01 ⌗ Mamá, papá, tengo novio ೃ࿔
La familia Jeon cenaba sin contratiempos, compartiendo un rato ameno entre ellos. Eran una familia sencilla y educada, de clase media-alta, y con buenos valores que les enorgullecía mostrar. No por nada Jeon Gong-Yoo y Jeon Jisoo habían inscrito a sus hijos en las mejores escuelas para que sean muchachos de bien.
—Papá, hoy salió el nuevo cómic de mi superhéroe favorito —comentó Jungkook con la carne en la boca.
—Jungkook, nada de hablar con la boca llena —reprendió su madre—. Además, supe que sacaste tres en inglés, así que no te mereces la historieta.
Gong-Yoo picó su carne, y apretó sus labios para no reír por la expresión de su hijo. Le había prometido que le compraría esa historieta, pero si su esposa decía que no, entonces era un no. —Sube tu nota en inglés, y ahí te la compraré.
Jungkook abultó sus labios, y siguió con su cena. El niño de apenas diez años era un consentido por todos, pero en ocasiones su bonito rostro de cachorrito no hacía efecto y debía obedecer. Miró de reojo a su hermano mayor, y se extrañó al verlo mover sus verduras con sus palillos pero sin comerlas. ¿Seokjin jugando con la comida? ¡Era imposible!
—¿Hyung, le sucede algo? —susurró hacia el mayor, quien pestañeó y posó su vista en él.
Le sonrió sin mostrar sus dientes, y negó. —Estoy bien, Kookie. ¿Cómo saliste en tu examen de inglés?
—Uh, pero eso ya lo dijo mamá —dijo extrañado.
—Oh, ¿En serio lo dijo? No lo escuché —rió nervioso—. ¿Y saliste bien?
Jungkook chasqueó la lengua. —Saqué tres, y mi mamá dijo que no me comprarán el nuevo cómic que quería.
Seokjin lo miró asombrado, y luego miró a sus padres. —¿En serio hablaron de eso? ¿En qué momento?
—Recién lo hicimos —Jisoo miró a Seokjin preocupada—. ¿Estás bien, cariño? Te veo distraído.
—Sabes que puedes comentarnos lo que sea, campeón —apoyó Gong-Yoo, dedicándole una suave sonrisa a su hijo—. ¿Es algo de la universidad? ¿Te sientes estresado por ella?
—Mhm, no —negó, y bajó la cabeza hasta su comida, moviéndola otra vez con sus palillos—. Voy bien, mis profesores no tienen quejas de mi. Creo que soy uno de los mejores.
—Seokjin hyung siempre será el mejor de todos —halagó Jungkook, mirando a su hermano mayor con adoración—. Porque hyung es increíble.
Seokjin miró a Jungkook y sonrió, sintiendo su corazón cálido ante la mirada tan bonita que tenía su hermanito para con él. Llegó a su vida cuando tenía diez años, y fue el niño más feliz del mundo cuando lo miró. Estaba tan emocionado de tener un hermano menor, que una vez llegó Jungkook no dudó mucho en amarlo. Lo protegía y consentía sin parámetros, adorando la forma en que sus ojitos estrellados se iluminaban, y le decía con cariño «¡Te quiero, Jin hyung, eres el mejor!».
Jungkook era su pequeño niño, su más grande adoración, y nuevamente se sintió aterrado por decir lo que iba a decir, pero ya no podía evitarlo más.
—Jinnie... —llamó Jisoo—. Habla con nosotros, por favor. Sabes que nosotros estamos orgullosos de ti, y que te apoyaremos en todo.
—No creo que se sientan orgullosos por lo que diré —rió desganado. Jisoo y Gong-Yoo se miraron preocupados, incluso Jungkook se sintió pésimo, no gustándole la mirada triste de su hyung, así que tomó su mano, y la apretó, demostrándole que estaba con él—. Gracias, Kookie... y-yo, hay algo que no les he dicho, y que no me gustaría ocultar más, incluso sé que puedo decepcionarlos, pero no me gusta mentirles.
—Habla, Seokjin —alentó el hombre con comprensión—. Somos una familia, y la familia nunca se abandona.
El veinteañero suspiró, y miró a sus padres con determinación. —Soy gay.
La mesa quedó en silencio luego de aquella revelación, con los cuatro integrantes teniendo una expresión distinta en el rostro. Jisoo tapó su boca son su mano derecha, Gong-Yoo alzó sus cejas y fijó la mirada en el plato, Seokjin miraba a sus padres a esperas de que dijeran algo, y Jungkook ladeó su cabeza sin entender.
—¿Qué es gay? —preguntó luego de un rato.
Seokjin miró a su hermanito, y tragó saliva nervioso. —Es cuando a un chico le gusta otro chico.
—¿A ti te gustan los chicos? —cuestionó confundido, y Seokjin asintió—. ¿Por qué?
—No lo sé —rió nervioso—. Simplemente me gustan.
El niño soltó soltó un "ah", y miró a Seokjin expectante. —¿Y no te gustas las chicas? Hay chicas bonitas, como la vecina Jieun —dijo, y sus mejillas se sonrojaron. Su vecina Jieun siempre que hacía galletas le regalaba, y era muy, pero muy bonita.
Seokjin sonrió y negó, revolviendo los cabellitos de Jungkook. —Sí, hay chicas bonitas, pero no me gustan tanto. ¿Lo entiendes? —Jungkook lo pensó un momento y asintió—. ¿Te molesta que me gusten los chicos?
Jungkook negó. —¿Por qué me molestaría? Seokjin hyung es el mismo de siempre, solo que no le gustan las chicas.
El mayor sonrió aliviado, y tomó a Jungkook en un apretado abrazo, siendo correspondido por el niño que aún no entendía qué pasaba. ¿Tan malo era ser gay?
—Gracias, Kookie —susurró Seokjin y se separó de su hermano. Miró a sus padres, encontrándose con la mirada de estos—. Entenderé si están molestos conmigo, pero quería ser sincero.
Jisoo miró a su esposo, quien parecía aún en shock por la noticia, y volvió su mirada hasta su hijo. La noticia la había sorprendido, y siendo sincera tampoco había esperado algo así ya que jamás tuvo indicios de ello, pero dejando a un lado su anticuada educación, seguía siendo su mismo Seokjin, su hijo.
—No estoy molesta por esto, Jin, estoy sorprendida —comentó, y Seokjin asintió, comprendiéndola—, pero no pienses que te quiero menos, o que te dejaré a un lado; eres mi hijo, y te acepto tal cual eres. Necesito tiempo para asimilarlo, pero quiero que seas consciente de que nunca te dejaré a un lado por tus gustos.
Seokjin sonrió, y se levantó de su silla para ir hasta los brazos de su madre. Se sentía aliviado por saber que lo había entendido, y el miedo que sentía en un inicio estaba mermando poco a poco.
Pero aún faltaba su padre.
—Yo... no sé qué decir —dijo el hombre, y Seokjin lo miró, aún abrazando a su mamá—. Tengo que asimilarlo, pero no te repudio, hijo. Te amo, y sigues siendo mi orgullo. Dame tiempo, ¿Sí?
Seokjin se movió y abrazó a ambos mayores, con la felicidad burbujeando desde su interior. Lo habían aceptado, sus padres y Jungkook, y eso ya eran muy buenas noticias.
Volvió a su asiento, y ahora sí comenzó a degustar la comida con gusto. Gong-Yoo lo miró por unos instantes, pero negó divertido, Jungkook tenía razón, seguía siendo el mismo Seokjin de siempre, ¿Por qué tanto drama? Miró a su esposa, y la encontró con la misma mirada. Al parecer habían pensado lo mismo.
Tomó su vaso de agua, y comenzó a beber de el, aunque no esperaba lo siguiente:
—Mamá, papá, tengo novio —anunció Seokjin con una brillante sonrisa de oreja a oreja.
Mal momento para beber agua, y estar sentado al frente del hombre. Gong-Yoo escupió el líquido que tenía en la boca, yendo a parar en la cara de Jungkook.
—¿¡Tienes novio!? —preguntó su madre sorprendida, dándole palmadas en la espalda al hombre que se ahogaba a su lado.
—¡Iugh, papá! —se quejó Jungkook con su cara toda mojada.
Seokjin miró la escena con nervios, y se sintió un idiota por haber soltado su relación así como así. ¡Apenas y había confesado ser gay! ¿Por qué se le ocurrió decir que también tenía novio?
Tomó una servilleta, y con cuidado comenzó a secar la carita de Jungkook. —S-sí, tengo novio.
—¿Desde cuándo? —preguntó Gong-Yoo con su respiración entrecortada, tomando agua para poder pasar el mal rato.
—Llevamos tres meses.
Nuevamente la cara de Jungkook fue llenada de agua. —¡Papá! —exclamó el niño a nada de comenzar a llorar.
—¿¡Tres meses y no nos habías dicho nada!? —exclamó la mujer, volviendo a ayudar a su marido.
—¡Lo siento, quería hacerlo! —se disculpó Seokjin, tomando más servilletas para ayudar a Jungkook—, pero tenía miedo de como reaccionarían. No quería ser echado de casa.
—¿Pensaste que te echaríamos de casa? —intervino Gong-Yoo, y Jisoo quitó el vaso de agua de su alcance—. ¿Te hemos dado esa idea, Seokjin?
El chico bajó la cabeza. —No.
—Seokjin, una cosa es que hayas ocultado tus preferencias, pero nos ocultaste tu relación con alguien más —regañó Jisoo sin mucho afán—. Sabes lo mucho que te queremos, y nunca nos pasaría por la cabeza el sacarte de casa.
Con su rostro totalmente seco, Jungkook pudo ser consciente de la conversación. Su hyung tenía novio. Desde hace tres meses. Analizó la información, y cuando sus neuronas chocaron miró a Seokjin con enfado.
—¡Hyung no puede tener novio! —exclamó, llamando la atención de todos en la mesa—. ¡Hyung es mi hermano, y no lo comparto!
—Jungkook, tener novio no significa que te dejaré de lado —explicó Seokjin—. Eres mi hermanito y siempre te voy a querer.
—Pero... —apretó los dedos de sus pies, no sabiendo qué contestar—. Hyung no puede tener novio —repitió, encontrándolo esa respuesta como la más acertada.
Seokjin sabía que algo así iba a suceder. Jungkook era un niño sumamente celoso con lo suyo, y entre sus pertenencias entraba él. A su mejor amigo Yoongi le había costado más de un año ganarse la confianza de Jungkook, y que este no lo atacara con sus peluches, alegando que Seokjin era su hermano y que no dejaría que se lo llevaran.
—¿Quién es el chico? ¿Lo conocemos?
La voz de su padre llamó su atención, y Seokjin se sentó recto. —No lo conocen, pero les aseguro que es un bien chico. Estudia con Yoongi en música, enfocados en la producción musical, fue él quien me lo presentó una vez que lo ayudé en una de sus tareas.
Existían veces en las que Yoongi necesitaba de una voz para sus creaciones, y Seokjin siempre se ofrecía, aún cuando estudiaba en la carrera de gastronomía.
—¿Y desde cuándo lo conoces? —preguntó ahora su madre.
—Lo conozco desde el año pasado, pero fue hace tres meses que comenzamos a salir.
—¿Sus padres saben de ustedes?
—Sí, incluso he cenado con los Kim —ambos mayores se sorprendieron—. Ellos siempre han sabido de las preferencias de Namjoon, así que no hubo problemas en conocerlos. Son personas muy agradables, y me tratan como alguien más de la familia.
—Kim Namjoon —repitió Gong-Yoo, y asintió—. Trae a ese muchacho, necesario conocerlo. Saber quién está con mi hijo.
—¿En serio? —preguntó Seokjin y el hombre asintió—. ¡Se lo comentaré!
—Yo también estoy curiosa de conocer a ese tal Kim Namjoon.
Seokjin sonrió y asintió efusivo.
El sonido de una silla siendo rodada llamó la atención de los tres mayores, y miraron a Jungkook luciendo totalmente enfadado. Le dedicó una fría mirada a Seokjin, y luego corrió escaleras arriba para encerrarse en su habitación. No sin antes haberla tirado para hacer notar su malestar.
La expresión alegre de Seokjin decayó notablemente, y su madre fue consciente de ello. —Sabes como es, dale tiempo.
—Pero no quiero que me odie —murmuró con pesar.
—Está celoso, en algún momento se le pasará —dijo el hombre—. Esa será una buena prueba para Namjoon; si logra soportar al celoso Jungkook y no huye en el intento, entonces es el indicado.
Parecía un chiste, pero era una realidad. Seokjin miró una última vez por dónde había corrido su hermanito y suspiró; le tocaba un gran reto a Namjoon, y esperaba que tolerara al pequeño mimado de Jungkook.
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