𝟬𝟭. 𝗹𝗼𝗻𝗲𝗹𝘆
‘ Apiadate de mi alma señor, pues la
soledad es cruel y el pecado me ofrece
su cálido abrazo ’
TRAS LA DESGRACIA COMETIDA POR SILAS BASSETT, LA CASA DE LAS SERPIENTES y protectores del imperio de las penumbras cayeron en la desgracia, dejando su salvación en manos del primogénito no nacido del cabecilla de la familia, Armand Bassett. O eso fue hasta que las noticias del tan esperado alumbramiento se esparcieron por todo el imperio de Ancage.
¡La serpiente tiene dos cabezas!
Todo el pueblo dio su opinión. Los plebeyos opinaron con veneno, los nobles susurraron con interés y los más pobres gritaron de alegría pura e ingenia al pensar que los mellizos Bassett encontrarían aquello que la duquesa De Cléveris no pudo otorgar, el heredero legítimo a la sangre bendita por Zaryax, el dios de la luna, las sombras y la muerte, y Astotellia, dios de sol, luz y vida.
— Llevan el peso de la fé de esas pobres personas en sus hombros — les dijo la duquesa Jammille mientras revolvía el contenido de su taza con una cuchara — ¿No están cansados?
— El peso de la fé lo tiene su esposo, su excelencia — respondió Caín, la cabeza menor — Nosotros solo somos unos sabuesos que buscan un hueso perdido.
— Si es que el hueso alguna vez existió — continuo la cabeza mayor, Delilah — Dígame su excelencia, es verdad el viejo rumor?
La mujer sonrió con nostalgia sin apartar su mirada de la taza de té — Cuando era joven, hace muchos años, creía que tendría en mundo en mis manos gracias al primogénito que le daría al duque, tenia al hombre, solo me faltaba el niño. Un niño que como todos saben, nunca llego, no a mi.
La pelimorada miro a la duquesa, tan vulnerable y arrepentida que se sumió en su asiento a la espera de la amarga verdad que siempre supo y no solo los hundió a ellos sin siquiera ver nacido, si no que también la arrastro a ella a lo más profundo de un abismo.
— Es verdad — admitió finalmente, lista para sufrir las consecuencias de sus actos a manos de los protectores del linaje de su esposo — Silas Basset, su tío, cometió la gran masacre nocturna por mi. Lo seduje, lo engañe y lo manipule a tal punto que incluso durante la gran cacería que el emperador ofreció el nunca confesó mi participación, ni nuestra relación.
Se llevó el secreto a la tumba y ella se a quedado sola, pensó la joven, pero un secreto se comparte mejor entre dos. O este caso, tres.
— ¿Y luego, excelencia?— pregunto Caín, algo incómodo por ser el único que parecía no saber la verdad — ¿Por qué todos esos niños y jóvenes al azar en la capital? Solo eran pobres, mendigos, huérfanos o hijos de golfas.
— Todos de pelo rubio y esmeraldas brillantes por ojos — murmuró la primogénita — Mando a asesinar a los bastardos de su esposo, no?
Las mejillas de la mujer se humedecieron mientras pequeñas risas cortas y algo quebradas salían de su garganta — Creí que era su culpa, quise que fuera su culpa. Pero esos niños solo eran la prueba de que la culpa era mía, y de nadie más.
— Es infertil — dijo el joven Caín. En Ancage se corría el rumor de que el duque nunca amo realmente a su esposa y nisiquiera fue capaz de cumplir su deber como marido fuera de la noche de bodas.
— Ahora Thomas agoniza y no hay un primogénito en todo el imperio para tomar su lugar — la duquesa se puso de rodillas frente a la mesita de café, dispuesta a esperar su debido final — Se llama Eris, es una sirvienta huérfana desde los catorce.
— ¿Hasta ahora nos lo dice? — recriminó el menor con su sarcasmo adornado con una sonrisa mientras sus fríos ojos miraban a la mujer prepararse para su sentencia.
— Hasta ahora me lo confirmaron mis pajaritos.
— De acuerdo, levántese — ordenó la pelimorada mientras se ponía en pie — Como dijo, el duque está muriendo, y no creo que logremos traer a la chica a tiempo. Usted es la otra opción para enseñarle todo sobre como manejar este lugar y su título.
— Yo nunca fui la santa, mi esposo lo es, no naci con el apellido.
— Exacto, su esposo es el santo. Se ganó el apellido duquesa, a pesar de sus errores — Caín tomó uno de los aperitivos de la mesita — Logró estar a la altura del puesto y darse a respetar en este lugar por su cuenta, y esa chica va a necesitar saber eso. No estamos aquí para juzgarla por sus pecados excelencia, menos decapitarla. Estamos aquí para salvar la fé del pueblo.
— Una última cosa — pidió la mayor de los mellizos — ¿Dónde está la chica?
— Me quiero morir — suspiró el peliblanco subiendo el carruaje — Odio Arbezela.
— No hay de otra hermanito — dijo Delilah ya en si asiento — Arriba, que aún tenemos trabajo pendiente.
— ¿Qué haremos con la duquesa?
— Nada — respondió la ojivioleta mientras su hermano cerraba la puerta del carruaje — No es nuestra decisión. La historia de este imperio se escribió con sangre, los cimientos están hechos de hueso y las personas son egoístas y egolatras por naturaleza.
— Solo es una más — dijo el albino pensando en como algunos nobles del imperio, sucumbiendo a sus deseos u obsesiones traían el caos a su imperio — ¿Traeremos a la sirvienta a la fuerza?
— Claro que no — dijo y miro el lejano horizonte — Las tres hermanas han dado su premonición, este año abra una gran cacería.
— No a ocurrido desde el asesinato de la emperatriz consorte, hace casi nueve años — Caín miro sus manos mientras el carruaje invita su travesía a la frontera, pensando en los entierros y días de luto que se realizaban en su imperio y los extranjeros confundían con fiestas y celebraciones comunes — Apuesto a que será el emperador.
— Es algo obvio — la joven sonrió divertida — Será un buen gobernante y todo pero no a dejado su viejo hábito de los burdeles. A pesar de todo el desastre que sus pequeños errores provocan.
— Hermana, creés que lady Eris reciba su verdad con calma?
— Por supuesto — Delilah miro el camino a través de la ventana — Es una huérfana, sin apellido ni apoyo en un gran lugar como lo es el palacio de Arbezela. Toda su vida debe de haberse sentido incompleta, vacía.
— ¿Sola? — murmuró su hermano pensando más en ellos mismos — Nosotros nunca hemos estado solos.
— Y ella ya no lo estará, nunca más — el rostro de Delilah tomó un tinte firme e inexpresivo — Es la razón de nuestra existencia, la luz de nuestro imperio y la nueva santa de los dioses. Un ángel al que le arrebataron las alas.
Y .......
Me van a matar? Salió muy mal?
Revise mis tiempos y durante un rato voy a estar actualizando principalmente Pacify Her, Heather y Bored (esta mera)
Sale bye
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top