44 ⌗ Esa voz... ೃ࿔
Taehyung caminaba de un lado a otro por su habitación. Lo había decidido, ya no podía quedarse más callado y esperar que las cosas sucedieran mágicamente por sí solas. Se trazó una meta, y como le había dicho a su hyung, por Jungkook valía la pena arriesgarse. El amor es para valientes, y durante mucho tiempo se permitió a sí mismo ser un cobarde.
Pues ya no más.
—¿Nos invitaste para verte caminar por tu cuarto? Al menos llama a Namjoon hyung para verlo un rato.
Taehyung frunció el ceño. —¿Por qué quieres ver a mi hermano?
—¿Por qué no querría? Moreno, alto, linda sonrisa, inteligente y con una personalidad de golden retriever —Jimin se encogió de hombros—. Repito, ¿por qué no iba a querer verlo?
Hoseok palmeó su frente con decepción, y Taehyung apretó sus manos en puños.
—Primero, los invité a ambos para hablar de algo importante para mí, y segundo —miró a Jimin directamente—, olvídate de hyung. Cinco años con Seokjin hyung, te lo recuerdo.
Jimin murmuró algo parecido a un "era solo para deleitar la vista" mientras se tiraba en la cama. Hobi, —quien estaba sentado a su lado— negó por sus palabras, y miró a Taehyung con atención. —¿Qué es eso que quieres decirnos?
El recién nombrado respiró hondo. Si quería hacer la situación más real y seria, entonces debía hacer aquello. Era como un punto de partida, desde ese día se definiría su vida.
—Los llamé porque me he decidido a conquistar a Jungkook —habló firme, y en cuanto las palabras salieron de su boca, Jimin volvió a sentarse recto como un resorte, mientras Hobi abría la boca—. Me he decidido a decirle lo que siento por él y, si es necesario, enamorarlo. Ya no puedo dejar que el miedo me domine y me priva de poder estar con él.
—¿Qué? —balbuceó Jimin.
—Tata, por fin te decidiste a hacerlo —Hoseok sonrió, y Jimin lo miró incrédulo—. Sabes que te apoyaré en todo.
—¿¡Qué!? —volvió a repetir, esta vez mediante un grito. Miró a ambos con ojos acusadores—. ¿Ya habían hablado de esto? ¿sin mí? Desde hoy solo tengo conocidos en mi vida.
Hizo el amago de salir del cuarto, pero tanto Taehyung como Hoseok se lanzaron hacia él para detener su huída y tirarlo de nuevo a la cama, cada uno sosteniendo un brazo y una pierna de Park. El chico forcejeó, pero los otros dos lo retuvieron con fuerza, dejándolo al poco tiempo exhausto y con las probabilidades en cero de quitárselos de encima.
—¿Te puedes quedar quieto? —inquirió Taehyung a un jadeante Jimin que solo desvío su mirada enojado, no queriendo verlo—. Yo tampoco se lo había dicho a Hobi, el simplemente lo descubrió.
—Es cierto, no me había dicho nada —secundó Hoseok, y Jimin lo miró mal, desviando poco después la mirada de él—. Minnie...
—Son unos idiotas —escupió con rencor—. Se supone que somos amigos, debían decirme a mí también. Me siento como un estúpido excluido de su grupito de secretos.
Taehyung apretó sus labios, pero cedió el agarre sobre Jimin, dejándolo libre de su parte. —No debía decírtelo, Jimin, era algo mío. Hoseok tampoco debía saber, pero él solo se dio cuenta y por eso fue que hablamos. Sin embargo, justo ahora estoy decidido que sean parte de esta situación como mis amigos, y estás aquí, Chim.
Hoseok soltó también el agarre en Jimin, tomando asiento a su lado al ver que el contrario parecía no tener ganas de huir nuevamente. Las palabras de Taehyung tenían muchísimo peso, y eran tan correctas a su parecer. Se puede mal creer que ser amigos significa saber todo del otro, pero no es cierto, Taehyung estaba abriendo una parte de él y se las estaba ofreciendo, porque los quería a su lado. Era su decisión.
—Qué mierda... —suspiró el de mejillas grandes, pero se sentó, mirando a Taehyung serio—. No puedes simplemente hacerme enojar y luego conmoverme con tus palabras, ¿qué clase de villano eres?
Taehyung sonrió, abrazándose a Jimin con cariño. El contrario rodó los ojos, pero correspondió el abrazo. »Supongo que, ¿te gusta Jungkook...? —dijo vacilante al final. Pensaba que la actitud de Taehyung para con Jungkook era de simple amistad. Venga, que se conocen desde los diez, con el paso del tiempo solo podían volverse más y más cercanos. Jamás pasó por su mente aquella posibilidad. No le incomodaba, pero era extraño al jamás tenerlo presente.
—Mucho —confesó al alejarse, mirando a Jimin—. Creo que desde siempre. Pensaba que el solo hecho de estar a su lado iba a ser más que suficiente, pero últimamente no se siente igual, por eso me he decidido a confesarle lo que siento y luchar por él.
—Okay; te gusta Jungkook desde hace mucho, no tenías planeado nada con él, pero ahora ya no te es suficiente ser simplemente amigos —repitió para canalizar la información, y Taehyung asintió. Frunció el ceño—. ¿No te pudo gustar alguien más? Jungkook es un fastidio por completo. Es odioso, egocéntrico, rebelde y virgo. Como persona inteligente te pido que te alejes de ahí lo más pronto posible.
—¡Jimin! —se quejó Taehyung.
—Minnie, no creo que sea así de fácil —opinó Hobi, posando una de sus manos sobre el hombro de Jimin—. Supongo que cuando te gusta alguien, ves mucho más allá de sus defectos. No quiero decir que los ignoras, sino que esas acciones o actitudes son las que forman la personalidad de una persona, y si alguien te gusta de verdad, puedes tolerar esas cosas, incluso ayudarlas a ser mejor, y creo que eso es muy claro, puesto que con Taehyung, Jungkook no es tan desagradable, sino que sus personalidades se completan volviendo a ambos unas mejores versiones de sí mismos.
Jimin asintió lento. —Sabes mucho, ¿por qué?
—Solo analizo todo desde afuera, es más fácil cuando no estás en el problema —se encogió de hombros—. Así que, no, Taehyung no puede buscar a alguien más, no es tan sencillo. A él le gusta Jungkook, y no creo que haya una explicación concisa que pueda sustentar sus sentimientos. En pocas palabras, así se siente y así lo quiere.
—Hobi tiene razón —dijo Taehyung, mirando al frente—. Justo ahora no puedo explicar por qué me gusta Jungkook. Solo lo hace, y estoy seguro de ello. ¿No es eso suficiente?
—Lo siento, es que yo... aún estoy canalizando todo —Jimin respiró hondo, pero alzó los hombros—, pero es tu decisión, Taetae, y si has tenido la confianza para decirme hasta ahora, entonces tienes todo mi apoyo.
—Gracias, Chim —sonrió—. Tengo miedo, no mentiré. Si me llego a alejar de Jungkook me dolería un montón, pero ya no puedo ocultar esto que siento, y si no hago algo al respecto sé que lo lamentaré después.
—Todo saldrá bien, Tata —alentó Hoseok con una radiante sonrisa de corazón.
—Empieza la operación "conquista al conejo diabólico" —Jimin ignoró el gruñido de Taehyung, y se levantó de la cama para dar lentos pasos por la habitación—. Tenemos tres puntos a tratar. El primero; analizar el objetivo. Taehyung, ¿crees que Jungkook pueda sentir algo por tí? Alguna acción, alguna palabra dicha, algo que te encienda las alarmas del corazón.
—No lo sé... —Taehyung se sentó derecho con la atención de los otros dos sobre sí—. Conocen a Jungkook, siempre ha sido cercano a mí, y también saben lo expresivos que son sus ojos. Él me ve como su amigo, puede hacer y decir lo que sea, pero lo hace desde el lado más amistoso posible.
—Pero nosotros también somos sus amigos, y hay una diferencia notable entre nosotros y tú —agregó Hoseok—. Si hablas de amistad, sí, puede que te vea como su amigo, pero no eres cualquier amigo, porque contigo hace cosas que con los demás jamás haría.
Taehyung pensó en ello. Ciertamente habían niveles; la relación de Jungkook con Jimin era turbia, podían pasar de reír, a discutir y luego a confabular para joder a alguien. La relación de Jungkook con Hoseok era menos turbulenta; bromeaban, se reían a carcajadas, y no faltaban los abrazos. Sabía que Jungkook tenía cierto apego protector con Hobi por lo que había pasado. La relación de Jungkook con Taehyun, —le costó traerla a su mente sin hacer una mueca disgustada— era más ligera aún; era nueva y solo se trataba de Jungkook intentado proteger al menor mientras este se eclipsaba por su presencia.
Con ellos tres no habían besos, no habían manos entrelazadas con caricias en el dorso, no habían "te amo", ni mucho menos arrullos al dormir. Todo lo anterior era solo de él.
—Tomando en cuenta ambas opiniones, entonces podemos decir que Namjoon hyung está cada día más buenísimo —acotó Jimin con toda la seriedad del mundo al revelar una realidad.
—Te voy a correr de mi casa, y de paso le digo a Yoongi hyung lo que andas soltando.
Jimin rodó los ojos. —De verdad que no hay amigos, solo conocidos. En fin, lo que iba a decir era que los dos tienen razón. A Jungkook le salen las palabras por los ojos antes que por la bocota que se gasta. Si tú dices que no te ve como algo más, entonces te creo. Sin embargo, lo que dice Hoseok tiene muchísima lógica. La manera en que es Jungkook contigo es única, y eso demuestra la confianza que te tiene. Te permite a tí nada más que te acerques, y se permite a sí mismo acercarse a tí.
»Entonces, analizando el objetivo, podemos concretar que en efecto, no le gustas, Taehyung —soltó, y los hombros del recién nombrado cayeron por ello—, pero tienes una oportunidad de conquistarlo, porque él mismo te deja acercarte todo lo que quieras.
Las mejillas de Taehyung se sonrojaron, y su corazón latió emocionado. —¿Realmente lo crees?
El chico asintió. —Estoy seguro. Jungkook se siente cómodo con tu presencia, tanto así que puedes hacer y deshacer con él y lo permitirá solo porque eres tú. La idea es que, no vayas directamente a confesarle tu amor como el desquiciado enamorado que eres, pero sí que des indicios.
—Podrías ponerlo a prueba, ir un poco más allá —Hobi abultó sus labios, pensando mejor sus palabras—. Que no sea tan abrumador, pero que demuestren que no son amistosos.
—¿Y si se molesta? ¿o no le gusta nada? —Taehyung dudó—. Lo que menos quiero es hacerle mal.
—Aquí es donde tocamos el segundo punto; tú —Jimin miró directamente a Taehyung—. Si quieres lograr algo, entonces debes cambiar. Te has pasado todo este tiempo intentando complacer a Jungkook, ¿pero qué hay de tí? ¿de lo que quieres tú? Si te decidiste a conquistar a Jungkook, entonces mentalízate.
—Minnie tiene un punto. Durante todo este tiempo que supe de esto, siempre me di cuenta que tu intención nunca fue molestar a Jungkook, y eso está bien, pero te olvidaste de tí, y por eso es que has reprimido tus sentimientos todos estos años solo para no estorbar. Tae, tú no eres una molestia y mucho menos tus sentimientos.
Ver a Jimin asentir ante las palabras de Hoseok le hizo sentir algo avergonzado. Pensaba que su actuar era el correcto, pero quienes lo veían desde otra perspectiva le hacían ver que no. Estaba tan enfrascado en complacer a Jungkook, que se había olvidado de sí mismo, logrando un autosabotaje que no lo llevaba a ningún lado. Se dejó caer en la cama, mirando al techo con pesar. —Soy un tonto...
—Pero uno muy lindo —añadió Jimin y se lanzó a su lado. Hoseok también tomó lugar, estando los tres recostados—. No te recrimines. Lo hiciste por él, eso lo entendemos.
—Jungkook tiene suerte de gustarle a alguien que lo cuide y se preocupe de él —Hobi sonrió, y Tae le siguió el gesto—. Más suerte tendrá cuando finalmente estén juntos.
—¿Y si al final...?
—Punto tres; prepararse para los dos finales —añadió Jimin, con el rostro lleno de serenidad y apoyo—. Si terminan juntos, celebramos, y si no lo hacen... siempre tendrás aquí a tus dos amigos para apoyarte en todo.
—No somos quienes para mandar en los sentimientos de los demás —murmuró Hoseok, apoyando su cabeza en el pecho de Taehyung—, pero sí somos los que estaremos contigo cada vez que nos necesites.
Y por primera vez en mucho tiempo, la idea de no ser correspondido por Jungkook no se sintió tan desoladora, porque sabía que tendría el apoyo de sus amigos y de su hyung. Y eso lo hizo sentir seguro; seguro de su nueva decisión, seguro de sus sentimientos, seguro de la valentía que lo envolvía para poder lograr su cometido. Por mucho tiempo le había tenido miedo a lo que sentía, no por el hecho de amar, sino por lo que desembocaba el sacar a la luz sus sentimientos; el rechazo, la lejanía, e incluso la parte oscura de una relación entre dos chicos que había revelado su hyung, pero todo aquello parecía nada ahora, porque se encontraba tan firme en su decisión.
Amar es cuestión de valientes, y Taehyung se sentía el chico más valiente de todos. Se sentía tan afortunado de amar a Jungkook, que independientemente del resultado, sería feliz, porque amó de verdad, tanto que sentía su corazón vivo gracias a él, y esa sensación fue hermosa.
Estiró su brazo, atrayendo a Jimin en el abrazo con Hoseok, y los apretó fuerte a sí mismo, sintiendo que solo así podría dejar salir todas aquellas emociones que comenzaban a fluir por su organismo. —Gracias... por ser mis amigos.
Jimin y Hoseok se miraron, sonrientes y felices, abrazándose más a Taehyung. Las palabras muchas veces sobraban, y aquel momento era un claro ejemplo. Solo necesitaban tenerse mutuamente, y el mundo tomaría su curso normal.
『 🐰 』
—¿Qué quieres?
—¿Te molesto?
—No, pero tampoco te la pasas aquí a menos que quieras hablar —Yoongi se estiró y miró a Namjoon—. ¿Cómo está Taehyung? ¿hablaron?
—Sí, lo hicimos —el moreno sonrió sin mostrar sus dientes, acostado de largo a largo en el sofá del estudio de Yoongi—. ¿Sabes? Era necesario hacerlo. Si me había tomado mi tiempo no era por mal, solo quería usar las palabras correctas y lo logré. Tae habló conmigo, y fue sincero. Es lindo saber que me tiene la confianza para decirme lo que siente.
—Me alegra que haya salido bien. Es algo que no nació de la noche a la mañana, sino que lleva tiempo, y lo que menos necesita es que le recriminen —se encogió de hombros—. Mientras sepa que tiene tu apoyo, entonces hiciste un buen trabajo.
—Le hice saber eso, pase lo que pase me tendrá ahí.
Yoongi asintió conforme. —¿Le dirás a Seokjin?
—No lo sé... —hizo una mueca—. La situación no ha llegado a nada. No es como si los chicos estuvieran en una relación secreta o algo parecido. Solo es Tae teniendo sentimientos por Jungkook —miró a Yoongi—. ¿Debería decirle? Es decir, no es tema mío, sino que es algo de Taehyung, debería ser él quien decida a quien comentarle.
—Tienes razón —concedió el contrario sereno—. Ciertamente no es cosa tuya, así que no te compete hacer mención de ello. Mejor es esperar a que Taehyung decida si hablar de ello o no.
El moreno asintió, estando de acuerdo, aunque la mención de su pareja trajo a su mente a cierto jovencito audaz y sinvergüenza que lo había sorprendido. Bufó frustrado, y se sentó derecho en el mueble, mirando a Yoongi con seriedad. —Hay algo que quiero comentarte.
—Debería comenzar a cobrarte por sesión —bromeó y se cruzó de brazos—. Tienes suerte que me gusta el chisme, por eso te escucho.
Namjoon rodó los ojos. —Creí que me escuchabas por ser mi amigo —dijo irónico.
—Eh, eh —movió su dedo de un lado a otro, negando—. Eres el novio de mi mejor amigo, conoce tu lugar, puerco.
—Ah, bueno, come mierda porque no te contaré nada —hizo el amago de levantarse y salir, pero las negativas de Yoongi lo detuvieron.
—¡Caray, que no aguantas broma! —Yoongi se levantó y tiró de su brazo para volver a sentarlo—. Que tú también eres mi amigo, no te deprimas, bro. Por una parte te entiendo, todos quieren ser mis amigos —alzó una ceja, orgulloso—. Es que soy genial.
Namjoon golpeó su brazo, pero ya no intentó salir del estudio. Yoongi tomó asiento a su lado, mirándolo con atención. —Bien, ¿recuerdas a Soobin?
—¿El pasante de Seokjin? Cómo no hacerlo, si el muñequito me habla todos los días de él y lo "lindo" que es —rodó los ojos—. Lindos Hoseok y Jimin, no ese larguirucho.
—Tienes que admitir que sí es lindo —le costó decirlo, pero era la verdad.
—Es más alto que yo, jamás lo aceptaré.
—Como sea —ignoró el comentario sin sentido de Yoongi, enfocándose en lo que realmente le preocupaba—. Hace unos días ese chico me confesó que estaba enamorado de Seokjin.
—Tiene buenos gustos —se encogió de hombros—, ¿el problema es...?
—Haciendo un resumen de sus propias palabras —carraspeó un poco. ¿Por qué aquello era tan vergonzoso?—. Me dijo que ya había estado mucho tiempo al lado de Seokjin, pero que ya era su turno.
El estudio se quedó en completo silencio por un par de segundos, cuando fue roto por la estridente risa de Yoongi tras escuchar lo que había dicho Namjoon. Este último agradecía que el lugar era insonorizado, puesto que estaba seguro que las carcajadas del pálido habrían retumbando por todo el edificio. Era realista, sabía que algo así pasaría tomando en cuenta que se lo estaba diciendo a Min "me burlo de todos" Yoongi.
Se relajó en el mueble, esperando a que Yoongi se cansará de burlarse de él y de su situación para poder proseguir.
—Mierda, qué bueno —jadeó, soltando risitas de vez en cuando, y miró a Namjoon con gracia—. ¿Qué más te dijo?
Namjoon suspiró, rendido de obtener algo de compresión por parte de Yoongi. —Que tenían mucho en común, y que a comparación de mí, Seokjin pasa mucho más tiempo con él. Que son el "uno para el otro" —hizo comillas con sus dedos, escuchando a Yoongi reír con fuerzas nuevamente—. De verdad necesito nuevos amigos...
Yoongi se limpió las esquinas de los ojos, sintiendo su estómago doler por el esfuerzo. Palmeó el hombro de Namjoon, y lo miró sin mucha seriedad, no viendo la gravedad del asunto. —¿Cuál es el problema? Solo es un mocoso con un flechazo por Seokjin.
—No es solo un flechazo, Yoongi —rodó los ojos—. Conoce a Seokjin desde la universidad, incluso tiñó su cabello de azul porque Seokjin empezó a salir conmigo cuando lo tenía así.
—Woah, qué turbio y enfermito salió —notó que Namjoon se encontraba particularmente serio, y calmó sus ansias de reírse de las desgracias ajenas—. ¿Te asusta o algo?
—No realmente, es solo que... me molestó que me lo soltara con tanta confianza y seguridad, ¿qué se cree? Además —hizo una mueca—, cuando mencionó lo de pasar tiempo juntos... en eso sí tiene razón.
Yoongi lo miró por unos instantes. —Sabes que ya pueden mudarse juntos, Namjoon. Tu familia se recuperó, y si no te has ido con Seokjin es por q-
—Aún me falta reunir otro poco para eso —le cortó—. Quiero tener ambas cosas para cuando le pida a Seokjin vivir juntos. Además de ello, planeo tener un poco más de ahorros para cuando decida abrir su tienda.
—Ya, pero si hablaras con él...
—Tiene que ser una sorpresa —finalizó, y Yoongi supo que no había manera para cambiar los pensamientos de Namjoon. Si él quería las cosas de esa forma, solo le quedaba apoyarlo.
—Bien, hazlo a tu manera —concedió—, y con respecto a Soobin... Seokjin te ama, y esa es razón suficiente para ignorar al mocoso.
Iba a decir algo más, pero su celular comenzó a sonar anunciando un nuevo mensaje. Miró la pantalla, leyendo el nombre de su jefe en ella. Le pareció curioso, más aún cuando el mensaje solo le decía que debía ir a su estudio para conocer a alguien. —Mhm, debo irme.
—¿Todo bien?
—Creo que sí —se encogió de hombros, aún intrigado por saber qué le esperaba. Chocó sus manos con Yoongi, al tiempo en que se levantaba—. Me esperan en mi estudio. Nos vemos luego.
Se despidió de Yoongi y salió en dirección a su estudio. Aquello fue lo que sintió más extraño, ¿por qué en su estudio precisamente? Siempre que su jefe quería hablar con él lo hacía en su oficina. Repasó en su memoria todo lo que había hecho que fuese indicio de algún regaño, pero nada llegaba a su memoria; entregó el álbum al nuevo grupo para el que estaba trabajando, incluso fue parte del proceso creativo del debut solita de otra artista. Había tenido su trabajo al día, por lo que, a su parecer, no merecía regaño alguno.
¿Entonces porque estaba siendo citado?
Miró a lo lejos a su jefe apoyado al lado de la puerta de su estudio, y sintió un peso en la boca de su estómago, pero no dudó tanto y se acercó hasta el mayor, haciendo una respetuosa reverencia a modo de saludo.
—Namjoon-ah, llegaste —el hombre sonrió, luciendo calmado—. Lamento haberte citado de improvisto y en tu propio estudio, pero fue una idea que me surgió de momento y eres perfecto para ello.
Namjoon ladeó la cabeza, pero asintió. —Uh, sí, claro. ¿En qué necesita mi ayuda?
—Antes que nada, no debes estar asustado, no te llamé por nada malo —el mayor rió, y el peso en los hombros de Namjoon bajó considerablemente—. Más bien, has estado haciendo un trabajo estupendo, no tengo ninguna queja de tí.
—Oh, gracias —volvió a hacer una reverencia hacia su jefe, mucho más calmado luego de saber que no sería por nada malo aquella convocatoria—. Me gusta lo que hago, así que intento dar todo de mí.
—Y se nota —agregó—. Las chicas del grupo me han comentado lo genial que es trabajar contigo, al igual que Aiura, quien está feliz por los resultados que está teniendo su debut debido a tus aportes.
Namjoon sonrió. —Me alegra escuchar eso. Trabajar con ellas también fue agradable. Son muy talentosas, así que parte del éxito es también gracias a ellas.
—Es por ello que he decidido confiar en tí para un nuevo trabajo —aquello llamó la atención del más jóven—. Tengo a un chico, excesivamente talentoso, que me gustaría debutar como solista. Al principio quería tenerlo en un grupo, pero sobresalía mucho, y no estoy de acuerdo con que uno tenga más popularidad sobre los otros —hizo una mueca de desagrado—. Esos grupos donde uno de los participantes destaca más, y la misma empresa lo apoya es algo inaceptable para mí; o brillan todos o no lo hacen.
Namjoon estuvo de acuerdo con aquello, puesto que a él también le molestaba que en un grupo hasta la misma empresa le de más atención a uno de los integrantes, aquello solo lograba discordia no solo en los seguidores del grupo sino que entre el mismo grupo lograría una eminente separación o al menos una mala convivencia.
—No digo que los otros chicos sean malos, solo que de alguna y otra forma él siempre destaca —el mayor rió por situación—. Canta, baila, rapea, modela, tiene presencia escénica, y sería capaz de ganarse el corazón del público. Es un idol completo en todo el sentido de la palabra.
—Siento que hay un detalle muy importante...
El mayor soltó una pequeña risa por la situación. —Este chico es... algo difícil de tratar. No es mal muchacho, de serlo hubiese dejado la empresa hace mucho tiempo, pero tiene una personalidad... interesante.
—Por primera vez la palabra "interesante" no me da buena espina —apretó sus labios—. Por interesante quiere decir, ¿insoportable?
—Sí, creo que esa sería una mejor palabra —el mayor vio la duda en los ojos de Namjoon y suspiró—. El chico ha trabajado demasiado para ser lo que es ahora, y creo que es culpa de nosotros como empresa que tenga una personalidad algo intensa. Ha sido un trainee desde que tiene ocho años, y no ha debutado por diferentes razones ajenas a él. Sin embargo, sigue esforzándose día a día por superarse, y jamás se ha rendido. No sabe socializar bien, y muchas veces suelta cosas que otros se la pensarían antes de decirlas, ¿pero como pedirle habilidades sociales si ha estado recibiendo clases de canto y baile más que ir a salidas con amigos?
—¿Qué edad tiene? —preguntó, sintiendo empatía por el chico.
—Veintiuno —el moreno abrió los ojos con sorpresa—. Mucho tiempo, ¿no? Creo que es momento de que el mundo lo conozca. Se lo merece.
—Disculpe mi pregunta, jefe, ¿pero por qué me da este trabajo a mí? —rascó su nuca—. Si este chico es una posible estrella, ¿no sería mejor dejarlo a cargo de un productor con más experiencia? No digo que yo no esté a la altura... solo que no entiendo.
—Namjoon —el hombre posó una mano sobre su hombro—. Si estoy confiando en tí es porque entre todas mis opciones, fuiste tú quien me pareció correcto. No solo quiero que seas el productor de este chico, sino que también lo ayudes. Las chicas del grupo antes de trabajar contigo eran algo tímidas, y eso se notaba en el escenario, sin embargo, sé que hablabas con ellas, y las hacías sentir seguras, tanto así que su cambio en escena fue increíble. Con Aiura pasó similar, estaba aterrada por debutar debido a la incertidumbre de saber si la apoyarían igual que con su grupo, pero le diste la confianza suficiente en sí misma para poder lograrlo.
»Nam, si nos paramos en el talento de las personas, muchos aquí son excelentes productores, pero esa esencia tan humana que tienes es lo que te hace diferente, es lo que hace que todos hablen tan bien de tí, porque logras calmarlos. Además... cierto chico dijo que admiraba tus trabajos.
Meditó la situación, y aunque parecía un poco complicada, sabía que su lado empático estaba ganando. Trece años en una empresa para no haber debutado era algo excesivo, y al igual que su jefe, sentía que ese chico merecía pisar un escenario y recibir una enorme ovación por tantos años de esfuerzo. Miró la puerta de su estudio, sabiendo de sobra que se encontraba ahí, así que sin pensarlo mucho asintió. —Está bien, lo haré.
—Sabía que podría contar contigo, Nam —palmeó su espalda—. Y no te preocupes, esto viene con una buena remuneración, así que no te sorprendas en tu siguiente pago —guiñó un ojo.
Bien, al menos tendré más dinero. Conforme con lo obtenido, abrió la puerta de su estudio, encontrando adentro a un chico de pelo rosa que jugaba con su celular. Al sentir que entraban al lugar, el menor de todos alzó la vista, levantándose de inmediato de su asiento para mirar a Namjoon y al jefe, intercalando la vista entre ambos hombres.
—Namjoon, te presento a Choi Yeonjun; nuestro próximo idol que debutará bajo el sello de nuestra casa de entretenimiento —presentó el jefe al chico, quien ahora no dejaba de ver al moreno.
—Mucho gusto, Choi, es-
—¡Eres Kim maldito Namjoon! —sus palabras fueron cortadas por el grito de Yeonjun, quien no dejaba de ver a Namjoon como un Dios.
Namjoon parpadeó un par de veces, desconcertado con la reacción del pelirrosa. Miró a su jefe, y este se encogió de hombros, pidiendo disculpas sin soltar palabra alguna. —Ah, sí. Soy Kim Namjoon.
—Yeonjun, a partir de ahora Namjoon será quien te ayudará en la composición y producción de tu mini álbum.
—¿En serio? —jadeó, a lo que el jefe solo asintió—. Mierda, esto es increíble —sonrió emocionado por demás, y Namjoon se sintió contagiado por su felicidad.
—Espero que el trabajo salga muy bien, Yeonjun.
—¡Claro que va a salir bien! —Namjoon esperaba otro halago para él—. Seré yo quien interprete tus canciones, obviamente será un trabajo estupendo —soltó con soberbia, sabiendo de sobra lo bueno que era.
Namjoon apretó sus labios, y volvió a mirar a su jefe, quien no hacía más que ignorarlo.
—Bueno, los voy a dejar solos para que se conozcan mejor —habló el mayor, en un intento nada disimulado de escapar de esa incómoda situación. Miró a Namjoon, y susurró: —Confío en tí... fighting.
¿Fighting? ¿acababa de decirle "fighting"?
Miró a su jefe salir del estudio, y tomó una larga respiración. Venga, Namjoon, fuiste capaz de soportar a Jungkook durante su época de niño celoso, así que puedes con esto y más, campeón. Solo era un adolescente con aires de grandeza, y mal hablado, ¿qué podía salir mal?
—¿Por qué tienes tantos muñecos? Qué raro, amigo —se burló.
No, aquello no iba a salir bien.
—Ehm, Yeonjun —llamó, tomando asiento en su silla giratoria. El joven lo miró de vuelta, sentándose también en el sofá. Bien, al menos tenía su atención—. ¿Qué estilo te gusta?
Yeonjun se encogió de hombros. —No lo sé, en todos soy bueno.
Apretó sus labios. —Sí, eso lo puedo imaginar, pero con cuál te sientes más cómodo.
—Con los que pueda destacar.
—¿Y esos son...?
—Todos —sonrió ególatra—. ¿Sabes, Namjoon? Durante todos estos años he sido el número uno en la lista de trainees. En todas las listas, realmente; canto, rap, baile, modelaje, ¡siempre sobresalgo!
—¿Y por qué no habías debutado antes?
Ante esta pregunta, Yeonjun rodó los ojos, y se cruzó de brazos. —Porque siempre me juntaban con idiotas que al final terminaban renunciando. Estuve en alrededor de siete grupos, y todos se disolvieron hasta el punto en que solo quedaba yo. ¿Por qué rendirse estando tan cerca de llegar a la meta? Jamás entenderé a las personas mediocres.
Aquello le afectaba, Namjoon pudo notarlo. En sus ojos podía ver la frustración de trabajar en vano, sin embargo, si debía concederle algo a Yeonjun era el estar aquí, a pesar de todo. La industria musical no era fácil; diario ingresaban muchos chicos con sueños de ser un artista, pero cuando ven la realidad de ese sueño no pueden soportarlo. Grupos y más grupos debutan desde diferentes empresas, algunos triunfan, otros se quedan estancados en su primera canción, y otros ni siquiera son notados por las personas.
—Me alegro que tu esfuerzo se vea recompensado —dijo, llamando la atención de Yeonjun—. No fue fácil, creo que no lo entenderé, pero que estés aquí es un logro, así que trabajemos duro para hacer de tu debut algo inolvidable. Tenemos algo en común, tampoco entiendo a los mediocres, así que trabajaremos bien juntos.
Yeonjun sonrió de lado, complacido por las palabras de Namjoon. —Creo que haremos un buen equipo.
El celular del moreno comenzó a sonar, y Namjoon lo revisó, notando que era una llamada entrante de Seokjin. Sonrió sin poder evitarlo, y contestó para luego llevarse el celular a la oreja. —Hola, príncipe.
—Joonie, ¿cómo ha estado tu día? —Namjoon le hizo señas a Yeonjun para que le diera un momento.
—Todo bien, la verdad. ¿Tú cómo estás? ¿muchos comensales?
—Uf, un montón. Tengo un par de minutos de descanso y aproveché para hablar contigo.
—¿Algo malo? —frunció el ceño preocupado.
—Ah, no, no. Solo quería escuchar tu voz —Namjoon sonrió por aquello. Su novio era tan adorable—. ¿No te estoy quitando tiempo, verdad?
—No, claro que-
—¡Sí lo haces! —exclamó Yeonjun y Namjoon lo miró con sorpresa. El menor se encogió de hombros—. ¿Qué? Estábamos hablando antes de que contestaras, y aquí se escucha clarito lo que hablan.
Namjoon se quitó el celular de la oreja, y miró a Yeonjun con regaño. —Hey, eso es muy irrespetuoso de tu parte.
El menor rodó los ojos. —Sí, cómo sea. Préstame atención, ¿sí? No me gusta cuando no lo haces.
Apretó sus labios, y volvió a retomar la llamada. —Jin, ¿podemos hablar después? Tengo algo que hacer aquí.
—Uh, sí... claro, Nam.
Sin esperar otra palabra, Namjoon colgó, y se dirigió a Yeonjun. —No vuelvas a hacer eso. Si vamos a trabajar juntos debemos respetarnos. ¿Estamos?
—Sí, papá —bufó—, ¿ya podemos empezar a trabajar? Me gusta rapear, así que vamos a hacer algo increíble tú y yo.
Paciencia, Namjoon solo pedía paciencia.
Por otro lado, Seokjin miraba su celular con la sorpresa pintando cada lugar de su rostro. Esa voz... ¿era un chico? ¿Namjoon lo engañaba con alguien menor? Sentía volverse loco, y en su mente solo se repetía una y otra vez la forma en la que ese chico exigía la atención de Namjoon, ¡y este le había colocado para dársela!
—Seokjin, ¿hyung? —Soobin entró al área de descanso, y se preocupó por la expresión del mayor—. ¿Hyung, se encuentra bien?
—Soobin, yo... —buscó las palabras adecuadas, pero tenía un nudo en la garganta. Se acercó al menor, y se abrazó a él—. Soo, creo que Namjoon me está engañando.
El chico abrió los ojos, sorprendido por aquella revelación. ¿Namjoon engañando a Seokjin? ¡Era un idiota! Abrazó a su hyung de vuelta, y pensó la situación. —¿Por qué dice eso?
—Hace unos días lo noté distante, y pensé en esa posibilidad. Lo llamé hace unos momentos y... un chico estaba con él, incluso me colgó por atenderlo.
Bien, aquello no era prueba suficiente para denominar una infidelidad, pero si así fuese, Soobin estaba feliz de comenzar a ver una luz en el camino para poder estar con su adorado hyung. Sonrió sin poder evitarlo, y se abrazó más fuerte al mayor. —No se preocupe, hyung, estoy aquí para usted.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top