20 ⌗ Corazón chiquito ೃ࿔

Jungkook se giró sobre su futón, mirando el techo con algo de aburrimiento. Desvió su mirada hasta la entrada de la habitación, esperando que alguien entrara por ahí, —específicamente el otro niño— pero nada, nadie iba con él.

Sus labios se abultaron un poco, ¿dónde estaba Taehyung y por qué no estaba con él?

No lo malentiendan, no es como si mágicamente Taehyung se haya vuelto su amigo, no, no. Eso jamás. Pero se suponía que eran aliados en contra de sus hermanos. Ni él ni Taehyung estaban contentos con los traidores y por eso debían estar juntos. Arrugó su frentecita con enojo cuando a su mente volvió la aberración que aceptó su hermano, ¡en ese mismo instante tenía que echar a Namjoon de la casa, del cuarto, de su vida entera!

—Hyung malo, no lo quiero —balbuceó entre dientes, cubriendo su boca con la sábana dejado solo a la vista sus enojados ojitos de Bambi—. Tonto, tonto, tonto... me conseguiré un nuevo hermano mayor, se lo pediré a mis papás.

Si sus padres lo trajeron a él y a Seokjin, entonces podrían traerle un hermano mayor, así funcionaba, ¿no?

Conforme con su nueva idea, se sentó en el futón. Ya estaba aburrido de estar solo, y si Taehyung no iba con él, entonces lo buscaría. Rodó los ojos con pesar, ¡lo que tenía que hacer por un poco de atención! Se levantó del suelo, y alisó la pijama que se había puesto una vez había subido, la cual le quedaba un poco grande y sus manos quedaban cubiertas por eso. Seokjin acostumbraba a doblar el borde para destapar sus manitos, pero antes muerto que pedirle ayuda a su traidor hermano.

¡Ya no quería más nada de él!

Bajó las escaleras con cuidado, intentando no pisar el pantalón de su grisácea pijama, y el sonido de risas y la batidora lo hizo detener sus pasos. Pudo reconocer a Seokjin y Taehyung reír, era fácil, incluso supo que la risa que faltaba era la de la cosa de su hyung.

Negó de inmediato. —No, ese no es Taehyung, él está molesto con el pelo de pitufo.

Retomó los pasos, terminando de bajar las escaleras. A este punto las risas se hacían mucho más claras, y la conversación de los tres, —ya no había forma de negarlo, Taehyung estaba ahí con ellos— era entendible. Jungkook se acercó hasta la pared, ocultándose detrás de ella y mirando hasta la cocina.

Taehyung estaba sobre la encimera, riendo en conjunto con Seokjin de Namjoon, quien tenía una extraña mancha blanca sobre su cabello.

—¿En serio, Taehyung? Yo soy tu hermano —se quejó el moreno a modo de broma, y luego miró a Seokjin—, y soy tu novio, ¿es que ya no me quieren?

Ambos volvieron a reír, y Seokjin, quien tenía la batidora en su mano, la tuvo que dejar sobre el mesón para no seguir manchando otra cosa. Tomó un paño y se acercó a su novio, aún con la risa burbujeando en su pecho.

—Esto te pasa a tí por torpe y terco —Namjoon abultó sus labios, dejándose limpiar—. Te dije que yo haría los panqueques junto a Taehyung, pero no, el niño quería ayudar.

—Namie hyung, yo le dije que solo viera porque siempre arruina todo.

—¡Hey!

Seokjin volvió a reír. —Debes hacerle caso a Taehyungie, los niños siempre dicen la verdad...

—¿¡Tú también!? —jadeó y se llevó una mano al pecho—. Mi novio y mi hermano, no hay más traición que esta. Listo, me iré a lanzar al río.

Namjoon hizo el amago de irse de la cocina, pero Seokjin lo detuvo abrazándose a él, riendo alto, contagiando a Taehyung por la peculiar risa que poseía. El niño no se quedó atrás, acercándose a la pareja, —aún sobre la encimera— para abrazarse a su hermano. El moreno se quejaba, removiéndose débilmente, pero disfrutando de la situación.

Cuando dejó de moverse, besó la frente de Taehyung, pellizcando su mejilla después. Luego se giró hasta Seokjin, sonriendo con cariño y besando sus labios cortamente.

—¡Qué asco! —exclamó Taehyung entre risas nerviosas, con sus mejillas sonrojadas por la escena.

—Ya te veré cuando tengas novia, pulga loca.

—¡Hyung, no! —se quejó, riendo otra vez. Siempre que sus papis se besaban, o que miraba a sus hyungs hacerlo, su estómago hormigueaba de los nervios, sabiendo que cuando las personas hacían eso era porque se querían mucho—. Jamás voy a besar a una niña, ¡iugh!

—¿Y eso por qué? Las niñas son muy lindas.

—¿Verdad, Kim Namjoon?

El moreno sonrió cuando miró a Seokjin de brazos cruzados, mirándolo con una ceja en alto. Celoso Jinnie~, pensó y tomó al contrario en un apretado abrazo, besando su sien, y quedándose en esa posición. Seokjin era el chico más adorable y lindo de todos, lo amaba tanto.

—Las niñas son tontas y no les gusta jugar a correr para no ensuciarse —rodó los ojos—. Además de que jamás me acercaría a personas malas.

—¿Por qué dices eso? —preguntó Seokjin.

Taehyung se encogió de hombros. —Dicen que Hobi es feo y raro. ¿Ven que son tontas? ¿cómo van a decir que Hobi es feo? Él es un solecito muy lindo, ¿por qué ellas no lo ven?

Namjoon y Seokjin se vieron unos instantes para separarse y prestarle atención al niño. Taehyung lucía algo indignado por lo que contaba, y ambos mayores se ponían en su lugar porque ellos mismo se sentían de esa forma.

—¿Le han dicho a su maestra? —volvió a preguntar Seokjin, acariciando la mejilla del niño.

Taehyung negó. —Hobi no sabe, solo yo lo sé, y no quiero decirle a la maestra porque así se enterará y estará triste.

—Siento que deberías decirle a la maestra —insistió Namjoon, pero los ojitos suplicantes de Taehyung lo hicieron suspirar—. Está bien, no le digas nada, pero procura que Hoseok jamás se entere de eso, ¿sí?

—¡Lo sé, Namie hyung! Hobi es muy delicado y sé que le afectará mucho, así que jamás le diré eso y procuraré de decirle todos los días que es muy bonito —el niño sonrió—. Si ellas dicen que es feo, yo diré que es lindo. Si ellas dicen veinte veces que es raro, yo diré mil veces que Hobi es el mejor del mundo.

—Eres un niño muy lindo, Taehyung —Seokjin sonrió, tomando las mejillas del menor para dejar un beso en cada una, y uno sobre su nariz—. Tu corazoncito es el más puro de todos.

Taehyung sonrió y se abrazó a su hyung. Namjoon los miró a ambos y los abrazó a los dos por igual, dejando un beso en la cabecita de cada uno. —Los amo mucho a los dos. Hacen mi día mejor.

—Eso es muy tierno, Joonie...

—¡Y yo los quiero a los dos muchísimo! —exclamó Taehyung—. ¡Espero y se casen pronto!

Namjoon y Seokjin rieron por la espontaneidad de Taehyung, y como si leyeran la mente del otro, ambos atacaron a Taehyung en una guerra de besos y abrazos, provocando las enormes carcajadas del niño que no hacía más que contagiarlos.

Seokjin fue el primero en alejarse, mirando divertido las mejillas sonrojadas del niño. Suspiró, le hubiese gustado tener a Jungkook ahí con ellos, bromeando y divirtiéndose. Podía sonar extraño, pero extrañaba al niño de sus ojos, pero sabía cuán enfadado estaba con él. Lo entendía, pero también quería ser entendido por Jungkook.

Por el rabillo del ojo detectó un movimiento, pero al girar hasta allá no se encontró nada. No le dio mucha importancia, y tomó nuevamente la batidora. —Ahora sí, sigamos con la comida, y tú, Namjoon, a mil pasos de mi cocina.

Taehyung volvió a reírse de su hermano, mientras el moreno se cruzaba de brazos, pero haciendo caso, sentándose en uno de los taburetes de madera sin estorbar.

Mientras los tres se dedicaron a hacer la cena, Jungkook corría escaleras arriba limpiando sus mejillas con sus manos cubiertas por la pijama. En el último escalón pisó su pantaloncito, terminando en el suelo apoyado en sus manos y rodillas. Siseó por el dolor, pero se levantó lentamente, no queriendo hacer mucho escándalo para que no subieran a la habitación.

Mordió su labio, mirando sus manitos algo rojas por el golpe, y sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas por eso. Sus rodillas punzaban, pero eso no lo detuvo a llegar hasta el interruptor para apagar la luz y cogear hasta su futón. Se cubrió completamente, y se acostó boca abajo, ocultando su carita entre sus brazos.

Ahí, comenzó a sollozar bajito, recordando la escena de hace rato. Su hyung lucía tan feliz, mientras que él, más allá de su enojo, no hacía más que extrañar a su adorado hermano. ¿Y es que cómo lo seguiría queriendo? Ahora tenía un tonto novio y este tonto novio tenía a un hermano de su edad, ¡perfecto para reemplazarlo!

Su corazón se hizo aún más chiquito, ¿¡qué haría él sin Seokjin!? No había momento de su vida sin su hyung a su lado, ni mucho menos meta a futuro que no fuese de la mano de su hermano mayor.

Las lágrimas no parecían mermar, y su dolor solo se metía de lleno en su pecho. ¿Ya Seokjin no lo quería su lado? ¿era eso?

—H-hyung... —balbuceó entre sollozos, sintiendo el cansancio pegarle de frente—. Y-yo lo quiero mucho, hyung. No d-deje de quererme usted a mí, p-por favor...

Todos lucían felices sin él, riendo y pasándola bien. Quizás su hyung solo quería eso, solo quería alejarse de un latoso niño que se quejaba por todo y que no podía aceptar que alguien más se llevaría a su modelo a seguir. ¡Oh, le dolía tanto!

Sus ojitos poco a poco fueron cediendo con el sueño, y sin notarlo se había quedado dormido, soltando leves hipidos, y suspirando entre la inconsciencia.

『 🐰 』

—Voy a llamar a Kookie —avisó Seokjin, secando sus manos con el paño de cocina.

Taehyung y Namjoon asintieron, continuando en su labor de llenar sus mejillas a tope con los panqueques que había preparado Seokjin. El Jeon negó divertido, y se encaminó hasta las escaleras para subir hasta la habitación de todos, confundido al encontrar todo en completa oscuridad.

Miró el futón de Jungkook, encontrando un bulto en el. Se acercó silenciosamente, mirando como el niño se había cubierto por completo. Sonrió de lado, sentándose a un lado para tenerlo mas cerca.

Bajó un poco la sábana, revelando la carita dormida del niño, quien estaba apretando su puñito al dormir, y con la boca semi abierta, dejando ir suaves suspiros. Peinó sus cabellos, despejando su rostro, y se quedó ahí mirándolo, adorando lo bonito que era su hermanito.

—Tan lindo... —susurró, acariciando su mejilla—. El niño más lindo... mi niño adorado.

Las ganas de meterse en ese futón y apretarse junto al niño para dormir abrazados toda la noche fueron enormes, pero decidió no hacerlo. Lo que menos quería era enfadar más al conejito.

Dejó un suave beso en su mejilla, y se levantó del suelo. No lo despertaría, en otra ocasión sí lo hubiese hecho, diagustándole como a nadie que Jungkook se acostara sin comer, pero quería darle su espacio. Una última mirada al niño, y Seokjin bajó otra vez hasta la cocina para acompañar a los hermanos Kim en la cena.

—Nuestros padres no regresan hoy —dijo Namjoon como si nada.

Seokjin sintió sus mejillas quemar. —Ah, no digas eso así —se quejó.

—¿Por qué no van a volver? —preguntó Taehyung curioso, y ambos mayores abrieron los ojos levemente, pero Namjoon fue quien se recompuso primero.

—Para no mirar a niños preguntones y metiches, así que no preguntes, pulga. 

Taehyung abultó sus labios, pero no le dio importancia, siguiendo con su comida, buscando terminar lo más rápido posible para volver con Jungkook, quien estaba dormido según lo había dicho su hyung.

Una vez terminó con su cena, subió rápidamente las escaleras. Encontró la habitación a oscuras, pero por la luz de la luna que entraba por la gran ventana podía ver con facilidad a través del cuarto. Tomó su pijama, cambiándose la ropa, y entró al baño del lugar para cepillar sus dientes como le habían enseñado. Una vez listo, tomó su futón y lo pegó al de Jungkook, para meterse en él y estar lo más cerca del otro niño.

Sonrió en cuanto miró su carita a corta distancia, y llevó su mano hasta su puñito apretado. Su cuerpo picaba por las ganas de abrazar al pequeño azabache, pero sabía que no podía sin que Jungkook le diera permiso, así que se conformó a simplemente tomar su mano, deshaciendo su agarre y entrelazando sus deditos con suavidad.

Su estómago hormigueó, y sus mejillas quemaron levemente, pero todo fue una sensación muy agradable. —Buenas noches, Jungkookie... —susurró y cerró sus ojitos, cayendo poco a poco en el mundo de lo sueños de la mano del contrario.

『 🐰 』

—Te noto triste.

Seokjin sonrió de lado, sintiendo a Namjoon abrazarlo por la espalda mientras veían por la ventana de la sala, en la cual no se distinguía más allá de árboles y sombras.

—Es por Jungkook... —hizo una mueca, y Namjoon apoyó su cabeza en su hombro—. No me gusta estar peleados.

—Mhm, debes entenderlo, es decir, le ocultaste algo como eso para no hacerlo sentir mal pero lo descubrió de la peor forma —dejó un beso en el hombro de Seokjin—. Debe de sentirse muy indignado.

—Es que eso lo sé, es solo que todo pasó tan rápido que no pude reaccionar a tiempo —se quejó. 

Namjoon sonrió en cuanto las palabras de Seokjin salieron quejumbrosas, casi como las de un niño.

—Habla con él mañana —dijo y giró a Seokjin tomando sus caderas para tenerlo frente a frente—. Se arreglarán, son inseparables. Jungkook te adora igual o más que tú lo adoras a él, así que solo ve con él y acaba con esa tonta distancia.

—¿Crees que me perdone? —preguntó dudoso.

—No lo creo —lo besó—. Estoy segurísimo, amor.

Seokjin sintió sus mejillas acalorarse por el apodo, y no pudo evitar sonreír cual bobo al escucharlo. Pasó sus brazos por el cuello del moreno, y sin pensarlo mucho unió sus labios en un cálido y suave beso. Namjoon lo abrazó a sí, juntando sus cuerpos para mantener la cercanía que les provocaba muchísima calidez. El ambiente era lindo, y ese beso no iba con otro fin de quererse inocentemente.

Se separó del más alto, rozando sus narices en un adorable beso esquimal. —Te amo, Joonie.

—Yo también te amo, príncipe —correspondió, dejando un beso en su nariz y un último en sus labios—. Ahora que retomamos el tema, necesito pedirte algo.

Seokjin ladeó la cabeza. —¿El qué?

—La foto que me tomaste con Kook.

—¿Es en serio? —preguntó entre risas, mirando la expresión avergonzada de Namjoon.

—¡Es que es muy tierna! —se quejó—. Anda, pásamela, ¿sí? Verla todos los días me dará ánimos para seguir ganándome a ese precioso niño.

Seokjin negó divertido, escuchando una y otra vez las súplicas de su torpe novio. De una cosa puede estar seguro, y es que el día en que Jungkook decida aceptar a Namjoon, su chico sería el más feliz de todos, y a su pequeño niño no le faltará día en que no sea consentido por el moreno peliazul.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top