21 ⌗ Vuelva a quererme ೃ࿔
—¿Por qué Jungkook no ha bajado?
Seokjin abultó sus labios, pero no dijo nada, concentrándose en cortar el tomate que usarían para los sandwiches del desayuno.
Los cuatro adultos habían regresado a primera hora de la mañana, con un humor bastante bueno que ni Namjoon ni Seokjin quisieron cuestionar. Los hombres, Gong-Yoo y Seojoon, habían salido a pescar para el almuerzo, mientras que las mujeres, en conjunto a ambos jóvenes se quedaron en la cocina preparando el desayuno para ese día.
Namjoon solo miraba, calladito y obediente a no intervenir.
—Taehyung tampoco se ha levantado —acotó Hwasa, no viendo la gravedad del asunto, pero solo pasaron segundos para que el niño apareciera por el pasillo, rascando su ojito con su puño y un puchero en sus labios—. Oh, pero si aquí está mi osito dormilón.
Hwasa dejó de lado las naranjas que exprimía para limpiarse las manos y tomar a su hijo en brazos. Taehyung era un poquito más grande para su edad, además de tener un cuerpecito algo relleno, pero eso no detenía a la mujer de alzar a su criatura en brazos cuál bebé. Taehyung se abrazó a su madre, y descansó apoyando su cabeza en su hombro.
—Mamá, ya baja a esa pulga —Namjoon los miró divertidos—. Taehyung va a tener pelos en la cola y tú cargándolo aún.
—¡Namjoon! —regañó Seokjin, apuntándolo con el cuchillo con el que cortaba.
Jisoo solo rodó los ojos, pero le dio gracia aquel comentario. La familia Kim siempre soltaba cosas poco... decentes, y si antes le incomodaba, ahora ya solo le divertía.
—Ay, cállate, Namjoon —Hwasa meció a Taehyung aún en brazos—. Solo estás celoso porque me negué a cargarte hace una semana, pero es que estás todo gordo e inmenso, cariño, no puedo contigo.
—¡Yo no estoy gordo! —chilló el moreno, cruzándose de brazos—, soy musculoso... —balbuceó.
Seokjin y Jisoo no pudieron aguantar la risa, soltando enormes carcajadas por la situación. Jin se acercó a Namjoon para abrazarse a él, diciéndole que estaba bien tal cual estaba, pero este desvió la mirada, alegando dignamente que «no, tú te burlaste de mí».
—Tae, cielo, ¿Jungkook aún no despierta? —se dirigió Jisoo hacia el niño con la mayor dulzura de todas, sonriendo cuando lo miró levantar la mirada, aún con sus ojitos cerrados por el sueño.
—Jungkookie ya no estaba cuando desperté, señora Jisoo.
La mujer ladeó la cabeza. —¿En serio? ¿y no sabes dónde está?
Taehyung negó. —Me levanté por eso, porque ya no estaba ahí conmigo.
A Jisoo eso le pareció sumamente extraño, primero porque Jungkook no era de levantarse temprano, siempre debían ir por él para poder despertarlo. Lo segundo que la tenía aún más confundida es que su hijo no estaba con Seokjin, y es que Jungkook tenía la costumbre de aferrarse a su hermano hasta estar completamente despierto. Los gritos de ayer volvieron a su mente, y miró a su hijo mayor que no había levantado la cabeza en ningún momento.
—¿Sucedió algo con Jungkook? —le preguntó directamente.
Seokjin apretó los labios y dejó el cuchillo en la mesa para luego mirar a su madre. —Es algo... ¿tonto?
—¿Tonto? ¿desde cuándo algo relacionado a Jungkook es tonto para tí? —alzó una ceja.
—Bien, no es tonto realmente —suspiró—, es solo que no quiero hacerte parte, quiero resolverlo yo solo con él. Hice algo mal, ¿sí? Y aunque en el momento pensé que Jungkook estaba exagerando, ahora sé que no porque no me había puesto en su lugar... es solo un niño, no sabe responder correctamente ante las cosas, y aunque pareciera que es malcriado, o actúa mal, solo reacciona como lo siente.
Jisoo miró a Seokjin, sabiendo cuán afectado estaba por esa situación. Hwasa dejó a Taehyung con Namjoon, y se colocó a un lado de su yerno, pasando su brazo por sus hombros. —El hecho de que te des cuenta de eso ya es un paso importante, Seokjinnie. La mayoría del tiempo juzgamos a los niños cuando reaccionan muy intensos ante una situación, pero son pequeños, aún no saben lo que sienten realmente. Solo son pequeñitas personas que crecen poco a poco y buscan saber qué es lo verdaderamente correcto. Quizás la situación si sea algo tonta, pero no podemos juzgar cómo le afecta a él.
»Se lo he dicho a Namjoon un par de veces, su llegada a la vida de Jungkook es algo que no superará de un día a otro, y lo verá como una amenaza hasta que por fin se acostumbre, cosa que lo hará, ten eso por seguro, pero no porque el niño te odie o algo parecido lo dejarás de lado. Todo lo contrario, integrarlo es lo ideal, porque aislarlo pensando que será lo mejor para él solo logrará hacerlo sentir mal. Hay que tenerle paciencia, porque solo él está luchando con sus miedos de ser desplazado.
—¿Qué sucedió, Jin? —Jisoo lo miró intrigada, afectada por ver a sus hombrecitos de esa manera, además de la incertidumbre del paradero de Jungkook, aunque tenía una vaga idea de dónde pueda estar.
—La vez que Namjoon se quedó en la casa, Jungkook durmió con él abrazado. Al verlos les tomé una fotografía, y luego los separé para que no hubiese problemas... Jungkook vio esa foto y se enojó mucho.
Taehyung, quien ya había despertado más, se separó de Namjoon para golpear su cabeza. —¡Hyung, tonto! ¡no me invitó!
—¡Ya habíamos hablado de eso!
—¡No, no y no!
Los hermanos Kim se enfrascaron en una discusión que Jisoo, Hwasa y Seokjin prefirieron ignorar.
—Debes hablar con él, debe sentirse muy frustrado —aconsejó Jisoo.
—Solo imagina abrazar a tu enemigo —secundó Hwasa.
—Imagina que duermes abrazado con Charlie, ¿te vuelves loco, verdad?
Fue un milagro que el cuello de Seokjin no se rompiera en cuanto giró su cabeza de forma tan abrupta. Su rostro se endureció y miró a Namjoon con intensidad. —¿Dormir con... quién?
Namjoon tragó saliva. —E-era un ejemplo...
—¿Y por qué pones tú ese ejemplo? ¿algo que decirme? —el moreno negó con rapidez—. Más te vale.
—¿Hablan del mismo Charlie que fue a la casa? Un muchachito muy encantador y... —Hwasa detuvo sus palabras cuando Namjoon abrió sus ojos como platos y comenzó a negar con rapidez—. ¿Lo siento...?
—Ahora que lo dicen, Jungkook dijo algo sobre no cantar una canción de un cantante llamado Charlie, ¿Seokjin?
El recién nombrado miró a Namjoon, y tomó nuevamente el cuchillo de antes. —Corre.
Namjoon no esperó una segunda orden para salir de la cocina con rapidez, siendo seguido por un intimidante Seokjin, dejando a los tres restantes con más dudas que respuestas. Jisoo sintió un jalón en su pantalón, y miró a su costado, encontrándose con Taehyung.
—¿Sabe dónde está Jungkookie, señora Jisoo?
Jisoo sonrió. —Creo saber donde está, cariño.
『 🐰 』
El aire fresco que llegaba a ese lugar era una de las cosas que Jungkook amaba en demasía. Lo había descubierto de pura casualidad, y solo su madre sabía de ese sitio, pues se había escapado tantas veces que preocupó en más de una ocasión a la mujer, pero ambos hicieron un trato; Jungkook diría a dónde iba, prometiendo volver temprano, y Jisoo prometía no ir jamás hasta allá, de ese modo la mayor sabría dónde estaba su hijo, sin la necesidad de buscarlo como loca.
Era justo para madre e hijo, y respetaban muy bien las reglas.
Igual el sitio secreto de Jungkook no quedaba muy lejos de la cabaña, pero estaba oculto entre el bosque que incluso Jisoo tuvo, —a escondidas— que dejar pequeñas marcas en los árboles para guiarse y saber con exactitud dónde era. Alejado del río, para la propia salud mental de Jungkook, había encontrado en una de sus salidas de exploración una especie de cueva lo suficientemente grande como para que entrara él. Estaba encima de una pequeña colina, por lo que la altura del lugar de daba una bonita vista de todo.
Era gracioso, Jungkook podía ver a sus padres buscarlo desesperados, pero ellos no podían verlo a él por lo camuflajeado de los árboles. Jisoo se dio cuenta de ello cuando por fin conoció el sitio, tirando de su cabello levemente en un cómico regaño.
Había escapado desde temprano a su cueva, —Jisoo la llamaba "madriguera" porque su hijo era un tierno conejito— cuando sus padres recién llegaban a casa, escabulléndose ágilmente sin ser visto por ninguno de los mayores. Llevaba consigo una manta pues el clima estaba algo frío, y se había colocado unas botas acolchadas, metiendo dentro lo sobrante de su pantalón de pijama.
Estaba sentado, abrazado a sus piernas, y mirando al frente sin mucho interés. Aún se sentía triste, y de solo recordar lo sucedido lograba que sus ojitos se llenarán de pequeñas lágrimas que se negaba a soltar. Aunque estas salieran de todos modos. Él solo quería volver a lo que era antes; una familia de cuatro, con su mejor amigo Jimin y el hyung tonto de Yoongi. Ellos eran parte de su vida, y así se sentía bien.
Ahora era extraño, porque la familia Kim parecía entrar poco a poco en lo que era su círculo cercano y lo confundía. Hwasa era muy agradable, a Jungkook le gustaba mucho pues olía rico, reía por todo y lograba que su mamá lo hiciera de igual modo. El señor Seojoon también le gustaba. Había accedido a jugar con el fútbol en una ocasión, y cocinaba una carne en la parrilla muy buena. También hacía que su papá se divirtiera, y a Jungkook le gustaba eso.
Jungkook jamás había conocido a unos adultos así, puesto que sus tías solo le hablaban para decirle que debía ser un buen niño, y sus tíos solo le recalcaban que debía crecer sano y fuerte para ser un buen hombre. Jamás había visto a su padre reír con ellos, o a su madre ser cercana con sus tías; las hermana de papá.
Era confuso, ¿era su familia o los Kim los que estaban mal?
Por otro lado estaba Taehyung, jamás había conocido a alguien como él. Jimin era lo más cercano, pero aún así su mejor amigo era bastante tranquilo, por lo que estar cerca de él no le molestaba en nada. Además de que, era su único amigo, si llegase a perder a Jimin estaría solo. Y es que Jungkook era pésimo haciendo nuevos amigos, incluso fue el niño de mejillas grandes quien se acercó a él en primera instancia y jamás se alejó. Tenía dos primos, y estos eran pequeños adultos, Jungkook se aburría con ellos.
En cambio Taehyung... ya aceptaba que no le caía mal. Le gustaba escucharlo hablar, aunque no le respondiera de igual modo, le gustaba su compañía y su forma de ser. A veces se sentía abrumado cuando tomaba su mano, o lo abrazaba, o hacía cualquier contacto físico, pero tiempo después se acostumbraba, porque Taehyung era cálido, y le agradaba eso. Él era todo lo contrario a Taehyung... y le aterraba eso, porque su hermano podría preferirlo a él.
Finalmente estaba Namjoon.
Cada vez que Namjoon estaba cerca, su hermano sonreía, brillaba, se sentía muy feliz, ¿no era capaz de lograr eso? Porque cuando Seokjinnie hyung está cerca, él sonreía, brillaba y estaba muy feliz.
Seokjin hyung era su ejemplo a seguir. Amaba a su papá y a su mamá, pero su hermano mayor era todo lo que quería ser de grande. Cuando tenía siete años, tenía de tarea hablar sobre su héroe, mientras sus compañeros hablaban de personajes de series, o incluso sus padres, Jungkook habló de su hermano, que en aquel entonces tenía diecisiete años y que había ganado un premio en un concurso de cocina, siendo el menor de los participantes. Recuerda también que todos sus compañeros querían conocer a Seokjin, y Jungkook le prohibió al mayor llegar a su escuela para que nadie lo viera más.
Desde que tiene uso de razón, solo han sido ellos dos; Seokjin y Jungkook, siendo inseparables. ¿Por qué sentía que ya no era igual? Desde que llegó Namjoon todo tiene que ver con él, y Jungkook, más allá de odio, sentía pánico de que ese chico se llevara consigo a su hyung adorado.
Y es que en su cabecita se arremolinaban miles de pensamientos que no podía entender y actuaba a la primera; espantar al moreno. Pero eso solo lograba que su hyung estuviese triste, y estuviese triste él de igual modo. ¿Seokjin hyung prefería un niño como Taehyung? ¿cómo Jimin? ¿ya no lo quería a él? Lo entendía, ellos eran mejores que Jungkook.
Enterró su cabeza entre sus piernas, sollozando nuevamente. Ya no lo quería, y no lo querría jamás. Había perdido a su hyung, y lo merecía, porque Jungkook no era así de odioso, pero tantos sentimientos desconocidos lo llevaban a actuar de esa forma.
Él solo quería volver al pasado, a su comodidad, a su vida normal.
—¿Jungkookie...? —el niño alzó la cabeza de entre sus piernas, descubriendo a Taehyung entrar a su pequeño espacio, llevando consigo una cesta mediana que, por lo que se veía, pesaba un poco—. ¿Estás llorando? ¿por qué lo haces?
Jungkook abultó sus labios, mirando como el contrario se acercaba hasta estar sentado a su lado, mirándolo con atención. —¿C-cómo llegaste aquí?
—Eso no importa —negó, dejando la cesta a un lado para posar sus manitos sobre sus hombros—, ¿por qué estás triste? ¿hice algo malo? ¿te duele algo?
El que Taehyung hablara de aquella manera tan suave solo logró que las lágrimas se multiplicaran. »¡O-oh! ¡No llores, Jungkookie! ¡Lo siento mucho!
Taehyung abrazó a Jungkook contra él, apresándolo entre sus cortos bracitos y dejando la cabeza del pelinegro contra su pecho. El corazón de Taehyung se sintió dolido de solo escuchar al contrario llorar tan lastimosamente, así que recordó cuando lloraba de igual forma y su madre comenzaba a cantarle mientras lo arrullaba. Meció de un lado a otro al niño entre sus brazos, y tarareó una canción que últimamente tenía mucho en mente.
Al momento de llegar al coro, comenzó a cantarla realmente, y Jungkook había detenido sus lágrimas, concentrado en escuchar a Taehyung. Esa canción también le gustaba mucho.
—Aunque no pueda comer gluten, comeré cosas deliciosas contigo. Tan, tan dulce, eres realmente tan dulce. Tan, tan dulce eres* —cantó, y Jungkook levantó la mirada. Taehyung ladeó la cabeza, limpiando las lágrimas traviesas que aún se mantenían frescas sobre sus mejillas—. ¿Estás mejor?
—Me gusta esa canción.
—¿Verdad que es muy linda? —sonrió en grande, y Jungkook asintió—. ¡Hay que cantarla juntos!
Las mejillas de Jungkook se sonrojaron, y se alejó de Taehyung negando. —Mejor no.
—¿Ah, por qué no? —abultó sus labios, estirando su manito para tomar la del contrario y entrelazar sus dedos—. Esa canción me hace acordar de tí, porque yo también quiero comer cosas deliciosas contigo, Jungkookie.
Jungkook arrugó su naricita, mirando la cesta al frente de ellos. —¿Qué traes ahí?
—¡El desayuno! —Taehyung lo miró con reproche—. Jungkookie se fue sin comer, y eso es malo.
—No tenía hambre.
—Igual comerás. No puedo dejar que andes sin desayunar porque es la comida más importante, así que di "aaaaahhh" —tomó el sándwich de Jungkook y lo acercó a su boca. El niño intentó agarrar la comida, y Taehyung negó alejándola—. Te daré de comer, abre la boca.
—Ya estoy grande —se quejó.
—¿Y eso qué? Yo quiero darte de comer.
Jungkook iba a quejarse, pero sabía que Taehyung no se iba a rendir con facilidad, así que, vacilante, abrió la boca tomando un bocado del sándwich que había traído para él, disfrutándolo gratamente aún cuando no sentía hambre. Se sentía un poco solo, pero ahora teniendo a Taehyung con él era un poco más ameno el tiempo.
Pronto Taehyung comenzó a hablar de todo y a la vez de nada, saltando de un tema a otro con una facilidad abrumante. Jungkook solo se dedicó a escucharlo, sin intervenir mucho. Siempre era así, y el pelinegro se preguntaba si eso no fastidiaba a Taehyung, pero parecía que no, y se sentía aliviado por eso. Taehyung era un buen niño, y entendía porqué su hermano podría preferirlo a él. Aquel pensamiento lo deprimió un poco, y bajó la cabeza con tristeza. Taehyung notó eso.
—¿Qué sucede, Jungkookie? —preguntó, dejando la comida de lado.
Jungkook suspiró. —¿Crees que hyung no me quiera más?
—¿Por qué dices eso?
—Es que soy el peor hermano de todos... —se encogió de hombros.
Taehyung frunció el ceño. —¿Cómo Jungkookie sería el peor hermano? Quieres mucho a Jinnie hyung, y siempre estás al pendiente de él.
—Pero no termino de aceptar a tu hermano... —balbuceó.
—¿Y eso qué? Namie hyung tuvo una novia antes que también me caía mal y fui feliz cuando ya no estuvieron juntos.
—¿La tratabas mal?
Taehyung negó. —Pero si la ignoraba y hacía como si no existía... se molestaba mucho por eso.
—¿Y Namjoon no te decía nada?
—Siempre hablaba conmigo, pero nunca hacía caso. Le dije que ella era mala, y que no me gustaba cuando estaba cerca. Eso ayudó —sacudió su mano—. Seokjinnie hyung me cae mucho mejor. Deberías hablar con él.
—¿Para decirle...?
—Lo que sientes.
Jungkook pensó en aquella respuesta, pero se encogió en su sitio. —¿Y si deja de quererme?
—¿Dejar de quererte? ¡Eso es imposible! —Taehyung se abrazó al niño—. ¿¡Quién no querría a Jungkook, el niño más lindo de todos!?
—¡Yah, suéltame! —se quejó, siendo más apresado.
—¡No y no!
『 🐰 』
Ambos niños habían vuelto un par de horas después, no sin antes hacerle prometer a Taehyung que no revelaría el sitio secreto de Jungkook. Esto fue un detalle que le fascinó, sintiéndose importante.
Seokjin los miró de lejos, sonriendo en cuanto los observó sonreír y estar bien. Volvió su mirada al libro que leía, cuando un toque suave en su hombro atrajo su atención, parpadeando sorprendido cuando a su lado se encontraba nada más y nada menos que su pequeño hermanito.
—¿Hyung, podemos hablar...? —susurró, con su cabecita gacha.
—Claro que sí, cariño. ¿Quieres ir a la habitación? Ahí no hay nadie.
El niño asintió y se encaminó hasta la cabaña, con un Seokjin levantándose rápido de su asiento para seguirlo. Ambos subieron las escaleras sin decir palabra alguna, con la incertidumbre calando profundo en el mayor de ambos. Una vez arriba, Seokjin arrugó su frente, mirando que Jungkook se había colocado el pijama que más grande le quedaba, así que sin preguntar tiró del brazo del niño para arremangar lo sobrante, descubriendo sus manitos, las cuales estaban un poco más rojas de lo normal.
—¿Que le sucedió a tus manitos, bebé?
Jungkook apretó sus puñitos, pero sin alejar el agarre. —M-me caí...
—Ay, mi vida —Seokjin tomó las manos del niño y las besó con suavidad—. ¿Te golpeaste en otro lado?
—Mis rodillas, hyung...
Seokjin cargó al niño hasta dejarlo sentado sobre una silla que se encontraba en la habitación, agachándose al frente. Subió poco a poco los pantaloncitos grises, descubriendo sus rodillas algo rojas de igual modo. Hizo una mueca, y se levantó a tomar una pomada de su bolso, comenzando a aplicarla con delicadeza, también dejó otro poco en sus manos.
—¿Por qué no le dijiste a hyung, ah? Sabes que este pijama suelo doblarlo para evitarte accidentes. No me gusta ver que te lastimes, mi niño... —detuvo sus palabras cuando escuchó los sollozos de Jungkook, mirándolo preocupado—. ¿Te duele mucho?
—H-hyung, prometo que me voy a portar bien, c-comeré todo y mejoraré en inglés. Ya no golpearé a Yoongi hyung, y d-dejaré que Jimin gane en los videojuegos, pero por favor, v-vuelva a quererme...
—Jungkook...
—No me deje por Namjoon, n-ni me reemplace por Taehyung, p-prometo ser bueno, y si quiere no trataré mal a su novio, p-pero, hyung, yo lo quiero mucho a usted —lloró con más fuerzas, mirando a Seokjin con desespero—. ¡Vuelva a quererme, hyung! S-seré un buen niño, solo quiérame y no me deje.
Seokjin abrazó a Jungkook, sintiendo como el niño lloraba desconsolado y su cuerpo daba pequeños brincos debido a los espasmos. Sus propios ojos estaban llenos de lágrimas, y no dudó también en llorar junto a su pequeño niño.
—Kookie, mi bebé, ¿cómo dices eso? Yo jamás he dejado de quererte —habló, separándose del niño para tomar su rostro y mirarlo a los ojos—. Eres el niño de mis ojos, mi hermanito adorado, ¿cómo piensas que quiero cambiarte por alguien más? Yo te amo así como eres, y soy feliz de tenerte como hermanito.
—Pero hyung es feliz con Namjoon, y yo solo hago que se sienta mal —puchereó avergonzado—. Taehyung es mejor hermano que yo.
—Tienes razón, soy feliz con Namjoon, pero también lo soy contigo. Soy feliz cuando me llamas "hyung", así como soy feliz cuando me dices lo mucho que me quieres. Soy feliz cuando te veo al despertar, y cuando te despides de mí al irte a dormir. Mi niño, Namjoon podrá ser mi novio, pero el amor tan grande que siento por tí jamás lo va a reemplazar, porque en mi corazón hay un espacio enorme que tiene tu nombre y es solo tuyo —Seokjin sonrió, limpiando las mejillas del niño, y rió cuando Jungkook también secó las de él—. Jamás sientas que te voy a cambiar por alguien más, porque para mí tu eres el único hermanito que quiero, al que siempre voy a apoyar y querer con locura.
—¿Aún si me porto mal y lo haga enfadar?
—Incluso así, aunque eso vamos a mejorarlo, ¿sí? —el niño asintió—. Tan precioso.
Jungkook se abrazó nuevamente a Seokjin. —Hyung, lo quiero mucho, lo siento.
—Yo también lo siento, bebé —besó su cabecita—. Ambos nos equivocamos, pero ya sabemos en donde fallamos. Lamento obligarte tanto a ser cercano a Namjoon, debo darte tu tiempo.
—Yo... prometo ya no ser tan malo con él —murmuró.
—¿Lo dices en serio? —lo miró sorprendido.
Jungkook bajó la cabeza. —Sí... pero no pida mucho.
—Oh, Kookie —rió—, gracias por ser un niño tan lindo.
Seokjin se dedicó a besar y a abrazar al pequeño, quien se dejaba con todo el amor del mundo. «Gracias a usted, hyung, por quererme siempre» pensó, sonriendo en cuanto sintió muchos más besos llegar a él.
*Some — Bold 4: canción que cantaba Taehyung.
Nota: no suelo dejar notas al final de mis capítulos porque realmente no me gusta, aunque en esta ocasión decidí hacerlo porque me gustaría comentar algo sobre este capítulo en especial. Siempre dejo que mis lectores comenten cualquier tipo de cosa en mis historias siempre y cuando haya respeto para mí, para mi trabajo y para con los demás lectores. También evito responder comentarios a menos que estos sean de saludo, de agradecimiento por la actualización, de alguna duda que se presente o, que se trate de un malentendido y deba aclararlo.
¿A qué viene todo esto? Cuando creo mis personajes, intento hacerlos lo más humanos posibles, de esa forma le doy más realidad a las historias. También en este proceso, creo personajes que pueden ser odiados (para quienes han leído Me Gusta Gustarte o La Vez Que Casi Terminamos saben que es así) y siento mucha satisfacción cuando odian a estos personajes porque cumplí con mi finalidad. Sin embargo, en esta ocasión me siento un poco confundida porque un personaje que no creé para ser odiado se está ganando algo de mala fama.
Ese personaje es Jungkook.
Si bien no contesto sus comentarios, los leo todos y cada uno de ellos, por lo que me encuentro con personas que realmente detestan al niño, tomando tu actitud como algo desagradable y que la mayor parte del tiempo no toleran. Jungkook está basado en mí, puesto que de pequeña me pasó una situación similar. Aclaro, la mayoría de lo que ha pasado aquí es ficción y realmente no estoy relatando mi vida, solo la he tomado de inspiración. He mezclado el humor, con la exageración, y por supuesto la realidad.
He leído comentarios en donde expresan lo desagradable que es la actitud del niño, incluso han opinado que necesita "terapia y que sus padres le pongan límites porque es un malcriado y siempre anda faltando el respeto". Incluso he leído cosas como "la historia está bien, pero Jungkook me estresa". Bien, acepto estos comentarios, primero porque es ficción, nada de esto es real, segundo porque es eso, una opinión, y tercero porque sé que la actitud de Jungkook no es la mejor de todas.
Sin embargo, siento un poco de lástima que piensen eso, y es que como escritora, soy yo quien sabe realmente lo que hay en cada cabeza de cada personaje porque soy yo quien les da vida. Por eso, siento pesar de que este personaje en específico no sea comprendido. Por eso, me dediqué a enseñarles un poco lo que hay dentro de la cabecita de Jungkookie, sus miedos y el porqué de su actitud para con Namjoon. Quizás el capítulo de hoy fue aburrido para ustedes, pero de verdad necesitaba que vieran un poco más del niño para que entiendan porqué reacciona como lo hace. Es eso, un niño, y los niños en la vida real no controlan lo que hacen. Por eso es que dicen que los niños jamás mienten, y es que ellos sueltan todo como les llega, sin saber realmente si está bien o mal. Así es Jungkook. Y dirán "Taehyung, Hoseok y Jimin no son así" bueno, cada persona es diferente.
Aclaro que no estoy enojada, ni mucho menos voy a prohibir otro comentario en contra de Jungkook, son libres de hacerlo siempre y cuando haya respeto, pero si sentía la necesidad de aclarar todo esto.
Lamento si esta nota fue demasiado larga, y si el capítulo fue tedioso de leer, pero me siento aliviada de escribir lo que escribí.
Sin más nada que agregar, muchas gracias por todo el apoyo que le dan a Celoso Kookie.
Nandaslovely
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