40 ⌗ Tan celoso ೃ࿔

El ambiente era pesado. Seokjin y Namjoon se miraban cada cuanto, queriendo encontrar en la mirada del otro alguna respuesta a lo que sucedía en los puestos traseros. La idea de pasar una tarde agradable parecía que no se iba a dar como habían pensado, y es que el par de adolescentes estaban completamente enfurruñados en sus lugares con notable enojo. Ahora la pregunta que rondaba sus cabezas; ¿qué había sucedido?

—Tae, cielo, escuché que entraste al club de teatro de la escuela —Seokjin giró su cabeza para verlo, sonriendo con calidez—. ¿Cómo te está yendo?

—Bien.

La sonrisa en los labios de Seokjin tembló solo un poco, y miró al frente. —"Bien" solo bien... —murmuró. Miró a Namjoon, en busca de ayuda, pero este solo se encogió de hombros, siguiendo con su tarea de conducir. Por el espejo retrovisor miró a Jungkook, y lo intentó por otro lado—. Kookie, mamá me comentó que tienes un nuevo amigo.

Jungkook lo miró unos instantes. —Sí. Se llama Taehyun.

El resoplido fastidiado de Taehyung llamó la atención de todos, pero el chico simplemente los ignoró para seguir viendo por la ventana al tiempo en que cruzaba aún más sus brazos. Seokjin abrió la boca para opinar, pero luego evitó decir algo. No terminaba de captar lo que sucedía con ambos jóvenes, y estos parecían reacios a hacer comentario alguno.

—Kook conoció a un nuevo Tae —bromeó Namjoon, y otro resoplido se escuchó en los puestos traseros. Frunció el ceño, mirando a Seokjin de reojo—. ¿Tenemos un caballo en la parte de atrás o qué? —susurró.

El mayor de los Jeon movió su mano para restarle importancia, y su celular sonó en ese momento. Miró el remitente y sonrió al abrir el mensaje. —Soobin realizó un postre y me envió la foto —se la enseñó a Namjoon emocionado—. Me dijo que iba a mejorarlo para dármelo a probar, ¿no es una dulzura?

—Lo es —sonrió—. Hay que llevarlo un día a almorzar. Vamos los tres.

—Eso estaría increíble, Joon.

—¿Podrían callarse y concentrarse en el maldito camino? Podríamos morir en un accidente de auto y ustedes hablando de un ridículo almuerzo con sus ridículas presencias —se quejó Jungkook, cruzándose de brazos y mirando por la ventana.

Tanto Seokjin cómo Namjoon abrieron la boca a más no poder, sin comprender ni un poquito a qué venía el comentario. Dispuesto a reprenderlo, Seokjin se giró en dirección a Jungkook, pero no fue necesario, ya que Taehyung estiró su mano para golpear la cabeza del contrario lo suficientemente fuerte como para hacer que se fuese hacia adelante. Seokjin jadeó, y Namjoon alzó sus cejas sorprendido a más no poder.

—¿¡Qué te pasa!? —recriminó Jungkook, sobando la zona afectada.

—¿¡Qué te pasa a tí, pregunto yo!? ¿¡por qué siquiera les hablas así a nuestros hyungs, idiota!? ¡ten más respeto! —Taehyung lo vio enojado, no bajando la guardia ante la mirada de Jungkook. Las personas podrían tenerle cierto temor al chico rebelde a su lado, pero estamos hablando de Taehyung, quien ha pasado la mayor parte de su vida al lado del Jeon. Jamás iba a tenerle miedo—. A los demás enséñales tu fachada de niño malo, pero con nosotros no pretendas lo mismo. Pídele disculpas a nuestros hyungs.

—¿¡Qué!? ¡No voy a hacer eso! —negó rotundamente—. Tengo razón, podemos morir y ellos hablando tonterías. Además qu-

Las palabras de Jungkook se vieron cortadas cuando Taehyung lo tomó del cuello y acercó sus rostros a escasos centímetros, mirándose fijamente a los ojos. A esa distancia, Jungkook tragó saliva, intimidado por la oscuridad en la mirada de Taehyung. Estaba enfadado, desde temprano lo sabía, y justo ahora solo le estaba empeorando el ánimo. El rostro de Taehyung se veía completamente endurecido, demostrando la mala leche que cargaba encima. Debía ser sincero, sus humos se bajaron en un santiamén cuando visualizó con cuidado al contrario.

—No me importa lo que digas —le habló con voz baja, recitando lentamente sus palabras—. Pedirás disculpas y listo.

Dicho eso lo soltó y volvió a mirar por la ventana. El auto se quedó unos segundos en silencio, con una tensión que podía ser cortada con lo más mínimo. Jungkook miró a Taehyung, cuestionando su estado actual, qué había ocasionado que estuviera de esa forma. Esa mañana cuando habían despertado juntos todo había sido increíble, pero desde el almuerzo cambió y no entendía el porqué. Ya se había disculpado, incluso se había prometido a sí mismo el no hacer dramas por los nuevos compromisos de Taehyung, dándole su espacio para que se desenvolviera a su manera, sin embargo, algo había sucedido para tener a Taehyung así.

Relamió sus labios, y dejó caer todo su peso en el asiento. —Lo siento —habló alto, y dejó las cosas hasta ahí, dedicándose a mirar nuevamente por la ventana.

Namjoon silbó. —Potente...

De algún modo, la situación era graciosa, pero no de risa, sino graciosa de que querían salir de ese lugar rápidamente para evitar a los dos torbellinos de atras. Ambos mayores volvieron a verse, y decidieron por el momento seguir con aquel silencio que parecía ser un zona segura.

『 🐰 』

El almuerzo no había sido algo mejor, pero no se había escuchado una nueva discusión por parte de ninguno. Seokjin y Namjoon preguntaban y los chicos respondían pero muy escuetamente, sin entrar en detalles. "Algo es algo" podían pensar. Sin embargo, cuando al finalizar la comida, y tras el viaje de regreso a la casa de los Jeon, Taehyung salió hasta el patio trasero, y Jungkook tomó camino hasta su habitación.

—Mis padres aún no llegan —anunció Seokjin tras verificar que los adultos no se encontraban en el lugar—. Supongo que llegarán después.

Tomaron asiento en el sofá de la sala, analizando la situación. El camino de regreso del restaurante a la casa de los Jeon no había sido mucha diferencia de lo que era al principio, al menos los chicos se mantuvieron en silencio para evitar otro conflicto, pero seguía siendo igual de preocupante el no saber qué sucedía con ellos.

—¿Crees que debamos preguntar? —inquirió Seokjin, mirando a Namjoon.

—¿Crees que nos digan? —preguntó de vuelta. Era ahí donde estaba el meollo del asunto.

Seokjin resopló, dejando caer su cabeza sobre el respaldo del sofá. —¿Por qué los adolescentes son tan complicados? No recuerdo haber sido así. Mis únicas frustraciones era que los postres no me quedaran muy dulces, tener buenas notas y cuidar de Jungkookie cuando era necesario.

El moreno miró a su novio, y sonrió por el puchero que este había formado en sus labios. Sin resistirlo tanto, se acercó para besar aquellos pomposos belfos, ganándose una mirada entre curiosa y sorprendida por parte de Seokjin.

—Eras un adolescente muy lindo entonces —sonrió sin mostrar los dientes—. Yo me la pasaba metido en eventos de rap underground, escapándome de clases y viendo a chicas bonitas.

—De seguro eras todo un chico rebelde que tenía a sus padres al borde de una crisis —reprochó.

—No tanto así. Era muy inteligente y-

—Eres —interrumpió—, aún lo eres. Un cerebrito sexy.

—Bueno, "soy" muy inteligente —le siguió la corriente, ignorando el último comentario, más por pena que por otra cosa—, y por ello no sacaba malas notas. Supongo que mientras saliera bien en clases, mis padres podían soportar el que me escapara una que otra vez.

Seokjin lo miró unos instantes. —Si te hubiese conocido de adolescente no me hubiese acercado a ti. No lo digo a mal, realmente no me acercaba a nadie.

—Lo sé —Namjoon asintió sin sentirse ofendido—. Yoongi prácticamente te adoptó... pero si yo te hubiese conocido cuando éramos adolescentes, quizás no estaría tan al pendiente de las chicas bonitas, y no hubiese perdido tantas clases escapándome.

Seokjin entrecerró los ojos sin creerle ni un poco. —¿Cómo estás tan seguro?

Nam sonrió y besó la mejilla de Seokjin, luego su nariz, y por último sus labios, durando un poco más en esa zona. Al finalizar, miró a su novio directamente a los ojos y confesó: —Porque desde que te vi nadie más ha llamado mi atención. Tu ser entero me eclipsó, y no hay alguien más que me tenga como tú me tienes a mí. Por eso estoy tan seguro.

—Oh, Joon... —las palabras del más alto calaron profundo en el corazón de Seokjin, quien solo pudo abrazarse a Namjoon para acurrucarse en su pecho, escuchando de cerca los latidos de su corazón como la canción más dulce. A veces pensaba que no se podía estar más enamorado, que no se podía amar más, pero Kim Namjoon le demostraba día con día, palabra con palabra, y acción con acción que siempre había una oportunidad nueva para demostrar que su corazón podía hincharse más de emociones y sentimientos acaramelados por él—. Te amo.

—Yo también —lo apretó entre sus brazos, dejando un beso sobre su cabeza—. Supongo que más que ayer. Cada día te amo un poco más.

Seokjin sonrió y levantó su mirada, dejando un beso sobre su barbilla. —Te entiendo perfectamente.

Estuvieron un rato más juntos, dedicándose palabras dulces y cariños que llegaban a sus almas, cuando decidieron separarse para ayudar a ciertos adolescentes que no habían hecho acto de presencia en todo ese momento. Seokjin subió las escaleras de su antigua casa, y tocó la puerta de la habitación que le correspondía a Jungkook. Se preparó mentalmente para el desastre, recordando muy a su pesar que ya no podía ordenar a Jungkook como cuando era niño, sino que debía dejarlo ser como quisiera siempre y cuando no afecte a nadie.

Como era de esperarse, nadie atendió al llamado, así que tomando un poco de abuso, se adentró a la habitación, encontrando a Jungkook acostado sobre su cama, jugando con una pelota de goma, alzándola en el aire y atrapándola. El chico al verlo rodó los ojos fastidiado, y siguió jugando como si la presencia de Seokjin fuese nula. El mayor cerró la puerta tras sí, y se adentró a la habitación para tomar asiento en la cama. En una de las alzadas, logró coger la pelota, evitando así que Jungkook dejara de ignorarlo.

—Debemos hablar —dijo sin alzar la voz. Se encontraba calmado realmente. Jungkook volvió a rodar los ojos, pero se sentó, mirando a Seokjin—. Si sucedió algo que te molesta puedes hablar conmigo. Si hice algo que te molestara también debes comentarlo, pero guardando las cosas solo logras que acumules tensiones que luego salen de forma errónea.

—¿Y si no quiero hablar contigo?

Seokjin se encogió de hombros. —Justo ahora soy tu mejor opción. Además, sabes que siempre me gusta escucharte.

El menor chasqueó la lengua.

—Si claro, escucharme —dijo con ironía.

—¿Entonces? ¿qué sucedió para que estés así?

Como anteriormente lo hacía, Seokjin no se veía alterado ni mucho menos, y Jungkook bajó un poco la guardia por ello al no verse amenazado. Así podía sentir que no iba a ser reprendido, y mínimamente comprendido. Secretamente le gustó eso, que Seokjin solo quisiera conversar con él sin la necesidad de tomar una postura paterna. No es como si su hyung no fuese importante al punto de poder aconsejarlo, pero quería exactamente eso, consejos, no regaños. Agradeció internamente que las cosas hayan evolucionado a ese punto.

Paseó su lengua por su mejilla, y se cruzó de brazos. —Cuando hablo contigo, es porque quiero saber de tí. No de un chico que no me importa en lo más mínimo.

—¿Hablas de... Soobin? —inquirió dudoso, pero la mueca de hastío fue respuesta suficiente.

No puede ser...

—Es que de solo escuchar su nombre hace que mi estómago se revuelva —se quejó con tanto enfado que Seokjin entendió que el odio era real—. "Soobin esto", "Soobin lo otro", ¡a mí no me importa! No me interesa si el chico es una maravilla en la cocina, pues solo quiero saber cómo está mi hyung.

Seokjin parpadeó un poco, pero asintió, apretando sus labios para no dejar salir la enorme carcajada que tenía atorada. —Ok... —con ese reclamo pudo confirmar que, puede pasar todo el tiempo del mundo, pero su celoso Kookie berrinchudo que reclamaba por su atención aún seguía ahí.

Y se estaba aguantando las ganas de tomarlo y besarle las mejillas con adoración.

—Y no conforme con que me lo menciones tú, viene el cara deforme de tu novio a también hablar maravillas del otro —rodó los ojos—. ¿Es que quién? Explícame, ¿quién le preguntó a Namjoon si Soobin era buen chico o no? Porque no recuerdo a nadie preguntarle.

—¿Cara deforme?

—Los hoyuelos son deformidades, toma nota —le apuntó y Seokjin asintió, gustándole por donde iba la cuestión.

—Entonces... te molesta que Namjoon y yo hablemos de Soobin, ¿porque nadie nos preguntó?

—¡Exacto! A nadie le importa lo que haga Soobin, ese chico es solo un cero a la izquierda, no tiene nada que ver en nuestras vidas —dijo "nuestras vidas", no vayas a gritar, Seokjin—. Así que, para no romper el ambiente, les recomiendo que no lo mencionen porque no tiene nada que ver. ¿Me explico?

—Completamente —asintió—. Nada del innombrable.

Jungkook sonrió ante el mote. —Ah, y antes de que te hagas ideas erróneas cómo Taehyung —volvió a rodar los ojos—. Por nada en el mundo vayas a creer que estoy celoso. Insisto, si hablo contigo es para saber de tí, no de alguien sin importancia ni relevancia, es decir, no es como yo que me quieres mucho y soy el niño de tus ojos. Igual que con Namjoon, bah, ¿cómo voy a estar celoso por él? Más bien que recuerde que a mí me conoce desde que tengo diez y que luchó por mi aprobación, así que no vaya a ser que por tonterías vaya a perder lo poquito que logró. Es más, ¿crees que Soobin logre hacer el mismo esfuerzo sobrehumano que hago yo para medio tolerar su presencia? Solo yo, nadie más, que no lo olvide.

—¿Celoso? ¿tú? No, que va —dijo con incrédulidad—. Tú jamás vas a estar celoso del innombrable, además, como tú dices, eres a quien yo más quiero, mi niño de mis ojos, y solo tú medio toleras a Namjoon... solo nos estás cuidando.

Jungkook asintió complacido. —Qué bueno que entendió. Ahora sí, hyung. ¿Cómo ha estado? Y no se salte detalle alguno, quiero saberlo todo.

Evitando una posible discusión, Seokjin comenzó a hablar de todo lo que había hecho durante ese tiempo sin verse, sin mencionar en algún momento al "innombrable", siendo escuchado atentamente por Jungkook. Le causó gracia el motivo del enojo del menor, pero ya eso sería conversación para después.

『 🐰 』

Taehyung miraba al frente, con las piernas sobre el banco, apoyando la barbilla sobre sus rodillas y suspirando de vez en cuando. Más que molesto, se sentía frustrado, sin embargo, sus acciones parecían más como la primera opción. Desde que tiene conocimiento de sus sentimientos por Jungkook, jamás se había planteado la idea de confesarlo. Con el mero hecho de estar al lado del chico era más que suficiente para que Taehyung, pero parecía que su "conformidad" tenía límite, y poco a poco estaba llegando a el. No es como que quería correr ahora mismo a donde estaba Jungkook y gritarle a los cuatro vientos que estaba perdidamente enamorado de él, agradecía aún no haber llegado a ese punto, pero sí comenzaba a necesitar la exclusividad, tener un poquito de pertenencia.

Estaba mal, pero sabía que era producto del mismo tiempo en que había reprimido sus sentimientos. Sabía que todo esto se estaba dando con la llegada de Taehyun. En todo el tiempo que estuvo con Jungkook, podía notar como muchas personas se interesaron en él. No lo va a negar, chicas y chicos se sentía atraídos por su amigo, pero esto no era problema alguno, en cierto punto los entendía, pues estamos hablando de Jeon Jungkook. No obstante, a comparación de todos aquellos que mostraron interés, Taehyun es el primero que se había colado a un puesto cercano a su vida. Lo repetía, Hoseok estaba ciego por no notarlo, a Taehyun era más que obvio que le gustaba Jungkook, y este último le tenía aprecio.

¿Se sentía intimidado? Sí, no lo iba a negar. El solo hecho de pensar que alguien más tenga el valor que él no para confesar sus sentimientos por Jungkook lo tenía aterrado, más aún si este último, por alguna u otra razón, decidía aceptar los sentimientos del menor. Era desquiciante lo que sentía en la actualidad, porque jamás se había sentido vulnerado por la llegada de alguien más. Siempre pensó que su estadía en la vida de Jungkook sería constante, ¡cosa que sí era! Pero ya no se conformaba con solo 'estar' a su lado, sino que comenzaba a anhelar algo más.

Y ahí estaba el problema.

—La única cucaracha que tienes en la cabeza va a morir si la sigues poniendo a trabajar tanto por querer pensar —la presencia de Namjoon a su lado lo distrajo de sus desalentadores pensamientos. Miró a su hyung sentarse en el mismo banco, y pasar su brazo por sobre sus hombros—. ¿Algo que decirme, pulga?

—Deberías de dejar de llamarme así. Ya llego al metro setenta, no estoy pequeño.

—Mientras sigas siendo más bajo que yo, seguirás siendo una pulga para mí —sonrió y Taehyung rodó los ojos—. Además, es mi apodo de cariño, de pequeño no te molestaba ser llamado así.

—De pequeño todo era más fácil y no le daba tantas vueltas a las cosas... —murmuró, volviendo su vista al frente.

Namjoon hizo una mueca casi imperceptible. Desde un tiempo para acá, Taehyung había dejado de cometarle sus cosas. Sí, hablaban de los estudios y su trabajo, llevaban una buena relación entre ellos, pero llegada una etapa, pudo sentir que su hermano se reservaba ciertas cosas para sí mismo. Tampoco es como si quisiera que Taehyung le contara todo, puesto que sabía que algunas cosas era mejor decírselas a amigos ya que estaban en una misma línea de tiempo y había menos recelo entre ellos, pero sí le gustaría que Taehyung le tuviera la confianza para comentarle esas cosas que lo tuvieran pensando tanto para poder aconsejarlo.

—Puedes hablar conmigo, ¿sabes? —comentó, mirando a Taehyung de reojo—. Si tu miedo es que se lo comente a nuestros papás, despreocúpate. Lo que se dice de hermano a hermano queda bajo una especie de juramento.

Taehyung lo miró interesado, y Namjoon le sonrió. »Si no me quieres decir lo que sucede, tampoco hay problema con ello; son tus cosas y respeto tu privacidad, pero ten en cuenta que tu hyung está para tí, y que hará todo lo que pueda para ayudarte a dejar de pensar tanto.

Las palabras le cayeron bien a Taehyung. Jamás había pensado en su hermano como un lugar para poder desahogarse. No es como si Namjoon no fuese bastante confiable, si algo admiraba de su hyung era su sabiduría y la capacidad que tenía para poder dar una opinión certera de lo que necesitaba, pero nunca había pensado en comentarle de la situación a él. Además, sabía que no lo juzgaría, y realmente necesitaba que alguien aclarara su mente en aquel momento.

—Últimamente me he sentido incómodo por la llegada de Taehyun, el nuevo amigo de Jungkook... —dijo con dificultad lo último—. Él no es malo, realmente no creo que lo sea, pero no lo sé, no me siento cómodo con él.

—¿Te sientes... desplazado? ¿todos se sienten así con él? —preguntó, y Taehyung supo que se refería a Jimin y Hoseok.

Negó. —Solo soy yo quien parece sentirse así. A Hobi y a Chim parece caerles bien. Es que, ah, el chico es un año menor que nosotros, demasiado inteligente para su edad, y un poco... delicado —frunció el ceño—. Kook dijo que lo conoció porque se metió a defenderlo de unos chicos que se estaban metiendo con él. El punto es que desde ese momento Taehyun se le ha pegado a Jungkook como un perrito, y es... estresante.

»Y lo peor aún, Jungkook se atrevió a invitarlo a un viaje a las cabañas con nosotros, ¿puedes creerlo? No somos tan cercanos como para invitarlo a un sitio que es muy personal. Por suerte el chico se negó, ¡oh, y esa es otra! Jungkook se molestó porque Taehyun le da tutorías a un chico al que le tiene resentimiento. ¿Por qué le da tanta importancia?

Taehyung estaba completamente hastiado con la situación, así que no se dio cuenta de la sonrisa en el rostro de Namjoon sino cuando este posó su mano sobre su cabeza y sacudió sus rizados y desordenados cabellos color chocolate. Lo miró curioso por su reacción, esperando una respuesta a sus frustraciones.

—Se llaman "celos", pulga, y salen a la luz cuando creemos que alguien más puede tener lo que, con mala propiedad, creemos que es nuestro —sin ánimos de burla, simplemente con las ganas de ayudarlo, Namjoon se acomodó mejor en la banca y miró a Taehyung—. Estás acostumbrado a que Jungkook solo sea amigo de ustedes, que la llegada de alguien más te asusta un poco, cosa que no debería.

El menor abultó sus labios, sintiendo sus mejillas completamente rojas. —Pero a ese chico le gusta Jungkook, por eso es que me molesta tanto que estén tan juntos, y Jungkook solo le da alas estando tan al pendiente de él.

La historia tomó un giro inesperado con esa información. Namjoon alzó una ceja. —¿Y Jungkook sabe eso?

—Ese idiota no se da cuenta de nada —y no lo decía solo por Taehyun, sino por él mismo.

Ahora Namjoon no entendía una parte de la situación. Lo que parecía ser una crisis de celos de amigos, parecía haber tomado dirección en algo más... algo que no quería asumir solo porque sí. Quizás y estaba viendo cosas donde no había y se estaba creando ideas de más. Dejando un poco de lado su paranoia, volvió a enfocarse en aconsejar a Taehyung.

—Es normal, y debes acostumbrarte a ello —Tae miró a su hermano—. Están creciendo, y justo ahora se encuentran en una etapa donde comienzan a tener curiosidad por cosas que antes no les llamaba la atención. Quizás el chico solo está en una nube de admiración por Jungkook, por como me lo describes, parece no tener muy buenas experiencias en el ámbito amistoso, así que tener a un amigo luego de tanto tiempo debe sentirse genial.

—Jungkook dijo lo mismo... —murmuró.

—Así que no le des muchas vueltas al asunto. Debes tener presente que tú y Jungkook jamás van a separarse y dejar de ser los amigos que son. Ahora bien, si se llegase a descubrir que efectivamente el chico tiene sentimientos por Jungkook... debes dejar que las cosas tomen su curso —Namjoon tomó un poco más de seriedad en el asunto—. No podemos controlarlo todo, y si tu miedo es que Jungkook no te preste tanta atención por tener una pareja, entonces deberías de hablar con él en su momento, pero justo ahora solo te estás precipitando a algo que no ha ocurrido.

—Pero mi miedo no es que me deje de lado porque tenga pareja, sino más bien ese hecho, que tenga pareja —confesó finalmente.

Las palabras se quedaron atascadas en la garganta de Namjoon, pensando si aquello dicho por Taehyung era lo que él creía que estaba diciendo. Nuevamente no quería asumir cosas que no estaban dichas directamente, pero, ¿no estaban siendo dichas? ¿justo en aquel momento? Su mente era un disturbio en aquel momento, y no sabía qué decir exactamente.

—Taehyung...

—Pero tiene razón en algo, hyung —cortó Taehyung, mucho más decidido y animado—, me estoy molestando por cosas que ni siquiera han sucedido, así que debo hablar con Jungkook para decirle mis inquietudes —se levantó de su asiento y sonrió hacia Namjoon—. Muchas gracias, hyung, me ha ayudado bastante.

Sin dejar que el mayor soltara palabra alguna, se adentró a la casa para ir en dirección a la habitación de Jungkook. Namjoon se quedó ahí, pensando si era o no lo que creía. Una conversación muchos años atrás se le vino a la mente, pero sacudió su cabeza para evitarla. En aquel momento Yoongi le estaba preguntando sobre el hermano de un amigo, aún cuando de ejemplo había utilizado a Taehyung, es decir, no se refería a él.

—Se siente intimidado por la nueva amistad de Jungkook... —murmuró para sí mismo—, no es nada de lo que sea que estás pensando.

¿Por qué tenía la sensación de que se estaba autoconvenciendo?

—¿Todo bien por aquí? —la voz de Seokjin lo trajo de vuelta, y lo miró sentarse a su lado—. Me encontré a Taehyung en el camino. Parecía decidido a hablar con Jungkook... o golpearlo, no lo sé, aún me sorprendió su acción en el carro.

¿Qué pensaría Seokjin si...?

—Hablamos. Me comentó lo que sucedió —interrumpió sus propios pensamientos, enfocándose en su novio—, pero no puedo decírtelo, ya sabes, cosas de hermanos.

—Entiendo. ¿Todo bien?

—Todo bien —aseguró—. ¿Jungkook?

—Oh, ese niño —rió, y Namjoon lo miró curioso—. Promete que no harás nada.

—¿Por qué? —Seokjin lo miró insistente—. Uh, está bien, lo prometo.

—Bueno... le pregunté el porqué estaba tan molesto y en resumidas cuentas es por la atención que le damos a Soobin.

—¿La atención que...? No entiendo, por qué estaría enfadado por eso —lo miró esperando por más, ansioso de la expresión divertida de Seokjin.

—¿Qué no entiendes? ¿la parte en que se molesta por la atención que le damos a Soobin o la parte en que está sumamente celoso porque hablamos maravillas de mi pasante? —las neuronas de Namjoon hicieron un mini choque, y se cubrió la boca con ambas manos cuando entendió lo que sucedía. Seokjin rió por la expresión—. Incluso dijo que, si me llamaba o escribía, era para saber de mi, no de un chico sin importancia. Y me enfatizó que él era el niño de mis ojos, a quien yo más quería y no Soobin.

—¿Y yo...?

—Oh, esta es la mejor parte. Dijo que no entendía porqué tanto interés en él cuando a Jungkook lo conoces desde hace mucho tiempo y que él y solo él hace el esfuerzo sobre humano para tolerarte, incluso quiere que recuerdes todo lo que haz hecho para ganarte el poquito de aprobación que tiene por ti, y que Soobin jamás va a darte, así que no eches a perder todo por alguien sin importancia.

Mucha información, demasiada, aún estaba procesándola toda. Jungkook celoso... de ellos... de él.

—No puedo cumplir la promesa.

—¿Ah?

—Debo ir ya mismo a confesarle mi amor a Jungkook.

—Mierda, Namjoon, no.

Seokjin tuvo que ser rápido para tomar a Namjoon del torso y evitar que se fuese escaleras arriba para demostrarle a Jungkook cuánto lo quería y lo feliz y dispuesto que estaba de darle su completa atención.

『 🐰 』

Tomó un respiro profundo y abrió la puerta sin antes tocar, adentrándose a la habitación y mirando a Jungkook quien estaba conectando su celular al cargador. Se miraron por unos instantes, más el primero en alejar el contacto fue Jungkook.

—No quiero hablar contigo, me golpeaste en el auto.

—Fuiste irrespetuoso con nuestros hyungs, lo merecías —dijo sin nada de culpa.

El contrario lo miró con incredulidad. —¿Lo merecía? —Taehyung asintió, afirmando el hecho. Ofendido de más, Jungkook apretó sus manos en puños—. Pues no me importa, me golpeaste y no quiero hablar contigo.

Taehyung rodó los ojos. —No seas malcriado.

—Y me lo dice el que se molestó por no sé qué cosa y no dijo el por qué.

Bien, tenía razón en eso. Taehyung suspiró y miró decidido a Jungkook. —Es cierto, por eso ahora vengo a decírtelo todo.

—Pues no quiero escucharte —fue tajante, cruzándose de brazos, pero aquello no fue impedimento para que Taehyung se acercará a él y lo abrazara como si su vida dependiera de ello. Confundido, Jungkook quiso alejarse para preguntarle a la cara qué sucedía, pero Taehyung no quiso separarse—. Tae, ¿qué pasa?

—Estoy celoso... —murmuró contra el cuello de Jungkook, enviando escalofríos al cuerpo del contrario. Este se removió entre sus brazos, pero permaneció ahí, dejando que Taehyung lo abrazara—, estoy muy celoso y tú tienes la culpa.

Jungkook tragó saliva, nervioso por sentir el cálido aliento de Taehyung contra su sensible cuello. Ni siquiera sabía que era sensible en esa zona. Alzó sus brazos y abrazó a Taehyung, paseando su mano por la espalda del contrario. No lo alejó más porque sabía que aquello era serio, y sabía en el fondo que sí, se merecía aquel golpe.

—¿P-por qué estás celoso? —murmuró, ansioso de la respuesta.

Taehyung finalmente salió del cuello contrario, pero permaneciendo abrazado a Jungkook, con sus rostros frente a frente. —Estoy celoso de toda la atención que le das a Taehyun. Estoy celoso de tu interés por él, de lo mucho que te importa que esté bien... estoy muy celoso de que él también se haya vuelto cercano a ti, porque yo luché mucho para serlo y Taehyun lo consiguió tan fácil.

Por una razón que desconocía, el escuchar aquello le produjo una increíble sensación. Saber que Taehyung se sentía así por él era gratificante, porque él también se sentía de igual forma. Celoso de quienes se acercaban de más, celoso de quienes recibían una de sus adorables sonrisas cuadradas, celoso de quienes puedan tener un rato de la entrañable compañía de su amigo. Taehyung jamás había demostrado sentirse celoso, solo una vez, cuando pequeños y a causa de su ex vecina Jieun, la cual ahora vivía en la residencia de su universidad, pero del resto, jamás había obtenido una reacción igual. Hasta ahora.

—Taehyun es mi amigo...

—Lo sé, y también sé que quieres ofrecerle la amistad que antes no tuvo, pero sabiendo todo eso no puedo evitar sentirme tan celoso como lo hago por verte ser tan agradable con él —abultó sus labios, y frunció su ceño con disgusto—. Lo invitaste a nuestro viaje a las cabañas, ¿también planeabas llevarlo a nuestra guarida?

—¿Ah? ¡jamás! Tae, él no va a ir, y si lo invité es porque me hubiese gustado que compartiera más con nosotros. Una experiencia nueva.

—No me importa, ese viaje es algo nuestro —volvió a quejarse—, y mira como te pusiste cuando te enteraste de Beomgyu, ¿por qué le das tanta importancia? Me vuelves tan celoso, Jeon Jungkook.

El nombre completo, la cosa iba en serio. Jungkook tragó saliva, mirando lo inquisitivo que estaba Taehyung. ¿Era tanto su malestar y nunca se dió cuenta? Sus mejillas de calentaron. —Lo siento, Tae.

—Dime que soy más importante que él y te perdonaré.

Las mejillas de Jungkook se calentaron aún más, pero asintió. —Eres más importante que Taehyun, y no lo digo porque me lo pidas, es en serio —complacido, Taehyung volvió a ocultar su rostro en el cuello de Jungkook, y el contrario respiró aliviado al ya tener la situación controlada, pero no duró mucho cuando el suave cosquilleo producto a la sensibilidad de su cuello volvía a afectarle—. Tae, sal de ahí...

—No quiero —se negó, apretándose más a Jungkook—. Es tu castigo por ponerme tan celoso y no darte cuenta —dicho esto, dejó un beso en la zona, logrando que Jungkook se sobresaltara en su lugar.

Jungkook abultó sus labios. —Y-yo también estoy algo celoso de tu presidente.

—No deberías —cortó toda palabrería—, porque para mí, Jungkookie siempre será más importante, ya deberías saberlo.

Aquello no debía gustarle de la manera en la que lo hizo, pero Jungkook admitirá que sí. Suspiró profundamente, y siguió acariciando la espalda de Taehyung, comenzando a encontrar agradable las sensaciones que provocaba en su cuello. Desvío un poco la mirada, enfocándola en la piel acaramelada del cuello contrario, y no lo pensó mucho cuando también dejó un beso en la zona, sonriendo cuando la piel de Taehyung se erizó por ello.

—¿Jungkookie?

—¿Sí?

—Puedes besar mi cuello siempre que quieras...

Y Jungkook aceptó aquel permiso dejando un nuevo beso sobre la zona.

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