlo —se encogió de hombros—. Me daba curiosidad mirar en persona al "mundialmente hermoso" —hizo comillas con los dedos—, y no miente, eres guapo, claro, yo más, pero eres guapo.

—Seokjin hyung es más guapo que tú —recriminó Soobin, receloso a más no poder, y aún ocultándose detrás de la espalda de su hyung.

—Precioso, mira este rostro —se señaló a sí mismo con soberbia—, esto vale millones de wons.

—¡Hyung, ya échelo de aquí!

Seokjin rió bajito, divertido de todo esto. Yeonjun tal cual lo habían comentado, era un muchacho egocéntrico demás, con una seguridad en sí mismo que lo mantenía donde estaba. Más allá de odiarlo, o tener cierto recelo de él, el conocerlo le mostró que era solo un chico más, el cual tenía nulas habilidades para socializar, y que no buscaba hacerle mal a nadie. Era como un cachorro perdido que se había cuidado a sí mismo desde siempre, y Seokjin odió su corazón de pollo y la similitud que encontró con Jungkook que lo hizo desear ayudar al menor.

—Acabo de preparar un par de postres, ¿te gusta la fresa? —ofreció amable, y Yeonjun asintió de inmediato.

Soobin lo miró como si estuviese loco. —¿Hyung?

—Calma, Soobinie, también preparé pan, justo el que te gusta —el chico enmudeció, siendo comprado por la mención del alimento—. Espérenme aquí, ya les traigo algo para compartir.

Obediente, Yeonjun tomó asiento, y Soobin rogó con la mirada el que no lo dejaran solo, pero una caricia en sus azules cabellos le indicó que debía esperar también, y no buscar problemas. Seokjin entró a la cocina, y mientras servía un trozo de pastel para Yeonjun, tomó su celular y llamó a Namjoon, siento atendido luego de un par de tonos.

Hola, amor, ¿sucede algo? —la voz de Namjoon sonaba ajetreada, y Seokjin se hacía una idea de qué estaba sucediendo.

—Hola, Namie, si buscas a un pelirrosa de crop top, lo tengo en sala esperando por un dulce.

La línea quedó en silencio un rato, cuando por fin volvió a hablar el moreno. —Lo voy a matar. Se supone que tenía clases de oratoria.

—Namjoon, ¿cuántas clases ve al día? Se supone que es un chico, es normal que se escape y quiera hacer algo más que dedicarse a ser perfecto para el público —se asomó hacia el par de chicos, encontrando a Soobin mirando fijamente el menú, mientras que Yeonjun lo detallaba con una sonrisa en labios, y apoyado en su mano—. Solo ven a buscarlo y no se te ocurra regañarle.

A veces olvido lo protector que eres de los jóvenes —rió por el comentario—. Ya salgo para allá. Vigila que no se meta en problemas.

—Ya, no lo hará. Te amo.

Yo más, príncipe.

Cortó la llamada, tomó el pan que le había ofrecido a Soobin y se acercó a la mesa en el que estaba aquel par. Le dió a Yeonjun su pastel, mientras que a Soobin le entraba el suyo. Arrimó la silla, y se sentó también él, mirando a Yeonjun comer con gusto lo que había preparado.

—Hyung tiene razón, cocinas muy bien.

—Namjoon habla mucho de mí al parecer.

—Siempre —confesó—. "Seokjin esto", "Seokjin lo otro", todo es sobre ti. Debía conocerte por fin.

—Hyung es increíble, claro que podrías hablar día y noche sobre una persona así —añadió Soobin, sonriendo hacia Seokjin.

—¡Hey, no seas descarado! —reclamó Yeonjun—. Hablar así de otro hombre al frente de tu futuro novio es de mal gusto.

—¿¡Ah!? ¿¡Y quién dijo que iba a ser tu novio!?

—Yo —aseguró—, y lo que me propongo lo cumplo, bonito.

El par de jóvenes se enfrascó en una discusión, Seokjin riendo sin poder evitarlo por lo gracioso de la situación. El rato fue ameno a pesar de las disputas entre los menores, si Seokjin no hubiese estado presente sirviendo de mediador, ya estaría Yeonjun comiendo tierra en la entrada del local. Exactamente media hora después Namjoon hacía acto de presencia en el lugar, y Yeonjun abrió sus ojos en cuanto lo vió, sabiendo que una reprimenda segura estaba por llegar.

—Buenas tardes —saludó el moreno, dejando un corto beso en la mejilla de su pareja, y luego miró a Yeonjun—. ¿Te divertiste?

El chico balbuceó un par de cosas que no se entendieron, y quedó en completo silencio cuando Namjoon apoyó la mano sobre su hombro. —N-Nam hyung...

—La próxima vez avísame —dijo simple, y despeinó sus rosáceos cabellos, dejando aún más en silencio al menor—. Tienes una sesión de fotos, es mejor irnos ahora. Príncipe, gracias por cuidar de él. Despídete tú igual, Yeonjun.

El chico se levantó, e hizo una reverencia pronunciada. —¡Gracias por cuidar de mí y alimentarme, Seokjin hyung!

—No fue nada, Yeonjun, ven a visitarme más a menudo —respondió el mayor, ignorando el resoplido de Soobin a su lado—. Tú igual, amor, ven más seguido.

Namjoon sonrió, y le guiñó un ojo. —Me quedaré esta noche, prepara la habitación de invitados —ambos rieron por la tonta broma.

—¿Puedo estar con ustedes? —preguntó Yeonjun con emoción, ganándose un golpe por parte de Namjoon.

—Tú vas a quedarte pero haciendo tus deberes que de suponía verías hoy.

El chico se quejó, pero poco le prestó atención. Namjoon se despidió por ambos, —no sin antes dejar un beso sobre los labios de Seokjin— y salió en conjunto con el trainee hacia el auto de la empresa que había pedido prestado. Subió en el asiento del piloto, y pronto tuvo a Yeonjun en el de al lado, muy silencioso para lo que acostumbraba a estar. Lo dejó ser, comenzando la ruta de vuelta a la empresa. Solo se escuchaba el aire acondicionado, y uno que otro sonido propio del auto, y Namjoon miraba de a poco al chico a su lado que no emitía palabra alguna.

—Lo siento —escuchó tiempo después, mirando de reojo a Yeonjun—. No debí salir sin avisar.

Que se estuviera disculpando ya era un logro, y que reconociera sus errores era algo para celebrar. Namjoon se estacionó en un lugar idóneo, y miró al chico a su lado. —No lo haces mucho, así que puedo pasarlo solo por hoy... la próxima avísame —el contrario asintió obediente—. ¿Por qué fuiste con Seokjin?

—Quería conocerlo —contestó—. Hablas mucho de él.

—Es mi pareja, inconscientemente está presente en mí, ¿pero por qué quisiste conocerlo? Mi vida personal no tiene relación con nuestro trabajo.

Los labios del chico se apretaron, y sus mejillas tomaron un suave color rosa, haciendo juego con su cabello. —Lo sé, pero quería hacerlo. Hyung no es solo mi productor, es mi modelo a seguir, es la persona que más admiro en la empresa y de la cual me gustaría aprender mucho. Solo... me gustaría ser cercano a mi artista favorito —hizo una mueca, y miró por la ventana—. Es tonto, solo olvídalo.

Sabía que Yeonjun sentía cierta admiración por él, tanto Yoongi como su jefe se lo habían comentado en su momento como una herramienta que debería aprovechar para moldear al trainee indomable. Sin embargo, escuchar desde el mismo chico cómo se sentía con respecto a él lo hizo ver la situación desde una nueva perspectiva. Una mucho más inocente y genuina. Era solo un chico, ¿por qué lo juzgaban tanto? Si era buen cantante, buen bailarín y un sinfín de talentos mas, los había logrado gracias a él, a su disciplina y constancia. El chico necesitaba atención más que reclamos, y se sentía un idiota por haber caído el aquel juego de criticar las actitudes antes de indagar en el porqué de ellas.

Estiró la mano hasta el brazo de Yeonjun, y lo acercó a sí para sostenerlo en un abrazo. Sintió al menos temblar contra sí, y acarició su espalda para tranquilizarlo. —Lamento haber sido tan rudo contigo. ¿Podemos empezar de cero? También me gustaría ser tu amigo?

—¿Lo dice en serio? —inquirió asombrado, aún siendo abrazado.

—Claro que sí, Yeon —se separó y miró directamente a los ojos del chico—. Seamos amigos, eso sí, en el trabajo respeto, pero fuera de él seremos un hyung y un dongsaeng —los ojos de Yeonjun se iluminaron, y se abrazó nuevamente al mayor, haciendo reír a Namjoon por la efusividad tras aquel acto—. Igual estarás castigado por escaparte.

Y ahí inició un viaje lleno de quejas que Namjoon comenzaba disfrutar.


¡He vuelto con un nuevo capítulo! Uno donde muchos malentendidos son resueltos y donde poco a poco nuestros personajes van saldando sus propios problemas.

Quiero pedirles disculpa por la tremenda tardanza para traerles esta actualización, pero como saben, soy adulta, trabajo y tengo muchas responsabilidades que atender, y cuando tengo tiempo libre es mejor descansar, además que mi mente no tenía cabida a escribir ni dos palabras. Entre ayer y hoy me dio un subidón de creatividad y pude acabar el capítulo (además de suma autorecriminación por no seguir CK).

Entre otras noticias, ¡CK ha ganado los TKA 2023! Justo me enteré ayer (⁠・ั⁠ω⁠・ั⁠) así que quiero darles las gracias a ustedes, porque sin sus comentarios, sus leídas, y su apoyo, CK no hubiese pasado ni de los diez capítulos. Así que gracias de todo corazón ❤️

Sin más nada que agregar, espero les guste este trabajo pobre pero honesto, y nos vemos en una nueva actualización ✨

PD: realmente CK está a nada de terminar 🏃🏽‍♀️

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top