39 ⌗ Esto es guerra ೃ࿔

Se suponía que todo ya estaba bien, es decir, ya habían aclarado las cosas y ahora volvían a estar juntos como siempre lo estaban, sin embargo, a Taehyung aún le hacía ruido el tema de Taehyun. Se sentía un idiota por darle tantas vueltas, pero le era imposible y le molestaba aún más que no pudiera dejar las cosas como están. Hizo una mueca, amarrando las trenzas de sus zapatos por seguirse sintiéndose tan afectado por eso. Apoyó sus manos sobre la cama de Jungkook y miró por la ventana, queriendo despejar su mente.

La puerta del baño siendo abierta llamó su atención, y miró a Jungkook salir de ahí, rascando su ojo y con sus cabellos levemente húmedos. Supuso que se había lavado la cara y los dientes. Sonrió de lado por lo adorable que lucía en aquel momento; con el rostro levemente hinchado por el sueño, y su pijama que le quedaba algo grande.

—¿Ya te vas? —preguntó Jungkook, mirando a Taehyung completamente vestido. Era sábado, así que no tenían apuro por ir a algún otro lado.

Taehyung negó. —Solo me arreglé. Son las once, nos levantamos tarde.

—Ni tanto —le restó importancia, caminando hasta su closet para sacar ropa y cambiarse, comenzando a quitar su camisa.

Taehyung no se perdió ningún detalle de aquello, mirando con cuidado el cuerpo de Jungkook. A comparación de él, el contrario era más delgado, pero levemente definido en los músculos, mientras que su cuerpo era grande, y completamente liso. Sin músculos ni marcas de ejercicio, incluso un pequeño rollito se formaba en su estómago cuando se sentaba. Se avergonzaba un poco de su 'pancita de bebé', pero la flojera para hacer ejercicios y desaparecerla era enorme.

Desvío la miraba cuando Jungkook comenzó a quitarse el pantalón de pijama, dándole su privacidad. Antes no sucedía aquello, cambiarse al frente del otro era algo normal, pero desde que tuvo conocimiento de sus sentimientos no pudo permitirse hacer cosas que antes hacía con naturalidad. ¿Lo peor? Solo él se daba cuenta de ello. A veces se felicitaba por lo bueno que era ocultando sus sentimientos.

Era eso, o que Jungkook era realmente ingenuo.

—¿Cómo conociste a Taehyun? —soltó.

Jungkook abrochó el botón de su pantalón, y sonrió. —Lo estaban molestando los idiotas de Jiyong y Seunghyun. Por suerte lo encontré antes de que pasara a mayores. Lo hubieses visto, estaba muy asustado.

—¿Así que solo eres su amigo por lastima? —cuando las palabras fueron soltadas, Taehyung se arrepentió al instante. Era algo muy ofensivo y denigrante lo que había dicho.

—¿Qué? Por su puesto que no —frunció el ceño, y se acercó hasta la cama para tomar asiento ahí—. Admito que al principio si lo quería cerca para cuidarlo nada más, pero ya luego me di cuenta que es un chico increíble y tenemos mucho en común. Me cae bien, y de verdad quiero ayudarlo.

»Nunca había tenido un amigo, ¿sabes? Soy el primero en serlo, y me sorprendió mucho ya que es bastante hablador y puedes pasar un rato agradable con él, pero aún así nadie se le acercaba —suspiró, haciendo una mueca—. En su antigua escuela le hacían bullying, no me lo dijo, pero puedo saberlo. Veo un poco de Hobi en él, pero a diferencia de Hobi, Tae no tuvo a nadie que lo defendiera y estuviera a su lado.

Taehyung lo miró unos instantes, antes de bajar la mirada. Entendía el punto de Jungkook, viéndolo de ese modo, Taehyun había pasado por tanto, pero aún así no dejaba de causarle incomodidad la cercanía del menor con Jungkook. Es que podía notarlo en su mirada, Taehyun quería acaparar a Jungkook para él.

—Jungkook... —el contrario hizo un sonido, a modo de escucha—. ¿Me quieres?

—¿Por qué lo preguntas?

Se encogió de hombros y miró a Jungkook, quien tenía una expresión de no entender nada. —Solo quiero saberlo.

Jungkook sonrió. —Claro que te quiero, Taehyungie. Más bien, te amo.

Las mejillas de Taehyung se calentaron, al tiempo en que su corazón hacía fiesta en su pecho.

—Amar en mucho... —intentó hacerle ver la magnitud de sus palabras.

—¿Crees que no lo sé? No lo diría a la ligera si no fuese cierto —aseguró sin mucha importancia, como si decirlo no fuera la gran cosa y no causara estragos en Taehyung—. Bajemos a desayunar, luego salgamos al arcade. Quiero jugar contigo, ¿sí?

El chico salió de la habitación, dejando a Taehyung con un mar de sensaciones recorriendo su ser. Su estómago hormigueó, y la sonrisa que salió de sus labios fue inocente. —Yo también te amo, Jungkookie.

『 🐰 』

El lunes había llegado luego de un excelente fin de semana, en donde Taehyung se quedó en casa de los Jeon, recuperando el tiempo perdido con Jungkook, llegando hoy juntos a la escuela. Estaba de buen humor, es decir, luego de tanta tormenta y malos ratos, por fin había llegado la calma, y estar con Jungkook todo ese tiempo había sido como una bocanada de aire fresco y puro. Sin embargo, un cúmulo de sentimientos y palabras no expresadas se hacía cada vez más grande, y necesitaba comentarlo con alguien o explotaría.

El profesor de la primera hora había faltado, así que la mayoría del salón estaba aprovechando el tiempo para adelantar tareas, estudiar o simplemente conversar con sus amigos. Taehyung giró la cabeza, mirando a Hoseok concentrado en un vídeo de una coreografía. —Hobi, ¿puedo hablar contigo?

El pelimarrón alzó su vista hasta Taehyung, mirándolo con ojitos interesados. Bloqueó la pantalla de su celular, prestándole completa atención. A pesar de su cercanía con Jungkook, y que el grupo de amigos fuese de cuatros, Taehyung y Hoseok seguían siendo los mejores amigos que eran de niños, y por eso, entre otras cosas, era el único con el cual podía hablar de sus temas con tanta facilidad. No es como si Jimin y Jungkook no fueran confiables, pero el primero era muy dramático y haría de sus problemas una novela, mientras que el segundo era el involucrado, no podía hablar de él mismo con Jungkook.

Hobi, por otro lado, lo escuchaba y lo dejaba desahogarse hasta que ya no hubiera más, luego de ello le aconsejaba, y si no sabía cómo hacerlo, con solo escucharte bastaba. Por esa y más razones, era el único a quien le podía confiar sus sentimientos por Jungkook.

—Claro, Tae. ¿Está todo bien?

—Ya arreglé las cosas con Jungkook.

Hoseok sonrió, y palmeó su hombro con suavidad. —Eso es genial, Tae. Te dije que todo estaría bien pronto. Ustedes no pueden estar tanto tiempo alejado del otro —al ver que sus palabras no causaban algo más en Taehyung, ladeó la cabeza, quitando su mano de su hombro para colocarla sobre su mano—. ¿Sucede algo más? No luces del todo conforme.

Taehyung dejó caer su cabeza sobre sus manos, y pronto obtuvo caricias en sus cabellos por parte de Hoseok. Se sentía tan frustrado. —Debería sentirme feliz, ¿verdad? Ya estamos bien otra vez.

—No necesariamente. La felicidad no depende solo de estar cerca de una persona, también dependen de otros factores —hizo un ruidito mientras pensaba—. Es como si estás en una heladería, y vas con tu mamá. Estás feliz, pero si te sirven un helado que no te gusta y te obligan a comerlo no lo estarás del todo. ¿Tiene sentido?

—Lo tiene... —balbuceó, y levantó la cabeza, apoyándola sobre su puño. Hoseok esperaba a que hablara con una bonita expresión, incitando a Taehyung a que dijera todo aquello que lo tenía de ese modo—. Me gusta Jungkook.

—Eso lo sé.

—Pero me gusta muchísimo.

—Se nota —sonrió, soltando una pequeña risita—. Es increíble que Minnie y Kookie aún no lo noten. Yo lo hice antes de que me lo dijeras.

—Hobi, me gusta mucho Jungkook —enfatizó—. Me gusta tanto que... el viernes casi lo beso...

El contrario abrió sus labios en una pequeña 'o', entendiendo a lo que se refería Taehyung. Su amigo estaba completamente perdido por Jungkook, pero jamás había intentado algo, es decir, su gusto llegaba hasta ahí, pero ahora parecía haber incrementado.

—¿Y Jungkook que hizo?

—No se dió cuenta lo que iba a hacer —resopló frustrado—. Si mi tía Jisoo no nos llama a comer, lo hubiese hecho.

Hoseok rascó detrás de su oreja sin saber qué decir. ¿De verdad Jungkook no sabía lo que hacía? No lo creía tan tonto, y en caso de sí serlo, ¿por qué no se había apartado de Taehyung? En una situación así, cualquiera sabría lo que pasaría. —¿Jamás has pensado en decirle lo que sientes?

—¿Y que se aleje de mi? Ni pensarlo.

—No creo que Jungkook se aleje de ti por saber que te gusta. Además, jamás te has preguntado si tú le gustas igual.

Taehyung abultó sus labios. —Yo no le gusto.

—¿Cómo lo sabes?

—¡Porque eso se nota! A mí se me nota, a mi hermano se le nota, incluso a Taehyun se le nota —apretó sus labios, sintiéndose abrumado—. Eso se nota tanto, y con él puedo ver que no. Solo soy su amigo, siempre lo dice, siempre me pelea por eso. Tiene miedo de perderme, perder a su amigo de años, no a la persona que le gusta.

—Te recuerdo que antes tú pensabas igual. Creías que querías tanto a Jungkook solo porque era tu amigo, pero luego te diste cuenta que siempre fue un cariño más allá de la amistad —Taehyung lo miró, y Hobi volvió a sonreírle—. Si sigues esperando a que Jungkook de una señal de que le gustas, entonces jamás avanzarás con él. Si quieres conseguir las cosas, debes esforzarte por ti mismo, porque muchas veces no vendrán solas a menos que tú las busques.

—¿Y si no le gusto? ¿y termina alejándose de mi? —inquirió inseguro.

—Entonces le darás su espacio y esperarás a que vuelva a ti. Tú también tomarás tú espacio y sanarás, pero créeme que jamás estarán separados, porque son lo más cercano a ser almas gemelas.

Kim suspiró, pero se sintió un poco más aliviado. —Gracias, Hobi.

—Ahora, ¿Taehyun? ¿le gusta alguien?

Taehyung rodó los ojos. —Le gusta Jungkook.

Hoseok frunció el ceño. —¿Él te lo dijo?

—No, pero es bastante obvio.

—Uh, no, Tae, no lo es —abultó sus labios en un adorable triángulo, y ladeó su cabeza confundido—. Yo creo que no le gusta.

—¿Cómo que no es obvio? —preguntó exasperado—. Siempre lo anda mirando y siguiendo de un lado a otro, estando a su lado como si no pudiera estar con alguien más, y- ¿por qué te ríes?

—Porque luces muy tierno siendo celoso —rió con suavidad sin afán de burla—. A Taehyun no le gusta Jungkook, creo que lo sigue tanto porque es su amigo más cercano, y puedo asegurar que Jungkook lo ve a él como si fuese un hermano menor a quien cuidar.

Taehyung negó. —No estoy celoso, y a él sí le gusta Jungkook.

—Sí estás celoso, y no, a Taehyun no le gusta Jungkook —enfatizó, ganándose un bufido por parte de Taehyung—, y no quiero asustarte, pero algún día sí llegará alguien que le guste Jungkook, y hará algo al respecto.

—¿Qué quieres decir con eso?

—Que habrá alguien que sí haga algo con respecto a sus sentimientos, así que deberías hacerlo tú antes de que sea tarde.

Taehyung apretó sus labios, sabiendo que Hoseok tenía razón. ¿Cómo reaccionaría Jungkook al saber de sus sentimientos?

—Siempre dices cosas con mucha lógica, y jamás has vivido algo similar. ¿O sí?

Hoseok rió y negó. —No me gusta nadie y mucho menos le gustaré a alguien. Supongo que es fácil aconsejar desde afuera ya que tus sentimientos no están inmersos.

—¿Cómo que "mucho menos le gustaré a alguien"? —lo miró con reproche.

—Taehyung, solo mírame —rió.

—Pues veo a un chico muy lindo, de sentimientos hermosos y con un talento demasiado increíble para el baile. ¿Por qué? ¿qué ves tú?

Hoseok quedó en completo silencio, enfocando su mirada en sus manos. Taehyung no tardó en pasar su brazo sobre los hombros del contrario. »Eres preciosísimo, quiero que lo sepas, y no solo eres bello por fuera, sino que también por dentro.

—Lo dices porque eres mi amigo y me quieres.

—Lo digo porque es la verdad —recalcó, dejando un sonoro beso sobre la mejilla de Hoseok—. Así que nada de "mírame" porque yo veo algo hermoso, y muchos también lo ven. Es más, dejaré de lado a Jungkook y me enfocaré en tí. Hobi, te amo.

Hoseok rió, quitándose a Taehyung de encima. —Te gusta tanto Jungkook que jamás pondrías tu mirada en alguien más.

—Genial, mi primer rechazo. Lo esperé de todos menos de ti, Hobi.

—No te rechacé —volvió a reír.

—¿No? A ver, bésame.

—¡No!

『 🐰 』

—¡Señor, me has mirado a los ojos! —canturreó con burla el chico.

—Cállate, mierda —se quejó Jungkook, mirando a Jimin con desprecio.

Park rió encantado de la cara molesta de Jungkook. Joderle la paciencia es de sus mejores entretenimientos, pero más allá de su diversión personal, estaba genuinamente feliz de saber que aquel par ya había arreglado sus diferencias y se encontraban juntos como antes. Si era sincero, los extrañaba, le gustaba verlos así, siendo tan unidos como siempre, sentía que el grupo mantenía su buena energía si todos estaban bien con todos.

Taehyung rió bajito, y estiró su dedo índice para relajar la frente de Jungkook y quitar aquella expresión de muerte que Jimin había causado. Hoseok también estaba contagiado con la animosidad del momento. Eran los cuatro contra el mundo, y si estaban juntos entonces todo estaba bien.

—¿Qué haremos para la semana de aniversario del instituto? —preguntó Taehyung. Durante una semana, los estudiantes celebraban un año más en que fue fundada la escuela, aunque el grupito solo asistía el último día, es decir, el viernes, ya que los dos bailarines siempre tenían presentación, tomándose la semana libre y saliendo a dónde quisieran—. Es dentro de un mes aproximadamente, y creo que participaré en los eventos del viernes, pero de lunes a jueves los tengo libre.

—Hobi y yo también tendremos una presentación el viernes, pero libre los otros días.

—Vamos a la cabaña de mi familia —se unió Jungkook. Al no pertenecer a ningún grupo, no tenía compromisos el viernes más que ir a ver a sus amigos, uniéndose Taehyung a ellos—. Se lo había comentado a hyung. Veamos si ellos tienen libre esos días y pasamos esos días por allá los siete.

—Podemos irnos desde el sábado y estar dos días más allá —comentó Hoseok emocionado con la idea.

—¡Sí! Mientras más días mejor —Jimin ya estaba planeando en su mente lo que harían—. Hay que llevar varios juegos para pasar el rato, y muchas tiendas para acampar afuera.

—Permiso... —la vocesita de Taehyun interrumpió la plática, pero Jungkook le sonrió con amabilidad, haciéndose a un lado para que tomara asiento junto a él—. Hola, hyungs.

Los mayores saludaron al recién llegado. Taehyun sonrió, y miró a Jungkook con complicidad. Taehyung se percató de ello, apretando los dientes al instante. Hoseok era ciego si no se daba cuenta que ese niño tenía los ojos puestos en Jungkook. Tomó un pedazo de la comida del chico y la acercó a su boca. —Toma, Jungkookie.

Nuevamente la atención de Jeon estaba puesta sobre él, y se sintió complacido con ello.

—Oh, ¿ya se arreglaron? —preguntó tímido el menor, a lo que Jungkook asintió, masticando la comida ingerida—. Me alegro mucho, hyung.

—Gracias, Tae —dijo una vez terminó de tragar, sacudiendo los lisos cabellos del chico—. Justo antes de que llegaras, estábamos planeando una salida a la cabaña de mis padres. ¿Te gustaría ir?

En cuanto las palabras fueron dichas, Taehyung miró a Jungkook con sorpresa, sintiendo una gran incomodidad. Era un viaje de amigos, casi familia, e invitar a Taehyun estaba demás. Se suponía que era cosa de ellos, y aunque el menor poco a poco se estaba haciendo amigo de ellos, —no de él— no creía pertinente que fuese invitado a algo tan personal. Iba a decir algo al respecto, pero Hoseok carraspeó disimuladamente, diciéndole sin palabras que no formulara opinión alguna. Frunció el ceño completamente indignado.

¿Hoseok también se iba a poner de su parte?

—¡Sí, Taehyun! Tienes que venir —exclamó Jimin, mirando al chico con emoción—. Mientras más vayamos será mejor. Será un viaje increíble.

¿¡Jimin también!? Era el colmo. Para Taehyung, ya no habían amigos, solo conocidos.

—¿E-en serio me están invitando? —preguntó Tae genuinamente sorprendido, y con la felicidad chispeando en sus ojos. Para todos, aquello fue completamente adorable.

Exceptuando a Taehyung, quien frustrado, desvió la mirada.

—Claro, también eres parte del grupo —dijo Jungkook—. El colegio tiene una semana de aniversario, pero faltaremos hasta el jueves ya que el viernes Hobi, Minnie y Taehyungie tienen presentaciones.

—Pero estamos planeando ir desde el sábado de la semana antes para disfrutar más días —si Jimin seguía hablando, Taehyung estaba seguro que le iba a asestar un puño para callarlo.

—Iremos con nuestros hyungs, así que vamos con gente responsable —agregó Hoseok, ignorando el chillido en su oído. Estaba seguro que Taehyung lo estaba maldiciendo en distintos idiomas en aquel momento.

—¿Qué dices? —Jungkook lo miró esperando una respuesta, pero ladeó la cabeza cuando Taehyun parecía desilucionado.

—Me hubiese gustado ir, pero ya tengo planes para esa semana... —se encogió en su lugar completamente triste—. Aprovecharé esa semana para darle tutorías intensivas al chico que me encargaron.

Taehyung supo lo que era el autocontrol cuando la sonrisa satisfecha que quería salir de sus labios la reprimió con diligencia. —Qué mal, nos hubiese gustado que fueras —dijo, mirando a Taehyun por primera vez.

El menor frunció el ceño. El contrario no se había pronunciado en ningún momento desde que llegó, y lo hace simplemente para decir aquello. Sabía que era una gran mentira, y es que ninguno de los dos, —Taehyung y Taehyun— eran indiferentes a la notable, al menos para ellos, rivalidad que crecía día con día. Taehyun desde un principio intentó llevarse bien con el mayor, pero este jamás mostró interés alguno en mantener una relación amistosa con él, todo lo contrario, parecía molestarle su presencia. Y Taehyun lo sentía mucho, pero lo único que Taehyung quería no iba a dárselo; alejarse de Jungkook.

Se había cansado de ser el chico débil del cual todos se aprovechan, así que lucharía para seguir al lado de Jungkook, aún si a Taehyung le fastidiara su presencia.

Ambos "Tae" se miraron con intensidad, una bien disfrazada que no fue notada por los otros tres acompañantes en la mesa. Pero en sus ojos se leía con claridad lo que habían sentenciado en aquel momento.

Esto es guerra.

Y ninguno tenía ganas de perder.

—¿Tutorías por una semana? —se quejó Jimin, trayendo de vuelta a ambos chicos de su lucha de miradas.

—¿Quién es tan tonto como para necesitar un intensivo de tutorías?

Taehyun abultó sus labios, mirando a Jungkook. —Beomgyu no es un tonto, hyung. Realmente es inteligente, solo que la física no es lo suyo, pero yo lo ayudaré.

—Espera, ¿Beomgyu? ¿Choi Beomgyu? ¿el de último año? —Taehyun asintió sin entender nada, y Jungkook bufó—. No puedo creer que le des tutorías a ese idiota. Deberías dejar de hacerlo.

—¿P-por qué? —inquirió vacilante, mirando a Jungkook con muchísima intriga.

—Jungkookie, ya eso pasó hace mucho tiempo, deberías de superarlo —intervino Taehyung, dejando al menor con muchas más incógnitas.

—¿Dejarlo? Jamás —se negó de inmediato, y Jimin rodó los ojos por lo terco y rencoroso que era Jungkook—. Ese imbécil me lo recordaba cada que tenía oportunidad, jamás voy a dejarle en paz.

—No entiendo nada... —murmuró Taehyun.

—No es la gran cosa, la verdad —le habló Hoseok, restándole importancia—. No le hagas caso a Jungkook.

—Oh, claro que debería hacerme caso —el recién nombrado miró a Taehyun—. Escucha, Tae, debes de dejar de darle tutorías a ese chico. Es de lo peor y lo que menos quiero es que te haga algo a ti.

Taehyun se encogió en su lugar, con una disyuntiva en su cabeza. Su hyung le decía que se alejara de Beomgyu, pero siendo sincero, no quería hacerlo. El mayor era bastante agradable, o al menos, le hacía fácil el proceso de enseñanza. No era hablador, ni muy amigable, simplemente le escuchaba hablar y acataba cada una de sus instrucciones al momento de las tutorías. Le tenía respeto, aún siendo mucho menor, y con eso Taehyun se sentía complacido, además, le había prometido que lo ayudaría a pasar esa materia que tanto trabajo le costaba.

¿Hacerle algo malo? Taehyun podía jurar que Beomgyu jamás le haría algo, es decir, aún no lo había hecho, y no le veía intenciones. Se sentía sumamente confundido, y le aterraba el llevarle la contraria a Jungkook, temiendo alejarlo en el proceso.

—¿No crees que Taehyun es lo suficientemente grande para saber lo que hace y asumir sus consecuencias? —el tono de voz de Taehyung fue firme, llamando la atención de todos. Kim miraba a Jungkook con seriedad, molesto de sobremanera por la forma en que el contrario parecía querer meter al menor dentro de una caja de cristal para protegerlo. Lo conocía de tan poco, ¿cuál era el afán de considerarlo tanto? Lucía tan afectado por unas simples tutorías, que no pudo evitar incomodarse por la situación—. Si te está diciendo que está bien, y que Choi no le está haciendo nada, entonces bájale a tu intensidad.

—Solo intento protegerlo —se cruzó de brazos—. Beomgyu es un idiota, así que no quiero que le cause malos momentos.

—H-hyung —le llamó Taehyun—, él no me hará nada...

—Por ahora —agregó, no dando su brazo a torcer—, y quiero evitarlo de ser posible.

Las manos de Taehyung se apretaron en puños cuando la atención de Jungkook se fue nuevamente de su persona. ¿Que acaso no lo había escuchado? ¿no entendía lo que dijo? Le estaba dando más importancia de lo que merecía, ¡y el tema con Beomgyu era una completa tontería que el mal perdedor de Jungkook no quería superar! Podía incluso asegurar que el mayor había hasta olvidado lo que había pasado tiempo atrás.

Una mano sobre su hombro llamó su atención, y alzó la vista, encontrando a Bogum. —Hola, bonito —el mayor tenía una expresión de disculpa—. Sé que es tu hora de almuerzo, pero tendremos reunión del club, y te necesitamos ahí.

Jungkook miró la escena, y le fastidió por completo la presencia del recién llegado. Además, ¿bonito? Bonito el golpe que podía propinarle en la nariz, pero se contuvo. Lo que menos quería era volver a discutir y distanciarse con Taehyung, así que reprimió todo deseo de desfigurar el rostro del idiota presidente, y mantuvo la calma. Le enseñaría a Taehyung que había aprendido de sus errores, y que no sería el mismo egoísta de antes, y si eso implicaba mostrar consciencia y respeto con sus responsabilidades, entonces empezaría por ahí.

—Si es importante deberías ir —opinó, bebiendo de su jugo.

—¿Qué? —dijeron a una misma voz los quinceañeros, mirando con sorpresa a Jungkook.

—Solo dije que, si esa reunión es importante, entonces deberías ir —miró a Taehyung—. Ve, no te detengas por nosotros.

—¿Pero qué le pasa al mundo? A ver, Hobi, pide un deseo —habló jocoso Jimin.

—Jimin, creo que no es momento para bromear...

Taehyung alzó una ceja, mirando a Jungkook incrédulo. —¿No te importa si me voy?

—No digo eso, solo que tienes otras cosas que hacer, así que ve —respondió sin ver la gravedad del asunto. Estaba actuando justo como todos querían, ¿qué había de malo?

Taehyung contó. Uno, dos, tres... y supo que de nada iba a servir cuando sentía que su enojo incrementaba con fuerzas. Se levantó de su lugar, rodando la silla y haciendo un ruido molesto. Tomó sus cosas y caminó directo a la salida, dejando a todos con la incertidumbre de qué había sucedido para que el rizado haya salido de esa manera. Bogum se despidió rápidamente de sus dongsaengs, y fue detrás de su pupilo, llegando a su lado, y mirando su rostro serio y endurecido como piedra, reteniendo las ganas de preguntar cuando este parecía capaz de destruir todo el instituto por el enojo. Antes de salir, Kim giró una última vez, mirando en dirección a la mesa de sus amigo, encontrando a Jungkook hablar con Taehyun de lo que, —supuso él— aún tenía que ver con Beomgyu.

Es decir, que realmente no le importó que se fuera.

Parecía un desquiciado indeciso. Hace días pedía comprensión por parte de Jungkook para que lo dejara disfrutar de sus cosas, y ahora se molestaba porque parecía ignorar y superar con facilidad que no debían estar siempre juntos. Pero era justamente eso, la atención de Jungkook sobre ese niño era lo que lo tenía así. Bufó con ira contenida, y salió finalmente del comedor, rogando internamente que nadie se atreviera a joderle la paciencia porque era capaz de decargar sus frustraciones con quien no debía.

Esto es guerra, Taehyun, así que prepárate.

『 🐰 』

El par de adultos estaban apoyados sobre la puerta del auto de Jeon, mirando a todos los jóvenes salir del colegio luego de una jornada de clases. Había pasado bastante tiempo de la última vez que habían pasado por ellos a la escuela, recordando los viejos tiempos en donde pasaban buscando primero a uno y luego al otro para ir a una heladería o simplemente almorzar en una de las casas. Coincidiendo en la tarde libre, decidieron que era buen momento para pasarlo junto a sus hermanos, unos que todavía no habían salido.

—Ya le dejé un mensaje a Taehyung diciendo que estaríamos aquí para llevarlos a casa.

Seokjin chasqueó la lengua, mirando a Namjoon con fastidio. —Se supone que era una sorpresa, Joon.

El moreno se encogió de hombros, alzando sus manos a modo de pedir disculpas por su torpeza, pero en su defensa, no sabía que ir a buscar a los pubertos debía ser una sorpresa.

Unos cuantos murmullos se escucharon, y la pareja miró en dirección al ruido, encontrando a un grupo de adolescentes que parecían hablar de ellos. Sus rostros sonrojados y las sonrisas que soltaban con vergüenza eran prueba suficiente de que estaban alucinando con sus presencias. Vamos, que por un lado tenían a un joven de rostro completamente agraciado, alto, de figura esbelta y espalda ancha, y vestido con una camisa de vestir azul cielo, unos pantalones negros y mocasines a juego, y por otro lado, el contraste perfecto, un moreno, unos centímetros más alto, de pelo corto y grisáceo, con jeans rasgados y una camisa negra que se adhería a su musculoso cuerpo. Contando además, los hoyuelos que se marcaban en sus mejillas cada que hablaba.

Eran el sueño para chicas con hormonas alborotadas.

—Qué ridículas —rió Seokjin, mirando sus uñas con narcisismo, sabiendo que en aquella posición lucía más precioso.

Namjoon lo miró con diversión, y negó. —No seas malo. Hasta yo actuó así cada vez que te veo. Eres un ángel, mi príncipe.

Las mejillas de Seokjin se calentaron, mirando abochornado a Namjoon quien solo sonreía con cariño. Golpeó su brazo con cuidado, pero se acercó para apoyar su cabeza sobre el hombro de su pareja. Los murmullos incrementaron de intensidad, y ambos adultos miraron nuevamente a las chiquillas, notando que estas parecían mucho más alborotadas por la interacción entre ambos.

—¿Estás viendo lo mismo que yo?

—Oh, claro que sí —Namjoon soltó una suave risa, y miró a Seokjin, quien aún tenía su cabeza sobre su hombro—. ¿Deberíamos de besarnos para complacerlas? Digo, hay que hacer una buena acción al día.

Seokjin lo miró con una ceja en alto. —Solo di que me quieres besar, mañoso.

—Culpable, ¿puedo?

Ambos sonrieron, y se fueron acercando poco a poco, pero un carraspeo fue suficiente para detener sus actos, mirando al frente y encontrando a cierto muchachito no muy feliz de la escena que tenía en frente.

—¿Qué se supone que hacen?

—Kook, acabas de destruir la ilusión de un montón de niñas —Namjoon negó decepcionado.

—¿Ah? —no entendía nada, y tampoco quería hacerlo—. De todos modos, ¿qué hacen aquí?

—¡Sorpresa! Vinimos por ustedes —Seokjin se acercó a su hermano para abrazarlo con adoración—. Pasaremos el día juntos y comeremos comida deliciosa preparada por mí.

—Como en los viejos tiempos —Namjoon le guiñó un ojo—. ¿Has visto a Taehyung?

Jungkook se separó de los brazos de Seokjin, y negó. —Estaba en una reunión del club —miró a su hermano, y deslizó su lengua por su mejilla—. ¿Y eso que tienes tiempo libre y no andas en tu trabajo y con tu pasante?

Si Seokjin creía que Jungkook olvidaría aquel tema, estaba muy equivocado.

—Ah, Soobinie hoy estará con alguien más —respondió, ajeno al sentido de las palabras de Jungkook, y miró a Namjoon—. Hubieras visto su cara, Joon, se sentía un poco mal por no poder acompañarlo hoy, pero debe aprender a trabajar con todo el equipo ya que eso ayudará en su campo laboral.

—Lo hará bien, cariño, Soobin es un chico muy capaz. Además, esto lo haces por su bien y así tienes un poco más de descanso.

Oh, que Namjoon también le tenía aprecio a Soobin. Genial todo genial. A Jungkook no le afectaba, es decir, por él que se quedara con Namjoon y se lo llevara lejos.

—Sí, Choi Soobin llegará muy lejos.

Es que es Choi, por eso me cae como patada en el estómago. Jungkook rodó los ojos, y se cruzó de brazos. Los dos adultos habían ignorado su presencia para hablar maravillas de ese tipo.

—También creo lo mismo —Namjoon sonrió—. Por lo que me cuentas, es bastante habilidoso en la cocina, pero además de ello, y por lo poco que conozco, es un chico con buenos valores y que se gana a las personas. Incluso a mí, hasta yo quiero verlo triunfar.

¿Y a quien le importa tu opinión, bestia fea? Podrá tener los mejores valores, pero cuando se de cuenta que eres una bestia horrenda y torpe que todo lo rompe se alejará de ti. Tienes suerte que yo no lo haya hecho, pero estoy seguro que Soobin lo hará, así que sigue encariñándote, que me reiré de ti cuando el tipo te deje de lado. Y ni te atrevas a venir a mi cuando pase eso, porque te diré un gran "¡te lo dije!" cuando pase, y te darás cuenta que fui yo el que nunca te dejó de lado aún sabiendo el desastre que eres.

—Ya llegué.

—¡Taehyung, qué bueno que- ¿uh?

Las palabras de Seokjin se vieron cortadas cuando el chico simplemente lo ignoró para entrar al auto, cerrando la puerta con un poco más de fuerza de la necesaria. Los mayores se vieron con curiosidad, y Namjoon se dirigió a Jungkook para preguntar al respecto, pero este también lo ignoró para entrar al auto y cerrar la puerta con más fuerza que Taehyung.

Se quedaron estáticos sin entender nada de lo que sucedía, compartiendo la misma idea de que ese día no iba a ser tan divertido como habían pensado, porque lidiar con dos adolescentes enojados hasta la médula era lo peor que podía existir, y mucho más al no saber el porqué de sus estados.

—Te dije que era mejor quedarnos en tu departamento.

Seokjin asintió. —Te doy la razón.

Respiraron profundo, llenándose de la paciencia completa para poder asumir y resolver lo que se venía.

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