07 ⌗ La familia Kim ೃ࿔
La familia Jeon iba en camino hasta la casa de los Kim, puesto que estos estaban haciendo una pequeña reunión para compartir y habían sido invitados.
—¿Seguro que nadie cumple años?
—No, mamá —Seokjin rió—. Ya te dije que es solo una reunión sin otro motivo más que para compartir entre la familia.
Gong-Yoo frunció el ceño. —¿Por qué harían una fiesta solo para reunirse?
—No lo sé. Namjoon dice que cada cierto tiempo hacen estas reuniones para estar un rato en familia.
La mención del moreno provocó que cierto niño gruñera fastidiado, pero Seokjin solo estiró su mano para acariciar sus negros cabellitos.
Los Jeon se miraron aún curiosos, sin terminar de entender algunas de las tradiciones de esa familia. Cuando habían almorzado juntos, pudieron notar que estos eran un poco más dinámicos, casi tan energéticos como unos adolescentes, mientras que ellos preferían permanecer en silencio, y responder lo justo y necesario.
Jisoo había notado que Hwasa era bastante vivaz y parlanchina, sonreía por todo y lucía bastante fresca. Se preguntó si era menor o mayor que ella. Gong-Yoo por otro lado, notó que Seojoon no era un hombre serio, casi tanto como él, puesto que el contrario reía y hacía chistes, manteniendo un aura llamativa. Los Jeon eran un poco más reservados, mientras que los Kim eran más abiertos, incluso en los cuatro jóvenes se podía notar la diferencia de crianza. Sin embargo, les habían caído bien, y no podían negar estar algo emocionados por la invitación.
Una vez llegaron a la casa, pudieron escuchar la música que provenía desde adentro, y tres de los cuatro Jeon abrieron los ojos con sorpresa. ¿Acaso los vecinos no se molestaban con el ruido?
—Woah, ¡esa es mi canción favorita! —exclamó Seokjin con emoción y bajó del carro. Nunca había estado en una fiesta así.
Los tres restantes en el auto miraron al joven salir hasta la entrada de la casa para luego tocar el timbre.
—Mi hermano se está volviendo loco. Namjoon es una mala influencia.
Gong-Yoo lo miró. —No empieces.
El niño rodó los ojos, pero no dijo nada más. Salieron del auto, justo cuando la puerta de la casa había sido abierta por Namjoon, quien al verlos sonrió alegre.
—¡Bienvenidos! Ya toda mi familia está adentro —avisó, y señaló el interior de la casa. Se giró a mirar a Seokjin, regalándole una bonita sonrisa de hoyuelos—. Hoy luces muy bonito.
El chico sintió tus mejillas quemar, y sonrió. —Gracias, Joon-
—Seokjin hyung siempre luce bonito —interrumpió Jungkook, mirando a Namjoon con recelo—. No solo hoy, es siempre.
Namjoon rió y asintió. —Tienes razón; no hay día que Seokjin sea el chico más bonito que haya visto.
—O-ok, basta de hablar de mi —habló Seokjin nervioso y avergonzado—. Mejor pasemos. Tu familia ha de estar esperándonos, ¿no?
Namjoon adoraba las mejillas sonrojadas de Seokjin, pero prefirió no seguir avergonzándolo, así que pasaron al interior de la casa, yendo directo hasta el patio trasero de la casa. La música poco a poco se hacía más fuerte, y los Jeon abrieron los ojos sorprendidos cuando se encontraron con una gran cantidad de personas, ya sea adultos y niños, charlando y pasando un rato entre ellos.
Acostumbrados a que su familia sea de pocas persona, la escena era algo sorpresiva para ellos.
—Somos una familia numerosa y nos gusta reunirnos así —explicó Namjoon, mirando sus rostros—. También debo advertirles que... somos amigables con los recién llegados, así que probablemente cualquiera de mis tíos se acerquen para charlar.
Oh, por Dios.
—¡Ya llegaron, qué alegría! —Hwasa apareció en el lugar, sonriendo feliz de verlos. Miró a Jisoo y tomó su mano con confianza—. Te presentaré a mis hermanas y mis cuñadas. ¡Estoy segura de que te caerán muy bien!
—Uh, e-está bien —dijo Jisoo, siendo arrastrada por Hwasa.
Gong-Yoo miró a su esposa ser llevada por Hwasa, cuando sintió una mano posarse en su hombro. Giró su rostro, encontrándose con Seojoon.
—¡Hermano! Ven a ayudarme con la parrilla, ¿sí? —se llevó a Gong-Yoo con él—. Tengo unas latas de cerveza muy frías para ti.
—Te presentaré a mi familia —dijo Namjoon, tomando de la mano a Seokjin.
Jungkook iba a quejarse, diciendo que ni loco se llevaría a su hermano, cuando unos brazos rodearon su cuello y un cuerpo un poco más grande que el suyo se apegó a él con fuerza. —¡Jungkookie, viniste! Ven, juguemos con mis primos.
—Taehyung, no.
—¡Nos divertiremos mucho! —dijo sin tomarle importancia, llevándose a Jungkook consigo.
Iba a ser un día largo, y Jungkook ya quería regresar a su cómoda tranquilidad.
『 🐰 』
Wheein, Yongsun, Byul-yi eran las hermanas de Hwasa, y al igual que la madre de Namjoon, tenían una personalidad avasallante. Por otro lado, Kim Jennie y Kim Momo eran las cuñadas de Hwasa, aunque estas también poseían esta actitud emocionante.
—Con razón Seokjin es tan precioso, ¡su madre parece modelo! —expresó Wheein con alegría, al tiempo en que Jennie la tomada de las mejillas para detallar mejor sus facciones.
Esas seis mujeres eran tan confianzudas que lograban intimidarla, pero no lo hacían a mal, y sus halagos eran totalmente genuinos.
—Incluso vistes como una —indicó Yongsun, sonriendo con amabilidad—. Ahora me siento una pordiosera al lado de la preciosa Jisoo.
—No culpes a Jisoo de tu estatus social, por favor —dijo Byul-yi sin expresión en el rostro. De las cuatro hermanas, era ella la más seria, sin embargo, le gustaba bromear, justo como lo acabada de hacer.
A Jisoo le pareció algo extraña la manera de ser de Byul-yi, y es que la mujer no vestía de manera totalmente femenina, incluso podía notar que era un poco más ruda que las demás. No juzgaba, pero era extraño para ella.
Hwasa codeó a Jisoo con diversión. —Están locas, no les prestes atención.
La mujer simplemente rió, y siguió escuchando a las mujeres parlotear sin descanso, pasando de un tema a otro sin problema alguno. Por suerte, no había sido obligada a hablar tanto, participando lo justo y necesario como estaba acostumbrada.
—¿Y Lisa aún no llegará? —preguntó Wheein luego de un rato.
—Debe de estar en camino. Hoy Rosé tenía clases de música, así que dijo que iría por ella y luego vendría para acá —respondió Jennie, y luego miró a la puerta, sonriendo en grande—. Uh, creo que hablé justo a tiempo. Ya están aquí.
Jisoo miró hasta la entrada, encontrándose con una mujer joven, en compañía de una pequeña niña rubia como de la edad de Jungkook. A su lado pasó Jennie en dirección a la mujer, más no se esperó jamás que ambas se besaran, y que la niña alzara sus brazos para ser cargada por la hermana de Seojoon, quien le decía en broma lo grande que estaba para ser alzada por ella.
Abrió su boca, sorprendida por la escena, y dio un respingo en su lugar cuando sus hombros fueron rodeados por el brazo de Momo. —Lisa es la esposa de Jennie, y la pequeña Chaeyoung o Rosé es su hija adoptiva.
—P-pero... —no sabía realmente qué decir, quedando sumamente anonadada por lo que veía.
—Los Kim somos bastante abiertos, supongo que ustedes son más reservados, ¿no? —Jisoo asintió avergonzada—. No te preocupes, con el tiempo te acostumbrarás. Además, Seokjin cayó en buenas manos porque nosotros lo aceptaremos con los brazos abiertos.
Mientras Momo sonreía en grande, Jisoo solo podía intentar asimilar todas estas nuevas personas que eran demasiado diferentes a lo que estaba acostumbrada.
『 🐰 』
Gong-Yoo había sido criado en una familia en donde este tipo de ambientes no era común. Incluso los cumpleaños eran pequeñas reuniones con música baja que duraban aproximadamente unas cinco horas.
¿Cómo aquellos hombres estaban haciendo justamente una carne en la parrilla? ¡Él nunca había hecho tal cosa! A él le gustaba pedir la comida para todos sus invitados y no estar en la engorrosa tarea de cocinar en el momento.
—¡Vamos, Gong-Yoo! ¡Mueve más los brazos! —alentó Seojoon divertido, moviendo él de igual modo un cartón para prender el carbón.
—¿¡Pero si soplamos no lo estamos apagando!? —exclamó el hombre, moviendo el cartón con rapidez.
La enorme carcajadas del padre de Namjoon sonó contagiosa. Seojoon solo negó, moviendo el cartón. —¡Sopla más!
Un poco más de aire y pronto el fuego cubrió todo el carbón, logrando que ambos hombres suspiraran aliviados. Seojoon secó su frente, y se acercó hasta la cava para sacar un par de latas de cerveza, entregándole una a Gong-Yoo.
—Supongo que tomas cerveza.
—No mucho, pero sí —tomó la lata, abriéndola y dándole un gran trago. El frío líquido bajando por su garganta fue gratificante. Su bebida predilecta era el whiskey con soda o un buen vino, pero la cerveza no le estaba cayendo nada mal.
—¡Aquí está la carne! —avisó Heechul, trayendo consigo una bandeja—. Eric trae los vegetales junto a Jongsuk.
Ya habían sido presentados; Heechul era el cuñado de Seojoon, mientras que Eric y Jongsuk eran esposos de dos de las hermanas de Hwasa. Por lo que supo, una de las cuñadas de Seojoon no tenían pareja, y es que, a palabras del hombre, "Byul-yi no quiere a nadie más que no sea ella".
—¿Dos hombres para buscar vegetales? ¿Fueron a cosecharlas o qué?
Heechul rió en alto, comenzando a acomodar la carne sobre la parrilla. A lo lejos los otros dos hombres venían en camino, con Eric algo serio, mientras que Jongsuk sonreía con autosuficiencia con la bandeja en manos. La dejó sobre la mesa y se sacudió las manos.
—¿Por qué tardaron tanto? —preguntó Heechul.
—Porque a mí no me gusta berenjena y este imbécil la trajo a juro y porque sí —se quejó Eric, sacando el alimento.
—A mi me sorprende que no le guste la berenjena, porque eso no es lo mismo que me decía anoche.
Seojoon y Heechul comenzaron a reír por la ocurrencia de Jongsuk, mientras que Gong-Yoo abría los ojos como plato al escuchar tal frase. Tomó un trago más largo de la cerveza, intentado no dejarse llevar por las bromas de esos hombres.
—Ya, no jueguen así. ¿Qué pensará Gong-Yoo de mi? —rió Seojoon, posando su mano en el hombro del contrario—. No lo asusten porque adoro a Seokjin y es el mejor novio que ha tenido Namjoon.
—¿Namjoon ha tenido más novios? —preguntó el hombre, sorprendido por la información. Pensaba que, al igual que su hijo, su primera relación homosexual era esa. Sabía que se estaba dejando llevar por los estereotipos, pero Namjoon no lucía como un chico que le gustaran otros chicos preciosamente.
Seojoon asintió sin verse preocupado por el tema, tomándolo a la ligera. —Dos chicos, y del resto chicas, pero entre todas esas parejas, Seokjin es mi favorito. No lo digo porque tú seas el padre, es solo que conozco a mi hijo, y con Jin se ve que quiere algo serio y que lo quiere muchísimo. Además de que tu hijo es todo lo que un padre sueña como yerno; es educado, tienes lindos sentimientos y se nota a simple vista que es un buen muchacho. Hicieron un buen trabajo con él, incluso con Jungkook.
—Gracias... —sonrió sin mostrar sus dientes. Una vez más reafirmó que su hijo era muy querido en ese lugar, y se sentía satisfecho con ello.
—No las des —se encogió de hombros, mirando como los otros tres hombres se encargaban de la parrilla—. Sé que esta experiencia deber ser algo shockeante para ustedes, pero aceptan a Seokjin y eso es de admirar. No todos los padres son buenos padres, así que yo te doy las gracias a ti por aceptarlos; a tu hijo y a mi hijo.
—Nunca abandonaría a mi hijo, y Namjoon es un buen muchacho.
—Perfecto —tomó lo que quedaba de su cerveza—. ¿Quieres otra? Si no te vas de aquí medianamente ebrio entonces me sentiré mal conmigo mismo.
Gong-Yoo rió, era obvio que no hablaba en serio.
Al menos esperaba que no.
『 🐰 』
Extrañaba a Jimin, el silencio de su cuarto, su caja de colores, y la tranquilidad en la que siempre acostumbraba a estar. No es que Jungkook fuese un niño asocial o algo por el estilo, aunque su manera de ser era lo más cercano a esa definición, solo que el pequeño Jeon era selectivo con todo; amistades, comida, juegos y demás.
Por eso es que estaba sentado en el suelo, mirando a los primos de Taehyung gritar y jugar de manera escandalosa, y logrando que se sintiera fuera de lugar. En serio, extrañaba a Jimin y sus juegos tranquilos.
—¡Juguemos a las traes! —gritó el niño raramente alto, al cual conocía como Yugyeom. Uno de los tanto primos de Taehyung—. ¡Piedra, papel o tijera para ver quién sale!
Jungkook arrugó su frente. Entre el ruido de la música, y los gritos de todos estaba a nada de volverse loco. ¿Por qué Seokjin hyung se mete con este tipo de gente? No lo comprendía.
—¡Yo las traigo! —exclamó la niña rubia, Rosé, la cual Jungkook ilusamente creyó que era tranquila, lo cual se desmintió al verla correr y gritar de igual modo que todos los demás.
Todos comenzaron a correr y reír emocionados, siendo perseguidos por Rosé. Jungkook se quedó en su lugar, sin muchas ganas de involucrarse en el juego. Ese día Seokjin hyung había escogido su atuendo, y no quería ensuciarlo ni llenarse de sudor. Además, eran alrededor de diez niños, su presencia no era de tanta relevancia.
—¡Te atrapé! —gritó Rosé una vez tocó a Taehyung, y salió corriendo para ir tras sus otros primos.
El niño rió, y miró en dirección hasta Jungkook, quien estaba abrazado a sus piernas mirando el juego. Secó el sudor de su frente con la manga de su camisa, y se acercó hasta el niño para sentarse a su lado.
Jungkook lo miró con asco. —Apestas a sudor.
—Uh, no puedo oler a otra cosa si estoy sudando —dijo obvio, logrando que Jungkook rodara los ojos—. ¿Por qué no juegas con nosotros? No me gusta que estés aquí solo.
—Tus primos gritan mucho, y no quiero ensuciarme.
—Pero si estamos jugando, Jungkookie, ¿cómo alguien juega sin gritar? No sería tan divertido.
Jungkook negó. —Jimin y yo jugamos sin gritar, y nos divertimos mucho.
Taehyung analizó sus palabras, no encontrando mucho sentido en estas. ¿Cómo te divertías sin gritar? Él, cuando estaba muy emocionado, no podía evitar hacer mucho ruido. Miró a sus primos jugar, tentado de ir con ellos, pero no quería dejar a Jungkook solo, porque eso no es de amigos, y aunque el contrario no lo acepte como tal, él ya sentía al menor de los Jeon como un nuevo amigo para él.
—¿Te gustaría jugar UNO conmigo? Tengo un paquete de cartas.
Los ojitos de Jungkook brillaron emocionados, y es que ese era uno de sus juegos favoritos. Taehyung no perdió detalle de esto, y sintió sus mejillas calentarse por tan bonita imagen.
¡Los hermanos Jeon eran tan lindos!
—¿Jugaremos solo tú y yo? —preguntó Jungkook.
—¿Quieres que juegos solo nosotros?
—Sí, por favor —asintió de inmediato, mirando a Taehyung con súplica—. Al menos tú no eres tan ruidoso como tus primos. Quédate solo conmigo, ¿sí?
El corazón de Taehyung latió acelerado, y asintió al pedido. —I-iré a cambiar mi ropa y vuelvo, ¡no tardo nada!
Jungkook le regaló una pequeña sonrisa, emocionando más a Taehyung, quien corrió hasta la casa para cambiar su sudada ropa por una limpia y conseguir las cartas de UNO, tomando otros juegos de mesa en el camino. Una gran sonrisa cuadrada adornaba su rostro, con el firme pensamiento de que su meta de ser amigo del bonito Jungkookie estaba muy cerca de cumplirse.
『 🐰 』
—Ten —Namjoon le tendió un vaso con jugo a Seokjin, siendo tomado por este.
Estaban en la cocina luego de una extensa presentación de todos los integrantes de la familia Kim, o al menos una parte, ya que Namjoon le comentó que aún faltaba más familia la cual no pudo asistir.
—Tu familia es muy cálida —comentó, dejando el vaso aún con jugo en el mesón—. No pensé que me aceptarían de inmediato.
—¿Cómo no te iban a aceptar si eres una preciosura? —dijo Namjoon con una sonrisa en el rostro, logrando que las mejillas de Seokjin se calentaran—. Estoy muy feliz de presentarte con mi familia, príncipe.
Seokjin sentía su cara arder por el inmenso sonrojo que cubría su rostro, sin embargo su corazón estaba siendo abrazado por las bonitas palabras de Namjoon, además de lo lindo que lucían sus ojos, denotando completa sinceridad. Durante el día, el moreno había estado presentándolo y presumiendo de él como si fuese una maravilla, además de no tener reparos en sus muestras de afecto, logrando que se sintiera un poco tímido, pero muy querido.
Bajó la mirada, cayendo justamente en las piernas de Namjoon. Ese día usaba shorts, y desconocía el hecho de que su novio poseía aquel par de extremidades tan... ni él sabía cómo describirlas, pero habían captado su atención en varias ocasiones. Volvió a subir la vista avergonzado por sus extraños pensamientos, posando sus ojos en los contrarios.
—T-tu tía Byul-yi me cayó muy bien —soltó para concentrarse en otra cosa que no fuesen las piernas de Namjoon—. Me gusta su actitud.
—Sí, mi tía Byul-yi es genial. Era ella la que siempre me acompañaba en mis paseos en bici, pero comenzó a trabajar y ya no pasamos tanto tiempo juntos —se acercó hasta Seokjin, apoyándolo en el mesón—. Y no creas que no me di cuenta de que estabas mirando mis piernas.
Seokjin abrió los ojos, mirando a Namjoon con pena. —L-lo siento.
—¿Uh? No me molesta que lo hagas —sonrió de lado—. Me gusta saber que le atraigo a mi novio.
Seokjin tragó saliva, al tiempo en que Namjoon se acercaba hasta su rostro. —E-eres muy guapo, Joon.
—Y tú eres el chico más precioso de todo el mundo.
Namjoon tomó sus mejillas para luego unir sus labios en un suave beso, de esos que lograban que Seokjin se derritiera por completo. La primera vez que había besado a Namjoon había sido algo extraño, no por el hecho de que estaba besando a otro chico, sino porque era su primer beso. Sin embargo, le había gustado, no lo sentía mal e inconscientemente quería más.
Así que poco a poco fue tomando confianza, disfrutando de aquel acto que solo había compartido con Namjoon. Al principio solo se dejaba hacer, pero ya luego se atrevía a abrazar el cuello del más alto para unir más sus bocas, justo como lo estaba haciendo en aquel momento. Namjoon no se quedó atrás, bajando sus manos hasta sus caderas, abrazándolo a él.
Era un beso lento, sin ninguna otra intención oculta. Era solo un beso en donde disfrutaban del estar juntos.
—¡Namjoon, te vas a comer a ese pobre muchacho!
Ambos jóvenes se separaron, mirando a la dueña de la voz, la tía Byul-yi, junto a Jisoo, quien miraba a Seokjin con una mezcla de sorpresa y algo que el menor no lograba captar.
—Tía... —se quejó Namjoon, pero sonriendo.
—Nada de tía, ayúdame a llevar una bandeja con aperitivos —habló la mujer, abriendo la nevera y sacando dos bandejas, entregándole una a Namjoon—. Deja a Seokjin, respirar. Casi le succionas al alma, pervertido.
Namjoon se quejó, mientras que Byul-yi reía y seguía burlándose de él, saliendo ambos de la cocina. Seokjin rió bajito, con sus mejillas sonrojadas. Miró a su madre, y se acercó hasta ella. —¿Quieres jugo?
Jisoo negó. —Estoy bien... ¿puedo comentarte algo?
—Oh, claro. ¿Sucedió algo malo?
—No es eso, no te preocupes —sonrió sin mostrar sus dientes, y luego respiró hondo—. La familia de Namjoon parece ser bastante abierta, ¿no?
—Sí, también me sorprendió, pero son personas muy buenas y me aceptaron de inmediato —dijo Seokjin, feliz por eso.
—Eso es bueno, hijo. Me alegra saber que te aceptan y te quieren. Las tías de Namjoon no paran de decir lo lindo que eres... —hizo una pequeña pausa, no sabiendo cómo continuar—. Sabes que te acepto, hijo, a ti y a Namjoon, sin embargo hay cosas con las que no me siento cómoda y es porque como madre no las veo muy correctas.
La expresión de Seokjin se tornó algo seria y asustada. —¿De qué hablas?
—Mhm, la manera en que Namjoon es contigo, es decir, sus muestras de afecto. ¿No crees que son demasiadas? Te besa a cada momento, o te abraza, incluso la manera en la que los acabamos de encontrar. Sé que son novios, pero no está mal ser un poco... reservados —Jisoo hizo una mueca con los labios, tomando las manos a Seokjin—. Tu padre también los ha visto, y se nota algo incómodo también. No es por el hecho de que sean hombres, es que son algo exhibicionistas... no sé si me estoy haciendo entender.
Seokjin tragó saliva y asintió, avergonzado hasta la médula. Que su madre le dijera que estaba siendo muy liberal con su relación era algo embarazoso, y sintió mucha pena. ¿Los demás familiares de Namjoon pensarán lo mismo? No quería que pensaran en él como un descarado.
—Yo... entiendo —murmuró.
Jisoo sonrió, y besó las mejillas de su hijo.
—La familia Kim es de una forma, pero no olvides que eres un Jeon. Somos más... cautelosos, con nuestra forma de ser.
Iba a decir algo más, pero justo en ese momento entró Namjoon en compañía de Byul-yi. Madre e hijo se separaron, y Jisoo se fue con la tía de Namjoon, dejado a Seokjin con la duda en mente.
—¿Sucede algo? Te veo apagado.
Miró a Namjoon y negó. —T-todo está bien.
«Solo que mis padres piensan que somos muy demostrativos y eso logra que me de un poco de pena que nos vean».
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